Cronología y temporalidad de los inicios de la Edad de Hierro en la Bahía de Málaga: la primera presencia fenicia y su impacto en las poblaciones locales

Chronology and timeframe of the early Iron Age in Malaga Bay: the first Phoenician presence and its impact on local populations

José L. Caro

Universidad de Málaga

Av. de Cervantes, 2, 29010, Málaga

jlcaro@uma.es 0000-0002-6587-0838

(Responsable de correspondencia)

José Suárez Padilla

Universidad de Málaga

Av. de Cervantes, 2, 29010, Málaga

josesuarez@uma.es 0000-0001-6795-8668

Bartolomé Mora Serrano

Universidad de Málaga

Av. de Cervantes, 2, 29010, Málaga

barmora@uma.es 0000-0002-0909-9225

Fecha recepción: 12-05-2025 | Fecha aceptación: 16-08-2025

Resumen La bahía de Málaga, junto con Huelva, es uno de los lugares del sur de la península ibérica donde se constata la primera presencia fenicia estable en el extremo occidental del Mediterráneo. Este contexto cuenta además con un significativo conjunto de asentamientos de inicios de la Edad del Hierro próximos al litoral, que convierten a este ámbito geográfico en un lugar de interés destacado para conocer el impacto que supuso la presencia de gentes procedentes de otras regiones del Mediterráneo en las comunidades locales de finales de la Edad del Bronce de esta región del sur de la península ibérica, ubicada en el entorno del Estrecho de Gibraltar.

En este trabajo se ha considerado que el primer paso necesario para aproximarse al conocimiento de las relaciones establecidas entre ambas comunidades pasa por el estudio de la cronología y temporalidad de los asentamientos de este periodo. Para ello se ha recurrido a una presentación actualizada de los contextos arqueológicos, y, en particular, al empleo del radiocarbono. Con ese objetivo, se ha obtenido un total de 14 nuevas dataciones asociadas a estratigrafías de excavaciones recientes, que se suman a las ya existentes para su análisis conjunto.

Los resultados obtenidos permiten plantear para el caso de estudio la existencia de un auténtico “efecto llamada” de la primera presencia fenicia sobre la población autóctona, observándose a su vez evidencias de reestructuraciones internas acontecidas en el poblamiento local como consecuencia de las propias dinámicas de interacción establecidas entre ambas comunidades en los primeros siglos del I milenio a.C.

Palabras clave Fenicios, Bronce Final, Hierro I, radiocarbono, cronología, análisis bayesiano, temporalidad, bahía de Málaga.

Abstract The Bay of Malaga, together with Huelva, is one of the places in the south of the Iberian Peninsula where the first stable Phoenician presence in the far western Mediterranean is recorded. This context also has a significant group of Early Iron Age settlements close to the coast, making this geographical area a place of outstanding interest for understanding the impact of the presence of people from other Mediterranean regions on the local communities of the Late Bronze Age in this region of the southern Iberian Peninsula, located in the vicinity of the Strait of Gibraltar.

In this work we have considered that the first necessary step to approach the study of the relationships established between the two communities is the study of the chronology and temporality of the settlements of this period. For this purpose, an updated presentation of the archaeological contexts and, in particular, the use of radiocarbon has been used. A total of 14 new dates associated with stratigraphies from recent excavations have been obtained, which are added to the existing ones for their joint analysis.

The results obtained in this case study suggest the existence of a real ‘call effect’ of the first Phoenician presence on the indigenous population, and evidence of internal restructuring of the local population as a result of the dynamics of interaction established between the two communities in the first centuries of the 1st millennium BC has also been observed.

Keywords Phoenicians, Late Bronze Age, Iron Age I, Radiocarbon, Chronology, Bayesian Analysis, Timeframe, Bay of Malaga.

Caro, J.L., Suárez Padilla, J. y Mora Serrano, B. (2025): “Cronología y temporalidad de los inicios de la Edad de Hierro en la Bahía de Málaga: la primera presencia fenicia y su impacto en las poblaciones locales”, Spal, 34.2, pp. 31-69. https://dx.doi.org/10.12795/spal.2025.i34.14

Sumario

1. Introducción

2. Aspectos metodológicos: el potencial del radiocarbono para la datación de contextos de inicios de la Edad del Hierro en el sur de la península ibérica

3. Poblamiento protohistórico en la bahía de Málaga y su entorno inmediato

3.1. Los asentamientos de finales de la Edad del Bronce

3.2. Asentamientos locales de finales de la Edad del Bronce / inicios de la Edad del Hierro

3.2.1. San Pablo (Málaga)

3.2.1.1. Las dataciones de radiocarbono procedentes de San Pablo

3.2.2. Cerro de la Era, Benalmádena

3.2.2.1. Las dataciones de radiocarbono del Cerro de la Era

3.2.3. Plaza del Pilar Alto, Cártama

3.2.3.1. Las dataciones de radiocarbono procedentes de la Plaza del Pilar Alto, Cártama

3.2.4. Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre

3.2.4.1. Las dataciones de radiocarbono de Taralpe Alto

4. Primera presencia fenicia en la bahía de Málaga

4.1. La Rebanadilla

4.1.1. Las dataciones de radiocarbono de La Rebanadilla

4.2. Cortijo de San Isidro

4.2.1. Las dataciones de radiocarbono de San Isidro

4.3. Cerro del Villar

4.3.1. Las dataciones de radiocarbono del Cerro del Villar

4.4. Los orígenes de Malaka

4.4.1. Las dataciones de radiocarbono de Malaka

5. Temporalidad de implantación autóctona en el contexto de la primera presencia fenicia en la bahía de Málaga

5.1. Modelo bayesiano de las dataciones de la bahía de Málaga. Aspectos metodológicos

5.1.1. Horizonte I. Primeros asentamientos locales en el ámbito costero y su relación con las fases antiguas del santuario de Rebanadilla

5.1.1.1. Horizonte I (a)

5.1.1.2. Horizonte I (b)

5.1.2. Horizonte II. Continuidad y cambio en el poblamiento local en el entorno de la bahía de Málaga. El poblamiento local ante la emergencia del proyecto urbano del Cerro del Villar

5.1.2.1. Horizonte II (a)

5.1.2.2. Horizonte II (b)

6. Conclusiones

Financiación

Contribución a la autoría

Bibliografía

Lista de figuras

Figura 1. Situación de los yacimientos (elaboración propia. Base Cartográfica de Andalucía. Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía ‒Junta de Andalucía‒ y Open Database Licence: OpenStreetMap contributors 2025 y Planet dump 2025. De https://planet.openstreetmap.org ).

Figura 2. San Pablo (Fase I) a. Planta y perfil. b. Cerámica de la UE22 (elaboración propia a partir de Melero, 2008).

Figura 3. Cerámica de la Plaza de San Pablo UE7 - Fase II (elaboración propia a partir de Fernández Rodríguez et al. , 1997).

Figura 4. Dataciones de Plaza de San Pablo.

Figura 5. Planimetría de El Cerro de la Era donde se observa la fase más arcaica (Fase I) y los restos de parte de una cabaña circular superpuesta a los mismos (elaboración propia a partir de Suárez Padilla et al. , 2001).

Figura 6. Cerámica del Cerro de la Era (elaboración propia a partir de Suárez Padilla et al. , 2001).

Figura 7. Dataciones de El Cerro de la Era.

Figura 8. Planta de la Plaza del Pilar Alto de Cártama (elaboración propia a partir de Melero, 2012).

Figura 9. Cerámica tipo del Corte 1 del Pilar Alto de Cártama (elaboración propia a partir de Melero 2012).

Figura 10. Dataciones de Pilar Alto de Cártama.

Figura 11. Sección de la fosa de Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre (elaboración propia a partir de Santamaría et al. , 2012).

Figura 12. Cerámica de Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre (elaboración propia a partir de Santamaría et al. , 2012).

Figura 13. Datación de Radiocarbono de Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre (calibración propia a partir de Santamaría et al. , 2012).

Figura 14. Dataciones calibradas de La Rebanadilla.

Figura 15. Dataciones de Cortijo de San Isidro.

Figura 16. Perfil del Corte 5 (elaboración propia a partir de Aubet et al ., 1999).

Figura 17. Cerámica del Cerro del Villar correspondiente al estrato VIIa (datado mediante radiocarbono) (elaboración propia a partir de Aubet et al. , 1999).

Figura 18. Dataciones del sector 5 del Cerro del Villar.

Figura 19. Perfil del Rectorado (Málaga) (elaboración propia a partir de Suarez Padilla et al. , 2020).

Figura 20. Cerámica correspondiente a la UE09 del Rectorado (Málaga) (elaboración propia a partir de Suárez Padilla et al. , 2020).

Figura 21. Planta de detalle de los Altares del Santuario de Calle Císter (Málaga) (elaboración propia a partir de Arancibia y Escalante, 2006b).

Figura 22. Dataciones de Calle Cister y Rectorado (Málaga).

Figura 23. Calibración de las dataciones de la bahía de Málaga.

Figura 24. Resultados del análisis bayesiano de las dataciones de la bahía de Málaga.

Lista de tablas

Tabla 1. Dataciones de San Pablo.

Tabla 2. Dataciones de El Cerro de la Era.

Tabla 3. Dataciones del Pilar Alto de Cártama.

Tabla 4. Dataciones de La Rebanadilla.

Tabla 5. Dataciones de Cortijo de San Isidro.

Tabla 6. Dataciones del sector 5 del Cerro del Villar.

Tabla 7. Dataciones de Calle Cister y Rectorado (Málaga).

Tabla 8. Análisis bayesiano de las dataciones de la bahía de Málaga.

1. Introducción ^ 

El conocimiento de la naturaleza de los contactos y las dinámicas poblacionales que acontecieron a partir de la primera implantación de colonos procedentes de ciudades estado del Mediterráneo oriental en el sur de la península ibérica –en particular, Tiro– (Aubet, 2019, p. 77) y las diversas respuestas que dicho fenómeno supuso sobre las poblaciones locales resultan temas clave de la Protohistoria peninsular.

El entorno de la bahía de Málaga (fig. 1) se presenta como un ámbito idóneo para conocer uno de estos casos de encuentro cultural que aconteció entre los periodos convencionalmente conocidos como Bronce Final y la primera Edad del Hierro. Las navegaciones de gentes procedentes del Mediterráneo central y oriental en dirección al Atlántico, que se remontaría a momentos de la segunda mitad del II milenio a.C. (López Castro, 2008), se intensificarían en particular en los primeros siglos del I milenio, como queda de manifiesto con la implantación del “emporio” fenicio de Huelva en la proximidad de un importante asentamiento indígena (González de Canales y Llompart, 2023, p. 208), y, en el caso malacitano, del asentamiento de La Rebanadilla.

Figura 1. Situación de los yacimientos (elaboración propia. Base Cartográfica de Andalucía. Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía ‒Junta de Andalucía‒ y Open Database Licence: OpenStreetMap contributors 2025 y Planet dump 2025. De https://planet.openstreetmap.org). ^ 

Uno de los aspectos peor conocidos tiene que ver con el papel de las comunidades locales en este fenómeno. Dado que en el ámbito geográfico objeto de este estudio se localizan asentamientos autóctonos ubicados en el perímetro costero y en la vecindad de las primeras colonias, se ha valorado recurrir al potencial del radiocarbono como herramienta datante que permita dar respuesta a la pregunta aquí suscitada. Para ello, se ha obtenido una batería de dataciones de carbono-14 que se considera significativa procedentes, en particular, de los asentamientos menos estudiados hasta el presente: los de origen local, para compararlas con aquellas que proceden de los sitios fenicios.

