Durante la última década del siglo XX comenzó a asentarse en las sociedades occidentales una tendencia al acercamiento al pasado desde el marco interpretativo de la memoria, en detrimento de la aproximación historiográfica clásica. Este fenómeno, muestra del desarrollo de un proceso todavía presente, fue denominado memory boom y su raison d’être fue puesta en relación, por una parte, con la aceptación tardía de la pervivencia de recuerdos traumáticos en todos aquellos sujetos que se habían visto involucrados, de un modo u otro, en regímenes o episodios de perpetración de violencia de masas.