El trabajo trata de utilizar el sentimiento del miedo para hermanar algunas obras que utilizan la utopía, la distopía y la memoria del pasado. Ya se trate de paraísos o de mundos apocalípticos, el miedo es el elemento que sirve de transición para el retrato efectivo de estos lugares. Mostramos el final paradójico que espera a la utopía. Estudiamos esta idea a partir de los personajes que habitan diferentes utopías: la de Ishiguro en Nunca me abandones, y la de P. Heller en La constelación del Perro, entre otras. En segundo lugar pretendemos extender la sombra de la utopía a otros textos no utópicos: El país del miedo de Isaac Rosa; J.J. Millás en Cerbero son las sombras y A. Cervera en Todo lejos. En estos casos, la espera de un significado es la distopía que aliena la ficción. Finalmente, tratamos de identificar al creador/padre de la ley y sugerimos la posibilidad de que el miedo sea recíproco, tal y como sucedería en la otredad mutua, pese a la posible disimetría en su percepción.