José María Tejedor Cabrera /José Javier Martos Ramos / Leonarda Trapassi (Eds.)

Aplicaciones de la metodología Tándem en la formación universitaria

Series: Foreign Language Teaching in Europe, Peter Lang, Berlin, Bern, Bruxelles, New York, Oxford, Warszawa, Wien, 2018, 260 pp.

ISBN: 978-3-631-76546

DOI: http://dx.doi.org/10.12795/mAGAzin.2018.08

Cada vez más las instituciones universitarias en su revisión de las políticas lingüísticas optan por incorporar programas de intercambio lingüístico a su oferta de lenguas extranjeras. Por ello, aseveran los editores del volumen aquí reseñado, no es raro que en la mayoría de universidades europeas exista un programa de estas características, aprovechando el intercambio entre estudiantes locales y aquellos visitantes, generalmente a través del programa Erasmus. El formato, aparentemente sencillo, como se menciona en el volumen citando a uno de los pioneros en la investigación sobre el aprendizaje en tándem, Helmut Brammerts (2001), se basa en tres principios fundamentales, autenticidad, reciprocidad y autonomía: autenticidad porque los intervinientes son representantes nativos de su propia lengua y cultura y por tanto autorizados a hablar acerca de la aceptabilidad de la producción en su propia lengua; reciprocidad porque los beneficios del intercambio son notoriamente mutuos; y finalmente autonomía, dado que el intercambio se basa en los principios de toma de decisiones, características del aprendizaje autónomo descritos por Holec (1981), Little (1991) o Benson (2011) entre otros.

Bajo estas premisas surge el volumen Aplicaciones de la metodología Tándem a la formación universitaria. El texto, en primer lugar, aborda la presentación e investigación de los programas tándem en diferentes universidades principalmente en España, aunque también en otras europeas; posteriormente dedica una sección a la investigación de algunos de los rasgos inherentes al trabajo en tándem y a algunas prácticas de aprendizaje de carácter autónomo, y finalmente una última sección que aborda el fomento de la cultura a través de las nuevas tecnologías en tándem.

La primera sección, sobre las experiencias y modelos tándem en las universidades, se inaugura con la contribución de Morley en la que se analizan las bondades y las limitaciones de la introducción de un módulo de aprendizaje en tándem en la Universidad de Manchester, donde se empezó a apreciar esta nueva metodología con ligero retraso respecto a otros centros en Europa. Morley subraya, con razón, la importancia del tándem a la hora de producir una gran cantidad de “output”; se trata de aspectos fundamentales como la toma de conciencia del hablante de su nivel real del idioma o de un importante paso hacia la autonomía. Morley expresa además algunas de las reticencias institucionales, especialmente a la hora de asignar créditos académicos a los programas tándem. En esta misma sección sobre experiencias Koch, partiendo de los estudios terapéuticos de Rogers, aborda cuestiones relacionadas con el asesoramiento en tándem, aspecto siempre complejo, y ofrece una tabla de categorías o tipos de asesoramiento que puede aplicarse al trabajo en tándem. Koch propone diez categorías opuestas para que el asesoramiento tenga el éxito deseado: en una escala de 1 a 5 se aprecian las parejas opuestas, como por ejemplo “asesoramiento oral” frente a “asesoramiento escrito” o “directivo” frente a “no directivo”. Por su parte, Siebold y Albrecht observan en el tándem una herramienta para fomentar un trabajo basado en la observación sistemática del modelo lingüístico, más concretamente a través del reconocimiento consciente de determinados chunks. Se trata sin duda de una interesante aportación, dado que refleja las sensaciones de muchos aprendientes de una lengua extranjera: el uso de estructuras fijas (chunks) provoca un entorno de seguridad durante el empleo de la lengua meta, manteniendo muy alta la motivación.

