Philologia Hispalensis · 2024 Vol. · 38 · Nº 2 · pp. 199-218
ISSN 1132-0265 · © 2024. E. Universidad de Sevilla. · (CC BY-NC-ND 4.0 DEED)
Recibido: 13-06-2023. Aceptado: 22-02-2024
Resumen
Este trabajo analiza la traducción de estereotipos raciales y de género en dos obras de literatura juvenil. Siguiendo las normas de traducción de Toury (1995: 56-61), se estudiará cómo se han trasvasado estas cuestiones en las traducciones al español de las novelas de la escritora estadounidense Angie Thomas On the Come Up (2019) y Concrete Rose (2021). La literatura juvenil y su traducción incorporan estos temas que poco a poco han dejado de ser tabús para que el receptor adolescente sea consciente de la necesidad de vivir en una sociedad que respete la igualdad de género y raza en todos los ámbitos y rompa con los estereotipos. El análisis determinará si los traductores realmente han mantenido estas referencias respetando la intención de la autora, o por el contrario ha existido algún tipo de modificación o manipulación atendiendo a criterios pedagógicos o morales, entre otros (Shavit, 2006).
Palabras clave: literatura juvenil, racismo, machismo, traducción, Angie Thomas.
Abstract
This work aims at analysing racial and gender stereotypes in current young adult literature. I will discuss how these topics have been approached in the translations into Spanish of On the Come Up (2019) and Concrete Rose (2021) by American writer Angie Thomas. Critical and descriptive norms by Toury (1995: 56-61) have been followed. Young adult literature and its translation have recently focused on these themes, which have been silenced for a long time. Readers must be conscious of being part of a society which respects gender and race equality and breaks traditional stereotypes. The discussion will determine whether the translators have maintained the writer’s intention, or whether there has been any type of manipulation due to pedagogical or moral criteria (Shavit, 2006).
Keywords: young adult literature, racism, sexism, translation, Angie Thomas.
Sin dejar nunca en un segundo plano su función lúdica, la literatura juvenil suele reflejar la problemática de la persona receptora, las cuestiones que le preocupan, lo que implica que las obras puedan ser un vehículo que le ayude a afrontar las dificultades al poder verse reflejada en ellas (Colomer Martínez, 2010: 49). Por esta razón, temas como el racismo están cada día más presentes (Panlay, 2016) y constituyen una forma de denuncia de las injusticias sociales. El número de obras juveniles que visibilizan el racismo ha aumentado de forma exponencial en los últimos años (Gilbert-Hickey y Green Barteet, 2021) debido a la tensa situación social y los conflictos todavía latentes en nuestra sociedad a pesar de los avances. De forma paralela se ha incrementado también el número de novelas juveniles que inciden en la necesidad de lograr la igualdad entre chicos y chicas (Hassel y Clasen, 2017: 6; Imani Murray, 2021; Valero Cuadra et al., 2022). Es necesario terminar con el racismo y el machismo en la sociedad actual para lograr que la juventud sea consciente de su imprescindible papel a la hora de romper con los estereotipos racistas y machistas. En esta línea el feminismo interseccional une estos dos conceptos y denuncia la doble discriminación por raza y género que sufren muchas mujeres (Crenshaw, 1991; Hill Collins, 2000) en diferentes ámbitos, por ser negras y por ser mujeres en un contexto de injusticia social y opresión (Almeida Junco y Guillard Limont, 2020).
Como cabría esperar, son innumerables los libros juveniles e infantiles publicados recientemente sobre este tema en EE. UU., en especial tras el auge del movimiento Black Lives Matter, a pesar de la censura en el país en el ámbito de la literatura infantil y juvenil (Nel, 2017). Un número significativo de estas novelas no están traducidas al español, aunque son un éxito de ventas en la lengua fuente, quizás porque los conflictos raciales son más habituales en la sociedad estadounidense que en la española. Podemos mencionar, entre otras, Dear Martin de Nic Stone (2017), Color Me In de Natacha Díaz (2019), Do not Ask Me where I am From de Jennifer de León (2020) o The Talk de Darrin Bell (2023), novelas que han tenido una excelente acogida por parte del público juvenil.
Como afirma García de Toro (2020: 466), el racismo y los términos utilizados para la representación de la raza constituyen uno de los aspectos más manipulados en la traducción de literatura infantil y juvenil (LIJ) (Cerrillo Torremocha y Sánchez Ortiz, 2016). De hecho, dicha traducción con frecuencia conlleva algún tipo de posible intervención, de paternalismo por parte del traductor para adecuar el texto a las necesidades y conocimiento cultural y lingüístico de la audiencia, siguiendo una perspectiva pedagógica (Shavit, 2006; Lorenzo García, 2014). Parece existir un consenso unánime en torno al papel esencial de la literatura en la formación de la personalidad de la juventud, ya que la narrativa ayuda a afrontar las dificultades: los lectores o las lectoras se pueden identificar con el protagonista y encontrar la forma de enfrentarse a lo que le rodea (Perera Santana y Bautista García, 2019: 133), si bien es cierto que en el caso que nos ocupa se debe tener en cuenta que el racismo se sitúa de modo diferente en los contextos sociales del texto fuente y del texto meta: Estados Unidos y España. Por último, tampoco podemos olvidar que el doble receptor en la literatura juvenil (Oittinen, 2006: 35; García de Toro, 2020: 465) contribuye al éxito y difusión de estas obras ya que tanto el público joven como el adulto las leen.
