Claudia Borzi
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
Técnica y Universidad de Buenos Aires
ORCID: 0000-0002-7499-8729
Sofía Gutiérrez Böhmer
Universidad de Buenos Aires
ORCID: 0000-0001-6483-7801
Recibido: 09-02-2022
Aceptado: 27-06-2022
https://dx.doi.org/10.12795/PH.2023.v37.i01.01
Resumen
El trabajo se inserta en el “Proyecto para el estudio de creencias y actitudes hacia variedades del español en el siglo XXI” (PRECAVES XXI), centrado esta vez en la valoración de bonaerenses frente a la variedad castellana. Se sigue la misma metodología que un estudio previo realizado sobre el andaluz para avanzar en la comparación de la variedad castellana con distintas variedades. Se contemplan dos tipos de identificación (exacta y general) y tres criterios de significancia: semejanza en los resultados de la identificación exacta y general; escala de valoración hacia las variedades y distancia entre valores. Como se vio en el estudio sobre las creencias del andaluz, en relación con el castellano, los bonaerenses también se inclinan hacia el polo negativo en comparación con las otras variedades, tanto en la identificación exacta como en la general. Igual valoración (negativa) asumen al enfrentarla a la propia variedad. La ampliación de la muestra de encuestados que identifican la variedad castellana de manera general permite esbozar algunas conclusiones sociolingüísticas en relación con la edad.
Palabras clave: creencias lingüísticas, actitudes lingüísticas, variedad castellana, región Rioplatense, Sociolingüística.
ABSTRACT
The study is inserted within the framework of the “Project for the study of beliefs and attitudes towards current Spanish varieties” (PRECAVES XXI). It focuses this time on the attitude of Buenos Aires speakers towards the Castilian variety. From a methodological point of view, the study follows the same criteria as a previous study on the Andalusian variety to continue with the comparison between Castilian and different varieties of Spanish. We consider two types of identification (exact and general) and three significance criteria: similarity between results for exact and general identification; rating scale towards the Spanish varieties and distance between valuations. The Buenos Aires informants perceive Castilian more negatively when they compare it with the rest of the varieties, both in exact identification and in general, as they did with the Andalusian variety. The expansion of the sample of interviewees who identify the Castilian variety in a general way allows some sociolinguistic conclusions to be drawn in relation to age.
Keywords: linguistic beliefs, linguistic attitudes, Castilian variety, Rioplatense area, Sociolinguistics.
El Proyecto para el estudio de creencias y actitudes hacia las variedades del español en el siglo XXI (PRECAVES XXI), de carácter internacional, delimita 8 regiones siguiendo a Moreno Fernández (2000 y 2009): castellana, andaluza, canaria, mexicana, caribeña, andina, chilena y rioplatense. Para su estudio sigue la metodología común enunciada por Cestero Mancera y Paredes García (2018a).
Dos trabajos previos, en el marco del mismo proyecto, analizan las creencias y actitudes de jóvenes universitarios bonaerenses. Gutiérrez Böhmer y Borzi (2018) analizaron la percepción hacia todas las variedades incluida la propia, y Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021) se centró en la andaluza. En relación con la variedad castellana, hay, además, un capítulo de datos de próxima aparición en un volumen que editan Cestero Mancera y Paredes García (2022). Conforme a los lineamientos del volumen, en ese trabajo se analizan de manera conjunta los datos correspondientes a los informantes que identificaron la variedad castellana de manera exacta (como castellana, madrileña, etc.) y los correspondientes a aquellos que identificaron la variedad castellana de manera general (como española).
Con el objetivo de realizar en un futuro una comparación detallada de la percepción de la variedad castellana con los resultados obtenidos para la variedad andaluza, en el presente trabajo, seguimos la línea metodológica del estudio hecho sobre esta última (Borzi y Gutiérrez Böhmer, 2021). Para ello, tal como consta en el apartado metodológico, (1) desglosamos los resultados para explorar las diferencias de acuerdo con el tipo de identificación (exacta o general) por parte de los informantes; (2) realizamos comparaciones entre los valores obtenidos por la variedad castellana y por las otras variedades; (3) establecemos criterios de significancia para determinar qué valores (positivos o negativos) son relevantes. La muestra más amplia de los encuestados que identifican la variedad castellana de manera general nos permite comenzar a esbozar algunas conclusiones sociolingüísticas en relación con la edad de los encuestados. Nos proponemos también, en un futuro, comparar los resultados del presente trabajo sobre la variedad castellana con los correspondientes sobre esta misma variedad del capítulo de datos mencionado (Cestero Mancera y Paredes García, 2022).
El presente trabajo busca particularizar la percepción que tienen los hablantes bonaerenses de la variedad castellana. Siguiendo a Molina Martos (2010), podemos decir que Castilla presenta tres hablas bien diferenciadas: norteñas, de transición y sureñas, que diferenciamos en Castilla-León, Madrid y Castilla-La Mancha. Las hablas septentrionales son las más conservadoras, mientras que las del centro y meridionales son las que presentan rasgos más innovadores.
Por su parte, siguiendo a Moreno Fernández (1996), Molina Martos sostiene que Madrid, Guadalajara y el norte de Cuenca son más conservadoras que Albacete, Ciudad Real y Toledo. Los datos que analizamos provienen de la Ciudad de Madrid.
Corresponde considerar, además, la relación de la variedad castellana con la norma. Durante siglos se ha identificado a la variedad castellana, tanto en España como en América, como la norma de referencia. Molina Martos (siguiendo a García Mouton, 2006) describe la construcción de la conciencia de la forma correcta de hablar remontándose al siglo XVI y al momento de fijación de la lengua castellana, que tuvo lugar en el siglo XVIII con la creación de la Real Academia Española y los trabajos de codificación del castellano. En consonancia con Borrego Nieto (1999), considera distintos fenómenos en los que descansa la conciencia sociolingüística de los hablantes de Castilla: el término “castellano” se ha visto como sinónimo de “español”; Castilla no convive con sistemas lingüísticos diferentes (como se da en el País Vasco, o en Cataluña, por ejemplo); la variedad castellana es la más cercana a la difundida por los medios de comunicación, y es una variedad muy próxima a la escritura, característica que identifica a las lenguas de prestigio.
Las ciudades poseen gran fuerza innovadora gracias a ser sedes del poder político y económico y de albergar también la mayor actividad cultural en relación con el medio rural.
Cestero Mancera y Paredes García (2018b), en coincidencia con Molina Martos (1998), sostienen en su investigación que los jóvenes universitarios de la variedad castellana registran valoraciones positivas hacia su propia variedad, a la que asocian con el mayor prestigio. Con sus resultados, Cestero Mancera y Paredes García encuentran coincidencia con lo obtenido por Moreno Fernández y Moreno Fernández (2004) e Yraola (2014): el modelo de español es Castilla (61,3%) y está en las ciudades de Madrid (con 38 menciones), seguida esta por Valladolid (con 9 menciones) entre otras.
En la región bajo análisis, por su parte, se observa que Madrid es la única gran ciudad de referencia en la zona castellana para nuestros encuestados. En Gutiérrez Böhmer y Borzi (2022), de 15 encuestados que identificaron el español peninsular como el mejor español, solo 2 mencionaron una ciudad específica: Madrid.
