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Anduli
Revista Andaluza de Ciencias Sociales
ISSN: 1696-0270 • e-ISSN: 2340-4973
LOS CAMPESINOS CAFICULTORES DE OAXACA Y
LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
THE COFFEE FARMERS OF OAXACA AND FOOD
SOVEREIGNTY
Gladys-Karina Sánchez-Juárez
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Mexico
gkarinasj@iisuabjo.edu.mx
Orcid: https://orcid.org/0000-0001-9339-3461
Resumen
A partir de la declaración que emitió la
Asamblea General de la Organización de
Naciones Unidas sobre campesinos, sur-
ge la inquietud de analizar la importancia
del reconocimiento internacional de los
humanos focalizados para personas que
viven en y del campo. Ante ello, esta in-
vestigación tiene el objetivo de exponer
el papel que cumplen los campesinos
organizados que producen café orgáni-
co y de comercio justo en el proceso de
soberanía alimentaria de México. Con
entrevistas realizadas a familias campe-
sinas, en este trabajo se destaca que a
pesar de las crisis que enfrenta el cam-
pesinado, realizan grandes aportaciones
a la soberanía alimentaria, en particular
quienes están organizados en coopera-
tivas de larga trayectoria como lo es la
Coordinadora Estatal de Productores de
Café del estado de Oaxaca (CEPCO),
que pese a enfrentar políticas de exter-
minio, de liberalización comercial y hasta
de carácter climático, estos campesinos
persisten en sus formas de vida, además
de aportar alimentos de elevada calidad
para la sociedad urbana.
Palabras clave: Derechos campesinos,
soberanía alimentaria, cacultores, orga-
nización campesina, México.
Abstract
Based on the declaration issued by the
United Nations General Assembly on
country folk, the responsibility arises
to analyze the importance of targeted
international recognition of people who
live in and are from the countryside. Given
this, our research aims to demonstrate
the role played by organized farmers
who produce organic and fair trade
coffee in the process of food sovereignty
in Mexico. Through interviews with
rural families, this work highlights that
despite the crises faced by country folk,
they make great contributions to food
sovereignty. In particular, those who
are organized in long-term cooperatives
such as the Coordinadora Estatal de
Productores de Café del Estado de
Oaxaca (CEPCO), which despite facing
eradication policies, trade liberalization
and even climate crisis, persist in their
ways of life and in addition provide high
quality food for urban society.
Key words: Peasant Rights, Food
sovereignty, coffee growers, peasant
organization, Mexico.
Como citar este artículo /citation: Sánchez-Juarez, Gladys-Karina (2022). Los Campesinos Caficultores de Oaxaca y
la Soberanía Alimentaria. ANDULI 22 (2022) pp. 127-146 http://doi.org/10.12795/anduli.2022.i22.07
Recibido: 02.08.2021. Aceptado 17.09.2021. Publicado 31.07.2022
DOI: http://doi.org/10.12795/anduli.2022.i22.07
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1. Introducción
Derivado de la declaración sobre Derechos de los campesinos y de otras personas
que trabajan en las zonas rurales, aprobada por la Asamblea General de la Organi-
zación de Naciones Unidas el 18 de diciembre del 2018, surgen diversas reexiones
sobre el respeto a estos derechos y la generación de condiciones necesarias que
los Estados Nacionales deben propiciar para que las personas que viven en zonas
rurales puedan ejercer los mismos.
Sin embargo, consideramos que más allá de una declaración internacional sobre
campesinos, desde el reconocimiento de los Derechos Económicos, Sociales, Cul-
turales y Ambientales (DESCA), se hacía alusión principalmente a poblaciones que
viven en zonas rurales, ambos son instrumentos importantes para exigir los derechos
correspondientes porque pueden ayudar en el impulso de las condiciones necesarias
para alcanzar bienestar de vida de poblaciones de zonas rurales. Para ello, en la
presente investigación destacamos algunos de los elementos porque consideramos
fundamental reconocer las aportaciones de las poblaciones rurales, así como sus de-
rechos, ya que quizá esto permitirá disminuir las desigualdades sociales existentes,
al tiempo que revalorar el trabajo de los campesinos y su forma de vida.
El objetivo de la investigación es analizar el papel que cumplen los campesinos que
producen café orgánico y de comercio justo cómo cultivo comercial principal en la
soberanía alimentaria, a la luz de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales
y Ambientales, asimismo identicar en este caso los rasgos que se vinculan a la
Declaración de los derechos campesinos; todo ello a partir del análisis empírico de
campesinos que integran La Coordinadora Estatal de Productores de Café del Esta-
do de Oaxaca A.C. (CEPCO).
Las interrogantes que guían la investigación son ¿Qué aportaciones de alimentos
realizan los campesinos que tienen un cultivo comercial como el café? ¿Cuáles son
sus ingresos monetarios para saber si alcanzan un bienestar mínimo? ¿Qué produc-
ción alimentaria tienen que contribuye a un proceso de soberanía alimentaria? Con
estas interrogantes buscamos identicar en qué medida se vulneran o respetan sus
derechos como campesinos.
El documento se estructura con cuatro apartados después de la breve introducción,
por lo tanto en el apartado segundo se expone el aparato conceptual con el que se
desarrolla el análisis de la investigación, haciendo un recorrido breve de los Dere-
chos Humanos como eje de reexión para llegar a fundamentar la soberanía alimen-
taria como elemento para hacer posible el respeto de los derechos colectivos de los
campesinos.
En el tercer apartado se expone la metodología a la que se recurre para desarrollar la
investigación y su vínculo con la propuesta teórica para rermar que se trata de una
investigación de corte eminentemente cualitativa aunque también se utiliza informa-
ción cuantitativa. En el cuarto apartado se exponen los resultados de la investigación
empírica que se centra en las familias campesinas que son integrantes de la Coordi-
nadora Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca A.C., ya que con éstos
en un quinto apartado se discuten en un proceso dialéctico con el análisis teórico.
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2. DESCA, Declaración de derechos campesinos y soberanía
alimentaria
En la historia de reconocimiento de los Derechos Humanos existe el análisis de las
generaciones de los derechos, esa perspectiva analítica permite explicar el desa-
rrollo histórico del reconocimiento de los diversos derechos, por lo que entre los
derechos de primera generación, es decir, los primeros que fueron plenamente re-
conocidos son los Derechos Civiles y Políticos (DCP) mismos que son de corte de
libertad individual, en la segunda generación encontramos el reconocimiento de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) y en la tercera generación se
reconocen los derechos colectivos, por lo que muchos estudiosos del tema ubican
a los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) parte de
esta más reciente generación de reconocimiento (Tello, 2015).
