http://dx.doi.org/10.12795/spal.2006.i15.08

Mederos Martín, A. (2006): “Fenicios en Huelva, en el siglo X AC, durante el reinado de Hîrãm I de Tiro”, Spal 15: 167-188. DOI: https://dx.doi.org/10.12795/spal.2006.i15.08

Fenicios en Huelva, en el siglo X AC, durante el reinado de Hîrãm I de Tiro

PHOENICIANS IN HUELVA IN THE Xth CENTURY BC, DURING THE REIGN OF HÎRÃM I OF TYRE

Alfredo Mederos Martín
Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid. Facultad de Filosofía y Letras. Campus de Cantoblanco. 28.049 Madrid. Correo-e: alfredo.mederos@uam.es

Resumen: El descubrimiento en Huelva, un gran poblado indígena del Bronce Final IIIA de ca. 35 Ha., de un importante estrato arqueológico por debajo del nivel freático, con cerámica fenicia de Tiro, retrotrae los inicios de los contactos fenicios con el Sur de la Península Ibérica a inicios del siglo X, y con seguridad a un momento contemporáneo a los reinados de Hîrãm de Tiro y Salomón de Israel, ca. 975-950 AC.
La cerámica fenicia recuperada del yacimiento de Méndez Núñez-Plaza de las Monjas, sugiere provisionalmente cuatro posibles fases: Huelva 1a-Tiro 14, ca. 1015-975 AC; Huelva 1b-Tiro 13, ca. 975-960 AC; Huelva 2a-Tiro 10b y 10a, ca. 930-920 AC; y Huelva 2b-Tiro 7 y 6, ca. 875-825 AC. Una segunda alternativa sería dos grandes fases, Huelva 1a-b y Tiro 13 ca. 975-960 AC y Huelva 2a-b y Tiro 7-6 ca. 875-825 AC.
El Suroeste de la Península Ibérica ofrecía a los fenicios una producción local de plata, cobre, púrpura y salazones de pescado, y la confluencia en su puerto de rutas comerciales procedentes tanto del Atlántico Norte, importando estaño, oro y ámbar, como del Atlántico Sur, importando marfil, huevo de avestruz, púrpura y rocas volcánicas.

Abstract: The discovery at Huelva, a Late Bronze Age IIIA great indigenous settlement with ca. 35 ha., of an important archaeological stratum below of the phreatic level, with Phoenician pottery from Tyre, push back the beginnings of the Phoenician contacts with the South of the Iberian Peninsula to the beginnings of the Xth century BC, and safety in a contemporary moment with the reigns of Hîrãm of Tyre and Solomon of Israel, ca. 975-950 BC.
The Phoenician pottery recovered from the site of Méndez Núñez-Plaza de las Monjas –Nuns’ Square–, suggests provisionally four possible phases: Huelva 1a-Tyre 14, ca. 1015-975 BC; Huelva 1b-Tyre 13, ca. 975-960 BC; Huelva 2a-Tyre 10b and 10a, ca. 930-920 BC; and Huelva 2b-Tyre 7 and 6, ca. 875-825 BC. A second alternative would be two large phases, Huelva 1a-b and Tyre 13 ca. 975-960 BC and Huelva 2a-b and Tyre 7-6 ca. 875-825 BC.
The Southwest of the Iberian Peninsula offered to the Phoenician a local production of silver, copper, purple and fish salting, and the confluence in its port of commercial routes from the Northern Atlantic, importing tin, gold and amber, as the Southern Atlantic, importing ivory, ostrich egg, purple and volcanic rocks.

Palabras clave: Fenicios, Tiro, Cronología, SW. España, Huelva, Hîrãm, Salomón.

Key words: Phoenician, Tyre, Chronology, SW. Spain, Huelva, Hîrãm, Solomon.

El descubrimiento de un importante estrato arqueológico en Huelva, por debajo del nivel freático, con cerámica fenicia de Tiro, bien publicado por González de Canales, Serrano y Llompart (2004), es el hallazgo más importante de la Prehistoria Final española desde el descubrimiento en 1985 de cerámicas micénicas en el Llanete de los Moros (Montoro, Córdoba), asignables al Heládico Final IIIA2 (ca. 1370-1325 AC) o IIIB (ca. 1340/1320-1225/1180 AC) (Martín de la Cruz 1987 y 1988; Almagro Gorbea y Fontes 1997; Mederos 1997a), y ayuda a ir cerrando un importante gap o hiato en la problemática de las relaciones mediterráneas de la Península Ibérica con el Mediterráneo Central y Oriental entre el Bronce Final y los inicios de la colonización fenicia.

Si bien presenta el problema de no proceder de un contexto arqueológico in situ, por haberse recuperado el material tras haberse extraído la tierra por medios mecánicos, cuenta en su favor con dos campañas arqueológicas previas en el lugar del hallazgo y un registro cerámico amplísimo, en contraposición con las cerámicas micénicas del Llanete de los Moros, que evita pensar que se trataron de importaciones aisladas y revelan la presencia de un gran asentamiento en la ciudad de Huelva.

Por otra parte, uno de los indicios más claros de la presencia de una etapa del Bronce Final II en Huelva, un fragmento de cuenco con decoración Cogotas I (Gómez Toscano y Campos 2001: 113, 116) también ya procedía del vaciado de solares vertidos junto a la marisma. Entre los nuevos materiales se han detectado perduraciones de formas cerámicas de Cogotas (González de Canales et alii 2004: 194-195, lám. 34/16-17), que se consideran más antiguas que el contexto con cerámicas fenicias analizado (Gómez Toscano, e.p., n. 4).

1. El pecio de la ría de Huelva

Este nuevo descubrimiento sirve para contextualizar mejor la presencia de un hallazgo desigualmente valorado, el pecio de la ría de Huelva o estuario del río Odiel, durante el dragado entre Marzo y Abril de 1923 del puerto, a 23 m. de distancia del muelle de la compañía minera Tharsis, que incluía un cargamento de armas del Bronce Final Atlántico IIIA con ca. 397 piezas, desglosables en 78 espadas, 90 puntas de lanza, 62 regatones, 29 puñales, 17 puntas de flecha, etc. Ha sido considerado los restos de un barco hundido en la ría de Huelva (Gómez-Moreno 1923: 89; Almagro Basch 1940: 85 y 1958; Ferrer et alii 1997: 76-77; Moreno Arrastio 1999: 170), un depósito de fundidor en una zona posteriormente inundada por las aguas (Díaz 1923: 40) o se ha preferido no emitir hipótesis alguna (Albelda 1923: 226).

Más recientemente ha sido reinterpretado como resultado de una serie continuada de depósitos rituales de ofrendas a las aguas (Ruiz-Gálvez 1993: 59-60 y 1995: 130-134; Bradley 2005: 161). La consideración como depósito ritual, y no de un pecio, se argumenta en la presencia en el depósito, en su práctica totalidad, de armas ofensivas y defensivas, arneses de caballo y objetos de vestido que indican un carácter aristocrático del conjunto; algunas de las armas fueron arrojadas enmangadas por conservar el astil de madera; y con la excepción de un pequeño cincel, apenas existen útiles asociados al trabajo de un fundidor reciclando chatarra. Por otra parte, al haberse descubierto el conjunto tras la utilización durante varias semanas de una draga ‘de rosario’, que removía y arrastra los lodos del fondo del lecho del río, al contrario que una draga ‘de cuchara’, la cual hubiera permitido una mejor localización del lugar del hallazgo, impide determinar el grado de concentración de las piezas metálicas para identificar un posible pecio.

A favor de su interpretación como pecio tendríamos que todos los objetos proceden de un punto concreto de la ría, a 23 m. de distancia al Sur del muelle (Albelda 1923: 222) y entre -9 m. (Díaz 1923: 37) o -9 y -9.5 m. de profundidad (Albelda 1923: 222; Gómez-Moreno 1923: 89), removiendo “una delgada capa de arena y conchas (…) teniendo encima fango de acarreo aluvial” (Gómez-Moreno 1923: 89). La descripción del hallazgo indica que primero se hallaron 7 espadas, 3 puntas de lanza y 1 puñal, y “en días sucesivos y en el mismo lugar han ido saliendo espadas y más espadas” (Díaz 1923: 37), “siendo encontrados reunidos en una zona muy restringida” (Albelda 1923: 222).

En segundo lugar, en fechas posteriores a Octubre de 1925 se efectuó un importante dragado de las zonas inmediatas “para agotar el depósito de armas y útiles de la Edad del Bronce”, que afectaron a 20.000 m2 y 2 m. más de profundidad, a petición del Presidente del Comité Ejecutivo de la Exposición Iberoamericana que se celebró en Sevilla en 1929, pero no produjo nuevos hallazgos significativos (Ferrer et alii 1997: 69-70, 77).

En tercer lugar, como bien ha advertido Bradley (2005: 159-160, tabla 5.1), partiendo del hecho que el 60 % de las piezas están fragmentadas, las espadas partidas responden a pesos relativamente regulares, concentrándose en 325 y 380 gr., mientras que las puntas de lanza y los puñales intactos tienden a 160 gr. y 170 gr. respectivamente, esto es, en torno a la mitad del peso de las espadas (162.5 y 190 gr.), lo que creemos que apunta al transporte de las armas fragmentadas como “barras” metálicas de bronce para facilitar su intercambio.

Finalmente, la presencia de porciones de madera en el interior de algunos enmangues de las lanzas resulta lógico si se partieron o se extrajeron los enmangues de madera para aprovechar exclusivamente las puntas de lanza de bronce.

Una posibilidad es que la embarcación se tratase de una barcaza con quilla plana, característica de las embarcaciones de la fachada atlántica europea, como el barco del Bronce Final de Dover de ca. 1550 AC (Parfitt y Fenwick 1993), que estuviese transportando objetos metálicos de bronce para reciclar a una embarcación de mayores dimensiones fondeada frente a Huelva.

El depósito de Huelva cuenta con una notable serie de determinaciones, con valores medios entre ca. 987-922 AC (Almagro Gorbea 1977: 524-525). Si nos atenemos al depósito, contamos dentro de su homogeneidad con una mayoritaria presencia de espadas de lengua de carpa tipo Huelva, más antiguas que las espadas tipo Vénat, y además con dos lanzas tipo Vénat (Ruiz-Gálvez 1984: 282-283 y 1995: 206, 244 lám. 14/6-7) y una posible espada de espiga tipo Rixheim-Monza (Almagro Basch 1958: lám. 11/51; Harrison 1974-75: 230), asignable al Bronce Final I. Teniendo en cuenta la homogeneidad de la serie dataciones de C14, preferimos tomarlas como representativas del momento de transición entre la metalurgia tipo Huelva, Bronce Final IIIA, y la metalurgia tipo Vénat, representada por las puntas de lanza, que marcarían el inicio del Bronce Final IIIB o Hierro I, ca. 950/925 A.C. (Mederos 1996: 97-98). Previamente se habían propuesto fechas mucho más recientes, 850 a.C. (Bosch, 1954: 75), 800-700 a.C. (Gomes y Monteiro 1977: 196), 750 a.C. (Almagro Basch 1940: 142; Savory 1951: 342) o 700-650 a.C. (Hawkes 1952: 111), pero también más antiguas, 1400-1100 a.C. (Gómez-Moreno 1923: 90) o 1300-900 a.C. (Díaz 1923: 38), y ahora comienza a existir un mayor consenso al proponerse como fecha final del Bronce Final IIIA el 930 a.C. (Brandherm, e.p. 2003; Harrison 2004: 14; Torres 2005: 297).