En este trabajo se han seleccionado dos obras de la escritora estadounidense Angie Thomas (1988-), que describen en detalle el empoderamiento de la mujer y el racismo en EE. UU.: On the Come Up (2019) y Concrete Rose (2021). Se analizarán las traducciones al español de los elementos raciales y reivindicativos del feminismo de dichas obras para comprobar si se mantiene la intención de la escritora. A ambas novelas les precede el enorme éxito internacional de la obra anterior de la autora Angie Thomas: The Hate U Give (2017), un claro ejemplo de denuncia de racismo en la novela juvenil (Yunitri et al., 2019) que Sonia Versjosky ha traducido al español con el título El odio que das.
On the Come Up (2019) es una novela sobre el racismo, la violencia racista y sexista, la identidad y la injusticia. La traducción la realizó la argentina Daniela Rocío Taboada. La protagonista es una chica negra de dieciséis años que quiere ser rapera: Bri, Brianna Jackson. Su padre, una leyenda del rap, había sido asesinado. Su madre se droga y la tía Pooh es la única que anima a Bri a intentar seguir adelante y cumplir su sueño, a pesar de los problemas sociales que implica ser chica, negra y tener un origen humilde. La acción tiene lugar en Garden Heights, una zona pobre habitada por gente negra donde predomina la violencia, la delincuencia y la droga, y que era el lugar donde se situaba la acción de la novela The Hate U Give.
Se ha analizado también la traducción al español de Concrete Rose (2021), realizada por Marcelo Andrés Manuel Bellon. Esta novela, protagonizada por un chico negro, Maverick Carter, describe la masculinidad tóxica, el paso de la niñez a la madurez en un escenario de violencia y racismo. La obra es una precuela de The Hate U Give puesto que la acción retrocede a 1998, a la adolescencia de Maverick Carter, el padre de Starr e hijo del antiguo líder de los King Lords. La narrativa refleja problemas de masculinidad y machismo en el paso a la edad adulta, ya que Maverick se convierte en padre a los diecisiete años y debe asumir sus responsabilidades en una sociedad racista e injusta. La obra retrata a la perfección la dura realidad cotidiana que tiene que afrontar. Thomas pretende humanizar a los chicos negros mostrando los enormes obstáculos que deben superar cada día para que los consideren personas: «We’re in a time where Black men still aren’t humanized by society. We’re still asking for the bare minimum for them to be seen as human beings and not things that go bump in the night. Maverick is a symbol of a young Black man» (Grey, 2021).
En este trabajo se ha estudiado cómo se han traducido las referencias al racismo y las reivindicaciones feministas en las dos obras, el feminismo interseccional (Crenshaw, 1991: 1244) que denuncia una doble discriminación y opresión por ser mujer y por ser negra. Para ello se aplicará un modelo de análisis contrastivo y funcional (Toury, 1995: 56-61) que comienza con las normas iniciales, es decir, la necesidad de lograr un equilibrio entre la adecuación y la aceptabilidad. Seguidamente se analizan las normas preliminares, la relación entre autoría, traducción y lectores y lectoras, intención y función del texto, y recepción en la cultura meta. A continuación, se estudian las normas operacionales, las decisiones tomadas durante el proceso de traducción. Dichas normas se dividen en matriciales y lingüístico-textuales. Las primeras analizan los elementos paratextuales, las omisiones y expansiones y la estructura del texto, mientras que las segundas analizan los restantes aspectos lingüísticos. En este análisis, será relevante determinar si las traducciones incluyen omisiones, expansiones o modificaciones motivadas por el conocimiento de la audiencia meta o la propia temática (Shavit, 2006) a la hora de traducir las referencias objeto de estudio y si se mantiene la intención crítica (Brunette, 2000: 177) de la autora. Se considerará también si los traductores han utilizado estrategias de trasvase que inciden en visibilizar a las mujeres (Von Flotow, 1991).
Angie Thomas (1988-) nació y creció en Jackson, Misisipi, lugar donde vive en la actualidad y donde transcurren las dos novelas seleccionadas en este estudio. Thomas fue la primera estudiante negra en graduarse en Escritura Creativa en la Universidad de Belhaven (Misisipi). El hecho de que las dos novelas se sitúen en un lugar, Garden Heights, creado por Thomas a semejanza de su barrio de Georgetown, refleja que la autora pretende lograr un retrato real y fidedigno de la dureza de las situaciones cotidianas a las que debe enfrentarse la vecindad en la actualidad, en un momento en el que el conflicto racial en Estados Unidos no solo parece seguir sin resolverse, sino que incluso se acentúa. El movimiento Black Lives Matter denuncia desde 2013 el nulo valor de la vida de la población negra y las muertes violentas e injustificadas a manos de la policía. El conocimiento de esta realidad social por parte del receptor español le permite identificar la mayoría de las referencias culturales que se incluyen en las dos obras, éxito de ventas en Estados Unidos, principalmente On the Come Up, que ha estado treinta y seis semanas en la lista del New York Times, varias de ellas como número uno[1]. Esto ha influido en que las dos novelas hayan tenido una buena acogida en España y Latinoamérica.