Derivado de muchos abusos del autoritarismo de algunos Estados Nacionales, se
promulgaron los derechos de libre expresión, de asociación, de religión entre otros,
en tanto que, los derechos de segunda generación apelan a la observación de las
desigualdades económicas y sociales, puesto que, muchas personas que no cuen-
tan con recursos materiales para satisfacer sus necesidades básicas de alimenta-
ción, salud, vivienda, se ven limitadas para poder ejercer sus derechos individuales,
por lo que estos derechos de segunda generación fueron considerados también fun-
damentales, de tal forma, el Estado debía garantizar el acceso a la satisfacción del
conjunto de necesidades básicas con el objetivo de asegurar la igualdad entre la
ciudadanía para lograr el acceso general de la sociedad a los derechos individuales
(Tello, 2015).
A partir de mediados del siglo XX, surgió la tercera generación de los derechos hu-
manos que son conocidos como colectivos o de solidaridad, mismos que si bien, se
impulsaron desde los organismos internacionales y los Estados nacionales, esta dis-
cusión se retomó por la demanda de movimientos pacistas, ecologistas, feministas
entre 1960 y 1970, por tanto, estos derechos tienen que ver con estar en un ambiente
de paz, de impulso al desarrollo, una ecología equilibrada, autodeterminación de los
pueblos y a tener acceso al patrimonio común de la humanidad (Tello, 2015).
Sin embargo estos derechos antes mencionados quedaron reconocidos desde la
Declaración en que se les hace mención; aunque, cabe destacar que estas declara-
ciones no son necesariamente de carácter obligatorio para los Estados Nacionales,
ya que los DESCA se sometieron a la disposición de los recursos nancieros para
sostener su cumplimiento, mismos que se establecieron formalmente en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), de tal forma
los Derechos Civiles y Políticos si cuentan con un Comité de vigilancia a través del
cual se puede interponer demandas de cumplimiento, en tanto los DESCA dependen
de los recursos que dispongan los Estados para lograr su efectividad y cumplimiento,
además de que no se instauró un comité de vigilancia, así que fue hasta el año 2008
cuando se instauró un protocolo a través del cual se pudieran investigar las violacio-
nes a los DESCA (Tello, 2015).
En el contexto del reconocimiento de los derechos el Pacto Internacional de Dere-
chos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), se aprobó mediante la resolución
2200A (XXI) el 16 de diciembre de 1966 por la Asamblea General de la ONU en
Nueva York. México se adhirió a la rma del PIDESC 15 años después de haberse
constituido, esto fue el 23 de marzo de 1981 y entró en vigor el 12 de mayo del mismo
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año, durante el gobierno de José López Portillo (Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, México, 2012).
El Pacto contiene 31 artículos todos aludiendo al respeto universal e indivisible de los
derechos y libertades humanas, en términos generales el primer artículo reconoce
la autodeterminación de los pueblos y naciones para establecer de forma libre su
condición política y desarrollo económico, social y cultural, con el n de disponer sin
interferencias de sus riquezas y recursos naturales, mientras que el artículo 11 alude
al nivel de vida aceptable y pleno, se relaciona directamente con acceso a la alimen-
tación, misma que se debe producir con procesos sanos y justos (Comisión Nacional
de los Derechos Humanos, México, 2012).
Para capacitar y evaluar el cumplimiento de los DESC que establece el Pacto se
constituyó el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en 1985, que
sobre todo se encarga de supervisar que dichos derechos se respeten. El comité se
integra por 18 miembros de distintas nacionalidades y género, expertos en materia
de derechos humanos, quienes son elegidos por los Estados miembros para cumplir
con el encargo durante cuatro años (Naciones Unidas, Derechos Humanos, Ocina
del Alto Comisionado).
Dicho comité emite observaciones durante ciertos periodos con la intención de pre-
sentar una evaluación del cumplimiento de las obligaciones de los Estados ante la
rma del Pacto. En el caso de México, se percibía inactivo el PIDESC porque no se
realizaron las raticaciones formales correspondientes, razón que inuyó para que
fuera hasta después de 11 años que realizaran un informe nacional con el n de ob-
tener dichas observaciones, el cual se dio a conocer el 12 y 13 de marzo de 2018, a
través del cual se expresó que en el Estado mexicano en realidad no se garantizaba
el cumplimiento de los DESC, ya que muchos servicios básicos son inaccesibles
para una gran parte de la población mexicana, por lo que se profundiza la vulnerabi-
lidad de algunos sectores sociales (Concha, 2018).
Además como se mencionó existe un Protocolo Facultativo que tiene el objetivo tam-
bién de vigilar el cumplimiento de los DESC, aprobado el 10 de diciembre de 2008,
mediante la resolución 63/117 por la Asamblea General de la ONU.
Entre los derechos que se reconocen en los DESCA es el Derecho a un nivel de
vida adecuado que involucra alimentación, vestido y vivienda, para ello se tendrán
que prever las condiciones necesarias para producir, distribuir los alimentos y hasta
la conservación de los recursos naturales, además de considerar la divulgación de
la información sobre nutrición, así como el mejoramiento de los sistemas agrarios
para asegurar el aprovechamiento de los recursos naturales de forma equitativa. Por
lo anterior la soberanía alimentaria es un derecho considerado entre los DESCA,
debido a que se debe asegurar el acceso a la alimentación sana, en apego a lo que
culturalmente la población está acostumbrada a consumir y producir.
En esta misma línea de reexión el 21 de enero del 2019 se hace pública la resolu-
ción aprobada por la Asamblea General de la ONU el 17 de diciembre del 2018, esta
es, “Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y
otras personas que trabajan en las Zonas Rurales”.
En dicha declaración se menciona que los campesinos tienen derecho a denir sus
propias estrategias de desarrollo, acceder a sus recursos naturales para mejorar sus
condiciones de vida, gestionar sus propios recursos y de la misma manera los Esta-
dos deben asegurar que disminuyan las desigualdades en las zonas rurales. Serán
los Estados también encargados de promover la participación de los campesinos en
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materia normativa para la seguridad alimentaria, para promover sistemas alimenta-
rios sostenibles (Asamblea general de la ONU, 2019).
En contraparte, la declaración menciona que los campesinos tienen derecho a una
alimentación adecuada, denir sus propios sistemas agroalimentarios, es decir, su
derecho a la soberanía alimentaria; por tanto, los Estados deben velar por esa ali-
mentación suciente, adecuada, sostenible y culturalmente aceptable para la pobla-
ción de que se trate (Asamblea general de la ONU, 2019).
En este sentido, retomamos el concepto de soberanía alimentaria porque además de
ser un concepto acuñado por organizaciones de la sociedad civil que se agruparon
en el movimiento de Vía Campesina (Jongerden y Ruivenkamp, 2010), sobre todo su
interés es visibilizar el aporte que tienen las familias eminentemente campesinas en
este ámbito, por tanto, nos parece totalmente pertinente este concepto para vincular
los derechos de las familias campesinas a una vida digna, partiendo de lo más básico
que es el acceso a una alimentación sana y culturalmente aceptable.
