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Anduli
Revista Andaluza de Ciencias Sociales
ISSN: 1696-0270 • e-ISSN: 2340-4973
DERECHOS HUMANOS DE LOS CAMPESINOS Y
PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DEL HOGAR
PEASANTS´ HUMAN RIGHTS AND HOUSEHOLD
AGRICULTURAL PRODUCTION
Ignacio Llamas-Huitrón
Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa, México
llamas@xanum.uam.mx
Orcid: https://orcid.org/ 0000-0003-0554-0797
Resumen
En el artículo se discuten las condicio-
nes socioeconómicas de un campesi-
no poseedor de una unidad agrícola de
producción familiar (UAPF). Asimismo,
se analizan las características del hogar
campesino y de la UAPF. Se destaca la
cultura tradicional del hogar campesino,
en particular, a la tradición de heredar
la tierra de padres a hijos. En México
se observó que algunas de las normas
establecidas en la Declaración de los
Derechos Humanos de los Campesinos
no se cumplen como la segregación ocu-
pacional y la discriminación salarial en
contra de las mujeres, y la ausencia de
una política efectiva de igualdad de ac-
ceso a los servicios educativos, y otras
más. Se propone una política pública de
promoción de acceso a los servicios de
internet, así como a los medios para su
uso ya que se considera a este servicio
como un “bien habilitador”. En el análisis
se utilizó la Encuesta de Ingreso y Gas-
to de los Hogares 2018 realizada por el
INEGI.
Palabras clave: producción familiar, tra-
bajador agrícola, cultura, escolaridad,
discriminación, segregación.
Abstract
This article discusses the socioeconomic
conditions of a farmer who owns a family-
producing agricultural unit (UAPF), and
also analyzes characteristics of the rural
household. It highlights the traditional
culture of the rural household, specially
the tradition of inheriting the land from
parents to children. In Mexico, it was
noted that some of the standards set
out in the United Nations Declaration
on the Rights of Peasants and Other
People Working in Rural Areas are not
met. Examples include occupational
segregation and wage discrimination
against women, and the absence of
an effective policy of equal access to
educational services. A public policy is
proposed to promote access to Internet
services, as well as the means for their
use, as these services are considered
an “enabling-good”. The analysis used
INEGI’s Mexico Household Income and
Expenditure Survey of 2018.
Keywords: family production, agricultural
worker, culture, schooling, discrimination,
segregation.
Como citar este artículo /citation: Sánchez-Huitrón, Ignacio (2022). Derechos Humanos de los Campesinos y
Producción Agrícola del Hogar. ANDULI 22 (2022) pp. 147-164.
http://doi.org/10.12795/anduli.2022.i22.08
Recibido: 28.05.2021. Aceptado 25.06.2021. Publicado 31.07.2022
DOI: http://doi.org/10.12795/anduli.2022.i22.08
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1. INTRODUCCIÓN
La Declaración de Los Derechos de los Campesinos1aprobada y adoptada por las
Naciones Unidas tiene como propósito promover una vida digna, el respeto e igual
trato a los trabajadores del campo de los países del mundo. El contenido normativo
de la Declaración tiende a propiciar una mejora en el terreno en el que se reproducen
las unidades productivas de los campesinos, orientando la dirección de las relacio-
nes de estas unidades con su entorno.
En este artículo se analiza las condiciones socioeconómicas de un campesino po-
seedor de una unidad agrícola de producción familiar (UAPF); esta unidad se dene
como aquella que tiene un máximo de cinco trabajadores. En el análisis del hogar
campesino se considera su número promedio de integrantes y su escolaridad, la re-
cepción de subsidios de otros hogares nacionales y del extranjero. La UAPF se ana-
liza en términos de la producción destinada al autoconsumo y al mercado, el empleo
de trabajadores sin pago, apoyos recibidos de organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales, el acceso a sistemas de información y comunicación. Es decir, se
considera al campesino como miembro de dos organizaciones sistémicas, el hogar y
la UAPF. El análisis de las variables del hogar y de la UAPF se realiza para el caso
de México y está limitado por la disponibilidad de información. Ésta se obtuvo de la
Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares 2018, realizada por el Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI). Así, el estudio se limita a algunos aspectos del
hogar y de la UAPF, tal como se ha señalado y no se diferencia a sus integrantes por
sexo, edad; ni si son indígenas o no (aunque estos se concentran en la Región Sur
de México).
En el artículo se pone énfasis en la cultura tradicional del hogar campesino, en par-
ticular, a la tradición de heredar la tierra de padres a hijos, así como en la tradicional
reproducción de las tecnologías sociales (organizacionales, trabajo familiar) y físicas
(tierra y herramientas) que hace posible la reproducción de las UAPF. Las principales
carencias de los hogares campesinos analizadas son la baja escolaridad promedio
de sus integrantes y el bajo acceso a los servicios modernos de comunicación: inter-
net. Este último servicio se considera como un bien habilitador cuya disponibilidad
puede acelerar el ejercicio de los derechos campesinos, así como el proceso de ac-
cesibilidad a otros bienes necesarios en el hogar (mayor permanencia de los jóvenes
en el sistema educativo) y en las UAPF (acceso a servicios nancieros: créditos o
préstamos,seguros).
El resto del documento se estructura de la manera siguiente: En el punto 2 se pre-
sentan algunos antecedentes de las unidades agrícolas de producción familiar. En el
punto 3 se presenta el esquema analítico de la manera en que se aborda el análisis
del hogar campesino y su relación con la unidad agrícola doméstica, así como la re-
lación de ambas categorías con el medio ambiente en el que se desenvuelven. En el
4 se presentan algunas de las características principales de los hogares con UAPF,
así como de las UAPF. Enel punto 5 se presentan algunas de las características del
entorno de los hogares y de las UAPF. En el punto 6, nalmente, se presentan las
reexiones y conclusiones.
1 La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Campesinos y de
Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales fue aprobada en Nueva York el 28 de sep-
tiembre de 2018.
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2. ANTECEDENTES
La unidad agrícola de producción familiar (UAPF)es una unidad de producción cuya
nalidad es producir los medios necesarios para el sustento de la familia de quien po-
see o administra dicha unidad. Los sujetos centrales de esta unidad sonel campesino
que la dirige y su familia u hogar.
La UAPF es una creación de los primeros grupos humanos. El registro de sus ante-
cedentes se remonta a la antigua sociedad egipcia. La unidad básica de la sociedad
era el oikos, palabra griega que signica casa, el conjunto de personas (y sus bienes)
que cohabitaban en un ambiente doméstico. Los oikos eran unidades económicas
y sociales autárquicas, incluían explotaciones agropecuarias, en las cuales se re-
creaban normas, valores y relaciones sociales (colaboradores de Wikipedia, 2020).
Weber señaló que una de las formas en las que fue evolucionando la economía
monetaria del príncipe en la Edad Media fue la utilización de la mano de obra que
tenía bajo su dominio; ésta se encargaba de satisfacer las necesidades materiales
del príncipe y parte de su producción se destinaba a la venta una práctica que se ob-
servaba desde la época del Egipto y la Babilonia antiguos. El comercio y la produc-
ción industrial para el mercado fueron“actividades económicas accesorias de estas
grandes unidades domésticas, faltando en absoluto toda distinción entre economía
doméstica de tipo consuntivo y economía lucrativa. Es ésta la forma económica…
del oikos” (Weber, 2001: 45).Es decir, el oikos funcionaba como una unidad produc-
tiva familiar tanto para el autoconsumo como para el mercado. La organización de
esta unidad económica y social fue una característica de las sociedades de Egipto,
Grecia y de Europa Occidental en la Edad Media. Su existencia también es probable
en la sociedad de Tenochtitlán en la cual presumiblemente se creó una organización
parecida.