Thomas, la autora, quería ser rapera y su madre había perdido su trabajo, como le sucede a Bri, protagonista de On the Come Up. La traducción al español la publica en Madrid la editorial Puck, con sedes en Argentina, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, México, Perú y Uruguay. Como comentamos anteriormente, la traductora es argentina. El título de la novela (On the Come Up) se ha traducido al español como Hora de brillar. La frase se repite en varios momentos de la obra como parte de un rap y siempre se mantiene en el texto meta. Está relacionada con la intención de la autora ya que se alude a alguien que está a punto de lograr algo grande, de conseguir su sueño, a la idea de crecer y formarse como persona. Para ello la autora sitúa a la protagonista en un contexto de racismo, violencia y brutalidad policial en el que busca un hueco en el mundo del hiphop. La novela es una continua denuncia de las injusticias que sufre la protagonista por el color de su piel y por el hecho de ser mujer. A Bri la marginarán por su género y raza, lo que implicará que sufra violencia en todos los niveles en estos ámbitos, se sienta inferior y ambicione conseguir el poder que necesita para enfrentar dicha discriminación y lograr sus sueños (Alfando y Wahyuni, 2022: 519-520). Thomas afirma en línea (https://angiethomas.com/on-the-come-up) que se trata de un relato en el que enfatiza la lucha por conseguir un sueño y la libertad de expresión. Por esta razón, la traducción del título no parece del todo correcta. Quizás «A punto de lograrlo» o «A un paso del éxito» se ajustaría más a las connotaciones del texto fuente. Es cierto que la idea de sobresalir o resplandecer con luz propia es inherente a la expresión, pero la traducción parece mantener el estereotipo femenino de los «brillos» asociado a las chicas.
Concrete Rose muestra la necesidad de romper con los estereotipos masculinos para lograr la igualdad de género, subrayando la humanización del personaje masculino principal y la denuncia de las injusticias que los chicos negros sufren. Se pretende destacar la sensibilidad de estos jóvenes negros porque la sociedad actual debe ser más justa e igualitaria sin que se les suponga culpables de todo solo por el color de su piel. Así lo explica la autora en una entrevista: «I hope Concrete Rose is a beautiful mirror for the real Mavericks out there. I hope there’s a sliding glass door for everybody else to step into his life and reevaluate the way they’ve seen these young Black men» (Long, 2021). La traducción al español, titulada Rosa en el asfalto, la realizó Marcelo Andrés Manuel Bellon y el libro lo publicó GranTravesía, la colección juvenil de la editorial Océano, con sede en Barcelona y México.
Para el título de la novela Thomas se inspiró en el pareado del rapero, actor y poeta estadounidense Tupac Shakur (1971-1996): «Did you hear about the rose that grew from a crack in the concrete? / Proving nature’s laws wrong it learned how to walk without having feet». Tupac fue un conocido activista a favor de la igualdad entre negros y blancos que murió asesinado. La frase original del título de la novela es una metáfora que alude a que alguien pueda hacer algo grande a pesar de su origen humilde o de haber tenido una infancia especialmente complicada. Una rosa puede crecer en un ambiente urbano a pesar de la falta de cuidados, puede crecer en el asfalto. Esto es lo que le va a suceder a Maverick, al protagonista. Siguiendo el proceso de crecimiento de una rosa, en paralelo con el de la personalidad de Maverick, la obra se divide en tres partes: «Gemination, Growth, Dormancy» seguidas por un epílogo: «Bud». El término «concrete» se incluye en la novela de forma explícita cuando Maverick intenta matar al asesino de su amigo ya que su sed de venganza le lleva a ansiar «have his blood and his brains leaking onto the concrete» (Thomas, 2021a: 294). La traducción mantiene la dureza de esta frase, pero no lo hace de forma coherente porque utiliza el término «cemento», ignorando de esta forma la relación de este fragmento con el título de la obra: «que su sangre y su cerebro se derramen sobre el cemento» (Thomas, 2021b: 334).
En cuanto a las normas matriciales destacan, entre los elementos paratextuales, las portadas de las novelas. En la de On the Come Up (Walker Books) (Figura 1) se puede ver la cara de una chica negra vista de frente y un dibujo en blanco de una corona de tres puntas encima del título también en blanco. El fondo es negro. La corona se menciona con frecuencia en los versos de hiphop de la protagonista en alusión a su papel de reina. Se destaca la importancia de la mujer y la necesidad de romper estereotipos.
En la portada de la edición de Balzer y Bray (Figura 2) se ve una chica de piel negra de espaldas en un fondo negro. Tiene la mano izquierda alzada y un micrófono en la derecha, una postura muy típica en un contexto rapero.
La portada de la traducción al español es diferente (Figura 3). Se ve el lado derecho, no la cara completa. La cara de la protagonista es violeta, no negra como en la portada original, si bien es cierto que en la original se vislumbra una cierta tonalidad violeta. El color violeta está directamente conectado con la mujer y los movimientos feministas en la cultura meta, sin olvidar su relevancia en la cultura fuente, ya que fue uno de los colores de la bandera del National Women’s Party y es parte esencial de la novela de Alice Walker El color púrpura, lo que alude una vez más al feminismo interseccional, a la doble discriminación que sufren las mujeres de raza negra, subrayando de esta forma la intención de la autora de la novela.
