Cet article a pour but principal de déterminer la façon dont le modèle de rationalité mathématique de Marin Mersenne (1588-1648) pourrait conduire nécessairement à l'univocité. Il s’agit de savoir si les humains connaissent-ils, par exemple, le théorème de Pythagore de la même façon que Dieu le fait. Pour répondre à cette question, nous abordons la notion de vérité comme conformitas dans son dédoublement théologique et épistémologique. Ensuite, nous nous concentrons sur le concept des possibles en tant qu’objet des mathématiques et de l’entendement divin. En dernier lieu, nous interpellons la thèse d’une univocité radicale soutenue par Jean-Luc Marion pour finalement exposer nos conclusions.
ES: En el siglo XVII, la filosofía y la ciencia encarnan un modelo de épisteme dominante, basado en la certeza de las demostraciones matemáticas. Ciertamente, la abstracción de la existencia de los objetos exteriores al entendimiento atribuye a esta ciencia una perfección: la independencia de la materialidad y la contingencia de lo sensible. Así, esta ciencia se acerca a la divinidad por su carácter intelectual, espiritual o formal. Desde esta perspectiva, Dios es concebido como un gran geómetra o el director del concierto del universo, pues las verdades eternas de las matemáticas se identifican con su inteligencia y constituyen los arquetipos de de la Creación. Ahora bien, ¿existe una univocidad radical entre las verdades de nuestras demostraciones y las verdades eternas del entendimiento de Dios? ¿Cómo podría concebirse que un individuo sea capaz de alcanzar las verdades eternas de las matemáticas del mismo modo en que Dios lo hace? ¿De qué manera la univocidad -que parece proponer este modelo- podría asegurar la trascendencia divina?
Es preciso considerar que, a pesar de que el entendimiento pueda alcanzar conclusiones absolutas en lo que concierne a las matemáticas, siempre se halla limitado por su vínculo con la corrupción del cuerpo, es decir, con su finitud. Precisamente, se trata de saber de qué forma la tesis de la univocidad podría conciliar el hecho de que un entendimiento finito sea capaz de comprender las verdades eternas e infinitas. El presente artículo tiene como principal objetivo responder a estos interrogantes a través del prisma de la obra del Padre Marin Mersenne de la Orden de los Mínimos (1588-1648). En primer lugar, pretendemos establecer la manera en que el modelo de episteme de Mersenne podría conducir necesariamente a la univocidad. Para ello, abordamos la noción de verdad como conformitas, en su desdoblamiento teológico y epistemológico. Luego, nos concentramos en la noción de los posibles como objeto de las matemáticas y del entendimiento divino, que permiten un entrecruzamiento disciplinario entre la metafísica, la teología, la lógica y las matemáticas. Por último, interpelamos la tesis de Jean-Luc Marion -presentada en Sur la théologie blanche de Descartes- según la cual el pensamiento de Mersenne conduce a una univocidad radical para, finalmente, exponer nuestras conclusiones.