En la obra de Riva Palacio, México a Través de los siglos (1979: 578-9), se señala que
con la fundación de Tenochtitlán se repartió la tierra en calpulli (barrios), cada uno de
los cuales se constituía por miembros de una familia. La escasez y la falta de tierras
obligó a cada uno a vivir de su propio trabajo para alimentarse. También existió el de-
recho de propiedad, aunque este obligaba a su poseedor a cultivarla; el poseedor no
podía dejar de cultivarla por más de tres años; si lo hacía, la tierra se le asignaba a otro
miembro de la comunidad. Además, en Tenochtitlán la tierra era heredable.
¿Qué factores pueden explicar la presencia a través del tiempo y de continentes de
la unidad agrícola de producción familiar? Considero a la herencia de la tierra un fac-
tor importante que explica su presencia. La herencia de la tierra permite la reproduc-
ción en el tiempo de la UAPF gracias a un factor cultural que se podría llamar la Ley
de Luvina. Juan Rulfo escribió que en Luvina2, un pueblo imaginado,en algún lugar
de México, es costumbre o ley que los hijos “se pasan la vida trabajando para los
padres como ellos trabajaron para los suyos” y así por generaciones y generaciones
pasadas. Además, en Luvina las personas tienen apego a la tradición, a la tierra, ahí
viven sus muertos y no quieren dejarlos solos.
2 Luvina es el título de un cuento corto de Juan Rulfo; es un pueblo imaginado por él. Forma parte
de El llano en llamas. El narrador, un profesor que vivió y trabajó en Luvina, le cuenta a un viajero
(también profesor) que va a Luvina como es la vida en Luvina. El narrador cuenta que en Luvina
solo quedan los viejos y las mujeres: “Los hijos se pasan la vida trabajando para los padres como
ellos trabajaron para los suyos y como quién sabe cuántos atrás de ellos cumplieron con su ley”.
Un día el profesor narrador trató de convencerlos de que se fueran a otro lugar y le contestaron:
“Pero si nosotros nos vamos, ¿quién se llevará a nuestros muertos? Ellos viven aquí y no pode-
mos dejarlos solos”.
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Entonces, la persistencia de las UAPF a través del tiempo es probable que se deba a
dos fuerzas endógenas, internas, en dichas unidades. Primera, la Ley de Luvina que
maniesta la cultura campesina y que implica la posesión intergeneracional de la tie-
rra. Segunda, la organización o uso de una tecnología social familiar jerárquica en la
UAPF; la producción se realiza fundamentalmente con trabajo familiar en interacción
con una tecnología física (tierra, herramientas de trabajo, semillas) relativamente
estática. Las dos fuerzas, la de la cultura y la de la tecnología en uso, autorregularían
la estabilidad, la constancia, la permanencia de la UAPF.
Los Derechos Humanos del Campesino ofrecen normas de protección a la UAPF, las
cuales le darían mayores posibilidades para su estabilidad y permanencia. En la De-
claración se manifestó preocupación por las condiciones de vida de quienes trabajan
y viven en las zonas rurales, condición de pobreza, emigración de los jóvenes a las
zonas urbanas nacionales o al extranjero, bajo acceso a los recursos nancieros y a
los servicios educativos, trabajo infantil, entre otros.
3. METODOLOGÍA
La gráca 1 muestra las categorías conceptuales que se utilizan en esta investiga-
ción para analizar el funcionamiento de las unidades agrícolas campesinas y la forma
en que se concibe a la cultura campesina. En ella se muestra que existe un proceso
recursivo e iterativo entre las categorías. Es decir, las culturas y las personas se
moldean mutuamente, las personas crean las culturas y se adaptan posteriormente a
ellas, lo que ocasiona que las culturas moldeen a las personas para que se compor-
ten de una manera que perpetúe a la cultura que ellas mismas han creado (Markus
y Conner, 2012: 367; la línea gruesa señala la dirección de la inuencia fuerte y la
puntada la de la inuencia débil).
Gráca 1. Sistemas hogar, unidad agrícola de producción familiar (UAPF) y entorno
Fuente: elaboración propia con base en Markys y Connor, 2012: 367-370
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Las unidades de análisis o sujetos de estudio son el campesino, el hogar campesino
y la UAPF. La unidad central es el campesino, es el sujeto agente por su capacidad
de relacionarse con otros y por su capacidad de iniciativa, de actuar, tomar decisio-
nes y decidir sobre su vida y la de los suyos. Existe un traslape entre el hogar y la
UAPF en cuyo centro se encuentra el campesino y otros miembros de la familia que
participan en la UAPF; también pueden compartir herramientas e instrumentos que
se pueden utilizar en actividades domésticas y productivas. Sin embargo, el hogar
y la UAPF tienen metas o nes distintos. La nalidad del hogar es la supervivencia
social y la mejora intergeneracional de sus miembros, mientras que la nalidad de
la UAPF es obtener la mayor producción posible dada la cantidad de recursos de
que dispone. Las actividades del hogar y de la UAPF se traslapan, pero su lógica
de funcionamiento es distinta. La UAPF es un medio para la subsistencia del hogar.
Existe una relación simbiótica entre hogar y UAPF (Tepicht, 1973; citado por Ploeg,
2008: 30).
El hogar y la UAPF tienen una tecnología social (reglas, procedimientos, división del
trabajo, jerarquías) y una tecnología física (herramientas, medios de producción)3.
Además, tienen su propio entorno de instituciones y organizaciones que norman y
regulan su comportamiento. Las instituciones se entienden como un conjunto de nor-
mas, hábitos, costumbres, códigos de conducta, leyes, contratos entre personas que
reglan la acción social. Para North (1990: 6) “el papel principal de las instituciones en
una sociedad es reducir la incertidumbre estableciendo una estructura estable (pero
no necesariamente eciente) para la interacción humana”. Si las instituciones son las
reglas del juego, las organizaciones (un congreso, una comisión de Derechos Huma-
nos de una nación, una empresa, una ONG, una escuela) son los equipos.
Entre las principales instituciones y organizaciones del entorno se tienen las educa-
tivas, las de salud, las de asistencia y seguridad social y las de derechos humanos.
La Declaración de los Derechos de los Campesino s establece un conjunto de reglas
y normas para el ordenamiento de las relaciones de los hogares campesinos y de las
UAPF con su entorno. Por ello, los Derechos Campesinos se incluyen en el esquema
de análisis como parte del conjunto de instituciones y organizaciones que regulan el
comportamiento y la interacción entre las personas.
A continuación, se presenta un análisis estadístico de las características principales
de los hogares y de las UAPF de México utilizando los microdatos de la Encuesta
Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2018 que reportó el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI).
3 Tecnología es todo conjunto de reglas aptas para dirigir ecazmente una actividad cualquiera.
Es un procedimiento regulado por normas y con una determinada ecacia. La tecnología física:
máquinas y microchips (capital físico); la tecnología social: la forma de organizar a las personas
para realizar cosas: reglas jurídicas, empresas, prácticas gerenciales, mecanismos y estructu-
ras de mercado, capital de riesgo, políticas públicas, estructuras legales y regulatorias. Ambas
tecnologías son igualmente importantes y evolucionan juntas (Nelson 2003; Beinhocker 2006:
15-16).