Tabla 1. Dataciones calibradas de los astiles de madera de lanzas de la Ría de Huelva, a partir de Almagro Gorbea (1977: 524-525). M= Madera (Timber). Calib v. 4.2 según Stuiver et alii (1998).

Site

Province

B.P.

±

B.C.

max. CAL

CAL B.C.

min. CAL

Lab. nº & Sample Material

Huelva Hoard, spearhead

Huelva

2830±70

70

880

1255

997

986

979

901

CSIC-202/M

Huelva Hoard, spearhead

Huelva

2820±70

70

860

1210

973

956

941

826

CSIC-203/M

Huelva Hoard, spearhead

Huelva

2820±70

70

870

1210

973

956

941

826

CSIC-206/M

Huelva Hoard, spearhead

Huelva

2820±70

70

870

1210

973

956

941

826

CSIC-207/M

Huelva Hoard, spearhead

Huelva

2810±70

70

860

1208

971

959

936

815

CSIC-205/M

Huelva Hoard, spearhead

Huelva

2800±70

70

850

1206

968

961

925

810

CSIC-204/M

También del dragado de la ría de Huelva procede un escarabeo con la inscripción Neb-Maat-Rê de Amenofis III-Nebma‘atre (1391-1353 AC), localizado al dragar sus fondos y que hacia 1928-29 José Albelda regaló a George Bonsor (García y Bellido 1970: 61-62, fot. 1-2). Sin embargo, al ser el escarabeo de bronce de 0.75 kg., con unas dimensiones unas 5 veces superiores a la normal, 7.2 x 5 cm., sus buenas condiciones de conservación y haberse encontrado otro ejemplar idéntico en la colección de la familia Albelda, ha llevado a sugerir primero a Padró (1976-78: 493) y posteriormente a Ferrer (1991: 414-416) que se trataba de una reproducción de los años veinte del siglo XX.

No obstante, debemos tener en cuenta que durante la excavación de una casa en Lixus por P. Cintas, se localizó un escarabeo de pasta, también con la inscripción Neb-Maat-Rê de Amenofis III (Cintas 1954: 62-64, 133 fig. 82; Leclant 1955: 312, fig. 29-30). Aún más significativo es la presencia de otro escarabeo de piedra en la tumba 89 de Palepaphos-Skales en Chipre (Karageorghis 1982: 177, 175 fig. 6), de 7 cm. y con una gran inscripción jeroglífica, del reinado de Amenofis III (Newberry 1905: lám. 32-33), por tratarse de un contexto cronológico paralelo a Huelva, también frecuentado por los fenicios ca. 1015-975 AC (vide infra).

2. Huelva como Port of Trade y evidencias de un comercio atlántico

Los restos documentados ponen de manifiesto también la posición intermedia de Huelva como punto de contacto entre las rutas comerciales del Mediterráneo con otras procedentes del Atlántico Norte y del Atlántico Sur (tabla 2).

Tabla 2. Procedencia atlántica de algunas de las materias primas presentes en Huelva.

Local

Northern Atlantic

Southern Atlantic

Silver Galena

Tin Sheet

Ivory

Copper

Amber Bead

Ostrich Egg Shell

Murex brandaris

Murex truncullus

¿Gold?

Thais haemastoma

Fish Sauce

Igneous Rock

(Central Mediterranean?)

Obsidian

(Central Mediterranean?)

Cuatro productos locales de gran valor revelan el interés estratégico de un puerto comercial como Huelva, la galena y escorias de sílice libre para la obtención de plata (González de Canales et alii 2004: 145, 150, lám. 63/24), el cobre para la elaboración de bronces (González de Canales et alii 2004: 145, lám. 63/23 y 64/8-17), moluscos marinos para la elaboración de la púrpura como el Murex brandaris o el Murex trunculus (González de Canales et alii 2004: 176, lám. 72/5-6; McGovern y Michel 1984) y la presencia de restos de pescado en el interior de un ánfora (González de Canales et alii 2004: lám. 53/9), indicativo de la elaboración de salazones. Tanto en la púrpura como los salazones tampoco cabe descartar que fueran producciones foráneas y si se pescaron en aguas del Atlántico o del Mediterráneo.

La situación estratégica de Onuba-Huelva frente a Spal-Sevilla, situada cerca de la entrada del estuario marino del Guadalquivir, estaba en relación con su mayor proximidad con el complejo minero de Riotinto, situado cerca de los límites de las actuales provincias de Huelva y Sevilla. Aunque ambas poblaciones están separadas de Riotinto a una distancia parecida, 80 km. de Sevilla frente a 73 km. de Huelva, al ser el río Tinto navegable 28 km. desde Niebla, la diferencia entre los caminos terrestres pasaba a ser 80 km. de Sevilla frente a 45 km. de Huelva, casi la mitad (Luzón 1962: 98, 100).

La ruta hacia el Atlántico Norte, cuyo principal yacimiento era Lisboa (Arruda 1999-2000), es destacada debido a la presencia de estaño (González de Canales et alii 2004: 150-151, lám. 64/20), que puede proceder de la región costera galaica, con cuencas mineras como Noya (La Coruña), Lalín (Pontevedra), Carballo (Orense), Verín (Orense), La Gudiña (Orense) o Viana del Bollo (Orense) (Mederos 1999: 125-126), mientras el ámbar (González de Canales et alii, 2004: 141, lám. 62/18) puede tener una procedencia báltica como sucede durante el Bronce Final en Portugal (Vilaça et alii 2002), pues no conocemos su explotación en la Península Ibérica, aunque sería conveniente ampliar el número de análisis.

También reveladora es la ruta hacia el Atlántico Sur, aunque el punto principal de aprovisionamiento debía encontrarse básicamente en el Norte de Marruecos, donde se acabaron fundando grandes yacimientos como Lixus (Aranegui 2000 y 2004). De esta región pueden proceder materias primas como el marfil (González de Canales et alii 2004: 165-166, lám. 67/1-55 y 68/1-50; Grau et alii 2000: 200-201, fig. 6; Mederos y Ruiz Cabrero 2004) o la cáscara de huevo de avestruz (González de Canales et alii 2004: 171, lám. 70/5; Savio 2004), mientras que las rocas volcánicas (González de Canales et alii 2004: 140-141, lám. 62/13-14) pueden proceder de la zona de Farkana y Nador en el Rif marroquí (Williams-Thorpe 1988: 296-297), o del Atlas Medio con salida por Mogador, para no tener que llegar hasta las Islas Canarias (Mederos y Escribano 2001). Más complicada es la presencia de obsidiana (González de Canales et alii 2004: 141) que bien podría proceder del Mediterráneo Central (Cann y Renfrew 1964) o en el área atlántica de las Canarias Occidentales (Hernández Gómez et alii 2002).

3. La ciudad de Huelva, un asentamiento de ca. 35 Ha.

En Onoba, actual Huelva, nos encontramos con una ciudad de grandes dimensiones, de +25 Ha. (Pellicer 1996: 121) o 35 Ha. (Gómez Toscano y Campos 2001: 117), de claras raíces indígenas (Gómez Toscano 1997), que contrasta con la extensión que conocemos para el Castillo de Doña Blanca, si se considera una prolongación terrestre de la ciudad de Gadir, con 5 Ha. amuralladas (Ruiz Mata y Pérez 1995: 54) ampliables quizás hasta 6.5 Ha. (Mederos y Ruiz Cabrero 2004: 264).

Onoba acabó probablemente teniendo también un barrio o colonia fenicia, quizás primero con un asentamiento estacional inicial en la isla de Saltes, donde hay cerámicas fenicias fechadas a finales del siglo VII a.C., sobre el nivel de arena de playa en la base la habitación de la casa 1A, que incluyen un plato de engobe rojo o un cuenco con decoración bruñida al interior (Bazzana y Bedia 1994: 629; Bedia 2005: 238-240, 241 fig. 198/9 y 198/10). Es posible que formase parte de un santuario de mlqrt, pues la isla estaba consagrada a esta divinidad (Str., III, 1, 5), ca. 1925 se halló una posible cabeza de arcilla de Heracles (Garrido y Orta 1966: 255, lám. 2), y se han localizado en sus proximidades hallazgos subacuáticos de bronces orientalizantes (Gamer-Wallert 1982: 48, lám. 11-12, 57, lám. 19-20; Jiménez Ávila 2002: 417, 482, lám. 54/155-156). La presencia de un espacio sacro facilitaría las transacciones comerciales, que se realizarían en la propia isla, un entorno más seguro para los fenicios.

Este primer asentamiento, una de las primeras fundaciones tirias en Occidente (Mederos 2003-04: 131), se trasladaría después junto al poblado indígena del Bronce Final IIIA preexistente, como sugieren las propuestas recientes que consideran que pudo haber existido un asentamiento fenicio de unas 2 o 3 Ha. (Pellicer 1986-89: 191, fig. 1) que alcanzó las 10 Ha. en el siglo VII a.C. (Pellicer 1996: 121), o bien un barrio fenicio al pie del Cabezo de San Pedro, junto al actual puerto (Ortega 1999: 268-270, fig. 2), lo cual apoya la abundante presencia de graffiti fenicios (González de Canales et alii 2000; Mederos y Ruiz Cabrero 2001).

Un texto de Estrabón (Str., III, 1, 5) recoge una versión gaditana que trataba de defender la mayor antigüedad de su fundación frente a Sexi (Almuñécar) y Onoba (Huelva) (Presedo 1983: 30-31), pero también implica que ambas ciudades entonces disputarían a Gadir, con leyendas propias, la primacía de su fundación por los fenicios.

Otros autores, sin embargo, han defendido que los tartesios expulsaron a los fenicios de la isla de Saltes en Huelva (Schulten 1945: 65-66) o de la propia ciudad de Huelva (Bendala 1979: 38), lo que les obligó a asentarse después en Gadir.

4. El contexto arqueológico: un posible espacio con función religiosa y comercial

El primer elemento al que debe buscarse una explicación es la gran calidad del material recuperado, que desde un punto de vista de la cerámica subprotogeométrica griega sólo tiene un punto de comparación, fuera del Egeo, con el conjunto cerámico subprotogeométrico hallado en Tiro (Bikai 1978; Coldstream y Bikai 1982).

La zona de la que proceden los materiales (González de Canales et alii 2004: 24-25) se conocía perfectamente, pues se había excavado en 1985 el solar inmediato de Méndez Núñez 5 (Fernández Jurado 1987). Entre el 21 de Noviembre y el 25 de Diciembre de 1985 se excavó un solar situado a la izquierda o Noreste de Méndez Núñez 5, correspondiente a Méndez Núñez 7 y 13, con una prolongación hacia el Oeste o Plaza de las Monjas 12. Pese a tener una superficie de 2.145 m2, y se solicitó excavar 500 m2, sólo se autorizó la excavación de un corte de 24 m2 o 6 x 4 m. Como previamente habían excavado en el solar contiguo de Méndez Núñez 5, se situó el corte en el solar más inmediato de Méndez Núñez 7, donde se alcanzó la profundidad de -3.85 m. cuando apareció el agua del nivel freático (Fernández Jurado y García Sanz 2001: 336-337, 339, fig. 2).

