Philologia Hispalensis · 2024 · Vol. 38 · Nº 1 · pp. 167-183

ISSN 1132-0265 · © 2024. E. Universidad de Sevilla · (CC BY-NC-ND 4.0 DEED)


Una aproximación al estudio del paisaje lingüístico político en el País Vasco: análisis comparativo entre Vitoria-Gasteiz y Zizurkil

AN APPROACH TO THE STUDY OF THE POLITICAL LINGUISTIC LANDSCAPE IN THE BASQUE COUNTRY: COMPARATIVE ANALYSIS BETWEEN VITORIA-GASTEIZ AND ZIZURKIL

Urtzi Reguero Ugarte

Euskal Herriko Unibertsitatea, UPV/EHU

urtzi.reguero@ehu.eus

ORCID: 0000-0003-1549-0738

Recibido: 03-05-2023. Aceptado: 19-09-2023.

https://dx.doi.org/10.12795/PH.2024.v38.i01.07

Resumen

El presente artículo es una breve aproximación al estudio del paisaje lingüístico político del País Vasco. Para ello se han escogido dos localidades con una realidad sociolingüística diferente: por un lado, un municipio guipuzcoano donde el 60% de los habitantes habla euskera y, por otro lado, Vitoria, capital de la comunidad autónoma, donde el 80% tiene el castellano como lengua materna. En el estudio se analizan las diferentes manifestaciones lingüísticas en los carteles, las pancartas, las pegatinas y otros soportes de contenido político, social o sindical aparecidos en dichas localidades. Desde un enfoque exclusivamente lingüístico, el interés de trabajo se centra en el uso y la elección que se hace de una lengua u otra y en observar si existen diferencias según la realidad sociolingüística. Se concluye que el euskera es la lengua priorizada en los signos de carácter ideológico-reivindicativo.

Palabras clave: paisaje lingüístico, realidad sociolingüística, actitud lingüística, euskera, castellano.

Abstract

This paper discusses the political linguistic landscape in the Basque Country. Two sociolinguistically different places are compared: a guipuscoan town where more than 60% of the population speak Basque and the city of Vitoria, with 80% of inhabitants having Spanish as a mother tongue. Based on this reality, the following paper analyses language representations with political content in the linguistic landscape to determine the difference in the use and election of both official languages in the Basque Country. It concludes that Basque is the prioritized language in the signs of ideological character.

Keywords: linguistic landscape, sociolinguistic reality, linguistic attitude, Basque language, Spanish language.

1. Introducción y objetivos

En el pionero estudio de Landry y Bourhis (1997: 24) se destaca el carácter marcador geográfico del paisaje lingüístico (en adelante, PL) en los territorios donde cohabitan diversas lenguas. Pons Rodríguez (2012: 55) define el PL como «el conjunto de realizaciones materiales del lenguaje que vemos por escrito en signos expuestos en un entorno público determinado». Dicho conjunto es el resultado de la acción humana que modifica el campo visual y, por lo tanto, tiene impacto otras acciones (Pietikäinen et al., 2011: 277). De este modo, la aparición o no de ciertas lenguas es la consecuencia de actitudes lingüísticas y del papel que juegan en la sociedad.

Según Landry y Bourhis (1997), estos signos abarcan un amplio abanico de soportes y tipos, y disponen de una doble funcionalidad, la informativa y la simbólica:

The language of public road signs, advertising billboards, street names, place names, commercial shop signs, and public signs of government buildings combines to form the linguistic landscape of a given territory, region, or urban agglomeration. The linguistic landscape of a territory can serves two basic functions: an informal function and a symbolic function (Landry y Bourhis, 1997: 25).

