Trabajo, Persona, Derecho, Mercado 9 (2024) 75-93
https://dx.doi.org/10.12795/TPDM.2024.i9.03
e-ISSN: 2660-4884
© 2024. E. Universidad de Sevilla · CC BY-NC-SA 4.0
Virginia Gutiérrez Barbarrusa
Universidad Pablo de Olavide
ORCID: 0000-0001-6985-2074
Federico Pozo Cuevas
Universidad de Sevilla
ORCID: 0000-0003-0070-8829
Carmen Botía-Morillas
Universidad Pablo de Olavide
ORCID: 0000-0003-2942-3202
Resumen: Esta nota de investigación parte del análisis del discurso de ocho de los once grupos de discusión, los formados por jóvenes mujeres y varones de 18 a 34 años, del Estudio cualitativo 11003 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) «Condiciones de vida de los jóvenes: formación, empleo, emancipación y participación» (2023). Nuestro objetivo se centra en comprender las manifestaciones alusivas al impacto en sus expectativas de vida de ámbitos como la educación, el empleo, el salario o la vivienda-residencia. Específicamente, nos centramos en el constructo de «huida o distanciamiento del mercado de trabajo» explorando hasta qué punto y en qué términos discursivos la experiencias y estrategias de participación sociolaboral de las personas jóvenes permiten ser interpretadas desde los supuestos de la existencia en el caso español de un «trabexit», como práctica de resistencia de las personas jóvenes a condiciones laborales cada vez más precarizadas. Los resultados del análisis secundario de estos datos del CIS permiten hablar, aunque con ciertas ambivalencias discursivas, de nuevas predisposiciones entre las personas jóvenes hacia el papel del trabajo en la sociedad y en sus vidas. Además, permiten considerar las consecuencias de las posibilidades, percibidas o experimentadas, de las condiciones de acceso y del deterioro de la calidad de los empleos que les es posible desempeñar.
Palabras clave: huida o distanciamiento del mercado de trabajo, Centro de Investigaciones Sociológicas-CIS, condiciones de vida, condiciones de trabajo, grupos de discusión, expectativas.
Abstract: This research note is based on the analysis of the discourse of eight of the eleven focus groups, those made up of young women and men aged 18 to 34, from the Qualitative Study 11003 of the Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) «Condiciones de vida de los jóvenes: formación, empleo, emancipación y participación» (2023). Our objective is centred in understanding the manifestations related to the impact on life expectancy in areas such as education, employment, salary or housing-residence. Specifically, we focus on the construct of «escape or disegagement from the labour market» exploring to what extent and in what discursive terms the experiences and strategies of social and labour participation of young people can be interpreted from the assumptions of the existence in the Spanish case of a «trabexit». It is a practice of resistance to the increasingly precarious working conditions of young people. The results of the secondary analysis of these CIS data allow us to speak, albeit with certain discursive ambivalences, of new predispositions among young people towards the role of work in society and in their lives. Furthermore, these results allow us to consider the consequences of the possibilities, perceived or experienced, of the conditions of access and of the deterioration in the quality of the jobs that they are able to perform.
Keywords: labour market escape or disengagement, Centro de Investigaciones Sociológicas-CIS, living conditions, working conditions, focus groups, expectations.
1. Presentación. 2. Aspectos metodológicos. 3. Avance de resultados. 4. Cuestiones a responder por la investigación en curso. 5. Bibliografía.
Esta nota de investigación avanza algunos resultados de un análisis secundario de los datos del Estudio 11003 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) «Condiciones de vida de los jóvenes: formación, empleo, emancipación y participación» (2023). Se trata de un estudio cualitativo basado en once grupos de discusión realizados entre el 26 de octubre de 2022 y el 10 de enero de 2023. Su objetivo general fue «conocer qué percepciones tiene la población joven acerca de las problemáticas específicas que les afectan, cómo se identifican con respecto a otros grupos de edad o grupos sociales y cuáles son sus expectativas de mejora en el futuro y en su eventual paso a la vida adulta» (CIS, 2023). De este estudio del CIS se trabaja con las transcripciones de ocho de los once grupos realizados, los formados exclusivamente por jóvenes (hombres y mujeres de 18 a 34 años). Nuestro objetivo se centra en comprender a partir de sus discursos, las manifestaciones alusivas al impacto en sus expectativas de vida de ámbitos como la educación, el empleo, el salario o la vivienda-residencia.
