
Philologia Hispalensis · 2025 Vol. 39 · Nº 2 · pp. 269-272
ISSN 1132-0265 · © 2025. Editorial Universidad de Sevilla. ·
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El libro que nos ocupa inaugura una nueva colección de la Editorial Universidad de Sevilla que tiene por objetivo la publicación de obras que versan sobre diversas realidades humanas que, de una forma u otra, han estado interrelacionadas dentro de ese complejo marco geográfico, histórico y cultural que es el Mediterráneo. Dirigida por la Dra. María Dolores López Enamorado, la colección Mediterráneo Textos y Estudios nace con un espíritu manifiestamente interdisciplinar, en donde tienen cabida «tanto estudios de temáticas muy diversas (historia, geografía, política, género, biodiversidad, lenguas y sus literaturas, arquitectura y vivienda, medioambiente, viajeros, relaciones norte-sur, interculturalidad, migraciones), como traducciones al español de textos relevantes desde cualquier otro idioma»[1]. La propuesta, por tanto, no puede ser más pertinente, abierta y estimulante; necesaria hoy día.
Abre esta colección el libro Génesis del Ensanche de Tetuán (Marruecos). El papel de la burguesía comercial catalana, cuyo autor, Antonio Reyes Ruiz, indaga en la etapa inicial del urbanismo español durante el protectorado, e incluso en las décadas precedentes, y en las implicaciones que en este desarrollo urbanístico tuvo la burguesía comercial e industrial catalana. Para poder acometer esta difícil empresa el autor ha realizado una minuciosa búsqueda documental y archivística a través, sobre todo, de escrituras notariales y de artículos de prensa de la época, que se convierten en los pilares fundamentales sobre los que reposan los resultados de la investigación sobre el complejo entramado societario que estuvo implicado en el «nuevo barrio europeo» de Tetuán.
Articulado en diez capítulos de corta extensión, más un epílogo y varios anexos, este libro dedica sus dos primeros apartados a la contextualización histórica e ideológica que facilitó la penetración colonial española en el norte de Marruecos y que arranca con el desastre de 1898 y la pérdida de Cuba y Filipinas, lo que llevó a España a buscar nuevos espacios más inmediatos en donde saciar sus ansias expansionistas y revivir las glorias del pasado, en el marco de una corriente ideológica dominada por el regeneracionismo y su lucha contra la decadencia española. En este contexto, en el que también influyó enormemente el desarrollo del africanismo, Marruecos se erigió en «el escenario idóneo en el que evidenciar este pensamiento nostálgico» (p. 19), siendo objeto de interés no solo para políticos y militares, sino también para la burguesía económica y financiera de la época. Un ejemplo de ello fue la creación en Tánger de la Cámara de Comercio ya en 1886. Pero si hablamos del núcleo empresarial relacionado con el desarrollo urbanístico de Tetuán, será la pequeña y mediana burguesía catalana, que contó con una importante experiencia previa, la que acaparó el entramado empresarial, tanto con empresas y sociedades domiciliadas en España como en Tetuán, como da buena cuenta el libro que nos ocupa.
Hablando concretamente de los orígenes y desarrollo del Ensanche de Tetuán, el libro distingue dos etapas diferentes que se corresponden con dos figuras clave que acaparan el interés del autor: Pedro Oliva Sibil (1874-1914) y Esteban Emilio Feliú Esquivel (1880-1975), ambos pertenecientes a la mediana burguesía comercial y financiera catalana. En el primer caso, Antonio Reyes indaga con minuciosidad en la personalidad emprendedora y osada del empresario catatán Pedro de Oliva, que llegó muy tempranamente a Tetuán, hacia 1911, con una marcada intencionalidad mercantil y con una visión muy clara de futuro, previendo que «la ocupación militar española de Tetuán sería una fuente generadora de rentables oportunidades» (p. 43). Efectivamente, como bien analiza la obra, tras la toma de Tetuán por el general Alfau en 1913, la actividad económica y mercantil de la región se dinamizó enormemente, y una de las actividades más lucrativas, en la que estuvieron de manera directa involucrados Oliva y su Sociedad Anónima Oliva, será la compra de tierras y su posterior especulación con vistas a impulsar la construcción de viviendas. De aquí parte la idea del Ensanche de Tetuán, que es minuciosamente tratado en los capítulos cuatro y cinco.
Como bien analiza Antonio Reyes, el Ensanche de Tetuán es una empresa mercantil con fines lucrativos, pero fundamentada también en una ideología colonial, típicamente española, que está directamente relacionada con el discurso de la «hermandad hispano-marroquí» y el pasado común andalusí (p. 58). La propia estructura del Ensanche incide en esta idea ya que, de forma contraria a los proyectos urbanísticos franceses que se caracterizan, más bien, por la separación y el aislamiento, «el Ensanche fue concebido como una nueva estructura urbanística que evitara la ruptura con la ciudad musulmana, es decir, que significara su continuidad urbana» (p. 57). La idea base, por tanto, no es el alejamiento o la diferenciación frente al «otro musulmán», sino la continuidad, la cercanía y la interacción de los espacios o lo que Antonio Reyes denomina «mestizaje», eso sí, desde la superioridad hegemónica que presupone la metrópoli colonial.