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4. RESULTADOS
a) El campesino y la familia4 campesina
La Declaración sobre los Derechos de los Campesinos en su Artículo I dene lo que
debemos entender por campesino: Es “toda persona que se dedique… de manera
individual o en asociación con otras o como comunidad, a la producción agrícola en
pequeña escala para subsistir o comerciar y que para ello recurra en gran medida,
aunque no necesariamente en exclusiva, a la mano de obra de los miembros de su
familia o su hogar y a otras formas no monetarias de organización del trabajo, y que
tenga un vínculo especial de dependencia y apego a la tierra.”
El campesino no vive solo; por lo general, es miembro de una familia a la cual está
unida por sentimientos de fraternidad y solidaridad. Sus decisiones y acciones afec-
tan a toda la familia. Es decir, el campesino es un actor individual con capacidad
de procesar la experiencia personal y social, transformarla en entendimiento para
resolver problemas y hacer frente a los retos que la vida presenta. Sus elecciones ra-
cionales reejan valores instrumentales; por ejemplo, utilización eciente de medios
de producción para alcanzar el máximo de producto; algunas de sus elecciones son
emocionales, por ejemplo, el apego a la tierra y otras más pertenecen al ámbito de la
tradición como el respeto a las costumbres.
El hogar campesino es un sistema compuesto por seres humanos y unidades ma-
teriales (bienes de consumo, casa, muebles, vehículos) necesarias para la supervi-
vencia social5 y su auto reproducción. Será el jefe y el resto de los miembros de la
familia los que toman las decisiones sobre las modalidades de dicha supervivencia.
Lo que caracteriza al hogar es la relación entre cada uno de sus miembros y de éstos
con los recursos materiales. Las acciones del hogar están orientadas por sus nes:
su supervivencia y la creación de las condiciones necesarias para que cada uno
de sus miembros realice el plan de vida que considere valioso. Las acciones de los
miembros del hogar están orientadas para que este sistema cumpla con las metas
a realizar (Autor, 2019: 24-5). En el hogar las personas satisfacen sus necesidades
físicas básicas como son: alimentación, salud, vivienda, protección, afecto y segu-
ridad (Becker, 1989: 64). En el hogar también se realizan otras actividades de igual
importancia como son la transmisión de valores, hábitos y costumbres que sirven
para la socialización de sus miembros.
Una condición para la estabilidad relativa del hogar es la recepción estable de un u-
jo de insumos o recursos. Los insumos básicos del sistema hogar son el ingreso y el
conocimiento. El ingreso limita el conjunto de bienes y servicios que el hogar puede
disponer en el presente y en el futuro. El primer conocimiento lo adquirimos en el ho-
gar. Esto es, el hogar es un sistema de aprendizaje social (Marshall y Tucker, 1992:
4 Al estudiar al campesino y a su familia, les asignamos un comportamiento genérico. Elcompor-
tamiento individual, sin duda, es único e insondable como lo ilustra Borges cuando escribe de
Droctulft, un personaje de cuento. “Imaginamos, sub specie aeternitatis… no al individuo… que
sin duda fue único e insondable (todos los individuos lo son), sino al tipo genérico que de él y de
otros muchos como él ha hecho la tradición, que es obra del olvido y de la memoria” (Borges,
2017: 255). El concepto de familia se usa como sinónimo de hogar; también se usa en su sentido
formal. Así, la familia (hogar) es un grupo social identicado por relaciones de parentesco que
habitan un mismo techo o domicilio.
5 Por supervivencia social se entiende que cada uno de los miembros del hogar tenga acceso y
disfrute de los bienes necesarios para su reproducción biológica y para su activa participación en
la vida social y política. Por ejemplo, que los menores de edad y los jóvenes asistan a la escuela
y disfruten de los bienes públicos (salud, seguridad pública) de acuerdo con sus necesidades.
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165; Coleman, 1977), en él se forman nuestras expectativas de lo que podemos
hacer en la vida; se forman esperanzas y planes de vida. La formación continua con
el conocimiento que adquirimos en la escuela, la cual socializa para la convivencia
y para el trabajo.
b) Características de los hogares y de las UAPF de México
Como se puede observar en el Cuadro Anexo, la información se organizó para pre-
sentar en las las las características de los hogares con UAPF (número de hogares,
sexo y promedios de integrantes de edad y escolaridad, el porcentaje de hombres,
integrantes que hablan lenguas indígenas, etc.), atributos de los integrantes del ho-
gar con edad de 12 o más años (porcentaje que trabajó el mes anterior a la encuesta,
porcentaje que trabajó con remuneración, si recibieron ingresos ajenos al trabajo) y,
nalmente, estadísticas de la UAPF (porcentaje de negocios agrícolas que sembra-
ron el año anterior a la encuesta, valor de las ventas y del autoconsumo, porcentaje
de trabajadores con y sin pago, etc.). Las columnas del Cuadro Anexo se organiza-
ron para presentar las estadísticas de las UAPF en tres regiones y un concentrado
nacional; además, se presenta una división de su tamaño a nivel regional y nacional;
los negocios se dividieron entre los que tuvieron 5 o menos trabajadores (UAPF) y
los que tuvieron 6 o más trabajadores.
Número promedio de integrantes de los hogares con UAPF y su distribución por re-
gión. En México, en 2018, el número de integrantes de los hogares con negocio agrí-
cola fue de 6,322,205, a nivel nacional. Su distribución por regiones fue en la Centro
el 60 por ciento, en la Sur el 32 por ciento y en la Norte el 8 por ciento6. El tamaño
promedio de los hogares mexicanos con UAPF fue 4.1 miembros (Cuadro Anexo.
Número de integrantes del hogar/ Número de hogares) cifra mayor que el tamaño
promedio de los hogares mexicanos a nivel nacional, el cual fue 3.6, según estima-
ciones del INEGI para el año 2018. Las personas que hablan lengua indígena repre-
sentaron el 18.7 por ciento del total nacional, y se concentraron en la Región Sur.
En ésta, el 33.5 por ciento de la población analizada habla alguna lengua indígena.
Escolaridad promedio de los integrantes del hogar y asistencia a la escuela de los
de 12 o más años. El nivel de escolaridad promedio de los integrantes de 12 o más
años de los hogares con negocio agrícola en el país, fue de entre los 6 y 7 años; la
excepción fueron los hogares cuya unidad agrícola de producción tuvo seis o más
trabajadores en la Región Norte, los cuales tuvieron 8.7 años de escolaridad. En los
hogares con UAPF el promedio más alto de escolaridad se observó en la Región
Norte (6.9 años) y las regiones Centro y Sur tuvieron un promedio de 6.4 años de
escolaridad, mismo que se observó a nivel nacional. Cabe señalar que el nivel de
escolaridad de los hogares con negocio agrícola fue signicativamente menor al pro-
medio de la población de 15 años o más en las regiones Centro y Sur, así como a
nivel nacional. Según datos del INEGI para el año 20157, la población de la Región
Norte tuvo un promedio de escolaridad de 9.6 años, la de la Región Sur tuvo uno de
8.6 años y la de la Región Centro tuvo un promedio de 9.1 años, el promedio nacional
fue de 9.2 años.
6 La Región Norte está integrada por los estados de Baja California, Baja California Sur, Coahuila,
Chihuahua, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas; la Región
Centro comprende los estados de Aguascalientes, Colima, Cuidad de México, Estado de México,
Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Querétaro, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla, Tlax-
cala, Veracruz y Zacatecas; y la Región Sur comprende Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana
Roo, Tabasco, Yucatán.
7 https://inegi.org.mxTabla escolaridad media por entidad 2015.
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En el Cuadro Anexo se muestra que los niños y jóvenes de los hogares con UAPF,
asisten a la escuela en porcentajes que descienden conforma aumenta el nivel de
estudios. Así, a nivel nacional en 2018, el 49 por ciento de los estudiantes asistieron
al nivel básico, el 36 por ciento al nivel medio superior y el 15 por ciento al superior.
