Resumen
Este estudio se centra en las relaciones entre el soberano, una de las legitimidades del Antiguo Régimen, y las familias de la élite santiaguina del reino de Chile durante el siglo XVIII. Busca desentrañar cómo se entabló esa relación con la Monarquía a través de las carreras políticas y eclesiásticas de sus miembros. Para ello, se consideran los miembros de las familias que obtuvieron en lo civil los cargos de virrey, gobernador, intendente, oidor. Y en lo eclesiástico los de obispo, arzobispo, miembro de un cabildo eclesiástico. La pugna por la obtención de estos cargos habría generado una división interna en la élite santiaguina con respecto a otras familias que sólo obtuvieron cargos municipales. Estas últimas, fueron además las fundadoras de mayorazgos y receptoras de títulos de Castilla. Consideramos esta división dieciochesca como una de las claves para entender el proceso independentista chileno.