En las últimas décadas, el estudio del PL ha experimentado un importante auge, no solo en territorios tradicionalmente bilingües o multilingües como Bélgica o Quebec (véase, por ejemplo, Leimgruber y Fernández-Mallat, 2021) o en países excoloniales con gran diversidad lingüística como Argelia (Messekher, 2015), también en otras zonas históricamente consideradas monolingües, como el caso de Madrid (Castillo Luch y Sáez Rivera, 2011) o de Sevilla (Pons Rodríguez, 2012). Existen investigaciones sobre manifestaciones lingüísticas urbanas con una temática más variada; entre otros, se ha estudiado la influencia de la pandemia causada por el COVID-19 en el PL (Molina-Díaz, 2022), la presencia de los ictiónimos en Cádiz (De la Torre García y Molina-Díaz, 2022) o la variación entre el estándar, los rasgos dialectales y lenguas orientadas al turismo en el barrio hispalense de Triana (Lorenzo, 2022). Incluso en el reciente trabajo de Galloso et al. (2023) se han reunido diversos estudios que utilizan el PL como recurso didáctico para la enseñanza de la lengua.

En cuanto al País Vasco, Aiestaran et al. (2013: 35) defienden que el estudio del PL en esta región resulta de gran interés, no solo por ser una comunidad oficialmente bilingüe, sino por el multilingüismo en la sociedad vasca:

Si nos detenemos un momento y echamos una mirada pausada sobre el País Vasco, podríamos decir que constituye una especie de laboratorio del multilingüismo en el espacio público. Para nosotros, el paisaje lingüístico es en sí un lugar de trabajo para desarrollar nuestra investigación científica. Esta región se asemeja a un laboratorio en la medida en que ofrece oportunidades para la observación, para la práctica y para la experimentación. La distribución de las lenguas en los signos no es casual, sino planificada. La forma en que las lenguas se muestran en el espacio público no responde al azar, cada signo ha sido diseñado y situado donde corresponde. Cada signo lingüístico tiene un valor estético, tiene un significado y está diseñado teniendo en mente a sus futuros lectores.

El estudio del PL del País Vasco ha experimentado avances, aunque todavía se encuentra en un estado incipiente. En esta última década se han publicado trabajos sobre presencia del euskera como lengua oficial minoritaria: Aiestaran et al. (2013) y Gorter et al. (2012) observan las manifestaciones lingüísticas en el PL de Donostia, del mismo modo que Granizo (2022) lo hace en la localidad navarra Alsasua. Desde un enfoque distinto, otras investigaciones estudian el contacto lingüístico y su efecto en el PL: Fernández-Juncal (2020a) analiza la convivencia entre el castellano y el euskera en Bilbao y en áreas rurales limítrofes de Cantabria y Vizcaya (Fernández-Juncal 2020b); Martínez de Marigorta Varela (2016), por su parte, indagó acerca del contacto lingüístico entre el euskera, el castellano y otras lenguas minoritarias presentes en el casco histórico de Vitoria-Gasteiz.

En ese contexto se enmarca el presente trabajo, que pretende realizar una primera aproximación al estudio del PL de contenido político, sindical o social en el País Vasco. Cabe destacar que la intencionalidad de dichos signos es variada: algunos sirven para informar sobre la fecha de un evento, manifestación o protesta; otros para difundir consignas de carácter reivindicativo. Todos ellos tienen como objetivo modificar la acción o la conciencia humana y, para ello, la elección de la lengua es un elemento marcador identitario. De este modo, observamos que en el PL político vasco se entremezclan las funciones informativa y simbólica (Landry y Bourhis, 1997: 25; Spolsky, 2009: 33).

Por lo tanto, siguiendo a Aiestaran et al. (2013: 35), asumimos que «la forma en que las lenguas se muestran en el espacio público no responde al azar». Así, como se ha indicado previamente, los estudios de las lenguas presentes en los signos de carácter ideológico-reivindicativo podrían ofrecer información relevante acerca de la función informativa y/o simbólica de las lenguas en PL vasco y de las actitudes lingüísticas.