La diferencia más sobresaliente en este patrón piramidal de asistencia escolar se en-
contró en la Región Sur, en el nivel superior; en esta región la asistencia fue de solo
10.4 por ciento mientras que en las regiones Norte y Centro los porcentajes fueron
17.3 y 17.4, respectivamente.
Las estadísticas de los integrantes del hogar con UAPF que no asisten a la escuela
muestran que un porcentaje signicativo no acreditó estudios formales. A nivel na-
cional, el 13.9 por ciento de dichos integrantes tuvo cero años de escolaridad; en la
Región Norte el 6.9 por ciento no cursó algún año escolar mientras que en las regio-
nes Centro y Sur se registraron los porcentajes más altos de personas sin estudios
formales, con el 14.3 y el 15.1 por ciento, respectivamente. En los niveles nacional
y regional de acreditación, las pirámides educativas se comportan en forma normal,
los porcentajes de acreditación descienden con los niveles de estudios. Pero debe
de notarse que existe una diferencia signicativa entre los niveles de escolaridad de
quienes aún asisten a la escuela y quienes ya no asisten; esta diferencia se analiza
brevemente en el punto de mercados de trabajo nacionales e internacionales en la
sección 5.
Disponibilidad de medios de comunicación. La mayoría de los hogares campesinos
disponen de medios de comunicación interpersonal a través del teléfono. El teléfono
móvil es el medio más utilizado y en menor medida el teléfono jo. Así, en 2018, en la
Región Norte el 76.6 por ciento de los hogares campesinos disponía de celular y solo
el 18.5 por ciento de los hogares disponía de teléfono jo. En la Región Centro las
cifras fueron 73.6 y 20.1 por ciento, y en la Región Sur fueron 62.8 y 9.0 por ciento,
respectivamente.
En términos generales, una minoría de los hogares campesinos tiene acceso a algu-
nos de los medios de comunicación masiva siendo la radio el medio más utilizado,
seguida por la televisión de paga y, nalmente, la internet. Por ejemplo, a nivel na-
cional, del total de los hogares campesinos solamente disponen de radio el 44.5 por
ciento, de televisión de paga el 37 por ciento y de internet el 10.6 por ciento.
Ingresos y gastos per cápita del hogar campesino. A nivel nacional y regional los
ingresos per cápita en 2018 fueron mayores que los gastos per cápita de los hogares
con UAPF. A nivel nacional, los gastos per cápita de los hogares representaron el 63
por ciento del ingreso per cápita mientras que en las regiones Norte, Centro y Sur
representaron el 38.4, el 67.9 y el 69.4 por ciento, respectivamente. Se debe señalar
que una parte importante de los ingresos laborales tiene su origen en las transferen-
cias que reciben los hogares campesinos de otros hogares nacionales y de ingresos
provenientes de otros países. Estos hechos se analizan en la sección 5 de este
documento. En el Cuadro Anexo también se presenta el monto del salario mínimo
mensual vigente en el año de la encuesta con el propósito de poder hacer compara-
ciones con los ingresos y gastos de los hogares analizados. Por ejemplo, se puede
observar que dicho salario es mayor al gasto per cápita en los hogares campesinos.
En el año de estudio, el gasto per cápita de los hogares a nivel nacional representó
el 72.9 por ciento de un salario mínimo mensual. Para las regiones Norte, Centro
y Sur ese porcentaje fue de 88.9, 77.3 y 60.0, respectivamente. Las diferencias en
este porcentaje reejan las diferencias en el nivel de consumo de los hogares de las
distintas regiones del país.
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En esta sección se analizó el tamaño del hogar campesino, la escolaridad de sus in-
tegrantes, la disponibilidad de medios de comunicación y la presencia de una brecha
positiva y signicativa entre ingresos y gastos de los hogares. Esta brecha positiva a
favor de los ingresos no se genera por el producto de la UAPF, se genera principal-
mente por el trabajo de los integrantes del hogar en los mercados laborales locales,
más los donativos que reciben de otros hogares más ingresos provenientes de otros
países. En la sección siguiente se dene el tamaño de la UAPF y se analiza el trabajo
que necesita para su funcionamiento.
5. DISCUCIÓN DE RESULTADOS
a) La unidad agrícola de producción familiar (UAPF)
La UAPF es una organización con un n distinto al que tiene el hogar. Su meta es
producir lo más que pueda dada la tecnología disponible, utiliza los recursos físicos y
humanos del hogar, pero también utiliza recursos cuyo origen no es el hogar: trabajo
con o sin remuneración, subsidios a la producción, nanciamiento o crédito canaliza-
do a la adquisición de medios de producción.
Si bien la UAPF tiene un n distinto al del hogar que la sustenta, ambas organiza-
ciones forman una red causal recursiva. Dicha red es una consecuencia de la con-
catenación de las acciones de los agentes que constituyen ambas organizaciones.
Su relación es recursiva: el producto de un ciclo agrícola de la UAPF es la fuente de
ingreso y de bienes de consumo para que el hogar sobreviva durante el siguiente ci-
clo; además, los miembros del hogar asignarán y utilizarán parte del producto creado
como insumo del siguiente ciclo de la UAPF. La recursividad signica que esta red
avanzará a través del tiempo hasta que alguna fuerza la detenga (Beinhocker, 2006:
192; Goldenfeld, 2012: 60).
La UAPF se pude concebir como un sistema cerrado porque su actividad productiva
se basa en recursos propiedad de la familia, incluido el trabajo. Además, una parte
importante de la producción se destina al autoconsumo. Pero la UAPF, a la vez,
es un sistema abierto porque también necesita bienes y servicios de instituciones
y organizaciones que forman su entorno. Por ejemplo, necesita los mercados para
abastecerse de insumos productivos y de bienes de consumo, así como para ven-
der sus productos; está regulada por las políticas gubernamentales de educación,
salud, seguridad pública; se ve afectada por los apoyos de las organizaciones no
gubernamentales como las comisiones y ocinas que vigilan la no violación de los
derechos humanos; se ve afectada por las políticas de los organizamos asegurado-
res y nancieros.
En concordancia con los conceptos expuesto en la Gráca 1, la UAPF dispone de
una tecnología social y una tecnología física. Como cualquier otro sistema, la UAPF
requiere de dos insumos básicos: materia-energía y conocimiento. Este último se
maniesta en el tipo de tecnologías físicas y sociales utilizadas en la producción.
Por su parte, la materia-energía es el conjunto de medios de producción e insumos
utilizados y transformados en las actividades productivas.
La hipótesis que se plantea en esta investigación es que la dinámica de las UAPF
está determinada principalmente por la interacción entre las tecnologías sociales
y físicas con las que operan. La división del trabajo en la UAPF se establece con
base en una jerarquía familiar tradicional y, debido a su tamaño, la UAPF utiliza una
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tecnología física simple y tradicional; la interacción entre ambas tecnologías, le dan
a la UAPF estabilidad y pervivencia a través del tiempo.
En el caso de la familia, su tecnología social (organización) está denida por las
jerarquías que imponen las relaciones de parentesco: padres, hijos mayores, hijos
menores. Las jerarquías están asociadas a derechos y obligaciones. Estás jerar-
quías funcionan en el hogar y en la unidad productiva de la familia. Una vez que la
organización de la familia y de la UAPF se institucionaliza, frena la incorporación de
tecnologías sociales y físicas más ecientes.Por ejemplo, se tienen que emplear a
los miembros de la familia, aunque no se justique su empleo con los estándares de
eciencia de mercado; es probable que se utilicen herramientas tradicionales para el
cultivo para evitar el desempleo de los miembros de la familia, si se llegare a utilizar
un tractor se requeriría menos trabajo físico para arar la tierra y el trabajo de algunos
miembros de la familia podría no necesitarse.
