https://dx.doi.org/10.12795/PH.2022.v36.i01.14
La presente obra reúne las contribuciones presentadas en el Coloquio Virtual Internacional “Traspasando lo lingüístico: factores esenciales en el contacto de lenguas”, acaecido en mayo de 2021, dentro del marco del proyecto de investigación COREC (Corpus Oral de Referencia del Español en Contacto. Fase I: lenguas minoritarias, referencia: PID2019-105865GB-I00), dirigido por Azucena Palacios y Sara Gómez Seibane. En consonancia con el enfoque teórico y metodológico del grupo de investigación Cambio lingüístico en situaciones de contacto en el que se inscribe dicho proyecto, los once capítulos de este volumen subrayan la importancia de los factores extralingüísticos en el estudio de los cambios inducidos por contacto y posicionan al hablante –en su dimensión social, lingüística y cognitiva– como actor y verdadero locus del contacto.
En el primer capítulo, intitulado “Tipos de hablantes y contextos comunicativos en situaciones de contacto: el caso de Guatemala” (pp. 15-29), Ana Isabel García Tesoro examina el papel de los tipos de hablantes en la creación, el mantenimiento y la difusión de los cambios inducidos por contacto, a partir del análisis de dos fenómenos lingüísticos: la omisión del pronombre de objeto directo y el uso de la preposición en con verbos de movimiento, en dos comunidades bilingües tzutujil-español. El análisis de la autora muestra que los bilingües son los poseedores de las dos lenguas y los creadores de los cambios inducidos por contacto, cuya difusión depende, en gran medida, de factores sociales, como la configuración sociolingüística de la comunidad, el tipo de bilingüismo de los hablantes y las actitudes lingüísticas, que pueden promover o retraer la expansión de los fenómenos derivados del contacto.
La segunda contribución, “El factor adquisición incompleta en el contacto de lenguas” (pp. 31-47), corre a cargo de Azucena Palacios, quien reevalúa la eficiencia del factor tipo de adquisición en la explicación de los fenómenos lingüísticos asociados al contacto mediante el estudio del sistema pronominal átono de tercera persona del español en contacto con tres lenguas originarias de América: el maya yucateco, el otomí y el tzutujil[1]. La autora arguye que si bien el grado de bilingüismo, aspecto estrechamente ligado a la adquisición del español, es un factor esencial para entender este fenómeno lingüístico, este no logra explicarlo por completo. Por ello, propone el uso de un modelo de análisis centrado en el hablante y sus repertorios lingüísticos, visto como un agente creativo en los procesos de variación y cambio inducidos por contacto.
María Sánchez Paraíso continúa con este tópico en el artículo “La conciencia de la norma lingüística en hablantes de español andino peruano: el caso de los pronombres átonos de 3.ª persona” (pp. 49-67). En esta investigación se evalúa el efecto que la conciencia de la norma lingüística tiene en el uso y la propagación de los fenómenos lingüísticos asociados al contacto, específicamente se enfoca en el sistema pronominal átono de tercera persona del español en contacto con quechua en la ciudad de Juliaca (Perú). Los resultados muestran la existencia de dos sistemas pronominales, uno etimológico y otro local, que mantiene la distinción de caso, pero neutraliza el género gramatical. Sin embargo, a diferencia de las situaciones de contacto descritas en los capítulos anteriores, donde la elección del uso de un sistema u otro está determinado por el tipo de bilingüismo, en esta comunidad es la conciencia de la norma lingüística la que lo dispone.
En el cuarto capítulo, “La percepción del castellano hablado en el país vasco a partir de una encuesta” (pp. 69-84), Sara Gómez Seibane presenta los resultados de un estudio en torno a la percepción y las actitudes que los hablantes de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) tienen hacia el castellano del País Vasco (CPV), una variedad de español que ha estado en contacto con la lengua vasca. Mediante el uso de una encuesta difundida por redes sociales y un análisis cuantitativo, la autora muestra que los hablantes de la CAV tienen una percepción positiva del CPV, al que consideran una variedad de prestigio y cercana al estándar. Otro de los hallazgos más sobresalientes de este trabajo es la relación estadísticamente significativa que encuentra entre el nivel de conocimiento del euskera, la identificación con el grupo vasco y la valoración positiva del CPV.
