Resumen
El artículo analiza un tipo de pintura de Juan Fernández Lacomba en la que se dan dos condiciones, la configuración plástica autónoma de lo que pudiéramos denominar paisaje abstracto y la interpretación nocturna del mismo, todo ello en un amplio espacio de tiempo, que comprende desde el primero en París, en 1983, hasta los más recientes en el Coto de Doñana, en 2012. La mayoría son pinturas abstractas, concebidas en un orden intelectivo y según relaciones internas debidas al pintor, las mismas que presentan aquellas otras pinturas en las que introdujo algún elemento figurativo reconocible, que por ello no pierden la primera condición. La evolución en un margen de tiempo tan amplio en la carrera de un pintor ha permitido dilucidar las pautas concretas de cada grupo y variantes y obtener las conclusiones oportunas.