El análisis secundario de estos datos cualitativos se realiza en el marco del proyecto PID2022-141201OB-I00 «La huida del mercado de trabajo y la legislación social en España» (TRABEXIT). En concreto, se exploran los términos con los que los discursos de las personas jóvenes encajan o se adecúan al constructo «huida del mercado de trabajo». Expresado de otra forma, se explora hasta qué punto y en qué términos discursivos la experiencias y estrategias de participación sociolaboral de las personas jóvenes permiten ser interpretadas desde los supuestos de la existencia en el caso español de un «trabexit» (Rodríguez-Piñero, 2023; 2024a; 2024b), como práctica de resistencia de las personas jóvenes a condiciones laborales cada vez más precarizadas. Serían además prácticas que se dan, precisamente, en un contexto de necesidad de venta de la fuerza de trabajo juvenil para poder satisfacer sus necesidades vitales básicas.
Los discursos de los y las jóvenes, no sin algunas ambivalencias, ilustran los procesos de precarización laboral y subposicionamiento económico de los que se vienen haciendo eco en los últimos años numerosos trabajos, entre los que cabe citar, a título ilustrativo, los de Benedicto et al. (2020), Torre (2021), Urraco (2021) o Camarero et al. (2024). A la vez, muestran ambigüedades a la hora de responder a la cuestión de si puede hablarse de una huida o distanciamiento del mercado de trabajo caracterizada por nuevas formas de tomar decisiones laborales, en las que la prioridad ya no es obtener y mantener un empleo, precisamente por la precariedad de los que están pudiendo acceder, sino que se consideran otros factores. Por ello, se indaga en los términos en que se percibe el empleo disponible como satisfactorio o insatisfactorio en relación con sus condiciones laborales y por tanto vitales, como contenidos, retribución, posibilidades de conciliación o ubicación física. También se analiza si se manifiesta que se evitan ciertos empleadores (mediante la emigración, el nomadismo digital o la rotación en sus los puestos de trabajo); o si se quiere obviar la dependencia de un empleo asalariado en el sector privado (recurriendo a oposiciones, al autoempleo o a cooperativas). Se explora asimismo si los discursos de las y los jóvenes permiten o no afirmar que el umbral de tolerancia, lo que las personas jóvenes están dispuestas a aceptar por estar ocupadas, se ha reducido. En definitiva, si cabe hablar de «huida» o distanciamiento del mercado de trabajo, no tanto del trabajo en sí, sino de aquellas empresas, sectores y empleos percibidos como negativos, de escasa calidad y pocas perspectivas de enriquecimiento personal por las condiciones tan precarias de los empleos que están ofreciendo. Además se explora si puede afirmarse que ahora se valoren más otros elementos ajenos a los tradicionales a la hora de decidir sobre la propia ocupación, o si se acepta el cambio de empleador como un valor en sí mismo, en cuanto permite, por ejemplo, mejorar las competencias, los contactos o las experiencias personales.
Los resultados del análisis secundario de estos datos del CIS permiten hablar, aunque con ciertas ambivalencias discursivas, de nuevas predisposiciones entre las personas jóvenes hacia el papel del trabajo en la sociedad y en sus vidas. Además, permiten considerar las consecuencias de las posibilidades, percibidas o experimentadas, de las condiciones de acceso y del deterioro de la calidad de los empleos que les es posible desempeñar.
A continuación, en primer lugar, se abordan aspectos metodológicos de la investigación en curso. Seguidamente, se avanzan resultados articulados en torno a las principales categorías discursivas identificadas. Finalmente, se concluye exponiendo las cuestiones que siguen guiando nuestra investigación.
Como se ha mencionado, se trabaja con los datos del estudio sociológico cualitativo 11003, «Condiciones de vida de los jóvenes: formación, empleo, emancipación y participación», llevado a cabo por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre octubre de 2022 y enero de 2023[2].
La razón de ser del estudio es la siguiente:
los interrogantes que se plantean en torno a las estrategias y experiencias de integración socioeconómicas y de participación sociopolítica de los jóvenes ante un contexto percibido como complejo y difícil, desde un enfoque analítico e interpretativo y no meramente descriptivo (CIS, 2023).