La metodología de PRECAVES XXI se centra en una encuesta en línea que utiliza la técnica de pares falsos. Cada informante trabaja con 2 grabaciones por cada una de las variedades establecidas (16 grabaciones en total). Una pertenece al discurso oral y la otra, a la lectura de un texto escrito. La encuesta dura aproximadamente una hora y, en ella, los informantes trabajan solo con voces masculinas o femeninas, para controlar que esta variable no interfiera en las valoraciones. Para la evaluación de dichas grabaciones, se plantean, centralmente, una serie de pares bipolares de atributos (monótona-variada, rural-urbana, desagradable-agradable, etc.). La escala propuesta es, en la mayoría de los casos, de 6 grados, una escala sin término neutro en la puntuación (Cestero Mancera y Paredes García, 2018a). Asimismo, se diferencian valoraciones directas (se evalúa directamente la variedad) de valoraciones indirectas (se evalúan las características personales, la región y la cultura a la que se considera que pertenece la voz evaluada). Para la valoración indirecta según la persona, los atributos trabajo e ingresos establecen una escala de 3 grados, y la de estudios, una de 4 grados. La encuesta también incorpora algunas preguntas abiertas, tales como “En su opinión, ¿en qué región o zona se habla mejor el español?”, “Señale un aspecto de la pronunciación que le haya gustado especialmente” y “Señale un aspecto de la pronunciación que le haya disgustado especialmente”.
El proyecto PRECAVES XXI establece tres variables para la caracterización de los informantes: (1) Sexo, (2) Edad y (3) Nivel de instrucción. Para (2), la variable analizada en este trabajo, se consideran 3 grupos etarios: Generación 1, de 20 a 34 años, ambos incluidos; Generación 2, de 35 a 54 años, ambos incluidos; y Generación 3, de 55 o más años.
Como menciona un trabajo previo en relación con la variedad andaluza (Borzi y Gutiérrez Böhmer, 2021), en lo que atañe a las variedades europeas del español, los hablantes rioplatenses no son capaces de moverse entre las categorías del nivel superordinado (apreciar la semejanza entre variedades) ni del subordinado (diferenciar las que se encuentran en un área reducida). Esto se pone en evidencia en los bajos niveles de identificación exacta de las variedades regionales españolas por parte de nuestros encuestados. Para la muestra utilizada en Gutiérrez Böhmer y Borzi (2018) y en Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021), solo el 5,62% de las voces castellanas evaluadas había sido identificado como de voces castellanas. En esta muestra, solo el 13,97% de las voces castellanas evaluadas (19/136) fueron identificadas como castellanas. Estas 19 voces fueron identificadas solo por 13 participantes de Grado de instrucción 3 y 3 participantes de los dos grados de instrucción restantes. Al mismo tiempo, el 86,03% (117/136) de las mismas voces fueron identificadas de manera general, como variedad española. Dentro de este grupo se encuentran 64 personas del Grado de instrucción 3 que conforman la segunda muestra de este trabajo.
La baja identificación exacta nos llevó a realizar comparaciones en dos direcciones en busca de una muestra más numerosa:
La muestra para la identificación exacta está constituida por encuestas realizadas a 16 personas, que se distribuyen de la siguiente manera (Tabla 1)[1].
Tabla 1
Muestra para la identificación de la variedad castellana de manera exacta (como variedad castellana)
Generación 1 20-34 |
Generación 2 35-54 |
Generación 3 55 o más |
|
Grado de instrucción 1 |
0 |
0 |
1 |
Grado de instrucción 2 |
0 |
1 |
1 |
Grado de instrucción 3 |
5 |
6 |
2 |
Total: |
5 |
7 |
4 |
En la identificación exacta, no se han tenido en cuenta los resultados de la variedad canaria, puesto que las identificaciones acertadas de esta variedad no son representativas (solo 2 voces canarias de 186 han sido identificadas correctamente, el 1,08%).
La muestra para la identificación general está constituida por encuestas realizadas a 64 personas, que se distribuyen de la siguiente manera (Tabla 2) [2].
Tabla 2
Muestra para la identificación de la variedad castellana de manera general (como variedad española)
Generación 1 20-34 |
Generación 2 35-54 |
Generación 3 55 o más |
|
Grado de instrucción 3 |
26 |
25 |
13 |
En identificación general, no hay ninguna identificación del rioplatense (rioplatense como variedad sudamericana, por ejemplo). Asimismo, hay diferencias entre los grupos etarios ya que la Generación 3 no identifica de manera general la variedad caribeña.
Para todos los casos, hemos ponderado como significativos los resultados siguiendo tres criterios.
El primer criterio corresponde a aquellos casos en los que hay semejanza entre los resultados obtenidos para la identificación exacta y aquellos obtenidos en la identificación general. Hemos detectado, por ejemplo, que el primer grupo etario (20 a 34 años) y el segundo grupo etario (35 a 54 años) en identificación general siguen la línea de valoración negativa de la variedad castellana de la muestra para la identificación exacta.
El segundo criterio tiene que ver con el orden en el que se posicionan las variedades en la escala que va de la mejor valorada a la peor valoración para cada rasgo.
El tercer criterio jerarquiza aquellos rasgos en cuya escala la diferencia entre el valor máximo y el valor mínimo igualan o superan el 20% de la escala (1,20 puntos de diferencia para las escalas 1-6, 0,80 puntos para escalas 1-4 y 0,60 puntos para escalas de 1-3). Con el mismo criterio, las valoraciones que reciben dos variedades para el mismo rasgo serán más significativas si se acercan o superan el 20% de la escala de valores (lejanía significativa) o, para cercanía significativa, si se acercan o son inferiores al 5% del rango de valores (0,30 puntos de diferencia para las escalas 1-6, 0,20 puntos para escalas 1-4 y 0,15 puntos para escalas de 1-3).
Para algunos rasgos, el valor promedio recibido por la variedad castellana (u otras) supera el valor promedio neutro (3,5). Esto podría interpretarse, sin más, como una valoración positiva. Sin embargo, en el contexto más amplio de los diversos parámetros de significatividad aquí propuestos, puede quedar evaluada de manera negativa. Es el caso de familiar-extraña (Valoración indirecta por Región), en el que la variedad castellana recibe 4,42, pero se opone a la rioplatense (5,48), la mejor evaluada, por 17,66% de la escala, mientras que se acerca a la andina (3,94) a un 8%, siendo esta última la considerada más extraña.
Cercana-Distante. Evaluación negativa. Los encuestados perciben la castellana (3,05) como la segunda menos valorada después de la andaluza (2,79), el valor más cercano; muy alejada de la rioplatense (4,70) en un 27,5% de la escala (1,65 puntos) que es la considerada más cercana. Su valor es inferior al neutro (3,5) (Figura 1). En Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021) la distancia entre la castellana y la andaluza era mucho mayor (1,56), a favor de la andaluza inversamente a estos resultados.
Blanda-Dura. Evaluación negativa. La variedad castellana es vista tan poco blanda como la variedad andaluza. Los valores son casi idénticos. Castellana (3,05) y andaluza (2,92) se alejan entre sí por solo 0,13 (2,16 %). Ambas se ubican en la sexta y última posición respectivamente, en la escala de mejor a peor valoradas. La variedad castellana se aleja por un 22,5% de la mexicana (4,40), la más blanda. La variedad rioplatense (3,74), para este atributo, se ubica en el cuarto lugar y se distancia de la variedad castellana por 0,69 puntos (11,5%)[3] (Figura 2).
