ISSN: 2255-5129

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Nº 24 | Primer Semestre 2025

Dibujando la Nación: la incorporación sistemática de la imagen a la prensa diaria en Argentina: La Nación 1894-1904

Alejandra Ojeda

El Colectivo; Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe-IEALC, Buenos Aires, 2023

579 págs.

Reseña por Facundo Exequiel Romero

(CONICET), Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Lanús, Argentina

Como citar esta reseña:

Exequiel Romero, Facundo (2025): “La imagen en la prensa diaria argentina (1894-1904): aportes sobre su incorporación en el cruce de semiótica y comunicación” [Reseña del libro Dibujando la Nación: la incorporación sistemática de la imagen a la prensa diaria en Argentina: La Nación 1894-1904, por Alejandra Ojeda]. Revista Internacional de Historia de la Comunicación, (24), pp. 205-209.

La imagen en la prensa diaria argentina (1894-1904): aportes sobre su incorporación en el cruce de semiótica y comunicación

En un texto considerado fundacional, Roland Barthes (1986[1964]) se hacía eco de las afirmaciones sobre el creciente predominio de la imagen por sobre la palabra en los medios de comunicación, a las que respondía que “no es demasiado exacto hablar de una civilización de la imagen: aún constituimos (…) una civilización basada en la escritura, ya que la escritura y la palabra siguen siendo elementos con consistencia en la estructura de la información” (p. 35). Si bien “retórica de la imagen” es considerado uno de los primeros aportes del pensamiento semiológico sobre la significación visual, la relación entre palabra e imagen es un problema que lo antecede en muchos años. Dibujando la Nación: la incorporación sistemática de la imagen a la prensa diaria en Argentina: La Nación 1894-1904 de Alejandra Ojeda traslada ese tipo de reflexiones a otro momento de la historia de la comunicación para problematizar la incorporación sistemática de la imagen a la prensa diaria argentina en la segunda mitad del siglo XIX. Que en dicho momento no estuvieran presentes los desarrollos teóricos actuales para su estudio, no impedía la emergencia de ejes problemáticos como la significación de la imagen, su relación con la palabra y la sistematicidad de los códigos visuales. La autora se detiene entonces en un problema relevante para la historia de la comunicación, así como fundacional de los estudios semióticos. Además del ya mencionado trabajo de Barthes, los intentos de Eco (1972[1968]) de sistematizar los códigos visuales son hitos en los primeros desarrollos teórico-metodológicos sobre el pensamiento en torno a los signos. Si bien aplicados a la contemporaneidad de dichos autores, los conceptos muestran la productividad para un problema comuncacional que los precedía por más de un siglo.

El libro de Ojeda tiene como objeto de estudio, tal como indica su título, la incorporación sistemática de la imagen a la prensa diaria argentina. La perspectiva asumida se sitúa en el cruce de la historia de los medios y la semiótica, de modo que integra aportes teóricos y metodológicos de diferentes campos disciplinares, como es propio de los estudios en comunicación. El texto es una adaptación de la tesis de doctorado de la autora, por lo que se respalda en un proceso de años de relevamiento bibliográfico, elaboración conceptual y trabajo de archivo. La obra está conformada por una introducción, un marco conceptual, un marco histórico, tres capítulos de análisis y las conclusiones. Los capítulos 3, 4 y 5 se ordenan según resultados de su investigación que la autora destaca: los factores que confluyeron en la incorporación sistemática de la imagen a la prensa diaria, las etapas de dicha incorporación y los géneros de las imágenes y sus funciones comunicativas, respectivamente.

En la introducción la autora delimita el problema que aborda: la incorporación sistemática de la imagen visual a los diarios argentinos. Para ello, sintetiza el estudio de esta problemática en términos globales, como modo de situar su propio trabajo. También presenta las secciones siguientes y advierte que el marco conceptual y la contextualización históricas han sido reducidas en relación con su tesis doctoral a los fines de simplificar la exposición, pero que pueden ser consultados en en ese otro texto. Esta sección también justifica el recorte temporal, en función de las transformaciones del campo de publicaciones impresas en Argentina, y la construcción de un corpus a partir de un caso típico, el diario La Nación, y su puesta en relación con otro caso típico con fines de comparación, el diario La Prensa. En esta decisión metodológica se puede constatar el aporte de la mirada semiótica: la comparación sistemática como camino para registrar variaciones en los procesos de producción discursiva (Verón, 2004).