Y reconoce como objetivo general de investigación:
conocer qué percepciones tiene la población joven acerca de las problemáticas específicas que les afectan, cómo se identifican con respecto a otros grupos de edad o grupos sociales y cuáles son sus expectativas de mejora en el futuro y en su eventual paso a la vida adulta (CIS, 2023).
Para el citado estudio el CIS llevó a cabo once grupos de discusión formados por entre ocho y diez personas convocadas a la sede del CIS en Madrid en sesiones de entre 90 minutos y 120 minutos. De acuerdo con la ficha técnica del estudio, las personas participantes fueron seleccionadas y reclutadas por la empresa Intercampo, S.A. atendiendo a una serie de criterios. Nueve de los once grupos reunieron a jóvenes de entre 18 y 34 años (entendiendo este rango como población en situación de transición hacia una vida adulta plenamente autónoma) con residencia en Madrid ciudad y otros municipios de la provincia. Los grupos 1 a 6 y 9 a 11 contaron con paridad entre mujeres y hombres de diferente nivel socioeconómico, de acuerdo con la siguiente escala de ingresos netos mensuales, por cabeza de familia, en el hogar de residencia: menos de 1.000 €; entre 1.001 y 2.000 € ; entre 2.001 y 3.000 €; entre 3.001 y 4.000 €; más de 4.000 €. Dos grupos (7 y 8) estuvieron compuestos únicamente por hombres de edades comprendidas entre los 25 y los 45 años, razones por las no han sido incluidos en nuestra investigación.
De acuerdo con la ficha técnica del CIS, las sesiones siguieron la siguiente dinámica: el punto de partida fueron cuestiones generales y amplias que permitieran identificar los principales problemas que afectan a los jóvenes y priorizarlos; en segundo lugar, se trataron cuestiones más particulares relativas a la participación y al comportamiento social de las personas participantes.
No es habitual que las instituciones públicas que producen datos primarios ofrezcan la posibilidad de acceder a los datos producidos siguiendo la estrategia cualitativa, y específicamente la técnica de investigación social del grupo de discusión. El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, tiene algún estudio cualitativo, pero a partir de entrevistas, pero el CIS se ha adentrado en la investigación cualitativa a partir de grupos de discusión, permitiendo además el acceso a las transcripciones de sus estudios cualitativos a partir de grupos de discusión, comprometiéndose con esta estrategia de investigación desde los años 80. Véanse por ejemplo el estudio clásico en investigación sociológica cualitativa nº 1394 «Actitudes y representaciones sociales sobre la mujer y la familia» (1983) realizado por Alfonso Ortí. O, más recientemente, el estudio nº 2792 diseñado por Fernando Conde y CIMOP con el título «Las actitudes de la población española sobre la inmigración» (2008 y 2009). Las fichas técnicas de estos estudios constituyen un manual que muestra cómo un diseño metodológico cuidado y estructurado resulta imprescindible para poder disponer de datos procedentes de los discursos generados por los grupos que sean válidos y relevantes.
Si bien no es algo frecuente. Poder disponer de datos cualitativos procedentes de la realización de nueve grupos de discusión con personas de 18 a 34 años de ambos sexos, con distinto nivel socioeconómico y diferentes niveles de estudio y ocupación es un «tesoro» que no podíamos dejar sin analizar más pormenorizadamente para ofrecer un análisis secundario que ofreciese una mirada distinta y permitiese seguir explotando la riqueza analítica y conceptual de los discursos que ofrece el estudio 11003 del CIS.
La perspectiva cualitativa pone el énfasis en la comprensión y construcción de significados. Nos deja comprender las experiencias desde el punto de vista de los actores sociales que las vivencian (Taylor y Bogdan, 1984), en nuestro caso, las personas jóvenes.
La técnica cualitativa del grupo de discusión genera mediante el desarrollo de conversaciones grupales que nos permiten comprender la realidad social que se trata en los discursos, constituyendo una técnica es muy utilizada en investigación social. Las técnicas de conversación en grupos permiten obtener información sobre percepciones, actitudes, experiencias o conductas del universo de personas a las que, formando parte de cada grupo, se representa (Krueger, 1991). Las personas a las que se invita a participar en grupos reducidos se pronuncian sobre un conjunto de cuestiones establecidas por los objetivos de estudio. Se trata de que la conversación fluya espontáneamente, con una mínima dirección por parte de quien modera. Y se trata de que el protagonismo lo tenga el discurso colectivo y la defensa y confrontación de argumentos o puntos de vista (Ortí, 1994).