Suave-Áspera. Evaluación negativa. La variedad castellana (3,26) es, comparativamente con las restantes, la que recibe la puntuación más baja. Se opone a la caribeña (4,66), la más suave, en un 23,33% de la escala. La andaluza es la segunda valoración más baja (3,31). Ambos valores son muy cercanos (0,83% de la escala). La rioplatense tampoco se considera suave (3,67). Esta variedad es la tercera en valoración negativa (Figura 3).
Clara-Confusa. Evaluación positiva. Para este rasgo, la variedad castellana (4,84) es la segunda mejor evaluada, acercándose a la rioplatense (4,96), la más clara. Entre ambas hay solo 2% de diferencia en la escala de valores. También se opone parcialmente a la andaluza (3,79), que comparativamente recibe la puntuación más baja, levemente superior al valor medio (3,5) (Figura 4). La distancia es de 17,5%. Se coincide así con los resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021).
Urbana-Rural. Evaluación positiva. La castellana es la segunda mejor valorada (5,16) después de la rioplatense (5,60). Se ubican a 7,33% de distancia, valoración relativamente cercana. También se opone por 22,83% a la variedad andaluza (3,79), la de puntuación más baja (Figura 5).[4] Se coincide así con los resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021) .
Se podría decir que la castellana se acerca a la rioplatense en el polo positivo en aquellos rasgos con frecuencia asociados al “bien hablar”: claridad, urbanidad y, en menor medida, sencillez.[5] Para casi todo el resto de los atributos en la valoración directa, la variedad castellana se ve muy desfavorecida al ser valorada consistentemente como la de valoración más baja o la segunda más baja.[6] La variedad rioplatense, en estos casos, o bien recibe un valor intermedio entre la variedad castellana y la mejor valorada (agradable-desagradable, blanda-dura) o bien se ubica levemente más cerca de la castellana en el polo negativo que de la variedad mejor evaluada (divertida-aburrida, bonita-fea, suave-áspera y variada-monótona). La única excepción es el atributo cercana-distante, rasgo en el cual tanto la castellana como la rioplatense presentan una oposición casi máxima (3,05, la segunda valoración más baja, y 4,70, la mejor evaluada respectivamente).
Cercana-Distante. Evaluación negativa. Para este rasgo, el valor medio de la voz castellana (3,11) es el valor más bajo. El valor más alto lo recibe la voz rioplatense (4,48). La distancia entre ambos valores extremos es del 22,83% de la escala (Figura 6).[7] También en Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021) la castellana mostró el valor más bajo (2,56).
Simpática-Antipática. Evaluación negativa. Las características personales del hablante castellano vuelven a ser el valor más bajo (3,37) y opuesta a la andaluza, que obtiene el valor más alto (4,77). La distancia entre ambos valores es de 23,33% de la escala. Cabe destacar que la voz rioplatense tampoco es percibida como simpática (3,90), es la segunda peor evaluada (Figura 7). Se coincide así con los resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021), aunque la castellana recibió allí solo 2,22, distanciándose fuertemente de la andaluza (3,88) y de la rioplatense (3,92).
Trabajo. Evaluación positiva. La escala para este atributo es 1-3. El valor promedio asignado al trabajo de los hablantes del castellano es 2,16. Este es el mayor valor. Las características personales de la voz rioplatense, la segunda mejor valorada, recibe 2,14, un valor casi idéntico. El menor valor le corresponde a la variedad andaluza (1,57) (Figura 8).[8] Agradecemos el comentario de uno de los evaluadores, cuando agrega que “estas valoraciones son generales en las respuestas de los encuestados de PRECAVES en España, incluso en Andalucía”.
Ingresos. Evaluación positiva. La escala para este atributo es 1-3. Nuevamente la voz castellana es la mejor evaluada (2,37) seguida de la rioplatense (2,21). El valor más bajo lo recibe también la variedad andaluza (1,77). La distancia entre ambos valores extremos es de 0,6 puntos (20% de la escala) (Figura 9).
Familiar-Extraña. Evaluación negativa. La región castellana (4,42) es la tercera mejor valorada. Sin embargo, se distancia de la rioplatense (5,48), la mejor evaluada, por 17,66% de la escala, mientras que se acerca a la andina (3,94) a un 8%, siendo esta última la considerada más extraña (Figura 10).[9] Se coincide en la valoración negativa con Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021), donde la castellana recibió la valoración más baja (3,56) a 2,02 de la rioplatense (5,58).
Divertida-Aburrida. Evaluación negativa. A pesar de obtener una valoración positiva (arriba de 3,5), la región castellana (4,16) es la segunda peor valorada. La variedad rioplatense es, a su vez, la segunda mejor valorada (4,83). La castellana se encuentra a una distancia de 15,16% de la valoración máxima (andaluza, 5,07) y la rioplatense, a 4%. La región con valoración más baja es la chilena (3,77) (Figura 11).
Cercana-Distante. Evaluación negativa. La cultura castellana obtiene el segundo valor promedio más bajo (3,63), muy cercano a la última valoración (variedad caribeña con 3,59). El valor más alto lo recibe la cultura rioplatense (5,50). La distancia entre ambos resultados es del 31,16%. La segunda variedad mejor evaluada es la andaluza con (4,14). Se diferencian estos resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021), donde la voz castellana es percibida como la más lejana (3,20), la andaluza (3,69) como la segunda más distante, siendo la rioplatense, eso sí, la más cercana (5,67)[10] (Figura 12).
En la valoración a través de las características personales de la voz, excepto en cercana/distante,[11] encontramos correlación en las valoraciones: si la rioplatense es vista negativamente, también lo es la castellana (simpática-antipática donde reciben respectivamente 3,37 -castellana- la peor, y 3,90 segunda peor -rioplatense). Si reciben valoraciones positivas, también caminan juntas: culta-inculta (igual valoración en ambos casos, 4,68); educada-maleducada (casi idénticas, a solamente 0,07 una de otra con 4,95 la castellana y 4,88 la rioplatense) e inteligente-poco inteligente, a 0,19 (3,16%) una de otra, siendo la rioplatense la segunda mejor evaluada (4,72) y la castellana con una posición media (4,53).
La voz castellana evaluada recibe en trabajo (2,6), e ingresos (2,37) la mejor valoración, y la rioplatense la segunda mejor con 2,14 y 2,21 respectivamente. En estudios (Cf. Nota 8), la castellana se ubica en una posición media (3,47) y la rioplatense es la mejor valorada con 3,63.
En región: los aspectos de índole más afectivos alejan entre sí a las variedades castellana y rioplatense: familiar-extraña (4,42 la castellana, tercera mejor valorada y 5,48 la rioplatense, la más valorada) y, en menor medida, divertida-aburrida (4,16 la castellana, segunda menos valorada y 4,83 la rioplatense, segunda más valorada), y bonita-fea (4,63 la castellana, segunda menos valorada y 5,27 la rioplatense, segunda más valorada). Los aspectos de índole más cognitiva, avanzada-retrasada (4,68 la castellana, valor máximo y 4,11 la rioplatense, el segundo valor más alto), las acercan.