En esta misma sección la contribución de Bailini analiza una experiencia didáctica en la que la metodología tándem se ha utilizado como herramienta para fomentar en los aprendientes algo tan relacionado con el aprendizaje autónomo como es la concienciación lingüística. La experiencia didáctica de Bailini se basa en un marco de referencia teórico sociocultural; se introduce además la teoría del andamiaje (scaffolding), en la que la interacción entre aprendientes se transforma en el factor propulsor de la construcción del conocimiento. Calvet Creizet y Orduña Pizarro plantean la siempre acertada e ineludible pregunta de “si es posible un marco de referencia común también para el aprendizaje no formal”. En un interesante estudio sobre interacción oral entre parejas de tándem proponen un nuevo concepto de asistencia fluida, cuyos indicadores y descriptores podrían alinearse con escalas de evaluación de competencias de interacción oral según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Merece la pena mencionar una interesantísima reflexión sobre el rol y posicionamiento de los participantes en tándem para superar las asimetrías de interacción profesor-estudiante y la documentación muy extensa proporcionada por los autores. Esta primera sección aborda también la siempre compleja, pero necesaria tarea de la evaluación. Tejedor Cabrera propone cambios sobre el modelo actual usado en la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla y un sistema de evaluación que intenta alejarse de los criterios convencionales y del control absoluto del discente por parte del profesor, con la idea de que al final las sensaciones de los propios estudiantes son la base de la evaluación. La contribución de Gil-Salom, Pomino y Pozo pone de relieve cómo la metodología tándem puede integrarse en la programación curricular para fomentar la autonomía de los aprendientes y mejorar sus destrezas en la lengua meta, a través del uso de las nuevas tecnologías en el modelo de tándem on-line. Las tecnologías (Facebook, Skype, software de Wiki etc.) pueden permitir construir tareas orientadas a la acción y a un aprendizaje activo; los autores proponen cinco áreas temáticas dirigidas a un aprendizaje significativo de la lengua.

Al igual que Tejedor Cabrera, la contribución de Martínez Navarro y Álvarez López expone las experiencias académicas de tutorización dentro del programa tándem de la Universidad de Sevilla y hace una interesante propuesta de mejora, que se agrupa en cuatro subapartados: implicación, portafolio, tutorías y evaluación. Merece la pena mencionar la idea propuesta de implementar una sesión de grupo, en la que los alumnos puedan intercambiar opiniones sobre el programa, y el sistema de evaluación inter pares implementado. Finalmente, en esta primera sección Symalla ofrece un recorrido del programa de intercambio en dos décadas en el Instituto de Idiomas de la Universidad de Sevilla. El propósito de la autora es demostrar que no solo las condiciones específicas de dentro y fuera de la universidad han ido cambiando con el tiempo y con ellas los modelos de organización y los tipos de intercambio, sino debatir las posibilidades de integrarlos puntualmente en el currículum de los cursos de idiomas. Se pone de manifiesto, con toda razón, cómo la necesidad de adaptar el concepto de tándem a los cambios en un centro universitario haya llevado a modificaciones de modelos de mediación muy distintos como el “tándem libre” o el “tándem con continuidad y motivación” pasando por el “tándem por correo electrónico”.

Mónica Sánchez González abre la segunda sección de este volumen, dedicada a dos de los pilares sobre los que se asienta esta metodología, a saber la autonomía y la reciprocidad. Sánchez se centra en las dificultades que el trabajo en tándem implica para algunos participantes, que pueden llevar incluso a interrumpir la actividad, y en por qué el tándem resulta a veces tan complicado para principiantes. En la aportación de Sánchez destaca la definición de autonomía en tándem “como una capacidad en parte innata y en parte adquirida, gradual, no permanente, transferible, inmersa en una realidad comunicativa concreta e inalcanzable en su totalidad”. La autonomía por consiguiente se desarrolla gradualmente en tres niveles cualitativos: inicio, toma de control o responsabilidad y alcance de la autonomía funcional en dicha manifestación. De especial relevancia es el párrafo relativo a las cuestiones culturales, que pueden crear problemas de comprensión durante una sesión de tándem. A continuación, Martos Ramos profundiza sobre las prácticas reflexivas en el tándem y las relaciona con conceptos clave en el aprendizaje autónomo como aprendizaje activo, la experiencia, la interacción y la reflexión mediante las que se busca fomentar en el estudiante el uso consciente de herramientas metalingüísticas y metacognitivas. Es de destacar en este trabajo la reflexión sobre la relevancia del papel del estudiante a la hora de alcanzar la meta del proceso de la enseñanza.