La cronología basada en el radiocarbono para el estudio de la Protohistoria es un tema de gran interés, como muestra la amplitud de estudios tanto nacionales como internacionales sobre el tema (ver, entre otros, Gilboa, 2013; Brandherm, 2008; Gimatzidis y Weninger, 2020; Guirguis, 2022; Mederos, 2005; 2021; Mederos y Jiménez Ávila, 2020; Núñez, 2015; Torres, 1998; 2008; Regev et al., 2025). Para este periodo en concreto, destaca el debate existente entre el empleo de este método frente a la cronología basada en la cerámica, en particular las importaciones del Geométrico griego, que, no obstante, algunos autores consideran que debe ser en sí mismo objeto de revisión (García Alfonso, 2016; 2017; Mederos, 2020; 2021). En general, se observan divergencias significativas entre ambos métodos de datación, que puede afectar a aspectos clave como el contexto histórico de las principales ciudades orientales protagonistas de la implantación de colonias en la región.

La estructura de este trabajo se articula en tres bloques. El primero es de carácter metodológico respecto al empleo del radiocarbono como herramienta de datación absoluta, su potencial y sus limitaciones para el caso de estudio. En segundo lugar, se presentan, yacimiento a yacimiento, los contextos estratigráficos y los materiales arqueológicos a ellos asociados. Al final de cada uno de estos bloques se aportan las dataciones de carbono-14 ya existentes y las inéditas obtenidas para este trabajo. Finalmente se aborda la discusión del caso de estudio, centrada en el análisis de la cronología y, en particular, de la temporalidad del fenómeno de los inicios de la Edad del Hierro en la bahía de Málaga y del impacto que la presencia fenicia supuso sobre las poblaciones locales.

2. Aspectos metodológicos: el potencial del radiocarbono para la datación de contextos de inicios de la Edad del Hierro en el sur de la península ibérica ^ 

Sin obviar la datación convencional cerámica, el radiocarbono es, hoy en día, una de las técnicas por excelencia en el ámbito de la cronología arqueológica, siendo esta una herramienta usada de forma amplia en el ámbito de la Prehistoria Reciente y de la Protohistoria para contextos estratigráficos en los que se cuenta con restos orgánicos antiguos (Reimer, 2022).

La calibración necesaria tras identificarse la existencia de fenómenos/perturbaciones por de Vries (1958) que afectan a los niveles de concentración de 14C en la atmósfera tanto geográficamente como a lo largo del tiempo, y el denominado efecto Suess (1955) supusieron una revolución para el radiocarbono (Scafetta et al., 2016). Desde las primeras series de curvas de calibración publicadas en 1986 (Pearson y Stuiver, 1986; Stuiver y Pearson, 1986) se han evidenciado fluctuaciones (wiggles), mesetas (plateau) y reversiones (reversals), siendo necesario su tratamiento estadístico (Bronk Ramsey, 2001) que, evidentemente, supone un reto para el método del radiocarbono (Taylor et al., 1996, pp. 661-662).

El problema de partida con el que hay que contar para el caso de estudio que se aborda en estas páginas tiene que ver con la problemática conocida como el “desastre del primer milenio BC” (Baillie y Pilcher, 1983, p. 58). Su impacto en la investigación no es únicamente europeo, sino que es un problema común que afecta a ambos hemisferios (Higham y Higham, 2009; Yu et al., 2021). La perturbación/efecto de Vries IIIb (Taylor et al., 1996, p. 663) denominada comúnmente como “meseta de Hallstatt” (Hallstatt plateau), situada circa 800-400 BC (Reimer et al., 2020), implica a dataciones en un período de cambios históricos de importancia, afectando en parte a la cronología de la presencia fenicia en la península ibérica. No obstante, cada nueva versión de las series de curvas de calibración empieza a aportar algunas mejoras en aspectos concretos de este período (Reimer et al., 2020, p. 735).

Además, los avances técnicos en medición de 14C mediante AMS y el uso de herramientas estadísticas como el análisis bayesiano han sido importantes en los últimos años para afinar estas cronologías. A ello se le unen aspectos metodológicos, denominados protocolos de “higiene cronométrica” ‒calificativo conceptual propuesto por Spriggs (1989) y que ha evolucionado de forma constante (Schmid et al. 2019)‒, como la selección rigurosa de muestras de vida corta para su análisis, ya sean semillas o restos arbustivos con su correspondiente caracterización antracológica, así como el empleo de restos faunísticos de animales herbívoros, preferentemente domésticos, con su correspondiente estudio tafonómico que permita garantizar su ajustada relación con la deposición de los contextos estratigráficos.

No obstante, a pesar de las continuas mejoras en los métodos de medición en los laboratorios y la higiene cronométrica, el problema que supone la meseta de Hallstatt persiste incluso en mediciones con una desviación estadística de 25-35 años, y se hace aún más complejo en dataciones obtenidas en el pasado siglo XX, donde estas desviaciones son aún mayores.

Dicho esto, al menos en momentos inmediatamente anteriores a la horquilla cronológica derivada de esta anomalía, el radiocarbono puede ser usado para obtener dataciones coherentes y afinadas, que, asociadas a contextos arqueológicos de calidad, permiten abordar con garantías la cronología y temporalidad del proceso histórico que nos ocupa, a lo que debe unirse, en paralelo, la cronología convencional cerámica.

Así, bajo estas premisas y con las consideraciones apuntadas, en este trabajo se aportan 14 dataciones absolutas inéditas consideradas robustas, que amplían considerablemente el número de fechas conocidas hasta el presente en el ámbito de estudio para el periodo de inicios de la Edad del Hierro. Para su selección se han usado los criterios de higiene cronométrica descritos con anterioridad.

En cuanto a los análisis cronológicos se ha usado el software Oxcal 4.4 (Bronk Ramsey, 1994; 1995; 2001; 2008; 2009a; 2009b; Bronk Ramsey et al., 2001) utilizando la curva de calibración terrestre IntCal20 (Reimer et al., 2020). Los rangos calibrados han sido redondeados a múltiplos de 10 cuando el error estándar es igual o mayor a ± 25 años, y a múltiplos de 5 cuando es menor a ± 25 años (Stuiver y Polach, 1977, pp. 355-363; Millard, 2014, pp. 555-559). Así mismo usaremos el convencionalismo cal BC (cal, calibrada) relativo a la expresión de una datación basada en radiocarbono.

3. Poblamiento protohistórico en la bahía de Málaga y su entorno inmediato ^ 

Para llevar a cabo una primera aproximación al ámbito de estudio, hay que señalar que geográficamente la bahía de Málaga se caracteriza por estar articulada por los ríos Guadalmedina y Guadalhorce, que encajan sus valles entre un cinturón montañoso que delimitan al norte de este entorno: los Montes de Málaga, Sierra de Mijas y Sierra de Cártama, con suelos ricos en recursos agropecuarios y algunas mineralizaciones de interés, explotadas durante la Prehistoria Reciente. Además, los cauces de estos ríos se configuran como rutas naturales de comunicación hacia la depresión de Antequera y campiña cordobesa en el valle del Guadalquivir, así como hacia la Serranía de Ronda, convirtiéndose de antiguo en una de las principales rutas terrestres con el área nuclear tartésica (Aubet, 2009, p. 324; Sillières, 1990, pp. 412-420).

A inicios del I milenio a.C. la desembocadura del río Guadalhorce conformaba un delta del que formaban parte una serie de islotes con buenas condiciones portuarias. Por su parte, el Guadalmedina presentaba un amplio y profundo estuario, que también protegía a las naves de los vientos de levante, predominantes en la zona.

3.1. Los asentamientos de finales de la Edad del Bronce ^ 

Durante la segunda mitad del segundo milenio a.C., en los periodos conocidos convencionalmente como Bronce Tardío y Final, el poblamiento del hinterland de la bahía de Málaga es aún poco conocido. No obstante, con los datos disponibles, se observa la presencia de asentamientos de este periodo con origen en momentos previos, que se localizan a una distancia superior a los 10 km del litoral y de la desembocadura de los principales cauces fluviales.

A 20 km al interior de la bahía de Málaga se encuentra el asentamiento del Llano de la Virgen (Coín), cuyo inicio remonta a finales de la Edad del Cobre (Fernández Ruiz et al., 1989). Se sitúa en el entorno del valle del Río Grande, subsidiario del Guadalhorce, y por tanto con una buena comunicación con la costa a través del Puerto de los Pescadores, que atraviesa la Sierra de Mijas. La última fase de ocupación, correspondiente al Bronce Final, es aún poco conocida. Destaca la existencia de una posible cerca delimitadora del poblado, del que no se llegó a excavar ninguna vivienda, y que no cuenta con dataciones radiocarbónicas para este periodo. Entre la cultura material recuperada asociada a los niveles correspondientes a este momento destaca la cerámica, fabricada en su totalidad a mano, con producciones continuistas con otras propias del segundo tercio del II milenio a.C. Entre las formas abiertas se identifican cuencos y fuentes de perfil simple o de borde engrosado al interior, junto a otros con carena alta marcada y borde simple o exvasado. Los recipientes de almacenamiento están representados por orzas de perfil simple con decoraciones a base de impresiones en el labio (Fernández Ruiz et al., 1989, p. 54). Paralelos de estos materiales, que cuenten con dataciones radiocarbónicas, están presentes en contextos funerarios de la región, caso de las reutilizaciones documentadas en los hipogeos 14 y 15 de la necrópolis de Alcaide (Antequera, Málaga). Las fechas absolutas de estos contextos, recientemente publicadas, remiten a momentos del Bronce Final previos a la presencia fenicia en la región, en particular al último cuarto del II milenio cal BC. (Aranda et al., 2021; Milesi et al., 2024). Otro asentamiento de interés, con presencia de formas cerradas tipo orza con decoraciones impresas en el labio, semejantes a las documentadas en el Llano de la Virgen, es el poblado del Bronce Tardío de Tragalamocha (Nerja), datado por radiocarbono en el segundo tercio del II milenio a.C. (Fernández Rodríguez y Suárez Padilla, 2004).

En el perímetro inmediato de la Hoya de Málaga, a unos 10 km de la desembocadura del río Guadalhorce, se localiza el poblado de La Cantera del Zorro (Alhaurín de la Torre), al pie de Sierra Llana (Santamaría et al., 2012). Aunque sólo se conoce un limitado conjunto de materiales de superficie, se ha podido constatar que el sitio estuvo ocupado durante el II milenio a.C. Destaca el descubrimiento de algún martillo de minero, que pudo estar relacionado con el aprovechamiento de las vecinas mineralizaciones polimetálicas del Llano de la Plata. Al Bronce Tardío-Final corresponderían algunos objetos cerámicos fabricados a mano, entre los que destaca el fragmento del hombro de un vaso cerrado con decoración que se incluye entre las variantes de la técnica de “boquique” de tradición Cogotas I, así como cerámica fenicia occidental, que indicaría que el sitio siguió ocupado en paralelo a la primera presencia fenicia en la región.

3.2. Asentamientos locales de finales de la Edad del Bronce / inicios de la Edad del Hierro ^ 

3.2.1. San Pablo (Málaga) ^ 

El asentamiento de San Pablo se sitúa en una suave elevación de entre 4 y 6 m s.n.m en la margen de derecha del extenso paleoestuario que presentaba a inicios del I milenio a.C. el río Guadalmedina, y a unos 6 km en línea recta de la desembocadura del río Guadalhorce (Fernández Rodríguez et al., 2001). El sitio pudo haber alcanzado unas 5 ha de extensión, dato estimado a partir de la distancia máxima comprendida entre los puntos más alejados donde han aparecido evidencias protohistóricas (Arancibia et al., 2011). No obstante, la densidad de ocupación no parece que fuese significativa.

Las distintas excavaciones arqueológicas preventivas realizadas en el sitio, desde su descubrimiento en 1997, han permitido identificar la existencia de tres horizontes o fases de ocupación del asentamiento. A los momentos más antiguos (Fase I) corresponden los restos localizados en una actividad arqueológica llevada a cabo en el solar de calle Tiro 9, 11– esquina Zamorano (Melero, 2008). Sobre el sustrato geológico se identificaron restos de una cabaña de reducidas dimensiones, de planta oval y suelo ligeramente rehundido, sin zócalo de piedra. Presenta un firme de tierra apisonada y restos de un hogar consistente en una torta de barro.