Por otra parte, el concepto de Soberanía Alimentaria nos permite exponer el conicto
derivado de la ampliación de los convenios de libre comercio en agricultura, de ma-
nera particular a partir de 1990, puesto que el tratado comercial del norte amenazó
completamente el estilo de vida de millones de campesinos y toda la población que
vive en y del campo. Una contradicción total, con respecto a las declaraciones de
los derechos humanos de tercera generación en adelante, porque si bien, el tratado
comercial más importante en México es el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN) que hoy recibe el nombre de Tratado entre México, Estados Unidos
y Canadá (T-Mec), en principios de los años 90 este convenio dio pie a la amplia
importación de granos básicos, lo cual fue en detrimento de la producción nacional
de los mismos.
El concepto de soberanía alimentaria surgió precisamente por la afectación que en-
frentaron las familias campesinas como consecuencia de la ampliación de los trata-
dos comerciales en temas agrícolas, en segundo plano se proponía una producción
de alimentos con prácticas agroecológicas, saludable y sostenible para las familias
campesinas. También con este concepto se resalta el papel fundamental de los cam-
pesinos en la producción local de alimentos, debido a que en términos generales se
trata de reivindicar el derecho a una alimentación sana, adecuada y culturalmente
aceptable (Jongerden y Ruivenkamp, 2010).
A partir de este concepto se cuestiona el actual sistema agroalimentario que privi-
legió en al menos las cuatro últimas décadas a las corporaciones multinacionales
mediante acuerdos comerciales internacionales, de tal forma, la producción agroa-
limentaria actual está organizada globalmente, con el discurso de que la alimenta-
ción podría tenerse con bajos costos, ya que la producción campesina se consideró
ínma y con elevados costos por su falta de tecnología (Jongerden y Ruivenkamp,
2010; Brassel, 2010).
Por otra parte, la propuesta con el concepto de soberanía alimentaria es la auto-
nomía y autodeterminación de las poblaciones a través de la denición alimentaria
propia, de esta manera se procura una alimentación cercana, proteger los recursos
naturales y genéticos. Por tanto, se plantea como un proyecto político porque plantea
un modelo de producción agroalimentaria que respete los recursos naturales, las
culturas, que sea cercana a cada localidad, además de revalorar saberes locales
ancestrales, con lo cual se favorece la participación social (Mariscal et al., 2017;
Windfuhr y Jonsén, 2005).
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En el caso de México en particular, la producción de pequeña escala se centra en
familias campesinas quienes han sido de las más afectadas con las políticas neolibe-
rales, puesto que se limitó su producción por la eliminación de apoyos, en tanto que
desde la década de los ochenta se privilegiaron las políticas de combate a la pobreza
mediante las transferencias monetarias.
En esa misma línea, se privilegiaron las políticas de ventajas comparativas, debido a
que se consideró más barato comprar los granos básicos en lugar de producirlos en
pequeñas escalas en México, lo cual impactó en el acceso a estos granos porque al
estar sujetos a la libre competencia del mercado, esto no siempre resulta tan barato
ni tan accesible como se anunció, aunque si se produjo una suerte de exclusión del
sector campesino en la economía nacional (Rubio, 2004).
Por estas situaciones, el caso del presente estudio se centra en el análisis de familias
campesinas que se dedican a la producción de café orgánico y que comercializan
en condiciones de comercio justo, campesinos que están organizados a través de
una gura jurídica en el estado de Oaxaca. Esto con el objetivo de evidenciar por un
lado, el aporte que siguen realizando los campesinos del sur de México en materia
agroalimentaria y por otro, evidenciar el rezago en el que se les dejó al limitarse los
apoyos al campo en los últimos treinta años.
A pesar de las limitantes que enfrentan los campesinos, se observa que las fami-
lias campesinas siguen manteniendo su diversidad productiva y económica, pues
producen y comercializan café de especialidad para obtener ingresos económicos,
también mantienen su producción de otros alimentos como los granos básicos, hor-
talizas y frutas. Asimismo realizan labores de conservación al realizar prácticas agro-
ecológicas en sus sistemas productivos.
3. Metodología
La investigación es de tipo cualitativa, debido a que interesa identicar la visión de
los sujetos sociales en dónde se centra la investigación empírica; por tanto, la estra-
tegia se basó en la realización de entrevistas semiestructuradas que permitieron ob-
tener datos empíricos sobre la producción alimentaria de los campesinos que están
asociados en una cooperativa que se ubica en el estado de Oaxaca y que se dedica
a la producción de café orgánico además de comercializar en el sistema de comercio
justo internacional.
La investigación por tanto, se centra en la organización de cacultores Coordinadora
Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca A.C. (CEPCO), el estudio em-
pírico se desarrolló en diversos momentos entre el año 2018 y 2021. En el año 2018
se obtuvo la información general la conguración organizativa y en el año 2021 su
proceso productivo alimentario.
Las entrevistas que se realizaron siguen una línea metodológica que se denomina de
autodiagnóstico porque a partir de un proceso reexivo con los jefes y jefas de fami-
lia, con lo cual las variables que se identican son: 1) gastos productivos que realiza
la familia entrevistada, 2) gastos de consumo familiar y 3) sus ingresos monetarios
para el sustento familiar. De la misma forma, estas entrevistas permiten identicar
otras dos variables que son el número de jornadas de trabajo que invierten en sus
procesos productivos, así como la participación de los o las integrantes de la familia.
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La metodología de autodiagnóstico se fundamenta en la Metodología de Armando
Bartra, Rosario Cobo y Lorena Paz Paredes (2004), quienes la instrumentaron para
realizar un estudio en organizaciones cafetaleras de Puebla, Oaxaca y Chiapas, en
la cual precisan la forma de obtener información sobre los gastos, ingresos y can-
tidad de días laborados dentro de las parcelas de campesinos que se dedican al
cultivo de café orgánico y de comercio justo. Para nuestro caso, la metodología tiene
algunas modicaciones por el objetivo de la presente investigación.
Las entrevistas se adecuaron de acuerdo con el conocimiento de cada región en
dónde se aplica la entrevista porque las prácticas de cultivo presentan algunas varia-
ciones, lo mismo que el tipo de clima, las propias dinámicas de los campesinos y la
producción de alimentos también es diferente en función del clima y la cultura local.
El análisis empírico se guía por el mantener la comprensión de los derechos hu-
manos que deben respetarse en las comunidades rurales para analizar si existe la
intención de impulsar las capacidades de cada comunidad que podría permitir el
abandono paulatino de los programas asistencialistas, en tanto, desde esta pers-
pectiva son las propias poblaciones quienes tienen la capacidad de denir el tipo de
desarrollo que requieren para mantener su vida cotidiana, siempre que desarrollo
se entienda como la posibilidad de sostener un estilo de vida propio en condiciones
favorables para cada grupo social.
De tal forma, reexionar en el ejercicio de derechos en principio permite analizar las
dinámicas económicas, culturales, sociales y no sólo políticas de los diversos nú-
cleos sociales, en función de la cultura propia, al tiempo que también se puede ana-
lizar de manera concreta cómo se pueden ejercer los derechos de los campesinos,
desde su forma de vida particular, partiendo de que un camino posible es a través del
impulso de la soberanía alimentaria, debido a que se encargan eminentemente de
producir alimentos agropecuarios.