Bruno Camus Bergareche continúa con el análisis del español en contacto con el euskera en el artículo “Una encuesta sobre el leísmo femenino en el castellano del País Vasco” (pp. 85-102). El objetivo de este trabajo es establecer la aceptabilidad y el uso del leísmo femenino entre hablantes vascos de nivel sociocultural alto en un entorno urbano. A partir de los datos obtenidos con una encuesta de reconocimiento y producción en la aplicación Google Forms, el autor señala que el leísmo femenino es un fenómeno lingüístico asociado el contacto con la lengua euskera, cuya tasa de uso en el castellano del País Vasco (CPV) supera el 50%, específicamente en los hablantes con un nivel de instrucción alto.
En el quinto capítulo, “Purismo lingüístico y lenguas en contacto” (pp. 103-117), Alonso Guerrero Galván y Nadiezdha Torres Sánchez analizan el concepto de pureza lingüística en situaciones de contacto contemporáneas entre el español y tres lenguas indomexicanas: el tepehuano del sur, el zoque y el purépecha. En la primera parte, los autores demuestran que el contacto y sus variedades lingüísticas han sido parte la historia sociolingüística de México. En la segunda parte, proporcionan algunos fragmentos de entrevistas sociolingüísticas que develan las actitudes de los bilingües en torno a su español y sus lenguas maternas, a las que suelen calificar como mezcladas o incompletas. Por último, subrayan la relevancia de las actitudes lingüísticas de los hablantes en la expansión de los fenómenos de cambio inducidos por contacto.
La siguiente colaboración, “Niveles de percepción de las vocales en contacto: el caso de una variedad de español andino en Bolivia” (pp. 119-136), está a cargo de Anna Babel, Kevin McGowan y Paola Enríquez Duque. El propósito principal de esta investigación es determinar si la información social que se posee de un hablante incide en la manera en que se percibe su actuación lingüística. Para ello, analizan la percepción de la calidad vocálica de hablantes de quechua y de español en Bolivia, un rasgo lingüístico cuya realización tiene la capacidad de identificar a las personas como hablantes dominantes de quechua o como dominantes de español[2]. Mediante una metodología mixta, que conjuga un experimento sociofonético y una entrevista, las autoras muestran que la información social sí influye en la percepción que se tiene sobre un hablante, pues la evaluación de los participantes en torno a la calidad vocálica fue diferente, a pesar de que la voz siempre fue de un mismo hablante.
Luis Andrade Ciudad y Marco Ferrell Ramírez son los autores de la contribución “Sustrato y contacto lingüístico: dos historias léxicas de los andes norperuanos” (pp. 137-152). A lo largo de sus páginas, señalan que el estudio del sustrato lingüístico en el español andino suele realizarse desde una visión simplificada, que omite la heterogeneidad lingüística previa a la colonización, lo cual ha tenido repercusiones en la metodología y el análisis de los fenómenos léxicos asociados al contacto. Argumentan este punto mediante el análisis del nombre poña, de presunto origen culle, y del adjetivo jaque. A partir del método lexicográfico, llegan a la conclusión de que la palabra poña es de origen asturiano y el segundo término proviene de la lengua aimara.
En el capítulo “Mirada diacrónica y sociolingüística: contacto entre el español y el quechua” (pp. 153-168), Anna Maria Escobar analiza la ecología social del quechua y el español en Perú, desde una perspectiva diacrónica que comprende dos periodos sociohistóricos, el colonial (s.
