El judeoespañol contemporáneo, entre la decadencia y la revitalización. Análisis de CONTEXTOS, actitudes LINGüísticas e iniciativas

The contemporary Judeo-Spanish, between decadence and revitalization. ANALYSIS OF CONTEXTS, LINGUISTIC ATTITUDES AND INITIATIVES

María Dolores Gordón Peral

Universidad de Sevilla

mgordon@us.es

ORCID: 0000-0002-0164-2676

Recibido: 05-11-2018

Aceptado: 16-12-2018

Publicado: 22-02-2019

Resumen

Se ha venido alertando desde mediados del siglo XX sobre la grave crisis que sufre la modalidad judeoespañola en la actualidad, que según algunos va a abocar en su inminente desaparición en no más allá de una o dos generaciones. Empero, desde hace algunos años se están acometiendo iniciativas de diversa índole que pueden desacelerar, si es que no frenar, el proceso de decadencia del sefardí. En esta contribución se atiende primeramente a la compleja situación que ha llevado sobre todo desde finales del siglo XIX al declive del judeoespañol como lengua hablada. Para comprender la paradójica situación actual, se analizan con detenimiento el contexto vital y las actitudes lingüísticas resultantes de algunos hablantes concretos, contextos y actitudes en gran medida contrapuestas que explican de una parte el abandono de esta modalidad y de otra el renovado interés por su transmisión a las nuevas generaciones que suscita en los últimos tiempos, aportando con ello una innovadora visión diastrática prácticamente inédita hasta ahora en la investigación sobre el sefardí. Finalmente, nos centramos en las reacciones que se han producido ante este escenario de decadencia y las iniciativas de todo tipo tomadas en pro de su preservación y aun su revitalización.

Palabras clave: judeoespañol, sefardí, ladino, revitalización de la lengua.

Abstract

It has been warned since the mid-twentieth century about the crisis experienced by the Judeo-Spanish modality at present, which according to some will lead to its imminent disappearance in no more than one or two generations. However, since several years ago initiatives of various kinds are being undertaken that can slow down, if not stop, the process of decadence of the Sephardi. In this contribution, attention is first given to the complex situation that has led, above all since the end of the 19th century, to the decline of Judeo-Spanish as a spoken language. In order to understand the paradoxical current situation, the vital context and the linguistic attitudes resulting from some specific speakers, contexts and attitudes that are largely opposed are discussed, explaining on the one hand the abandonment of this modality and on the other the renewed interest in its transmission that this linguistic modality has given rise in recent times among new generations. This contributes an innovative diastratic vision practically unprecedented until now in the research on the Sephardic. Finally, we focus on the reactions that have taken place in the face of this decadent scenario and on the initiatives of all kinds taken in favor of its preservation and even its revitalization.

Keywords: judeo-Spanish, Sephardic, Ladino, revitalization of the language.

“No me importa ke nombre uzan para muestra lingua. Lo importante es ke la avlen i ke la melden, i ke traten de eskrivir letras, poezias, artikolos i libros en esta lingua, porke solo de esta manera puedra kontinuar a vivir.” (Moshe Shaul)

1. Introducción

En un artículo intitulado “Onde esta la yave?”, publicado en el periódico español ABC, del que era colaborador habitual, Moshe Shaul recogió la referencia a la leyenda mantenida en la tradición hispánica según la cual muchas familias sefardíes aún hoy conservan las llaves de aquellas casas que se vieron obligadas a abandonar en 1492, cuando tuvo lugar la expulsión decretada por los Reyes Católicos para todos aquellos que no abrazasen el catolicismo; según se cuenta, llevaron consigo las llaves con la esperanza de poder volver a ellas algún día:

Uno de los topikos mas frekuentes en Espanya, kuando se avla de los sefaradis, es ke eyos tienen ainda las yaves de las kazas abandonadas por sus antepasados, kuando fueron ekspulsados 5 siglos atras. Yo personalmente no vidi nunka una de estas yaves, ni konosko ninguno ke las tenga visto. Muy probablemente esta es una leyenda ke se enraigo kon el tiempo sin ke tenga una baza konkreta. Ma si no tenemos las yaves de fierro de las kazas abandonadas por muestros avuelos en Espanya, mozotros los sefaradis tenemos otra yave, ke a mi opinión es ainda mas importante: la lengua djudeo-espanyola ke avlamos asta hoy dia i ke en munchos kavzos basta para avrirmos anchamente los korasones, si no las kazas, de los espanyoles ke mos oyen avlar.

Shaul refiere que quizá esa leyenda no tenga un fundamento real1, aunque sin duda existe otra llave que el pueblo sefardí llevó consigo en su diáspora: la lengua judeoespañola, que ha conservado fielmente durante más de cinco siglos, que le permite la intercomprensión con otros hispanohablantes, llave que simboliza la añoranza de un pueblo desterrado por la tierra que lo maltrató, y que es símbolo además del vínculo mental y cultural que sigue existiendo todavía hoy con España; recuérdese el poema “A España”, recitado por Abraham A. Cappon y recogido por Julius Subak en 1908: “A ti España bienkirida/ nozotros “madre” te yamamos./ Mientras todas nuestras vidas/ tu dulse lengua no dešamos./ Aunkenoz desteraste/ komo madrastra de tu seno/ no estankamuz di amarte/ komo santizimo terreno”…2 .

2. La formación de las comunidades sefardíes y la conservación del idioma

Pero ¿cuáles son las razones que justifican el tan extraordinario fenómeno de la conservación del judeoespañol durante un extenso período de tiempo de cinco siglos en un espacio (las tierras del Imperio otomano3) tan alejado del territorio originario, y en el seno de comunidades lingüísticas ajenas totalmente a la lengua y la cultura hispanas?

En la actualidad, es generalmente aceptado (con pocas excepciones) que la modalidad judeoespañola se forjó solo a partir de la expulsión y diáspora de los judíos españoles: los judíos que no optaron por convertirse, marcharon primeramente al norte de África y a Portugal, y con posterioridad se dirigieron hacia Centroeuropa, principalmente Holanda, Francia, Italia, y territorios distribuidos por toda la península balcánica y el Mediterráneo. Es así como surgieron comunidades sefardíes en Holanda (son conocidos los famosos talladores de diamantes de Ámsterdam), Italia (Roma, Ferrara, Venecia), Turquía (Constantinopla, Adrianópolis, Esmirna, Bursa), Grecia (Salónica, Lárisa), la isla de Rodas, Bulgaria (Sofía, Ruse), Serbia (Bitolia), Bosnia (Sarajevo), Macedonia (Skopje), o en Rumanía (Bucarest) (Sala 1996: 361). Los judíos se dispersaron por esta tan amplia área geográfica, y formaron comunidades locales en centros urbanos conservando durante cinco siglos esa lengua como instrumento de comunicación cohesivo en el seno de su grupo para comunicarse. Esta llamativa continuidad y persistencia en el uso y transmisión de la lengua solo puede explicarse si se tienen en cuenta las especiales circunstancias sociales y culturales concomitantes en que se ha verificado esa conservación idiomática.

En primer lugar, hay que destacar la tolerancia de las autoridades del Imperio otomano hacia todas las minorías étnicas4, gracias a la cual durante largo tiempo los sefardíes podían usar libremente su lengua (para muchos no había necesidad de aprender la del país de acogida), y no estaban obligados a vivir su cultura en clandestinidad.

El segundo factor es la fuerte cohesión que ha caracterizado a las comunidades sefardíes siempre, actitud que ha impedido en buena medida una integración plena en la sociedad circundante o una mezcla con esta, y que podría interpretarse hasta cierto punto también como un aislamiento elegido libremente; de hecho, los sefardíes han venido evitando contraer matrimonios mixtos con personas de otras comunidades, y tan solo modernamente, por ejemplo en EEUU, pero también en Europa, se han abierto a casarse con representantes de otras comunidades judías, como las askenazíes, y en menor medida con no judíos, debido a la drástica disminución de la población sefardí y, con ello, a la escasez de oportunidades matrimoniales.