4. Resultados de investigación en campesinos cacultores de
Oaxaca
La Coordinadora Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca A.C. (CEP-
CO) es una organización que surgió con la intención de defender su derecho a per-
manecer como campesinos y a sostener una producción agrícola de pequeña escala
que les permitiera sostener a sus familias.
El colectivo surgió a raíz de la desestructuración del Instituto Mexicano del Café
(Inmecafé), puesto que los cacultores campesinos decidieron mantenerse en la
producción del grano aromático y al desmantelarse el Inmecafé, la única posibili-
dad de continuar con el cultivo era agrupándose en colectivos porque sus pequeñas
extensiones de tierra representan una limitación por los mínimos volúmenes de pro-
ducción que obtienen como para pensar en comercializar el aromático de manera
individual(Batra, 2002).
El año 1989 fue un periodo sumamente crítico para los productores de café porque
se presentó una helada que arruinó las cosechas de ese ciclo de cultivo y se elimi-
naron los acuerdos económicos para denir cuotas de exportación de café, puesto
que se canceló la función principal de la Organización Internacional del Café (OIC)
que era regular las cuotas de exportación de los países productores del grano (Mo-
guel, 2002). De tal forma, se liberó el mercado del aromático, se desmantelaron las
instituciones principales que protegían a los productores de café y junto con ello,
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se presentó una crisis productiva por el impacto negativo del clima sobre el cultivo
(Sánchez, 2015). Por estas razones, los pequeños productores enfrentaron una de
las peores crisis en la producción y comercialización del café.
En medio de este panorama del desmantelamiento institucional, en el estado de
Oaxaca se fundaron diversas organizaciones, entre ellas los campesinos dedicados
a la producción del café constituyeron el CECAFE, pues un conjunto de organiza-
ciones como Unión Campesina e Indígena de la Zona Oriente y Norte del Istmo
(UCIZONI), la Unión Campesina Independiente Cien Años de Soledad (UCI-100), La
Coordinadora Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca A.C. (CEPCO),
Asociaciones Locales Agrícolas de Huautla, Chilcotla y San José Tenango, decidie-
ron agruparse (Bartra, 2002).
La intención de agruparse fue para hacer frente a la situación de formar una nueva
institución alentada por el gobierno estatal pero desligada de corporativos estatales
como CNC, los cacultores analizaron que no querían funcionar como corporativo del
gobierno estatal, en especial en un periodo en el cual estaban experimentando un
retiro del Estado, por tanto, con la propuesta de formar el CECAFÉ los cacultores
oaxaqueños querían asegurarse de que dicha institución realmente cumpliera funcio-
nes de impulso al sector y de eliminar posibilidades de clientelismo corporativo(Miguel
Tejero Villacañas-Asesor de CEPCO, comunicación personal, 20 de junio 2018).
Si bien, se constituyó el CECAFE, en ese mismo contexto un grupo de organiza-
ciones de cacultores también tomaron la decisión de constituir La Coordinadora
Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca A.C. (CEPCO), de tal forma
que constituyeron esta asociación civil el 15 de junio de 1989, en un momento de
crisis, por una de las heladas más devastadoras para el cultivo de café, el retiro del
Estado que enfrentaban porque en ese año desmantelaron el Inmecafé, se liberó el
mercado internacional del grano porque en 1989 en una reunión que se realizó en
Londres acordaron romper las cláusulas administrativas de la Organización Interna-
cional del Café (OIC), con las cuales se aseguraba el mercado y los precios, de tal
forma, los pequeños cacultores fueron los más afectados con estos tres procesos
simultáneos: efectos del clima sobre la producción, desmantelamiento institucional y
apertura comercial(Bartra 2002).
Por tanto, la constitución de CEPCO responde al pronunciamiento de un grupo de
campesinos que fueron alentados por el propio Estado para incursionar en la pro-
ducción de café y que con la desaparición del Inmecafé los dejó al amparo de un
mercado voraz; sin embargo, decidieron organizarse para buscar estrategias produc-
tivas que les permitiera mantener la reproducción social de sus familias cacultoras,
puesto que de otra manera no podrían continuar con sus formas propias de vida.
En ese contexto histórico, CEPCO se formó con el objetivo principal de organizarse
para mejorar la calidad de vida de las familias cafetaleras, se integró inicialmente por
campesinos cacultores eminentemente indígenas, monolingües la mayoría de ellos,
por lo que su comunicación era sumamente complicada; sin embargo, esto no fue
limitante para integrarse en una sola organización, aunque provenían de diferentes
regiones del estado de Oaxaca(Miguel Tejero Villacañas-Asesor de CEPCO, comu-
nicación personal, 20 de junio 201).
Por lo anterior, consideramos que CEPCO no sólo es una organización económica
productiva, sobre todo se trata de un colectivo que lucha constantemente por defen-
der derechos, tales como, derecho a que las familias campesinas puedan mantener-
se en sus localidades rurales de origen, a tener una alimentación sana, un trabajo
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que sea valorado con su producción dentro del comercio justo, a mantener su pro-
ducción de pequeña escala, a contar con acceso a crédito nanciero para continuar
con sus procesos productivos, a mantener y cuidar su salud mediante su producción
con prácticas agroecológicas, incluso derecho a participar en las decisiones políticas
que afectan sus procesos de producción y su vida comunitaria.
Por otra parte, CEPCO es integrante de la Coordinadora Nacional de Organizaciones
Cafetaleras (CNOC), con esta última organización procuran que se les tome en cuen-
ta en el diseño de políticas públicas que afecta al sector social rural que se dedica a
la cacultura.
A través del proceso organizativo consideramos que se puede identicar la lucha por
derechos, no porque lo enuncien de esta forma, sino porque en sus objetivos y en
sus demandas está la constante de luchar por el derecho a la libre determinación,
derecho a contar con una vida digna, derecho a ser escuchados por la amplia expe-
riencia productiva y organizativa con la que actualmente cuentan, derecho al acceso
a créditos para continuar con sus procesos productivos, esto último debido a que
llevan por lo menos 30 años dedicados a sostener una producción campesina con
limitado acceso al crédito, porque en sus argumentos siempre mencionan que no les
interesan las dádivas, su interés es que se les reconozcan el trabajo que realizan y
los objetivos de subsistencia que buscan.
Respecto a los aportes sobre sistemas alimentarios, se observa que en efecto im-
pulsan los sistemas propios de cada localidad, puesto que cada familia cafetalera
da cuenta de la diferenciación de su sistema, aunque el punto común para todas las
familias es la producción de maíz y frijol y una serie de quelites que obtienen de sus
sistemas milpa. Sin embargo, la producción de frutas y verduras puede variar, de tal
forma que en las entrevistas realizadas se comentó que producen plátano, naranja,
lima, guanábana, durazno, limón dulce, guayaba, guajinicuil y madarina, asimismo
producen verduras, entre ellas encontramos lechuga, rábano, tomate, chile serrano,
epazote, cebolla, zanahoria, acelga, albahaca, ruda, hierbabuena, cilantro, además
para complementar producen pollos, huevos, cerdos, borregos, chivos y en pocos
casos tienen ganado bovino.