Son muchos los trabajos centrados en la metodología de la investigación que abordan el uso de grupos de discusión en el campo de la investigación cualitativa, así como sus fortalezas y sus limitaciones. Entre los que están sirviendo de referencia para este estudio enmarcado en el Proyecto Trabexit pueden mencionarse, además de los ya citados, los de Murillo y Mena (2006), Domínguez y Dávila (2008) y Barbour (2013).
El análisis preliminar de los nueve grupos de discusión ha obtenido como primer resultado la identificación de un conjunto de diversidad de situaciones laborales entre quienes han participado en los mismos. Entre estas figuran las siguientes: trabajos no cualificados en los ámbitos de la hostelería y el comercio; trabajos cualificados en el sector servicios (en el sector de los seguros o en otras entidades privadas con rasgos de precarización –a juicio de quienes participan en los grupos, emitiendo un discurso en interacción-); trabajos en el sector público para entidades colaboradoras (en el marco por tanto de la externalización de servicios –sociales, educativos, sanitarios u otros de índole asistencial); trabajos en centros de investigación mediante contratos de formación o en prácticas no remuneradas; trabajos en empleo público; trabajos por cuenta propia como autónomos y autónomas o mediante emprendimiento.
Como se ha mencionado, el análisis preliminar realizado permite afirmar que los discursos de los y las jóvenes ilustran los procesos de precarización laboral y subposicionamiento económico de los que se vienen haciendo eco en los últimos años numerosos trabajos, entre los que cabe citar La juventud que sale de la crisis, de Benedicto, Echaves, Jurado, Ramos y Tejerina (2020), Trayectorias vitales de la juventud andaluza, de Camarero, Gutiérrez, Gómez y Bonilla (2023), La espiral de precariedad: desempleo, temporalidad y parcialidad involuntaria en la población joven, de Torre (2021) o Una juventud zaleada. Crisis y precariedades, de Urraco (2021).
El marco conceptual de nuestra investigación en curso se está nutriendo, asimismo, de nociones y literatura de referencia obligada en el campo de la sociología del trabajo. Entre otras se encuentran las situaciones laborales derivadas de la irrupción de las nuevas tecnologías en el proceso productivo de las que habla Rifkin en su El fin del trabajo (1996). La condición «líquida» o flexible del trabajo en el seno de las «sociedades líquidas» (Bauman, 2015). La debatida presencia de nuevos valores y nuevas aspiraciones fruto de la contraposición entre valores materialistas frente a posmaterialistas de la que ya hablara Inglehart (1997). Las situaciones enfrentadas que produce la emergencia del precariado, concepto acuñado por Standig (2013). Las evidencias sobre desigualdad y pobreza puestas de manifiesto en el trabajo de Piketty (2029). O las nuevas condiciones laborales en el contexto global, la llamada uberización del trabajo de la que habla Radetich (2023).
Las categorías y códigos discursivos con los que se trabaja en el análisis en curso son los que figuran en el Cuadro 1 y que pasan a mostrarse junto con algunos verbatims en las páginas siguientes.
Las categorías y códigos discursivos con los que se trabaja en el análisis en curso son los que figuran en el Cuadro 1 y que pasan a mostrarse junto con algunos verbatims en las páginas siguientes. Dichos verbatims se identifican con el número de grupo de discusión (G) al que pertenecen, informando del sexo de la persona que habla (Hombre –H–, Mujer –M-).