Entre los niveles de amortización de la estructura (UU.EE. 21, 22) se localizaron exclusivamente fragmentos de cerámica a mano y restos faunísticos. Las formas abiertas se asocian a fuentes y cuencos de perfil cónico, profundo, con carenas angulosas y bordes cortos, exvasados o ligeramente almendrados. Entre las formas cerradas hay ollas/orzas, algunas de gran tamaño. Presentan borde corto, de perfil troncocónico, separado del cuerpo por una marcada arista. Estos materiales fueron adscritos por su excavador a contextos del “Bronce Final precolonial” (Melero, 2008, p. 374), localizando los mejores paralelos en la tipología propuesta en su día por Ruiz Mata (1995) para el horizonte autóctono previo a la presencia fenicia en el suroeste de Andalucía. El autor destacó a su vez la semejanza de algunos materiales cerámicos con los presentes en el Estrato 2 del poblado de Montilla (San Roque, Cádiz), en la desembocadura del río Guadiaro (Schubart, 1988). Hay que añadir que estas cerámicas (fig. 2) presentan, en su conjunto, paralelos formales con el material fabricado a mano procedente de la Plaza de las Monjas 12 - calle Méndez Núñez 7-13 (González de Canales et al., 2004) y calle Concepción 3 (García Fernández et al., 2016) de Huelva.

Figura 2. San Pablo (Fase I) a. Planta y perfil. b. Cerámica de la UE22 (elaboración propia a partir de Melero, 2008). ^ 

Este ámbito estaría ubicado originariamente en la zona baja o portuaria de un primigenio asentamiento del Bronce Final colindante. Se han descubierto vertederos con abundantes restos arqueológicos, que permiten plantear la existencia de un emporio o barrio fenicio vinculado al poblado autóctono en cuestión (González de Canales et al. 2004; González de Canales, 2018; Aubet, 2014, p. 232). Estos niveles, que han sido objeto de un estudio detallado, presentan, en proporciones semejantes, cerámicas fabricadas a mano de tradición local junto a cerámicas fenicias orientales, así como otras producciones minoritarias de origen chipriota, sardo, griego ático (del Geométrico Medio II), eubeo-cicládico y villanoviano. Por su semejanza con los materiales de tradición autóctona asociados a la Fase I de San Pablo, destacan los cuencos de perfil entrante (tipo 1:5), de casquete esférico (tipo 2:16) y, en particular, los cuencos de carena alta con borde exvasado (tipo 3:20), así como las denominadas copas con perfil a su vez carenado y el borde con “perfil en S” (tipo 6.1:2). Respecto a las formas cerradas, cabe señalar las clasificadas como ollas carenadas de tendencia ovoide (tipo 1:44) que pueden tener a su vez sobre la carena bordes de perfil cóncavo o almendrado. También están presentes las de cuerpo ovoide, con borde corto y exvasado (tipo 2:57) (González de Canales et al., 2004, pp. 107-128).

Resulta oportuno indicar, cara a las posteriores reflexiones cronológicas, que el sitio de Huelva cuenta con cinco dataciones radiocarbónicas para estos momentos. Tres de ellas proceden del solar de la Plaza de las Monjas y dos de calle Concepción 3, y se fechan entre finales del siglo XI y finales del siglo IX cal BC (Nijboer y van der Plicht, 2006; Pérez-Jordà et al., 2017; González de Canales et al., 2020; Suárez Padilla et al., 2020).

En el solar de Calle Tiro-Zamorano se han documentado restos superpuestos a los ya descritos, que corresponden a la Fase II del asentamiento. Se trata de parte de una estructura de combustión y una fosa, interpretada como el resultado del expolio de un posible muro de piedra. Esta estructura negativa estaba colmatada por un primer de matriz arenosa (UE 30), de apenas varios centímetros, cubierto por otro, que presentaba un significativo conjunto de hallazgos cerámicos (UE 29). Destaca la cerámica elaborada a mano de tradición local, con formas continuistas con la fase precedente, asociadas a fragmentos de vasos cerámicos procedentes de talleres fenicio-occidentales. Se trata de ánforas y pithoi junto a algún fragmento de vajilla de engobe rojo (platos de borde estrecho) y ungüentarios, datables por cronología convencional en momentos del siglo VIII a.C. (Melero, 2008).

En otro solar próximo al descrito, ubicado en la denominada Plaza de San Pablo, se identificó un primer momento de ocupación conformado por una serie de fosas excavadas en el sustrato geológico. Una de ellas, la denominada UE 5, de reducidas dimensiones (Fernández Rodríguez et al., 1997, p. 234, fig. 5) no contenía material arqueológico cerámico, aunque sí restos de carbón que permitieron una datación radiocarbónica que, como se verá a continuación, permite la posibilidad de relacionarla con las obtenidas en la denominada Fase I del solar de Tiro-Zamorano. Una segunda fosa contenía material faunístico y escasa cerámica (UE 11). La flotación del sedimento aportó hallazgos carpológicos, que pudieron ser objeto de una datación, que remite a un momento inmediatamente posterior a la ya señalada. No obstante, la estructura subterránea de mayor tamaño solo pudo ser excavada parcialmente, al localizarse próxima al perfil sur del Corte 1. Presentaba tendencia oval, y su relleno (UE 7) contenía abundante material arqueológico que puede ponerse en relación, en este caso, con la Fase II del solar antes descrito (Fernández Rodríguez et al., 1997, p. 234, fig. 5). Las cerámicas de esta unidad estratigráfica (fig. 3) están mayoritariamente fabricadas a mano, localizándose junto a ellas algunas piezas torneadas fenicias: fragmentos de ánforas, pithoi, platos de engobe rojo y borde estrecho, así como ungüentarios.

Con respecto a las cerámicas de tradición autóctona, las formas abiertas son, en particular, cuencos con distintos perfiles que conviven con otros con carenas altas y bordes almendrados desarrollados. Destaca en esta segunda fosa la presencia de cerámicas con decoración geométrica esgrafiada. Las formas cerradas corresponden a orzas con carenas medias y amplios bordes acampanados, aunque destaca, sobre todo, la novedosa presencia de conjuntos amplios de ollas de aspecto tosco, con borde corto, fondos planos y bandas decoradas en el hombro a base de digitaciones e impresiones. Junto con las cerámicas, se localizaron restos faunísticos e indicios de prácticas de actividades metalúrgicas de base cobre asociadas a un fragmento de tobera de doble perforación, que supone la incorporación de tecnología de tradición oriental.

Este último conjunto cerámico presenta buenos paralelos, tanto en los hallazgos de tradición local como en las cerámicas fenicio-occidentales, con los materiales del asentamiento de Los Castillejos de Alcorrín, en Manilva (Marzoli et al., 2020, pp. 338-340). Se destaca este último yacimiento, en particular, porque cuenta a su vez con una batería significativa de dataciones radiocarbónicas que permiten ajustar su uso entre finales del siglo IX y finales del VIII-inicios del VII cal BC (Marzoli et al., 2010, pp. 171-175).

Se conocen otros solares investigados en el asentamiento de San Pablo, y aunque la información disponible sobre los resultados de estas intervenciones es muy limitada destaca el hallazgo en uno de ellos de un pavimento de conchas marinas (Arancibia et al., 2011, p. 132). Se trata de contextos que podrían estar relacionados con la presencia de algún edificio singular o espacio de culto en las inmediaciones. En principio, todo apunta a que el poblado no llegó a estar en uso en el siglo VII a.C., en fechas convencionales.

Figura 3. Cerámica de la Plaza de San Pablo UE7 - Fase II (elaboración propia a partir de Fernández Rodríguez et al., 1997). ^ 

3.2.1.1. Las dataciones de radiocarbono procedentes de San Pablo ^ 

Del solar de Tiro-Zamorano (tab. 1 y fig. 4) se han llevado a cabo tres dataciones radiocarbónicas. Las dos primeras proceden de la UE 22 (Fase I), mientras la última se asocia a la UE 30 (Fase II). Respecto a las de la UE22, la primera fue tomada sobre un molar de Bos taurus, aportando una fecha Beta-660479 (2860±30 BP), que, calibrada, presenta una horquilla de probabilidad entre 1105-940 cal BC al 68.3% (1120-925 cal BC 95.4%). Una segunda datación de esta misma unidad estratigráfica fue obtenida para contrastar la anterior. Se tomó sobre un ejemplar de Capra Beta-660478 (2800±30 BP),que, calibrada, resulta algo más reciente que la primera: 995-915 cal BC 68.3% (1045-840 cal BC 95.4%).

Tabla 1. Dataciones de San Pablo. ^ 

IDLab.

Caract.

Contexto

Fecha BP

68.3% cal BC

95.4% cal BC

μ

σ

m

δ13C

δ15N

%wtC

%wtN

C:N

Bibliografía

Ua-23136

Carbón

Fase II

2785±45

1005-850

1050-825

935

60

935

Arancibia y Fernández Rodríguez, 2012

Beta-660470

Capra

UE7

2560±30

800-595

805-565

720

80

765

-19,6

8,8

34,8

12,4

3,3

Inédita

Beta-485548

Vitis Vinifera

UE11

2540±30

790-590

795-545

680

80

675

-

Pérez-Jordà et al., 2021

Beta-660479

Bos Taurus

UE22

2860±30

1105-940

1120-925

1030

55

1030

-19,9

Inédita

Beta-660478

Capra

UE22

2800±30

995-915

1045-840

950

45

955

-19,4

Inédita

Beta-656740

Bobido

UE30

2660±30

830-795

900-790

830

30

815

-19,6

3,6

39,7

14,5

3,2

Inédita

Figura 4. Dataciones de Plaza de San Pablo. ^ 

La muestra de la UE30 (Fase II) se tomó sobre un hueso de bóvido, Beta-656740 (2660±30 BP), cuya calibración se sitúa en 830-795 cal BC 68.3% (900-790 cal BC 95.4%) (tabla 1 y fig. 4).

En cuanto a las dataciones obtenidas para la Plaza de San Pablo, tenemos en primer lugar la Ua-23136 (2785±45 BP) (Arancibia y Fernández Rodríguez, 2012, p. 57), tomada sobre madera carbonizada sin caracterizar procedente de la UE 5. Su calibración a un 68.3% de probabilidad aporta una horquilla cronológica entre 1005-850 cal BC 68.3% (1050-825 cal BC 95.4%), muy cercana a las del primer momento de Tiro Zamorano. Sobre esta datación hemos de puntualizar que se realiza sobre carbón, pudiendo poseer quizás un efecto de madera antigua y debe ser tratada con cautela en cuanto a su valor datante del depósito, a pesar de su perfecta concordancia con el yacimiento.

Se cuenta igualmente con la datación correspondiente a la UE 11, que fue tomada sobre una semilla de Vitis vinífera, Beta-485548 (2540±30 BP) (Pérez-Jordà et al., 2021, p. 4, tab. 1) y que calibrada ofrece una fecha de 790-590 cal BC 68.3% (795-545 cal BC 95.4%).

En el marco de la presente investigación se ha realizado una nueva datación sobre una mandíbula de Capra, Beta-660470 (2560±30 BP), procedente de la UE 7 de este mismo solar, que, calibrada, resulta 800-595 cal BC 68.3% (805-565 cal BC 95.4%), y que recae, al igual que la procedente de la UE 11, en plena meseta hallstática.

3.2.2. Cerro de la Era, Benalmádena ^ 

El Cerro de la Era es un asentamiento situado a menos de 1 km de distancia de la costa, a los pies de la Sierra de Mijas, delimitando la bahía de Málaga por el oeste. Se localiza sobre un suave promontorio a 52 m.s.n.m. (Suárez Padilla y Cisneros, 1999; Suárez Padilla et al., 2001), y domina la desembocadura del Arroyo de la Miel.