Cabe aclarar que lo que respecta a sus sistemas pecuarios también son en peque-
ñas escalas, puesto que igual que en el caso de su producción agrícola, se trata de
un conjunto de alimentos que se producen como sistema familiar.
Por su diversidad, sus escalas y lo culturalmente local de su producción nos permite
considerar que se debe fortalecer esta producción campesina por varias razones
de suma importancia, en principio porque la producción de autoconsumo asegura
el acceso a su alimentación culturalmente aceptable y de calidad, al tiempo que
esto es un factor fundamental en el cumplimiento de los DESCA, ya que hasta el
sexenio pasado sólo se consideró la seguridad alimentaria para acercar alimentos
a la población, lo que signicó sólo tratar de acercar alimentación sin pensar en lo
culturalmente denido por la población, además de ser alimentos procesados en la
mayoría de los casos.
En este sentido consideramos que pensar en la soberanía alimentaria como eje ar-
ticulador de política pública agropecuaria y social, es una necesidad no sólo por el
acceso a la alimentación de la población campesina sino además por el aporte que
puede representar para la Nación el tener una autonomía alimentaria que permita
tomar decisiones propias a partir de esta fortaleza.
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Con la investigación se pudo identicar que existen cambios en la política agrope-
cuaria y social que tienen esta tendencia, en particular el programa producción para
el bienestar y sembrando vida; aunque el diseño de los programas es prometedor
y plantea cambios sustanciales como el impulso de la agroecología para asegurar
la soberanía alimentaria; sin embargo, la operación de los programas aún presenta
grandes retos que esperamos se cuiden como el hecho de reconocer el conocimien-
to que ya existe en las comunidades y que puedan partir de un diagnóstico municipal
real sobre las condiciones materiales de la población.
Los casos de las familias que se entrevistaron son ejemplos de los ingresos mone-
tarios que pueden obtener con la venta del grano aromático, dan cuenta de la diver-
sicación económica y productiva que mantienen las familias campesinas dedicadas
a la producción del café, la cual en general se observa en los tres municipios. Toda
su diversicación productiva y económica tiene el objetivo de cubrir sus necesidades
básicas, no sólo la de alimentación.
En todos los casos es similar su diversicación, porque a través de su organización
CEPCO impulsa esta dinámica en sus asociados, debido a que la producción de ali-
mentos propia y el consumo saludable de los mismos es un objetivo importante para
mantener una vida digna que buscan alcanzar con el apoyo organizativo.
La CEPCO cuenta con 3,122 socios productores de café de los cuales 1,814 son
mujeres y 1,308 son hombres, las familias cacultoras asociadas se localizan en 137
localidades de 37 municipios del estado de Oaxaca, se agrupan en 44 organizacio-
nes locales o regionales.
El estudio empírico se realizó con la muestra de una familia de Santa Catarina Loxi-
cha, San Pedro Teutila y Santa María Yucuiti, debido a que CEPCO es una organi-
zación de segundo nivel que agrupa a organizaciones locales y regionales, entre las
cuales forman un conjunto de productores de todo el estado de Oaxaca en dónde se
produce café tal como se comentó antes.
Del número de socios que se entrevistaron en Santa Catarina Loxicha existen 45
socios, cuya organización local es la Cooperativa Zapoteco del Sur S.C. de R.L. de
C.V., en San Pedro Teutila existen 36 socios de la Organización de Productores de
Café, Tierra de Polvo de Oro S.C. de R.L. de C.V.; y en Santa María Yucuiti tienes
73 socios de la Organización de Productores de Café Yucuiti, S.C. de R.L. de C.V.
El municipio de Santa Catarina Loxicha, pertenece a la región de la Costa, es un muni-
cipio con una población total de 3,676 personas, de los cuales el 47% son hombres y el
53% son mujeres. 82.89% de la población se consideraba indígena (2015). El número
de población de 5 años y más hablante de lengua indígena asciende a 278 personas,
mientras que el porcentaje de población de 3 años y más hablante de lengua indígena
es de 8.03% y el porcentaje de población de 3 años y más hablante de lengua indíge-
na que no habla español es de 1.44% (2020). Su actividad principal es agropecuaria,
puesto que los datos estadísticos indican que 64.17% se dedican al sector primario.
Santa María Yucuiti, pertenece a la región de la Mixteca, su población total es de
6,008 personas, de los cuales el 47.4% son hombres y el 52.6% son mujeres. 99.55%
de la población se consideraba indígena (2015). El número de población de 5 años
y más hablante de lengua indígena asciende a 5,155 personas, mientras que el por-
centaje de población de 3 años y más hablante de lengua indígena es de 91.87% y el
porcentaje de población de 3 años y más hablante de lengua indígena que no habla
español es de 7.88% (2020). Según los tabulados de la encuesta intercensal 2015,
82.60% de la población se dedicaba al sector primario.
Artículos • Gladys Karina Sánchez Juárez
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San Pedro Teutila, pertenece a la región de la Cañada. Su población total es de 4296
personas, de los cuales el 48.9% son hombres y el 51.1% son mujeres. El porcentaje
de población que se consideraba indígena era el 86.34% (2015). El número de pobla-
ción de 5 años y más hablante de lengua indígena asciende a 793 personas, mientras
que el porcentaje de población de 3 años y más hablante de lengua indígena es del
19.57% y el porcentaje de población de 3 años y más hablante de lengua indígena que
no habla español es de 2.26% (2020).Según la encuesta intercensal 2015, 73.85% de
la población económicamente activa está ocupada en las actividades primarias.
Cuadro 1. Resumen comparativo.
Condiciones socioeconómicas entre los municipios de estudio
Municipio
Socios
de
CEPCO
Organización local Población
total
Población
indígena
Población
del sector
primario
Santa Catarina
Loxicha 45
Cooperativa Zapoteco
del Sur S.C. de R.L. de
C.V.
3,676 82.89% 64.17%
San Pedro
Teutila 36 Tierra de Polvo de Oro
S.C. de R.L. de C.V. 6,008 99.55% 82.60%
Santa María
Yucuiti 73
Organización de Produc-
tores de Café Yucuiti,
S.C. de R.L. de C.V.
4,296 86.34% 73.85%
Elaboración propia con datos de INEGI
Como podemos observar, los tres municipios se identican con población eminente-
mente indígena y su actividad principal es agropecuaria, al tiempo que las familias
que se dedican a la producción de café y que son miembros de CEPCO también
reejan esa dinámica productiva, ampliamente diversicada para el autoconsumo
aunque centrada en la producción del grano aromático.