Cuadro 1
Categorías y códigos descriptivos
Incertidumbre en torno al concepto juventud: «Autopercepción: Juventud como etapa vital» «futuro» Dificultades de emancipación, el papel de la familia: «Dificultades de emancipación» «Ayuda y apoyo familiar» Formación, sobrecualificación: «Más formación en todos los ámbitos» «Titulitis» «Más inversión en investigación (prácticas no remuneradas)» «Democratización de la Educación» «Coste y Privatización» Precarización, las condiciones laborales: «Inestabilidad laboral» «Contratos temporales» «Sueldos» «Pluriempleo» «Trabajos puntuales» «Trabajo Autónomo» «Emprendimiento» «Falta de experiencia» «Prácticas no remuneradas» Situaciones de exclusión y vulnerabilidad: «Incapacidad para satisfacer necesidades básicas» Frustración, el estado emocional: «Del tabú a la normalización del tratamiento de la salud mental» Falta de oportunidades: «Movilidad geográfica», «Distanciamiento de las situaciones» «Nuevas formas de tomar decisiones» |
Fuente: elaboración propia a partir del análisis realizado. |
En torno al concepto juventud: «Autopercepción: juventud como etapa vital»
En primer lugar, la idea de juventud como una etapa transitoria hacia la edad adulta se percibe por parte de los y las jóvenes en un hilo discursivo que han integrado como algo «natural» o naturalizado, aún sin serlo. La expresión «nosotros somos el futuro» puede dar buena cuenta de ello, por lo que, en algunos casos, aflora el sentimiento de no tener asumido aún una plena capacidad para la toma de decisiones sobre sus vidas, por un lado, al menos en el presente, y al mismo tiempo, una ausencia de la responsabilidad sobre lo que significa ser una persona adulta.
Por otra parte, se vive la juventud como un estado de inferioridad respecto a quienes son mayores, viéndose reflejados en el trato que reciben y que perciben como una forma de sentirse engañados en determinadas situaciones, siendo conscientes y reforzándose en estos casos su estatus como personas que aún no están preparadas para afrontar las decisiones que afectan a sus propias vidas.
Sin embargo, la ventaja de pertenecer a esa etapa inicial o preadulta es precisamente la posibilidad de reorientar el camino hacia la etapa adulta, lo que se vive como una oportunidad.
El paso a la emancipación: «Dificultad de emancipación»
Por otro lado, la ayuda y el apoyo familiar que reciben es un factor fundamental, teniendo, desde este punto de vista, ciertas necesidades cubiertas, por lo que puede ser una opción no aceptar un trabajo a cualquier precio.
Las condiciones que comentan son las de precariedad y de inestabilidad laboral a la que se ven sometidos.
La falta de un empleo más o menos estable que proporcione unos ingresos suficientes para poder pagar la vivienda y los gastos cotidianos necesarios para crear un proyecto de vida autónomo, es el principal obstáculo que manifiestan las y los jóvenes para independizarse
Por lo que la familia juega un papel fundamental en la transición a la emancipación, transición que se alarga hasta la treintena. Algunas de las personas jóvenes que participan mencionan la realización de trabajos puntuales que compaginan con los estudios. Sin embargo, consideran que mientras se encuentran estudiando, es difícil compaginar con trabajos más estables.
Formación: «Sobrecualificación»
También son recurrentes las alusiones a la sobrecualificación a la que se ven obligadas y obligados con la esperanza de mejorar sus opciones de estabilizarse en el empleo. Esta se vive como una especie de competencia formativa, en un contexto en el que «todo el mundo tiene un posgrado».
Aunque se pueda valorar muy positivamente la democratización de la educación y la accesibilidad a una formación superior y especializada, se refleja al mismo tiempo la preocupación por el exceso de personas tituladas, a las que el mercado no puede absorber, actuando como un cuello de botella que produce un atasco o que genera un tránsito desigual hacia el mercado de trabajo.
Frente a esta democratización, se da una paradoja, al entender que, al mismo tiempo, se está dando una especie de selección económico-social, por la que, quienes pueden pagarse ciertos títulos se encuentran en mejor disposición para acceder a ciertos puestos frente a quienes no se pueden permitir una formación universitaria o de posgrado privada, que se asocia con una mejor empleabilidad.
Condiciones de trabajo: precariedad: «Incorporación al mercado laboral»
El primer reto al que se enfrentan estas y estos jóvenes trabajadores es la incorporación al mercado laboral. Entre los aspectos más destacados en relación con este tránsito encontramos los siguientes:
El tiempo que transcurre entre que terminan los estudios y pueden acceder a un puesto más o menos estable, un «tiempo muerto» que genera situaciones de incertidumbre respecto al futuro laboral.
Por otro lado, cuando se enfrentan a su primer empleo, la percepción es que este se obtiene generalmente a través de «recomendaciones» o de contactos personales, poniendo en duda de esta forma el funcionamiento del sistema meritocrático.