De la mano de un programa de prácticas en el campo de la enseñanza de italiano, Trapassi subraya en particular la incentivación de dinámicas de reciprocidad, autonomía y autenticidad en el itinerario formativo de los futuros docentes de idiomas. Se trata de una oportunidad de gran valor tanto para el estudiante nativo como para los aprendientes extranjeros por diferentes razones: el nativo aprende técnicas de enseñanza gracias a la asistencia de un profesor más experto y las puede poner en practica, mientras que los aprendientes extranjeros normalmente confían un poco más en el estudiante-docente, quizás por cercanía de edad, y se abren más a la hora de resolver dudas o simplemente son más receptivos dentro y fuera de la clase. También en este campo de la formación, la contribución de Carrillo Rivas, Mora, Baqué y Szakos ofrece un trabajo en el que se describe la enseñanza y aprendizaje de lenguas extranjeras mediante un programa tándem a través de un caso concreto, el Prácticum total, un proyecto colaborativo entre estudiantes de programas de máster en prácticas de enseñanza de español y de chino mandarín. La idea base es la de “aprender enseñando”, puesto que los estudiantes que imparten el curso de español asisten al curso de chino y los becarios encargados del curso de chino asisten al curso de español.

Finalmente, en la última sección, se abordan aspectos relacionados con la lengua, cultura y nuevas tecnologías a través de programas tándem. Limbach centra su atención sobre los aspectos culturales que la metodología tándem ayuda a desarrollar entre sus participantes, y estudia la adquisición de la competencia intercultural como uno de los dos pilares de conocimiento, a saber cultural y lingüístico. La autora subraya, de manera apropiada, la mayor dificultad de los estudiantes a la hora de detectar las diferencias socioculturales y pragmáticas.

Por su parte, Jiménez Palmero se propone conocer la incidencia de la gamificación en la motivación de los estudiantes de L2, poniendo a prueba un diseño formativo completo en un entorno aplicado, evaluando además su impacto a lo largo del tiempo. El proyecto Game Tandem de la Universidad de Sevilla, en el que participan dos alumnos y un tutor, les guía a través de una ruta imaginaria de un mínimo de 30 horas de tándem. Averna, en su contribución, reflexiona sobre las potencialidades didácticas que ofrecen herramientas digitales que se utilizan a diario, basándose en ejemplos que se refieren a aplicaciones móviles en el contexto de la cultura italiana. Por último, Wolff cierra este volumen, y ofrece una más que útil selección de referencias web para participantes de tándem presencial.

En definitiva, a la vista de los trabajos presentados en este volumen, se puede afirmar que los programas tándem no solo desempeñan una labor crucial en el aprendizaje de segundas lenguas en contextos informales en la formación universitaria, sino que fomentan el aprendizaje y el entrenamiento de competencias lingüísticas y culturales específicas. Se desprende además de las investigaciones presentadas en este volumen la relevancia y la actualidad de los programas tándem dentro de un aprendizaje informal, cada vez más necesario en los centros de enseñanza superior, y de manera especial a la hora de aprender una segunda lengua. Las instituciones universitarias, conscientes de esta circunstancia deben buscar soluciones para organizar este aprendizaje lingüístico y cultural, que a pesar de calificarse de autónomo, nunca debe confundirse con independencia o aislamiento.

Riccardo Accardi

Universidad de Sevilla

Rezesionen / Reseñas

Magazin 26, I.S.S.N. 1136-677X, Invierno 2018 pp. 68-74. http://dx.doi.org/10.12795/mAGAzin.2018.08

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Magazin 26, I.S.S.N. 1136-677X, Invierno 2018 pp. 68-74. http://dx.doi.org/10.12795/mAGAzin.2018.08

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Magazin 26, I.S.S.N. 1136-677X, Invierno 2018 pp. 68-74. http://dx.doi.org/10.12795/mAGAzin.2018.08