En tercer lugar, la vida privada y cotidiana de los judeoespañoles se desarrollaba en barrios separados del resto de la ciudad, marginación física que contribuía a la segregación y a la conservación del modo de vida y de la lengua tradicionales. En este sentido, debe recordarse que coadyuvó en gran medida a preservar la tradición del español el hecho de que los sefardíes llevaran consigo en su diáspora también la liturgia, el rito y las Sagradas Escrituras que habían sido traducidas al castellano poco antes de la expulsión. De ahí que durante varias centurias se educara a los niños en los textos sagrados transcritos al castellano, a la vez que los rabinos utilizarían esta misma modalidad para dar sus sermones en la sinagoga (Czöndör 1999: 197). Claro que los rabinos leerían en ladino (entendido como judeoespañol-calco; Séphiha 2017: 12)5, las Sagradas Escrituras. Pero a juicio nuestro, en sus sermones emplearían no el ladino, sino el djudezmo, la variedad hablada y vernácula, por supuesto en su forma más culta, más conservadora y tradicional, en el sentido de que evitaría los neologismos, los préstamos de las lenguas con las que convivía, como el turco, el griego, etc. Detengámonos un momento en esta cuestión. Se suele dar por válida esta diferenciación establecida por Séphiha entre el judeoespañol-calco, escrito (ladino), y el vernáculo, el hablado (djudezmo). Pero me parece muy importante observar que dentro de la modalidad hablada tenía que distinguirse una variante más coloquial, que se emplearía en un contexto familiar, y otra más formal, que se emplearía por los cultos, por ejemplo, por los rabinos en sus sermones en la sinagoga. Aparte quedaría la “lengua-calco”, escrita (el ladino), de las traducciones bíblicas, un lenguaje artificial y forzado, propio de unos traductores temerosos de no permanecer fieles al original, el texto sagrado, la que consideraban única versión realmente válida del texto. Por tanto, las traducciones no eran más que una concesión al pueblo que entrañaba el peligro de adulterar el original sagrado. Junto al lenguaje artificioso de los textos escritos que se conservaba inalterado durante siglos por respeto a la tradición y a la fe, se mantenía vivo un español conservador culto, exento de préstamos de las lenguas en contacto en el Imperio otomano, y exento así mismo de coloquialismos, modalidad hablada del español que practicaban los rabinos en el contexto formal de las celebraciones religiosas, especialmente en los sermones, donde tenían una mayor libertad. En esa etapa de la formación del judeoespañol existían, pues, diversos registros, como es propio de una lengua de cultura y viva, situación que presentaría además una complejidad mayor si tenemos en cuenta la existencia de una modalidad supralocal, suprarregional, supranacional, que practicaban los sefardíes que estaban en contacto con otras comunidades en el contexto de los viajes comerciales.

Gracias a los factores antedichos pudieron formarse variedades específicas en cada una de las numerosas comunidades sefardíes, proceso en el que influía notablemente el dialecto peninsular de origen, y a la vez se producían innovaciones locales, tanto por influjo de las lenguas del entorno como por evolución intrínseca autóctona6. No obstante, por encima de estas diferencias locales surgió una koiné judeoespañola (Czöndör 1999: 198; Niewęgłowska 2010: 8), común a la región oriental del área de expansión sefardí (Balcanes y Anatolia), proceso que se explica como consecuencia de los continuos contactos lingüísticos entre sefardíes de diversa procedencia, que empleaban el español para comunicarse en el ámbito de los negocios y del comercio supralocales. Recuérdese a este respecto el pasaje de Gonzalo de Illescas, que en 1574 refiere a propósito de los judíos de Turquía: “Llevaron acá nuestra lengua, y aún la guardan y usan de buena gana, y es cierto que en las ciudades de Salónica, Constantinopla, Alexandría y el Cairo y en otras ciudades de la contratación, y en Venecia, no compran ni negocian en otra lengua, sino en español. Y yo conocí en Venecia hartos judíos de Salónica que hablaban el castellano, con ser bien mozos, tan bien o mejor que yo”7.

En suma, las singulares características en que se desarrollan estas comunidades de hablantes explican el mantenimiento de la lengua que llevaron consigo tras la expulsión a lo largo de medio milenio: pudieron conservar su modo de hablar por su fuerte cohesión interna en tanto que grupo unido por tradiciones y por una historia común, pero también por la marginación y segregación respecto de la sociedad dominante, en la que no se integraron totalmente, y además por las políticas discriminatorias vigentes en ciertas áreas, y por su propio deseo de mantenerse aislados.

3. Decadencia de las comunidades que han mantenido viva el habla

En el contexto histórico-social y cultural tan excepcional que acabamos de describir fue posible el mantenimiento secular de esa modalidad traída de España a fines de la Edad Media. Pero en cuanto comenzaron a cambiar las circunstancias, se inició el declive. Tras un período dorado del judeoespañol (siglos XVII y XVIII), en que el número de los hablantes aumentó y se crearon las primeras obras literarias, empieza a cambiar el escenario. En el siglo XIX llegaron al Imperio otomano en cada vez mayor medida las influencias occidentales y cobraron protagonismo las naciones, ansiosas de independizarse y de imponer su propio modelo, y sobre todo su propia lengua, en cada territorio. Este auge del nacionalismo trajo consigo una tolerancia cada vez menor hacia las minorías y sus lenguas. En este contexto, los sefardíes tendieron a relegar su modalidad lingüística ancestral al ámbito exclusivamente doméstico, familiar (la consideraban una forma de hablar inferior, “deteriorada” (Niewęgłowska 2010: 108), y adoptaron para la comunicación en sociedad las lenguas nacionales de los respectivos entornos. De otro lado, en este momento histórico acaparó protagonismo como lengua de una educación refinada y como lengua internacional el francés, propagación que fue promovida enérgicamente por la Alianza Israelita Universal; un papel menos destacado, aunque similar al del francés, desempeñó en este contexto también el italiano. La influencia de estas dos lenguas románicas, principalmente del francés, sobre el judeoespañol, llegó a ser tan marcada, que algunos han hablado de judeo-frañol (Séphiha 2017: 25), y ha dejado una huella aún hoy llamativamente perceptible, sobre todo en el léxico. En este nuevo escenario, marcado por las políticas de los nacionalismos excluyentes, hostiles a las minorías, la lengua de los antepasados, que durante varios siglos había sido seña de identidad de un pueblo, se convirtió cada vez más en una modalidad familiar, empobrecida, plagada de extranjerismos, insuficiente para expresarse en un contexto formal, y dejó de transmitirse necesariamente de una generación a la siguiente. Pasó a ser considerada por los cultos un “jergón”, una lengua inferior: Czöndör (1999: 202) recuerda cómo “en opinión de los sefardíes cultos y de los jóvenes, el judeoespañol no es una lengua ‘elegante’”9; Bürki (2016: 154) alude a la moderna consideración negativa de su lengua entre los sefardíes, al desprecio por esta modalidad que se ve como “jargón”, y como “chamullo incomprensible”; Besso (1967: 214) explica que “el judeo-español que los sefardíes han usado desde hace cinco siglos ha venido convirtiéndose en una jerigonza, y se confinó en el hogar y en la sinagoga”; Séphiha (2017: 24-25) refiere que “nuestros judeo-españoles, empezando por la élite, se avergüenzan de hablar esa «jerga» […]. Este judeo-frañol es el último eslabón del judeo-español vernáculo”.

La presión de las lenguas de cultura del entorno sobre la modalidad judeoespañola ha ido llevando a su progresivo abandono por parte de las nuevas generaciones. Con el tiempo, se ha ido convirtiendo en lengua exclusiva de la tercera edad, en la forma de hablar de los ancianos. La situación crítica produjo un debilitamiento creciente en las comunidades ya en las primeras décadas del siglo XX, que por otro lado se vio agravado por una emigración de dimensiones tales que se ha dado en llamar segunda diáspora, hacia nuevas tierras de acogida: Estados Unidos10, Francia, Hispanoamérica y, naturalmente, Israel11. El golpe más duro, con diferencia, fue, no obstante, la persecución y masivo exterminio perpetrados por los nazis12. En los países de acogida mencionados, los sefardíes, por fin, podían gozar de plena libertad en lo que a la expresión de su cultura se refiere; sin embargo, este nuevo marco no fue beneficioso para la conservación de la lengua y su transmisión a las nuevas generaciones. Todo lo contrario, en Estados Unidos, por ejemplo, el judeoespañol fue relegado a poco más que ciertos contextos de uso minoritarios: servía ya solo para hablar con los mayores (para quienes el español aún era lengua dominante); como lengua secreta; como medio expresivo para chistes, obscenidades, proverbios y canciones; y, finalmente, para hablar con empleados hispanohablantes (Enrique Arias 2014: 13). La razón de esta renuncia al judeoespañol y su transmisión es, sin duda el deseo de asimilación plena a la sociedad anglófona de acogida, el deseo de integración. Los sefardíes que se establecieron en Israel, por su parte, se vieron obligados a aprender el hebreo, instaurado como lengua oficial junto al inglés, y se mezclaron con personas de otras comunidades, por lo que igualmente dejaron de transmitir el judeoespañol a sus hijos.