En cultura: la castellana es la segunda más negativa en la valoración cercana-distante (3,36) y la rioplatense es la más positiva (5,50) en consonancia con lo dicho previamente. En los otros atributos descritos, como innovadora-tradicional (3,16) e interesante-poco interesante (4,53) (Cf. Nota 11), también se ubica en clara oposición a la rioplatense que en los dos ámbitos es la mejor (3,99 y 5,35 respectivamente). En rica-pobre, esta oposición no se manifiesta: ambas variedades reciben una valoración casi idéntica, rioplatense (4,69) y castellana (4,68), segunda y tercera mejor valoradas respectivamente (Cf. Nota 11).
Coherentemente con lo expresado en el apartado 3 de Metodología, la muestra para la identificación general de la variedad castellana es más numerosa (Tabla 2). 64 encuestados han identificado de manera general 117 voces pertenecientes a la variedad castellana (como variedad española). Esto representa, como se mencionó en el apartado 3,1, un 86,03% de las voces evaluadas (117/136).
Esta muestra un poco más amplia nos permite comenzar a esbozar algunas conclusiones sociolingüísticas, en particular, en relación con la edad, como desarrollaremos en los apartados siguientes. Aquí nuevamente se contemplarán solo aquellos atributos cuyos valores extremos igualan o superan el 20% del rango de valores en los tres grupos generacionales, como se indica en el apartado de Metodología.[12]
A continuación, exponemos las tablas con los valores promedios recibidos por cada variedad identificada de manera general por parte de cada grupo etario (Tabla 3).
Tabla 3
Valoración directa (componente afectivo). Parámetros (A/D) Agradable-Desagradable, (B/D) Blanda-Dura, (B/F) Bonita-Fea
Edad 1 - 20-34 |
Edad 2 - 35-54 |
Edad 3 - 55 o + |
|||||||
A/D |
B/D |
B/F |
A/D |
B/D |
B/F |
A/D |
B/D |
B/F |
|
Castellana |
4,27 |
3,52 |
4,02 |
4,16 |
3,15 |
3,72 |
4,57 |
3,91 |
3,96 |
Andaluza |
3,21 |
3,00 |
3,14 |
3,67 |
3,37 |
3,20 |
3,11 |
3,33 |
3,44 |
Canaria |
4,63 |
3,88 |
3,75 |
4,38 |
3,00 |
4,25 |
3,00 |
3,00 |
5,50 |
Mexicana |
5,00 |
4,00 |
3,00 |
4,67 |
4,67 |
4,33 |
4,00 |
2,00 |
3,00 |
Caribeña |
4,00 |
4,50 |
2,50 |
5,00 |
4,80 |
4,80 |
|||
Andina |
4,50 |
4,00 |
5,00 |
3,50 |
3,50 |
3,00 |
5,00 |
5,00 |
5,00 |
Chilena |
5,00 |
3,00 |
4,00 |
4,50 |
3,50 |
2,50 |
4,00 |
4,00 |
3,00 |
Agradable-Desagradable. Los encuestados de los grupos de Edad 1 así como también los de Edad 2, evalúan la variedad castellana de manera intermedia. Si bien los resultados promedio superan el valor neutro (3,5), la castellana (4,27 Edad 1 y 4,16 Edad 2) se ubica a distancia similar entre el valor máximo y el valor mínimo (en Edad 1, se ubica 0,73 puntos por debajo del valor máximo y 1,06 por encima del valor mínimo; en Edad 2, se encuentra 0,84 puntos por debajo del máximo y 0,66 puntos por encima del mínimo). La Edad 3, sin embargo, considera la variedad castellana positivamente, siendo así la segunda mejor puntuada (4,57)[13].
Blanda-Dura. Las Edades 1 y 2 se distinguen nuevamente de la Edad 3, con una evaluación promedio negativa de la castellana (con 3,52 y 3,15 respectivamente, segunda peor evaluada). La Edad 3 da valoración intermedia, con leve inclinación positiva (con 3,91, el valor se aleja 1,91 puntos, el 31,83%, de la mexicana, la peor evaluada y se mantiene a 1,09 puntos, el 18,16%, de la andina, la mejor evaluada).
Bonita-Fea. Para este parámetro, la Edad 1 se distingue de los dos restantes al evaluar la variedad castellana como la segunda mejor (4,02). Las Edades 2 y 3 la ubican en el medio (en Edad 2, se ubica 1,08 puntos por debajo del valor máximo y 1,22 por encima del mínimo; en Edad 3, se encuentra 1,54 puntos por debajo del máximo y 0,96 puntos por encima del mínimo).
Suave-Áspera. Aquí, nuevamente Edades 1 y 2 van juntas: para la Edad 1, la variedad castellana es más áspera que suave (con 3,35 puntos se ubica a una distancia significativamente cercana a la caribeña, la peor: 0,35 puntos/5,83%); para la Edad 2, la castellana es la segunda peor con idéntico valor (3,35). La Edad 3, sin embargo, la considera suave (4,17 es el segundo mejor valor en la escala después de la andina) (Tabla 4).
Tabla 4
Valoración directa (componente cognitivo). Parámetros (S/A) Suave-Áspera, (V/M) Variada-Monótona, (R/L) Rápida-Lenta, (C/C) Clara-Confusa
Edad 1 - 20-34 |
Edad 2 - 35-54 |
Edad 3 - 55 o + |
||||||||||
S/A |
V/M |
R/L |
C/C |
S/A |
V/M |
R/L |
C/C |
S/A |
V/M |
R/L |
C/C |
|
Castellana |
3,35 |
2,81 |
3,57 |
4,60 |
3,35 |
2,89 |
3,52 |
4,60 |
4,17 |
3,30 |
3,87 |
4,48 |
Andaluza |
3,21 |
3,41 |
3,89 |
3,21 |
3,23 |
3,77 |
3,90 |
3,63 |
3,33 |
3,22 |
4,44 |
4,00 |
Canaria |
4,50 |
4,63 |
4,63 |
4,00 |
3,63 |
4,75 |
4,38 |
4,75 |
2,50 |
5,50 |
4,50 |
5,50 |
Mexicana |
5,00 |
4,00 |
3,00 |
5,00 |
4,67 |
4,00 |
2,67 |
4,33 |
3,00 |
2,00 |
2,00 |
3,00 |
Caribeña |
3,00 |
5,00 |
4,50 |
4,00 |
4,40 |
4,20 |
3,80 |
5,40 |
||||
Andina |
4,50 |
4,00 |
3,00 |
5,00 |
3,50 |
3,00 |
3,50 |
3,63 |
5,00 |
5,00 |
5,00 |
5,00 |
Chilena |
5,00 |
5,00 |
2,00 |
5,00 |
4,00 |
4,50 |
5,00 |
4,00 |
4,00 |
3,00 |
2,00 |
4,00 |
Variada-Monótona. Aquí también se acercan las Edades 1 y 2 con una valoración muy negativa: con 2,81, Edad 1, y 2,89, Edad 2, la variedad castellana es considerada la más monótona, única variedad en recibir una valoración promedio inferior a 3. El grupo 3, por su parte, la evalúa de manera media: el valor recibido (3,30) supera por 1,48 a la peor evaluada, la mexicana, y está 1,02 puntos por debajo de la mejor, la canaria.
Rápida-Lenta. Para este parámetro, el comportamiento se repite: Edad 1 y 2 hacen una evaluación media de la castellana (no muy rápida y no demasiado lenta), mientras que Edad 3 la considera lenta. Edad 1 la ubica a 1,06 puntos del valor máximo y a 1,57 puntos del mínimo (con 3,57); para Edad 2, la castellana está levemente más alejada del valor máximo que del mínimo (a 1,48 de la mejor y a 0,85 de la peor, con 3,52). Para Edad 3 es la segunda más lenta (3,87).