El otro personaje señalado, Esteban Emilio Feliú, entra de lleno en escena tras el fallecimiento de Oliva, el 25 de octubre de 1914, y con él se inicia también la gestión del Ensanche de Tetuán con una segunda fase en la que la Sociedad Oliva-Ensanche penetra de forma directa en el entramado social y económico de la ciudad, lo cual es minuciosamente analizado en los capítulos seis y siete. Según el autor del libro, cuatro características determinan esta fase (p. 71): la dedicación casi en exclusiva de la compañía a la compraventa de terrenos, el destacado protagonismo en la ciudad de Esteban Emilio Feliú, la inscripción de la Sociedad Oliva-Ensanche en el Registro Mercantil de Tetuán y, por último, el surgimiento de otras sociedades paralelas de la mano de diferentes empresarios catalanes que amplían el abanico de los negocios, y que son descritas en el capítulo nueve.
Una de las principales aportaciones de este libro se encuentra en el capítulo siete, titulado «Actividad mercantil de la Sociedad Oliva: compra y venta de terrenos en el Ensanche (1913-1924)», ya que el autor ha hecho un seguimiento pormenorizado de las compras y las ventas de terrenos en el Ensanche de Tetuán por parte de la compañía, basándose para ello en los datos del Registro de la Propiedad (compra de terrenos) y de las escrituras notariales (venta de terrenos) entre los años 1916 y 1924. Se trata, por tanto, de una investigación inédita, basada en fuentes primarias de archivo que ponen de manifiesto que «los terrenos del Ensanche se convirtieron en objeto de permanente y continua especulación: los compradores adquirían para revender, en algunos casos, de forma inmediata, obteniendo jugosas plusvalías» (p. 96). Esta tendencia seguirá incluso tras la salida de Tetuán de Esteban Emilio Feliú, en 1919, lo cual es analizado en el capítulo ocho.
Concluye este libro con un último capítulo dedicado al «Destino del entramado societario y de sus dos grandes accionistas tras la Guerra Civil y la Dictadura de Franco», en el que, entre otras cuestiones, se analiza la orientación ideológica de los dos «grandes hacedores del andamiaje societario vinculado a Tetuán y a su Ensanche» (p. 117): el ya citado Esteban Emilio Feliú, y Alfredo Dorca Blanch que, aunque se sitúan dentro del catalanismo político conservador que defiende la singularidad catalana, el liberalismo y los intereses de la burguesía, mantienen ciertas diferencias ideológicas y de militancia, entre las que es mucho más acusada la del caso de Dorca Blanch, el cual militó activamente en la Lliga Regionalista, además de desempeñar diferentes cargos en el Ateneo de Barcelona y en el Consorcio del Puerto Franco de Barcelona, entre otros. Por su parte, Feliú no se mantuvo adscrito a ningún partido político, y su pensamiento se enmarca más dentro del movimiento regeneracionista. Más partidario de la acción civil y económica que del control militar de Marruecos, Feliú decidió asentarse en el Tánger internacional después de la Guerra Civil, en donde desarrolla, junto a su hijo, la mayor parte de su actividad económica y empresarial hasta mediados de la década de los años sesenta del pasado siglo xx. También es cierto, como señala Antonio Reyes, que la época posterior a la Guerra Civil es de la que se dispone de menor información documental, ya que aún no son públicos los protocolos notariales.
En definitiva, este libro viene a completar la extensa bibliografía existente sobre el Ensanche de Tetuán, pero su gran valor reside en que no se limita a reproducir las ideas ya expresadas en obras anteriores, sino que aporta nuevos datos extraídos de diferentes documentos de archivo, principalmente, de protocolos notariales y otros expedientes del registro de la propiedad, además de valiosas noticias de periódicos de la época. Con todo ello, Antonio Reyes hace un perspicaz bosquejo de la situación económica y social de la capital del protectorado español en Marruecos desde los años previos a la ocupación, centrando su lupa en el protagonismo de la mediana burguesía comercial y financiera catalana, a caballo entre el catalanismo político, el regeneracionismo y sus propios intereses económicos. Y todo ello, lo hace acompañado de una gran cantidad de fotografías, mapas, anuncios de periódicos, gráficos y otro tipo de imágenes, que ilustran y enriquecen la ya de por sí valiosa obra.
Finalmente, aunque lo importante de un libro es su contenido, las cuestiones formales no dejan de ser importantes, y digna es de destacar la cuidada estética de la colección Mediterráneo Textos y Estudios, cuyas sinuosas ondulaciones a pie de página evocan la calidez de las olas de nuestro Mare Nostrum.
[1] «Política editorial»: https://editorial.us.es/presentacion-coleccion/119