Ante las estructuras descubiertas, se encomendó la continuación de la excavación al director del Museo de Huelva, Manuel de Osuna Ruiz, quien aceptó a cambio de poder excavar en extensión el solar. Una segunda campaña de excavación se desarrolló en Marzo, Abril y Mayo de 1998, y parece extenderse principalmente por los solares de Méndez Núñez 7 y 13. En la actuación se detectó una primera fase constructiva, de fines del siglo VIII o inicios del siglo VII a.C., con un pequeño templo que presentaba muros de adobe sin zócalo y hogares sobre placas de arcilla cuadrangulares, el cual perduró durante toda la fase fenicia hasta el 575 a.C. cuando la zona parece ser destruida por un “maremoto”, por la existencia en la parte superior de “abundantes de restos de origen marino”, sin más precisiones. Esta fase presenta un tintinabulum de bronce, incensarios, lucernas fenicias y griegas, trípodes, urnas Cruz del Negro, platos de barniz rojo, grafitos fenicios y abundante cerámica griega (Osuna et alii 2001: 179-180, 184, fig. 3). Además de esta estructura cultual se documentó un horno de copelación de plata, un pequeño lingote de plata con forma de piel de buey de 2.6 x 3.9 x 5.4 cm. y un pequeño lingote de bronce (Osuna et alii 2001: 180-181, 186 fig. 14).

La zona de las calles del Puerto, Méndez Núñez y Plaza de las Monjas se encuentra en una vaguada natural de salida de los cabezos de San Pedro, el Pino y La Esperanza, lo que tuvo que provocar inundaciones periódicas en la zona en caso de precipitaciones torrenciales, pues apenas distan 400 m. del muro con paramento fenicio del Cabezo de San Pedro. Por otra parte, la zona se encontraba en el límite con la línea de costa, y en el sondeo geológico realizado en el solar de Plaza de las Monjas 12 indica que entre -12 y -6 m. (González de Canales et alii 2004: 24-25 fig.) se trataba de un estrato gris con sedimentos de estuario marino y presencia de bivalvos y gasterópodos, mientras que en los estratos superiores abundan limos terciarios que deben haber venido arrastrados desde los cabezos inmediatos.

Durante la fase II de los solares de Méndez Núñez 7 y 13 sólo parece existir un círculo con cuñas de pizarra para insertar en ellos una serie de 5 betilos, los cuales se mantienen en uso en la fase III (Osuna et alii 2001: 179-180, fig. 4-5). Esta última fase, que comenzaría hacia el 550-500 a.C., aunque tiene varias unidades de habitación anexas a pequeño templo, estas parecen tener una función de almacenaje de ánforas púnicas, y al exterior se localizó galena, escorias de ‘sílice libre’ y un posible taller de orfebre (Osuna et alii 2001: 181, fig. 6).

Esta función religiosa, vinculada a un espacio sacro, debió existir previamente en la fase localizada estratigráficamente entre -5 y -6 m. de la que proceden los materiales arqueológicos recuperados, y explicaría bien su gran calidad y abundancia, tanto de cerámicas protogeométricas como la presencia de algunos objetos con posible uso cultual como 4 pequeños betilos (González de Canales et alii 2004: 140, lám. 62/9-12), cáscara de huevo de avestruz con restos de pintura (González de Canales et alii 2004: 171, lám. 70/5; Ruiz Cabrero 2004) o de astrágalos de hueso (González de Canales et alii 2004: 169, lám. 43/39-49 y 69/37-41) generalmente relacionados con la adivinación, que menciona Pausanias (VII, 25, 1) o astragalomanteia (Gilmour 1997: 173). Un cuenco con astrágalos junto a una serie de artefactos cultuales fue documentado en el estrato IVB-VA de Megiddo (Loud 1948: fig. 100-101, 388), ca. 920-900 AC y también han sido documentados en Taanach en el interior de una habitación de uso cultual en el siglo X AC (Lapp 1964: 26-32, 35-39), y en Megiddo o Huelva, a veces están perforados y rellenos de metal, cobre o bronce (Gilmour 1997: 168) o plomo (González de Canales et alii 2004: 169, lám. 43/44). Respecto a los betilos, Torres (2005: 295) ha manifestado sus dudas por sus pequeñas dimensiones, pues oscilan entre 25 y 16 cm., pero su presencia también en las fases más recientes del templo (Osuna et alii 2001: 179-180, fig. 4-5) sugiere no descartar de momento esta interpretación.

5. La cronología de la cerámica fenicia de Huelva según la secuencia de Tiro

Si intentamos desglosar la cronología de la cerámica fenicia presente en el estrato inferior del yacimiento de Méndez Núñez-Plaza de las Monjas, puesto que no se trata de un material procedente de un estrato arqueológico homogéneo, aunque sí sabemos que no procede de los estratos superiores, sólo cabe aproximarnos realizando una cronología relativa en función de su mayor representación en la secuencia de Tiro. Debemos tener en cuenta, como puede observase en las tablas anexas en función del tipo cerámico, que hay una notable continuidad de algunas de estas formas, en parte por la frecuente presencia de material residual, pero en función de los datos analizados, sugerimos la presencia provisionalmente de cuatro posibles fases, lo que implica que no consideramos que estamos analizando un estrato unifásico, cronológicamente homogéneo.

5.1. Huelva 1a

La primera fase está presente en Tiro 14, ca. 1015-975 AC, con cuencos hondos del tipo 6 (tabla 3) y cráteras (tabla 4), que tienen un porcentaje muy pequeño desde un punto de vista cuantitativo y podrían ser pervivencias en la fase siguiente. Sin embargo, creemos que podrían interpretarse como evidencias de los primeros contactos comerciales, sin instalación permanente de población tiria. En todo caso, formas como las cráteras apenas superan el estrato Tiro 11 y apuntan claramente a la presencia, al menos, de dos grandes fases.

Tabla 3. Fuente: Bikai (1978: 30-32, 31 tabla 5A, 48 tabla 11A) y González de Canales et alii (2004: 46).

Str.

TYRE DEEP BOWLS-CUENCOS

1

2

3

4

5

6 = Base 11

Base 11 = 6

Tyre

31

33

57

29

62

60

29

Huelva

13

1

0.46

2

0.54

0.13

0.03

3

0.31

0.12

0.08

4

0.09

0.23

0.05

0.05

5

0.72

0.43

0.14

6

1.39

0.20

0.20

7

0.23

8

0.28

0.28

0.28

0.22

0.06

0.06

9

0.16

0.11

0.16

0.11

0.05

10a
10b

0.62

0.38

0.20

0.19

0.67

0.38

0.10

0.10

0.10

11

0.16

0.11

0.05

12

0.35

0.14

0.03

13a
13b

0.04

0.20

0.17

0.08

0.17

0.16

14

0.07

0.33

1.20

0.06

Tabla 4. Fuente: Bikai (1978: 32, 31 tabla 5A, 53-54 tabla 13A) y González de Canales et alii (2004: 51, 86-92, 95-96).

Str.

KRATERS- CRÁTERAS

BLACK ON RED

CYPRIOT BICHROME WARE

PENDENT SEMICIRCLE PLATES

PENDENT SEMICIRCLE SKYPHOI

Tyre

137

29

16

7

24

Huelva

2

3

1

8 + ¿7?

1 + ¿1?

1

0.46

2

0.13

0.05

0.05

0.03

3

0.04

0.04

0.04

4

0.14

0.05

5

0.29

0.43

0.29

0.14

6

0.59

0.59

0.59

0.20

1.58

7

0.47

8

0.17

0.39

0.11

0.39

9

0.58

0.21

0.05

0.11

0.05

10a
10b

0.49

0.38

0.02

0.05

0.02

0.10

11

0.91

0.05

0.05

12

0.42

0.03

13a
13b

0.98

0.87

14

1.60

5.2. Huelva 1b

Una segunda fase, correspondería con el nivel Tiro 13, ca. 975-960 AC, entre los que se encontrarían el plato del tipo 13 (tabla 5), los jarros de los tipos 9 y 10 (tabla 6) y el ánfora del tipo 12 (tabla 7), sugiriendo una intensificación de los contactos, con una probable primera instalación de mercaderes fenicios en Huelva. Esta segunda fase podría unificarse con la primera, pues las cráteras disminuyen pero siguen estando presentes, pero resulta más dudoso respecto a cuencos hondos del tipo 6, que se convierten en residuales en Tiro 13.

Tabla 5. Fuente: Bikai (1978: 20-25, 21 tabla 3A) y González de Canales et alii (2004: 35-38).

Str.

TYRE PLATES-PLATOS

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

Tyre

71

1267

481

110

18

26

326

936

299

1619

1854

213

1046

65

Huelva

380

465

93

18

11

¿2?

1

8.33

7.87

4.63

0.46

4.17

0.46

0.46

2

0.62

13.7

6.28

1.40

0.21

0.05

1.34

3.33

0.35

0.67

0.24

0.08

0.19

3

0.35

27.9

8.72

1.54

0.35

0.31

2.61

7.57

0.69

0.69

0.04

0.27

4

0.96

0.41

0.46

0.82

0.05

0.73

8.98

17.8

3.44

2.11

0.87

0.23

5

1.43

8.44

7.15

11.0

4.01

0.29

0.43

6

0.20

2.77

6.93

15.4

1.98

0.40

3.17

7

2.10

3.03

19.3

6.06

0.93

0.93

8

4.25

2.70

12.5

7.72

0.28

2.26

9

1.05

0.95

10.6

8.86

0.53

3.37

0.26

10a
10b

0.12

0.67

0.10

0.48

10.8

8.59

12.3

11.6

0.20

1.43

3.34

5.44

0.17

0.10

11

0.53

0.16

6.67

7.79

0.96

7.20

0.32

12

0.28

0.21

4.62

11.8

1.22

7.10

0.38

13a
13b

0.27

0.17

0.23

0.70

0.63

2.61

6.88

11.1

2.42

3.83

7.86

7.14

0.23

14

1.20

4.59

1.20

6.53

0.53

Tabla 6. Fuente: Bikai (1978: 33-41, 34 tabla 6A) y González de Canales et alii (2004: 58-64).

Str.

TYRE JUGS-JARROS

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

Tyre

22

21

15

65

21

33

110

128

137

555

85

Huelva

34

32

1

3

¿3?

1

0.46

0.93

0.46

0.46

2

0.13

0.21

0.08

0.99

0.27

0.64

0.38

0.32

0.05

0.24

0.11

3

0.61

0.46

0.38

0.73

0.38

0.19

0.42

0.35

0.04

0.12

4

0.05

0.41

0.05

0.18

1.51

1.28

0.05

0.37

0.05

5

1.72

1.57

1.86

0.43

6

0.99

0.99

0.59

3.56

7

0.23

0.47

0.23

0.70

8

0.72

0.83

0.44

2.54

0.17

9

0.58

0.79

0.63

2.58

0.37

10a

10b

0.02

0.10

0.37

0.74

0.76

1.06

5.06

0.42

0.57

11

0.11

0.16

0.69

1.65

0.37

12

0.25

0.49

3.22

0.63

13a

13b

0.20

0.17

0.20

1.06

0.87

4.10

5.92

0.39

0.35

14

0.60

2.26

0.27

Tabla 7. Fuente: Bikai (1978: 43-49, 44 tabla 10A) y González de Canales et alii (2004: 68-71).

Str.

TYRE STORAGE JARS-ÁNFORAS

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

Tyre

11

34

15

163

245

40

15

41

3063

8

79

253

97

33

48

Huelva

28

¿1?