Clara-Confusa. Como en bonita-fea (componente afectivo), Edad 1 se distingue de los otros dos al ver la castellana (4,60) como la segunda más clara; a 6,66% de la mexicana, la andina y la chilena, las mejor evaluadas. Las Edades 2 y 3 la ubican en una posición media.
Las Edades 1 y 2 siguen la línea de valoración negativa de la identificación exacta de la variedad castellana. Así, se orientan juntas en agradable (evaluación media), blanda (evaluación negativa), suave (evaluación negativa), variada (evaluación negativa) y en rápida (evaluación media). Para los mismos parámetros, la Edad 3 se diferencia: agradable (evaluación positiva, contrario a la identificación exacta. -Cf. Nota 3), blanda (evaluación media con leve inclinación hacia el polo positivo), suave (evaluación positiva, inesperadamente, porque este atributo fue negativo en exacta y en las restantes edades), variada (evaluación media) y en rápida (evaluación negativa). La Edad 1, por otro lado, se diferencia de las Edades 2 y 3 en bonita y clara, haciendo una evaluación positiva de la variedad castellana en ambos casos.
Presentan discordancias con la identificación exacta especialmente las Edades 1 y 3. La Edad 1 (a diferencia de las otras dos edades) evalúa la castellana como bonita y la Edad 3 (a diferencia de las otras dos edades) la considera agradable. La evaluación de estas dos edades respecto de la variedad castellana es, en resumen, positiva. Esto se reitera en Cultura.
Tabla 5
Valoración indirecta (persona). Parámetros (S/A) Simpática-Antipática, (C/D) Cercana-Distante, (C/I) Culta-Inculta, (E/M) Educada-Maleducada
Edad 1 - 20-34 |
Edad 2 - 35-54 |
Edad 3 - 55 o + |
||||||||||
S/A |
C/D |
C/I |
E/M |
S/A |
C/D |
C/I |
E/M |
S/A |
C/D |
C/I |
E/M |
|
Castellana |
3,77 |
3,31 |
4,62 |
4,85 |
3,46 |
3,41 |
4,52 |
4,87 |
4,22 |
3,74 |
4,52 |
5,09 |
Andaluza |
3,38 |
3,28 |
3,86 |
4,55 |
3,83 |
3,60 |
4,04 |
4,47 |
3,89 |
3,11 |
3,78 |
4,67 |
Canaria |
4,50 |
3,63 |
4,00 |
5,00 |
4,63 |
4,25 |
4,13 |
4,25 |
5,50 |
5,00 |
5,00 |
5,50 |
Mexicana |
6,00 |
6,00 |
6,00 |
6,00 |
4,67 |
4,00 |
4,00 |
4,67 |
5,00 |
4,00 |
4,00 |
5,00 |
Caribeña |
5,00 |
3,50 |
4,00 |
5,50 |
5,00 |
5,00 |
5,00 |
5,20 |
||||
Andina |
5,00 |
5,00 |
5,50 |
6,00 |
3,63 |
3,63 |
4,25 |
4,50 |
6,00 |
5,00 |
6,00 |
6,00 |
Chilena |
5,00 |
6,00 |
6,00 |
6,00 |
3,50 |
3,50 |
3,50 |
3,50 |
4,00 |
4,00 |
5,00 |
5,00 |
Simpática-Antipática. Para este parámetro, las 3 generaciones valoran negativamente. Las Edades 1 y 2 ven la voz castellana antipática (3,77, segunda peor, 3,46, la peor, respectivamente). La Edad 3 acerca la castellana (4,22) a solo 0,33 de la peor valorada (la andaluza) y a 1,78 de la mejor (la andina) (Tabla 5).
Cercana-Distante. Aquí también las tres generaciones se comportan de manera similar, consistente con lo ya mencionado para el atributo cercano (Cf. Nota 12). Las 3 generaciones evalúan la voz castellana como más distante que cercana: para la Edad 1 y la Edad 3 la castellana es la segunda más distante (3,31 y 3,74 respectivamente) y para la Edad 2 la voz castellana es la más distante (3,41).
Culta-Inculta. Aquí es la Edad 2 el grupo que se distingue. Edad 1 y Edad 3 valoran la voz castellana de manera media (4,62 y 4,52 respectivamente) con una leve inclinación hacia el polo negativo. Para la primera, la castellana se ubica a 1,38 puntos de la mejor y a 0,76 puntos de la peor. Para la Edad 3, la castellana se encuentra a 1,48 de la mejor y a 0,74 de la peor. La Edad 2, por su parte, evalúa a la castellana como la segunda mejor (4,52), es decir, de manera positiva.
Educada-Maleducada. Las tres generaciones, aunque asignando valoraciones similares, se comportan de manera diferente: la Edad 1 (4,85) la evalúa como la segunda más negativa, la Edad 2, como la segunda más positiva (4,87) y la Edad 3 (5,09) la ubica en una posición intermedia (a 0,91 de la mejor y a 0,42 puntos de la peor) (Tabla 5).
Tabla 6
Valoración indirecta (persona). Parámetro Estudios
Edad 1 |
Edad 2 |
Edad 3 |
|
Estudios |
|||
Castellana |
3,54 |
3,56 |
3,39 |
Andaluza |
3,00 |
3,03 |
3,00 |
Canaria |
3,25 |
3,29 |
3,00 |
Mexicana |
3,00 |
3,00 |
3,00 |
Caribeña |
3,00 |
3,60 |
|
Andina |
3,50 |
3,71 |
4,00 |
Chilena |
4,00 |
2,50 |
3,00 |
Estudios. En cuanto al nivel de estudios asignado a la voz castellana, los grupos etarios 1 y 2 la valoran de manera positiva. En una escala de 1 a 4, los encuestados más jóvenes le asignan 3,54, la segunda mejor valoración. La Edad 2 le asigna una valoración promedio de 3,56. Este valor es el tercero más alto y se ubica a solo 0,15 puntos (3,75% de la escala) de la andina, la mejor valorada y a 0,04 puntos (1%) de la segunda mejor valorada. En la Edad 3, por su parte, la castellana (3,39) obtiene una valoración intermedia con una leve inclinación hacia el polo negativo: se ubica a 0,61 puntos (15%) de la voz mejor evaluada, la andina (4) y a 0,39 puntos (9,75%) de las peor evaluadas, andaluza, canaria, mexicana y chilena (3) (Tabla 6).
Las 3 generaciones coinciden con la Interpretación exacta en cercana-distante y en simpática-antipática, evaluadas también aquí de manera negativa.
Podemos decir que la Edad 1, en particular, muestra su predilección por las voces americanas frente a las europeas en los 4 valores, en oposición a la castellana que es evaluada negativamente. La Edad 1, entonces, considera a la castellana negativamente en educada y en culta, este último se contrapone a lo que ocurrió en la identificación exacta, donde era positivo.
La Edad 2 sigue la línea de la Interpretación exacta también en lo positivo: culta-inculta la evalúa como la segunda mejor (4,52). Para educada-maleducada, la Edad 2 la ubica en el segundo mejor lugar, mientras que en exacta recibía una posición intermedia (Cf. Nota 8).