La falta de experiencia al conseguir el primer empleo es otro aspecto recurrente en los discursos de estos y estas jóvenes, es «la pescadilla que se muerde la cola»: «¿Cómo quieres que tenga experiencia, si no me estás contratando?».
Por último, en muchos casos, a los empleos a los que pueden acceder son trabajos puntuales, por ejemplo, como monitora, o dando clases particulares, estos, no se entienden como verdaderos trabajos.
«Inestabilidad Laboral, Explotación, Sueldos»
La precariedad a la que se refieren estos jóvenes, derivada de la situación del mercado laboral y de los puestos a los que pueden acceder y que, en algunos casos, puedan compaginar con los estudios, viene determinada por varios factores: la inestabilidad provocada por trabajos temporales o esporádicos; la descompensación entre lo que se les exige y lo que se les paga, lo que no les permite planificar o plantearse un proyecto vital a medio o largo plazo.
Sin embargo, algunas de las personas jóvenes que participan, pese a manifestar esa conciencia de ser personas que están explotadas por trabajos mal pagados y precarizados, asumen la precarización como algo natural: «a mí no me importa estar explotado».
Frente a las situaciones de explotación, en cierto modo aceptadas, quienes se encuentran realizando prácticas no remuneradas sí que expresan un gran malestar al no percibir ninguna recompensa económica.
Algunas de las personas jóvenes que han participado en el estudio se encuentran en situaciones de pluriempleo, trabajando hasta en cuatro trabajos: «tengo dos en nómina y dos en mano», por lo que las estrategias de supervivencia en muchos casos pasan por esa sobrecarga de trabajo: «voy torturado literalmente», pero además, para poder hacer frente a todos los gastos cotidianos, si se necesita ayuda: «tiro de mis padres».
«Trabajo Autónomo y Emprendimiento»
La solución como trabajadores autónomos no es una opción que se valore satisfactoriamente, perciben que no existen ayudas suficientes y que el estar en situación de alta dado de alta como tal genera unos gastos difícilmente asumibles, por lo que en la mayoría de los casos no lo ven como algo viable. Esto es debido a que se concibe el ser persona autónoma, como una manera de autoemplearse al no encontrar un empleo medianamente digno por cuenta ajena, es decir, no entienden el emprendimiento como un camino posible para ganar dinero, sino para poder ganar meramente lo suficiente para sobrevivir satisfaciendo sus necesidades básicas. No obstante, hay confusión respecto al uso de la terminología vinculada con ser persona autónoma que sobrevive con lo que se gana y la conceptualización de quienes defraudan a hacienda cantidades más elevadas de las que puede manejar una persona autónoma que ingresa poco más que para pagar gastos y quedarse con un salario básico, ya que lo asocian a conceptos como «blanqueo de capitales» o «ser inversor», cuando son dos realidades muy alejadas en la práctica.
Del mismo modo se manifiesta la opción del emprendimiento, considerando que, como jóvenes que son, tienen proyectos e ideas «nuevos» o «novedosos» que podrían ser realizables, sin embargo, no encuentran las ayudas ni los apoyos necesarios, en este sentido manifiestan afirmaciones como la siguiente: «la gente joven es a la que tienes que dejar que fluya».
«El estado emocional»
Todas estas situaciones, generan un sentido negativo de la realidad en la que viven «no tienes trabajo, no tienes dinero, no tienes mecanismos para acceder a ayudas, no tienes una vivienda, una garantía de cómo vas a llegar a fin de mes ¿qué haces tú?», lo que les lleva a hablar de la salud mental ante estas situaciones de estrés y malestar provocados por las situaciones de incertidumbre a las que se ven sometidas y sometidos.
Este aspecto parece que ha pasado a normalizarse entre la población más joven, frente a la consideración de «tabú» que este elemento tenía en épocas anteriores: «todo el mundo conoce a alguien que tiene ansiedad, depresión, las dos cosas, algo…»
Falta de oportunidades: «¿Expectativas?»
Cómo afrontar la «falta de oportunidades» que se deriva de lo anterior, les lleva en ocasiones a plantearse «la huida» hacia el extranjero, hacia países como Alemania o Inglaterra, «Yo sinceramente, me veo fuera. Fuera de España».