11

1

3.24

7.87

0.46

1.85

0.46

0.46

2

0.11

0.40

0.24

3.94

5.96

0.64

0.21

0.16

0.67

3

0.08

0.15

0.50

0.65

0.23

0.12

0.96

0.04

0.04

4

0.09

0.09

0.09

0.46

0.18

1.05

3.62

0.05

5

1.57

7.30

6

11.4

0.20

7

12.8

0.23

8

12.3

0.11

9

13.9

0.84

10a
10b

19.0

8.40

0.05

0.29

0.02

0.19

0.20

0.10

0.10

11

17.1

0.05

0.21

0.27

0.05

12

16.6

0.18

0.91

0.11

13a
13b

13.9

12.5

0.04

0.17

0.63

2.54

0.35

0.35

0.04

14

9.79

1.20

5.33

0.67

0.27

0.20

Si tenemos en cuenta las fechas del depósito de Huelva, estas parecen asociarse con este momento, con cuatro fechas ca. 973-936 AC y máximos entre las 6 fechas disponibles de ca. 997-925 AC (tabla 1). Esto implicaría que el cargamento de metal del pecio de Huelva pudo estar destinado al suministro de naves fenicias.

5.3. Huelva 2a

Una tercera fase está representada por materiales característicos de los niveles Tiro 10b y 10a, ca. 930-920 AC, donde destacan el plato del tipo 11 (tabla 5) y el ánfora de tipo 9 (tabla 7). Una posibilidad alternativa es que el material de esta fase aparezca de forma residual en Tiro 7-6, unificándose en este caso Huelva 2a y 2b.

A partir del 950/925 AC ya nos encontramos en la fase tradicionalmente denominada Bronce Final IIIB, que corresponde al Hierro I en las regiones meridionales de Andalucía (Mederos 1997b: tabla 3), siendo realmente importante el hallazgo de evidencias de elaboración de hierro (González de Canales et alii 2004: 150, 153 tabla 11, lám. 73/22) en las fases Huelva 2a o 2b, quizás ya desde el último cuarto del siglo X AC.

En este momento, coetáneo con Tiro 10 y 9, ca. 950-925 AC, Torres (2005: 298) sitúa el inicio de los contactos fenicios con Huelva, coetáneo con el tránsito e inicio del Hierro IIA en Israel según la cronología baja (Gilboa y Sharon 2003: 48-49), propugnando una fase precedente “prefenicia”, a inicios del siglo X AC, al que se asociaría el depósito de la ría de Huelva (Torres 2005: 297).

5.4. Huelva 2b

La mayor parte de la cerámica recuperada corresponde a una cuarta fase y sugiere la posible presencia de un asentamiento colonial en un sector de la ciudad. Se trata de un periodo tampoco conocido en otros yacimientos fenicios de la Península Ibérica, pues antecede a yacimientos como Morro de Mezquitilla (Málaga) (Schubart 1985) o Castillo de Doña Blanca (Cádiz) (Ruiz Mata 1985), y puede mayoritariamente asignarse a los niveles Tiro 7 y 6, ca. 875-825 AC, donde destacan los skyphoi y platos con semicírculos colgantes (tabla 4), junto con la presencia de cerámica Black on Red o cerámica chipriota bícroma (tabla 4).

Esta fase es la que parece haber sido confirmada por los análisis de carbono 14 realizados en la Universidad de Groningen con huesos de bóvidos recuperados junto con los materiales fenicios cuya media se distribuye al 94 % de probabilidades entre el 930-830 AC (Nijboer y van der Plicht 2006: 32 tabla 1), aunque GrN-29.512, ca. 915 AC (tabla 8), podría asociarse bien con la fase Huelva 3.

Tabla 8. Tipos de muestras: H: Hueso (Bone). Fuente: Nijboer y van der Plicht (2006: 32 tabla 1). Calib v. 4.2 según Stuiver et alii (1998).

Site

Province

B.P.

±

B.C.

max. CAL

CAL B.C.

min. CAL

Lab. nº & Sample Material

Méndez Núñez-Plaza de las Monjas

Huelva

2775

25

825

998

916

834

GrN-29.512/H

Méndez Núñez-Plaza de las Monjas

Huelva

2745

25

795

969

898

828

GrN-29.511/H

Méndez Núñez-Plaza de las Monjas

Huelva

2740

25

790

968

896

875

862

847

845

827

GrN-29.513/H

Tabla 9. Presencia más abundante de una forma presente en Huelva en el correspondiente estrato de Tiro.

Chronology

Tyre Levels

Mederos 2005

4

5

6-7

10a-10b

13

14

800-775

Plate 7
Plate 8

Fine Ware 5
Fine Ware 6

825-800

Plate 9
Jug 7
Jug 8

875-825

Plate 10
Black on Red
Cypriot Bichrome
pendent-semicircle Plate
pendent-semicircle Skyphos

900-875

920-900

930-920

Plate 11
Storage Jar 9

950-930

960-950

975-960

Plate 13
Storage Jar 12
Jug 9
Jug 10

1015-975

Deep Bowls 6
Krater

Tabla 10. Secuencia estratigráfica de Tiro, con la nueva propuesta cronológica (Mederos, 2005a: 333-335, tabla 16), indicándose en negrita la presencia más abundante de una forma documentada en Huelva y en el correspondiente estrato de Tiro. Fuentes: Bikai (1978: 68 y 1987: 68-69 tabla 2) y Bikai (Kition, n.d.) en (NS) Nicola Schreiber (2003: 208 n. 94). Sag/Ram, Sagona (1982)/Ramon (1995). EPG= Early Protogeometric. LPG=Late Protogeometric. SPG=Sub-Protogeometric. EG=Early Geometric. MG=Middle Geometric. WP=Cypriot White Painted.

Tyre

Key Pottery Tyre Settlement

Key Pottery Huelva

Bikai 1978, 1987

Schreiber 2003

Geometric

Mederos 2005

3

Middle Geometric II

Fine Ware Plates with external and internal red slip

Red slip Plates

Mushroom-lip Jugs

Decrease red burnished trefoil mouth Jugs

Red burnished Lamps

Sag/Ram 2iii Jars

Sag/Ram 7c/e Jars

Plate 7

Plate 8

Fine Ware 6

740-700/690

(2-3)

Kition

MG II 800-750

775-735

4

Main level with very fine red burnished ware 8.3 %

Red slip carinated Bowls

Red slip Plates

Mushroom-lip Jugs

Sag/Ram 2iii Jars

Red burnished Lamps

Fine Ware Plates with external and internal red slip

Red burnished trefoil mouth Jugs

Plate 7

Plate 8

Plate 9

Jar 9

Jug 7

Jug 8

Fine Ware 5

Fine Ware 6

760-740 (4-5)

Salamis

800-775

5

Cypriot White Painted III

Black on Red

Cypriot Bichrome

Red burnished Lamps

Fine Ware Plates with external and internal red slip

Main level with red burnished trefoil mouth Jugs

Plate 7

Plate 8

Plate 9

Plate 10

Plate 11

Jar 9

Jug 7

Jug 8

Jug 10

Fine Ware 6

Black on Red

Cypriot Bichrome

760-740 (4-5)

Salamis

825-800

6-7

Sub-Protogeometric I-IIIa pendent-semicircle Plate (6)

Black on Red (6-7)

Cypriot Bichrome (6)

Cypriot White Painted III (6)

Red burnished trefoil mouth Jugs (6-7)

Plate 9

Plate 10

Plate 11

Plate 13

Jar 9

Jug 7

Jug 8

Jug 10

Black on Red

Cypriot Bichrome

Sub-Protogeometric I-IIIa pendent-semicircle Plate pendent-semicircle Skyphos

800-760 (6-7)

Salamis

NS 6 820-780

NS 7 850-820

SPG I-IIIa 900-800

WP III 900-750

875-825

8

Attic Skyphos Early Geometric II- Middle Geometric I

Late Protogeometric Cauldron

Black on Red

Red burnished trefoil mouth Jugs

Sag/Ram 7c Jars=Storage Jar IV with button base

Increase red burnished

Plate 10

Plate 11

Plate 13

Jar 9

Jug 10

Black on Red

Sub-Protogeometric I-IIIa pendent-semicircle Plate

850-800 (8-9)

Salamis

NS 8 880-850

LPG 950-900

EG II 875-850

MG I 850-800

900-875

9

Late Protogeometric shallow Cauldron

Sub-Protogeometric I-IIIa pendent-semicircle Skyphos

Cypriot White Painted II-III

Black on Red

Fine Ware Plates with external red slip

Red burnished trefoil mouth Jugs

Bichrome Bowls

Red-slipped vessels

Sag/Ram 7c Jars

Plate 10

Plate 11

Plate 13

Jar 9

Jug 10

Black on Red

Sub-Protogeometric I-IIIa pendent-semicircle Plate

pendent-semicircle Skyphos

850-800 (8-9)

Salamis

NS 9 910-880

LPG 950-900

SPG I-IIIa 900-800

920-900

10a-10b

Late Protogeometric/Sub-Protogeometric I pendent-semicircle Skyphos (10a)

Sub-Protogeometric I-IIIa pendent-semicircle Plate (10a)

Cypriot White Painted II (10a)

¿Early Black on Red (10a)?

Deep Bichrome Bowls (10)

Red-slipped vessels (10)

Sag/Ram 7c Jars (10)

Cypriot White Painted II (10b)

Plate 10

Plate 11

Plate 13

Jar 9

Jug 10

Sub-Protogeometric I-IIIa pendent-semicircle Plate

pendent-semicircle Skyphos

850 (10a-10b)

Kouklia

NS 10a 940-910

NS 10b 960-940

LPG-SPG I 950-875

SPG I-IIIa 900-800

930-920

11

Middle Protogeometric Amphorae

Late Protogeometric Skyphos

Cypriot White Painted II

Sag/Ram 7c Jars

Plate 10

Plate 11

Plate 13

Jar 9

Jug 10

Krater

925-850

Kouklia

NS 11 990-960

MPG 975-950

LPG 950-900

WP II 950-900

950-930

12

Cypriot Bichrome

Cypriot White Painted I

Early Phoenician Bichrome Flask

Shallow Bichrome Bowls

Late Canaanite Jars

Plate 10

Plate 11

Plate 13

Jar 9

Jar 12

Jug 10

1000-925

Kouklia

NS 12 1050-990

960-950

13

Cypriot White Painted I

Early Phoenician Bichrome Flask

Sag/Ram 7c Jars

Late Canaanite Jars

Plate 11

Plate 13

Jar 12

Jug 9

Jug 10

Krater

1070/1050-1000

Kouklia

NS 1100-1050

WP I 1050-950

975-960

14

Late Sub-Mycenaean-Early Protogeometric

Cypriot White Slip I Skyphos

Philistine Bichrome

Early Phoenician Bichrome Flask

Sag/Ram 7c Jars

Lamps 1 spout

Plate 11

Plate 13

Deep Bowls 6

Krater

1200-1050/70

Sub-Myc.

1050-1020

EPG 1020-975

1015-975

6. El problema de la cronología de los reyes de Tiro e Israel

Uno de los aspectos más importantes a la hora de precisar el alcance de la presencia tiria en Huelva es definir cronológicamente que monarca tirio pudo haber incentivado este tipo de intercambios comerciales. De acuerdo con las fuentes clásicas, las expediciones a Tarsish enviadas por Hiram y Salomón y las fechas para los principales autores sobre el reinado de Hiram I (tabla 11) coinciden en la banda 970-950 AC, mientras pueden comenzar desde el 980 AC hasta finalizar hacia el 936 AC.