Con una amplia secuencia estratigráfica (fig. 5), se localiza en un eje de comunicación natural entre la costa y el interior por el Puerto de Los Pescadores, que da paso a la cuenca del río Grande, afluente del Guadalhorce, donde se localizan poblados de la Edad del Bronce como el Llano de la Virgen. La primera fase de ocupación (Fase I) se conoce solo por un pequeño sondeo realizado en la ladera del promontorio. Se trata de un estrato rico en materiales arqueológicos (UE 2.38) que contenía cerámicas elaboradas exclusivamente a mano, con formas abiertas como cuencos profundos con carenas altas, acusadas aristas y bordes con perfil cóncavo u oblicuo, con paralelos en la Fase VII de Capellanía (Martín Córdoba, 1993-1994, p. 27, fig. 5.2), en la Fase I de San Pablo (solar de Tiro Zamorano) (Melero, 2008, p. 347), así como en contextos con dataciones radiocarbónicas como la ya citada Plaza de las Monjas de Huelva. Respecto a las formas cerradas, se localizan ollas-orzas de perfil ovoide, con marcada inflexión en el hombro y borde corto con mamelones o asas exentas, además de grandes vasos de almacenamiento de borde corto y oblicuo. Estas formas cerradas cuentan, a su vez, con paralelos en la citada Fase I de San Pablo y en Huelva capital. En este mismo estrato se recuperaron restos carpológicos de trigo y leguminosas (Iborra et al., 2004, p. 46) junto a otros faunísticos correspondientes a bóvidos, ovicápridos y malacofauna (Riquelme, 2003, p. 88) (fig. 6).

Figura 5. Planimetría de El Cerro de la Era donde se observa la fase más arcaica (Fase I) y los restos de parte de una cabaña circular superpuesta a los mismos (elaboración propia a partir de Suárez Padilla et al., 2001). ^ 

Figura 6. Cerámica del Cerro de la Era (elaboración propia a partir de Suárez Padilla et al., 2001). ^ 

A esta primera fase de ocupación se superpone otra (Fase II), asociada ya a restos constructivos correspondientes a una cabaña de planta circular u oval de la que se conserva el retazo de un sólido zócalo de mampostería, enfoscado al interior. Al exterior del inmueble se recuperó cerámica a mano y un borde de un ánfora fenicia occidental del tipo T.10.1.1.1 de Ramon (1995). Sobre los restos de la cabaña se desarrolla una nueva fase arquitectónica (Fase III), donde se han documentado algunas estancias que formaron parte de un inmueble construido con muros ortogonales, fechables entre los siglos VII-VI a.C.

3.2.2.1. Las dataciones de radiocarbono del Cerro de la Era ^ 

Para el Cerro de la Era se ha obtenido un conjunto de tres dataciones sobre muestras de vida corta. Las dos más antiguas (Suárez Padilla y Caro, 2024, p. 200) corresponden a la denominada Fase I del yacimiento. La primera fue tomada sobre leguminosa, Beta-632729 (2710±30 BP), con una calibración de 900-815 cal BC 68.3% (910-805 cal BC 95.4%). La segunda, tomada sobre Triticum sp corresponde a Beta-632730 (2670±30 BP), que calibrada ofrece una datación de 890-800 cal BC 68.3% (900-795 cal BC 95.4%), coherente con la anterior (tab. 2 y fig. 7).

Tabla 2. Dataciones de El Cerro de la Era. ^ 

IDLab.

Caract.

Contexto

Fecha BP

68.3% cal BC

95.4% cal BC

μ

σ

m

δ13C

δ15N

%wtC

%wtN

C:N

Bibliografía

Beta-632729

Leguminosa

2.38.1 Fase I

2710±30

900-815

910-805

860

30

860

-20,5

Súarez Padilla y Caro, 2024

Beta-632730

Triticum sp

2.38.2 Fase I

2670±30

890-800

900-795

835

30

825

-24,3

Súarez Padilla y Caro, 2024

Beta-632731

Vitis Vinifera

2.35 Fase III

2430±30

720-415

750-405

545

105

515

-25,1

Súarez Padilla y Caro, 2024

Figura 7. Dataciones de El Cerro de la Era. ^ 

La tercera datación corresponde a la Fase III del yacimiento, tomada sobre una semilla de Vitis vinifera. Se trata de Beta-632731 (2430±30 BP), que calibrada resulta 720-415 cal BC 68.3% (750-405 cal BC 95.4%), ya en plena meseta de Hallstat.

3.2.3. Plaza del Pilar Alto, Cártama ^ 

Se trata de un asentamiento ubicado a media ladera de un promontorio de las estribaciones de la Sierra de Cártama, con una altura entre los 94 y los 125 m s.n.m., próximo al que previsiblemente sería el final navegable del río Guadalhorce en época protohistórica y cabecera de importantes rutas terrestres en dirección a la depresión de Antequera y Serranía de Ronda, permitiendo a su vez la conexión con el valle del Guadalquivir (Sillières, 1990, p. 401; Aubet, 2009, p. 324).

A partir de distintos hallazgos dispersos por la ladera del promontorio sobre el que se ubica la actual ciudad de Cártama, se ha propuesto que la extensión del asentamiento a inicios de la Edad del Hierro alcanzaría las 7 ha. No obstante, no se conoce su organización interna ni su densidad de ocupación (Melero et al., 2006; Melero, 2012).

En un sondeo practicado en la Plaza del Pilar Alto (fig. 8) se consiguieron documentar vestigios in situ correspondientes a la primera fase de ocupación del lugar. Se trata de los restos de parte de una cabaña de considerables dimensiones, con planta sensiblemente oval. El conjunto cerámico (fig. 9) que se asocia a este contexto no se ha estudiado en detalle, pero se ha realizado un avance de este en el que se señala un dominio absoluto de las cerámicas a mano de tradición del Bronce Final junto a algunos fragmentos de cerámica fenicia occidental. Con respecto a las primeras, se indica la presencia de cuencos de perfil simple y carenados, algunos con decoraciones geométricas incisas y esgrafiadas con motivos geométricos, ollas decoradas con impresiones digitadas y fragmentos de grandes vasos de almacenamiento con amplios bordes acampanados (Melero 2012, pp. 174-176, fig. 7). Sus mejores paralelos están presentes en la Fase II de San Pablo, descrita con anterioridad, y en el asentamiento de Los Castillejos de Alcorrín, anteriormente citado, que corresponden al siglo VIII a.C. en fechas convencionales.

Figura 8. Planta de la Plaza del Pilar Alto de Cártama (elaboración propia a partir de Melero, 2012). ^ 

Figura 9. Cerámica tipo del Corte 1 del Pilar Alto de Cártama (elaboración propia a partir de Melero 2012). ^ 

3.2.3.1. Las dataciones de radiocarbono procedentes de la Plaza del Pilar Alto, Cártama ^ 

Para la Plaza del Pilar Alto se han obtenido tres nuevas dataciones (tab. 3 y fig. 10), correspondientes a estratos del primer horizonte de ocupación del sitio durante la I Edad del Hierro. Dos proceden de la EU36 y otra de la UE34 (véase tabla 1). Una de las de la UE36 fue tomada sobre una muestra de Sus sp Beta-656739 (2580±30 BP) que, calibrada, resulta 800-770 cal BC 68.3% (810-575 cal BC 95.4%). La segunda se obtuvo de la falange III de un ovicáprido Beta-656738 (2530±30 BP), cuya calibración arroja unos valores de 780-570 cal BC 68.3% (795-545 cal BC 95.4%). Por último, la tercera muestra (U34) fue tomada sobre un molar de ovicáprido Beta-639093 (2580±30 BP), cuya calibración es 800-770 cal BC 68.3% (810-575 cal BC 95.4%).

Tabla 3. Dataciones del Pilar Alto de Cártama. ^ 

IDLab.

Caract.

Contexto

Fecha BP

68.3% cal BC

95.4% cal BC

μ

σ

m

δ13C

δ15N

%wtC

%wtN

C:N

Bibliografía

Beta-656739

Sus sp

Corte1/UE36

2580±30

800-770

810-575

760

60

785

-19,8

7,7

42,9

14,2

3,5

Inédita

Beta- 656738

Ovicáprido - Falange III

Corte1/UE36

2530±30

780-570

795-545

665

75

665

-20,3

5,9

39,2

14,2

3,2

Inédita

Beta-639093

Ovicáprido - Molar

Corte1/UE34

2580±30

800-770

810-575

760

60

785

-19,0

6,8

27,5

9,5

3,4

Inédita

Figura 10. Dataciones de Pilar Alto de Cártama. ^ 

3.2.4. Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre ^ 

El yacimiento se localiza sobre una suave ladera próxima a las estribaciones de la Sierra de Mijas, en Alhaurín de la Torre (Málaga). En este lugar se han identificado algunos restos constructivos (fig. 11), posiblemente correspondientes a cabañas con zócalo de piedra y una fosa de grandes dimensiones, rellenada con abundante material arqueológico (Santamaría et al., 2012).

Figura 11. Sección de la fosa de Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre (elaboración propia a partir de Santamaría et al., 2012). ^ 

Entre los materiales documentados se identifican, en particular, cerámicas a mano de tradición del Bronce Final local. Predominan los pequeños cuencos de carena media-alta y los de borde redondeado o apuntado de perfil convexo, a veces con bordes engrosados. Las formas cerradas se caracterizan por ollas-orzas con perfil ovoide y cuellos exvasados, con decoraciones a base de impresiones y algún asa. Destacan los grandes vasos con bordes acampanados. El conjunto de cerámicas fenicias occidentales incluye fragmentos de platos de engobe rojo con borde estrecho, cuencos de perfil convexo con bordes biselados, redondeados o ligeramente engrosados. Además, se identifican fragmentos de ánforas tipo T-10.1.1.1, jarras de cuello, dipper jug, ollas a torno y lucernas (fig. 12). Se trata de un conjunto con paralelos en la UE 7 de la Plaza de San Pablo. Las cerámicas a torno, en particular, se pueden relacionar a su vez con las documentadas en los estratos más profundos del Corte 5 del Cerro del Villar, datado en momentos de la segunda mitad del siglo VIII a.C.

Figura 12. Cerámica de Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre (elaboración propia a partir de Santamaría et al., 2012). ^ 

3.2.4.1. Las dataciones de radiocarbono de Taralpe Alto ^ 

Para este yacimiento se dispone de una única datación sobre diente de bóvido con código CNA1199 (2370±35 BP), que calibrada ofrece unas fechas de 510-395 cal BC 68.3% (720-385 cal BC al 95.4%), en plena meseta hallstática (fig. 13).

Figura 13. Datación de Radiocarbono de Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre (calibración propia a partir de Santamaría et al., 2012). ^ 

4. Primera presencia fenicia en la bahía de Málaga ^ 

4.1. La Rebanadilla ^ 

La primera presencia fenicia en la bahía de Málaga se localiza en el yacimiento de La Rebanadilla, en un espacio hoy ocupado por aeropuerto de Málaga. Se descubrió tras los trabajos arqueológicos previos a la construcción de su segunda pista. El asentamiento se ubicó sobre un antiguo islote de poco más de 1 ha, localizado en el delta del río, y del que se han identificado al menos cuatro fases de ocupación (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2012, p. 68; Sánchez Sánchez-Moreno, 2021). Es uno de los sitios protohistóricos de la bahía de Málaga que cuenta, de partida, con una serie más amplia de dataciones radiocarbónicas.

