Fátima Roldán y Alejandra Contreras (eds.). Paisajes, espacios y objetivos de devoción en el Islam. Sevilla: Editorial Universidad de Sevilla, 2017, 237 pp. ISBN: 9788447219384.

La obra se compone de 237 páginas incluyendo una nota preliminar de las editoras (pp. 13-16) en la que se hace una breve presentación del contenido de los artículos que forman este estudio y un apéndice gráfico de 37 páginas (pp. 201-237).

Se trata de una colección de 7 artículos que tratan diversos temas relacionados con el occidente islámico, en diversos periodos de su historia. Nos encontramos con estudios de carácter variopinto, que tratan aspectos relacionados con el concepto de espacio en el Islam. Dicho espacio ha sido estudiado en un ámbito como el arte y la pintura, y la música, pasando por la literatura geográfica, hasta llegar a la devoción y espiritualidad, y algunas cuestiones de espacio y género. Los diversos capítulos se complementan entre sí, y se conjuran para presentarnos un occidente islámico como un mosaico de espacios islámicos.

Mercedes Delgado “El palacio de Carlos V en el conjunto monumental de la Alhambra. Contextualización de un edificio singular” (pp. 17-69) participa en la obra con una de las tres contribuciones que menos relación guarda con la historia del islam propiamente dicha, salvo la parte que afecta a la presencia de importantes elementos de arte islámico. Mercedes Delgado dedica su extenso e interesante estudio al Palacio de Carlos V que se halla en el conjunto de monumental de la Alhambra. La autora estudia la singularidad de este edificio, haciendo hincapié en la opinión de diversos visitantes europeos (Gautier) que insistieron en la desafortunada orden de Carlos V para la edificación del palacio en dicho conjunto monumental. Las críticas de Gautier se extienden a la construcción de otros edificios en lugares como La mezquita de Córdoba y Alcázar de Sevilla. La autora hace una buena exposición de las reformas que sufrió el palacio de la Alhambra tras la conquista de Granada (pp. 24-25), y estudia los espacios simbólicos y espirituales del poder de Carlos V que representa el Palacio que lleva su nombre (pp. 29 y ss.), y me parece todo un acierto la comparación que establece entre el uso del espacio por los nazaríes y por Carlos V. Lo más destacado de esta contribución es cuando se hace hincapié en que la construcción del Palacio de Carlos V formaba parte de un programa de trasladar la centralidad del mundo cristiano de Roma hacia Granada.

Creo que tanto la construcción como las reformas que sufrieron el palacio de Alhambra, entre otros lugares, no dejan de ser intentos de manifestación y símbolos de superioridad cultural y religiosa.

El artículo de Juan Fernández Lacomba es algo singular, sobre todo por el tema que trata, aunque conserva una relación con el mismo en la obra vista a través de los trabajos sobre Túnez de varios artistas europeos de principios del siglo XX.

El artículo titulado: “1914: Paul Klee en Túnez. Un momento decisivo para el arte moderno: El color y yo somos uno. Soy Pintor” (pp. 71-90) nos describe el viaje que realizó el pintor Paul Klee y sus compañeros Macke y Moilliet a Túnez a principios del siglo XX. Se trata de la obra de tres artistas que alcanza la cifra de 140 trabajos realizados durante dicho viaje y que se exhibieron con motivo de la celebración del centenario del mismo. El autor valora la importancia determinante de estas obras y afirma “las nuevas aportaciones documentales han sido definitivas, lo que da pie a establecer nuevas consideraciones y valoraciones conceptuales y emotivas, sin duda, estrechamente ligadas en este caso a la cultura islámica de carácter netamente mediterráneo” (p. 73). Es muy interesante ver cómo el viaje a un país musulmán como Túnez sirvió a un artista o artistas europeos para sacar el arte europeo de la crisis y estancamiento, e incluso para crear una nueva línea en este arte. Las diversas muestras incluidas en el apéndice reflejan una gran combinación en la originalidad de los cuadros desde el punto de vista del contenido, y pero sobre todo de color.

El trabajo de Eva Lapiedra, “Espacios y tiempos de intimidad. La mujer en el ámbito de lo inexpugnable y sagrado” (pp. 91-118) analiza diversos términos árabes relacionados, como dice la autora, “con el ámbito de lo vulnerable y desprotegido, de lo íntimo y privado y, por último de lo sagrado y lo prohibido” (p. 93). Me parece todo un acierto la naturaleza de las fuentes en las que se basó la autora para su estudio., hecho que ha permitido conseguir sus objetivos y esclarecer al lector el uso y la representatividad de dichos términos en diversos textos, empezando por el Corán y el adit hasta llegar a la época actual, tal como sucede con el término `awra. Me parece excelente el análisis que hace la autora del mismo situándolo en diversos contextos, militar, privado e íntimo, ligado especialmente a las mujeres. La misma apreciación se merece el análisis de la raíz .r.m, o ..n y todo lo relacionado con ello, entre otros. La autora deja claro la problemática de la definición del término `awra aplicada a partes de los cuerpos, de hombres y de mujeres, basándose en diversos estudios de expertos en la materia, como C. Adang, M. Marín o M. Fierro. En la actualidad, a pesar del uso de este término en otros contextos políticos, futbolísticos y en otros como desastres naturales se sigue utilizando para hablar de partes del cuerpo humano, sobre todo el femenino, especialmente en los medios que ofrecen las nuevas tecnologías.

