Este trabajo es una crítica a los estudios sobre la evolución del lenguaje mediante la identificación de tres problemas epistémicos. La crítica epistémica parte de la definición del lenguaje y la unidad de evolución. El resultado es remitirnos de la pregunta por el origen del lenguaje a la pregunta por el origen del ser humano que son los otros dos problemas epistémicos. El límite superior en el estudio de la evolución del lenguaje es cómo saber qué es ser humano. De esta manera, entendemos que los estudios sobre la evolución del lenguaje se refieren al proceso de cómo nos reconocemos como humanos. La falta de la definición de lenguaje para tener la unidad de evolución, con la confusión sobre el origen del lenguaje y los humanos apunta que la evolución del lenguaje aún está al nivel de una taxonomía, lejos de ser una explicación sistemática del lenguaje o la evolución.