2. Metodología

Desde que en 1979 se aprobara la Ley Orgánica 3/1979, de 18 de diciembre, de Estatuto de Autonomía para el País Vasco (publicado en el BOE de 22 de diciembre de 1979), la comunidad autónoma vasca es considerada oficialmente bilingüe, adquiriendo el castellano y el euskera el mismo estatus de cooficialidad. Sin embargo, las dos lenguas presentan una realidad sociolingüística diferente: la primera es mayoritaria y casi la totalidad de los habitantes son competentes para hablarla; la segunda, minoritaria, se encuentra en vías de normalización (véase la Ley 10/1982, de 24 de noviembre, básica de normalización del uso del euskera). Según los datos del Instituto Vasco de Estadística (Euskal Estatistika Erakundea, 2022b) ([Eustat] [Instituto Vasco de Estadística]), un 43,3% de los habitantes de la comunidad autónoma vasca es vascohablante. No obstante, la situación cambia dependiendo de la provincia o localidad como veremos más adelante (véase Tabla 1), de modo que resulta oportuno preguntarse si esa variación también se aprecia en el PL vasco. Para ello, en este trabajo se han estudiado dos localidades[1] sociolingüísticamente muy diferentes con el fin de observar si existen diferencias por parte del emisor a la hora de formular los mensajes políticos, sindicales y sociales según la realidad lingüística de cada zona.

Tabla 1

Vascohablantes y castellanohablantes en la CAV, Álava y Guipúzcoa

CAV

Álava

Guipúzcoa

Total habitantes

2 122 895

314 744

694 196

Vascohablantes

42,2%

31%

57,5%

Casi-vascohablantes

18,5%

18,1%

15,8%

Castellanohablantes

39,3%

51,8%

26,7%

Nota. Fuente: Euskal Estatistika Erakundea (2022b)

Una de las localidades estudiadas es Zizurkil, en el interior la provincia de Guipúzcoa (véase Figura 1). Actualmente tiene 2920 habitantes, de los cuales casi un 10% ha nacido en el extranjero (Euskal Estatistika Erakundea, 2022a), así que la presencia de otras lenguas minoritarias en el paisaje lingüístico sonoro es considerable. Según las estadísticas del año 2016 (Euskal Estatistika Erakundea, 2018), un 47% tiene el euskera como lengua materna, mientras que el 67,1% de habitantes es vascohablante. La localidad se encuentra divida en dos áreas: un núcleo urbano rural y un distrito formado por diferentes barrios en un entorno industrial, con conexión ferroviaria y acceso a la autovía. En esta última parte de la localidad se agrupa la mayor parte de la población; existe mayor diversidad cultural y lingüística y se observa más movimiento social y sindical. Por esa razón, se ha optado por fotografiar, sobre todo, este distrito.

Figura 1

Localización de los municipios analizados

Nota. Fuente: elaboración propia con Google Maps

La segunda localidad analizada es Vitoria-Gasteiz, capital de la provincia de Álava y de la comunidad autónoma vasca (véase Figura 1). En el 2022, la ciudad contaba con 248 106 habitantes, de los cuales el 14,39% había nacido fuera de España (Euskal Estatistika Erakundea, 2022a). El 17,9% de los vitorianos es vascohablante activo, aunque solo un 3,7% tiene el euskera como lengua materna (Euskal Estatistika Erakundea, 2018). Dada la extensión de la ciudad, se ha optado por realizar el fotografiado en la zona universitaria —donde abundan los signos elaborados por los movimientos juveniles, estudiantiles y políticos—, el barrio obrero de Adurza, junto a la zona universitaria, y Salburua, un barrio obrero y de clase media, en las afueras de la ciudad[2].

Aun siendo Vitoria y Zizurkil localidades de una misma comunidad autónoma, la realidad lingüística es desigual (véase Tabla 1).

En un contexto con estas características, resulta de gran interés analizar de manera contrastiva el PL en el País Vasco, ya que nos puede ofrecer información acerca de la situación sociolingüística de las lenguas:

The study of the linguistic landscape is particularly interesting in bilingual and multilingual contexts. The linguistic landscape can provide information about the sociolinguistic context and the use of the different languages in language signs can be compared to the official policy of the region and to the use of the language as reported in surveys. The study of the linguistic landscape can also be interesting because it can provide information on the differences between the official language policy that can be reflected in topdown signs such as street names or names of official buildings and the impact of that policy on individuals as reflected in bottom-up signs such as shop names or street posters.(Cenoz y Gorter, 2006: 68)

Además, el estudio del PL también puede informar, en parte, sobre la vitalidad de las lenguas minoritarias (Barni y Bagna, 2010), que en este caso serían el euskera y las lenguas de las personas migrantes.