La portada de Concrete Rose (Walker Books) (Figura 4) presenta un chico negro que mira de manera directa al lector. Destaca el color azul de su cara, un color tradicionalmente asociado con los chicos que alude a la generosidad y lealtad, dos rasgos del protagonista. La iluminación de la cara parece destacar la humanidad y cercanía del personaje, objetivo esencial de Thomas. El fondo vuelve a ser negro y un dibujo de una rosa blanca acompaña a las letras del título en blanco.
Esta no es la única portada de las ediciones publicadas en lengua inglesa. De hecho, la portada de la traducción al español (Figura 5) es la del texto fuente publicada por la editorial Balzer y Bray y la que utilizan la mayor parte de las traducciones a otras lenguas. Cathy Charles y Jenna Stempel-Lobell son las responsables del diseño e ilustración, para lo que contaron con la colaboración de la propia escritora, Thomas[2]. En la imagen se puede observar en un fondo rojo al joven protagonista negro, que viste una camisa roja. La mirada del chico se dirige de forma directa al receptor. El chico lleva un durag negro, un elemento que sujeta el cabello; un símbolo esclavista que hace referencia a la historia del comercio de esclavos, pero también una marca de la cultura afroamericana que es esencial en el mundo del hiphop. El fondo de la imagen está salpicado de pétalos de rosas en tonos negros que evocan el título de la novela. La rosa negra simboliza el luto, quizás en referencia a los injustos asesinatos de los amigos de Maverick que tanto le afectarán al protagonista.
En cuanto a las normas lingüístico-textuales debemos señalar en primer lugar que las dos novelas analizadas están narradas en primera persona. Esto facilita que la historia le resulte más cercana al receptor y pueda empatizar con el personaje para hacer suyos sus problemas. Esta narración en primera persona alude al concepto «counterstorytelling», relacionado con la denuncia de cuestiones racistas y de discriminación por sexo (Hughes-Hassell, 2013): «counter-stories can be used to expose, analyze, as well as challenge deeply-entrenched narratives and characterizations of racial privilege, sex, etc.» (Solórzano y Yosso, 2002: 26).
La acción de las novelas transcurre en la actualidad, aunque la primera se remonta a 1988. En general, los dos textos recogen un elevado número de referencias a la cultura y sociedad negra: figuras políticas, escritores, cantantes, películas, etc., referencias que inciden en el racismo y el feminismo y que debería conocer el público meta adolescente y adulto, no necesariamente negro debido a la globalización del mundo actual.
Por ejemplo, al inicio del capítulo tres en On the Come Up se menciona una conocida canción de los raperos estadounidenses Jay-Z y Kanye West: «The Beat Starts: ‘Niggas in Paris’ by Jay-Z and Kayne» (Thomas, 2019a: 36). El texto meta mantiene el préstamo (Hurtado Albir y Molina, 2002): «La música empieza: “Niggas in Paris”, de Jay-Z y Kanye» (Thomas, 2019b: 36). Esta canción del álbum Watch the Throne fue número uno en 2011. El receptor español la conoce (el segundo de los autores es más conocido como Kanye West, incluyendo su apellido) y también sabe que la canción suele titularse «Ni***as in Paris» para evitar una posible censura, el posible tono ofensivo de un término que solo deben pronunciar los negros (Weiner, 2012).
La traducción sigue una estrategia extranjerizadora (Venuti, 1995) en el trasvase de la mayor parte de las referencias culturales de On the Come Up. Sin embargo, la traducción literal de dichas referencias puede implicar que se pierdan en algunas ocasiones ciertas connotaciones y la crítica que suelen conllevar, por lo que quizás una breve explicitación podría haber contribuido a que la juventud meta tuviese una perspectiva más real de la sociedad negra norteamericana. Lo podemos observar en el ejemplo siguiente en el que se menciona a Langston Hughes, poeta y columnista afroamericano, activista que impulsó el movimiento afroamericano Renacimiento de Harlem entre 1926 y 1964. Además, la traducción debería haber utilizado un registro más coloquial, más cercano al texto fuente, para contribuir a una visión más real del contexto social en el que se desarrolla la acción.
One time, I half-assed my way through an essay about Langston Hughes’s use of dreams. Mrs. Murray went in on me so bad, I wished Jay would’ve gone in on me instead. (Thomas, 2019a: 12)
Una vez hice sin esfuerzo un ensayo sobre el uso de los sueños en la obra de Langston Hughes. La señora Murray se enfadó tanto conmigo que deseé que Jay lo hubiese hecho en su lugar. (Thomas, 2019b: 14)
En Concrete Rose también se observan referencias culturales que encierran connotaciones raciales y sexistas. En general, el texto original explica su relevancia, por lo que la estrategia de traducción literal implica que no se pierdan las connotaciones, como vemos en el ejemplo siguiente, en el que en la oficina del señor Clayton, el orientador de la escuela, Maverick, identifica fotos de conocidos activistas negros.