La historia de la Edad Media muestra que la tecnología social puede obstaculizar la
incorporación de nuevas tecnologías físicas, o a la innovación. En la Edad Media el
príncipe o señor territorial organizó gremialmente a los artesanos. El gremio fue regu-
lado hacia el interior para protegerlo de la competencia entre colegas (se jaron las
horas de trabajo, el pago de esas horas, el número de utensilios y de trabajadores en
el taller; además, se establecieron vigilantes-inspectores) y para proteger al cliente
(asegurar la calidad de los bienes, castigar el fraude y la negligencia del productor).
Y también fue regulado hacia el exterior para protegerlo de la competencia, creando
monopolios (Weber 2001: 84-5). La legislación tenía los mismos principios en los
distintos países. El progreso técnico se consideraba una deslealtad. Este fue el caso
del diseño de una tecnología social que frenó el desarrollo de la tecnología física.
Las organizaciones que toman decisiones con base en la tradición también gene-
ran ineciencias y tienden a mantener el statu quo. Este sería el caso de las UAPF,
donde se cumple la Ley de Luvina. El padre que hereda la propiedad a uno de los
hijos evita la fragmentación y eventual desaparición de la tradición propietaria de la
familia. Pero, es probable que el padre no herede al más emprendedor o trabajador,
sino a aquel que mejor le garantice que lo cuidará cuando viejo; así, al heredar al hijo
el padre se asegura una especie de pensión.
Esta forma de tecnología social de las UAPF se ha transmitido a través de siglos y
favorece su estabilidad, pero limita la absorción de conocimiento no tradicional de
manera tal que puede impedir el cambio en el modo de producción campesino. Así,
el conocimiento del campesino sería más el experiencial y menos el escolarizado.
De ser así, ello explicaría el bajo nivel de escolaridad promedio de los hogares con
UAPF; el conocimiento que se necesita en las UAPF es el que se ha acumulado por
generaciones y que ha enseñado al campesino qué es lo que funciona mejor y qué
es lo que no funciona.
El tamaño de la UAPF. En esta investigación se consideró una UAPF de 5 trabaja-
dores o menos, tomando en cuenta que los trabajadores que atienden el predio son
miembros de la familia o que, cuando son contratados, los trabajadores pagados
son un número reducido. Se tomó en cuenta el número de trabajadores para denir
la UAPF pues se considera que es más representativo de su tamaño que el número
de hectáreas. Por ejemplo, puede existir una UAPF donde el padre, la madre y dos
hijos trabajan 15 has. de tierra de temporal, con legumbres, frutas, y verduras, o esa
misma UAPF con 3 hectáreas en un distrito de riego que coseche sandía y melón en
el ciclo productivo que corresponde.
Artículos • Ignacio Llamas Huitrón
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Los negocios agrícolas, con un máximo de cinco trabajadores, constituyen el
grueso del total de negocios agrícolas en México. Esas UAPF concentran el 92
(=5810158/6322205) por ciento de los integrantes de los hogares con negocio agrí-
cola. Entre regiones no existe mucha diferencia con esta última cifra: en el Región
Norte las UAPF concentraron el 95 por ciento del total de integrantes de los hogares
con negocio agrícola; en la Región Centro el 90 por ciento; y en la Región Sur el 94
por ciento (ver Cuadro Anexo).
El trabajo en las UAPF. En México en 2018, los dueños de las UAPF contaron con un
trabajador adicional (Cuadro Anexo. Núm. de personas que trabajaron en el negocio
sin incluir al dueño/Núm. de hogares con negocio agrícola = 1642411/1436861= 1.1).
Los datos de la encuesta muestran que estos resultados se mantienen con pequeñas
variaciones en las tres regiones analizadas. Además, en las tres regiones los traba-
jadores adicionales al dueño fueron hombres y la mayoría de ellos recibió pago por
su trabajo.
A nivel nacional, los hombres representaron el 82 por ciento del total de trabajadores
adicionales a los dueños de las UAPF; de ellos, el 54 por ciento recibió pago por su
trabajo y el 46 por ciento trabajó sin pago. Por su parte, las mujeres representaron el
18 por ciento del total de esos trabajadores adicionales y solamente el 12 por ciento
recibió pago y el 88 por ciento trabajó sin pago.
En las regiones Norte, Centro y Sur, los trabajadores hombres adicionales al dueño
fueron mayoría con 88, 81 y 83 por ciento, respectivamente. Y, de esos trabajadores,
52, 55 y 51 por ciento, respectivamente, recibieron pago; es decir, 48, 45 y 49 por
ciento trabajaron sin pago. Esta situación contrasta con la situación laboral de las
mujeres. Éstas fueron minoría en las regiones Norte, Centro y Sur pues fueron el 12,
19 y 17 por ciento, respectivamente, del total de trabajadores adicionales al dueño.
Y, de esta última cifra, solo recibieron pago por su trabajo el 10, 14 y 7 por ciento,
respectivamente.
Los resultados anteriores a nivel nacional y regional muestran que en las UAPF exis-
te segregación ocupacional pues existe una gran brecha entre los porcentajes de
ocupación de hombres y mujeres a favor de los hombres. Los resultados también
muestran discriminación salarial en contra de las mujeres en el trabajo agrícola pues
existe una gran brecha de no pago entre el trabajo de los hombres y el de las mujeres.
En esta sección se denió el tamaño de UAPF y se mostró que éstas utilizan prin-
cipalmente trabajadores hombres con pago. Las mujeres también participan en el
trabajo agrícola, aunque en un porcentaje mucho menor que el de los hombres.
Además, lo hacen en condiciones relativamente adversas pues la gran mayoría de
ellas trabajan sin pago.
En la siguiente sección se muestra cómo los hogares y las UAPF se relacionan con
su entorno.
b) El contexto socioeconómico del hogar campesino y de la UAPF
Las UAPF tienen sus propias características, las cuales moldean el comportamiento
de cada unidad en particular, y tienen redes para interactuar con el resto de las uni-
dades productivas (proveen trabajo, intercambian insumos: semillas, plantas) y están
integradas a través del mercado al resto de la economía; por lo tanto, constituyen
una parte integrante del desarrollo de las regiones. En esta sección se presenta el
uso de los mercados y las conexiones con instituciones y organizaciones del hogar
campesino y de la UAPF.
Anduli • Revista Andaluza de Ciencias Sociales Nº 22 - 2022
• 158 •
1.1. Uso de los mercados
Las UAPF muestran en su funcionamiento una forma de diseño, el cual ha evolu-
cionado a través del tiempo. Los economistas tienden a pensar que el árbitro nal
de aptitud de sobrevivencia de los negocios es el mercado, aplicando el criterio de
rentabilidad. El centrar en el mercado el criterio de selección de los mejores diseños
de negocios y, en consecuencia, de las mejores tecnologías, es relegar el papel del
hogar pues éste aplica un criterio de selección con base en la sobrevivencia misma
y para ello requiere que las unidades productivas obtengan el mayor producto posi-
ble, dados los insumos disponibles,sin esperar la rentabilidad de las UAPF. La teoría
económica evolucionista considera que los mercados y las organizaciones (como las
UAPF) son sistemas sujetos al mismo algoritmo evolutivo de aprendizaje (diferenciar,
seleccionar, amplicar) que se adapta a entornos cambiantes y acumula conocimien-
to a través del tiempo con la nalidad de sobrevivir (Beinhocker, 2006:11, 187).