Las fotos se realizaron entre enero y junio del año 2022. Durante ese período, en total se efectuaron 94 instantáneas, 31 en Zizurkil y 63 en Vitoria-Gasteiz. Principalmente, el foco se orientó hacia los signos cuyo contenido, vigente o no, era sindical (conflictos obreros, luchas sectoriales, etc.), social (vinculados al feminismo, a la juventud o a las luchas vecinales) o político. Por lo tanto, se trata de manifestaciones lingüísticas en su mayoría transgresoras y no cuentan con una autorización institucional previa para su colocación.

Ese factor conlleva ciertas dificultades a la hora de estudiar el PL de carácter ideológico. Uno de los rasgos principales de los signos creados desde abajo, es decir, bottom-up (cf. Ben-Rafael et al., 2006), transgresores y sin autorización es su fugacidad. En varias ocasiones se han llegado a identificar signos con contenido interesante para el estudio, pero al no fotografiarlos en el momento de visualizarlos, habían sido retirados por las autoridades pocas horas más tarde.

Otra característica de los signos analizados es la variedad en el soporte. Los más habituales son pegatinas, carteles, pancartas y pintadas parietales. De modo que la escritura también varía: tanto las pegatinas como los carteles están elaborados con escritura mecánica; sin embargo, las pancartas y las pintadas están realizadas a mano.

Tras la recopilación de las fotos, estas han sido catalogadas en dos grupos según el número de lenguas que aparecen en los signos. Así, se han repartido entre los monolingües por una parte y los bilingües o multilingües por otra. También se ha puesto interés en la/s lengua/s que aparece/n en dichos signos: euskera, castellano, otras.

3. Corpus y análisis

Como ya se ha mencionado previamente, en el presente trabajo de investigación se han realizado 94 fotografías en contextos sociolingüísticos distintos. El objetivo ha sido identificar las lenguas que aparecen en el PL político vasco, teniendo en cuenta que se trata de una comunidad oficialmente bilingüe, pero multilingüe en la realidad[3].

De la totalidad de los signos localizados en el período escogido para el fotografiado, el 81,7% son monolingües y el resto (20,3%) presenta más de un idioma, habitualmente dos.

En Zizurkil, 25 de los 31 signos fotografiados son monolingües, de los cuales uno de ellos está en inglés[4] (Figura 2a), otro en castellano (Figura 2b) y el resto en euskera (Figura 3).

Figura 2

Pintadas parietales en inglés (a) y en castellano (b) en Zizurkil

(a)

(b)

Nota. Fuente: archivo personal del autor

Figura 3

Signos de carácter reivindicativo en euskera en Zizurkil

(a)

(b)

Nota. Fuente: archivo personal del autor

En el caso de la localidad guipuzcoana, solo un número reducido de los signos está escrito en más de un idioma. En la Figura 4 podemos observar manifestaciones lingüísticas de carácter político cuya lengua predominante es el euskera, pero también están presentes el castellano (a) y el francés (b)[5].

Figura 4

Signos bilingües en Zizurkil

(a)

(b)

Nota. Fuente: archivo personal del autor

Como puede apreciarse en las Figuras 4a y 4b, tanto el español como el francés juegan un papel residual. En la primera se lee una pancarta convocando a una manifestación a favor de los trabajadores en huelga. En ella el euskera es la lengua prioritaria, mientras que el castellano aparece como traducción de greban (‘en huelga’). En el cartel de la Figura 4b ocurre algo similar: el francés solo se utiliza para traducir el mensaje deus ez ospatzeko a rien a fêter (‘nada que celebrar’).