He got framed black-and-white pictures on the walls of all these important-looking Black people. I only recognize Malcolm X and Huey Newton, the founder of the Black Panthers. (Thomas, 2021a: 247)
Tiene fotografías en blanco y negro enmarcadas en las paredes de todos los negros de aspecto importante. Sólo reconozco a Malcolm X y a Hey Newton, el fundador de las Panteras Negras. (Thomas, 2021b: 281)
En la traducción de On the Come Up la mayoría de las expresiones relacionadas con la raza no presentan problemas de trasvase y se mantienen mediante una traducción literal: no se identifican omisiones. En todos los casos se traduce «black» por «negro», usando términos políticamente correctos. Es cierto que en español «negro» (Hanán Díaz, 2020: 45) fue ofensivo hasta el siglo xix y los escritores no lo incluían en sus obras, en muchos casos por censura. A partir del siglo xx se utiliza tanto «negro» como «de color», siendo el primero más frecuente en la actualidad. En toda la novela se insiste en las dificultades que conlleva ser negro porque implica no tener derechos sociales: «one of the first black men to hold a job» (Thomas, 2019a: 119) / «uno de los primeros hombres negros en obtener un empleo» (Thomas, 2019b: 110). La traducción literal mantiene el mismo efecto en todos los casos, que se repiten a lo largo de la narración. Como vemos, «negro» es el término que siempre se utiliza en el texto meta: esto sucede incluso en aquellos casos en los que el texto fuente emplea el sustantivo «nigger». En principio, esta palabra, «nigger», tiene una connotación negativa y peyorativa, ya que la utilizaban los supremacistas blancos y dueños de esclavos. «Negrata» podría ser una buena opción en el texto meta, incluso «negro de mierda», como en el ejemplo siguiente: «They still think I’m a hood nigga. But guess what? I don’t walk outta there a broke nigga. I bet you that» (Thomas, 2019a: 210), se traduce como «Y ellos igual piensan que soy un negro de mierda del barrio. Pero ¿adivina qué? No salgo de esas reuniones hecho un negro en quiebra, te lo aseguro» (Thomas, 2019b: 196).
El término «nigger» también incide en el concepto de pertenencia a un gueto y desde los años 90 se usa entre los jóvenes negros en rap como equivalente de colega o hermano. Forma parte de la cultura hiphop e intenta arrebatar el control de la sociedad blanca. Por tanto, se deben usar términos como «tronco», «hermano», «bro», entre otros, para contribuir a que el receptor se identifique con los personajes, con su registro, y se pueda lograr la denuncia y ruptura de estereotipos que pretende la autora.
Siguiendo con el color de la piel se observa que la traducción no es sistemática en el trasvase del término «brown» porque el traductor utiliza diferentes términos en castellano. Por ejemplo, Bri explica que en el instituto donde estudia hay dos guardias de seguridad que no prestan atención a las acciones de los blancos: «but if you’re black or brown, you’re more likely to end up on their radar, even though Long himself is black» (Thomas, 2019a: 17). La traducción es la siguiente: «si eres negro o moreno, es más probable que termines bajo su radar, incluso aunque Long sea negro» (Thomas, 2019b: 18). «Moreno» es un término común en países como México y Perú, pero quizás no tanto en España. En otros casos similares la traductora utiliza el término «latino»: «If word gets out that the black and brown kids are being harassed» (Thomas, 2019a: 150) / «Si exponemos que los alumnos negros y latinos son acosados» (Thomas, 2019b: 141). Incluso la frase «brown-skinned boy» (Thomas, 2019a: 34) se suaviza en el texto fuente como «un chico con piel café» (Thomas, 2019b: 32).
Con frecuencia se alude al hecho de tener cuidado con la policía por su violencia y las injusticias que comete. Siguiendo la clasificación de elementos racistas que propone Taguieff (2021), se identifican prejuicios raciales y de discriminación como parte de una ideología racista que legitima el uso de la violencia de los cuerpos policiales. Estas referencias al racismo se traducen de forma literal. No existen omisiones ni las oraciones plantean problemas de traducción y se mantiene la intención crítica, como sucede en el ejemplo siguiente de On the Come Up:
Now I gotta worry about the cops too? Yeah, people get killed around here, and nah, it’s not always by the police, but Jay says this was like having a stranger come in your house, steal one of your kids, and blame you for it because your family was dysfunctional. (Thomas, 2019a: 55)
¿Ahora también tengo que preocuparme por los policías? Sí, matan personas por aquí, y no, no siempre mueres a mano de los policías, pero Jay dice que esto fue equivalente a que un extraño ingrese a tu hogar, robe a uno de tus hijos y te culpe por ello porque tu familia es disfuncional. (Thomas, 2019b: 52)
El sustantivo «cop» podría traducirse de forma más coloquial teniendo en cuenta el contexto y el público lector. La traducción utiliza «policía» en todos los casos. Los adolescentes emplearían términos como «madero» o «pasma» en España, «yuta» en Argentina, país de la traductora. De hecho, el registro de la traducción debería ser más coloquial para poder acercarse a la sociedad negro-afroamericana que se describe.
La brutalidad policial es un tema común en el mundo del rap, que surgió en el Bronx en los setenta. Bri comienza alguna de sus canciones hablando de la violencia policial en su barrio: «Unarmed and dangerous / but America, you made us / only time we famous / is when we die and you blame us» (Thomas, 2019a: 90). Sus composiciones describen dicha brutalidad injustificada hacia la raza negra y la respuesta por parte del vecindario. Las connotaciones se mantienen en todos los casos en la traducción, como vemos en el ejemplo siguiente:
Boys in blue rolling all through my neigbourhood
‘Cause I guess that they think that we ain’t no good,
We fight back, we’ve attacked, then they say they
Should send in troops wearing boots for the greater good. (Thomas, 2019a: 112)
Uniformes azules por todo mi barrio caminan,
porque al parecer no somos buenos, estiman.