Tabla 11. Cronología de los reyes de Tiro. Fuentes: Peñuela (1954: 32); Albright (1955: 6-7); Lipinski (1970: 63-64); Cross (1972 y 2003: 252); Katzenstein (1973: 349 y 1992: 686-687), Peckham (1992b: 356) y Galil (1996)

Kings of Tyre

Chronology

Peñuela

Albright

Katzenstein

Lipinski

Cross

Peckham

Galil

Euli

729-694 (K)

729-701

Mattan II

730-729 (K)

734-

730-729

Hîrãm II

739-730 (K)

738-734

739-731

’Ittôba‘al II

750-740 (K)

760-738

?-740

Pu‘myatan-Pygmalion

831-785

820-774

831-785

831-785

830-760

832-785

Mattan I

840-832

829-821

840-832

840-832

840-830

841-832

Ba’almazzer II–Balbazeros

849-830 (A)

Ba‘al‘azor II

854-841

855-830 (K)

855-850 (A)

846-841

Ba‘li-ma‘zer II

846-841

850-840

847-841

’Ittôba‘al I

886-855

887-856

878-847

878-847

880-850

878-847

Pillês

887

888

879 (8 months)

879

880

879

‘Aštartrãm

896-888

897-889

888-880

888-880

890-880

888-879

Dalay‘aštart

908-897

909-898

900-889

900-889

900-890

900-888

‘Aštart

920-909

Anonymous ursurper

912-901

Anonymous ursurper

919-901

920-900

920-900

‘Abd‘aštart

929-921

918-910

921-913

928-920

930-920

929-920

Ba‘al‘azor I-Balezoros

946-930

935-919

928-922

Ba‘li-ma‘zer I

945-929

950-930

946-929

Hîrãm I

980-947

969-936

962-929

979-946

980-950

980-946

’Abiba‘al

-981

-970

1000-980

-980

Un segundo aspecto a definir es la cronología del reinado de Salomón, cuya contemporaneidad con el reinado de Hîrãm I de Tiro está recogida en las fuentes bíblicas. Las principales propuestas (tabla 12) sitúan a Salomón entre 955-930 AC, con prolongaciones desde 970 hasta 923 AC. Esto implica un solapamiento entre las bandas cronológicas más amplias, 980-936 AC para Hîrãm I y 970-923 AC para Salomón. En una banda estrecha donde coinciden los principales autores, 970-950 AC para Hîrãm I y 955-930 AC para Salomón, Hîrãm se solapa básicamente con David y Salomón con el final del reinado de Hîrãm y sobre todo con el reinado de Ba‘al‘azor I.

Tabla 12. Cronología de los reyes de Israel. Fuentes: Miller (1967: 288); Lipinski (1979: 70-71); Galil (1996: 147) y Liverani (2003/2005: 96 tabla 2, 127 tabla 3).

Kings of Israel
Chronology

Miller

Lipinski

Galil

Liverani

Jeroboam II

790-749

790-750/49

783-743

Joash

805-790

805-790

798-783

Jehoahaz

819-803

819-804/3

814-798

Jehu

844/2-

841-814

842/1-815/4

841-814

Joram

851/49-844/2

852-841

851-842/1

852-841

Ahaziah

853/1-851/49

853-852

852-851

853-852

Ahab

875/3-853/1

874-853

873-852

874-853

Omri

886/4-875/3

885-874

884-873

885-874

Tibni

885-882

884-880

885

Zimri

885 (7 days)

884

885

Elah

887/5-886/4

886-885

885-884

886-885

Baasha

904/2-887/5

909-886

908-885

908-886

Nadab

905/3-904/2

910-909

909-908

910-908

Jeroboam I

925/3-905/3

930-910

931/0-909

930-910

Solomon

-925/3

955-930

970-930

David

1010-970

Saul

1020-1010

No obstante, las propuestas que defienden una cronología baja propugnan el desplazamiento de las estructuras monumentales como la puerta de seis cámaras o las “caballerizas” de Megiddo y las cerámicas tradicionalmente atribuidas al reinado de Salomón, de la primera mitad del siglo X, hasta el reinado de Omri y su hijo Ahab, ca. 885-853 a.C., en la primera mitad del IX a.C., apoyándose en las estelas de Mesá y Dan, que informan sobre la extensión del reino de Israel hacia Moab y Aram-Damasco (Finkelstein y Silberman 2001/2003: 154-159, 189-217). Megiddo VA-IVB correspondería a la banda cronológica ca. 900-820 a.C., coetáneo con la primera aparición de la cerámica Black on Red (Finkelstein 1996: 178-179, 184-185 y 1999: 63) y se defiende que Jerusalén en el siglo X AC fue un pequeño y modesto asentamiento no fortificado (Finkelstein 2001 y 2005: 35-36; Finkelstein y Silberman 2001/2003: 150).

7. Rutas fenicias en el Mediterráneo correlacionables con las fases cerámicas identificables en Huelva

Teniendo en cuenta los datos cronológicos previamente discutidos, que aportan la cerámica fenicia de Huelva, Tiro y la cronología histórica atribuida a los monarcas de Tiro e Israel, se puede intentar buscar posibles escalas intermedias en la ruta mediterránea desde Tiro hasta Huelva.

La primera fase de estos contactos, ca. 1015-975, 1000 AC en cifras redondas, estaría presente en las sepulturas 44, 49 y 58 de Palaepaphos-Skales, que cuenta con ánforas del tipo 9 de Tiro y los contextos pueden incluirse en la fase final del Chipro-Geométrico IA, ca. 1050-1000 AC. Por otra parte, si se aceptan las dataciones paleográficas que han realizado autores como F. Cross de piezas como la inscripción del cuenco de bronce de la Sepultura J de Tekke, actual Ambelokipi, en Creta, a 1 km. al NW. de Cnoso, ca. 1025-1000 AC (Cross 1980: 15, 17 y 1986: 118, 125) y de la estela fragmentada de Nora en Cerdeña, ca. 1100/1025-1000 AC, por tener la escritura en boustrophedon, la primera línea de derecha a izquierda y la segunda de izquierda a derecha, una práctica que después abandonaron los escribas fenicios (Cross 1974: 490, 492; 1986: 123 y 1987: 65-66, 68-71), nos encontraríamos con dos nuevas escalas intermedias en la ruta hacia Occidente.

Tabla 13. Correlación de las propuestas de fases de Huelva con posibles escalas intermedias en la ruta mediterránea desde Tiro hasta Huelva.

Huelva 2a

930-920

Crete

925-880

Cyprus

950-900

CG II

Tyre

‘Abd‘astart

930-921 (Peckham)

928-920 (Cross)

Israel

Jeroboam I

Plate 11

Storage Jar 9

Kommos Temple A Floor 2

Storage Jar 9

Palaepaphos-Skales

Sep. 80

Storage Jar 9, 10

Egypt

Shoshenq I

945-925

Huelva 1b

975-960

Tyre

Hiram I

980-951 (Peckham)

979-946 (Cross)

969-936 (Katzenstein)

Israel

Solomon

970-930 (Liverani)

955-930 (Lipinski)

Plate 13

Storage Jar 12

Jug 9

Jug 10

Egypt

Siamun

979-961

Huelva 1a

1015-975

Sardinia

1025

Crete

1025-1000

Cyprus

1050-1000

CG IA

Tyre

Abiba‘al

ca. 1000-980

Israel

David

ca. 1010-970

Deep Bowls 6

Krater

Nora

Fragmentary Stele

Inscription

1025-1000 (Cross, Peckham)

Tekke Sep. J Bronze Bowl Inscription

1050-1025 (Puech)

1025-1000 (Cross)

1000 (Lipinski, Peckham)

Palaepaphos-Skales

Seps. 44, 49, 58

Storage Jar 9

Egypt

Amenemope

994-986

Psusennes I

1040-995

Lo más llamativo de su propuesta es que ya advertía en 1974 que la estela fragmentada de Nora implicaba que habría que “empujar hacia atrás la presencia documentada de los fenicios en el Mediterráneo Occidental dos siglos” (Cross 1974: 492). Esta polémica cronología fue criticada por Röllig (1983: 126-128, fig. 1 y 4) y Lipinski (1999: 667-668 y 2004: 236-237 fot.) quienes enfatizaron la ausencia de pruebas arqueológicas de una presencia tan temprana en el Mediterráneo, consideraron que no era posible una lectura en boustrophedon y publicaron el fragmento de estela con diferente orientación, argumentos rebatidos por Cross (1986: 122-123).

No obstante, otros reconocidos epigrafistas han propuesto fechas, en general menos elevadas, para la estela fragmentada de Nora del 1025-1000 AC (Peckham 1992a: 413 y 1999: 351), 850-800 AC (Lipinski 2004: 236) u 825 AC (Lipinski 1999: 669, 671), +830 AC (Amadasi Guzzo y Guzzo 1986: 66), o la presencia de letras del siglo X y otras del siglo VIII AC (Ferron 1969: 70). No obstante, coinciden bastante sobre la inscripción de Tekke, que se ha situado en el 1050-1025 AC (Puech 1983: 385), 1000 AC (Lipinski 1983: 130-133; Peckham 1999: 350) o 900 AC (Sznycer 1979: 90, 93; Amadasi Guzzo 1987: 13). En todo caso, la fase Huelva 1a implica que los contactos se iniciaron al menos desde el reinado de ’Abiba‘al (ca. 1000-980 AC) y David (ca. 1010-970 AC).

La segunda fase de contactos con Huelva, ca. 975-960 AC, que coincide con las fechas más aceptadas para la banda cronológica del reino de Hîrãm, ca. 970-950 AC, no presenta de momento escalas intermedias en el Mediterráneo. En todo caso, las anteriores fechas paleográficas deben considerarse aproximadas y es posible que se inserten en este momento, aunque lo importante es que comienzan a tener una mayor coherencia interna dentro del nuevo contexto cronológico.

La tercera fase en Huelva, ca. 930-920, tiene un buen referente en la continuidad del ánfora del tipo 9 de Tiro en contextos del Mediterráneo como la sepultura 80 Palaepaphos-Skales en Chipre, ya en el Chipro-Geométrico II, 950-900 AC, o el suelo 2 del Templo A de Kommos en Creta.

La fase final de Huelva, ca. 875-825 AC, tiene su mejor indicador en la distribución de los platos con semicírculos colgantes en todo el Mediterráneo Oriental (Coldstream 2000: 22-24 fig. 7), señalando un incremento significativo de los contactos y ya un posible asentamiento permanente de población fenicia en Huelva, al menos en el sector portuario.

8. Conclusiones

El registro arqueológico disponible sugiere un interés micénico y chipriota para acceder al comercio de metales atlántico a lo largo del Bronce Final II-III, ca. 1300-950/925 AC (Mederos 1997a, 2002 y 2005b), pues se buscaba acceder a fuentes alternativas de estaño a las habitualmente disponibles en el Mediterráneo Oriental. Las cerámicas micénicas de Montoro (Córdoba) debieron penetrar desde la desembocadura del río Guadalquivir, ascendiendo por el río, lo que implica ya una presencia de navegantes del Mediterráneo Oriental en el Océano Atlántico desde el Bronce Final II.

El conocimiento de esta ruta debió ser trasmitido a los tirios desde inicios del siglo X AC, y quizás desde un momento contemporáneo a los reinados de Hîrãm de Tiro y Salomón de Israel, ca. 975-950 AC, pues Hîrãm se solapa básicamente con David y Salomón con el final del reinado de Hîrãm, ca. 955-950 AC, los fenicios se comenzaron a instalar de forma más o menos estable en Huelva, un centro indígena que incrementó su capacidad de atracción de población local hasta alcanzar una superficie de ca. 35 Ha.

