El bárbaro de Robert E. Howard es un héroe crítico. De acuerdo con los intérpretes, Conan no actúa legitimado por el Destino, como viene siendo habitual en el género de «espada y brujería». El bárbaro está ligado a una naturaleza que disuelve las ficciones imaginarias de la civilización. Sin embargo, el bárbaro como crítico de la cultura no tiene nada en común con el desdén fascista por la decadencia burguesa; está más relacionado con la «violencia divina» benjaminiana. En conclusión, identificaremos la violencia utópica del bárbaro, cuyo poder carece de toda legitimación ideológica, como el núcleo de toda democracia real y radical.