Nos defendemos, atacando, y después dicen que hay que enviar
tropas con botas para el bien mayor garantizar.
(Thomas, 2019b: 104)
On the Come Up incluye un elevado número de referencias feministas reivindicativas que suelen estar relacionadas con cuestiones raciales. De hecho, la propia Bri es el estereotipo de «angry black girl». Se le supone mal comportamiento y conducta inapropiada por el mero hecho de ser negra. Por ejemplo, cuando detienen a Bri por menudeo de droga en el instituto su madre pregunta si sucedería lo mismo con una chica blanca, criticando que se sospechara de su hija solo por el color de su piel: «Do the white girls who make slick comments get sent to your office every other week too?» (Thomas, 2019a: 70) / «¿Alguna vez ha recibido en su oficina a chicas blancas que han hecho comentarios astutos en clase?» (Thomas, 2019b: 66). Además, el adjetivo «slick» contribuye de forma irónica a marcar las diferencias entre las chicas blancas y las negras. El texto español parece enfatizar de forma correcta el hecho de que las chicas blancas son demasiado astutas y «se pasan de listas», ya que pueden engañar para lograr lo que se propongan sin que esto implique ningún tipo de castigo, ni en el ámbito educativo ni en la sociedad.
Un tema central en esta novela como el feminismo, la igualdad de género, se presenta conectado al hiphop, al sueño de Bri de convertirse en una rapera de éxito. La música es una forma de denuncia feminista. Existe un número elevado de ejemplos en la obra: «Spit like a legend, feminine weapon» (Thomas, 2019a: 42) / «Ella escupe como un arma femenina y legendaria» (Thomas, 2019b: 42). Las connotaciones se mantienen en la traducción y no se observa ninguna estrategia que destaque o enfatice dichas referencias. Bri es una joven que tiene que luchar contra el estereotipo de que las chicas no valen para el hiphop: «guess it’s funny that a sixteen-year-old girl […] thinks she’s got a shot in the Ring?» (Thomas, 2019a: 28) / «una chica de dieciséis años […] cree que tiene oportunidad de ganar en el ring?» (Thomas, 2019b: 29). Sin embargo, ella se rebela contra esto y canta:
You’ll never silence me and you’ll never kill my dream,
Just recognize when you say brilliant that you’are also
Saying Bri. (Thomas, 2019a: 429-430)
Nunca me callarán y nunca mi sueño matarán aquí,
Admitidlo, solo escribes brillante, si primero escribes Bri. (Thomas, 2019b: 397)
Se mantienen, por tanto, en la traducción las reivindicaciones de igualdad de género y se intenta conservar la rima. No se identifican omisiones y la estrategia de traducción literal, aunque en algún caso implique pérdida de matices del texto fuente, mantiene la intención de denuncia feminista.
Veamos a continuación ejemplos de referencias a estereotipos machistas y cuestiones raciales en la traducción de Concrete Rose. El adjetivo «black» se trasvasa también de forma literal y no se identifica ningún tipo de omisión en la obra. Incluso se mantienen las repeticiones, como se puede observar en el ejemplo siguiente, en el que se enfatiza la falta de igualdad que supone que las personas blancas y las negras no estén en los mismos lugares y ocupen los mismos trabajos: «Black receptionist. Black nurse. Black doctor. Everybody who works here is Black. I didn’t know that was …. ‘possible’ not the right word. I’ll just say I didn’t know» (Thomas, 2021a: 215-216) / «Recepcionista negra, enfermera negra, doctora negra. Todos los que trabajan aquí son negros. No sabía que era … ‘posible’ no es la palabra correcta. Sólo diré que no lo sabía» (Thomas, 2021b: 243). Destaca que el texto original utiliza de forma generalizada, como en este ejemplo, mayúscula en el término «Black» para marcar poder, respeto y reconocimiento (Mitchell, 2023). Quizás un hablante adolescente no hablase de la «raza negra», pero podría enfatizarlo de alguna forma con «personas negras» o «gente negra». Además, ya que la lectura de los párrafos anteriores había dejado claro que los tres cargos estaban ocupados por mujeres, la utilización de un término genérico como «todas las personas» hubiese sido más acertada.
La traducción del término «nigger» coincide con la propuesta de la otra traducción, ya que se utiliza el término «negro» sin establecer ninguna diferencia ni marcar desprecio o compañerismo, perdiendo la intención del término original. Por ejemplo, la venganza lleva a Maverick a afirmar: «I gotta kill that nigger» (Thomas, 2021a: 254), una frase traducida como «Tengo que matar a ese negro» (Thomas, 2021b: 288). Cuando Maverick va a visitar a su padre a prisión, este le dice que lo han nombrado cocinero. «I ain’t a field nigger no more. Massa moved me into the big house» (Thomas, 2021a: 185) se trasvasa como «Ya no soy un negro de campo. El amo me ha mandado a la casa grande» (Thomas, 2021b: 210). La traducción mantiene las connotaciones despectivas del término «massa» y la referencia histórica a la esclavitud, al trabajo de los negros que recogía algodón ya que era muy duro y se realizaba en condiciones infrahumanas.
