@article{Muñoz Santiago_2012, title={ARQUITECTURAS PARA EL SECTOR PÚBLICO / Architecture for the public sector}, volume={1}, url={https://revistascientificas.us.es/index.php/ppa/article/view/110}, DOI={10.12795/ppa.2012.i7.01}, abstractNote={<p>RESUMEN Tras diversos y profundos cambios normativos producidos a lo largo de los últimos 50 años, la fórmula para la adjudicación de gran parte de los contratos de redacción de proyecto y dirección de obra de edificación en el sector público español es el concurso. En este periodo de tiempo y de forma progresiva hemos pasado de la “adjudicación directa” al concurso abierto, en consonancia con disposiciones europeas.<br />Desde la entrada en vigor de la Ley 13/1995, de 18 de mayo, de Contratos de las Administraciones Públicas, hito relevante en la aplicación masiva de la fórmula de concurso, hasta el inicio de la actual crisis económica en 2008, se ha producido en España mucha obra pública, y mucha de ella de gran calidad. Ha sido determinante la participación de numerosos profesionales que han visto en el concurso, además de un estímulo, una vía de acceso a encargos profesionales.<br />En este proceso han sido, y aún lo son, varias las cuestiones en debate: la exigibilidad de solvencia técnica o profesional tasada en los procedimientos abiertos y la relevancia de la oferta económica en la adjudicación. Esta última se ha acentuado de forma progresiva, especialmente en el momento en que se reduce de manera drástica la actividad inmobiliaria, tanto en el ámbito público como en el privado. <br />Con todo, desde el punto de vista de la calidad de la arquitectura promovida por las administraciones públicas, la fórmula de concurso ha demostrado su eficacia. El resultado es la suma del esfuerzo sostenido de todos los intervinientes: las administraciones, los profesionales y las empresas. No obstante, es requisito necesario que todos ellos participen de una misma sensibilidad hacia la arquitectura de calidad, especialmente las administraciones públicas contratantes.</p><p>SUMMARY After diverse and profound regulatory changes, produced throughout the last 50 years, the method for awarding many of the contracts for drafting projects and construction work management in the Spanish public sector is by competition. During this time we have progressively passed from the “direct award” to the open competition, in line with European rules.</p><p>From the coming into force of Law 13/1995, dated 18 May, on Public Administration Contracts, an important landmark in the massive application of competitions, to the start of the present economic crisis in 2008, many public works took place in Spain, and many of them of high quality. A deciding factor has been the participation of numerous professionals who have viewed the competition not only as a stimulus, but as a road to professional commissions.<br />In this process there have been, and still are, several questions under debate: the enforceability of the technical or professional competence assessed in the open procedures, and the importance of the economic proposal in the award. The latter has been progressively accentuated, especially in the currently stagnant property market, in both the public and private sectors. <br />Yet, from the point of view of the quality of the architecture promoted by the public administrations, the competition has demonstrated its effectiveness. The result is the sum of the sustained effort from all the participants: the administrations, the professionals and the companies. However, it is essential that they all participate with the same sensitivity towards quality architecture, especially the contracting public administrations.</p>}, number={7}, journal={Proyecto, Progreso, Arquitectura}, author={Muñoz Santiago, Teresa}, year={2012}, month={nov.}, pages={16–25} }