Presentación

Introduction

A pesar de haber escrito la mejor traducción del italiano al español de los Diálogos de amor de León Hebreo y La Florida del Inca, considerada una obra maestra por su compatriota Mario Vargas Llosa, el libro que ha convertido al Inca Garcilaso de la Vega en uno de los grandes clásicos de las letras hispánicas son los Comentarios reales de los Incas, que en la Primera Parte, publicada en Lisboa en 1609, nos ofrece una visión profundamente nostálgica e idealizada del pasado incaico. La Segunda Parte, titulada Historia general del Perú, vio la luz en Córdoba, en 1617, un año después de su muerte. Trata sobre la conquista del imperio incaico por los españoles y las guerras civiles que se desencadenaron posteriormente. Merece señalarse el papel que desempeñaron en su difusión las reediciones y traducciones de los Comentarios reales tanto en España como en Francia, Holanda e Inglaterra. En España, destaca, principalmente, la edición de 1723 de Andrés González de Barcia, importante bibliófilo, historiador y americanista que ejerció diversos cargos en la corte de Felipe V. Fundamental para la difusión de los Comentarios reales en Europa fue la traducción francesa publicada en 1744, en París, con el título de Histoire des Incas, Rois du Pérou, más conocida por Le jardín du Roi, ya que se gestó en el ámbito de dicha institución francesa. Mutilada y transformada por el editor, fue la versión que leyeron los enciclopedistas franceses.

En Hispanoamérica circuló principalmente la edición del español Andrés González de Barcia. En los años que precedieron a las luchas independentistas, se sabe que los Comentarios reales tuvieron gran acogida en las masas indígenas e influyeron en los levantamientos que tuvieron lugar en el mundo andino en el siglo XVIII. El más notable fue el del curaca José Gabriel Condorcanqui, entre 1780 y 1781, quien adoptó el nombre de Túpac Amaru II en recuerdo de su antepasado Túpac Amaru I, ejecutado en el Cuzco en 1572. En 1782, una real cédula de Carlos III ordenó a los virreyes de Lima y Buenos Aires confiscar todas las copias del libro porque los indígenas aprendían en él “muchas nociones perniciosas”, de ese modo quedó prohibido en América. Más tarde, durante los movimientos independentistas criollos, se utilizaron los escritos del Inca Garcilaso y Las Casas para reivindicar la historia de las culturas americanas y denunciar su destrucción por los conquistadores españoles. Los revolucionarios americanos que luchaban por la Emancipación encontraban en la exaltación del mundo indígena y la idealización del Imperio perdido, contenidos en las páginas de los Comentarios reales, argumentos que les llevaban a utilizar el libro como un arma de combate.

Es bien sabido que el Inca Garcilaso se vino a España en 1561, donde vivió treinta años en Montilla y una veintena de años en Córdoba; el contexto cultural e intelectual en que escribió sus obras fue el círculo de anticuarios y humanistas andaluces de Montilla y Córdoba, entre los que figuraban Ambrosio de Morales, Bernardo de Aldrete, Juan Fernández Franco, Juan de Pineda, fray Pedro Maldonado Saavedra, los jesuitas Jesús Miguel Vázquez de Padilla y Gerónimo de Prado, Juan Bautista Villalpando, Luis de Alcázar, Martín de Roa y Francisco de Castro. El hecho de que escribiera la historia del pasado incaico y de la conquista española del Perú con un bagaje cultural considerable y una perspectiva mestiza, entreverando las vivencias personales con los hechos históricos, le confiere a su obra una singularidad extraordinaria en el ámbito de los escritos cronísticos e historiográficos.

La revista Philologia Hispalensis ha querido sumarse a ese reconocimiento con la publicación de una selección de artículos escritos por prestigiosos garcilasistas y jóvenes especialistas en literatura colonial hispanoamericana que examinan los escritos del autor cuzqueño desde ángulos muy diversos poniendo de manifiesto la vigencia de su pensamiento sobre América.

El interés por los estudios peruanistas y por la figura del Inca Garcilaso no supone una novedad en nuestra Universidad. Se remonta al 12 de junio de 1967, por acuerdo de los Ministros de Educación de España y el Perú, precisamente en el salón de grados de la Facultad de Filosofía y Letras -así se llamaba entonces-, la creación de la Cátedra “Inca Garcilaso” (Centro de Estudios Peruanistas en la Universidad de Sevilla) destinada a auspiciar la investigación sobre fuentes de la historia peruana en el Archivo General de Indias y a utilizar los medios docentes necesarios para la divulgación de la cultura peruana. De ella fue director el ilustre historiador peruano Guillermo Lohmann Villena y secretario el profesor de la Universidad de Sevilla Jorge Bernales Ballesteros, quien fue, además, cónsul de Perú en esta ciudad. Gracias a la subvención oficial del gobierno peruano se concedieron algunas becas, se realizaron investigaciones, y se publicaron monografías. Desafortunadamente, la falta de recursos hizo que con el paso del tiempo se truncara aquel proyecto que, sin duda, merecería ser recuperado.