En función de la cerámica fenicia recuperada del estrato inferior del yacimiento de Méndez Núñez-Plaza de las Monjas, no lo consideramos un estrato unifásico, cronológicamente homogéneo y sugerimos provisionalmente la presencia de cuatro posibles fases, Huelva 1a-Tiro 14, ca. 1015-975 AC; Huelva 1b-Tiro 13, ca. 975-960 AC; Huelva 2a-Tiro 10b y 10a, ca. 930-920 AC; y Huelva 2b-Tiro 7 y 6, ca. 875-825 AC. Una posibilidad alternativa sería unificar el material de Huelva 1a-b y Tiro 13 ca. 975-960 AC y Huelva 2a-b y Tiro 7-6 ca. 875-825 AC., por la presencia de formas cerámicas ya menos frecuentes en estratos más modernos, lo que implicaría la presencia de dos grandes fases.

Esta temprana presencia fenicia en el Atlántico explica la posterior fundación, en la primera mitad del siglo VIII AC, de centros como Lisboa con ca. 15 Ha., en la ruta atlántica septentrional en dirección hacia el comercio de estaño, oro y ámbar, o Lixus con ca. 12 Ha., orientado hacia la ruta atlántica meridional desde donde provenía el marfil, los huevos de avestruz, la púrpura y el garum que se obtenía de los atunes.

La caída de dos colonias asirias cerca de Carchemish durante el reino de Ashur-rabi II (1012-972 AC), por la presión aramea, cortó los lazos entre Asiria y el Mediterráneo (Ikeda 1982: 233) durante el mandato del rey David en Israel, ca. 1010-970 AC (Liverani 2003/2005: 96 tabla 2) o ca. 1000-961 AC (Albright 1950: 174). A ello se sumó los problemas internos en Egipto durante el Tercer Periodo Intermedio, con una serie de faraones débiles durante la XXI Dinastía, como Amenemope-Userma‘atre‘setepenamun (994-985 AC) y Osorkón I-‘Akheperre ‘setepenre‘ (985-979 AC) (Kitchen 1996: 12), afectados por la división del país entre el reino de Tanis en el norte y una teocracia en Tebas que controló las regiones meridionales.

Esta debilidad asiria y egipcia coincidió con el inicio de una nueva dinastía en Tiro, cuyo primer monarca, ’Abiba‘al, rompió los lazos de su ciudad con los filisteos y probablemente con los sidonios, a raíz de la victoria militar de David sobre los filisteos hacia ca. 975 AC, y probablemente estableció una alianza con David para romper la hegemonía marítima y terrestre filistea (com. pers. de Albright a Katzenstein 1973: 75).

A finales de la Dinastía XXI, con el penúltimo faraón, la situación comenzó a cambiar. El faraón Siamun-Netjerkheperre‘setepenamun (979-959 AC) envió una expedición militar que arrasó varias ciudades filisteas destruyendo Tel Mor (nivel III), quizás Beth-Shemesh (nivel IIb) y Gezer, y situó a Filistea bajo la órbita política egipcia (Malamat 1963: 12-13, 17). Esta operación se cerró con un pacto entre el faraón y Salomón (970/955-930 AC), sellado con el matrimonio del rey israelita con la hija de Siamun, a la cual el faraón concederá en dote la ciudad de Gezer y los territorios inmediatos.

Es especialmente interesante que parece intuirse un descenso de los contactos durante la etapa de hegemonía egipcia bajo el faraón Shoshenq I- Hedjkheperre‘setepenre‘ (945-924 AC), de asociarse Shoshenq con la referencia bíblica de Shishak (Jer. 25.26; 1 Kgs 14.25) (Mazar 1957; Kitchen 1989 y 2001: 8; Na‘aman 1998; Shortland 2005), cuando se reanudó la política intervencionista en la región de Gaza.

El reinado de ‘Abd‘aštart, ca. 930-920 AC, coincide con la tercera fase documentada en Huelva, y puede vincularse a escalas intermedias en Palepaphos-Skales de Chipre y Kommos en Creta. El reinado de su sucesor, ‘Aštart o un ursurpador anónimo, ca. 920-900 AC, indicativo de una etapa de inestabilidad, quizás explique el descenso de los contactos con Occidente que podría inferirse de este registro aún preliminar onubense.

Finalmente, la fase final y mejor representada en Huelva, ca. 875-825 AC, con una probable factoría fenicia en un sector de Huelva, coincide con el apogeo de los contactos a lo largo de todo el Mediterráneo Oriental en función de la distribución de los platos con semicírculos colgantes (Coldstream 2000: 22-24 fig. 7), y corresponde a una nueva etapa que comienza con ’Ittôba‘al I, y continúa durante los reinados de Ba‘al‘azor II, Ba’almazzer II, Mattan I y el comienzo del reinado de Pu‘myatan-Pygmalion.

Sobre este último rey, cuyo reinado empezó ca. 832-830 AC, quizás presente en la estela más completa de Nora, Cross (1986: 120) sugiere que el título de Milkaton, hijo de Subna, ngd l-pmy, el oficial de Pummay, en griego Pygmalion, pudiera significar que Milkaton encabezó una expedición militar del rey de Tiro, Pu‘myatan, si se identifica con el monarca y no como el dios chipriota Pumay. Esta expedición militar, realizada a fines del siglo IX o inicios del siglo VIII AC, estuvo en Tarsis tršš y Cerdeña šrdn, y para conmemorar Milkaton esta campaña de “pacificación” levantó una estela por su victoria al hacer escala, durante el viaje de regreso, en el puerto de Nora. Y al santuario de Gadir, el rey de Tiro Pu‘myatan envió como ofrenda un olivo de oro y esmeraldas según Filostrato en Vita Apollonius de Tyana.

Agradecimientos

Esta investigación se inserta dentro del proyecto de investigación BHA2000-0736 del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Una versión preliminar de este trabajo se presentó como parte de una conferencia en el Semitic Museum, Harvard University, en Mayo de 2005. Queremos agradecer a Jo Ann Hackett, Joseph Greene y Larry Stager su invitación a presentarla, el apoyo de C.C. Lamberg-Karlovsky y M. Almagro Gorbea, la lectura del texto a M. Torres y la amabilidad permanente de Juana Bedía, Francisco Gómez Toscano, Francisco González de Canales y Jorge Llompart en atender nuestras consultas.

Bibliografía

ALBELDA, J. (1923): “Bronzes de Huelva (Espagne)”, Revue Archeologique, 5ª S., 18: 222-226.

ALBRIGHT, W.F. (1950): “Some Oriental Glosses on the Homeric Problem”, American Journal of Archaeology 54: 162-176.

— (1955): “The New Assyro-Tyrian Synchronism and the Chronology of Tyre”, Mélanges Isidore Lévy. Annuaire de l’Institut de Philologie et d’Histoire Orientales et Slaves 13, 1953: 1-9.

— (1958): “Was the Age of Solomon Without Monumental Art”, Dedicated to profesor Benjamín Mazar on his Fiftieth Birthday. Eretz-Israel 5: 1-9.

ALMAGRO BASCH, M. (1940): “El Hallazgo de la Ría de Huelva y el Final de la Edad del Bronce en el Occidente de Europa”, Ampurias 2: 85-143.

— (1958): “Depósito de la Ría de Huelva”, Inventaria Archaeologica. España. Fascículo 1-4. E-1. Instituto Español de Prehistoria. Madrid.

ALMAGRO GORBEA, M. (1977): El Bronce Final y el Periodo Orienta­lizante en Extremadura. Bibliotheca Praehistorica Hispana, 14. Instituto Español de Prehistoria del C.S.I.C-Universidad de Valencia. Madrid.

ALMAGRO GORBEA, M. y FONTES, F. (1997): “The introduction of wheel-made pottery in Iberia Peninsula: Myceneans or pre-Orientalizing contacts?”, Oxford Journal of Archaeology 16 (3): 345-361.

AMADASI GUZZO, M.G. (1987): “Iscrizioni semitiche di nord-ouest in contesti greci e italici (X-VII sec. A.C.)”., en C. Grotanelli y N.F. Parise (eds.), Oriente e Occidente. Dialoghi di Archeologia, 3ª S., 5 (2): 13-27.

AMADASI GUZZO, M.G. y GUZZO, P.G. (1986): “Di Nora, di Eracle gaditano e della più antica navigazione fenicia”, en G. del Olmo y Mª.E. Aubet (eds.), Los fenicios en la Península Ibérica. Aula Orientalis, 4 (1-2): 59-71.

ARANEGUI GASCÓ, C. (ed.) (2000): Lixus. Colonia fenicia y ciudad púnico-mauritana. Anotaciones sobre su ocupación medieval. Saguntum Extra, 4. Universidad de Valencia. Valencia.

— (ed.) (2004): Lixus-2 Ladera Sur. Excavaciones arqueológicas marroco-españolas en la colonia fenicia. Campañas 2000-2003. Saguntum Extra, 6. Universidad de Valencia. Valencia.

ARRUDA, A.M. (1999-2000): Los fenicios en Portugal. Fenicios y mundo indígena en el centro y sur de Portugal (siglos VIII-VI a.C.). Cuadernos de Arqueología Mediterránea, 5-6. Universidad Pompeu Fabra. Barcelona.

AUBET SEMMLER, Mª.E. (ed.) (2004): The Phoenician Cementery of Tyre-Al Bass. Excavations 1997-1999. Baal, hors série, 1. Direction Génerale des Antiquités. Ministère de la Culture. Beirut.

BAZZANA, A. y BEDIA, J. (1994): “Saltés y el Suroeste peninsular”, en J. Campos, J. Pérez y F. Gómez Toscano (ed.), Arqueología en el entorno del Bajo Guadiana: 619-644. Huelva.

BEDÍA GARCÍA, J. (2005): “El mobiliario protohistórico y antiguo”, en A. Bazzana y J. Bedia (eds.), Excavaciones en la isla de Saltés (Huelva) 1988-2001: 230-259. Arqueología Monografías. Consejería de Cultura. Junta de Andalucía. Sevilla.

BENDALA GALÁN, M. (1979): “Las más antiguas navegaciones griegas a España y el origen de Tartessos”, Archivo Español de Arqueología 52 (139-140): 33-38.

BIKAI, P. MAYNOR (1978): The Pottery of Tyre. Aris & Philips. Warminster.

BOSCH GIMPERA, P. (1954): “La Edad del Bronce de la Península Ibérica”, Archivo Español de Arqueología, 27 (89-90): 45-92.

BRANDHERM, D. (e.p., 2003): Las espadas del Bronce Final en la Península Ibérica y Baleares. Prähistorische Bronzefunde, IV. Schwerter. Franz Steiner Verlag. Stuttgart.

BRADLEY, R. (2005): Ritual and Domestic Life in Prehistoric Europe. Routledge. London-New York.

CANN, J.R. y RENFREW, A.C. (1964): “The characterization of obsidian and its application to the Mediterranean region”, Proceedings of the Prehistoric Society 30: 111-133.

CINTAS, P. (1954): Contribution a l’etude de l’expansión carthaginoise au Maroc. Publications de l’Institut des Hautes-Etudes Marocaines, 56. Paris.

COLDSTREAM, J.N. (2000): “Exchanges Between Phoenicians and Early Greeks”, National Museum News, Beirut, 11: 15-32.

COLDSTREAM, J.N. y BIKAI, P.M. (1982): “Early Greek Pottery in Tyre and Cyprus: some preliminary comparisons”, Report of the Department of Antiquities Cyprus 1988 (2): 35-44.

CROSS, F.M. (1972): “An Interpretation of the Nora Stone”, Bulletin of the American Schools of Oriental Research 208: 13-19.

