El artículo se centra en el cuestionamiento de dos concepciones relativas a la condición identitaria. En primer lugar, aquella que hace del sujeto identitario (persona o colectivo) un sujeto de características esenciales, las cuales, a veces negadas, a veces reconocidas y aceptadas, poseen una impronta intrínseca al “ser” del sujeto (obviando las posibles mutaciones que pudieran sufrir). En contrapartida, se cuestiona aquella otra concepción, la cual indica que, sin poseer características innatas, el sujeto es una construcción puramente arbitraria, históricamente determinada por los discursos que la conforman y por ende mutable según el éxito en la imposición general de dichos discursos. Para ambos paradigmas, se han asumido funciones diversas para con el discurso y el lenguaje, otorgándole o bien a este un rol meramente instrumental (bajo la primera concepción, donde existe una verdad objetiva indiferente al elemento lingüístico) o bien un rol edificante (el caso de la segunda, donde el discurso posee un rol constitutivo y hace al sujeto y sus características). Finalmente se hará un esbozo de aproximación epistemológica a la constitución subjetiva buscando restringir el espacio para la abstracción o los presupuestos. La discusión tendrá como escenario tanto la teoría sociológica tradicional como así postulados filosóficos que resultan oportunos.