En esta sección monográfica de Philologia Hispalensis Antonio González Montes presenta una visión muy actual sobre el Inca Garcilaso al examinar tres textos de ficción, escritos por autores peruanos pertenecientes a distintas generaciones, en los que aquel aparece como personaje literario. Son Diario del Inca Garcilaso (1562- 1616), de Francisco Carrillo Espejo (1996); “El mestizo de las Alpujarras” (2006), de Selenco Vega Jácome; y Poderes secretos (1995), de Miguel Gutiérrez. Dichas obras están ambientadas en la etapa española, aunque también están presentes algunos personajes y escenarios de la ciudad del Cuzco durante los años de infancia y juventud que vivió allí el autor de los Comentarios reales. A través de la ficción se indaga en los aspectos más oscuros y menos conocidos de su vida y de su obra.

Sara Guenguerich reivindica la trascendencia de la madre del Inca en sus obras y reflexiona sobre el linaje de la misma, tal como aparece en las dedicatorias y proemios. Considera también el lugar que ocupa la lengua materna en su concepción de la nobleza incaica, y, por último, se aproxima con rigor a aspectos tan complejos en aquella época como la pureza de sangre.

Ofelia Huamanchumo de la Cuba trata de perfilar los subgéneros narrativos breves utilizados por el Inca Garcilaso en los Comentarios reales para amenizar su discurso y señalar los límites formales y de contenido de los mismos; por una parte, los de ficción histórica: el caso o cuento historial, la relación y la noticia, y la anécdota; por otra, los subgéneros narrativos literarios: la fábula y la fábula historial, el suceso y el cuento.

El artículo de Mazzotti plantea una relectura novedosa de la obra del Inca Garcilaso, y más concretamente de los Comentarios reales, basada en una revalorización de las categorías de pensamiento y prácticas sociales indígenas frente a las consecuencias devastadoras del neocolonialismo. Entiende Mazzotti que el escritor cuzqueño, al explicar la cosmovisión de los incas y su manera de entender la relación con la naturaleza, revela una extraordinaria conciencia sobre el medioambiente que lo convierte en un autor contemporáneo. Propone, por tanto, “superar las lecturas estrictamente literarias o historicistas del Inca y aprovechar el legado humanista y ambientalista que sus textos guardan”.

Marta Ortiz se interesa en el proceso de la construcción de la otredad en el discurso de Garcilaso a través de algunas de sus lecturas y examina cómo a través de su posición intelectual el Inca legitima su discurso, a pesar de pertenecer él mismo a la otredad, por su condición mestiza. Entre esas lecturas, se detiene especialmente en Examen de ingenio para las ciencias de Huarte de San Juan y su idea sobre la inferioridad natural y física de las mujeres, extrapolable a indios y mestizos. Se propone mostrar Ortiz hasta qué punto la mujer actúa como paradigma del otro en La Florida del Inca e indagar en qué medida el Inca se identifica con los indios y mestizos teniendo en cuenta su formación intelectual humanista y privilegiada.

Rosa Pellicer parte de la base de que la figura literaria e histórica del Inca Garcilaso ha sido objeto de múltiples interpretaciones y de que la cuestión de la identidad mestiza del escritor ha ocupado un lugar central en dichas lecturas. En este sentido, se aproxima al linaje del Inca a través de las referencias a su padre del propio Garcilaso y de aquellas ficciones que han proyectado una determinada imagen del capitán Garcilaso de la Vega en lo privado y en lo público.

La Historia general de las Indias de Francisco López de Gómara es el único libro que se ha conservado de la biblioteca del Inca Garcilaso. Investiga Fermín del Pino en su estudio la huella del cronista español tanto en los Comentarios reales como en las anotaciones de este a la obra de López de Gómara en aquel único ejemplar, adquirido por la Biblioteca Nacional del Perú. Además de analizar los nexos entre ambas obras, pasa a revisar algunas cuestiones relacionadas con las fuentes que manejó el Inca Garcilaso. Una de ellas concierne al interés de Gómara por los discursos indígenas ante los conquistadores, que bien pudo servirle de modelo al escritor cuzqueño. Asimismo destaca el valor de las consideraciones etnográficas del cronista español sobre el Nuevo Mundo.

Para concluir esta presentación, quiero expresar mi sincera gratitud a los colegas y amigos que tan generosamente han aceptado colaborar en este número de Philologia Hispalensis por sus valiosas contribuciones.

Carmen de Mora