Por considerarlos extremadamente ilustrativos e interesantes para la cabal comprensión de la compleja situación sociolingüística por la que atraviesa la modalidad judeoespañola en la actualidad, vamos a detenernos en el análisis de algunos casos concretos de hablantes de judeoespañol opuestos en cuanto al contexto en el que se ha desarrollado su trayectoria vital y en cuanto a las actitudes lingüísticas a que tal contexto ha dado lugar. Un ejemplo paradigmático de aprendizaje y uso del judeoespañol en un contexto familiar e incluso social desde la infancia, y de abandono posterior en el ámbito de la familia por él creada es el del periodista y gran luchador por la causa del judeoespañol Moshe Shaul, nacido en Esmirna de familia sefardí, en 1929. Emigró a Israel a los veinte años, en 1949, es decir, un año después de la fundación del estado de Israel. Fue, como muchos otros, a trabajar en un kibutz (una granja colectiva, propiedad del Estado). Más tarde, estudió en la Universidad, donde se licenció (en 1959) en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad Hebrea de Jerusalén. Shaul entró a trabajar en la radio (fue seleccionado para ese puesto por Isaac Levy, el gran investigador del legado musical sefardí). Fue redactor de noticiarios y programas diversos en la Emisión Judeoespañola de Kol Israel (1954-1977), y director de esa emisión entre 1977 y 1994. En 1979 fundó la revista Aki Yerushalayim – revista culturala, publicada enteramente en judeoespañol, de la que ha sido redactor jefe hasta 2016, en que ha dejado de publicarse. Fue impulsor del Proyecto Folklor, en el marco del cual fueron grabados y catalogados más de 2700 cantes judeoespañoles (1978-1990). Esa colección es una de las más grandes de la música y poesía popular sefardí, aprovechada por numerosos cantantes, folkloristas e investigadores. El interés por su cultura judeoespañola cristalizó en su labor docente en la Universidad Ben Gurion del Negev, Beer Sheba (1980-1985), y en la vicepresidencia de la Autoridad Nacionala del Ladino en Israel (1997-2015). Ha publicado artículos para difusión del sefardí en el periódico español ABC. Ha recibido el Premio España de Periodismo de RNE, que le fue concedido como director de la Emisión Judeo-española de Kol Israel, en reconocimiento “a su sostenido esfuerzo para preservar el idioma y la cultura judeoespañola” (1985), y la Mención Especial de los Premios Internacionales de Periodismo Rey de España (1990). Pues bien, según explica en una entrevista publicada en internet, en 1959, con 30 años, al acabar sus estudios universitarios, se casó con Ruth, sefardí de origen búlgaro, que inicialmente no hablaba judeoespañol, pero que lo aprendió después, una vez lo hubo conocido a él. Insiste en que sus suegros conocían su voz por la radio, porque escuchaban su programa de Kol Israel en judeoespañol. Como no hablaban bien hebreo, era la única forma que tenían de conocer las noticias de Israel. Refiere que por ello lo aceptaron pronto “como a un hijo”. Pues bien, Shaul y su esposa, a pesar de hablar ambos judeoespañol y ser firmes defensores de la tradición y la lengua de los sefardíes (y apreciar muchísimo esta lengua, como revela toda su actividad a favor del judeoespañol), decidieron no transmitir el sefardí a sus dos hijas, nacidas en Israel. La lengua hablada en su familia ha sido siempre y continúa siendo el hebreo. Pero nadie puede acusar al matrimonio Shaul de ser contrario a la conservación de la cultura sefardí; si optaron por interrumpir la transmisión del judeoespañol, sin duda fue para facilitar la integración de toda la familia en la nueva sociedad israelí13.

Otro caso ejemplar de este progresivo abandono de la modalidad judeoespañola en favor de otras lenguas mayoritarias: en Estados Unidos, concretamente en la comunidad de Los Ángeles, los sefardíes en la actualidad ya no mantienen el judeoespañol salvo en la tercera generación, pues los de la segunda lo entienden, pero no lo hablan, y los de la primera ni siquiera lo entienden. Enrique Arias (2014) ha estudiado el caso de esta comunidad, y en la película ya citada ut supra14 cuenta la historia de un número considerable de sefardíes de la isla de Rodas que llegaron a California en las primeras décadas del siglo XX y establecieron una comunidad en el centro de Los Ángeles. “Se mudaron allí en busca de una vida mejor. Se concentraron en el área al sur del Parque de Exposiciones, donde establecieron una sinagoga y continuaron muchos aspectos de la vida que habían dejado en el viejo país (tradiciones, celebraciones, comida, canciones y su hablar judeoespañol). Cuando los nazis tomaron la isla de Rodas hacia el final de la Segunda Guerra Mundial y exterminaron a los judíos que se habían quedado allá, el grupo de Los Ángeles se convirtió en un depósito importante del patrimonio cultural sefardí único de la isla. Sin embargo, pronto los inmigrantes prosperaron y se mudaron a otras áreas, y sus hijos, nacidos en EEUU, abrazaron el idioma y la cultura estadounidenses, por lo que las viejas tradiciones se desvanecieron. Con posterioridad, la comunidad se disolvió y la sinagoga fue vendida a una congregación episcopal metodista africana”. En la actualidad, aunque los más viejos conservan todavía el judeoespañol (una señora dice “yo solo hablo español, a mí no me hables en inglés” —aunque es evidente que también se vio obligada a aprender la lengua del país de acogida—), las nuevas generaciones solo hablan inglés. “A través de convincentes entrevistas con dos inmigrantes nacidos en Rhodes —lo que probablemente constituye el último testimonio registrado de esta generación— y una segunda generación de rhodesli que creció en el área, aprendemos cómo los sefardíes de Rodas, igual que todos los inmigrantes de esa época, se debatieron entre asimilarse a la cultura estadounidense dominante y mantener su identidad […]. De muchas maneras, el idioma español ladino es el corazón de una cultura judía única y rica. Una vez que esta generación de hablantes se haya ido, muchas de las historias, leyendas y recuerdos que han acompañado a los sefardíes durante siglos desaparecerán para siempre”, refiere A. Enrique Arias, que fue el investigador que recogió todas las muestras de habla, testimonios, canciones y romances que aparecen en la citada película entre los años 1994 y 200015.

Un testimonio de signo contrario es el de Eliezer Papo, un joven rabino de Sarajevo, natural de la ciudad balcánica y profesor de judeoespañol en Jerusalén. Según él mismo cuenta en la entrevista que le hizo Moshe Shaul en Jerusalén, en mayo de 200616, se trata de un caso excepcional en el contexto de la juventud sefardí de su país. Nació en Sarajevo en 1969, de un matrimonio sefardí, aunque con algunos antecedentes askenazíes17. Cuando sus padres se separaron, un año después de nacer Eliezer, su madre y él fueron a vivir con su abuela materna, y de ella pudo aprender judeoespañol, mientras que el resto de los muchachos de su generación ya no hablaban la lengua de sus mayores, sino el serbocroata, porque crecieron con sus padres, no con sus abuelos. Él tuvo esa suerte, pues lo aprendió de su abuela, pero solo utilizaba la lengua en el seno de su familia, porque, como relata, “no era nada popular entonces hablar otras lenguas fuera del serbocroata”, y más tarde porque se consideraba “una lengua de una nostalgia un poco trágica y un poco cómica, un poco burlesca […] A todos nos metieron en la cabeza que el judeoespañol no es una lengua, [que] esto es un jergón, una mezcla de lenguas, medio turco, medio árabe, medio francés, medio italiano”…18.Y solo cuando de adulto marchó a Israel, en 1991, cambiando el rumbo de sus estudios, decidió dedicarse a perfeccionar el judeoespañol en la Universidad, donde incluso se hizo docente e investigador de esta modalidad. Realizó el doctorado sobre temática sefardí bajo la dirección de Bunis, y ahora, según confiesa, ve el judeoespañol con otros ojos. De hecho, se ha convertido en una de las figuras más representativas de la defensa a ultranza del judeoespañol y de su reivindicación como lengua hablada. En el vídeo de la mencionada entrevista, explica que antes veía el sefardí como una “cosa de viejos”, propia de gente de 60 a 90 años, pero que durante los quince años que lleva en Israel ha asistido a “una revolución muy fuerte” en la consideración de su modalidad materna, que le ha llevado a cambiar su manera de entender la lengua sefardí. Incluso llega a proponer que se organicen cursos para formar a profesores que acudan luego a sus lugares de procedencia a enseñar el judeoespañol, y se conviertan con ello en “activistas futuros”19.

Como se ve, se trata de un hablante cuyo contexto vital ha originado una actitud sociolingüística opuesta a la de los hablantes tratados anteriormente, pues, a pesar de pertenecer a una generación que ya no aprendió a utilizar su modalidad materna en sociedad, Papo aboga por la enseñanza del judeoespañol a las nuevas generaciones, y consecuentemente, por el uso de esta variedad lingüística por hablantes de todas las generaciones y en todos los contextos sociales.

Eliezer Papo fue elegido por el cineasta Miguel Ángel Nieto como protagonista de su película El último sefardí (2003). Se trata de un documental en el que se pretende reflejar la historia de este pueblo. “Eliezer recibe una curiosa propuesta: regresar desde Israel a Toledo, la tierra de sus antepasados para buscar sus raíces sefardíes. La búsqueda de una lengua, el ladino, y de un pueblo, el sefardí, animan a Eliezer a emprender un fascinante viaje por el túnel del tiempo. Un recorrido por varios países recuperando viejas canciones, antiguos cuentos, dramáticas vivencias y hermosas palabras que han sobrevivido durante más de cinco siglos en la memoria de los sefardíes. El viaje comienza en la ciudad griega de Salónica, la llamada República Judía, donde el 95 por ciento de los sefardíes fueron exterminados por los nazis en Auschwitz, en 1943. Después se trasladará a Curaçao, la isla antillana madre del sefardismo americano, isla desde la que se fundaron las comunidades sefardíes de Seattle, Nueva York o Buenos Aires. El recorrido continuará por Sarajevo, la capital de Bosnia, ciudad natal de Eliezer, que heredó en 1945 la capitalidad mundial del sefardismo tras la aniquilación de Salónica. Finalmente, antes de llegar a Toledo, Eliezer se detendrá en Estambul, la antigua metrópoli otomana donde todavía hoy se puede escuchar cotidianamente el judeoespañol. El viaje tras las huellas de sus ancestros terminará en Toledo, la ciudad símbolo de las persecuciones de los sefardíes, donde Eliezer intentará buscar las verdaderas razones por las que el pueblo judío fue obligado a convertirse al cristianismo por los Reyes Católicos”20. Es uno de los documentales de Nieto que más repercusión ha tenido tanto en lo referente al público como a la crítica nacional e internacional21. “Como muy bien lo define Nieto, es un paseo por una cultura y una lengua al borde de la extinción”. Aunque la justificación de la película por parte del director (la anécdota del encuentro fortuito en 1991 en una calle de Jerusalén con una anciana que le preguntó “usted es de Sefarad, ¿verdad?”) parece más un recurso literario que un hecho real (para empezar, ese usted no es un pronombre usado en judeoespañol), el documental resulta meritorio por su poder divulgativo y por no estar exento de rigor histórico, pues se basa en acontecimientos y lugares documentados e incorpora testimonios de primera mano de sefardíes reales. “Varios años después [de ese encuentro fortuito con la anciana sefardí], en el año 1999 o 2000, elaboré una propuesta de un documental sobre los sefardíes, y que tenía que ver con España. La idea gustó mucho tanto en Arte como en Televisión Española. Y básicamente, lo que más trabajo me costó fue encontrar a un personaje en quien vertebrar la historia. En este caso es Eliezer Papo, un joven rabino, profesor de ladino en Jerusalén, y abogado; un joven muy divertido y que para mí era el último sefardí en el sentido de que pertenecía a la generación ilustrada de los que no habían aprendido ladino por tradición oral22, sino que lo habían tenido que aprender en la escuela. Entonces, me pareció un cambio muy significativo: por primera vez, en alguien coincidía la defensa y la protección del ladino, pero la carencia de raíces ladinas o judeoespañolas23. Era como que esa lengua, que durante cinco siglos había estado sobreviviendo contra todo pronóstico (a las diásporas, a los nazis, a los terremotos, a los incendios de Salónica), de pronto entraba en su fase final: convertirse en una lengua de culto académico y dejar de ser una lengua viva”, afirma Nieto24.