El trato de la policía a la sociedad negra se cuestiona con frecuencia en esta novela. Por ejemplo, Maverick recuerda la crueldad de la policía cuando él era pequeño y detuvieron a su padre en casa: «Cops everywhere with guns. They made my folks lie on the floor, and an officer escorted me outside. I cried for Ma and Pols, begged the cops to let them go» (Thomas, 2021a: 57) / «Policías armados por todas partes. Hicieron que mis padres se tiraran al suelo y un oficial me acompañó afuera. Lloré por mamá y por papá, les rogué a los policías que los dejaran ir» (Thomas, 2021b: 66).
Esta obra incluye continuas referencias al machismo, a patrones concretos de comportamiento sexista de los hombres, con el objetivo de que la audiencia entienda que se deben romper para lograr la igualdad entre chicos y chicas. Dichos patrones son más severos si cabe en los hombres negros puesto que se siguen todos los estereotipos tradicionales. Se les presupone la necesidad de trabajar, no de estudiar, la falta de sentimientos y un carácter violento: «School to prison pipelines in poor school districts, a criminal justice service bent on imprisoning Black men, and a Black masculinity that is primarily defined outside the characters traits of caring, nurturing and attentive» (Siebler, 2021: 74). Se debe tener en cuenta también que la obra se sitúa en 1988, momento en el que la desigualdad de género era muy significativa. Son muchos los ejemplos que aluden a la violencia, las drogas y la presión de las pandillas de chicos, de las bandas, ejemplos que se mantienen y se trasvasan de forma literal en la traducción.
Se insiste en la idea de que los chicos deben controlar y «poseer» a las chicas. Ya en la primera página de la novela podemos encontrar: «Don’t get your ass beat in front of a fine girl, especially if she your girl» (Thomas, 2021a: 9), traducido como «No dejes que te pateen el trasero frente a una chica, sobre todo si se trata de tu chica» (Thomas, 2021b: 11). En este ejemplo debemos comentar también que la traducción vuelve a neutralizar el registro y los rasgos del habla afroamericana (se omite el verbo en la frase condicional), lo que conlleva la pérdida de cierta cercanía y empatía con el personaje.
Así mismo, en la novela se menciona el estereotipo de que los chicos no lloran: «Men ain’t supposed to cry. We supposed to be strong enough to carry our boulders and everybody’s else» (Thomas, 2021a: 112). La traducción literal mantiene las connotaciones en el texto meta: «Se supone que los hombres no deben llorar. Se supone que debemos ser lo suficientemente fuertes para llevar nuestras propias cargas y también las de todos los demás» (Thomas, 2021b: 128). Veremos a Maverick llorar en varios momentos, pero sobre todo cuando no es capaz de matar al asesino de su amigo Dre, cuando se da cuenta de que la justicia debe actuar, no él por venganza. Debe pensar en estar libre para poder estar con su familia: «I run with tears in my eyes» (Thomas, 2021a: 297) / «Corro con lágrimas en los ojos» (Thomas, 2021b: 336). Por consiguiente, se mantiene en la traducción la humanización del personaje masculino que pretende la autora.
El hecho de asociar al personaje principal con una rosa contribuye también a derribar los estereotipos de género. Las rosas crecen en la novela de forma paralela a la personalidad del personaje principal. En varias ocasiones la escena describe a Maverick mientras hace labores de jardinería como parte de su trabajo con el señor Wyatt. Maverick planta rosas y describe la evolución de las flores que podrían sobrevivir sin ayuda. Se alude, por tanto, a las connotaciones que encierra el título de la obra, a crecer como persona a pesar de las dificultades, a creer en el potencial de cada ser humano a pesar de la violencia y la opresión. Las rosas son símbolo de amor, amistad, pureza, valores que podemos encontrar en Maverick al final de la novela. El ejemplo siguiente relaciona este trabajo en el jardín con el esfuerzo, la noche y la violencia.
The sun goes down, and I’m still working at the garden. You’d think once it’s dark it wouldn’t be so not, but dang. I’m sweating bullets. (Thomas, 2021a: 95)
Se pone el sol y yo estoy todavía trabajando en el jardín. Habría pensado que una vez oscureciera ya no habría tanto calor, pero no es así, maldición. Estoy sudando a cántaros. (Thomas, 2021b: 108)
En este caso la frase «sweating bullets», que significa sudar en abundancia, hace un guiño a la violencia contra los negros que se describe en toda la obra. La traducción podría, por ejemplo, haber utilizado una imagen que incidiese en la comparación y en su crudeza, como por ejemplo «me caen gotas de sudor con tanta fuerza que parecen balas». A esto hay que añadir que ni «cántaros» ni «maldición» serían términos utilizados por una persona adolescente hoy en día: una vez más el registro de la traducción debería haber sido más coloquial.
La figura de la madre de Maverick es clave en la ruptura de estereotipos de género. Un día le revela a su hijo que es bisexual y que tiene una relación sentimental con su amiga Moe desde hace años: «Moe and I have been in a relationship for a few years» (Thomas, 2021a: 259) / «Moe y yo hemos tenido relaciones durante algunos años» (Thomas, 2021b: 295). A pesar de que en este ejemplo concreto la traducción opta por enfatizar lo sexual de la relación lésbica y no lo afectivo, en general el diálogo entre madre e hijo sobre dicha relación, la bisexualidad de la madre, el hecho de que el padre lo sepa y la aceptación de esta situación por parte de Maverick, se mantienen de forma fidedigna en la traducción al español sin ningún tipo de omisión o diferencia, siguiendo las tendencias de traducción actuales (Baer y Kaindl, 2018).
