Núm. 82 (2014): Educar para la diversidad

Cuando hablamos de educación y aludimos a la diversidad estamos refiriéndonos a una realidad inexcusable. Por definición, un grupo humano –y eso es, por ejemplo, un aula– encierra tantas posibilidades como personas se encuentran en él. Y eso ha sido así siempre, no es algo de ahora que parece que sentimos más sensibilidad ante las diferencias. Apenas que consultamos cualquier experiencia educativa observamos que constantemente se hace mención a la pluralidad de posibilidades que aparece según los distintos sujetos y contextos.
Publicado: 2018-11-14