4. Reacciones ante esta situación de decadencia y peligro de pérdida

El panorama tan desolador de la decadencia del judeoespañol en los últimos siglos ha suscitado diversos tipos de reacciones. En efecto, para frenar el declive del judeoespañol han surgido iniciativas de muy diferente signo, pero con un propósito común. Se han centrado en:

1) El impulso a la investigación de las manifestaciones literarias y culturales, así como al estudio de la lengua

2) El rescate del legado tradicional sefardí por añoranza y nostalgia

3) La creación de una modalidad estándar para revitalizar y dignificar el judeoespañol, para normalizar su uso en los medios, la literatura y la comunicación entre las diferentes comunidades

4) El uso del sefardí en los medios. La radio. La edición de publicaciones en judeoespañol y sobre temas sefardíes

5) La creación de centros de estudios y asociaciones sobre tema sefardí

6) La institucionalización de la modalidad lingüística

7) La iniciativa política para favorecer el acercamiento a España: concesión de la nacionalidad española a los sefardíes

8) El fomento del aprendizaje mediante la enseñanza a través de cursos de sefardí en versión impresa o digital

9) La conexión de todos los usuarios mediante las herramientas tecnológicas disponibles en la actualidad (foros y herramientas virtuales)

10) El mantenimiento del legado cultural y su fomento mediante la celebración de certámenes poéticos, festivales de cine, etc.

Veamos estas iniciativas detenidamente.

4.1. Estudio científico de la lengua, la literatura y, en general, la cultura de los sefardíes

Los romanistas y dialectólogos de un lado, y los literatos de otro, se han apresurado por recopilar y analizar desde sus respectivas perspectivas científicas un máximo de material para estudiarlo antes de que desaparezca. Ya el propio Meyer-Lübke animaba a su alumno Julius Subak a que recogiera las primeras documentaciones orales del judeoespañol balcánico en 1908. Luego, Max Luria haría lo mismo en Monastir en 1927 (grabaciones todas editadas por Christian Liebl en 2009 en su obra Judeoespañol de los Balcanes)25. Autores destacados, sin ánimo de exhaustividad, han sido y son también Max Leopold Wagner, Manuel Alvar, Marius Sala, Haïm-Vidal Séphiha, Jacob Hassan, Aldina Quintana, Paloma Díaz-Mas, Samuel Gordon Armistead, Paul Bénichou, David Bunis, Henry V. Besso, Beatrice Schmid, Elena Romero, Yvette Bürki, Aitor García Moreno, Ángel Berenguer Amador, Leonor Carracedo, entre otros.

4.2. Rescate del legado tradicional sefardí por añoranza y nostalgia

A diferencia de los filólogos y los historiadores señalados en el punto anterior, que recopilan, analizan y valoran el material lingüístico y literario reunido con métodos rigurosos y objetivos, científicos al fin y al cabo, las personas que se acercan a la cultura sefardí con excelentes intenciones, pero a menudo de forma espontánea y sin un método y una reflexión basada en principios científicos, igualmente se afanan por atesorar, explicar, interpretar y dar a conocer a un público amplio las manifestaciones culturales de los sefardíes. El móvil que los empuja suele ser la mera afición, la nostalgia y el romanticismo que evoca un pueblo que, a pesar de haber sufrido una brutal expulsión de su patria, ha mantenido con conmovedora fidelidad la lengua y la cultura hispánicas, sentimientos que no son ajenos, naturalmente, a los autores señalados en el punto anterior; recordemos, por ejemplo, las palabras con que caracterizó el judeoespañol Miguel de Unamuno26¡Qué eco de pasados días, qué antiguas frescuras, qué remembranzas de mocedad no nos trae esa habla española, de tan dulces cadencias, de los judíos españoles de Oriente… Para ellos, para los judíos, ha sido lengua de recuerdos… El hablarla era un consuelo”.

Quienes se incardinan en este segundo grupo de interesados por el tema son principalmente folkloristas y cantautores que han recopilado e interpretado canciones y romances, adaptándolos unas veces al español actual (dada su función divulgadora), otras veces intentando respetar la autenticidad del lenguaje (por ejemplo, su pronunciación) dentro de sus limitadas posibilidades. Los discos grabados en vinilo en los años ochenta (por ejemplo, los de cantautores como Joaquín Díaz) a veces iban acompañados de libretos que contenían las letras de las canciones, eran apadrinados por figuras de reconocido prestigio en el ámbito del sefardismo (como Moshe Shaul, que escribía una presentación en judeoespañol), e incluso en ocasiones un breve estudio filológico de carácter divulgativo (realizado en algún caso por una especialista en literatura judeoespañola, como P. Díaz-Mas). En la actualidad pueden encontrarse numerosas grabaciones en la Red, que logran sin duda una difusión más amplia. Es cierto que estas interpretaciones no son siempre fieles a la realidad lingüística ni tampoco la instrumentación corresponde del todo a la tradición, pero no cabe duda de que este tipo de producciones tiene un enorme poder divulgativo que despierta la curiosidad y la simpatía en un gran público (que por otra vía no podría acceder a este legado).

4.3. Creación de una modalidad estándar para su uso en los medios, la literatura y la comunicación entre las diferentes comunidades

Un factor que acelera la decadencia de una lengua minoritaria sin dominio lingüístico propio es la fragmentación dialectal. Pueden señalarse diversos casos de lenguas que habían llegado a una situación crítica similar, crisis que pudieron superar, entre otras cosas, gracias a la creación (no exenta de polémica) de una modalidad estándar para su uso en los textos escritos, la comunicación suprarregional y las situaciones formales; pensemos en casos como los dialectos retorromanos de Grisones (Suiza), unidos mediante la norma del rumantsch-grischun, el euskera batúa, la llingua asturiana, etc. Hasta el momento no ha sido posible crear tal variedad, sin duda porque fijar un modelo común que no refleja a ninguna variedad realmente existente más que parcialmente, requiere asumir soluciones de compromiso; y su uso obligaría a un proceso de aprendizaje de un lenguaje percibido como algo artificial, a lo que no todos están dispuestos.

Si no es posible crear tal modelo de lengua por falta de acuerdo entre los propios hablantes y quienes los representan, al menos sería indispensable acordar unas normas gráficas universales, logro que, lamentablemente, aún no se ha alcanzado. Los debates acerca del sistema gráfico en alfabeto latino del judeoespañol han sido muy acalorados y, de momento, infructuosos. Existen varias posiciones enfrentadas que no han hecho las concesiones necesarias, vinculadas cada una a países diferentes: los sefardíes turcos usan diversas grafías del alfabeto turco, los israelíes generalmente siguen la norma de la revista Aki Yerushalayim (usada también en el foro de Internet Ladinokomunitá), y los europeos se escinden entre los partidarios de las grafías propuestas por la asociación Vidas largas, presidida por Séphiha, quien la describe como “francosentrista”27, y los seguidores de la norma propuesta por Hassán, que toma el castellano como modelo, por las ventajas que presentaría frente a las otras al permitir que millones de hispanohablantes pudieran acceder sin problema a los textos en esa lengua28.

4.4. Uso del sefardí en los medios. La radio. La edición de publicaciones en judeoespañol y sobre temas sefardíes

A través de la utilización del judeoespañol en los medios de comunicación se persigue el objetivo de difundir y mantener viva la cultura y la lengua judeoespañolas. A las emisiones radiofónicas como las de Kol Israel (‘La Voz de Israel’) puede accederse fácilmente a través de internet29. Se trata de una cadena de radio pública israelí, con servicios radiofónicos locales e internacionales. Comenzó a emitir como radio local dependiente del Ministerio del Interior desde la independencia de Israel el 14 de mayo de 1948 (figura destacada de esta cadena ha sido Moshe Shaul). Radio Exterior de España tiene así mismo algunas emisiones en sefardí, y están disponibles los programas semanales que emite en esta modalidad30.