— (1974): “Leaves from an Epigraphist’s Notebook. 2. The Oldest Phoenician Inscription from the Western Mediterranean”, Patrick W. Skehan Festschrift. The Catholic Biblical Quarterly, 36 (4): 486-495.

— (1980): “Newly Found Inscriptions in Old Canaanite and Early Phoenician Scripts”, Bulletin of the American Schools of Oriental Research 238: 1-20.

— (1986): “Phoenician in the West: the Early Epigraphic Evidence”, en M.S. Balmuth (ed.), Studies in Sardinian Archaeology. II. Sardinia in the Mediterranean: 116-130. The University of Michigan Press. Ann Arbor.

— (1987): “The oldest Phoenician inscription from Sardinia: the fragmentary stele from Nora”, en D.M. Golomb y S.T. Hollis (eds.), Working With No Data. Semitic and Egyptian studies presented to Thomas O. Lambdin: 65-74. Eisenbrauns. Winona Lake.

— (2003): Leaves from an Epigrapher’s Notebook. Collected Papers in Hebrew and West Semitic Paleography and Epigraphy. Eisenbrauns. Winona Lake, Indiana.

DÍAZ, E. (1923): “Objetos de bronce en la ría de Huelva”, Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, 2 (1): 37-40.

ESTRABÓN (1992): Geografía. Libros III-IV. Trad. de Mª.J. Meana y F. Piñero. Biblioteca Clásica Gredos, 169. Gredos. Madrid.

FERNÁNDEZ JURADO, J. (1987): “Excavaciones de urgencia del solar nº 5 de la calle Méndez Núñez (Huelva), 1985”, Anuario Arqueológico de Andalucía 1985. III. Actividades de Urgencia: 174-176. Junta de Andalucía. Sevilla.

FERNÁNDEZ JURADO, J. y GARCÍA SANZ, C. (2001): “Excavaciones arqueológica en el solar 7-13 de la calle Méndez Núñez y 12 de la Plaza de las Monjas de Huelva”, Anuario Arqueológico de Andalucía 1997. III. Actividades de Urgencia: 336-339. Junta de Andalucía. Sevilla.

FERRER ALBELDA, E. (1991): “Notas aclaratorias sobre el escarabeo de la ría de Huelva”, Habis 22: 411-416.

FERRER ALBELDA, E.; GARCÍA HERNÁNDEZ, F.J.; GONZÁLEZ ACUÑA, D.; MUÑOZ GARCÍA, E. y MORO, F.J. (1997): “Dos notas sobre el depósito de la Ría de Huelva”, Spal 6: 67-85. http://dx.doi.org/10.12795/spal.1997.i6.05

FERRON, J. (1969): “La seconde inscription Archaïque de Nora: C.I.S. 145”, Festschrift Herbert Jansky. Wiener Zeitschrift für die Kunde des Morgenlandes 62: 62-75.

FILÓSTRATO (1992): Vida de Apolonio de Tiana. Trad. A. Bernabé Pajares. Biblioteca Clásica Gredos, 18. Madrid.

FINKELSTEIN, I. (1996): “The Archaeology of the United Monarchy: An Alternative View”, Levant 28: 177-187.

— (1999): “Hazor and the North in the Iron Age: A Low Chronology Perspective”, Bulletin of the American Schools of Oriental Research 314: 55-70.

— (2001): “The Rise of Jerusalem and Judah: The Missing Link”, Levant 33: 105-115.

— (2005): “A Low Chronology Update. Archaeology, History and Bible”. En T.E. Levy y T. Higham (eds.): The Bible and Radiocarbon Dating. Archaeology, Text and Science (Oxford, 2003): 31-42. Equinox. London-Oakville.

FINKELSTEIN, I. y SILBERMAN, N.A. (2001): The Bible Unearthed: Archaeology’s New Vision of Ancient Israel and the Origin of Its Sacred Texts. Free. New York.

— (2003): La Biblia desenterrada. Una nueva visión arqueológica del antiguo Israel y de los orígenes de sus textos sagrados. Siglo XXI. Madrid.

GALIL, G. (1996): The Chronology of the Kings of Israel and Judah. Studies in the History and Culture of the Ancient Near East 9. E.J. Brill. Leiden.

GAMER-WalLert, I. (1982): “Zwei Statuetten Syro-ägyptischer Göttheiten von der ‘Barra de Huelva’”, Madrider Mitteilungen 23: 46-61.

GARCÍA y BELLIDO, A. (1970): “Escarabeo en bronce de Amenophis III (1408-1372) de la ría de Huelva”, Boletín de la Real Academia de la Historia 166: 61-62.

GARRIDO, J.P. y ORTA, E.Mª. (1966): “Hércules en la isla Saltes. Huelva”, en A. Beltrán (ed.), IX Congreso Nacional de Arqueología (Valladolid, 1966): 255-257. Secretaría General de los Congresos Arqueológicos Nacionales. Zaragoza.

GILBOA, A. y SHARON, I. (2003): “An Archaeological Contribution to the Early Iron Age Chronological Debate: Alternative Chronologies for Phoenicia and their Effects on the Levant, Cyprus and Greece”, Bulletin of the American Schools of Oriental Research 332: 7-80.

GILMOUR, G. (1997): “The Nature and Function of Astragalus Bones from Archaeological Contexts in the Levant and Eastern Mediterranean”, Oxford Journal of Archaeology 16 (2): 167-175.

GOMES, M. Varela y MONTEIRO, J. Pinho (1977): “Las estelas decoradas de Pomar (Beja-Portugal). Estudio comparado”, Trabajos de Prehistoria 34: 165-214.

GÓMEZ-MORENO MARTÍNEZ, M. (1923): “Hallazgo arqueológico en el Puerto de Huelva”, Boletín de la Real Academia de Historia 83: 89-91.

GÓMEZ TOSCANO, F. (1997): El final de la Edad del Bronce entre el Guadiana y el Guadalquivir. El territorio y su ocupación. Universidad de Huelva. Huelva.

—— (e.p.): “Los fenicios en el Suroeste atlántico. Una revisión desde el registro arqueológico de Huelva”, en A. Arruda (ed.), VI Congresso Internazionale di Studi Fenici e Punici. (Lisboa, Septiembre 2005). Universidade de Lisboa. Lisboa.

GÓMEZ TOSCANO, F. y CAMPOS, J.M. (2001): Arqueología en la ciudad de Huelva (1966-2000). Universidad de Huelva. Huelva.

GONZÁLEZ DE CANALES, F.; SERRANO, L. y GARRIDO, J.P. (2000): “Nuevas inscripciones fenicias en Tartessos: su contexto histórico”, en Mª.E. Aubet y M. Barthélemy (eds.), IV Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos (Cádiz, 1995), IV: 227-238. Universidad de Cádiz. Cádiz.

GONZÁLEZ DE CANALES, F.; SERRANO, L. y LLOMPART, J. (2005): El emporio fenicio precolonial de Huelva (ca. 900-770 a.C.). Biblioteca Nueva. Madrid.

GRAU, E.; PÉREZ JORDÁ, G.; IBORRA, Mª.P.; RODRÍGO, Mª.J.; RODRÍGUEZ SANTANA, C.G. y CARRASCO PORRAS, Mª.S. (2000): “Gestión de recursos y economía”, en C. Aranegui (ed.), Lixus. Colonia fenicia y ciudad púnico-mauritana. Anotaciones sobre su ocupación medieval. Saguntum Extra, 4: 191-230. Universidad de Valencia. Valencia.

HARRISON, R.J. (1974-75): “Nota acerca de algunas espadas del Bronce Final en la Península Ibérica”, Ampurias 36-37: 225-233.

— (2004): Symbols and Warriors. Images of the European Bronze Age. Western Academic & Specialist Press. Bristol.

HAWKES, C.F.C. (1952): “Las relaciones en el Bronce Final, entre la Península Ibérica y las Islas Británicas con respecto a Francia y la Europa Central y Mediterránea”, Ampurias 14: 81-119.

HERNÁNDEZ GÓMEZ, C.M.; GALVÁN, B. y BARRO, A. (2002): “Centros de producción obsidianica en la Prehistoria de Tenerife”, en F. Morales Padrón (ed.), XIV Coloquio de Historia Canario-Americana (Las Palmas, 2000): 45-73. Cabildo Insular de Gran Canaria. CD-Rom. Las Palmas.

IKEDA, Y. (1982): “Solomon’s Trade in Horses and Chariots in Its International Setting”, en T. Ishida (ed.), Studies in the Period of David and Solomon and other Essays: 215-238. Yamakawa-Shuppansha.

JIMÉNEZ ÁVILA, J. (2002): La Toréutica Orientalizante en la Península Ibérica. Bibliotheca Archaeologica Hispana, 16. Real Academia de Historia. Madrid.

KARAGEORGHIS, V. (1982): “Cyprus Between the Orient and the Occident in the Eleventh Century B.C.”, Archéologie au Levant. Recueil a la mémoire de Roger Saidah. Collection de la Maison de l’Orient Mediterranéen 12, Serie Archéologique 9: 173-178. Lyon.

— (1983): Ausgrabungen in Alt-Paphos auf Cypern. 3. Palaepaphos-Skales. An Iron Age Cemetery in Cyprus. Universitätsverlag Konstanz GMBH.

KATZENSTEIN, H.J. (1973): The History of Tyre. From the Beginning of the Second Millenium B.C.E. until the Fall of the Neo-Babylonian Empire in 538 B.C.E. The Schocken Institute for Jewish Research. Jerusalem.

— (1992): “Tyre”, The Anchor Bible Dictionary. 6: 686-690, D.N. Freedman (ed.). Doubleday. New York.

KITCHEN, K.A. (1989): “Shishak’s Military Campaign in Israel Confirmed”, Biblical Archaeological Review 15 (3): 32-33.

— (1996): “The Historical Chronology of Ancient Egypt, A Current Assessment”, en K. Randsborg (ed.): Absolute Chronology. Archaeological Europe 2500-500 BC. Acta Archaeologica 67: 1-13.

— (2001): “The Shoshenqs of Egypt and Palestine”, Journal for the Study of the Old Testament 93: 3-12.

LAPP, P. (1964): “The 1963 Excavations at Ta’annek”, Bulletin of the American Schools of Oriental Research 173: 4-44.

LECLANT, J. (1955): “Fouilles et travaux en Égypte, 1953-1954. 5. Maroc Espagnol”, Orientalia 24: 296-317.

LIPINSKI, E. (1970): “Ba’li-Ma’zer II and the Chronology of Tyre”, Rivista degli Studi Orientali 45 (1-2): 59-65.

— (1979): “Aram et Israël du Xe au VIIIe siècle av. n.è.”, Acta Antiqua 27: 49-102.

— (1983): “Notes d’épigraphie phénicienne et punique”, Orientalia Lovaniensia Periodica 14: 129-165.

— (1999): “Nora Fragment”, Mediterraneo Antico 2: 667-671.

— (2004): Itineraria Phoenicia. Studia Phoenicia, 18. Orientalia Lovaniensia Analecta, 127. Uitgeverij Peeters. Leuven-Dudley, Ma.

LIVERANI, M. (2003): Oltre la Bibbia. Storia antica di Israele. Gius, Laterza & Figli. Roma-Bari.

— (2004): Más allá de la Biblia. Historia antigua de Israel. Crítica. Barcelona.

LOUD, G. (1948): Megiddo II. Seasons 1935-9. Oriental Institute Publications, 62. University of Chicago Press. Chicago.

LUZÓN NOGUÉ, J.Mª. (1962): “Tartessos y la Ría de Huelva”, Zephyrus 13: 97-104.