Podemos concluir, por tanto, que todas estas referencias y estereotipos de raza y género se incluyen en Concrete Rose y en su traducción para que la juventud entienda que se debe terminar con ellos. Los chicos no deben ser violentos y duros, deben ser capaces de sacrificarse, de mostrar siempre sus sentimientos y de estar cerca de sus seres queridos. El lector percibe cómo evoluciona el personaje de Maverick para poder llegar a afrontar sus responsabilidades en un mundo adulto, cómo su hijo Seven le salva al final de la novela: «You saved me, man» (Thomas, 2021a: 302), y logra que no se tome la justicia por su mano, que deje el mundo de las drogas, bandas y violencia. Sin duda, «Roses can bloom in the hardest conditions» (Thomas, 2021a: 308) / «Las rosas pueden florecer en las condiciones más difíciles» (Thomas, 2021b: 348). Se logra de esta forma respetar la intención de la autora de humanizar al personaje principal para que el receptor comprenda los problemas de los chicos negros en Estados Unidos y las opciones de un futuro con esperanza si son capaces de tomar las decisiones correctas.
Las dos novelas que hemos analizado presentan un elevado número de referencias raciales y reivindicaciones feministas puesto que la intención de Thomas es, desde la perspectiva de una protagonista femenina en un caso y de un protagonista masculino en el otro, denunciar las injusticias que sufre la juventud negra en Estados Unidos y a la vez romper con los actuales estereotipos de género tan marcados en dicha sociedad porque ni Bri ni Maverick deberían tener dificultades por no seguir los roles tradicionales y querer cumplir sus sueños. La juventud y las personas adultas deben ser capaces de conseguir una sociedad igualitaria a todos los niveles y en todos los ámbitos sin que exista ningún tipo de discriminación por cuestiones de género o raza.
Estas referencias no suelen plantear problemas de traducción importantes. En ninguna de las dos traducciones se eliminan ni añaden elementos racistas o machistas; no se han observado manipulaciones ni modulaciones relevantes (Shavit, 2006), ni estrategias que destaquen todavía más el feminismo (Von Flotow, 1991). Estamos en una sociedad globalizada, lo que implica que el receptor meta pueda identificar la mayoría de los aspectos analizados en el contexto de cultura: ropa, hiphop, raperas famosas, políticos, etc. En algunos casos la propia autora incluye en el texto detalles de las connotaciones que contienen. Sin embargo, los dos traductores, sobre todo en el texto de Hora de brillar, utilizan prácticamente siempre una estrategia de traducción literal, lo que en algunos casos implica pérdida de pequeños matices, a la que se suma la neutralización del registro coloquial.
El término «black», por ejemplo, se mantiene, pero la traducción de «nigger» y «brown» no siempre cumple con el criterio de coherencia. La imagen de portada de Hora de brillar parece incluir una cierta dulcificación por su tono violeta en vez del negro original, pero también puede haber sido una forma de enfatizar y conectar el tema del racismo con el del feminismo que subyacen en la novela. Normalmente, las alusiones a la violencia policial, las drogas, las pandillas, la escasa presencia de la mujer en el mundo del hiphop, los comportamientos machistas, etc., se conservan en las dos traducciones respetando la intención de crítica y denuncia de la autora en los textos originales. Dicha crítica y denuncia, mantenida en los textos meta, ejemplifica el concepto de interseccionalidad de Crenshaw (1991), también presente en la literatura infantil y juvenil (Vickery y Rodríguez, 2021), por el que las mujeres negras sufren una doble opresión sistemática por ser negras y por ser mujeres.
Parece, por tanto, que en las dos traducciones se siguen de forma acertada las tendencias actuales en la traducción de la literatura infantil y juvenil en la que se evitan las estrategias censoras (Cerrillo Torremocha y Sánchez Ortiz, 2016; Fernández López, 2005) y, como ya comentamos, se permite que tanto la literatura juvenil como su traducción traten cuestiones de denuncia del racismo y del sexismo, entre otras, para conseguir una sociedad igualitaria (Pereira Rodríguez y Lorenzo García, 2020: 87). En general, se respeta el criterio de intención de la autora (Brunette, 2000: 177) en los dos textos en cuestiones de igualdad de género y raza. Los adolescentes pueden, por tanto, identificar la crítica contra el racismo y la desigualdad de género a pesar de que, en ocasiones, como ya se ha dicho, se puedan perder, sin causa justificada, algunas connotaciones relevantes por la literalidad de la traducción y por la pérdida del registro coloquial afroamericano.
No cabe duda de que, a pesar de los matices comentados, estas novelas y sus traducciones constituyen un medio de denuncia que resulta imprescindible hoy en día. Sigue quedando mucho por hacer, pero la literatura y la traducción pueden contribuir en gran medida a lograr que la juventud, y también las personas adultas, sean conscientes de la necesidad de lograr que podamos vivir en una sociedad en la que no existan estereotipos raciales ni sexistas.
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