A continuación, recogemos un listado de las publicaciones periódicas en judeoespañol, algunas de las cuales ya han dejado de editarse31: Aki Yerushalayim. Revista Kulturala Djudeo-espanyola, dispone de portal de la publicación en judeoespañol, y acceso a los números publicados, así como a otros enlaces de interés; ha dejado de editarse en 2016). El Amaneser (título basado en el refrán “Kuando muncho eskurese es para amanecer”), es suplemento en judeoespañol del periódico Salom de Estambul, que se publica en la actualidad. El Prezente. Studies in Sephardic Culture es una revista académica editada por el Centro Moshe David Gaon, del Center for Ladino Culture de la Universidad Ben Gurión del Néguev (Israel). eSefarad. Magacín sefaradí, por su parte, ofrece noticias sobre el mundo sefardí, con un boletín semanal de novedades. Hispania Judaica Bulletin es una revista académica dedicada a los judíos de la Península Ibérica y a la historia, cultura y literatura de las primeras generaciones de sefardíes expulsos. Ladinar es revista académica publicada por el Centro Naime and Yeoshua Salti para los estudios sobre judeoespañol de la Universidad de Bar-Ilan (Israel). Los Muestros. La Boz de los Sephardim es una revista del Instituto Sefardí Europeo, con sede en Bruselas, y está redactada en judeoespañol, francés e inglés. MEAH. Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos. Sección Hebreo es revista de la Universidad de Granada, dedicada a temas de cultura judía; publica con frecuencia artículos sobre los sefardíes. Raíces, revista judía de cultura, incluye a menudo artículos sobre temas sefardíes. Sefarad es la revista de estudios hebraicos y sefardíes publicada desde 1940 por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); están accesibles en línea todos los números publicados desde 2001. YOD. Revue d’études hebraïques et juives es una revista publicada por el CERMOM de París y está accesible en línea. Finalmente, Maguén-Escudo es la Revista Trimestral de la Asociación Israelita de Venezuela y del Centro de Estudios Sefardíes de Caracas. Precisamente, en el número 145 (de octubre-diciembre 2007), apareció un editorial de Moisés Garzón Serfaty, titulado “¡Alerta! SOS: Desaparecen publicaciones sefardíes”, que transcribimos parcialmente por su interés:

Hay una noticia inquietante y triste que empaña —oscurece, más bien— el horizonte de la difusión de la cultura sefardí. Hace algunos años dejó de publicarse la revista Ke Haber, de Florida (Estados Unidos), creada y dirigida por David Sima. Ahora nos llega la noticia de que Aki Yerushalayim, la prestigiosa revista que dirige Moshe Shaul y que empezó a publicarse en 1978, está en peligro de desaparición. Por si esto fuera poco, la estupenda revista La Lettre Sepharade, en francés, creada y dirigida por Jean Carasso, suspendió su publicación; […]. En menos de un año, La Lettre Sepharade, en francés y en inglés, han dejado de publicarse. El panorama se vislumbra desalentador. La razón o razones de esta situación pueden ser variadas, pero, al parecer, la principal tiene que ver con los medios económicos. […] La prensa sefardí tiene hoy pocas publicaciones: Los Muestros, Aki Yerushalayim, Maguén, Sefárdica, El Amaneser, Sefaraires. Algunas consideran la vida sefardí como objeto de estudio, con una mirada antropológica sobre lengua y costumbres; investigaciones sobre vida y obra de personalidades; otras recogen el folclore, su poesía y sus cuentos. Después de tanto camino recorrido, la prensa intenta convertirse en instrumento de recuperación del idioma y de la cultura sefardí. Y no sólo de recuperación, sino de estímulo para la transmisión, un espacio en que el testimonio de la memoria sea también incentivo de legado y continuidad […] afortunadamente, aún contamos con Erensia Sefardí, editada por Albert de Vidas, y con la aparición relativamente reciente de La Boz Sefaradí, de Lima (Perú). Ante la lamentable situación que señalamos al inicio de estas líneas, nos vemos obligados a lanzar este alerta, este SOS para que los dolientes de la cultura sefardí en el mundo tomemos conciencia y tratemos de apoyar a estas publicaciones para que sigan viviendo. En esta coyuntura nos preguntamos: ¿qué sucederá con Maguén-Escudo, que empezó a publicarse en 1970 y es una de las revistas más longevas en su género aún con vida? Tal vez no se vislumbre por ahora su desaparición por razones económicas, pero puede suceder por razones “biológicas”. Nos conviene e interesa pensar en ello. Hace años que venimos alertando al respecto. ¿Dónde está el relevo?32.

Debemos recordar a este respecto que Aki Yerushalayim ha dejado de publicarse en 2016, en palabras de Moshe Shaul, para que las nuevas generaciones puedan “tomar el relevo”33.

4.5. Creación de asociaciones y centros de estudios sobre tema sefardí

Una meritoria labor informativa realizan también los numerosos organismos (instituciones, centros) creados con la finalidad de promover la conservación, el estudio y la difusión de la cultura y la lengua de los sefardíes. Ofrecemos en lo que sigue algunos ejemplos34: Autoridad Nasionala para el Ladino y su Kultura, creada por el Parlamento israelí en fecha 17 de marzo de 1996 para promover y difundir el conocimiento del judeoespañol. Centro Sefarad-Israel, institución dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, cuyos objetivos son profundizar en el estudio del legado de la cultura sefardí como parte integrante y viva de la cultura española, fomentar un mayor conocimiento de la cultura judía en España e impulsar el desarrollo de los vínculos de amistad y de cooperación entre la sociedad española y la sociedad israelí. Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC en Madrid, al que pertenecen dos grupos de investigación: el de “Patrimonio y Culturas Populares” y el de “Judíos y musulmanes en la trama social mediterránea”. Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí, centro de Buenos Aires, que promueve actividades, talleres, publicaciones y encuentros. Centro Moshe David Gaon para la cultura en Ladino, centro de investigación de la Universidad Ben-Gurión del Néguev (Israel). CERMOM (Centre de Recherches Moyen Orient Méditerranée) del Institut des Langues et Civilisations Orientales (INALCO) de París, que imparte clases de judeoespañol e investiga sobre los judíos del entorno mediterráneo, al par que edita la revista YOD. Instituto DAROM de estudios hebreos y judíos (de Granada), organización sin ánimo de lucro, de ámbito nacional, cuya finalidad es fomentar la investigación y el desarrollo de los estudios hebreos y judíos en general, y del judaísmo español en particular. La Universidad de Basilea es un centro de investigación y docencia destacado en la línea temática del judeoespañol (en los últimos años se han realizado numerosas tesis, publicaciones y proyectos). Fundación Naime and Yeoshua Salti, de la Universidad de Bar Ilán (Israel): se trata de una fundación académica destinada a fomentar los estudios sobre la cultura sefardí. Grupo AMERIBER (Amérique Latine, Pays Ibériques) de la Université Michel de Montaigne-Bordeaux3, centrado especialmente en el tratamiento digital de textos en judeoespañol. El Instituto Cervantes acoge en algunos de sus centros la docencia de judeoespañol y organiza –conjuntamente con la Fundación de la Universidad de Castilla-La Mancha–, el programa Sefarad: Lengua, historia y cultura en Toledo. Jüdischer Friedhof Altona, fundación creada en memoria del rabino Eduard Duckesz, organiza actividades culturales, desarrolla proyectos de investigación y patrocina premios y becas para trabajos sobre cultura judía, en especial sobre los judíos de Hamburgo y Altona, además de un curso de verano sobre cultura sefardí en Sofía (Bulgaria).

4.6. Institucionalización de la modalidad lingüística

La iniciativa para la institucionalización del cuidado y el fomento de la modalidad sefardí partió de la propia Real Academia Española, que proyectaba la creación de una academia para la lengua judeoespañola ya en 201535. Pero ha sido en fecha reciente (el 20 de febrero de 2018), cuando la Asociación de Academias de la Lengua Española (constituida en México en 1951), ha decidido la fundación de esta nueva academia (que será la vigesimocuarta). En la actualidad, todos los países hispanohablantes, incluidos los Estados Unidos, Puerto Rico, Filipinas y Guinea Ecuatorial (cuya academia es la última que se ha creado, en 2016) tienen su propia institución, y todas se coordinan a través de la ASALE. Según Darío Villanueva, director de la RAE, con la incorporación de la Academia de judeoespañol “se cerraría el círculo de todo el espectro de los países donde se habla español”36. Para preparar el proyecto, la RAE nombró a finales de 2015 a diez especialistas en judeoespañol, académicos correspondientes de Israel en la RAE, que han firmado ya el acuerdo de fundación; son: S. Refael, A. Quintana, E. Gutwirth, M. Orfali, O. Schwarzwald, J. L. Bentolila, R. Fine y M. Shaul. Se ha establecido que la sede de la nueva institución se ubicará en Israel (Tel Aviv), donde varias universidades desarrollan desde hace años programas académicos relacionados con el sefardí. No hay claridad total en cuanto a la denominación oficial, aunque la ASALE se refiere al organismo como Academia Nacional del Judeoespañol en Israel. Será dirigido por T. Alexander-Frizer, presidenta de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura, que como hemos visto es la máxima autoridad encargada de promover el judeoespañol en Israel desde 1997. Este organismo tendrá autonomía para elegir a sus miembros, sus cargos y para solicitar la entrada en la Asociación de Academias de la Lengua Española a partir del momento de su reconocimiento oficial por parte del Estado de Israel.

