Abstract
Hannibal (NBC, 2013-2015) de Bryan Fuller es un hermoso ejercicio audiovisual inundado de imágenes exquisitas e hipnóticas, lleno de referencias artísticas desde el planteamiento escenográfico y fotográfico, a la incursión directa de obras reconocibles como el caso de Las bañistas (1765) de Jean-Honoré Fragonard en la cocina de Lecter; Leda y el cisne de François Boucher (1740), presidiendo la chimenea; o por ejemplo el tríptico japonés en madera de Utagawa Kunisada (1832) en su oficina, entre muchos otros. Pero mucho más interesante en sin duda, ya no las continuas referencias literales a obras de arte clásicas, sino la artistificación que afecta al espacio escénico, especialmente en lo que se refiere a la constitución formal de los crímenes, concebidos bajo una voluntad artística y escapando de la imitación directa, porque la mimesis pertenece al período del aprendizaje artístico, como se muestra a través de las obras realizadas por Il mostro en sus inicios en Florencia. La mímesis muestra y la diégesis cuenta, y permite al artista crear su propia gramática creativa. Este es el objetivo de este texto: mostrar los mecanismos estéticos que actúan como engranajes de Hannibal, porque esta serie no versa sobre qué ocurre, sino sobre cómo ocurren las cosas. “Este es mi diseño”. La elección de palabras del profiler Will Graham no es en absoluto casual. Cada vez que Will recrea la escena de un asesinato, usando su exceso de imaginación creativa, está haciendo un acto de mímesis, reproduciendo las obras de arte que concibieron otros “artistas” del horror, un acercamiento que cuanto más lo use más acabará por convertirle en un artista consolidado. Porque Hannibal es la historia de la iniciación de Graham a la concepción artística del horror de la mano de il maestro Hannibal Lecter.Downloads
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