El artículo de Alberto León-Muñoz, “Dios, tumbas y santos. La formación del paisajes devocional en las ciudades de al-Andalus” analiza las manifestaciones materiales de la devoción religiosa en el Islam andalusí. El autor presta especial interés al estudio de los edificios, lugares, ciudades, como muestras materiales de devoción religiosa, tanto en ámbitos sunníes como chiíes. Hace un excelente estudio que marca la dicotomía entre la devoción popular y heterodoxa que responde a razones escatológicas ligadas a todos los seres humanos, y la vertiente oficial que pretende controlar y encauzar estas corrientes que se alejan de la ortodoxia y el rigorismo musulmanes, representados básicamente por las escuelas jurídicas.

Me parece todo un acierto el repaso que hace el autor a la relación entre la santidad islámica y la creación de espacios devocionales de carácter popular. Estudia el caso concreto de la Alpujarra granadina, como medio rural, donde coexistían las manifestaciones de la religiosidad popular vinculadas a los movimientos místicos y ascéticos materializados en zāwiyas y rabitas y la ortodoxia oficial cuyo espacio devocional eran las mezquitas. Es muy curioso que compartieran los mismos habices para su sostén (p.124). Las construcciones de edificios religiosos, mezquitas, cementerios, tanto por necesidad como obras benéficas (ubus o waqf) en particular desempeñó un papel importante en la islamización de las ciudades andalusíes. Todos estos edificios representan “símbolos de la presencia del Islam y de legitimidad de las dinastías que ostentan el poder” (p.138). Se aprecia que el espacio constituye un sincero reflejo tanto de de la convivencia como del enfrentamiento de las diversas formas de practicar el Islam, y el autor de este artículo ha conseguido explicarnos los mecanismos de esta relación.

El interés del artículo de Miguel Ángel Manzano, “El Magreb desde Oriente: un acercamiento al libro de los países de Ahmad al-Ya`qubi” (pp. 141-160) reside en ofrecer la visión de un geógrafo oriental, iraquí, del Magreb durante un periodo tan importante como el siglos X, caracterizado, entre otros por la gran debilidad que sufrió la institución del califato, que se manifiesta, por ejemplo en la aparición de tres califatos en el mundo islámico, el `abbasí, el fatimí y el andalusí. La obra de al-Ya`qūbī marcaría el paso de las posteriores obras del mismo carácter geográfico. Creo que el artículo, que está relacionado con el proyecto de investigación del autor, inaugura una interesante línea de investigación que seguramente contribuirá a esclarecer muchas lagunas que seguimos teniendo sobre la historia y civilización bereber y árabe en el Norte de África.

El estudio de Mohamed Meouak “Sabios regionales y espacios de devoción de los Ziban de Argelia: estudio preliminar del Ta`rīf al-Jalaf bi-riyāl al-salaf de Abū l-Qāsim Muammad al-afnāwī (m.1942), pretende realizar una excursión en el mundo del saber y los espacios de devoción de los Ziban, partiendo como base la obra Ta`rīf al-Jalaf bi-riyāl al-salaf de su autor al-afnāwī. El estudios de M. Meouak tiene el mérito de acercarnos no solo a una zona poco conocida para la mayoría de los arabistas, porque ha sido un tema que cautiva el interés de los historiadores modernistas, sino también a una serie de fuentes árabes cuya importancia es determinante para un buen estudio de las manifestaciones científicas e intelectuales y devocionales de la zona de Ziban.

El último estudio de Pedro Rojas titulado “Influencia de la cultura islámica en la música moderna occidental” (pp. 185-200), pretende tal como subraya su autor, “establecer una serie de divergencias esenciales entre la forma de enfocar el arte sonoro en la música clásica occidental y la música andalusí que se origina en la Península Ibérica entre los siglos VIII y XV”, y que aún existe en varios países del Magreb” (p. 187). El artículo tiene el gran interés de poner de manifiesto lo que “debe” la música occidental a la andalusí. Esta última goza de una especificidad muy peculiar, pues no deja de ser una gran mezcla entre diversos elementos, árabes, bereberes, mozárabes, entre otros.

Los apéndices incluidos (pp. 201-237) son todo un acierto y facilitan al lector la tarea de seguir los diversos apartados tratados en los artículos a los que van ligados dichos apéndices, aunque creo que hubiera sido más adecuado incluirlos junto con los artículos, porque así hubieran facilitado aún más la tarea del lector.

Para acabar esta lectura, quisiera subrayar que la obra es muy interesante y representa una gran aportación al arabismo español. Gracias a este mosaico de artículos, los arabistas –y otros especialistas de arte y religiosidad musulmanas, tienen acceso a estudios que, aunque aparentemente guarden poca relación con el arabismo tradicional, creo que constituyen un precedente de cómo se deberían crear ámbitos de cooperación entre diversas especialidades, sobre todo en un mundo tan globalizado. La obra ha conseguido realmente tender muchos puentes para enlazar temas, personas y objetivos.

Rachid El Hour

Universidad de Salamanca

raelhour@usal.es