Abstract
“La estética transfigura el mundo; la ética lo transforma”
Aunque la reflexión estética no sea precisamente la principal preocupación de José Antonio Marina, no por ello puede decirse que carezca de presencia en su proyecto filosófico. De hecho, un pensamiento con ambición de sistematicidad, máxime si el núcleo del mismo es la reflexión sobre la inteligencia, no podría nunca soslayar los problemas que se integran dentro de ese ámbito más o menos difuso que se ha dado en llamar estética. ¿Cómo excluir el campo de las emociones estéticas al analizar los sentimientos? ¿Cómo olvidar la realidad del arte al desentrañar los mecanismos de la inteligencia creadora? No obstante, ante un pensador que ha abordado parcelas del conocimiento que recorren todas las áreas tradicionales de la filosofía y, sobre todo, aprovechando la reciente aparición de su último libro, La inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez (Anagrama, Barcelona, 2004), no nos hemos podido resistir a traspasar el horizonte temático de nuestra revista, formulándole preguntas que nos parecían imprescindibles tratándose de él. La amabilidad con la que ha atendido nuestros requerimientos merece nuestra más sincera gratitud.