La Edad 3, como se mencionó previamente, coincide con la Interpretación exacta en cercana-distante y en simpática-antipática, al igual que las otras generaciones. Los valores restantes, culta-inculta y educada-maleducada, reciben valoraciones intermedias.
Para la castellana, estudios es un atributo en cuya valoración positiva confluyen Edad 1 y 2, acercándose así a la interpretación exacta que reservó (aunque con valores no significativos) el tercer mejor nivel. La Edad 3 la ubica en una posición intermedia. En este caso, aunque no coincidan en la variedad, las tres edades prefieren en primer lugar variedades americanas, en oposición a las europeas.
Tabla 7
Valoración indirecta (región). Parámetro bonita-fea
Edad 1 |
Edad 2 |
Edad 3 |
|
Bonita/fea |
|||
Castellana |
5,15 |
5,00 |
5,35 |
Andaluza |
4,82 |
4,82 |
4,56 |
Canaria |
5,00 |
4,14 |
5,50 |
Mexicana |
6,00 |
4,67 |
4,00 |
Caribeña |
6,00 |
5,40 |
|
Andina |
6,00 |
4,29 |
5,00 |
Chilena |
6,00 |
4,50 |
5,00 |
En región, la Edad 1 vuelve a distinguirse de las otras dos edades en su preferencia fuerte por las variedades americanas como las más bonitas, otorgándoles el valor más alto (6). Dejando de lado esta importante diferencia, las tres edades coinciden en dar el segundo mejor valor a la castellana. Para las 3 edades, la valoración obtenida por la variedad castellana, la segunda mejor, se opone a la de Identificación exacta, que se ubicaba en el segundo puesto más bajo (Tabla 7).
Tabla 8
Valoración indirecta (cultura). Parámetros (I/T) Innovadora-Tradicional, (R/P) Rica-Pobre, (C/D) Cercana-Distante, (I/P) Interesante-Poco interesante
EDAD 1 |
EDAD 2 |
EDAD 3 |
||||||||||
I/T |
R/P |
C/D |
I/P |
I/T |
R/P |
C/D |
I/P |
I/T |
R/P |
C/D |
I/P |
|
Castellana |
3,75 |
5,00 |
3,92 |
5,17 |
3,59 |
4,87 |
4,20 |
5,02 |
3,43 |
5,26 |
4,74 |
5,57 |
Andaluza |
3,18 |
4,68 |
3,75 |
4,46 |
3,43 |
4,89 |
4,21 |
4,79 |
3,11 |
5,33 |
4,11 |
5,56 |
Canaria |
3,50 |
4,88 |
3,88 |
4,88 |
3,75 |
4,38 |
3,88 |
4,50 |
2,50 |
4,50 |
4,50 |
6,00 |
Mexicana |
1,00 |
6,00 |
6,00 |
6,00 |
4,67 |
5,00 |
5,00 |
5,33 |
2,00 |
3,00 |
3,00 |
3,00 |
Caribeña |
1,00 |
6,00 |
6,00 |
6,00 |
4,80 |
5,20 |
4,20 |
5,40 |
||||
Andina |
1,00 |
6,00 |
6,00 |
6,00 |
3,00 |
4,00 |
3,57 |
4,00 |
4,00 |
4,00 |
5,00 |
5,00 |
Chilena |
1,00 |
6,00 |
6,00 |
6,00 |
3,50 |
4,00 |
4,50 |
4,50 |
5,00 |
5,00 |
5,00 |
5,00 |
Innovadora-Tradicional. Para la Edad 1 la cultura castellana recibe el valor más alto (3,75). Para este grupo, las variedades latinoamericanas reciben todas ellas el menor valor posible (1). La Edad 2 evalúa la voz castellana de manera negativa: con 3,59 se ubica a 0,16 / 2,66% del segundo peor (la andaluza con 3,43) y a 1,21 puntos (20,16%) de la mejor evaluada (la caribeña con 4,80). Pero la Edad 3 le otorga valores intermedios: el valor medio obtenido por la voz castellana (3,59) se ubica a 1,57 del valor máximo (la chilena con 5) y a 1,43 del valor mínimo (la mexicana con 2) (Tabla 8).
Rica-Pobre. Edad 1 y Edad 3 coinciden en el segundo mejor resultado en ambos casos y recibe 5 y 5,26 puntos respectivamente. La Edad 1, sin embargo, puntúa con el valor máximo (6) a todas las variedades latinoamericanas, mientras que la Edad 3 le otorga el mayor valor a una variedad europea, la andaluza. El valor mínimo lo recibe la mexicana (3). La Edad 2, por último, le asigna a la variedad castellana una valoración intermedia con leve inclinación hacia el polo positivo: ubica a la voz castellana a 0,33 puntos (5,5%) de la voz mejor valorada (la caribeña con 5,2) y a 0,87 (14,5%) de las peor valoradas (la andina y la chilena con 4) (Tabla 8).
Cercana-Distante. Nuevamente, Edad 1 y Edad 3 coinciden en asignarle el segundo mejor valor medio, en este caso, 3,92 y 4,74 respectivamente. También coinciden en identificar a la variedad andaluza como distante (es la peor en Edad 1 con 3,75 y la segunda peor en Edad 3 con 4,11). La Edad 2 le otorga nuevamente una valoración intermedia a la castellana (0,63 puntos de distancia de la peor evaluada, la andina, y 0,80 puntos de distancia de la mejor, la mexicana) (Tabla 8).
Interesante-Poco interesante. Aquí también el patrón se repite: Edad 1 y 3 evalúan la castellana de manera positiva: con 5,17 y 5,57 respectivamente ocupa el segundo mejor lugar. Edad 2 evalúa la voz castellana con valores intermedios con una leve inclinación hacia el polo positivo: con 5,02 se ubica a 0,38 puntos de la mejor y a 1,02 puntos de la peor (Tabla 8).
Para la valoración indirecta por Cultura, la castellana no parece seguir la valoración de identificación exacta.
En aquella, la variedad castellana era evaluada negativamente, con diferentes grados de significancia, en los parámetros innovadora-tradicional, cercana-distante e interesante-poco interesante. Solo en rica-pobre recibía una evaluación positiva.
Aquí se ubica entre las primeras dos variedades preferidas para todos los atributos en Edad 1 y para 3 de 4 atributos en Edad 3 (en innovadora-tradicional este grupo asigna valoraciones intermedias). Edad 1 y Edad 3 coinciden con exacta en la valoración positiva de la cultura para la oposición rica-pobre. Edad 2, por su parte, sí sigue la tendencia en lo negativo de identificación exacta en innovadora-tradicional, pero se aleja de la misma en el resto, puesto que en identificación exacta la voz castellana era evaluada de manera negativa (distante y poco-interesante) y también positiva (rica), mientras que la segunda generación evalúa esa variedad de manera intermedia para todos esos parámetros.
Volvemos a encontrarnos aquí con que la Edad 1 valora muy positivamente todas las variedades americanas (las mexicanas, caribeñas y andinas reciben la más alta y la misma puntuación en rica-pobre, cercana-distante e interesante-poco interesante: 6 puntos), aunque estas reciban el valor más bajo posible (1) en innovadora-tradicional. Las Edades 2 y 3 muestran distribuciones muy dispares al respecto.