En la capital alavesa siguen predominando los signos monolingües (51 de 63), aunque observamos un ligero aumento de la presencia de los bilingües (12 de 63). Tal y como puede percibirse en las siguientes figuras, la mayoría de los textos están escritos en euskera (Figuras 5b, c, d y f) y uno en castellano (Figura 5a).

Figura 5

Signos monolingües en Vitoria-Gasteiz

(a)

(b)

(c)

(d)

(e)

(f)

Nota. Fuente: archivo personal del autor

Aunque en Vitoria se hayan localizado más signos con manifestaciones lingüísticas en ambas lenguas oficiales, su presencia no es equilibrada, ni tampoco poseen el mismo estatus, al igual que ocurre en la localidad guipuzcoana de Zizurkil.

Tanto en la Figura 5 como en la Figura 6 vemos que, habitualmente, el euskera está más visible en el PL y el español juega un papel secundario. Además, esta última aparece con un tipo de letra más reducido, menos perceptible y con un contenido más limitado. En algunas ocasiones se hace uso del castellano para insertar consignas diferentes a las escritas en euskera (Figuras 5a, b, d y e); otras veces se combinan consignas de forma que puedan componer una frase bilingüe (Figura 6c)[6]; en la Figura 6d vemos que el cartel presenta un lema principal en euskera —Zapaltzen gaituen sistemari sua (‘Fuego al sistema que nos oprime’)— y al lado, en un tipo de letra de tamaño más reducido, se ha insertado otro en euskera, español y francés. En este caso, el francés y el euskera son traducciones literales, mientras que el texto en castellano, aun manteniendo el mensaje, varía ligeramente. También existen signos donde se usa el español para añadir y/o complementar la información que aparece en euskera: en la Figura 6f vemos que el idioma principal es la lengua vasca, pero en la fecha de la huelga se ha añadido el mes en castellano al lado del de euskera[7].

Figura 6

Signos bilingües en Vitoria-Gasteiz

(a)

(b)

(c)

(d)

(e)

(f)

Nota. Fuente: archivo personal del autor

Aun no siendo lo más frecuente, en las calles de Vitoria es posible localizar carteles monolingües idénticos, pero escritos en las dos lenguas oficiales. En la Figura 7 se pueden leer carteles escritos en castellano (a y c) y sus equivalentes en euskera (b y d).

Figura 7

Carteles en monolingües en euskera y castellano

(a)

(b)

(c)

(d)

Nota. Fuente: archivo personal del autor

4. Discusión

Tras haber comparado el PL político de las dos localidades vascas, a continuación, se presentará una breve discusión que deberá desarrollarse en futuros trabajos.

Como ya se ha dicho, en la comunidad autónoma vasca existen dos lenguas oficiales; sin embargo, el contexto sociolingüístico es diferente para ambos idiomas: el castellano o español es mayoritario y el euskera minoritario. Los estudios previos manifiestan que esa realidad se ve reflejada en el PL del País Vasco:

A la vista de los datos, se ratifica el empleo mayoritario del español monolingüe, que casi ocupa la mitad del PL. Este porcentaje aumenta hasta casi dos tercios si incluimos la aparición del español en las múltiples combinaciones con el vasco o en los textos multilingües (donde hay concurso de más de dos lenguas). Por su parte, el vasco tiene una presencia limitada cuando va aislado, pero considerablemente señalada cuando está combinado con el español o inserto en textos multilingües. Sin embargo, en los textos mixtos se corrobora la limitación de su presencia, ya que solo en algo más de una décima parte de ellos es dominante el vasco frente al español. (Fernández-Juncal, 2020a: 721)

Asimismo, Aiestaran et al. (2013: 35) confirman «su carácter minoritario [del euskera] con respecto al castellano y la menor presencia del euskera en los textos privados» en el PL de Donostia.