El mercado de productos. En su evolución, la UAPF ha acumulado conocimiento
al servicio de la sobrevivencia organizando sus tecnologías sociales y físicas para
lograr este n. Para ello, en el caso de México, utiliza el mercado de productos agrí-
colas en el cual vende la mayor parte de su producción. Así, en el año de 2018, el
valor total de la producción agrícola de las UAPF (valor total de la venta + valor total
del consumo agrícola producido en el hogar8) dedicada al autoconsumo fue de 8
por ciento, mientras que el 92 por ciento restante se vendió. Un análisis de las tres
regiones analizadas muestra que las regiones Norte y Centro están más integradas
al mercado pues vendieron el 98 y el 93 por ciento de la producción y solamente
utilizaron el 2 y el 7 por ciento en autoconsumo. La Región Sur mostró una menor
integración al mercado pues de su producción total solamente vendió el 77 por ciento
y utilizó el 23 por ciento para autoconsumo.
El mercado laboral local. En este punto se trata de generar, con la información dispo-
nible, una estimador de cuántos miembros de los hogares con UAPF trabajaron en el
mercado local para explicar que estos hogares no sobreviven solamente con lo que
producen en las unidades agrícolas, sino que requieren de los ingresos que puedan
generar sus integrantes fuera de las UAPF, en su entorno.
De acuerdo con la información disponible en el Cuadro Anexo, los hogares con UAPF
tienen en promedio 3.2 personas de 12 o más años en cada una de las regiones
estudiadas; de esas personas, a nivel nacional, en promedio, trabajaron 2.3. En la
Región Norte trabajaron en promedio 2.1 personas por hogar, en la Región Centro
2.4 y en la Región Sur 2.5. Asimismo, se observó que la mayor parte trabajó para
obtener una remuneración. En las regiones Norte, Centro y Sur, se observó, en pro-
medio, que 1.6, 1.7 y 1.7 personas por hogar con UAPF trabajaron por pago, res-
pectivamente. Mientras que 0.7, 0.6 y 0.8 personas por hogar con UAPF trabajaron
sin pago en cada una de las regiones señaladas, en el mismo orden anterior. Los
resultados muestran que los hogares con UAPF no sobreviven solamente con lo que
producen, sino que sus integrantes tienen que recurrir a los mercados laborales para
poder generar ingresos que permitan la sobrevivencia del hogar.
En el Cuadro Anexo se muestran dos hechos estadísticos importantes. Primero, el
promedio de años de escolaridad de los integrantes del hogar campesino de 12 o
más años es mayor, en alrededor de un año, que el promedio de los integrantes que
8 Sin tomar en cuenta la cantidad de producto que la UAPF utilizó para el negocio (semilla, ali-
mentación de ganado), pago de deudas o a trabajadores, regalo a personas ajenas al hogar,
intercambio por otros productos.
Artículos • Ignacio Llamas Huitrón
• 159 •
no asisten a la escuela. Segundo, y consistente con el anterior, el porcentaje de inte-
grantes del hogar con 12 o más años que asisten a la escuela en los niveles medio
superior y superior es signicativamente mayor que el porcentaje de integrantes del
hogar que no asisten a la escuela con esos niveles de estudio. De estos dos hechos,
se puede suponer que los integrantes del hogar campesino con mayores niveles de
escolaridad tienen una mayor propensión a emigrar en busca de mejores oportuni-
dades de vida y de trabajo que los integrantes de menores niveles de escolaridad.
El mercado laboral nacional e internacional. Los motivos de las personas para migrar
de un lugar a otro pueden ser múltiples. Los analistas de la migración ponen énfasis
en algunos de ellos dependiendo del enfoque o teoría social de adherencia. Pero se
puede armar que la migración tiene causas y consecuencia múltiples que interaccio-
nan en un proceso complejo (Herrera, 2006: 136; Autor 2019: capítulo 5). En este ar-
tículo, la migración se concibe como respuesta al mal funcionamiento (insatisfacción
con el estilo de vida) del hogar o a una relación inadecuada del hogar con su entorno
(percepción de mejores oportunidades en otra localidad). Por ejemplo, la carencia de
recursos induce a migrar a integrantes del hogar para satisfacer esa necesidad; tam-
bién “la falta de oportunidades de empleo y de servicios sociales básicos (educación,
salud, seguridad) son fallas del entorno que pueden provocar la emigración total o
parcial del hogar” (Griswold, 2002: 6). Entonces, las personas pueden tener múltiples
motivos para migrar, pero en todas existe un motivo común: la supervivencia y la
mejora intergeneracional del hogar y, por supuesto, la del migrante.
Uno de los benecios de la migración para el hogar de origen del migrante son los
ingresos monetarios que recibe. En el caso del hogar con UAPF su ingreso aumenta
por transferencias recibidas de otros hogares (envíos de miembros del hogar resi-
diendo fuera de la localidad, pero dentro del país) y por transferencias (remesas)
recibidas de otros países. Estas transferencias constituyen una parte signicativa
de sus ingresos totales. A nivel nacional, en 2018, el hogar con UAPF recibió por
transferencias monetarias un promedio mensual de 1,756 pesos (equivalentes a 95
USD9) y el hogar de las regiones Norte, Centro y Sur recibió 2493 (134 USD), 2026
(109 USD) y 1067 (56 USD) pesos en promedio mensual, respectivamente.
La distribución de las transferencias muestra una mayor participación de las prove-
nientes de otros países. Así, a nivel nacional estas transferencias representaron el
51.9 por ciento del total, mientras que en las regiones representaron el 64.7 por cien-
to en la Norte, en la Centro el 55.5 y en la Sur el 30.6 por ciento.La preponderancia
de las transferencias de otros países en las regiones Norte y Centro sugiere que los
migrantes de los hogares con UAPF de esas regiones tienen una mayor propensión
a migrar a los Estados Unidos mientras que los migrantes de los hogares de la Re-
gión Sur tienen una mayor propensión a migrar dentro del territorio nacional.
1.2. Conexiones con instituciones y organizaciones públicas y privadas
En esta sección se analizan otras relaciones, además de los mercados, que forman
parte de un conjunto más amplio de conexiones de la UAPF con su entorno.
El número de UAPF que pagaron intereses por créditos y/o préstamos para la pro-
ducción y que pagaron por seguros muestra el escaso acceso de estas unidades a
las instituciones nancieras y a las de seguros. A nivel nacional las UAPF que paga-
ron intereses por créditos y/o préstamos apenas representó el 4.7 por ciento del total
9 Dólares de Estados Unidos al tipo de cambio del 30 de julio de 2018 de 18.5413 pesos por dólar;
cifra tomada de Banco de México, tipo de cambio x, consultado el día 28 de agosto de 2020 en
https://www.banxico.org.mx/tipcamb/llenarTiposCambioAction.do?idioma=sp
Anduli • Revista Andaluza de Ciencias Sociales Nº 22 - 2022
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nacional y realizaron un pago promedio de 523 pesos mensuales siendo las UAPF
de la Región Centro las que más recurrieron a créditos y préstamos con el 4.9 por
ciento del total de unidades de la región. Mientras que las UAPF que realizaron pa-
gos por seguro representaron el 1.3 por ciento del total nacional y realizaron un pago
promedio de 708.6 pesos mensuales del 2018 mientras que las UAPF de la Región
Norte fueron las que más recurrieron al seguro, con el 2.3 por ciento de unidades
aseguradas.