Ahora bien, se expone la producción alimentaria, los ingresos monetarios y los gas-
tos familiares para cubrir sus necesidades alimenticias y básicas, esto con el objetivo
de analizar la estructura de estas unidades económicas campesinas, para ello, se-
guimos la guía teórica que Chayanov plantea para el análisis de la unidad económica
campesina, a partir de las extensiones de tierra con las que cuenta una familia, el
número de integrantes de la familia, las actividades económico productivas no sólo
las agropecuarias que realizan y los gastos productivos, así como los de consumo
que realiza la familia.
En general se trata de familias con pequeñas extensiones de tierra tanto para la pro-
ducción de café, como para otras producciones, entre las que destacan las de granos
básicos y pequeñas cantidades de ganado en algunos casos.
Tabla 1. Extensiones de tierra que tiene cada familia entrevistada
Municipio Tamaño de la
familia
Café
Hectáreas
Maíz
Hectáreas Otros
Santa Catarina Loxicha 4 2.5 0 8
Sata María Yucuiti 8 1 0.5
San Pedro Teutila 3 8 2
Elaboración propia con datos de investigación empírica
Anduli • Revista Andaluza de Ciencias Sociales Nº 22 - 2022
• 138 •
Como se observa en la tabla 1, los integrantes de la familia varían mucho; sin em-
bargo, esta pequeña muestra nos da cuenta de que las familias de tres o cuatro inte-
grantes son pequeñas en gran medida porque los campesinos son de edad mayor y
sus hijos han formado nuevas familias, quienes a veces ya no se dedican al campo.
Esto nos permite también mencionar que buena parte de la base campesina se ha
reducido y la mayoría de quienes se quedan en el campo son personas de edad
avanzada, lo cual pone en riesgo la propia actividad productiva.
Por otra parte, sus extensiones de tierra son ínmas aun cuando se trata de cultivos co-
merciales como el café, que es un grano de exportación. Si bien, son familias que es-
tán organizadas porque pertenecen a CEPCO, que producen y comercializan café de
especialidad para la exportación, que además comercializan en el sistema de comercio
justo, todo ello a veces no es suciente para que puedan cubrir sus necesidades por-
que sus pequeñas extensiones de tierra no permiten obtener altos rendimientos.
A lo anterior agregamos que las condiciones climáticas inuyen fuertemente, en al-
gunas ocasiones en demérito de la producción como el caso del hongo que la roya
amarilla que se presentó entre el año 2012 y 2013, por tanto, tuvieron que renovar
cafetales desde el año 2015, así que un conjunto amplio de familias prácticamente
durante 3 años se quedaron sin producción del aromático, lo cual impactó directa-
mente en la obtención de sus ingresos monetarios para el sustento familiar.
Pese a la crisis económica y climática, estas familias sostienen su producción de
café, maíz y demás actividades productivas, ya que en la tabla también se exponen
las extensiones de tierra que dedican a la producción de granos básicos, puesto
que el maíz también implica cultivo de frijol y un conjunto de arvenses que son parte
importante de la alimentación local. Sólo una mínima parte de las familias, en este
caso de la muestra sólo una familia cuenta con extensión de tierra para tener algunas
cabezas de ganado bovino.
Tabla 2. Ingresos y gastos de las familias entrevistadas
Municipio Costos
Productivos
Gastos de
consumo
Ingresos
de café
Otra
actividad salarios Subsidios
Santa Catari-
na Loxicha 25,182.67 33,911.00 13,300.00 500.00 24,093.67 21,200.00
Sata María
Yucuiti 13,032.67 58,428.00 12,500.00 4,000.00 48,760.67 6,200.00
San Pedro
Teutila 25,086.67 37,010.00 16,200.00 6,000.00 60,000.00 6,200.00
Elaboración propia con datos de investigación empírica
En la tabla 2, lo que se exponen son los gastos que realiza la familia para sostener sus
actividades productivas, los cuales contemplan sobre todo mano de obra adicional a la
familiar, herramientas para sus labores de cultivo y transporte que pagan para trasladar
abono a la parcela, o para trasladar el café de la parcela a la casa, después el traslado
del grano aromático de su casa a la bodega local, en éste último rubro son los menos
porque en general sus bodegas locales se encuentran muy cercanas a sus casas.
De acuerdo con esa tabla 2, notamos que las familias siempre tienen la necesidad de
complementar sus ingresos con otras actividades económicas distintas a las del café,
por ejemplo, tienen ocios como la carpintería, o bien, tienen apicultura, o crianza de
chivos y borregos, o venta de frutas temporales en pequeñas escalas dentro de sus
mercados regionales.
Artículos • Gladys Karina Sánchez Juárez
• 139 •
En este rubro además de la integración de sus ingresos monetarios es importante
mencionar que también complementan el sustento con la producción de alimentos
que realizan. De tal forma que cada familia tiene un conjunto de producción agrope-
cuaria complementaria para el autoconsumo.
La familia de San Pedro Teutila, además de café vende maíz en algunas cosechas
de bonanza, además de contar con el sistema MIAF (Maíz intercalado con frutales,
un sistema que se considera una agro tecnología para evitar la erosión de los suelos.
En este municipio las mujeres cafeticultoras y esposas de socios cacultores tienen
producción de traspatio con lechuga, rábano, tomate, chile serrano, epazote, cebolla,
zanahoria, acelga. También tienen gallinas, chivos, cerdos, en pocas familias tienen
ganado entre 5 y 20 cabezas (Josúe Reyes Otañes – Secretario del consejo directi-
vo, comunicación personal, 3 de junio 2021).
La familias de Santa María Yucuiti tienen entre 1 y 5 hectáreas de maíz, por tanto,
quienes tienen una hectárea o menos, se ven en la necesidad de comprar maíz de
diconsa para seis meses del año. Al ser socios de CEPCO también las mujeres pro-
ducen hortalizas. Tienen gallinas para autoconsumo. Finalmente cuentan con 10 a
20 borregos y/o chivos por familia, como parte de su diversicación productiva (Angel
López López – Consejo de vigilancia, comunicación personal, 9 de junio 2021).
Cosechan dos veces al año frijol para autoconsumo y dentro de su cafetal cuentan
con frutales como mandarina, manzana, limón dulce, guayaba, plátano, guajinicuil,
éste último fruto también lo utilizan para abonar el suelo.
En el caso de la familia de Santa Catarina Loxicha, cuentan con 1 o 2 hectáreas dedi-
cadas al cultivo de maíz, todo para autoconsumo, tienen dos cosechas de frijol, pro-
ducen hortalizas de traspatio, lo mismo que gallinas. De igual forma igual que en casi
todas las familias cacultoras de producción orgánica en su cafetal tienen frutales
como naranja, lima, limones y plátano. Entre su diversicación económica productiva
tienen cerdos, 10 a 20 chivos y en los últimos 5 años iniciaron con la producción de
cacao (Edilberto Bautista Ruiz – Primer vocal del consejo directivo, comunicación
personal, 9 de Junio 2021).
