El propósito de este artículo es poner en diálogo el discurso sobre la interculturalidad con el nuevo enfoque de las neurociencias en una posible neurofilosofía práctica. Primero se muestra el significado de la perspectiva de la interculturalidad (a diferencia de multiculturalidad) y se consideran algunos caminos para una posible ética intercultural. Y, en segundo lugar, se reflexiona sobre las posibilidades y límites de la neurofilosofía, y se plantea la cuestión de si las neurociencias pueden alumbrar una neurofilosofía práctica que sea capaz
de fundamentar las exigencias éticas de la perspectiva de la interculturalidad antes expuesta.