Como señala Moreno Fernández (2018: 36), a partir del modelo de Preston (1989), quien propone el “modelo popular de la lengua” (en el que los hablantes entienden la lengua como una realidad extra-cognitiva, como objeto externo al individuo), hay dos argumentos o factores que determinan las actitudes lingüísticas de los hablantes: la naturaleza subjetiva, es decir “agradable” de las lenguas, y la corrección en su uso. Si contemplamos la cercanía entre la corrección y los fenómenos cognitivos encontramos que los encuestados de Buenos Aires asocian su variedad al castellano en todo lo referente a lo cognitivo (más cercano a la corrección que a lo afectivo) y ubican estas dos variedades en los polos opuestos en relación con lo “agradable” (cercano a lo afectivo), como concluimos al analizar los criterios en la identificación exacta. Es coherente con esto el hecho de que en la valoración directa, la variedad castellana se acerque a la bonaerense en el polo positivo en atributos asociados al “bien hablar”: clara, urbana y, más lejos, sencilla. Esto es coincidente con los resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021), donde los bonaerenses vieron la variedad castellana como mucho más clara y urbana que la andaluza (identificación exacta).
Siguiendo los resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021), vemos que los bonaerenses también tenían una valoración negativa de la andaluza, estando la propia en el polo positivo en un 61,53%. La variedad andaluza recibe valores altos en solamente tres de los rasgos rápida, bonita y divertida (asignado en la identificación exacta y al compararla con la castellana).
Respecto de las diferencias en la valoración según las franjas etarias, por un lado, las Edades 1 y 3 se diferencian de la Edad 2. Las Edades 1 y 3 presentan discordancias con la identificación exacta: La Edad 1 (a diferencia de las otras dos edades) evalúa la castellana como bonita y la Edad 3 (a diferencia de las otras dos edades) la considera agradable. Esta diferencia de las Edades 1 y 3 se reitera en Cultura. Mientras tanto la Edad 2 coincide con las valoraciones de la identificación exacta.
Por otro lado, la Edad 1 valora muy positivamente todas las variedades americanas frente a las europeas, mientras que, a diferencia de este grupo etario, hay una tendencia de las Edades 2 y 3 a ver positivamente la castellana en cuanto a culta, educada y en el nivel de estudios que sugiere la voz.
Esta tendencia de valoración positiva de la castellana en lo referido a culta, educada y a estudios asignados a la voz evaluada puede asociarse con el acercamiento entre la castellana y la rioplatense que se evidencia en los aspectos cognitivos de la identificación exacta, pero que se aleja en los aspectos afectivos, donde la castellana es vista negativamente (las Edades 1 y 2 así se manifiestan de manera significativa, aunque sea intermedia la visión de la Edad 3).
Si comparamos estos resultados con Gutiérrez Böhmer y Borzi (2022), para Edad 3, el acercamiento entre la variedad castellana y la rioplatense en los aspectos cognitivos y también en la caracterización de culta, educada y de estudios de la voz podría tener un correlato en que esta generación muestra la tendencia más pronunciada a considerar que se habla mejor español en algunas regiones:[14] el 77,14% de Edad 1, el 62,85% de Edad 2 y el 80,95% de Edad 3 eligen alguna variedad como mejor.[15] La Edad 1 también muestra una tendencia a preferir una variedad. Esto podría ser coherente con la valoración positiva marcada de la Edad 1 por las variedades latinoamericanas. Se puede concluir también que la Edad 2 se diferencia de las Edades 1 y 3 al inclinarse más a favor de la igualdad entre las variedades: el 22,85% de Edad 1, el 37,14% de Edad 2 y el 19,04% de Edad 3 consideran que ninguna variedad es mejor o no contestan.[16]
Volviendo a la primera conclusión de la identificación exacta, la no coincidencia de la castellana con la rioplatense en lo afectivo es también coherente con el hecho de que en todos los casos en los que los encuestados evaluaron cercanía/distancia los valores entre la castellana y la rioplatense fueron opuestos, negativos para la castellana y positivos para la rioplatense.
Estos resultados son, sin embargo, solo primeros pasos de una investigación más amplia que nos permitirá confirmar o refutar lo planteado con una muestra de más informantes en la que seguimos trabajando.
Queremos agradecer todas las sugerencias hechas por los evaluadores que han enriquecido y mejorado sustancialmente nuestra propuesta. Todo error que haya nos pertenece.
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[1] Hemos optado por mantener a los participantes de Grado de instrucción 1 y 2 en esta muestra para que sea más balanceada en términos de la edad de los participantes, puesto que esta es la variable sociolingüística que analizaremos en el trabajo. Como se verá en la Tabla 2, para la muestra más amplia, la de identificación general, solo hemos conservado los resultados correspondientes a los participantes de Grado de instrucción 3.
[2] La muestra total de este trabajo es menor a la de Gutiérrez Böhmer y Borzi (2022), dado que hemos eliminado del estudio a los participantes de Grado de instrucción 1 y 2 que identificaron la variedad castellana de manera general.
[3] Se describen a continuación aquellos rasgos para los que la diferencia entre sus valores extremos no supera el 20% del rango de valores. Para la valoración directa, componente afectivo hay cuatro criterios que se mencionan seguidamente. Respecto de sencilla-complicada, la variedad castellana (4,53) es la mejor valorada. La rioplatense, por su parte, se ubica en el cuarto lugar con (4,41); incluso así, recibe valores muy cercanos a la variedad castellana (distancia del 2%). Esto se diferencia mucho de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021) donde la castellana (2,90), casi idéntica a la andaluza (2,94), son las dos con valoración más baja. Respecto a bonita-fea, la variedad castellana (3,74) es la peor valorada, a una distancia del 13,33% de la caribeña (4,54), la más bonita. La rioplatense queda en el medio (4,01). Coincide esto con los resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021). En tercer lugar, para el atributo divertida-aburrida, la castellana (3,05) se percibe como casi idéntica a la andina (3,04), la peor valorada. La más divertida es la mexicana con (3,97). La variedad rioplatense obtiene un promedio de 3,29. Así también se vio en Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021) aunque la castellana (1,90) quedó allí muy lejos de la segunda peor valorada, la rioplatense (3,40). En el rasgo agradable-desagradable, la variedad castellana es la segunda peor valorada con, no obstante, una valoración que supera el valor promedio neutro (3,89). Se distancia por 14,33% de la caribeña, que es la considerada más agradable. La rioplatense recibe una valoración promedio de 4,28. En Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021) es la castellana la que recibe menor valoración (3,20) y la andaluza la que la sigue (3,75).
[4] Para el rasgo variada-monótona, la variedad castellana recibe una valoración promedio de 3,47, la segunda puntuación más baja (hay diferencia con los resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021), donde la castellana recibe la valoración más baja (2,40)). La considerada más monótona es la andina (3,11) y la más variada, la chilena (4,09). La rioplatense, para este rasgo, está muy cerca de la castellana (3,60, 2,16% de distancia). Para el atributo lenta-rápida, la castellana recibe una valoración promedio de (3,68), levemente por encima del neutro, lo que no nos permite sacar conclusiones.