Un alto porcentaje de las UAPF recibieron apoyos en su mayoría del gobierno, y
algunas también recibieron apoyos de Organizaciones No Gubernamentales. Las
UAPF de la Región Norte fueron las que más apoyos gubernamentales recibieron,
el 97.1 por ciento declaró haber recibido este tipo de apoyo, pero también fueron las
que menos apoyos recibieron de las ONG, el 5.3 por ciento de la UAPF declararon
haber recibido apoyo de estas organizaciones. Las UAPF de la Región Centro fueron
las que menos apoyo recibieron del gobierno, el 87.3 por ciento, pero fueron las que
más recibieron apoyo de ONG, el 16.7 por ciento. Las UAPF de la Región Sur que
recibieron apoyo gubernamental y de ONG fueron el 91.6 y el 9.7 por ciento, respec-
tivamente. Casi la totalidad de los apoyos recibidos por las UAPF del país fueron sin
compromiso de pago.
Solo un bajo porcentaje de las UAPF realiza registros contables de sus actividades
y utiliza las herramientas electrónicas proporcionadas por el Servicio de Administra-
ción Tributaria (SAT), lo cual es congruente con el bajo acceso a la Internet en las
regiones rurales de México.
6. REFLEXIONES Y CONCLUSIONES
En este artículo se presentaron algunas de las principales características socioeco-
nómicas del hogar y de las UAPF. Entre las condiciones de funcionamiento de estas
dos organizaciones se observó el incumplimiento de algunas de las normas estable-
cidas en la Declaración de los Derechos Humanos de los Campesinos. Entre las nor-
mas cuyo cumplimiento es insatisfactorio se encuentran la ausencia de una política
efectiva de igualdad de acceso a los servicios educativos, la cual ha ocasionado, al
menos parcialmente, un bajo nivel de escolaridad de los campesinos; la segregación
ocupacional en la asignación de las tareas agrícolas y la discriminación salarial en
contra de las mujeres, lo cual ocasiona mayor desigualdad social y económica; un
acceso insuciente a los servicios nancieros y de seguros que limita el uso eciente
de los escasos recursos de los campesinos; y deciencia en la disponibilidad de me-
dios modernos de información y comunicación (por ejemplo, a internet), lo cual limita
la posibilidad del campesino para acceder al conocimiento no solamente general,
sino al conocimiento de su particular interés (por ejemplo, cómo comunicarse con
sus pares para organizarse en aspectos productivos y sociales, cómo solicitar un
préstamo, cómo exigir los apoyos a los que legítimamente tiene derecho).
Es difícil pensar que un gobierno en sus distintos niveles (federal, estatal y munici-
pal) pueda abordar la solución simultánea de este conjunto de problemas complejos.
Existen dicultades para disponer de los medios necesarios para activar el conjunto
de políticas que atienda en el corto plazo los derechos humanos de los campesinos
mexicanos no satisfechos. Pero parecería factible que el gobierno pudiera concen-
trar su esfuerzo en el mejoramiento de al menos una de las carencias enunciadas.
Sugeriría que las acciones se encaminaran a resolver uno de los problemas plantea-
dos, el del acceso a internet y de los medios para utilizarlo.
Artículos • Ignacio Llamas Huitrón
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En consecuencia, la conclusión principal de esta investigación, congruente con la
aplicación de la normatividad de la Declaración de los Derechos Humanos del Cam-
pesino, es que debe promoverse el derecho al acceso a los medios modernos de
comunicación: a la Internet y a la disponibilidad de equipo para su uso. Esto consti-
tuiría, en palabras de Rawls (1951), el acceso a un bien habilitador. La disposición de
bienes de esta naturaleza facilita las condiciones en las cuales otros tipos de bienes
pueden ser producidos, apropiados o ejercidos. Así, el acceso a los medios moder-
nos de comunicación facilitaría más y mejor formación y educación, formal e informal
de los campesinos; el acceso, cuando se cumplen los requisitos para ello, a servicios
nancieros (créditos y préstamos) y de seguros; ejercer el derecho a asociarse para
defender sus derechos, adquirir recursos productivos o vender los productos; recibir
asistencia técnica para lograr una mejor utilización de los recursos, un mejor cuidado
de la tierra y del medio ambiente.
En resumen: El acceso a los medios modernos de comunicación permitiría a los
campesinos una participación más plena en la vida económica, política y social be-
neciándose de ello y beneciado al conjunto de la sociedad.
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Artículos • Ignacio Llamas Huitrón
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5 o menos 6 o más 5 o menos 6 o más 5 o menos 6 o más 5 o menos 6 o más
Hogar
Número de integrantes 491,902 28,169 3,423,840 362,845 1,894,416 121,033 5,810,158 512,047
Sexo (% de hombres) 52.1 55.1 50.0 49.3 49.7 54.8 50.0 50.9
Edad (años promedio) 44.1 41.1 41.0 36.4 36.8 37.4 40.0 36.9
Lengua indígena (% personas) 4.6 1.6 12.1 18.9 33.7 30.4 18.5 20.7
Años de escolaridad (promedio de personas con 12 años o más de edad) 6.8 8.7 6.4 6.9 6.4 6.5 6.4 7.0
Asistencia escolar (número personas con 12 años o más de edad) 53,898 5,014 366,820 50,792 210,143 14,368 630,861 70,174
Básica (% 1-9 años de escolaridad) 50.1 33.4 47.4 45.3 51.5 63.9 49.0 48.3
Media Superior (% 10-12os de escolaridad) 32.6 40.9 35.2 39.4 38.1 25.4 36.0 36.6
Superior (% 13 o más años de escolaridad)
1
17.3 25.6 17.4 15.3 10.4 10.6 15.1 15.1
No asisten a escuela (número de personas con 12 años o más de edad) 355,196 19,717 2,380,132 241,967 1,257,770 83,155 3,993,098 344,839
Nivel de escolaridad de los no asistentes (promedio de años) 6.0 6.8 5.4 5.6 5.4 5.5 5.5 5.7
Ninguno y pre-escolar (%) 6.9 6.2 14.3 12.3 15.1 10.0 13.9 11.4
Básica (%) 74.9 64.0 67.6 66.7 68.0 67.4 68.4 66.7
Media Superior (%) 10.8 13.2 12.0 14.5 11.3 20.4 11.7 15.8
Superi o r (%) 7.3 16.6 6.1 6.5 5.7 2.2 6.1 6.0
Número de hogares 127,193 6,440 857,280 70,811 452,388 22,709 1,436,861 99,960
El hogar cuenta con (% de Sí)
Tel éfono fijo 18.5 35.9 20.1 30.0 9.0 11.3 16.5 26.2
Teléfonovil o celular 76.6 85.7 73.6 73.6 62.8 75.9 70.5 74.9
Tv de paga 50.2 59.2 34.4 43.7 38.3 51.2 37.0 46.4
Internet 12.1 22.6 12.9 15.7 5.7 6.6 10.6 14.1