Tabla 3. Inversión de trabajo por ciclo de cosecha de cada familia entrevistada
Municipio Jornadas
Familiares
Jornadas
Contratadas
Santa Catarina Loxicha 147 119
Sata María Yucuiti 66 0
San Pedro Teutila 146 159
Elaboración propia con datos de investigación empírica
Toda su producción comercial y de autoconsumo requiere de mucho trabajo que la
familia tiene que invertir, la mayoría de los casos incluso deben contratar mano de
obra adicional, en particular para su cultivo comercial principal que en este caso es
el grano aromático.
En la tabla 3 se puede apreciar la cantidad de mano de obra que invierten por cada
ciclo productivo, en todos los casos los campesinos trabajan principalmente con el
apoyo de sus esposas o hijos mayores, además de contratar ayudantes para algunas
labores del cultivo que se requieren.
Anduli • Revista Andaluza de Ciencias Sociales Nº 22 - 2022
• 140 •
El análisis de funcionamiento de la unidad económica campesina nos da cuenta que
en el caso de las familias que se dedican al cultivo de café orgánico y de comercio
justo que integran la CEPCO, si bien, pueden obtener mejores precios para el grano
con respecto a los productores que están libres, es claro que la cantidad de esfuerzo
que realizan es realmente importante; sin embargo, la diversicación productiva les
permite mantener su reproducción social.
Con su diversicación sustentamos que se trata de un tipo de campesinado que
cumple una función muy importante en la conservación de suelos, de biodiversidad
y logran producir alimentos sanos para sus familias, además de comercializar algu-
nos alimentos agropecuarios para el mercado local o regional. Es decir, también son
familias de gran importancia en el proceso de la soberanía alimentaria por la gran
aportación que realizan en términos alimentarios.
Con la información empírica podemos dar cuenta de que los campesinos, en este
caso de Oaxaca, siguen siendo garantes de la diversidad social, cultural, humana y
la conservación de la biodiversidad. Además de transmitir y aplicar saberes locales
en diversos procesos, entre ellos, los procesos productivos.
Aunque se trata de una experiencia local, consideramos que papel de los campesi-
nos para la soberanía alimentaria nacional es fundamental, por tanto, es de suma
importancia que las políticas agropecuarias consideren los derechos de los campesi-
nos como eje de articulación para su diseño e implementación.
Por otra parte, después de la pandemia de COVID-19, sus efectos nos hicieron pen-
sar en apreciar los productos locales, por la calidad alimentaria, ser una producción
cercana y sostenible. Ante esto, el papel de los campesinos volvió a resurgir como
un actor fundamental en la producción de alimentos sanos, para abastecer a las po-
blaciones rurales y también a poblaciones urbanas.
5. Discusión de resultados en torno al campesinado inmerso
en el cultivo del aromático en Oaxaca, México
Desde 1990, especícamente a partir de 1994 con la rma del TLCAN, se privilegió
la importación de granos básicos como el maíz (Fritscher, 1998), en la lógica de las
ventajas comparativas centradas en que era más barato importar la producción agro-
alimentaria como granos básicos y leche principalmente (Tarrío y Concheiro, 1998),
se decía que era mejor que impulsar la producción porque la producción campesina
de pequeña escala se consideró que no era rentable, por lo que desde el apara-
to gubernamental decidieron apoyar ampliamente las agroindustrias de gran escala
principalmente en el norte del país (Diego y Calderón, 1998).
Sin embargo, después de dos décadas del TLCAN y de esa lógica de impulso de
agricultura a gran escala se comenzó a discutir la importancia de la soberanía ali-
mentaria como un proyecto político porque la soberanía permite fortalecer la auto-
determinación o autonomía del país, por otra parte, dicha soberanía en gran medida
la aportan o la pueden aportar eminentemente los campesinos del país, en tanto, el
grano básico, se produce en todo México, adicionalmente en la lógica campesina se
privilegia la diversicación productiva como estrategia de subsistencia familiar, por
tanto, muchos de estos campesinos también tienen producciones comerciales inclu-
so eminentemente de exportación como el caso del café de especialidad, es decir,
orgánico y de comercio justo.
Artículos • Gladys Karina Sánchez Juárez
• 141 •
En esa lógica de diversicación productiva, los cacultores campesinos del sur de
México son un claro ejemplo, de manera particular en este trabajo nos referimos a
quienes se localizan en el estado de Oaxaca que mantienen sus formas de produc-
ción campesina aunque tienen la producción y comercialización del aromático, lo
cual lo han logrado en gran medida por sus procesos de organización que tienen al
menos 30 años de existencia. Puesto que, a través de sus estrategias organizativas,
los cacultores orgánicos y del comercio justo incursionaron en el camino de la au-
togestión productiva y se vincularon al mercado internacional al tiempo que también
mantuvieron sus formas propias de producción como el cultivo de la milpa, asimismo
su producción de traspatio dirigida al autoconsumo (Sánchez, 2015).
Ahora bien, el proceso de permanencia del campesinado en el sur de México no ha
resultado sencillo, en tanto, enfrentaron la profundización de las políticas neolibera-
les a nales de la década de los ochenta, puesto que las políticas de ese momento
privilegiaron a las empresas agrícolas que demostraban capacidad de competitividad
en el mercado, preferentemente internacional, asimismo toda la producción campe-
sina se consideró casi innecesaria por tener bajos rendimientos, dirigirse al autocon-
sumo primordialmente, contar con pequeñas extensiones de tierra y ser de temporal.
En ese mismo periodo, los precios de garantía para algunas producciones agrope-
cuarias que el Estado ofrecía desaparecieron (Calva, 1996), al mismo tiempo se
desmantelaron las diversas instituciones gubernamentales que tutelaban a campe-
sinos que lograron convencer de contar con una producción comercial como lo es el
grano aromático, altamente demandado en países fríos, de tal forma, que aquéllos
campesinos que aprendieron a depender del Estado porque contaban con asistencia
técnica, crédito, comercialización segura del grano y un precio garantizado de la no-
che a la mañana se quedaron sin esos apoyos (Sánchez 2015).
Al mismo tiempo, en el marco internacional se liberó el mercado del café, puesto
que, hasta 1989 se controlaba la oferta del grano para mantener estabilidad en los
precios, se controlaba en general la producción con el objetivo de asegurar estabi-
lidad a los productores; sin embargo, cuando se decide que era necesario liberar el
mercado por el proceso de globalización que exigía la “libre competencia”, los ca-
cultores campesinos fueron quienes enfrentaron la peor de las crisis comercial del
grano porque los precios decayeron totalmente, además de que en ese mismo año
devino una crisis productiva por el embate de una plaga y afectaciones por el clima.
Por tanto, después de que el Estado se retiró con la asistencia técnica, nancia-
miento y comercialización del grano aromático, además de abrir el mercado a la libre
competencia internacional, para los campesinos este contexto fue muy crítico, no
obstante, ya estaban incursionando en la producción del café y no podían abando-
nar de forma absoluta su cultivo debido a que cuentan con pequeñas extensiones
de tierra que imposibilita hacer cambios, además de tratarse de un cultivo perenne,
por estas razones, su producción agrícola no puede manejarse de acuerdo con las
demandas favorables del mercado o las conveniencias institucionales.
