Resumen
Arte es la afirmación de lo real en el sujeto, y esta afirmación es lo propio de la fiesta. Cualquier otra interpretación es reactiva, es decir: nihilista. En tanto fuerza, o en tanto poder-de-ser, la existencia se afirma y se expresa estéticamente; la moral es un obstáculo, un retroceso, un debilitamiento, una pérdida de potencia. Nietzsche se opone a su maestro Schopenhauer, que mantiene una actitud expectante y desconfiada ante la Voluntad y que ve en el arte —como en la moral o en la religión— una suerte de abrigo a salvo de sus tempestades. Porque no es cuestión de escapar de la existencia —de salvarse—, sino de justificar su modo de ser. Afirmarse estéticamente significa olvidarse del mundo, hundirse en la soledad y la incomunicación. Lo real se afirma en el sujeto estéticamente, y la ética de este sujeto particular se reduce en fin de cuentas a refrendar esa afirmación —o a contravenirla.
Citas
Bacon, Francis, Novum Organum, Madrid, Sarpe, 1984.
Lemm, Vanessa, Nietzsche y el pensamiento político contemporáneo, México, FCE, 2011.
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