Heredero de la Tradición Hermética y a diferencia de sus maestros, Galileo, Descartes y Huygens, Leibniz entiende la ciencia natural como una ontología de lo singular. Todas las cosas producidas por la Sabiduría Suprema están dotadas de fuerza interna: vis insita rebus. De esta manera, con las mismas ecuaciones recibidas, Leibniz eleva la ciencia natural a un nivel metafísico, trastocando el concepto de inercia natural y, desde él, las nociones de infinito, expresión, continuidad y analogía, presididas todas ellas por lo que él llamaba «mi gran principio de las cosas naturales»: la uniformidad y variedad de la naturaleza. Con tres siglos de adelanto, Leibniz parece vislumbrar la ciencia unificada de la complejidad.
Heir to the Hermetic Tradition but unlike his teachers, Galileo, Descartes and Huygens, Leibniz understands natural science as an ontology of the singular. Everything produced by the Supreme Wisdom is endowed with internal force: vis insita rebus. Thus, using the same equations as his teachers, Leibniz raises natural science to a metaphysical level, transforming the concept of natural inertia and concomitantly the notions of infinite, expression, continuity and analogy. Governed by what he called «my grand priciple of natural things»: the uniformity and variety of nature. Three centuries in advance of our time, Leibniz adumbrated the unified science of complexity.