La denominada Fase IV corresponde al momento de ocupación más antiguo del asentamiento. Se caracteriza por la presencia de fosas excavadas en el sustrato geológico (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2011, p. 187), a las que se han atribuido funciones diversas. Contenían diferentes objetos, entre los que cabe destacar algunos relacionados con la práctica in situ de actividades artesanales, como las relacionadas con la fabricación de objetos de plata a partir de materia prima semirrefinada procedente de Sierra Morena (Wood y Montero-Ruiz 2019). Estos restos aparecen acompañados de fragmentos cerámicos de variada procedencia. Es relevante la abundancia de fragmentos de vasos procedentes de talleres tirios, sardos y griegos, entre los que cabría resaltar, por su valor datante, parte de un escifo del Geométrico Medio II, para el que se ha propuesto recientemente una cronología de la segunda mitad del siglo IX a.C. (García Alfonso, 2017, p. 124). A este lote cerámico hay que añadir la presencia de fragmentos de vasos fabricados a mano de tradición del Bronce Final local. Los materiales asociados a estas estructuras negativas se han entendido como reflejo de los primeros encuentros establecidos entre poblaciones orientales y autóctonas (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2018).

La Fase III, al igual que la siguiente, se caracterizan ya por la presencia de construcciones de cierta relevancia, que siguen un patrón constructivo típicamente oriental (Sanchez Sánchez-Moreno, 2021). En este momento constructivo el sitio estaba rodeado por una cerca de adobe. Se documentan edificios de planta rectangular, fabricados también en adobe, alguno de los cuales ha recibido una interpretación religiosa (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2018, pp. 308-309). Es el caso del denominado Templo 1, se destaca la presencia de una amplia sala en la que se localiza un altar, asociado a un orificio excavado en el subsuelo que pudo servir de apoyo para un betilo, así como restos de un hogar. El denominado Templo 2 presenta en una de sus estancias restos de «un hogar o altar de planta rectangular», junto a un quemaperfumes de doble cuerpo y una cornamenta de bóvido (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2018, p. 310). Se trata de uno de los inmuebles de mayor interés, con paralelos con Carambolo V (Camas, Sevilla) (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2020, p. 194).

El Edificio 6, con presencia de bancos corridos y un hogar, podría estar relacionado con prácticas de comensalidad, señalándose evidencias de consumo del vino en el marco de la celebración de banquetes.

De la denominada Fase II se habrían conservado los restos de al menos un edificio construido con una técnica diferente a los precedentes, ya que, en esta ocasión, se emplearon rocas locales para la fabricación de los zócalos. Destaca el hallazgo en su perímetro exterior de un pavimento de conchas marinas. Este tipo de suelos, de carácter apotropaico (Escacena y Vázquez, 2009), es frecuente en inmuebles relacionados con prácticas de culto.

Por último, la denominada Fase I se asocia a restos de parte de una posible cabaña de tendencia circular u oval construida con postes de madera, y que apoyaría sobre los estratos de amortización de los momentos precedentes. Destaca la evidencia de prácticas metalúrgicas, asociadas al hallazgo de un conjunto significativo de toberas, restos de fundición del metal para la elaboración de lingotes y objetos acabados.

4.1.1. Las dataciones de radiocarbono de La Rebanadilla ^ 

De La Rebanadilla (tab. 4 y fig. 14) se han publicado un total de siete dataciones correspondientes a las distintas fases del yacimiento que se presentan a continuación (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2018, Marzoli et al., 2016; Pérez-Jordà et al., 2021).

Tabla 4. Dataciones de La Rebanadilla. ^ 

IDLab.

Caract.

Contexto

Fecha BP

68.3% cal BC

95.4% cal BC

μ

σ

m

δ13C

δ15N

%wtC

%wtN

C:N

Bibliografía

Beta-264171

Carbón

(Bothrops)

2800±40

1005-905

1050-830

950

55

955

-25,9

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2011

Beta-264170

Carbón

 

2780±40

985-845

1040-825

930

55

925

-25,0

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2011

Beta-264173

Carbón

UE3140

2710±40

900-815

930-800

865

40

860

-23,4

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2011

Beta-264172

Carbón

UE2253

2650±40

890-790

900-780

825

35

815

-22,8

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2011

Beta-485543

Vitis vinifera

 

2670±30

890-800

900-795

835

30

825

-

Pérez-Jordà et al., 2021

MAMS-23744

Hipopótamo

UE2273

2793±38

1005-905

1045-835

945

55

945

-31,7

19.6

3.3

Marzoli et al., 2016

MAMS-24339

Elefante

UE2168

2995±26

1275-1130

1375-1125

1230

55

1230

-18,5

4.5

4.5

Marzoli et al., 2016

Figura 14. Dataciones calibradas de La Rebanadilla. ^ 

La Fase IV posee dos dataciones. La primera, realizada sobre la muestra de carbón REBANAVE2168, Beta-264171 (2800±40 BP), cuya calibración aporta un 1005-905 cal BC 68.3% (1050-830 cal BC 95.4%). Se corresponde con la fosa interpretada como bothros asociado a la fundación del santuario de la Fase III (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2018, p. 316). La segunda muestra REBANAVE2114 también tomada sobre carbón, Beta-264170 (2780±40 BP), una vez calibrada, aporta un rango 985-845 cal BC 68.3% (1040-825 cal BC 95.4%) (Arancibia et al., 2011, 137, tab. 1; Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2011, p. 90).

De la denominada Fase III se han obtenido dos dataciones (Marzoli et al., 2016, p. 123, tab. 7) correspondientes a las muestras A/DJ14434.3 (UE2273), sobre marfil de hipopótamo, y la segunda, A/DJ 14434.1 (UE2168), sobre marfil de elefante. La primera, con código de laboratorio MAMS-23744 (2793±38 BP), resultaría, una vez calibrada, entre 1005-905 cal BC 68.3% (1045-835 cal BC 95.4%). Esta muestra corresponde al sedimento de una fosa situada bajo el cerramiento del santuario (Marzoli et al., 2016, p. 103). La segunda muestra, MAMS-24339 (2995±26 BP), aporta una datación calibrada entre 1275-1130 cal BC 68.3% (1375-1125 cal BC 95.4%) (Marzoli et al., 2016, p. 123, tab. 7). Cabe señalar que esta última (MAMS-24339) posee un valor C:N de 4.5, cifra que podría indicar evidencias de contaminación o degradación en el colágeno que podría afectar a los resultados de la medición cronológica, ya que el valor de C:N no entra dentro de los márgenes establecidos por DeNiro (1985) de 2.9-3.6, ni en los límites más restrictivos de 3.1-3.5 (Van Klinken, 1999, pp. 687-695). De este modo, se considera que esta última fecha no sería adecuada para ser incluida con suficientes garantías en los estudios de cronología y temporalidad aquí presentados.

De la Fase II de Rebanadilla se cuenta con una única datación de radiocarbono realizada sobre Vitis vinifera, Beta-485543 (2670±30 BP) (Pérez-Jordà et al., 2021, p. 4, tab. 1) cuya calibración es de 890-800 cal BC 68.3% (900-795 cal BC 95.4%).

Por último, de la denominada Fase I se dispone de dos dataciones de radiocarbono. La primera, REBANAVE2253 Beta-264172 (2650±40 BP), ofrece una calibración entre 890-790 cal BC 68.3% (900-780 cal BC 95.4%) y la segunda, REBANAVE3140 Beta-264173 (2710±40 BP), presenta una calibración entre 900-815 cal BC 68.3% (930-800 cal BC 95.4%) (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2018, p. 321).

4.2. Cortijo de San Isidro ^ 

El Cortijo de San Isidro se localiza en tierra firme, a unos 400 m al suroeste de la isla donde se ubicó el asentamiento fenicio de La Rebanadilla. Fue descubierta también en el marco de los trabajos de arqueología preventiva llevados a cabo para la ampliación de la segunda pista del aeropuerto de Málaga (Juzgado et al., 2016, p. 104).

Presentaba una superficie reducida, estimada en menos de 600 m2. Se han definido cuatro fases de uso (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025, p. 195), de la que se han excavado un total de 12 tumbas. Se trata en todo caso de cremaciones, de las que se han identificado tres tipos distintos, dependiendo de si están contenidas en recipientes cerámicos o directamente depositadas en fosas (que en algún caso pueden ser dobles), y cuya tradición los autores relacionan con la necrópolis fenicia de Tiro al Bass. Entre los contenedores, destaca la presencia de materiales cerámicos centromediterráneos, fenicios occidentales y de tradición del Bronce Final local, fabricados estos últimos a mano. En los ajuares se encuentran platos, jarros de cuello anillado y de boca trilobulada junto a ungüentarios y cuencos y cazuelas fabricados a mano. Se acompañan de adornos personales de diversa naturaleza, como pulseras y colgantes, junto a un conjunto significativo de escarabeos egiptizantes (Boschloos et al., 2018).

En la Fase I, la más antigua, solo se ha documentado una tumba correspondiente a una cremación en fosa de un varón adulto. Parece haber ordenado la disposición de los enterramientos atribuidos a la Fase II, ya fuese por parentesco o por el prestigio del individuo (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025, p. 197). El contenedor es un pithos fabricado en un taller fenicio occidental, acompañado de un plato tipo Samarian ware, junto a cuencos carenados de tradición del Bronce Final local con decoraciones esgrafiadas y, en un caso, apliques metálicos. A esto se suman dos jarros, uno de boca de seta y otro trilobulado. Esta tumba se ha relacionado con un enterramiento singular localizado en el asentamiento de Chorreras (Vélez-Málaga), cuya cronología convencional se situaría en las primeras décadas del siglo VIII a.C.

A la Fase II se asocian cinco tumbas, tres de ellas son enterramientos en fosa con urna de cremación fabricada a mano de tradición local, y dos con cremaciones primarias en fosas excavadas sobre el sustrato geológico. La Fase III, ofrece tres enterramientos, dos de ellos de cremación en fosa, mientras el tercero, la Tumba 9, presenta además un nicho en el que se deposita el ajuar. La Fase IV contiene tres sepulturas, dos de ellas de enterramientos en urna mientras la tercera se trata de un enterramiento en fosa doble, destinándose la principal para el depósito de los restos humanos y ajuares.

4.2.1. Las dataciones de radiocarbono de San Isidro ^ 

Para Cortijo de San Isidro se han obtenido seis dataciones (tab. 5 y fig. 15) (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025, p. 197, tablas 2 y 3) sobre hueso cremado a excepción de dos tomadas sobre cabrón de las que cinco corresponden a las tumbas 1 (dos dataciones), 2, 3 (hueso cremado) y 9 (carbón) abarcando las últimas décadas del siglo IX a.C. y principios del siglo VIII a.C., y una última correspondiente al taller cerámico (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025, p. 100).

Tabla 5. Dataciones de Cortijo de San Isidro. ^ 

IDLab.

Caract.

Contexto

Fecha BP

68.3% cal BC

95.4% cal BC

μ

σ

m

δ13C

δ15N

%wtC

%wtN

C:N

Bibliografía

UBA-35768

Hueso cremado

Tumba 1. Fase I

2608±48

830-760

900-550

765

75

790

-24,3

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025

UBA-37809

Hueso cremado

Tumba 1. Fase I

2659±53

895-790

965-765

835

50

830

 

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025

UBA-35919

Hueso cremado

Tumba 2. Fase II

2848±49

1105-930

1200-900

1020

75

1015

-25,2

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025

UBA-35920

Hueso cremado

Tumba 3. Fase II

2730±47

910-820

985-805

880

50

875

-19,6

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025

Beta-264165

Carbón

Tumba 9. Fase III

2690±60

900-805

985-780

865

55

860

-23,4

Juzgado et al., 2016

Beta-264166

Carbón

Taller cerámico

2360±40

510-390

735-370

460

80

445

-23,7

Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2011; Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025

Figura 15. Dataciones de Cortijo de San Isidro. ^ 

De la Tumba 1 (Fase I), se tomaron dos dataciones sobre hueso cremado UBA-35768 (2608±48 BP) cuya calibración individual resulta 830-760 cal BC 68.3% (900-550 cal BC 95.4%) y UBA-37809 (2659±53 BP) 895-790 cal BC 68.3% (965-765 cal BC 95.4%). De acuerdo con los autores, se procedió a calcular mediante R Combine la unificación de ambas con unos resultados positivos de 2361±36 BP χ2 df=1 T=0,5(5% 3,8), cuya calibración 820-775 cal BC 68.3% (895-770 cal BC 95.4%) se representada en la fig. 15 (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025, fig. 8).