La iniciativa académica se ha justificado con varios argumentos: el más esperable es que España tiene que saldar de algún modo la deuda con los injustamente desterrados. Pero el principal motivo es que hay que hacer todo lo posible para frenar la retirada del judeoespañol, “antes de esta lengua muera definitivamente desangrada en la saliva de la historia”. “Si bien el judeoespañol no será una lengua oficial, sí sirve de puente entre los sefardíes y supone un elemento de identificación necesario para esta comunidad”, refiere el embajador de Israel en España, D. Kutner; y continúa: “el esfuerzo hecho durante estos dos días en favor de nuestra lengua es muy positivo. La creación de esta academia en Israel será un paso extraordinario que servirá no solo para dar impulso a los estudios filológicos sobre el judeoespañol, sino que le dará un mayor prestigio en España, en Israel y en los países de habla hispana”. S. Refael, miembro de la Autoridad Nasionala del Ladino, aclaró que “no se trata de que se convierta en una lengua oficial en Israel, pero sí de que se mantenga viva esa cultura y sea elemento de identidad de la comunidad sefardí”. Su intención al promocionar la creación de la Academia no es la de “transformar el judeoespañol en el español del siglo XXI, sino preservarlo tal y como ha sido, dotado de una peculiaridad histórica muy marcada”, subraya. T. Alexander-Frizer, futura directora, añade: “Hay que llevarla [la lengua] a los jóvenes porque quienes la conocen ahora son gente mayor”; “no se enseña en las escuelas de Israel, aunque las leyes del país la reconocen. Al menos sí es posible estudiarla como opción en universidades”37.

4.7. Iniciativa política para favorecer el acercamiento a España: concesión de la nacionalidad española a los sefardíes

En la misma línea de reconocimiento a los judíos expulsados está otro tipo de esfuerzos e iniciativas desde el gobierno español para favorecer el acercamiento e incluso el posible retorno de los sefardíes a España: en este sentido, en 2015 fue aprobada la Ley en materia de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes. Informó de esta noticia el Centro Sefarad-Israel en fecha 12 de junio de 2015:

Centro Sefarad-Israel desea expresar su satisfacción por la aprobación en el Congreso de los Diputados del Proyecto de Ley en materia de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España. Confiamos en que los sefardíes que así lo desean se acojan a la norma, y de esta manera a su proverbial sentimiento de apego a España se agregue un respaldo de índole jurídica. Y nos agrada concluir que la línea de trabajo y afecto de nuestra Institución hacia la Diáspora sefardí haya podido alimentar la sensibilidad de los poderes públicos (Isaac Querub, “Saludo a la Ley de concesión de nacionalidad a los sefardíes”, El País, 11/06/2015)38.

4.8. Fomento del aprendizaje mediante la enseñanza a través de cursos de sefardí en versión impresa o digital

4.8.1. Cursos de judeoespañol como lengua aprendida publicados en forma de libro

Otro intento muy interesante de infundir nueva vida al judeoespañol lo representan diversos cursos de judeoespañol que se han publicado, bien en formato impreso (manuales de judeoespañol), bien como cursos audiovisuales difundidos en la Red. Se trata de esfuerzos por difundir el aprendizaje del judeoespañol entre hablantes no nativos. Dos buenos ejemplos son:

1. Beginner’s Ladino, cuya autora es Alla Markova (que contiene dos audios en formato CD)39. Ha sido concebido como manual de judeoespanol para anglófonos, pero existen versiones en francés y en hebreo de esta obra. Ha tenido una muy buena acogida, según revela por ejemplo la reseña del libro elaborada por Moshe Liba (publicada en Aki Yerushalayim):

Una de las konsekuensas del intereso ke esta pujando kada vez mas enverso el ladino i su kultura, es el dezeo de embezar esta lengua afin de poder mijor apresiar el folklor i su kreasion literaria. Para responder a esta demanda fueron eskritos ultimamente unos kuantos livros para el estudio del ladino, el ultimo de los kualos es djustamente el Beginner’s Ladino de Alla Markova. Publikado el anyo pasado para el publiko de avla ingleza, este livro de 120 pajinas inkluye una breve istoria del ladino i del djudaizmo sefaradi; 13 lisiones kon dialogos; un vokabulario; gramatika i eksersisios; un chiko diksionario ladino-inglez i inglez-ladino i 2 diskos kompaktos. El livro esta eskrito de manera metodika por una persona kon larga eksperiensa en la lektura, la avla i la ensenyansa del ladino. Kuriozamente, la autora, Alla Markova, no es de orijin sefaradi i yego a interesarse en el ladino i su kultura a kavza de su padre ke la enkorajo a estudiar esta lengua i yego a ensenyarla en la Universidad de Leningrad-Saint Petersburg. En la epoka del rejimen komunista los estudios djudaikos no eran bien vistos por las autoridades, ma no avia opozision a ke se ensenyara la kultura sefaradi, de manera ke Alla Markova pudo ensenyar espanyol i portugez en las eskolas i ladino en la universidad. Kon la dezintegrasion de la Union Sovietika, Alla Markova pudo publikar artikolos, se izo konoser i yego a ensenyar en institutos akademikos en Estados Unidos onde bive aktualmente. La publikasion del livro “Beginner’s Ladino” es la koronasion de sus esforsos para la divulgasion de esta lengua i konstituye un verdadero monumento a la tradision djudia i al ladino. “Sefaradis i eshkenazis, semos todos djudios!” afirma la autora. El livro ke podra ser aprovechado por todos los ke konosen el inglez i sovre todo la djoven jenerasion es una kontribusion de grande valor a la prezervasion de muestra identidad kulturala.”

2. Manuel de judéo-espagnol: Langue et culture, de Marie-Christine Varol. El libro, publicado en 1998 por Langues Mondes, contiene un audio en versión CD, y está concebido como manual para francófonos. La autora declara: “enseigner la langue est le seul moyen de préserver cette culture et de rendre accessibles les oeuvres littéraires qu’elle a produites. En présenter la diversité et la richesse, déterminer et fixer les usages d’une langue parlée tout autour de la Méditerranée et dans la diaspora avec de telles variations dialectales, stylistiques - et individuelles... relève de la gageure. C’est pourtant ce que propose ce manuel, en neuf leçons. L’ouvrage est illustré de nombreuses photographies et accompagné d’un disque présentant dialogues, textes et chansons”40.

4.8.2. Cursos de judeoespañol disponibles en Internet

Pueden encontrarse hasta cinco cursos de sefardí como lengua extranjera en el canal YouTube. En su mayoría emplean el término ladino, que es quizá más usual que otros como judeoespañol o sefardí, y por supuesto djudezmo, en el uso de los propios hablantes sefardíes para referirse a su modalidad hablada. De hecho, es el que se emplea también en otras denominaciones de manifestaciones sefardíes, como Festiladino y Ladinokomunitá41 . En algunos casos se aclara el valor del término mediante el empleo de otro: “Ladino (Djudeo-espanyol)” (véase abajo). Estos cursos están basados en parte en manuales impresos, que llevan incorporado material en audio (en versión CD). Parecen algo ingenuos, pero son indudablemente conmovedores.

1. Sefarad: Aprenda Ladino - Learn Ladino - Judeo-Spanish42.

Es el curso más reciente (de mayo de 2013). Se transcribe el texto en pantalla en judeoespañol y en inglés.

2. Ladino (Djudeo-Espanyol)43.

Disponible en internet desde junio de 2012. En la web se declara que este curso ha sido tomado de la obra Manuel de judéo-espagnol: Langue et culture, de Marie-Christine Varol, y traducido al inglés por Ralph Tarica. Pensado para alumnos con ciertos conocimientos de judeoespañol o de español. Todas las grabaciones comienzan en inglés. A cada lección se añade un vocabulario ladino-inglés que aclara el valor de los términos utilizados.

3. Curso de Ladino44.

No es un curso para hablantes de español, como se afirma, pues las lecciones comienzan en inglés; por otro lado, no aparece la transcripción del texto oral. En esta misma web se presenta incluso una película traducida al judeoespañol: se trata de Batman, que incorpora subtítulos en judeoespañol45.

4. Kurso de Ladino46.

Curso de judeoespañol para hablantes de hebreo de la Autoridad Nasionala del Ladino.

5. Lisyones de Djudeo-Espanyol.

Se trata de un conjunto de seis lecciones y tres temas sobre verbos que incluye en su página web el foro Ladinokomunitá.

4.9. Mantener vivo el legado cultural y fomentarlo mediante la celebración de certámenes poéticos, festivales de cine, etc.

En los últimos años se vienen celebrando en Israel festivales musicales y de poesía en judeoespañol: así Festiladino47 o Los días de leche i miel.