[5] El par sencillo-complicado se encuentra enmarcado, dentro del Proyecto, en el componente afectivo. No obstante, la sencillez con frecuencia ha estado asociada a la claridad (enmarcada en el componente cognitivo). Partiendo del principio de cooperación y de las máximas de Grice (1975), en particular de la máxima de modo o manera (sé perspicuo, es decir, claro), podemos deducir que un mensaje claro es más fácil, más sencillo de procesar que un mensaje oscuro; es decir que un mensaje claro requiere un bajo costo de procesamiento y, por eso, es también, en ese sentido, sencillo. Para la noción de “complejidad textual”, seguimos a Rescher (1998, citado por Karlsson, Miestamo y Sinnemäki, 2008: vii-xiv), quien entiende que «[Complexity] is first and foremost a matter of the number and variety of an item’s constituent elements and of the elaborateness of their inter-relational structure, be it organizational or operational». En este marco, Miestamo (2008: §2) sostiene que un mensaje será sencillo o fácil de procesar por sus aspectos absolutos (dependientes de fenómenos objetivos del sistema o texto, y dice Miestamo "objetivos" en el sentido de que pueden ser medidos o registrados) y/o por sus aspectos relativos (dependientes del costo de procesamiento o producción del hablante/oyente en situaciones comunicativas concretas). Dadas las características de la encuesta elaborada para el Proyecto y de las respuestas recibidas, no podemos especificar si la valoración que hacen los rioplatenses de la variedad castellana como sencilla depende de aspectos absolutos o relativos del mensaje punto de partida, pero, por lo dicho inicialmente, sí podemos establecer una correlación entre más claro y más sencillo.
[6] Con excepción del par bipolar rápida-lenta, parámetro para el cual recibe una valoración intermedia.
[7] En esta valoración contamos con tres parámetros más. En relación con la oposición inteligente versus poco inteligente, la voz castellana (4,53) se ubica en la mitad. No se acerca, o se distancia de manera significativa, del valor más bajo (el andaluz con 3,92) o del más alto (el caribeño con 4,78). La voz rioplatense es la segunda mejor valorada para este atributo (4,72). En cuanto a la oposición culta versus inculta, la voz castellana es la mejor valorada (4,68), valoración idéntica a la rioplatense. El valor más bajo lo presenta el andaluz con (3,85). Con respecto a la oposición educada versus maleducada, la voz castellana (4,95) recibe una valoración similar a la rioplatense (4,88). Ambas voces se ubican en la mitad de la escala. Otro parámetro referido a la valoración de las características personales de la voz evaluada es el de estudios. Para este parámetro, la voz castellana (3,47) es la tercera mejor valorada y se acerca a la rioplatense, la mejor valorada con (3,63), en 5,33% de la escala. La andaluza es la voz valorada con el puntaje menor (3,00).
[8] Aquí, como en la nota 3, la distancia entre los valores extremos de esta tabla es inferior a 20% (19,66%).
[9] En esta valoración indirecta, en relación con el país o región a la que se cree que pertenece la persona cuya voz es evaluada, los encuestados respondieron respecto de otros dos aspectos: bonita-fea y avanzada-retrasada. Si bien descartamos el atributo avanzada-retrasada por presentar valores extremos con una diferencia menor a 1,2 puntos, la distancia que existe entre ambos valores es cercana al mismo (1,11, 18,5%). En este contexto, el valor máximo lo presenta la variedad castellana (4,68) y el segundo valor lo presenta la rioplatense (4,11). El mínimo le corresponde a la región caribeña (3,57). Para la oposición bonita-fea (distancia entre valores extremos del 17,86%), la relación es inversa: la región castellana es la segunda peor evaluada (4,63) y la rioplatense la segunda mejor evaluada (5,27). Los valores extremos le corresponden a la región andaluza (5,50, el valor máximo) y a la región chilena (4,43, el valor mínimo).
[10]
En esta valoración indirecta sobre lo cultural del país o zona a la que se cree que pertenece la persona cuya voz es evaluada, los encuestados respondieron sobre 3 parámetros más: innovadora-tradicional, interesante-poco interesante y rica-pobre. Respecto del criterio innovadora-tradicional, la cultura castellana recibe el segundo valor más bajo (3,16) mientras que la cultura rioplatense recibe la mayor valoración (3,99). El mínimo lo presenta la variedad andina con (3,04). Se acercan así a los resultados de Borzi y Gutiérrez Böhmer (2021), donde la castellana (3,10) está por encima de la andaluza (2,63) y de la andina (2,83), y con valor positivo, aunque con baja puntuación relativa.
En opinión de los encuestados, la cultura castellana es menos interesante que la rioplatense: la primera recibe el segundo valor más bajo (4,53) y la segunda el valor más alto (5,35); la distancia es de un 13,66% de la escala de valores. Para este atributo, la cultura andaluza recibe la segunda mejor valoración (5,29) y la chilena, la valoración más baja (4,27). En conclusión, la evaluación de la variedad castellana es negativa, ya que resulta tradicional y poco interesante. Para la oposición rica-pobre, hay valoración positiva. La cultura castellana es la tercera mejor valorada (4,68), con valores casi idénticos a la rioplatense (4,69), la segunda mejor valorada. La cultura mejor valorada es la andaluza con 4,71 y la menos valorada, la caribeña (3,90).
[11] Cercana es un atributo que, en la encuesta, de manera sostenida, ubica a la castellana y a la rioplatense en los polos opuestos: negativo castellana y positivo rioplatense.
[12] Los parámetros cuyos valores extremos no han alcanzado una diferencia significativa son 9 por cada grupo etario: 4 en Valoración directa (sencilla-complicada, cercana-distante, divertida-aburrida y urbana-rural) y 6 en Valoración indirecta (persona inteligente-poco inteligente, sumado a trabajo e ingresos y región avanzada-retrasada, divertida-aburrida y familiar-extraña). Por razones de extensión, no se describirán en nota los parámetros.
[13] Hay que tener en cuenta que solo 16 encuestados identificaron variedades latinoamericanas de forma general: 2 pertenecientes al grupo etario más joven, 3 al de mayor edad y 11 al restante.
[14] Si bien hay diferencias en las características socioeducativas de los encuestados, es interesante no perder de vista resultados de estudios anteriores. Contemplando trabajos que indagaron acerca de si se habla más correctamente en algún lugar y de ser así, si en España o en Argentina, Moure y Acuña (2001) encontraron que de los encuestados que identificaron un lugar donde se habla mejor (56% de su muestra), el 23% mencionó España y un 33% otras provincias de Argentina. A su vez, Llull y Pinardi (2014) trabajaron sobre una muestra de hablantes de la Ciudad de Buenos Aires (de los que el 42% eran trabajadores en áreas que no requerían título superior y de nivel socioeconómico bajo y medio, y el 24,5% eran universitarios de nivel alto y medio) y encontraron que, de los países de habla hispánica, un tercio prefería España, aunque predominaba la tendencia a no asignar corrección a ninguna variedad en especial.
[15] Como dijimos, aunque hay diferencias en relación con el presente trabajo en las características de los encuestados, es interesante tener en cuenta que Llull y Pinardi (2014)-encuentran que son los niveles medio y bajo y los mayores de 55 años los que consideran más correcto el español peninsular. Los niveles educativos primario, secundario y terciario coinciden también en preferir la variante peninsular, siendo los universitarios los que en un 24,6% no identifican un lugar donde se hable mejor, si bien en un 23% eligen España.
[16] Siguiendo a Gutiérrez Böhmer y Borzi (2018: 268), en este cálculo se suman las respuestas de quienes no contestaron a la opción ninguna por considerar que la pregunta “¿Dónde se habla mejor?” trae implícita una afirmación de que existe algún lugar donde ocurre así.