La Fase II queda muestreada con una datación para la Tumba 2 (Fase II) UBA-35919 (2848±49 BP) que calibrada resulta 1105-930 cal BC 68.3% (1200-900 cal BC 95.4%) y queda, por tanto, sensiblemente alejada del conjunto. Tras analizar los valores isotópicos los autores consideran que este cierto desfase respecto al resto puede deberse a un efecto de madera vieja secundaria (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2025, p. 198), debiendo ser descartada en los análisis cronométricos posteriores. La segunda datación correspondiente a la Fase II corresponde a la Tumba 3, tomada sobre hueso cremado UBA-35920 (2730±47 BP) cuya calibración resulta 910-820 cal BC 68.3% (985-805 cal BC 95.4%).

De la Tumba 9 procede una datación (tomada sobre carbón sin caracterizar taxonómicamente, relacionado con el combustible empleado en la pira funeraria) que se asocia a la Fase III: SISIDRO59749 Beta-264165 (2690±60 BP), con una calibración en 900-805 cal BC 68.3% (985-780 cal BC 95.4%) (Sánchez Sánchez-Moreno et al., 2011, p. 195). Se trata de una fecha semejante a las obtenidas en las fases más recientes de La Rebanadilla (Fases II y I).

Por último, en contexto del taller cerámico tomada sobre carbón vegetal, Beta-264166 (2360±40 BP) 510-390 cal BC 68.3% (735-375 cal BC 95.4%), recae cronológicamente en la meseta hallstática.

4.3. Cerro del Villar ^ 

El Cerro del Villar se sitúa en una pequeña isla fluvial en la desembocadura del Guadalhorce dentro de un paraje de humedales (Aubet et al., 1999). Se trata de una colonia fenicia que presenta un urbanismo bien planificado, con sectores residenciales y productivos, y que pudo haber alcanzado una extensión de hasta 9 Ha (Aubet, 2018). Se localiza a 2 km al sur del asentamiento de Rebanadilla. La ocupación del sitio se concentra entre los siglos VIII a.C. e inicios del VI a.C., momento en el que parece reducirse a un lugar dedicado a actividades alfareras dependientes de la emergente ciudad de Malaka.

La secuencia estratigráfica del asentamiento se conoce gracias al Corte 5 (figs. 16 y 17), que se excavó en 1989. Este sondeo se planteó sobre una superficie de 3x3 m2, alcanzando una profundidad de casi 5 m, en y se identificaron 10 estratos. El estrato VII está caracterizado por la presencia de carbones y huesos quemados, apareciendo también restos de combustión de un horno circular de 1.10 m de diámetro. Este horno presenta una forma anular y plana provista de reborde sobre el que se coloca una compleja superposición de capas aislantes y niveles de combustión. Se identificaron dos subniveles, el VIIa y el VIIb (Aubet et al., 1999, p. 84).

Figura 16. Perfil del Corte 5 (elaboración propia a partir de Aubet et al., 1999). ^ 

Figura 17. Cerámica del Cerro del Villar correspondiente al estrato VIIa (datado mediante radiocarbono) (elaboración propia a partir de Aubet et al., 1999). ^ 

4.3.1. Las dataciones de radiocarbono del Cerro del Villar ^ 

En 2021 se produjo la reapertura del sector 5 en el marco de un proyecto destinado al estudio de los eventos catastróficos acontecidos en el asentamiento. Esto permitió acceder a los perfiles originales de la excavación de 1989, y posibilitó extraer dos muestras para radiocarbono del nivel en el que se pudieron observar restos orgánicos en abundancia, caso del estrato VIIa (tab. 6 y fig. 18).

Tabla 6. Dataciones del sector 5 del Cerro del Villar. ^ 

IDLab.

Caract.

Contexto

Fecha BP

68.3% cal BC

95.4% cal BC

μ

σ

m

δ13C

δ15N

%wtC

%wtN

C:N

Bibliografía

Beta-639089

Pistacia lentiscus

VIIa/VIIb

2490±30

760-545

775-485

640

80

635

-23,2

Inédita

Beta-639090

Pistacia sp

VIIa/VIIb

2480±30

755-545

770-475

630

85

635

-26,0

Inédita

Figura 18. Dataciones del sector 5 del Cerro del Villar. ^ 

La primera, con el código CV.RC.15.2021, fue identificada taxonómicamente como Cf Pistacia lentiscus, Beta-639089 (2490±30 BP), que calibrada resulta 760-545 cal BC 68.3% (775-485 cal BC 95.4%), y la muestra CV.RC.19.2021 (UE 2.27/29) identificada como Cf Pistacia sp cuyo valor cronométrico es Beta-639090 (2480±30 BP), 755-545 cal BC 68.3% (770-475 cal BC 95.4%). Ambas dataciones recaen plenamente en la meseta hallstática. No obstante, resultan coherentes con las propuestas de datación cronológica convencional planteada por M.ª E. Aubet centradas, a partir del estudio de la cerámica fenicia occidental, en momentos finales del siglo VIII a.C. (Aubet et al., 1999, p. 88).

4.4. Los orígenes de Malaka ^ 

Bajo la actual ciudad de Málaga se localiza la ciudad fenicia de Malaka, en la margen izquierda del río Guadalmedina (Gran-Aymerich, 1991; Recio, 1989a; 1989b). Los niveles fundacionales del asentamiento se vinculan, hasta el momento, a dos intervenciones arqueológicas: el antiguo edificio de Correos y Telégrafos (actual sede del Rectorado de la Universidad de Málaga) (Suárez Padilla et al., 2020) y Calle Cister 3 (Arancibia y Escalante, 2006a; 2006b).

La intervención realizada en el Rectorado de Málaga (figs. 19 y 20) se localiza en la ladera oriental de la colina de la Alcazaba, en un espacio que, en su día, conformaba la línea de costa. Sobre el sustrato geológico se descubrieron materiales cerámicos asociados a estructuras de cierta entidad, posiblemente relacionadas con el acondicionamiento del terreno para establecer terrazas, y que han podido fecharse a partir de un completo conjunto cerámico con una variada tipología de vajilla de mesa y contenedores de talleres fenicio-occidentales, posiblemente de la propia bahía de Málaga, así como de un ánfora griega de importación de tipo SOS datable a mediados del siglo VII a.C.

Figura 19. Perfil del Rectorado (Málaga) (elaboración propia a partir de Suarez Padilla et al., 2020). ^ 

Figura 20. Cerámica correspondiente a la UE09 del Rectorado (Málaga) (elaboración propia a partir de Suárez Padilla et al., 2020). ^ 

Se trata del único contexto en el que se produce la asociación de estructuras arquitectónicas, material cerámico datante y una fecha radiocarbónica. La muestra procede de la UE09, el estrato más profundo de un espacio situado entre la fosa FS11 relacionada con la construcción del muro MR01 y su cara interna (Suárez Padilla et al., 2020, pp. 45-46).

Los restos ya comentados del Rectorado deben ser, en principio, muy próximos en el tiempo a los localizados en el solar de calle Císter 3. Se trata de un espacio de gran importancia estratégica, al ubicarse en un promontorio amesetado que discurre en sentido este-oeste desde la colina de la Alcazaba (Clavero et al., 1997, p. 601) en dirección a la Catedral de Málaga. Delimitado al noroeste por la desembocadura del arroyo del Calvario, cierra por el este el paleoestuario del río Guadalmedina, en cuya margen occidental se ubicó el asentamiento autóctono de San Pablo. Se ha interpretado como un santuario de carácter empórico (Arancibia y Mora, 2018; Mora y Arancibia, 2018), probablemente dependiente del importante asentamiento del Cerro del Villar y puede que vinculado al ya citado poblado de San Pablo.

El santuario, de sencilla construcción a base de zócalos de mampostería y alzados de adobe, ha podido ser bien excavado en su parte frontal, identificándose dos salas rectangulares con una orientación noreste-suroeste que, separadas por un estrecho pasillo, daban a un pequeño patio. Junto a pavimentos rojizos y la presencia de bancos corridos, probablemente relacionados con la colocación de ofrendas, el aspecto más destacable de este complejo religioso es su asociación con dos de los elementos típicos de los santuarios fenicios u orientalizantes documentados en el sur peninsular (Escacena e Izquierdo, 2000) como son los pavimentos de conchas, en el caso malacitano conservado en el escalón de acceso a una de las salas y, especialmente, el altar con forma de piel de toro que aparece en la capilla principal (Arancibia y Mora, 2018, pp. 356-363).

Cabe señalar, por último, la interesante actividad industrial, alfarera y sobre todo metalúrgica, ya documentada en otros puntos del Mediterráneo centro-occidental (Manfredi, 2016, pp. 157-161; Mora et al., 2023). Este santuario (fig. 21) y su entorno industrial sufrió un abandono ritualizado que coincide con la construcción de una potente muralla de cajones datable en los inicios del siglo VI a.C., lo que nos ofrece una cronología ante quem que coincide con la presencia, muy escasa por el proceso de desacralización, de fragmentos de platos de engobe rojo y de ánforas de la serie 10 de Ramon (Arancibia y Escalante, 2006b, p. 344).

Figura 21. Planta de detalle de los Altares del Santuario de Calle Císter (Málaga) (elaboración propia a partir de Arancibia y Escalante, 2006b). ^ 

4.4.1. Las dataciones de radiocarbono de Malaka ^ 

De las excavaciones del Rectorado de la Universidad de Málaga contamos una datación con código de laboratorio Ua-19413 (2560±60 BP), que calibrada resulta 805-565 cal BC 68.3% (825-480 cal BC 95.4%) (Suárez Padilla et al., 2020, pp. 45, 51).

Del solar de calle Císter se han realizado dos nuevas dataciones sobre muestra de carbón, Beta-578061, con unos resultados de 2550±30 BP y cuya calibración sobre la meseta al igual que la del rectorado, resulta 795-590 cal BC 68.3% (800-550 cal BC 95.4%). A ello se añade una segunda datación Beta-578062, con unos resultados de 2500±30 BP que tras su calibración queda en 765-550 cal BC 68.3% (780-520 cal BC 95.4%).

Las dataciones arqueométricas, a pesar de situarse sobre la meseta hallstática, son compatibles con las cerámicas convencionales, y sitúan el inicio del asentamiento de Malaka en la segunda mitad del siglo VII a.C., estableciéndose plenamente como gran asentamiento/ciudad a inicios del VI a.C. (tab. 7 y fig. 22).

Tabla 7. Dataciones de Calle Cister y Rectorado (Málaga). ^ 

IDLab.

Caract.

Contexto

Fecha BP

68.3% cal BC

95.4% cal BC

μ

σ

m

δ13C

δ15N

%wtC

%wtN

C:N

Bibliografía

Ua-19413

N/A

UE09

2560±60

805-565

825-480

675

95

675

-

Suárez Padilla et al., 2020

Beta-578061

Carbón

MA4

2550±30

795-590

800-550

695

80

695

-25.8

Inédita

Beta-578062

Carbón

MA6

2500±30

765-550

780-520

645

75

635

-25.1

Inédita

Figura 22. Dataciones de Calle Cister y Rectorado (Málaga). ^ 

5. Temporalidad de implantación autóctona en el contexto de la primera presencia fenicia en la bahía de Málaga ^ 

La revisión de los asentamientos del entorno de la bahía de Málaga de la segunda mitad del II milenio a.C., correspondientes al Bronce Tardío-Final. De hecho, los escasos poblados documentados se localizan en zonas del interior, y suelen ser continuistas de momentos previos de la Edad del Bronce.

