Abstract
1. No es fácil hablar de estética ante artistas o historiadores del arte. Unos y otros valoran el discurso reflexivo de la estética pero en el artista, es frecuente advertir la desazón de quien oye una versión algo engolada y con flecos normativos de lo que él considera una praxis que en cada obra afronta determinados problemas y ha de resolverlos; en el historiador se rastrea más bien una actitud de respetuoso escepticismo ante un discurso que se le antoja superestructural pese a lo cual no se recata de emitir dictámenes sobre las obras (+).Downloads
Download data is not yet available.
Metrics
Metrics Loading ...