The Reyes Family or How to Devour a Girl’s Selfhood in Sandra Cisneros’s Caramelo

Abstract

ABSTRACT: Sandra Cisneros’s poetic prose depicts the Chicano family as a powerful loudspeaker whose deafening din stifl es Celaya’s individuality and her ability to articulate herself. The girl struggles with self-expression in a household where solitude, possession and individuality are unattainable because the family is built upon the concepts of communality and unity. As a result, Celaya devotes her word to the narration of the family’s history, forsaking her own voice. The trauma of the frontier accompanies the Chicanos throughout their lives as American citizens; consequently, the Reyes constant clamor functions as a distraction from the inevitable epiphany of estrangement. The border operates as a reminder of their immigrant selves that cannot be overshadowed by their noise and loud talk. Therefore, only in that dispossessed space their thoughts remain unvoiced. Sandra Cisneros employs the opposite symbols of silence and tumult to depict the duality of the Chicano family’s identity. 

RESUMEN: La prosa poética de Sandra Cisneros retrata a la familia chicana como un poderoso altavoz cuyo estruendo ahoga a Celaya en los momentos en los que intenta defi nir su individualidad a través de la comunicación verbal. La niña lucha por su derecho a la expresión personal en un hogar donde la soledad, la propiedad y la individualidad resultan inalcanzables pues la familia está construida exclusivamente sobre los conceptos de comunidad y unidad. Por lo tanto, Celaya usa su palabra sólo para narrar la historia familiar; abandonando de este modo su voz propia.Una vez que el chicano ha atravesado la frontera, queda marcado por este trauma durante toda su vida como ciudadano americano. Así, el clamor constante de los Reyes representa un intento de evadir la inevitable revelación del extrañamiento que acompaña siempre al inmigrante. Únicamente en la frontera permanecen los Reyes en silencio pues el ruido y los gritos no evitarían que aquella les recordase su pasado. Sandra Cisneros utiliza los símbolos opuestos de silencio y tumulto para describir la doble composición de la identidad de la familia chicana.