Philologia Hispalensis · 2024 · Vol. 38 · Nº 1 · pp. 343-345

ISSN 1132-0265 · © 2024. E. Universidad de Sevilla · (CC BY-NC-ND 4.0 DEED)


David Malinowski, Hiram H. Maxim y Sébastien Dubreil: Language Teaching in the Linguistic Landscape. Mobilizing Pedagogy in Public Space. Cham, Suiza: Springer, 2020, 370 pp. ISBN: 2215-1656

Language Teaching in the Linguistic Landscape es el primer volumen que aúna las oportunidades pedagógicas que ofrece el estudio del Paisaje Lingüístico (en adelante, PL) en la enseñanza de lenguas. Este trabajo busca explotar las muestras de lengua en espacios públicos con un énfasis particular en el desarrollo de concienciación política y social, educación en metodologías de investigación y, en particular, educación del profesorado y del alumnado en nuevos aspectos conceptuales y metodológicos de la disciplina. Su subtítulo, Mobilizing Pedagogy in the Public Space, es —además— vital para comprender la realidad práctica que se refleja en diferentes capítulos de esta obra: la pedagogía en movimiento y el aprendizaje más allá del aula.

La obra está dividida en tres partes. La primera de ellas, «Transforming language curricula and learning spaces», presenta cinco capítulos que muestran el potencial del PL como herramienta tanto para fomentar el aprendizaje de una segunda lengua, por parte del estudiantado, como para poner en práctica nuevos enfoques didácticos, por parte del profesorado. En el primer capítulo, Lozano, Jiménez-Caicedo y Abraham demuestran con su proyecto sobre multiliteracidad en Nueva York cómo el PL ayuda al estudiantado universitario a reflexionar sobre la construcción de las identidades y las condiciones socioeconómicas y políticas de los habitantes de la ciudad. Posteriormente, Chapelle analiza el uso del PL en manuales de texto de francés como lengua extranjera para principiantes con el objetivo de reflexionar sobre las imágenes en las que aparecen muestras de PL. Su objetivo se basa en demostrar si estas pueden ayudar a estudiantado y profesorado a debatir cuestiones de identidad y cultura, o si son meramente decorativas y aisladas. Kim y Chesnut nos presentan un proyecto de PL virtual que puede ser, por tanto, replicado en cualquier contexto o aula, lo que supone una inmensa oportunidad para aquellos estudiantes que no poseen muestras de multilingüismo y multiliteracidad al alcance de sus manos. La contribución de Szabó y Dufva, por su lado, vuelve a las calles y se centra en un proyecto de PL con estudiantes de finlandés como lengua extranjera, cuyo objetivo es analizar el aumento de la sensibilización lingüística del estudiantado gracias a diferentes actividades propuestas, además de la mejora en el poder de decisión y de acción por parte de estos. Por último, el capítulo de Seals abre una puerta al uso de PL en educación preescolar, y tiene como objetivo la práctica del translingüismo, que entiende el uso de más de una lengua dentro de una misma actividad educativa como manera de conservar las diferentes identidades lingüísticas y culturales de los estudiantes.

En la segunda parte, «Fostering critical social awareness», Sterzuk nos presenta primeramente un capítulo dedicado a la concienciación sobre opresión lingüística y colonialismo con el objetivo de educar a futuros profesores a asumir y trabajar con los retos del mundo multicultural contemporáneo. Con ello establece conexiones entre el colonialismo y los espacios por donde estos futuros profesores se mueven. A continuación, Richardson propone explorar los silencios del PL con fotografías tomadas en lugares donde el alemán está muy presente en espacios públicos, llevarlas al aula de alemán como lengua extranjera en EE. UU., y compararlas con la ausencia de esta lengua en los espacios donde los estudiantes se mueven. Con estos silencios, es decir, la ausencia de lenguas en el PL, se demuestra que esa comunidad es excluida de participación activa en sociedad. Lee y Choi contribuyen una vez más al estudio del coreano en el PL de los EE. UU. y animan a sus estudiantes estadounidenses de primer año de carrera a reflexionar sobre el multilingüismo emergente de la zona, a interactuar con comunidades locales, y a utilizar sus propios sistemas lingüísticos y culturales heredados para trazar similitudes entre identidades culturales. Hayik propone, seguidamente, un estudio sobre la presencia del árabe en el PL de Israel como estímulo de escritura en el aula de inglés como lengua extranjera. Para este proyecto, el alumnado reflexiona sobre la presencia o ausencia del árabe, los errores ortográficos presentes en los signos lingüísticos, así como la tendencia a la modificación de léxico hacia la lengua hebrea. Todo ello, con el objetivo de acrecentar el compromiso social y político del estudiantado. Para finalizar esta sección del volumen, Elola y Prada buscan estudiar el uso del español no como una lengua extranjera, sino como una lengua local en el contexto estadounidense. Para ello, proponen explorar la conexión entre lengua, cultura e identidad de los habitantes de su comunidad (Texas, EE. UU.).

Por último, en la tercera parte del libro, Bruzos desgrana su proyecto, que busca actuar como antídoto ante la mercantilización de los programas de estudios en el extranjero. En este trabajo se incita a estudiantes universitarios estadounidenses a experimentar las ciudades de Toledo y Madrid como investigadores y no como turistas. Para tal fin, se lleva a cabo un análisis de muestras de PL que permitan obtener una visión de la cultura española dinámica, crítica y con matices.

En otro capítulo, Hernández-Martín y Skrandies reflexionan sobre el uso del español en la ciudad de Londres como una lengua no extranjera, sino que es hablada por los habitantes de la ciudad, razón por la que los autores plantean una alternativa para los programas de estudios de lengua extranjera a través del PL: el descubrimiento de la lengua en su propia ciudad. Sus hallazgos demuestran que, entre otros, la presencia visual de comunidades hispanohablantes no es tan evidente, pero sí lo es en el paisaje auditivo y en su presencia en las redes sociales. A continuación, Sayer proporciona varios ejemplos de proyectos etnográficos que animan al estudiantado a examinar los elementos socioculturales del uso del inglés en el PL de México. Y cierra este volumen el capítulo de Lykke Nielsen, Rosendal, Järlehed y Kullenberg, investigadores que, mediante una iniciativa del ministerio de educación sueco, instan a estudiantes de escuelas de educación primaria y secundaria a tomar muestras de tablones de anuncios en 46 centros académicos del país, las cuales ayudan a obtener datos valiosos sobre multilingüismo, a la vez que proporcionan datos a los estudiantes para preparar y trabajar en sus habilidades investigadoras y en el desarrollo de su pensamiento crítico.

Es de recibo mencionar el gran trabajo editorial de esta obra reseñada, que proporciona una gran variedad de material gráfico y muestras de PL recogidas, así como una estructura clara de secciones y una explicación pertinente sobre su taxonomía. La síntesis que presenta esta reseña no hace justicia a la valía de este volumen, aunque sí pretende exponer su importancia en el campo del PL como disciplina multifuncional, herramienta investigadora, de pensamiento crítico y de conciencia social en el estudio de las lenguas y las culturas extranjeras.

Raquel Navas

University of Warwick

r.navas@warwick.ac.uk

ORCID: 0000-0002-1129-4257