En este hogar escuchan la Radio 36.5 46.4 46.6 42.8 42.7 49.6 44.5 44.6
Ingreso per cápita mensual (pesos)
2
6,139 7,225 3,019 3,626 2,294 3,257 3,067 3,774
Gasto per cápita mensual (pesos)
3
2,355 3,276 2,050 2,225 1,591 1,848 1,932 2,207
Salario mínimo mensual (pesos) 2,651 2,651 2,651 2,651 2,651 2,651 2,651 2,651
Personas mayores de 12 años
me ro 409,094 24,731 2,746,952 292,759 1,467,913 97,523 4,623,959 415,013
Porcentaje de integrantes del hogar 83.2 87.8 80.2 80.7 77.5 80.6 79.6 81.0
Trabajó el mes pasado (% de Sí del Número) 64.1 67.4 73.7 81.5 78.0 85.0 74.2 81.5
Trabajo remunerado (% de los que trabajaron) 77.0 62.2 72.9 47.9 65.6 26.7 70.9 43.7
Trabajo no remunerado en negocio del hogar (% de los que trabajaron) 22.3 37.8 25.9 50.8 32.6 72.8 27.7 55.2
Trabajo no remunerado fuera del hogar (% de los que trabajaron) 0.7 0.0 1.2 1.4 1.8 0.5 1.3 1.1
Ingresos ajenos al trabajo (pesos mensuales) 105,676,516 9,227,791 578,821,812 21,382,394 160,848,379 9,350,529 845,346,707 39,960,714
Donativos en dinero proveniente de otros hogares (mensual)
4
37,315,352 1,963,136 257,659,657 8,502,514 111,551,339 6,885,314 406,526,348 17,350,965
Ingresos provenientes de otros países (mensual) 68,361,164 7,264,655 321,162,155 12,879,880 49,297,040 2,465,215 438,820,359 22,609,749
Negocio agrícola
Durante los meses de octubre de 2017 y septiembre de 2018
¿Sembró algún producto agrícola? (% de Sí)
5
43.6 47.0 46.3 44.6 44.3 41.7 45.4 44.1
Valor total de la venta (pesos) 17,930,940,005 1,261,143,256 38,383,540,505 7,318,429,712 7,335,455,514 1,749,530,230 63,649,936,024 10,329,103,198
Valor del consumo agrícola producido en el hogar (pesos) 403,271,270 46,633,331 3,095,293,115 666,108,075 2,242,298,428 225,711,154 5,740,862,813 938,452,560
Personas que trabajaron en el negocio sin incluir al dueño (número) 120,725 54,385 1,054,890 578,432 466,796 198,012 1,642,411 830,829
Hombres (%) 88.4 83.1 81.2 79.6 83.1 84.0 82.3 80.9
Con pago (número) 57,320 30,451 499,839 308,920 202,608 119,685 759,767 459,056
Hombres con pago (%) 97.6 90.4 94.5 95.2 97.3 95.6 95.5 95.0
Sin pago (número) 63,405 23,934 555,051 269,512 264,188 78,327 882,644 371,773
Hombres sin pago (%) 80.1 73.9 69.2 61.7 72.2 66.2 70.9 63.4
Personas del hogar sin pago (número) 48,114 16,860 442,127 197,641 220,027 62,170 710,268 276,671
Hombres del hogar sin pago (%) 74.1 73.0 64.3 51.9 69.9 65.0 66.7 56.2
Personas que no pertenecen al hogar, sin pago (número) 15,291 7,074 112,924 71,871 44,161 16,157 172,376 95,102
Hombres que no pertenecen al hogar, sin pago (%) 98.9 76.0 88.7 88.5 83.8 70.8 88.4 84.5
Conexiones institucionales del negocio (pesos):
Intereses por créditos-préstamos para la prod (pesos prom mens) 596.3 0.0 578.6 1,930.0 402.3 1,703.0 523.0 1,875.0
Negocio agrícola (%) 3.4% 0.0% 4.9% 4.2% 4.8% 4.1% 4.7% 3.9%
Seguros (pesos prom mens) 2,313.0 1,139.0 324.9 205.2 536.6 0.0 708.6 392.7
Negocio agrícola (%) 2.3% 5.5% 1.1% 2.0% 1.5% 0.0% 1.3% 1.8%
Apoyos recibidos para el negocio (% de Sí) 34.5 43.5 21.3 31.3 22.0 32.1 22.7 32.3
Origen del apoyo recibido (% de Sí):
Gobierno 97.1 95.2 87.3 88.8 91.6 100.0 89.9 91.8
ONG 5.3 10.5 16.7 13.5 9.7 1.2 13.1 10.5
Ambos 2.4 5.7 4.0 2.3 1.3 1.2 3.0 2.3
Compromiso de pago de apoyos del Gobierno (% de Sí) 2.9 0.0 1.0 6.8 2.3 4.6 1.6 5.8
Compromiso de pago de apoyos de ONG (% de Sí) 3.5 10.5 8.0 11.4 4.9 0.0 6.5 8.8
Contabilidad en el negocio (% de Sí) 7.5 30.0 7.1 9.2 2.2 2.7 5.6 9.1
Utiliza la herramienta electrónica MIS CUENTAS proporcionada por SAT 7.2 0.0 6.6 0.0 6.2 0.0 6.7 0.0
La realiza usted o algún familiar 92.8 100.0 93.4 100.0 93.8 100.0 93.3 100.0
Fuente: Elaboración propia con base a microdatos de la ENIGH 2018.
1
Incluye estudios de normal, carrera técnica o comercial, profesional, maestría y doc.
2
Ingreso Corriente/tamaño del hogar. Ingreso Corriente: Suma de los
ingresos por trabajo, los provenientes de rentas, de transferencias, de estimación del alquiler y de otros ingresos.
3
Gasto Corriente Monetario/tamaño del hogar. Gasto corriente monetario: Es la suma de los gastos regulares
que directamente hacen los hogares en bienes y servicios para su consumo.
4
Donativos en dinero provenientes de instituciones y otros hogares.
5
Porcentaje de personas dedicadas a actividades agrícolas respecto de
personas mayores de 12 años de edad en el hogar. Agradezco al Lic Juan Carlos Rosales Castro por su ayuda en la extracción y ordenamiento de esta información.
Nacional
Cuadro Anexo. Hogares con negocio agrícola por región y número de trabajadores. México 2018
Variables
Región
Norte
Centro
Sur
Anduli • Revista Andaluza de Ciencias Sociales Nº 22 - 2022
• 164 •
5 o menos 6 o más 5 o menos 6 o más 5 o menos 6 o más 5 o menos 6 o más
Superior (% 13 o másos de escolaridad)
1
17.3 25.6 17.4 15.3 10.4 10.6 15.1 15.1
Ingreso per cápita mensual (pesos)
2
6,139 7,225 3,019 3,626 2,294 3,257 3,067 3,774
Gasto per cápita mensual (pesos)
3
2,355 3,276 2,050 2,225 1,591 1,848 1,932 2,207
Donativos en dinero proveniente de otros hogares (mensual)
4
37,315,352 1,963,136 257,659,657 8,502,514 111,551,339 6,885,314 406,526,348 17,350,965
¿Sembró algún producto agrícola? (% de)
5
43.6 47.0 46.3 44.6 44.3 41.7 45.4 44.1
Fuente: Elaboración propia con base a microdatos de la ENIGH 2018.
1
Incluye estudios de normal, carreracnica o comercial, profesional, maestría y doc.
2
Ingreso Corriente/tamaño del hogar. Ingreso Corriente: Suma de los
ingresos por trabajo, los provenientes de rentas, de transferencias, de estimación del alquiler y de otros ingresos.
3
Gasto Corriente Monetario/tamaño del hogar. Gasto corriente monetario: Es la suma de los gastos regulares
que directamente hacen los hogares en bienes y servicios para su consumo.
4
Donativos en dinero provenientes de instituciones y otros hogares.
5
Porcentaje de personas dedicadas a actividades agrícolas respecto de
personas mayores de 12 años de edad en el hogar. Agradezco al Lic Juan Carlos Rosales Castro por su ayuda en la extracción y ordenamiento de esta información.
Nacional
Cuadro Anexo. Hogares con negocio agrícola por región y número de trabajadores. México 2018
Variables
Región
Norte
Centro
Sur