El marco conceptual presenta de modo sintético los principales conceptos considerados en el análisis. Allí la autora explicita la elección de la pieza visual como unidad de análisis y nociones teóricas de la semiótica como las tres tricotomías planteadas por Peirce y las definiciones de género discursivo y dispositivo. Este capítulo también incorpora otras nociones, de cuño sociológico, que reponen la importancia de la constitución de un campo y sus reglas. La síntesis teórica resulta de interés para quienes se acerquen por primera vez a la complejidad de la teoría semiótica, que luego puede profundizarse y ampliarse con otras lecturas. Además, la autora reflexiona sobre la problemática de la clasificación de la fotografía como ícono, teniendo en cuenta trabajos ya citados aquí como los de Barthes y Eco junto con otros como el de Dubois (1986). Como último pasaje del capítulo, la noción de campo de Bourdieu (1969) introduce una mirada que relaciona los aspectos semióticos con los sociológicos. Nuevamente se destaca una mirada interdisciplinaria propia del campo comunicacional, en la que la descripción semiótica no está aislada de otras.

En el marco contextual la autora hace un amplio recorrido bibliográfico por diferentes series que inciden en el objeto de estudio, de modo que considera aspectos económicos, políticos y tecnológicos. En este sentido se destaca que si bien el análisis semiótico atañe a la dimensión significante de los fenómenos sociales (Verón, 1987) como objeto específico, este no puede considerarse escindido de las otras dimensiones. Este capítulo sintetiza los adelantos tecnológicos relevantes para la comunicación humana, las transformaciones políticas como la emergencia del Estado-nación y su relación con la esfera pública, y la segunda revolución industrial como aspecto económico. Además, se acerca al problema tratado en los capítulos siguientes a partir del conocimiento ya producido sobre él en el ámbito internacional y local. Esto abarca la inclusión de la imagen visual en la prensa europea y estadounidense y la historia de la prensa en el Río de la Plata en la segunda mitad del siglo XIX, considerando a las dos publicaciones estudiadas y a otros diarios competidores, junto con revistas como El Mosquito y la pionera del magazine de masas Caras y Caretas. Al reponer a partir de fuentes secundarias un estado de los medios de prensa, el periodismo y su relación con las imágenes, la autora reconstruye una topografía, es decir, un ordenamiento y distribución de la discursividad de un campo establecida en el discurso social (Angenot, 2010). Este ordenamiento de las publicaciones más relevantes y sus características permite situar a los diarios estudiados en una lógica de conjunto, con sus relaciones con la comunicación periodística en sentido más amplio.

En el capítulo siguiente, Ojeda identifica los tres factores principales que incidieron en la incorporación sistemática de la imagen a la prensa diaria: el fin del predominio de lo político faccioso; la primacía de las reglas del mercado en su funcionamiento y la profesionalización de los oficios vinculados a la imagen. Como muestra la autora, el momento de incorporación sistemática no se explica por la disponibilidad tecnológica sino por transformaciones económicas políticas y sociales. En ese sentido, el alejamiento del poder político de los dueños de La Nación y La Prensa junto con la creciente rentabilidad económica de ambos diarios y la conformación de un campo cultural con artistas y profesionales gráficos son los que explican el fenómeno. Además, la consolidación del Estado Nacional en el plano político, la incorporación del país al mercado mundial en lo económico y el aumento de población alfabetizada y del campo cultural en lo social son otros factores estrechamente ligados a lo anterior.