Sin embargo, las dos lenguas oficiales intercambian su presencia en los signos de contenido reivindicativo-ideológico. Fernández-Juncal (2020a: 723) concluye su estudio sobre el PL de Bilbao afirmando que:

el vasco monolingüe supera a las otras modalidades lingüísticas en dos apartados de muy distinta índole: los avisos de carácter político-ideológico y las pintadas e incisiones. Se trata de dos dominios donde la tarea desempeñada es más de carácter simbólico y se responde al tercer principio de Spolsky y Cooper: “escriba un signo en su propia lengua o en una lengua con la que usted desea ser identificado” (1991, p. 81). Spolsky (2009) denomina a este fenómeno symbolic value condition, y Backhaus (2006) le atribuye una motivación política o sociocultural. Como nos recuerda Kasanga (2014), los signos de protesta son una forma de discurso, un medio para difundir las demandas, expresar sentimientos y responder a la autoridad establecida.

Efectivamente, Spolsky (2009: 33) expone tres condiciones por las cuales se selecciona una lengua para la escritura de un signo. La primera condición radica en el dominio y conocimiento del idioma que se pretende usar. La segunda se centra en los propósitos comunicativos y la elección del idioma podría variar en función de las personas a quienes va, presumiblemente, dirigido el signo. Por último, es posible optar por escribir en la lengua con la que se tenga una mayor identificación.

Las dos localidades analizadas en el presente trabajo exhiben una realidad sociolingüísticamente diferente; sin embargo, en lo que respecta al uso de las lenguas en el PL político, se observa una tendencia similar: el euskera —la lengua minoritaria de la sociedad— ocupa una posición predominante, mientras que el castellano juega un papel residual y marginal, y se limita a ofrecer alguna consigna o información aclaratoria. En este contexto, acorde con las conclusiones expuestas por Fernández-Juncal (2020a: 723), parece que el empleo del euskera estaría más ligado a una función simbólica e identitaria que a la funcional.

La primera condición de Spolsky (2009: 33) —el conocimiento del idioma— se cumple, pero los emisores de los textos analizados en este trabajo también conocen la lengua que menos aparece el PL político. La segunda condición podría considerarse: tal vez quien escribe los mensajes pretende llegar, sobre todo, a quien comprende el euskera o posee cierta sensibilidad hacia esta lengua, de modo que, aun priorizando la lengua vasca, a veces se ofrece una ayuda insertando parte del mensaje en castellano. Finalmente, la tercera opción también parece plausible: se opta por la lengua vasca como marca de identidad diferenciadora. Puede favorecer estas dos últimas hipótesis el hecho de que no se haya encontrado ningún signo de carácter político-reivindicativo escrito en ningún otro idioma que no sea oficial, pero sí hablado por parte de la sociedad vasca.

Adicionalmente, tras un estudio más detallado de los signos se concluye que el uso o no del castellano varía según el tipo de contenido: mientras que los signos de carácter político son, en su mayoría, monolingües vascos, los sindicales tienden a ser bilingües, con predominancia del euskera. Otro aspecto que influye en la elección de las lenguas parece ser el carácter de la organización que difunde el mensaje: las formaciones políticas nacionalistas vascas optan por el uso exclusivo del euskera, exceptuando los sindicatos, quienes en ocasiones incluyen el castellano (véanse las Figuras 3a, 5a, 5e y 5f). Esta realidad también se liga con la hipótesis de la tercera condición de Spolsky (2009) mencionada previamente.

Al inicio del trabajo se ha mencionado que el PL es una actividad humana que manipula el entorno y que la elección idiomática no se debe al azar. Así pues, para futuras investigaciones debería ser una línea de investigación el estudio del PL político vasco desde el prisma del nexus analysis planteado por Scollon y Scollon (2004, 2007):

Especially in linguistically and politically contested multilingual contexts public signs, products and advertisements in which particular languages may or may not be visible language choice (or denial of it) can be seen as a site for language ideological and political negotiations and conflicts, related to questions of language vitality, linguistic rights and equality. (Pietikäinen et al., 2011: 278)

Tal y como sugiere Moriarty (2012: 74), el paisaje lingüístico es un espacio de gran relevancia para que las cuestiones políticas estén presentes; ayuda en la construcción simbólica del espacio social y en esa tarea la lengua o las lenguas juegan un papel primordial. En las dos localidades estudiadas en esta primera investigación observamos que, aun siendo socialmente la lengua minoritaria, en cuestiones políticas, sindicales y sociales se opta por el uso del euskera, asumiendo así que una parte importante de la sociedad no entienda el mensaje, haciendo uso de la función simbólica más que de la informática, similar a lo que han observado en Galicia Rodríguez Barcia y Ramallo Fernández (2015).