MARTÍN DE LA CRUZ, J.C. (1987): “¿Cerámicas micénicas en Andalucía?”, Revista de Arqueología 8 (78): 62-64.

MARTÍN DE LA CRUZ, J.C. (1988): “Mykenische Keramik aus bronzezeitlichen Siedlungs schichten von Montoro aus Guadalquivir”, Madrider Mittelungen 29: 77-92.

MAZAR, B. (1957): “The Campaign of Pharaoh Shishak to Palestine”, Congrès International pour l’étude de l’Ancien Testament (Strasbourg, 1956). Supplements to Vetus Testamentum 4: 57-66. E.J. Brill. Leiden.

McGOVERN, P. y MICHEL, R. (1984): “Royal Purple and the Pre-Phoenician Dye Industrie of Lebanon”, Masca Journal 3 (3): 67-70.

MEDEROS MARTÍN, A. (1996): “La conexión levantino-chipriota. Indicios de comercio atlántico con el Mediterráneo Oriental durante el Bronce Final (1150-950 AC)”, Trabajos de Prehistoria 53 (2): 95-115.

— (1997a): “Cambio de rumbo. Interacción comercial entre el Bronce Final Atlántico ibérico y el micénico en el Mediterráneo Central (1425-1050 A.C.)”, Trabajos de Prehistoria 54 (2): 113-134.

— (1997b): “Nueva cronología del Bronce Final en el occidente de Europa”, Complutum 8: 73-96.

— (1999): “¿Por qué Villena? Comercio de oro, estaño y sal durante el Bronce Final I entre el Atlántico y el Mediterráneo (1625-1300 AC)”, Trabajos de Prehistoria 56 (2): 115-136.

— (2002): “Chipriotas o micénicos. Naves y cargamentos mixtos en el Mediterráneo Central (1300-1200 AC)”, Academia de España en Roma 2002: 85-88.

— (2003-04): “Una colonización competitiva. Tkr, Mšwš y las tradiciones de fundación de Massia (Murcia) y Sexi (Granada)”, Anales de Prehistoria y Arqueología 19-20: 123-141.

— (2005a): “La cronología fenicia. Entre el Mediterráneo Oriental y el Occidental”, en S. Celestino y J. Jiménez Ávila (eds.), Congreso de Protohistoria del Mediterráneo Occidental. El periodo orientalizante (Mérida, 2003). Anejos de Archivo Español de Arqueología 33: 305-346. Instituto de Arqueología de Mérida. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid.

— (2005b): “Las puertas del sol. Ugaríticos y chipriotas en el Mediterráneo Central y Occidental (1300-1185 AC)”, en J. Córdoba y C. del Cerro (eds.), La arqueología reencontrada. Homenaje a Paolo Matthiae en su sexagésimo aniversario. II. Isimu 8: 35-84.

MEDEROS, A. y ESCRIBANO, G. (2001): “El comercio de los molinos rotatorios romanos en el Mediterráneo y litoral atlántico norteafricano”, Archivo de Prehistoria Levantina, 24: 315-331.

— (2001): “Los inicios de la escritura en la Península Ibérica: grafitos en cerámicas del Bronce Final III y fenicias”, Complutum 12: 97-112.

MEDEROS, A. y RUIZ CABRERO, L.A. (2004): “El pecio fenicio del Bajo de la Campana (Murcia, España) y el comercio fenicio del marfil norteafricano”, Zephyrus 57: 263-281.

MILLER, J.M. (1967): “Another Look at the Chronology of the Early Divided Monarchy”, Journal of Biblical Literature 86 : 276-288.

MORENO ARRASTIO, F.J. (1999): “Conflictos y perspectivas en el periodo precolonial tartésico”, Gerión 17: 149-177.

NA’AMAN, N. (1998): “Shishak’s Raid to the Land of Israel in Light of the Egyptian Inscriptions, the Bible and the Archaeological Data”, Zion 63: 247-276 (en hebreo).

NEWBERRY, P.E. (1905/1979): Ancient Egyptian Scarabs. An introduction to Egyptian seals and signet rings. Ares Publishers. Chicago.

NIJBOER, A.J. y van der PLICHT, J. (2006): “An interpretation of the radiocarbon determinations of the oldest indigenous-Phoenician stratum thus far, excavated at Huelva, Tartessos (south-west Spain)”, BAbesch 81: 31-36.

ORTEGA BLANCO, J. (1999): “Poblamiento y población en la Onuba prerromana: algunas consideraciones”, Complutum 10: 267-277.

OSUNA, M.; BEDIA, J. y DOMÍNGUEZ, A.Mª. (2000): “El santuario protohistórico hallado en la calle Méndez Núñez (Huelva)”, en P. Cabrera y M. Santos (eds.), Ceràmiques jònies d’època arcaica: centres de producció i comercialització al Mediterrani Occidental (Empùries, 1999). Monografies Emporitanes 11: 177-188 Museo d’Arqueologia de Catalunya. Empùries.

PADRÓ I PARCERISA, J. (1976-78): “Datos para una valoración del ‘factor egipcio’ y su incidencia en el litoral mediterráneo de la Península Ibérica”, Ampurias 38-40: 487-509.

PARFITT, K. y FENWICK, V. (1993): “The rescue of Dover’s Bronze Age boat”, en J. Coles, V. Fenwick y G. Hutchinson (eds.), A Spirit of Enquiry. Essays for Ted Wright: 77-80. Exeter.

PECKHAM, B. (1992a): “The Phoenician Foundation of Cities and Towns in Sardinia”, en R.H. Tykot y T.K. Andrews (eds.), Sardinia in the Mediterranean: a Footprint in the Sea: 410-418. Sheffield Academic Press. Sheffield.

— (1992b): “Phoenicia, History of”, The Anchor Bible Dictionary. 5: 349-357. D.N. Freedman (ed.). Doubleday. New York.

— (1999): “Phoenicians in Sardinia: Tyrians or Sidonians?”, en M.S. Balmuth y R.H. Tykot (eds.), Sardinian and Aegean Chronology. Towards the Resolution of Relative and Absolute Dating in the Mediterranean (Tufts, Mass., 1995). Studies in Sardinian Archaeology 5: 347-354. Oxbow Books. Oxford.

PELLICER CATALÁN, M. (1986-89): “Precisiones sobre las colonizaciones orientales en Iberia”, Ampurias 48-40: 190-199.

— (1996): “Huelva Tartésica y Fenicia”, Rivista di Studi Fenici 24 (2): 119-140.

PEÑUELA, J.Mª. (1953): “La inscripción asiria IM 55644 y la cronología de los reyes de Tiro”, Sefarad 13 (2): 217-237.

— (1954): “La inscripción asiria IM 55644 y la cronología de los reyes de Tiro”, Sefarad 14 (1): 3-42.

PUECH, E. (1983): “Présence phénicienne dans les îles à la fin du IIe millenaire. A propos de deux coupes inscrites”, Revue Biblique 90 (3): 365-395.

ROHL, D.M. (1995): Pharaohs and Kings. A Biblical Quest. Crown Publishers. New York.

RÖLLIG, W. (1983): “Paläographische Beobachtungen zum ersten Auftreten der Phönizier in Sardinien”, en D. Metzler, B. Otto y C. Müller-Wirth (eds.), Antidoron. Festschrift für Jürgen Thimme zum 65. Geburtstag: 125-129. Verlag C.F. Müller. Karlsruhe.

RUIZ CABRERO, L.A. (2004): “El huevo de avestruz: símbolos, epigrafía y contextos culturales”, en G. Savio, Le uova di struzzo dipinte nella cultura punica. Bibliotheca Archaeologica Hispana 22-Studia Hispano-Phoenicia 3: 111-118. Real Academia de la Historia. Madrid.

RUIZ-GÁLVEZ PRIEGO, Mª.L. (1984): La Península Ibérica y sus relaciones con el Círculo Cultural Atlántico. Colección Tesis Doctorales, 139/84. Universidad Complutense de Madrid. Madrid.

— (1993): “El Occidente de la Península Ibérica, punto de encuentro entre el Mediterráneo y el Atlántico a fines de la Edad del Bronce”, Complutum 4: 41-68.

— (1995): Ritos de Paso y puntos de paso: La ría de Huelva en el mundo del Bronce Final Europeo. Complutum. Extra, 5. Universidad Complutense. Madrid.

RUIZ MATA, D. (1985): “Las cerámicas fenicias del Castillo de Doña Blanca (Puerto de Santa María, Cádiz)”, en G. del Olmo y Mª.E. Aubet (eds.), Los fenicios en la Península Ibérica. Aula Orientalis 3 (1-2): 241-263.

Ruiz Mata, D. y PÉREZ PÉREZ, C.J. (1995): El poblado fenicio del Castillo de Doña Blanca (El Puerto de Santa María, Cádiz). Ayuntamiento del Puerto de Santa María. El Puerto de Santa María.

SAVIO, G. (2004): Le uova di struzzo dipinte nella cultura punica. Bibliotheca Archaeologica Hispana, 22-Studia Hispano-Phoenicia, 3. Real Academia de la Historia. Madrid.

SAVORY, N.H. (1951): “A Idade do Bronze Atlantico no Sudoeste da Europa”, Revista de Guimaraes 61: 323-377.

SCHUBART, H. (1985): “El asentamiento Fenicio del s. VIII a.C. en el Morro de Mezquitilla (Algarrobo, Málaga)”, en G. del Olmo y Mª.E. Aubet (eds.), Los fenicios en la Península Ibérica. Aula Orientalis 3 (1-2): 59-83.

SCHULTEN, A. (1945): Tartessos. 2ª ed. Colección Austral, 1471. Espasa Calpe. Madrid.

— (1950): Tartessos; ein beitrag zur ältesten geschichte des Westens. 2ª ed. De Gruyter. Hamburg.

SHORTLAND, A.J. (2005): “Shishak, King of Egypt. The challenges of Egyptian calendrical chronology”, en T.E. Levy y T. Higham (eds.), The Bible and Radiocarbon Dating. Archaeology, Text and Science (Oxford, 2003): 43-54. Equinox. London-Oakville.

STUIVER, M.; REIMER, P.J.; BARD, E.; BECK, J.W.; BURR, G.S.; HUGHEN, K.A.; KROMER, B.; McCORMAC, G.; PLICHT, J. van der y SPURK, M. (1998): “Intcal98 radiocarbon age calibration, 24.000-0 cal BP”, Radiocarbon 40 (3): 1041-1083.

SZNYCER, M. (1979): “L’inscription phénicienne de Tekke, près de Cnossos”, Kadmos 18 (1): 89-93.

THIELE, E.R. (1944): “The Chronology of the Kings of Judah and Israel”, Journal of Near Eastern Studies 3 (3): 137-186.

THIELE, E.R. (1954): “A Comparison of the Chronological Data of Israel and Judah”, Vetus Testamentum 4: 185-195.

TORRES ORTIZ, M. (2005): “Tartesios, Fenicios y Griegos en el Sudoeste de la Península Ibérica: algunas reflexiones sobre los recientes hallazgos de Huelva”, Complutum 16: 273-304.

VILAÇA, R.; BECK, C.W. y STOUT, E.C. (2002): “Proveniente Anaylisis of Prehistoric Amber Artifacts in Portugal”, Madrider Mitteilungen 43: 61-78.

WILLIAMS-THORPE, O. (1988): “Provenancing and Archaeology of Roman Millstones from the Mediterranean Area”, Journal of Archaeological Science 15: 253-305.