De tal forma, los campesinos que aún mantenían parte de sus extensiones de tierra
con cultivos de milpa se pudieron sostener con la producción de autoconsumo, al
tiempo que también encontraron estrategias para superar la crisis institucional, co-
mercial y climática, una de estas fue precisamente organizarse en colectivos para
buscar soluciones en principio de carácter comercial, ya que necesitaban vender el
grano aromático en grandes volúmenes para encontrar mejores condiciones comer-
ciales, pues de otro modo, las ínmas cantidades de su producción serían práctica-
mente una pérdida en un mercado que comenzó a funcionar bajo la lógica de la libre
Anduli • Revista Andaluza de Ciencias Sociales Nº 22 - 2022
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competencia, esto último signicó enfrentarse a las grandes empresas multinacio-
nales que pueden acaparar grandes cantidades de producción y por tanto, pueden
determinar los precios en el mercado.
Por esta situación, los campesinos rápidamente se constituyeron en diversas guras
jurídicas, con la intención de sostener la producción de café, esto fue así en gran
medida porque a pesar de que cuentan con producción de autoconsumo, la produc-
ción comercial es parte de su diversicación productiva que les permite mantener
su reproducción social. Así encontramos que en el inicio de la década de los noven-
ta surgieron algunas organizaciones productivas en torno al café, todas agrupan a
campesinos del sur de México, entre ellas encontramos en el estado de Oaxaca a
CEPCO.
En el recuento histórico del café analizamos que estos campesinos dedicados a la
producción del aromático orgánico y de comercio justo se sostienen, en gran medida
por su capacidad de adaptación pese a que las políticas neoliberales fueron prácti-
camente de exterminio para la producción campesina. Con ello, en nuestro análisis
observamos que se vulneraron los derechos humanos de tercera generación los
DESCA y hoy día también los derechos enunciados en la Declaración de los Dere-
chos Campesinos.
6. Reexiones Finales
Los campesinos en quienes se centra la investigación, aunque tienen un cultivo
comercial de exportación por excelencia, encontramos que aportan alimentos para
sostener un proceso de soberanía alimentaria, no sólo por la producción saludable,
culturalmente propia a cada localidad, sino además porque los cultivos se producen
con prácticas agroecológicas.
Pese a la vulneración de sus derechos como campesinos y al conjunto de derechos
económicos, sociales, culturales y económicos, estos campesinos del sur de México
lograron organizarse para encontrar mecanismos de subsistencia, mantener su arrai-
go en sus localidades de origen, además de incursionar en un mercado globalizado
con una producción orgánica mediante el sistema de comercio justo, a través del
cual se demanda la revaloración del trabajo campesino al ofertar un producto libre
de agroquímicos en reducidas extensiones de tierra, lo cual implica mayor esfuerzo
para estas familias campesinas.
Analizamos como estas familias campesinas pueden persistir en sus formas de vida
por la cantidad de trabajo que invierten para producir alimentos agropecuarios que
abastecen su consumo familiar y los excedentes los pueden comercializar en los
mercados locales o regionales, también como parte de su diversicación económica
productiva.
Aunque el trabajo que invierten es elevado, puesto que, con la investigación pudimos
conocer la cantidad de jornales anuales que invierten en sus cultivos, esto no es una
limitante para que estas familias se mantengan arraigados al campo. En la mayoría
de las ocasiones el trabajo que la familia invierte no se remunera aún con los sobre
precios que pueden conseguir a través del sistema de comercio justo, por lo cual,
aún es una materia pendiente que la sociedad en general reconozca el verdadero
trabajo que invierten los campesinos que ofrecen alimentos agropecuarios con prác-
ticas agroecológicas.
Artículos • Gladys Karina Sánchez Juárez
• 143 •
Si bien, se menciona en diversos estudios la importancia de las familias campesinas,
en tanto, incluso la FAO declaró que son las unidades productivas más importantes
para la producción de alimentos en el mundo; sin embargo, aún no parece recono-
cerse esa importancia a través de políticas concretas y dentro de la sociedad en
general falta un reconocimiento a la gran labor que realizan las familias campesinas
y las personas que viven en el campo en general.
Anduli • Revista Andaluza de Ciencias Sociales Nº 22 - 2022
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Anexo 1. Instrumento metodológico para familias campesinas
con producción de café1
Para calcular el costo de producción de un campesino se requiere lo siguiente:
a. Labores y jornadas de trabajo realizadas en la actividad;
b. Trabajo invertido familiar y trabajo contratado, ¿a qué precio?
c. Costo de los medios de trabajo e insumos utilizados durante el ciclo. (Cálculo
de la amortización anual).
Ingresos por venta de la producción
Se toma nota de la cantidad de kilogramos de café que entregó la familia a la organi-
zación y si vendió por fuera una parte, el precio y el sobre precio que recibió.
Subsidios. Se investiga el monto en subsidios que recibe la familia tanto en transfe-
rencias monetarias como en programas dirigidos a la producción.
Se anota el Tamaño de la familia. Número de integrantes de la familia que viven en
una misma casa y que dependen de la misma actividad productiva.
Recursos de la familia y diversicación productiva. Se anota si cuentan con ganado
u otra actividad productiva, sus ingresos por ellas, sus gastos, sus herramientas con
las que cuentan.
Trabajo. Se pregunta ¿Qué miembros de la familia trabajan? Dentro y fuera de la
actividad productiva.
Ingresos monetarios. Se trata de ver cuántos ingresos anuales obtiene la familia
por tres tipos de actividades y fuentes: Actividades por cuenta propia, Salarios y re-
mesas, y subsidios del gobierno.
Actividades por cuenta propia, se trata de identicar los ingresos anuales netos
que obtiene la familia por la venta de lo que produce después de descontarle los
costos o los gastos en insumos y pago de mano de obra.
Los ingresos monetarios anuales de la familia. Los datos se toman de los cuadros
anteriores y se anotan en el siguiente cuadro.
Los gastos anuales de la familia. Se trata de estimar con la familia los gastos en
alimentación, educación, salud, vestido, vivienda, etc. Los de alimentación pueden
calcularse por semana o por mes y luego sumarse.
Comparación de gastos e ingresos anuales para ver en qué situación económica
está la familia y que decisiones está tomando para mantenerse. Con este ejercicio
se puede saber si los ingresos en especie y en dinero alcanzan a satisfacer las ne-
cesidades familiares de consumo y de gastos productivos, a qué satisfactores está
renunciando la familia. Para llenar el cuadro de abajo se toman datos de los cuadros
anteriores.
1 Este instrumento se basa en el instrumento metodológico utilizado por Bartra, Paz y Cobo (2004)
con una investigación profunda que realizaron en organizaciones de café orgánico y comercio
justo en los estados de Oaxaca, Chiapas y Puebla. Éste es un instrumento que he aplicado desde
el año 2012 con algunas adecuaciones en diversas investigaciones con pequeños cafeticultores.
Artículos • Gladys Karina Sánchez Juárez
• 145 •
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