El primero es un festival de la canción que acoge a participantes de un ámbito internacional: “Los autores en todo el mundo estuvieron kompozando kantigas, kon la esperansa de poderlas mandar al Festiladino. En efekto apenas fue publikado ke el Festiladino se estava renovando, arivaron a la kompetisión kaje 50 muy ermozas kantigas muevas de Espanya, Italia, Gresia, Turkía, Estados Unidos, Canada, Argentina, Mexico, Brazil i, naturalmente de Israel […]. En las kantigas ke arivaron este anyo notimos una puja en el livel de las palavras i la múzika, i la partisipasión de autores de fama mundial. A parte de esto apuntamos kon muncho plazer ke vinieron a kantar esta noche sovre la shena del Teatrón Yerushaláyim kantantes del estranjero también, komo Sarah Aroeste, ke vino de New York, i “Las Estreyikas d`Estambol” ke vinieron de Turkía. Eyos konfirman kon sus partisipasión el karakter enternasional del Festiladino, i el enteresamiento ke están demonstrando siempre mas autores i kantantes en Israel i al estranjero. Esto demonstra ke el entereso jeneral sovre el ladino está pujando i se está difundiendo en el mundo, grasias al Festiladino también”.

Los días de leche i miel48 es una fiesta-seminario que periódicamente49 se celebra en Israel, organizada por diversas entidades que cultivan esta lengua, y en especial la Organización para la Preservación del Ladino de Haifa y el norte de Israel. Está dedicada al legado cultural del judeoespañol en Israel. Cuenta con la afluencia de numeroso y entusiasmado público, integrado por sefardíes que “vuelven a sus raíces aflorando recuerdos, memorias y añoranzas de una comunidad que insistió en mantener viva su pasada identidad, transmitiéndola de padres a hijos durante innumerables generaciones […]. En el himno compuesto en tal ocasión se escuchan, entre otras, las siguientes expresiones: “Ladino lingua de la alma/ No nos despartiremos / Nunka, nunka, mas”.

4.10. Conectar a todos los usuarios mediante las herramientas tecnológicas disponibles en la actualidad (foros y herramientas virtuales)

Ya en un artículo publicado en 2010, R. Amado Bortnick menciona una herramienta virtual que estaba logrando una gran aceptación entre el público sefardí: el foro de internet Ladinokomunitá, que ella misma coordinaba. En estos años que han pasado, ha conseguido multitud de seguidores repartidos por todo el mundo, no solo sefardíes, sino también amigos de la cultura sefardí. Para participar en esta ágora virtual50 debe utilizarse el judeoespañol, escrito siguiendo la ortografía de Aki Yerushalayim. No cabe duda de que una exigencia tal obliga a todos los usuarios a comprometerse activamente en la lucha por la pervivencia de su modalidad tradicional.

Finalmente, existen a disposición de todos los interesados en el judeoespañol dos recursos en internet: El Ladinizador y la Vikipedya. El primero se presenta como un conversor de textos de español actual a judeoespañol, pero lo único que hace es una adaptación gráfica, sin atenerse concretamente a ninguno de los modelos que se han propuesto51. En cuanto a la Vikipedya, se trata de una adaptación de la conocida Wikipedia, una enciclopedia virtual donde los usuarios pueden colaborar activamente mediante la redacción de artículos en su lengua vernácula.

Como se ve, “el uso de internet es una herramienta efectiva para la revitalización de la lengua […]. La creación de espacios en la red ha puesto en comunicación a hablantes mayores que crecieron con la lengua, y también a jóvenes, muchas veces no sefardíes, interesados en aprenderla creando nuevas comunidades virtuales”52.

5. Conclusiones

En esta contribución hemos planteado la situación a la que ha llegado en la actualidad la modalidad judeoespañola, las razones que explican su rara conservación durante siglos en zonas muy alejadas del solar originario y las causas que han llevado a su progresivo abandono en el seno de las mismas comunidades que la mantuvieron con entrañable fidelidad. Pero también hemos considerado las reacciones que se han producido ante esa situación de decadencia, hemos analizado diferentes actitudes lingüísticas a que han dado lugar diversos contextos en que se han desarrollado las trayectorias vitales de algunos hablantes de judeoespañol, y así mismo hemos tratado con pormenor las iniciativas en favor de la revitalización de esta modalidad. De todas las propuestas que se han lanzado, no juzgamos la más acertada precisamente la de Henry V. Besso, que insta a las autoridades españolas a enseñar español moderno a los sefardíes de Israel y Estados Unidos, seguramente para hacer que se mantenga viva de alguna manera la lengua: “Creo que España debe hacer fácil y posible la refundición del dialecto judeo-español hasta la altura del moderno castellano […]. Creo que los sefardíes se pondrían con entusiasmo a aprender y practicar el español moderno […] y que de un salto inconcebible y gigantesco lograrían salvar la distancia de estos pasados cinco siglos” (Besso 1967: 215). Sin duda le guía la buena voluntad, pero de llevarse a cabo su propuesta se aceleraría notablemente la desaparición de una valiosa modalidad secular, neutralizada por el moderno español, de modo similar a lo que ha ocurrido ya en Hispanoamérica y en parte en los EEUU. Más bien al contrario, habría que fomentar la enseñanza del judeoespañol a las nuevas generaciones, y ya desde la infancia, de manera comparable a lo que se ha hecho por ejemplo en Asturias con la llingua asturiana, y en el País Vasco con el batúa, modalidades lingüísticas ambas que han precisado previamente ser normalizadas o estandarizadas. O incluso, en el mismo Israel, con el hebreo, de la que se ha podido hacer de nuevo una lengua hablada después de siglos sin utilizarse. Recuérdese que esa es justamente la propuesta de un sefardí, Eliezer Papo53, que con toda seguridad ni es ni será el último sefardí.

Referencias Bibliográficas

Álvarez López, Cristóbal José (2017): Estudio lingüístico del judeoespañol en la revista “Aki Yerushalayim”. Tesis doctoral. Sevilla: Universidad de Sevilla.

Amado Bortnick, Rachel (2010): “La flama en el agua: observaciones sovre el estado actual del judeoespañol”, Sefárdica 19, 35-39.

Besso, Henry V. (1967): “Causas de la decadencia del judeo-español”, en: Sánchez Romeralo, Jaime/Poulussen, Norbert (eds.): Actas del II Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas. Nimega: Instituto Español de la Universidad de Nimega, 207-215.

Bürki, Yvette (2016): “El judeoespañol, ¿una variedad olvidada?”, Estudios de Lingüística del Español 37, 149-175.

Czöndör, Klára (1999): “El pasado y el presente del judeoespañol”, Verbum 1, 190-207, en línea: <http://verbum.btk.ppke.hu/pdf/1-1-18.pdf> (02 febrero 2018).

Enrique Arias, Andrés (2014): “El judeoespañol en los Estados Unidos”, en línea: < http://cervantesobservatorio.fas.harvard.edu/sites/default/files/003_informes_aea_judeoespanol_def.pdf> (10 febrero 2018).

Hassán, Iacob M. (1978): “Transcripción normalizada de textos judeoespañoles”, Estudios Sefardíes 1, 147-150.

Liebl, Christian (ed.) (2009): Judeo-Spanish from the Balkans: The Recordings by Julius Subak (1908) and Max A. Luria (1927). Viena: Verlag der Österreichischen Akademie der Wissenschaften.

López Fernández, Inés (2012): El judeoespañol en internet: usuarios y recursos. Trabajo de Fin de Máster. Oviedo: Universidad de Oviedo. < http://digibuo.uniovi.es/dspace/handle/10651/19330> (12 febrero 2018).

Niewęgłowska, Martyna (2010): El dialecto judeoespañol: una historia del exilio. Cracovia: Universidad de Cracovia. <http://lateinamerika.phil-fak.uni-koeln.de/fileadmin/sites/aspla/bilder/ip_2010/m.nieweglowska_trabajo.pdf> (02 febrero 2018).

Quintana, Aldina (2006): Geografía lingüística del judeoespañol. Estudio sincrónico y diacrónico. Bern: Peter Lang.

Sala, Marius (1996): “El judeo-español balcánico”, en: Alvar, Manuel (ed.): Manual de dialectología hispánica. El español de España. Barcelona: Ariel, 360-367.

Salvador Plans, Antonio (2000): “La grafía romance del judeoespañol”, Revista de Investigación Lingüística 2, 3, 413-434.

Séphiha, Haïm Vidal (2017): El judeo-español. Madrid: Hebraica Eds.


1 Otros aseguran que se trata de llaves propiamente dichas; así Henry V. Besso: “Al abandonar España, los sefardíes se llevaron con ellos ese tesoro del idioma que nunca habrían de abandonar. Conservan las costumbres domésticas españolas, la cocina, los romances y canciones, y muchos de ellos incluso las llaves de las casas de Toledo, Segovia, Murcia, etc., que tuvieron que abandonar doloridamente en 1492” (Besso 1967: 208).

2 Liebl 2009: 41.

3 No entramos aquí en la variedad conservada en el norte de África, dada en denominar haquetía (o jaquetía: véanse Séphiha 2017: 17; Niewęgłowska 2010: 5-6).

4 A este respecto, suele citarse la frase del sultán Bayaceto II, que exclamó al ver llegar a las tierras de su jurisdicción a los desterrados: “El rey de España es un necio, que se ha propuesto enriquecer mis estados” (citado por Besso 1967: 208, n. 3).

5 La traducción del original hebreo (o arameo) al castellano se efectuaría “verbo a verbo”, palabra por palabra, sin duda para respetar el carácter sagrado de la lengua bíblica.

6 Dentro de la diversidad del judeoespañol del Mediterráneo oriental, la Dialectología ha diferenciado dos áreas dialectales fundamentales, formadas en torno a dos grandes núcleos de irradiación: Salónica y Estambul (Quintana 2006).