Diversas actividades arqueológicas que se vienen llevando a cabo en este territorio en las últimas décadas permiten plantear, a partir del estudio de la cultura material de una serie de asentamientos, que este panorama experimentó un importante cambio en momentos avanzados del Bronce Final e inicios de la Edad del Hierro. Un primer momento tiene su mejor referente en la primera fase de ocupación del asentamiento de San Pablo, particularmente bien identificada en el solar de calle Tiro-Zamorano. La cultura material constata la presencia de producciones cerámicas que tienen claros vínculos con formas de clara tradición del Bronce Final regional, con cuencos, fuentes y orzas que presentan carenas marcadas junto a grandes contenedores con bordes cortos exvasados. En este horizonte no se observa la presencia de cerámica a torno.

Este primer momento presenta similitudes con el estrato más profundo localizado en el asentamiento de la Era, en Benalmádena. Las formas cerámicas de ambos sitios tienen claros paralelos con las documentadas en la ciudad de Huelva, en concreto en la Plaza de las Monjas, vinculadas además a un importante conjunto cerámico que se ha puesto en relación con un pionero barrio o emporio fenicio, uno de los más antiguos de la península ibérica. Estos mismos materiales de importación están presentes en los horizontes más antiguos del santuario fenicio de la Rebanadilla, en la bahía de Málaga (Fases IV y III). Tales contextos cuentan a su vez con cerámicas a mano locales en un porcentaje significativo, pero no ha sido todavía estudiado con detalle. Las Fases II y I de Rebanadilla resultan estratigráficamente posteriores a estos momentos fundaciones del sitio y pueden ponerse en relación con la presencia de una necrópolis próxima, localizada en el Cortijo de San Isidro.

Posteriormente el poblamiento autóctono experimenta notables cambios en su cultura material, que se observan en un segundo momento documentado en el solar de calle Tiro-Zamorano y en la UE 7 de la Plaza de San Pablo y la Plaza Alta de Cártama. Se aprecian cambios formales en las tipologías de la fase anterior, con cuencos y fuentes cerámicos con carenas más suaves, algunas de las cuales pueden presentar decoraciones geométricas, empleando, en particular, la técnica del esgrafiado. A ello se suma la aparición de ollas-orzas con borde corto y series de decoraciones impresas o incisas en el hombro. Pero lo más destacado de este periodo tiene que ver, sobre todo, con la incorporación de cerámicas fenicias torneadas (ánforas, jarras, platos y cuencos), procedentes mayoritariamente de talleres locales. El primer asentamiento en el que se constatan ya horizontes con cerámicas fenicias occidentales, que parten del siglo VIII a.C. en fechas convencionales, es el Cerro del Villar, al que le sigue, en la centuria siguiente, Malaka.

Al hilo de lo expuesto, la cuestión por plantear, a partir de estos momentos, es la relación existente entre los nuevos asentamientos locales costeros y la primera presencia fenicia en la región. Para ello, la posibilidad de utilizar dataciones absolutas de 14C procedentes de los yacimientos objeto de estudio se planteaba como una potencial herramienta para profundizar en el conocimiento de la temporalidad de ambos fenómenos y la relación existente entre ellos, es decir, poder valorar el impacto que tuvo la primera presencia fenicia y su posterior consolidación en el territorio sobre las poblaciones locales, y viceversa. Para ello, se han obtenido nuevas fechas de 14C y se han comparado con las ya existentes, empleando modelos estadísticos bayesianos.

Las fechas radiocarbónicas se agrupan, de partida, dentro de dos grandes grupos (fig. 23). Si los cruzamos con los propuestos a partir del análisis de la cultura material, se pueden plantear, como propuesta de fasificación, la existencia de dos grandes Horizontes (I y II) que se dividen a su vez en dos subfases incluidas dentro de cada uno de ellos (a y b).

Figura 23. Calibración de las dataciones de la bahía de Málaga. ^ 

5.1. Modelo bayesiano de las dataciones de la bahía de Málaga. Aspectos metodológicos ^ 

A partir de las propias relaciones de antero-posterioridad que se constatan en algunos de los asentamientos, las series radiocarbónicas y la cultura material presente en los mismos, se ha propuesto un modelo estadístico bayesiano encaminado a acotar la cronología de las fases descritas. El modelo sigue el esquema denominado “contiguous phases” (Bronk Ramsey, 2017) en el que se han incluido los datos necesarios para calcular las cotas (boundaries), así como el análisis KDE inscrito por cada una de las fases (Bronk Ramsey, 2017).

El modelo planteado posee un Amodel de 111.7 y un Aoverall de 115 (A “agreement index”) superior al 60%, insistiendo por tanto en la robustez suficiente para garantizar su viabilidad. Además, es de gran importancia destacar que absolutamente todas las dataciones participantes en el modelo poseen un A mayor a 60, mostrando que en ningún caso quedan dataciones forzadas dentro de su amplitud cronométrica. Por convencionalismo usaremos mod cal BC para indicar las dataciones basadas en radiocarbono modeladas (mod) y calibradas (cal) mediante Oxcal.

En la figura 24 y tabla 8 quedan representados los momentos modelados que proporcionan una propuesta de la temporalidad, estando presente para cada datación, en color claro, las probabilidades a priori, y en tono más oscuro las dataciones modeladas a posteriori. Así mismo, se han indicado gráficamente los parámetros marcados en la tabla correspondiente a los datos numéricos. En esta gráfica se han resaltado, en color azul, las cotas de cada uno de los momentos y en color camel/marrón los análisis KDE inscritos en las fases. Por último, las dataciones de color verde corresponden a los asentamientos de tradición local, frente a los de color púrpura que son los yacimientos identificados como fenicios.

Tabla 8. Análisis bayesiano de las dataciones de la bahía de Málaga. ^ 

Amodel=113.9 Aoverall=114.5

mod cal BC 68.3%

mod cal BC 95.4%

μ

σ

m

 Boundary Inicio HIa

1040-940

1130-920

1010

60

1005

HI (a)

SP_Beta-660479_UE22

1010-925

1050-910

970

40

960

SP_Beta-660478_UE22

975-910

1010-850

945

35

940

RB_Beta-264171_PhIV

975-905

1015-840

940

40

940

RB_Beta-264170_PhIV

980-895

1005-840

930

40

930

RB_MAMS-23744_PhIII

975-905

1010-840

935

40

935

 Boundary Transición HIa-HIb

910-815

930-810

860

35

845

HI (b)

CE_Beta-632729

840-810

890-805

835

25

825

CE_Beta-632730

830-805

895-795

825

20

820

RB_Beta-485543_PhII

830-805

895-795

825

20

820

RB_Beta-264173_PhI

840-805

890-805

835

25

825

RB_Beta-264172_PhI

830-805

895-795

825

20

820

SI_UBA35768+UBA37809

825-800

890-790

815

20

815

SI_UBA35920

845-805

895-805

835

25

830

SI_Beta-264165

840-805

890-800

830

25

825

 Boundary Transición HIb-HIIa

815-795

820-785

805

10

805

HII (a)

SP_Beta-656740_UE30

810-790

815-780

800

10

800

CA_Beta-639093_UE34

795-775

805-770

785

10

785

CA_Beta-656739_UE36

795-775

805-770

785

10

785

CA_Beta-656738_UE36

790-770

795-755

775

10

780

SP_Beta-660470_UE7

795-775

800-760

780

10

785

SP_Beta-485548_UE11

790-770

800-755

780

10

780

 Boundary Transición HIIa-HIIb

785-755

790-735

765

15

770

HII (b)

CV_Beta-639089

760-580

770-540

660

70

665

CV_Beta-639090

760-610

770-515

655

75

665

SI_Beta-264166

730-395

750-385

535

120

500

CE_Beta-632731

745-480

755-410

610

105

650

TA_CNA-1199

725-395

745-390

535

115

495

MLK_Ua-19413

775-585

785-540

660

75

670

MLK_Beta-578061

775-590

785-550

670

70

675

MLK_Beta-578062

765-580

770-545

660

70

665

 Sigma_Boundary Final HIIb

650-490

740-390

565

90

570

Figura 24. Resultados del análisis bayesiano de las dataciones de la bahía de Málaga. ^ 

En la tabla 8 se expresan los resultados numéricos del análisis indicando cada uno de los momentos, así como las probabilidades a posteriori (calibradas y modeladas) de las dataciones. Para facilitar la lectura se han incluido los siguientes prefijos y sufijos en cada una de las dataciones. En lo referente a las unidades estratigráficas, se ha indicado detrás del identificador de laboratorio cuando la información es relevante para el desarrollo de la temporalidad, que a su vez se enlaza con la información del registro proporcionada en los apartados anteriores. Como prefijo se han usado las siguientes abreviaturas: SP: San Pablo, RB: La Rebanadilla, SI: San Isidro, CE: Cerro de la Era, CA: la Plaza del Pilar alto de Cártama, CV: Cerro del Villar, TA: Taralpe Alto y MLK: Malaka.

5.1.1. Horizonte I. Primeros asentamientos locales en el ámbito costero y su relación con las fases antiguas del santuario de Rebanadilla ^ 
5.1.1.1. Horizonte I (a) ^ 

El estudio de las dataciones radiocarbónicas procedentes de la Fase I de la calle Tiro-Zamorano: Beta-660479: 1010-925 mod cal BC 68.3% (1050-910 mod cal BC 95.4%) [μ=970; σ=40; m=960] y Beta-660478: 975-910 mod cal BC 68.3% (1010-850 mod cal BC 95.4%) [μ=945; σ=35; m=940] pertenecen a la UE22 que amortizaba el fondo de cabaña. A este mismo momento podría corresponder otra procedente de la plaza de San Pablo (UE 5) la Ua-23136 pero que debemos tomar con cautela su posible atribución al ser tomada sobre carbón y pudiera tener un efecto madera antigua. Este Horizonte, con cerámicas locales semejantes a las de la Plaza de las Monjas, se compara con las primeras fases del santuario fenicio de la Rebanadilla (Fases IV-III), con las muestras Beta-264171: 975-905 mod cal BC 68.3% (1015-840 mod cal BC 95.4%) [μ=940; σ=40; m=940], Beta-264170: 980-895 mod cal BC 68.3% (1005-840 mod cal BC 95.4%) [μ=930; σ=40; m=930], MAMS-23744: 975-905 mod cal BC 68.3% (1010-840 mod cal BC 95.4%) [μ=935; σ=40; m=935].

Como ya se ha indicado, se puede observar que todas estas fechas presentan horquillas de probabilidad muy semejantes entre sí, lo que permite plantear la coetaneidad de los asentamientos y señalar a partir del análisis estadístico que el Horizonte I se situaría, con una mayor probabilidad, entre el primer cuarto del siglo X cal BC, y el primer cuarto del siglo IX cal BC.

5.1.1.2. Horizonte I (b) ^ 

Para el ámbito autóctono, contamos con el horizonte fundacional del Cerro de la Era de Benalmádena, para el que se cuenta con dos dataciones obtenidas sobre semilla, Beta-632729: 840-810 mod cal BC 68.3% (890-805 mod cal BC 95.4%) [μ=835; σ=25; m=825] y Beta-632730: 830-805 mod cal BC 68.3% (895-795 mod cal BC 95.4%) [μ=825; σ=20; m=820]. Este asentamiento sería coetáneo a las Fases II y I del asentamiento de La Rebanadilla, que continúa su evolución desde el Horizonte Ia. Para la Fase II de este yacimiento se dispone de una única datación - Beta-485543: 830-805 mod cal BC 68.3% (895-795 mod cal BC 95.4%) [μ=825; σ=20; m=820] tomada sobre Vitis vinifera. En cuanto a las cronologías radiométricas que proporcionan las muestras correspondientes a la Fase I de La Rebanadilla, serían Beta-264173 840-805 mod cal BC 68.3% (890-805 mod cal BC 95.4%) [μ=835; σ=25; m=825] y Beta-264172: 830-805 mod cal BC 68.3% (895-795 mod cal BC 95.4%) [μ=825; σ=20; m=820].