Carolin Patzelt es la autora del artículo “Identidades sociales en condiciones de movilidad y migración: nuevos enfoques para el estudio de su construcción lingüística” (pp. 169-185), que se centra en la situación migratoria de hispanohablantes (peruanos, colombianos, venezolanos y dominicanos) en la Guyana Francesa. Específicamente, analiza la construcción de identidades sociales a partir del análisis de las denominaciones étnicas exógenas y endógenas de los grupos de hispanohablantes y su relación con las representaciones de las formas de hablar. Mediante los datos obtenidos a través de un cuestionario sociolingüístico y una conversación libre, encuentra que los migrantes hispanohablantes construyen una doble identidad, por un lado, mantienen su identidad nacional de origen y, por el otro, construyen una nueva identidad diaspórica como sudamericanos en la sociedad guyanesa.
La obra cierra con la contribución de Carola Mick, “Regímenes naturales-culturales de contacto: dinámicas discursivas en el contacto de lenguas en el Perú” (pp. 187-205). El objetivo de este estudio es hallar correlatos lingüísticos asociados a diferentes regímenes naturales-culturales y cómo éstos se modifican en situaciones de contacto. Con el material lingüístico proveniente de testimonios, Mick muestra que en Perú coexisten culturas amazónicas, andinas y europeas con diferentes posturas ontológicas: naturalista, animista y analogista, respectivamente. Además, observa que el contacto cultural ha incidido en los regímenes naturales, las posturas ontológicas y su expresión lingüística.
Aunque desde la obra seminal de la Lingüística de contacto, Languages in Contact, Weinreich (1966 [1953]) ya apelaba al uso de un marco sistemático e integral que considerara los componentes lingüísticos, psicolingüísticos y sociolingüístico del contacto, la mayoría de las investigaciones en esta área han primado el estudio de las características lingüísticas, estructurales y tipológicas del contacto, y han soslayado el efecto de los factores cognitivos y sociales. En este contexto, las investigaciones que integran el volumen Traspasando lo lingüístico: factores esenciales en el contacto de lenguas contribuyen sobremanera al estudio de los cambios inducidos por contacto, especialmente, al entendimiento del papel que desempeñan los factores no lingüísticos en la creación, el mantenimiento, la difusión o la retracción de estos.
Babel, A., K. McGowan y P. Enríquez Duque (2021). Niveles de percepción de las vocales en contacto: el caso de una variedad de español andino en Bolivia. En S. Gómez Seibane, M. Sánchez Paraíso y A. Palacios (Coords.), Traspasando lo lingüístico: factores esenciales en el contacto de lenguas, pp. 119-136. Iberoamericana-Vervuert.
Fernández Ordóñez, I. (1999). Leísmo, laísmo y loísmo. En I. Bosque y V. Demonte (Dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española. Volumen I: Sintaxis básica de las clases de palabras, pp. 1317-1397. Espasa Calpe.
Weinreich, U. (1966 [1953]). Languages in Contact. Findings and problems. 4.ª ed. Mouton.
[1] El español de los bilingües lengua indígena-español presenta en mayor o menor medida tres tendencias generales, propias de otras variedades de español en contacto: i) la simplificación del paradigma pronominal en una forma, le, o dos, le y lo, como consecuencia de la neutralización de género, número o caso; ii) la extensión de la redundancia pronominal, propia de los objetos indirectos, a los directos; y iii) la omisión del pronombre átono de acusativo o dativo en contextos en que su presencia es obligatoria (Fernández Ordóñez 1999: 1341), como parte de un proceso de gramaticalización que sufre el pronombre para cumplir una función de marcador de concordancia de objeto.
[2] Debido a las diferencias que existen entre los sistemas vocálicos del español /a, e, i, o, u/ y el quechua /i/ /æ/ y /ʊ/, los hablantes dominantes en quechua producen los fonemas del español /e/ /o/ como /i/-/ʊ/, por ello, suelen ser interpretados como /i/-/u/ (Babel 2021: 120).