CONVOCATORIA ABIERTA NÚMERO 31 - PROYECTO, PROGRESO, ARQUITECTURA

2020-06-10
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CONVOCATORIA PpA NÚMERO 31: ARQUITECTURAS PARA LA INDUSTRIA

 

Fecha de publicación de la convocatoria: 4 DE DICIEMBRE de 2023

Fecha límite recepción artículos: 22 de MARZO de 2024

Publication nº 31 PpA: NOVIEMBRE de 2024

 

Dentro del ámbito general que define a la disciplina arquitectónica en su servicio y adaptación al hombre, la arquitectura generada para la industria constituye un subcampo muy singular. En él, las máquinas entendidas como entidades objetuales y los procesos mecánicos que discurren en su interior, son los que adquieren, frente al ser humano, una mayor atención y la prioridad absoluta en todos los niveles.

El papel del arquitecto en estos tipos de edificios fabriles y productivos ha quedado tradicionalmente relegado a un segundo plano frente a las directrices dadas por ingenieros y técnicos especialistas. La estética, la ambientación, la calidad arquitectónica y hasta la salubridad, se han considerado generalmente cuestiones de segundo orden o casi prescindibles por detrás de la omnipotente funcionalidad. Las mayores partidas presupuestarias habitualmente son destinadas a las instalaciones, infraestructura y maquinaria en estos programas, siendo por ende, las restricciones económicas, un factor recurrente determinante del diseño en estas construcciones. En 1953 Fernando Moreno Barberá destacaba que era precisamente ese obligado despojo de lo superfluo que suponía un gran reto para el arquitecto, el que derivaba en una esencialidad y una desnudez de las estructuras de gran magnitud que conducían a alcanzar una cualidad ascética y convertía a las “fábricas en las catedrales de nuestra época”.

A pesar de que estas arquitecturas productivas han provocado naturalmente un desarrollo económico y han conllevado implantaciones de asentamientos humanos, a menudo las compañías no han considerado suficientemente la posibilidad icónica y ambiental para sus edificios productivos que hubiera equiparado el reconocimiento civil y social hacia las empresas con el otorgamiento de un valor arquitectónico equivalente hacia sus edificios fabriles. Ello ha derivado en que muchas arquitecturas de la industria hayan quedado en el olvido y sólo excepcionalmente formen parte del repertorio de la historiografía; siendo claros ejemplos canónicos la fábrica de Turbinas de AEG de Peter Behrens, la Fábrica Van Nelle de Johannes Brinkman y Leendert van der Vlugt, la fábrica Fiat-Lingotto de Giacomo Mattè-Trucco o la extensa labor de la familia Olivetti que alcanza dimensión territorial e internacional.

Pero en realidad, el ámbito industrial ha constituido el punto de arranque en la trayectoria de muchos arquitectos, así como ha operado ampliamente como inspiración o como campo de pruebas para encontrar caminos proyectuales propios. En esa complicada relación de la arquitectura “sometida” a la ingeniería, los arquitectos han desarrollado estrategias de proyecto específicas que difieren de las aplicadas en las edificaciones más habitualmente llevadas a cabo en la profesión, y que merecen un mayor estudio por su gran potencial. De igual modo, la escasez de recursos consustancial y propia de estos encargos ha provocado el desarrollo de reseñables soluciones polivalentes, ha dado origen a metodologías de estandarización y de prefabricación, ha despertado el ingenio en el tratamiento de materiales o ha estimulado la invención de soluciones estructurales y constructivas varias ad hoc. El cambio a la “gran escala de la máquina” que normalmente implica a las fábricas, las centrales de energía, las plantas de reciclaje, las naves productoras, de manipulación, prototipado, transformación o centros de logística, supone un salto físico y conceptual trascendente con implicaciones directas en la arquitectura y en el paisaje; pero, adicionalmente, deriva en la implantación de la versatilidad como parámetro necesario para poder adaptarse a una tecnología rápidamente cambiante, en la mayor ponderación del mantenimiento como condicionante de la forma y materialidad de la arquitectura, o en el manejo de la polivalencia a nivel espacial y constructivo que asegure eficacia y rentabilidades futuras.  

Procede investigar hasta qué extremo los diversos modos de producción han condicionado o no la conformación de la arquitectura industrial en cuanto a sus espacios, modos y materiales, y cómo afectan en el rango temporal en su habitabilidad o su propia permanencia. Desde la tradicional manufacturación a las cadenas americanas de Henry Ford, rastreando la influencia de los procesos por gravedad o la implantación de la robótica, hasta la actualidad, donde los desafíos crecientes en un mundo que demanda costes reducidos, cadenas de suministro más resilientes y prácticas sostenibles, ponen el acento en la fabricación aditiva, la fragmentación de los procesos, causan el auge de la industria 4.0 y 5.0, y promueven la economía circular y de km.0. Todo ello provoca un debate en curso sobre la deslocalización y la productividad responsable en el que arquitectos y urbanistas deben participar mucho más decididamente. La irrupción de los procesos de control de la contaminación y la tendencia hacia tecnologías cada vez más limpias han de ocasionar un análisis más profundo a nivel de entorno sobre la conveniente zonificación y aislamiento o su viabilidad real de convivencia, con el estudio de la posible aplicación de técnicas de acondicionamiento o de camuflaje y con el estudio de los impactos que estas estructuras fabriles y transformadoras pueden ocasionar en ámbitos habitados o su potencial como generadores de nuevos paisajes debido a su escala.

Este número trata de contribuir a ello centrando el foco de estudio en los contenedores o pequeños complejos industriales y descartando desarrollos asociados como puedan ser los espacios de oficinas y administrativos o los poblados industriales. Rescatar los mejores ejemplos de arquitectura fabril y productiva que permanecen en el anonimato y aprender de sus posibilidades de reprogramación con nuevos usos colaborando con el reciente reconocimiento del patrimonio industrial surgido hace dos décadas; analizar las estrategias proyectuales que han ponderado en cada caso los requerimientos de la máquina con el bienestar físico y espiritual del trabajador o la inserción en el contexto; reflexionar sobre el potencial de valor icónico, publicitario, simbólico y artístico de las propias arquitecturas fabriles y su uso desde los puntos de consumo a los diversos estadios de las cadenas de producción; analizar ejemplos tratando de encontrar paralelismos, evoluciones o aproximaciones y parámetros comunes en el ámbito arquitectónico; investigar la especificidad de las arquitecturas industriales controladas por la IA, hipertecnológicas, estratégicas o de seguridad a menudo ocultas y silenciadas; y por último, reivindicar como ámbito cotidiano y específico de la arquitectura los edificios fabriles y su misión operativa social y crítica en el punto de inflexión en el que nos encontramos dentro de una sociedad de la sobreproducción y el despilfarro.  

Autora de la convocatoria:

Patricia de Diego Ruiz, dra. en Arquitectura, profesor de la ETS de Arquitectura y Geodesia, Universidad de Alcalá de Henares.

Email de consulta sobre la convocatoria: PDEDIEGORUIZ@gmail.com