5. Conclusiones

En el presente trabajo se ha llevado a cabo un estudio comparativo del paisaje lingüístico político de dos localidades vascas: Vitoria-Gasteiz en Álava y Zizurkil en Guipúzcoa. Ambas presentan realidades lingüísticas distintas en cuanto al empleo de las dos lenguas oficiales; sin embargo, se ha observado que en el PL político actúan de una forma similar.

La mayoría de los signos de carácter político-reivindicativo, el 81,7% de los fotografiados, son monolingües vascos. Asimismo, en los signos bilingües que se han encontrado, el 20,3% del total, el euskera ocupa un lugar principal, mientras que el castellano desempeña un papel secundario, añadiendo alguna consigna o proporcionando algún dato informativo. Además, se ha observado que los sindicatos son quienes más signos bilingües reproducen, mientras que las organizaciones políticas y juveniles optan por el uso exclusivo del euskera.

En resumen, prevalece la hipótesis de que el uso de la lengua vasca en el PL político vasco posee un valor simbólico más que funcional, ya que siendo la lengua minoritaria en la sociedad predomina en el PL político.

Financiación

Este trabajo se inscribe dentro del proyecto «Paisaje lingüístico andaluz: planificación y observación cartográfica» PLANEO (PY20-00640; Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación).

Referencias

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[1] Las dos localidades son bien conocidas por el investigador, lo cual facilita la movilidad dentro del entorno urbano donde más manifestaciones lingüísticas de carácter político y social pueden encontrarse.

[2] Han quedado fuera de este estudio otras zonas de interés como la parte antigua y los barrios de Zaramaga y Judizmendi, con una vida política y juvenil activa. Sin embargo, partimos de la hipótesis de que la muestra obtenida refleja de forma bastante fiel lo que se puede encontrar en los otros barrios. Futuras investigaciones confirmarán o desmentirán esta idea.

[3] Según un estudio realizado por la Diputación de Guipúzcoa, en la provincia se han registrado 130 idiomas, sin contar con los dos oficiales. Véase: https://www.gipuzkoa.eus/es/-/euskara-eta-gaztelaniaz-gain-130-hizkuntza-inguru-hitz-egiten-dira-gipuzkoan

[4] Ciertamente, a una corta distancia de donde se encuentra el mensaje existía otro idéntico, por lo que serían dos signos. Sin embargo, tanto por la cercanía de los dos, como por ser ambos iguales y probablemente escritos por la misma persona, se ha optado por contabilizar como un solo signo para no distorsionar la conclusión.

[5] Se trata de un cartel elaborado por el movimiento independentista vasco en del País Vasco septentrional contra la fiesta nacional francesa del 14 de julio. Se encontró otro cartel idéntico en Vitoria. Resulta de interés, en este caso, el uso de la variedad dialectal del euskera: la forma gira ‘somos’ corresponde a hablas septentrionales; en Zizurkil se dice gera y en el estándar gara; de la misma manera, deus ‘nada’ pertenece a hablas vascas orientales y septentrionales.

[6] En el cartel de la Figura 6c se puede leer Arabako metala borrokan (‘el metal de Álava en lucha’) por un convenio justo con una visible diferencia tipográfica según la lengua. Tal vez sea fruto de la casualidad que pueda construirse una frase bilingüe, ya que cada parte de la frase también pueden considerarse como dos consignas diferentes. De ser así, incluiríamos esta foto en el grupo anterior.

[7] Ocurre algo similar en las Figuras 3a y 3f.