En cuanto a su necrópolis, el Cortijo de San Isidro, cuenta con tres dataciones (puesto que la de la Tumba 1 debe ser combinada) compatibles con este período: UBA-35768+UBA-37809: 825-800 mod cal BC 68.3% (890-790 mod cal BC 95.4%) [μ=815; σ=20; m=815], UBA-35920 845-805 mod cal BC 68.3% (895-805 mod cal BC 95.4%) [μ=835; σ=25; m=830] y Beta-264165: 840-805 mod cal BC 68.3% (890-800 mod cal BC 95.4%) [μ=830; σ=25; m=825].

De todo esto se deduce que la emergencia de nuevos asentamientos locales como La Era de Benalmádena es contemporánea a los últimos momentos del santuario de La Rebanadilla y su necrópolis, el Cortijo de San Isidro. Este momento quedaría enmarcado entre el primer cuarto del siglo IX cal BC e inicios del siglo VIII cal BC, pudiendo prolongarse unos años más a tenor la datación anteriormente descrita, Beta-264165.

5.1.2. Horizonte II. Continuidad y cambio en el poblamiento local en el entorno de la bahía de Málaga. El poblamiento local ante la emergencia del proyecto urbano del Cerro del Villar ^ 

Este nuevo horizonte se vincula arqueográficamente, como ya se ha dicho, a la continuidad de algunos asentamientos como San Pablo y la emergencia de otros, como la Plaza del Pilar Alto de Cártama y Taralpe. La presencia de cerámicas fenicias occidentales permite ponerlos en relación con los momentos más antiguos de la colonia del Cerro del Villar.

5.1.2.1. Horizonte II (a) ^ 

Una primera fase de este Horizonte II, que denominaremos (a) se define a partir de la Fase II de Tiro Zamorano y de la plaza de San Pablo. En concreto, contamos con una datación correspondiente a la UE30, Beta-656740: 810-790 mod cal BC 68.3% (815-780 mod cal BC 95.4%) [μ=800; σ=10; m=800], que apunta a momentos muy avanzados del siglo IX cal BC e inicios del VIII cal BC. Existen dos fechas, que apuntarían al final del sitio de San Pablo, una datación sobre Vitis vinifera procedente de la UE11, Beta-485548: 790-770 mod cal BC 68.3% (800-755 mod cal BC 95.4%) [μ=780; σ=10; m=780] junto a la obtenida en la UE7, con una datación Beta-660470: 795-775 mod cal BC 68.3% (800-760 mod cal BC 95.4%) [μ=780; σ=10; m=785].

Para la Plaza del Pilar Alto en Cártama contamos con tres dataciones enmarcadas en el período cronológico que nos interesa. Las dos primeras pertenecen a la UE36, Beta-656739: 795-775 mod cal BC 68.3% (805-770 mod cal BC 95.4%) [μ=785; σ=10; m=785] datable en el siglo VIII cal BC, y Beta-656738: 790-770 mod cal BC 68.3% (795-755 mod cal BC 95.4%) [μ=775; σ=10; m=780], compatible con la primera, y que a pesar de encontrarse en la meseta hallstática los análisis bayesianos la ajustan plenamente en este momento. La tercera muestra procede de la UE34 Beta-639093: 795-775 mod cal BC 68.3% (805-770 mod cal BC 95.4%) [μ=785; σ=10; m=785] datable, por tanto, en pleno siglo VIII cal BC.

5.1.2.2. Horizonte II (b) ^ 

A mediados del siglo VIII a.C., o incluso algunas décadas antes en fechas cerámicas convencionales, se constata la presencia fenicia en el Cerro del Villar. De este asentamiento proceden dos dataciones compatibles con este período obtenidas sobre el nivel VIII del corte 5; Beta-639089: 760-580 mod cal BC 68.3% (770-540 mod cal BC 95.4%) [μ=660; σ=70; m=665] y Beta-639090: 760-610 mod cal BC 68.3% (770-515 mod cal BC 95.4%) [μ=655; σ=75; m=665]. Si bien estas dataciones se insertan en la meseta de Hallstatt, son de especial interés, puesto que se trata de las primeras evidencias cronométricas del asentamiento, y estas no resultan anteriores al ca 750 cal BC. Aunque estas dataciones no son determinantes, sí es cierto que proporcionan un terminus post quem en consonancia con las cronologías cerámicas. Además, se sigue constatando el uso de San Isidro gracias a la datación Beta-264166: 730-395 mod cal BC 68.3% (750-385 mod cal BC 95.4%) [μ=535; σ=120; m=500].

La génesis de Malaka puede situarse, en fechas cerámicas convencionales, en la segunda mitad del siglo VII a.C., lo que resulta coherente con las dataciones radiocarbónicas obtenidas en las excavaciones en el Rectorado de la Universidad de Málaga Ua-19413: 775-585 mod cal BC 68.3% (785-540 mod cal BC 95.4%) [μ=660; σ=75; m=670], así como las dos procedentes de la Calle Císter Beta-578061: 775-590 mod cal BC 68.3% (785-550 mod cal BC 95.4%) [μ=670; σ=70; m=675] y Beta-578062 situada en 765-580 mod cal BC 68.3% (770-545 mod cal BC 95.4%) [μ=660; σ=70; m=665]. Siendo estas las últimas dataciones del modelo, cuya cota de finalización se deja abierta, ya que la continuidad arqueológica del sitio queda constatada por la superposición de la muralla y las construcciones domésticas que se le asocian.

Respecto a los asentamientos autóctonos, aunque no hay evidencias de la permanencia del poblado de San Pablo hasta su uso como necrópolis en el siglo VI a.C., sí se observa que otros seguirán funcionando, como lo atestiguan las dataciones y registro estudiados en la Plaza del Pilar Alto de Cártama (que posee un registro arqueológico posterior), Taralpe Alto, Alhaurín de la Torre, con CNA1199: 725-395 mod cal BC 68.3% (745-390 mod cal BC 95.4%) [μ=535; σ=115; m=495] y Cerro de la Era de Benalmádena, con la datación Beta-632731: 745-480 mod cal BC 68.3% (755-410 mod cal BC 95.4%) [μ=610; σ=105; m=650].

6. Conclusiones ^ 

El empleo de las dataciones de 14C para contextos arqueológicos de finales de la Edad del Bronce-inicios de la Edad del Hierro no está aún generalizado en el sur de la península ibérica, en particular en aquellos ámbitos en los que hay evidencias de presencia fenicia arcaica. Esta aportación, centrada en el caso de la bahía de Málaga, evidencia el potencial de este método para, en particular, observar las dinámicas de poblamiento que se desarrollan en las comunidades locales a partir de la presencia de los primeros asentamientos coloniales en la región.

Tras el análisis de un conjunto de dataciones inéditas, junto con las ya existentes, se ha constatado la coetaneidad de los primeros asentamientos locales próximos a la costa respecto a los horizontes más antiguos del santuario fenicio de La Rebanadilla, que, en fechas radiocarbónicas, se centraría preferentemente en el siglo X cal BC. De este modo se puede plantear que, en el caso que nos ocupa, aconteció un auténtico “efecto llamada” a partir de la creación de este asentamiento, conviviendo en el territorio litoral proyectos de diverso origen y naturaleza. Las propias evidencias de materiales arqueológicos locales presentes en Rebanadilla IV y III evidencian los contactos establecidos entre ambas comunidades desde el inicio de la presencia oriental en estos territorios. Décadas después de dicho momento, se observan remodelaciones en el santuario, la presencia de una primera necrópolis (Cortijo de San Isidro) y el establecimiento de nuevos asentamientos autóctonos próximos a la costa, como La Era de Benalmádena, que irían consolidando este modelo a lo largo del siglo IX cal BC. Todo esto podría agruparse dentro de lo que se ha denominado “Horizonte I” de los inicios de la Edad del Hierro en este territorio.

La identificación de dos fases de ocupación en San Pablo pone de manifiesto la continuidad de los asentamientos autóctonos durante el siglo VIII cal BC, observándose que, en paralelo, se producen reestructuraciones en el poblamiento local, con evidencias de la implantación de nuevos enclaves de gran valor estratégico como Cártama, que destaca por su ubicación en un lugar con buenas posibilidades defensivas y un buen control de las rutas de penetración hacia el interior del valle del río Guadalhorce. Pocas décadas después se observa la emergencia de aldeas, previsiblemente dependientes de estos asentamientos principales, caso de Taralpe Alto, en Alhaurín de la Torre. En paralelo, se produce una importante reestructuración de los enclaves de origen fenicio, constatándose el inicio del Cerro del Villar como principal asentamiento del territorio, que, ocupado al menos desde mediados del siglo VIII a.C., tendrá su momento de mayor esplendor en el siglo VII a.C. Las fechas radiocarbónicas de los sitios locales asociados a lo que se ha definido como “Horizonte II”, resultan compatibles con este nuevo asentamiento fenicio. En este sentido, el aparente abandono de sitios como San Pablo a finales del siglo VIII a.C., puede apuntar a la integración de población local en estos grandes proyectos, cuya naturaleza resulta muy distinta del santuario primigenio de la Rebanadilla y que alcanza una naturaleza que puede ser considerada urbana. En un primer momento, el sitio de Malaka, en la margen izquierda del Guadalmedina, pudo estar vinculado al Cerro del Villar (segunda mitad del siglo VII a.C.). No obstante, será a partir del 600 a.C. cuando este lugar se convierta en el nuevo y principal asentamiento del territorio.

Para finalizar, cabe indicar que el objetivo de esta investigación no es resolver las diferencias existentes hoy en día entre las dataciones absolutas y las cerámicas, que pueden presentar en sitios como la Rebanadilla algo más de un siglo de divergencia: siglo X cal BC respecto a mediados del siglo IX a.C., con base en la cronología propuesta para la cerámica del Geométrico Medio II en el Mediterráneo. Ha quedado claro que, de momento, y como ya se ha dicho, se deben entender como dos formas distintas de medir el tiempo. No obstante, a lo largo de este trabajo hemos defendido que el potencial del 14C, como herramienta para aproximarnos a la temporalidad de los fenómenos históricos y las dinámicas de poblamiento en territorios concretos, ha quedado suficientemente justificado.

Financiación ^ 

Este trabajo se enmarca en los siguientes proyectos de investigación: PID2020-114482GB-I00: Malaka, Maenoba, Rusaddir: Una historia de tres ciudades fenicio-púnicas en el Mar de Alborán. Ministerio de Ciencia e Innovación (IP: B. Mora Serrano); Proyecto General de Investigación (PGI) “Cerro del Villar: naturaleza y temporalidad del proyecto territorial fenicio arcaico en la bahía de Málaga (2022-2025)”, autorizado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes (IP: J. Suárez Padilla); UMA20-FEDERJA-149: La “Historia oculta” en los fondos de los Museos: una aproximación arqueológica interdisciplinar a los orígenes de la ciudad de Málaga desde época prehistórica a la llegada de los fenicios (IP: J. Suárez Padilla).

Contribución a la autoría ^ 

  • Concepción y diseño: JLC, JSP, BMS
  • Análisis e interpretación de los datos: JLC, JSP, BMS
  • Redacción del borrador: JLC, JSP, BMS
  • Revisión crítica del artículo: JLC, JSP, BMS
  • Recogida de datos: JLC, JSP, BMS.
  • Aprobación final del artículo: JLC, JSP, BMS
  • Obtención de financiación: JSP, BMS

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