El cuarto capítulo propone una periodización del lugar de las imágenes en la prensa periódica que culmina con su incorporación sistemática. A partir de una descripción de las imágenes observadas y su lugar en la diagramación de los diarios, la autora identifica un conjunto de procedimientos regulares para cada una de las etapas que ejemplifica con una amplia cantidad de imágenes incluidas como anexo. La periodización comienza en 1962, con una primera etapa de intrusión que va hasta 1869, caracterizada por la imagen publicitaria como un elemento esporádico en los réclames, incluido por fuera de los diarios, como un elemento no integrado a ellos. La segunda etapa, de aceptación, muestra crecimiento de la publicidad y una presencia habitual ligada al grabado entre 1870 y 1883. Entre 1883 y 1893 la etapa de adaptación y transición se caracteriza por la presencia de imágenes que ilustran secciones y se adaptan desde otros dispositivos. Se observa allí el agrupamiento de avisos y cambios en la diagramación. Como última etapa, la incorporación sistemática propiamente dicha entre 1894 y 1904 se define por la presencia de imágenes en secciones y funciones bien definidas. Allí se observa la estabilización de géneros precedentes y nuevos, la incorporación de técnicos y profesionales específicos y una presencia equilibrada de la imagen en la puesta en página. Además, estas etapas aparecen articuladas en el texto con las de los cambios políticos de Mitre y Paz, dueños de los diarios. Si bien no se corresponden completamente, las relaciones entre las facciones de los propietarios tienen su incidencia en los cambios mediáticos, como se observó en el capítulo precedente.

Ligado a lo anterior, el último capítulo elabora una clasificación de los géneros discursivos presentes en el corpus. Es un esfuerzo de sistematización que caracteriza los géneros y presenta ejemplos. Algunos de los géneros observados son previos a la imagen en la prensa, como el retrato, el paisaje y el dibujo científico, dado que provienen de prácticas preexistentes como la pintura y la fotografía; mientras que otros son novedosos de la práctica gráfica ligada a la prensa, como la crónica ilustrada, la imagen de indumentaria, la historieta y ciertas formas del reclame publicitario. Ojeda ordena allí al retrato, la imagen policial, los retratos artísticos, la imagen de indumentaria, el dibujo científico, la reproducción facsimilar, el paisaje, las catástrofes y hechos bélicos, el collage, la imagen publicitaria y la caricatura e historieta como principales géneros con sus correspondientes subgéneros. A pesar de no contar con un metadiscurso de la época, la autora constata que estas regularidades operan como un horizonte de previsibilidad en el reconocimiento. La clasificación propuesta no se agota en aspectos temáticos, sino que considera principalmente las funciones comunicativas de la imagen, que permiten observar la consolidación de un código en el lenguaje visual.

El trabajo resulta de interés en términos temáticos, teórico-metodológicos y descriptivos. Cumple en situarse en un área de vacancia al tratar un fenómeno hasta el momento no estudiado de modo sistemático y con las categorías propuestas. La amplitud de la bibliografía citada, tanto de estudios locales como internacionales, y la combinación de conocimientos sobre las dimensiones tecnológicas, económicas, políticas y sociales relacionadas son puntos destacados del libro. El despliegue del sistema teórico de Peirce resulta una vía de entrada posible para la comprensión teórica y de utilidad para el planteo de otras investigaciones. En lo que respecta al análisis, la minuciosidad y precisión en la descripción de regularidades de cada etapa muestran un trabajo intensivo que permite captar la novedad y el cambio, en el que se apoya la periodización propuesta. Además de su rigurosidad metodológica y el planteo conceptual inicial, el trabajo presentado avanza en la dimensión explicativa, al relacionar el fenómeno con sus causas, proponer una periodización propia y elaborar una clasificación de géneros discursivos. En síntesis, se trata de una obra de interés tanto para quienes estudian la comunicación en ese periodo y la cuestión de la imagen en la prensa, así como en términos más generales para investigadores del área que deseen revisar conceptos con potencialidad descriptiva y explicativa.

Referencias bibliográficas

ANGENOT, M. (2010). El discurso social. Los límites históricos de lo pensable y lo decible. Buenos Aires: Siglo XXI.

BOURDIEU, P. (1969). Campo intelectual y proyecto creador. En Problemas del Estructuralismo. México: Siglo XXI

BARTHES, R. (1986 [1964]). Retórica de la imagen en Lo obvio y lo obtuso (pp. 29-47). Barcelona: Paidós.

DUBOIS, P. (1986). El acto fotográfico. De la representación a la recepción. Barcelona: Paidós

ECO, U. (1972[1968]) La mirada discreta (semiótica de los mensajes visuales) en La estructura ausente (pp. 215-320) Barcelona: Lumen.

VERÓN, E. (1987). La semiosis social. Barcelona: Gedisa.

— (2004). Fragmentos de un tejido. Barcelona: Gedisa.