Resumen
Fundada a finales del siglo XVI por la donación de dos iconos marianos, la cofradía de indígenas de Santa María de Consolación de Utrera se asentó en el convento de la Merced de Lima. Desde entonces los naturales desarrollaron en este templo una amplia serie de cultos con la aprobación de los frailes. Sin embargo, hasta mediados del siglo XVIII no tenemos constancia documental de que todos estos actos litúrgicos y festividades fuesen reguladas mediante unas constituciones. Esta organización fijaba todos los cultos en el calendario anual y estipulaba el coste de cada una de ellas, revelando así su gradación. Analizar estas celebraciones, su importancia en la vida de esta cofradía de indígenas y comprobar financieramente que se llevaron a cabo, es el propósito te este trabajo.