7 Citado por Czöndör 1999: 198, que comenta en el mismo lugar: “El idioma hablado por comunidades dispersas parecía ser homogéneo; los sefardíes que vivían en lugares distintos se entendían muy bien”.

8 Comenta la autora que la implantación de las escuelas francesas tenía como propósito “erradicar el judeoespañol, en su opinión una “lengua deteriorada””.

9 Se refiere al judeoespañol desde finales del siglo XIX y en el XX, época en que se recurre al francés o a lenguas balcánicas para los contextos de uso más formales.

10 Un ejemplo de esta masiva ola migratoria es la que se produjo en la comunidad de la isla de Rodas, que marchó a Los Ángeles; se narran su historia y las vicisitudes por las que atravesó en una película que puede visualizarse en línea: <www.55thandhooverfilm.info> (consultado el 2 de febrero de 2018).Véase infra el comentario que hacemos a propósito).

11 Se trata esta de una dispersión voluntaria, pues migran a lugares donde creen poder vivir mejor: así, el estado de Israel, fundado en 1948. Un ejemplo de ello es Moshe Shaul, y más tarde Eliezer Papo, como veremos enseguida.

12 En la película El último sefardí, de Miguel Ángel Nieto (en la que nos vamos a detener luego), podemos escuchar de labios de una sefardí de Salónica lo acontecido a su comunidad cuando los nazis tomaron la ciudad y los capturaron para deportarlos y exterminarlos en los campos de concentración de Polonia.

13 Puede verse el vídeo completo de la entrevista en: <https://youtu.be/z0KsDnONhSU> (consultado el 3 /de febrero de 2018). En el minuto 33 habla de su familia; en el minuto 34:45 habla de la razón por la cual no enseñó sefardí a sus dos hijas.

14 En línea: <www.55thandhooverfilm.info/> (consultado el 3 de febrero de 2018). Véanse principalmente los minutos 00:40 y 01:29.

15 Enrique Arias 2014: 2, n. 3.

16 Disponible en formato vídeo en línea: <https://www.youtube.com/watch?v=RLqIzWvi_4c> (consultado el 2 de febrero de 2018).

17 Especifica que el padre de su abuela materna, abuela que lo crio, era hijo de un matrimonio mixto sefardí-askenazi.

18 Transcribimos el texto oral traduciéndolo al español moderno. Las citas corresponden aproximadamente al minuto 19:38.

19 Véanse especialmente los minutos 32:00 y 33:12. En el minuto 23:37 explica cómo en los últimos años se ha producido un renacimiento del judeoespañol en Israel, y cómo hay un interés vivo y verdadero por esta modalidad, no solo de parte de los sefardíes, sino también del público israelí en general.

20 Véase en línea: < https://www.youtube.com/watch?v=m4FWyYYN2_M > (consultado el 4 de febrero de 2018).

21 Fue elegido para abrir el Festival de Cinema Jueu de Barcelona, seleccionado en el VIII festival de Cine Latino de Miami, galardonado en el World Media Festival 2004 de Hamburgo, premiado en el VII Festival de Cine Latino de San Francisco y ha ganado el Globo de Oro en el Festival de Hamburgo.

22 Nieto yerra en esta afirmación, pues, como el mismo Papo relata en la entrevista realizada por Moshe Shaul citada arriba, aprendió judeoespañol de su abuela materna, con la que convivieron él y su madre cuando sus padres se separaron (algo que ocurrió cuando él tenía solo un año de vida, por lo que tuvo una relación muy cercana con su abuela desde su más tierna infancia, y de ella aprendió judeoespañol por tradición oral).

23 También yerra en esto, evidentemente.

24 Extracto de una entrevista realizada a M. Á. Nieto en 2004 por Sara Rodríguez Mata. Véase en línea <http://www.radiosefarad.com/el-ultimo-sefardi-2003-de-miguel-angel-nieto-espana/> (consultado el 3 de febrero de 2018).

25 En inglés, con destacada participación de A. Quintana y P. Díaz-Mas, entre otros especialistas; las grabaciones proceden de los fondos de la Academia de Ciencias de Austria (Liebl 2009; reseña positivamente esta publicación Dora Mancheva: vid. <http://infoling.org/informacion/Review90.html>).

26 Este fragmento de una carta privada de Unamuno es citado por Niewęgłowska 2010: 3.

27 Para más detalles, véase Niewęgłowska 2010: 14-15.

28 Hassán 1978. Salvador Plans (2000) prefiere la grafía propuesta por Hassán antes que la que Moshe Shaul ha establecido para la revista Aki Yerushalayim. Pero aquella presenta el problema de la dificultad de transcribir en internet los signos diacríticos para representar los rasgos diferenciales de la fonética sefardí.

29 En línea: <http://kolisraelinternational.radio.es/> (consultado el 3 de febrero de 2018).

30 En línea: <http://www.rtve.es/alacarta/audios/emision-en-sefardi/> (consultado el 3 de febrero de 2018). Otras emisoras como Radio Sefarad.com (<http://www.radiosefarad.com/>; consultada el 3 de febrero de 2018) están en español, pero recogen documentos con testimonios en judeoespañol.

31 Recogemos aquí la utilísima información proporcionada por Sefardiweb, en línea: <http://www.proyectos.cchs.csic.es/sefardiweb/node/23> (consultado el 3 de febrero de 2018).

32 Cursivas nuestras.

33 Véase el vídeo de la entrevista citada en la nota 13. Recientemente, Cristóbal J. Álvarez López ha realizado un estudio lingüístico muy meritorio sobre el judeoespañol de esta revista (Álvarez López 2017). Véase también el trabajo de Bochnák 2012, centrado en el papel que la prensa en judeoespañol ha desempeñado en la evolución de la comunidad sefardí oriental.

34 Recogemos aquí la utilísima información proporcionada por Sefardiweb, en línea: <http://www.proyectos.cchs.csic.es/sefardiweb/node/23> (consultado el 3 de febrero de 2018).

35 Concretamente, el 18 de noviembre de 2015. Véase en línea: <http://www.abc.es/cultura/abci-sefardi-judios-desterrados-1492-entra-academia-espanola-201511132031_noticia.html>.Consulta realizada el 6 de febrero de 2018.

36 La noticia se difundió ampliamente por los medios de comunicación; pueden verse artículos de prensa en direcciones como las que siguen: <http://www.nmidigital.com/salvad-el-ladino/>; <http://www.abc.es/cultura/abci-sefardi-judios-desterrados-1492-entra-academia-espanola-201511132031_noticia.html>; <http://www.abc.es/cultura/abci-planea-abrir-centro-sefardi-israel-201708021333_noticia.html>; <http://www.abc.es/cultura/abci-dario-villanueva-vamos-crear-academia-judeoespanol-israel-201801250205_noticia.html>; <https://www.larazon.es/cultura/el-judeoespanol-tendra-su-academia-para-preservar-una-lengua-en-retirada-HA15735453?sky=Sky-Enero-2018#Ttt1LOaQ7hoynEBP> (consultado el 20 de febrero de 2018).

37 Véase en línea: <https://elpais.com/cultura/2018/02/20/actualidad/1519127816_439498.html> (consultado el 20 de febrero de 2018).

38 Véase en línea: <https://elpais.com/politica/2015/06/11/actualidad/1434020967_754344.html> (consultado el 20 de febrero de 2018).

39 Editado por Hippocrene Books, New York, 2008.

40 Existe también la version en inglés: Manual of Judeo-Spanish - Language and Culture, editada en París en 2009 por Asiatheque.

41 No sirve aquí negar la evidencia como quiere Séphiha: “lo voy a repetir una vez más: el ladino no se habla, únicamente se habla el djudezmo” (2017: 20). Enrique Arias, en cambio, se atiene a la realidad: “en los últimos tiempos el término ladino ha alcanzado gran aceptación, sobre todo entre los propios hablantes de la lengua” (2014: 1, n. 2).

42 Véase en línea: <https://www.youtube.com/watch?v=bFbAlpx8jMc>. Consultado el 10 de febrero de 2018.

43 Véase en línea: <https://www.youtube.com/watch?v=NNavXYxo_4U>. Consultado el 10 de febrero de 2018.

44 Véase en línea: <https://www.youtube.com/watch?v=_rasnyF74As>. Consultado el 10 de febrero de 2018.

45 En línea: http://kursodeladino.blogspot.com.es/2012/07/muevo-el-ultimo-filmo-de-batman-en.html#more. Consultado el 10 de febrero de 2018.

46 Véase en línea: <https://www.youtube.com/watch?v=H8Pt-AS0ppM&list=PL26BCA5DA78235E0D>. Consultado el 10 de febrero de 2018.

47 http://www.myladino.com/186467/FestiLadino. Consultado el 2 de marzo de 2018.

48 En línea: <http://esefarad.com/?tag=dias-de-leche-i-miel>. Consultado el 2 de marzo de 2018.

49 “Kada anyo –ya ay 14 anyos – se adjuntan durante kuatro dias, esta vez en 4 sieklos, mas de 2000 ladino-amantes para pasar oras alegres kon kantes i bailes i kon konferensias sovre varios sujetos ke interesan al publiko sefaradi en partikolar”.

50 Véase para más información López 2012: 37-45.

51 Ibíd.: 36.

52 Enrique Arias 2014: 20.

53 Véase supra, apdo. 2 y nota 19.