Como se mencionaba al comienzo de esta nota de investigación, se están analizando datos cualitativos del Centro de Investigaciones Sociológicas con el propósito de determinar si los discursos de las personas jóvenes encajan o se adecúan al constructo «huida del mercado de trabajo». Dichos datos proceden del Estudio 11003 «Condiciones de vida de los jóvenes: formación, empleo, emancipación y participación» (2023).
Los resultados que aquí se avanzan de forma descriptiva o a nivel «de superficie» permiten apuntar que la fase de análisis en profundidad actualmente en curso permitirá responder a las preguntas que inicialmente nos hacíamos. ¿Cómo ilustran los procesos de precarización laboral y subposicionamiento económico? (entre otros: Benedicto et al., 2020; Torre, 2021; Urraco, 2021; Camarero et al., 2024). ¿Cómo muestran ambigüedades ante esta huida o distanciamiento del mercado de trabajo caracterizada por nuevas formas de tomar decisiones laborales, en las que la prioridad ya no es obtener y mantener un empleo, sino que se consideran otros factores?
Se trata de indagar sobre:
Y aunque en la fase en que nos encontramos no podemos responder con mayor profundidad y de manera exhaustiva a cada una de ellas, presentamos a continuación los tres grandes ámbitos que hemos identificado a partir de los nudos críticos que hemos reflejado en el avance de resultados.
En primer lugar, la necesidad de más formación y esa sobrecualificación que caracteriza a los y las trabajadoras actualmente, especialmente a las generaciones más jóvenes, que sin embargo favorece a quienes se encuentran mejor posicionados socialmente, se ve cuestionada.
En segundo lugar, las alusiones a las situaciones de precariedad laboral que perciben en el actual mercado de trabajo en España, provocadas por diferentes aspectos: exclusión por falta de experiencia, inestabilidad, bajos salarios, explotación, falta de ayudas para poder emprender o trabajar de manera autónoma, etcétera. Todas ellas, dificultades de distinto tipo para acceder a empleos estables y bien remunerados. Situaciones a las que se enfrentan desde el mismo momento en que se encuentran en la obligación de acceder al mercado laboral, sumado a todas las dificultades que el proceso de emancipación conlleva.
Y, unido a lo anterior, la falta de oportunidades que, como manifiestan, existe en nuestro país, teniendo como referentes las experiencias de otros y otras jóvenes que han logrado salir y acceder a puestos más o menos estables y bien pagados en países del entorno europeo.
Queremos llegar a contrastar si el mundo del trabajo ha perdido, o está perdiendo, centralidad en relación con la construcción de las subjetividades de estos y estas jóvenes, frente a otras prioridades que puedan plantearse, promovidas quizá por un cambio de valores donde la seguridad material, de algún modo ya está cubierta, ya sea por la ayuda familiar o por la búsqueda de diferentes estrategias de supervivencia.
Se podría indagar, desde este punto de vista, si la seguridad material ha dado paso a otras necesidades, donde el bienestar personal y la salud mental, que como ha quedado reflejado son dos temas centrales en los discursos de estas y estos jóvenes, se puedan salvaguardar por otras vías, queremos decir, fuera del mundo del trabajo. También es en ese sentido como nos planteamos ese posible distanciamiento del trabajo y la búsqueda de otros ámbitos en el que verse realizado y tratado como persona.
Por último, pensamos que habría que tener en cuenta otras perspectivas, partiendo de que el constructo «juventud» no es una categoría homogénea, y que dentro de esta encontramos múltiples situaciones que nos dejan abiertas otras cuestiones en relación con nuestro objeto de investigación. Así, desde las desigualdades de género y las vivencias de las mujeres en el mundo laboral, esta salida, huida o distanciamiento ¿lo viven de igual manera ellas y ellos?; o, desde las posiciones sociales de estos y estas jóvenes, ¿es posible para quienes cuentan con menos recursos, teniendo en cuenta la clase social de la que estos provienen, plantearse otras opciones?
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[1] Este trabajo es resultado científico del Proyecto de Investigación «La huida del mercado de trabajo y la legislación social en España (TRABEXIT), PID2022-141201OB-I00», de la Convocatoria 2022 - «Proyectos de Generación de Conocimiento», en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023.