https://dx.doi.org/10.12795/PH.2021.v35.i01.17
Percepción de las variedades cultas del español: creencias y actitudes de jóvenes universitarios hispanohablantes es un monográfico publicado por el Boletín de Filología de la Universidad de Chile en el que se presentan los primeros resultados sobre las consideraciones hacia las variedades diatópicas del español por parte del alumnado universitario hispanohablante. El volumen, que cuenta con 302 páginas, se publicó en 2018 y se compone de nueve artículos y una reseña.
El artículo inicial, titulado Creencias y actitudes hacia las variedades cultas del español actual: el proyecto PRECAVES XXI, está a cargo de Ana María Cestero y Florentino Paredes, coordinadores del proyecto. Este primer artículo sirve como introducción al resto del volumen, ya que en él se ofrece información general sobre PRECAVES XXI: se da cuenta de la fundamentación teórica del proyecto, de los procedimientos metodológicos que sigue y también se comentan algunos datos sobre los primeros resultados de la investigación, que son los que se presentan en los posteriores trabajos del monográfico.
En primer lugar, se nos informa de que el Proyecto para el estudio de creencias y actitudes hacia las variedades del español en el siglo XXI (PRECAVES XXI) constituye una investigación panhispánica que tiene como objeto central el estudio de la percepción de las variedades cultas del español a través de las creencias y actitudes de los individuos hacia los usos lingüísticos particulares y los comportamientos hacia ellos. Cestero y Paredes (2018: 16-17) afirman que PRECAVES XXI nace con la finalidad de aportar nuevos datos a un ámbito de estudio en el que no se había profundizado lo suficiente y que no contaba ni con un cuerpo teórico delimitado ni con principios metodológicos homogéneos. En este sentido, la metodología del proyecto se basa en la técnica de pares falsos o máscaras que permite obtener, de forma tanto directa como indirecta, información sobre la valoración que los individuos hacen de las variedades cultas del español y, consecuentemente, sobre sus actitudes hacia ellas. Para llevar a cabo el estudio, el español se divide en ocho grandes áreas lingüísticas: la castellana, la andaluza, la canaria, la mexicana o centroamericana, la caribeña, la andina, la rioplatense y la chilena.
La recogida de material se realiza a través de una aplicación informática creada específicamente para tal fin (www.variedadesdelespanol.es). El procedimiento es el siguiente: los usuarios deben acceder a la plataforma con una clave personal facilitada por el investigador y, a partir de ahí, seguir los pasos marcados por el cuestionario. La encuesta se estructura en tres partes: en primer lugar, se lleva a cabo la recogida de los datos personales y sociogeográficos de cada informante; más tarde, el informante escucha una a una las 16 grabaciones que componen la encuesta y, finalmente, debe completar un cuestionario que se proporciona sobre cada una de ellas.
Los siguientes ocho artículos del monográfico son los primeros surgidos de la investigación de PRECAVES XXI, la cual, en esta ocasión, atiende únicamente al colectivo de los estudiantes universitarios hispanohablantes, si bien los autores dejan claro que la muestra se ampliará en el futuro a otros grupos sociales.
Para el área del español europeo contamos con cinco trabajos: 1) el de Ana María Cestero y Florentino Paredes, que se ocupan de las creencias y actitudes de los jóvenes universitarios del centro y norte de España (centrándose principalmente en los madrileños); 2) el de Beatriz Méndez, que recoge los datos de los universitarios mallorquines; 3) el de Juana Santana, que ofrece los resultados de los sevillanos, como representantes de la Andalucía occidental; 4) el de Antonio Manjón-Cabeza, que estudia a los universitarios granadinos, los cuales se ubican lingüísticamente en la Andalucía oriental y, 5) por último dentro de la geografía española, el trabajo realizado por Clara Hernández y Marta Samper atiende a la zona Canaria.
Por su parte, el área del español americano contiene tres artículos: 1) el primero, que firman M. Claudia González Rátiva y Diana Muñoz, recoge los resultados de los antioqueños como representantes del área andina; 2) el segundo, llevado a cabo por Abelardo San Martín y Silvana Guerrero se ocupa de los universitarios chilenos y, 3) en tercer lugar, Claudia Borzi y Sofía Gutiérrez Böhmer aportan su investigación sobre los estudiantes rioplatenses.
El volumen se cierra con una reseña realizada por Abelardo San Marín sobre Sociolingüística y pragmática del español, obra que publican Carmen Silva-Corvalán y Andrés Enrique-Arias en 2017 y que está íntimamente relacionada con la base metodológica que sirve como soporte a PRECAVES XXI, cuyo cuerpo teórico toma como punto de partida la investigación sociolingüística.
Todos los trabajos del monográfico tienen un título similar, exceptuando el nombre de los sujetos de estudio, que depende de la zona geográfica a la que pertenecen. Por ejemplo, el primer artículo se titula Creencias y actitudes de los jóvenes universitarios del centro-norte de España hacia las variedades cultas del español; el segundo, Creencias y actitudes de los jóvenes universitarios mallorquines hacia las variedades cultas del español, y así sucesivamente. Además, comparten la misma estructura, con ligeras diferencias, ya que cada una de las investigaciones se ocupa de las tres cuestiones fundamentales a las que atiende PRECAVES XXI, que son:
1) En relación con el primer punto, el monográfico documenta de manera general la creencia en un porcentaje elevado (alrededor el 60%) de que existe una variedad de español más prestigiosa. Los canarios y los antioqueños (en casi un 70%) son los que más apuestan por la jerarquización de las variedades mientras que son los granadinos y los rioplatenses (por debajo del 60%) los que en mayor medida consideran que existe igualdad en este sentido. Por su parte, son los madrileños los que creen que su variedad es la más prestigiosa (sorprende el porcentaje, más del 90%) y los andaluces (granadinos y sevillanos), los que menos (en este caso no llega al 15% el número de hablantes que consideran como más prestigiosa su variedad vernácula). Entre los hispanoamericanos, los colombianos son quienes manifiestan una mayor consideración de la variedad propia como modelo de lengua, mientras que los chilenos se sitúan en el polo opuesto.
2) En lo referente a la identificación y valoración de las variedades, la más reconocida por parte del conjunto de sujetos encuestados de las diferentes regiones es la rioplatense (con un porcentaje superior al 80%), probablemente debido a que cuenta con ciertos rasgos salientes como el rehilamiento y el voseo que la hacen fácilmente identificable. Tras ella se sitúa la variedad castellana, con un 70% de reconocimiento. En posiciones intermedias en cuanto al grado de identificación por otros hablantes tenemos las variedades mexicana, caribeña, andaluza y, algo más retrasada, la andina. Entre las menos reconocidas destacan la canaria y la chilena (ninguna de las dos llega al 30% de reconocimiento). Cestero y Paredes (2018: 36), en el capítulo introductorio del monográfico, indican que esto se explica debido a “la ausencia de rasgos claramente identificadores de estas variedades, especialmente en el plano fónico, además de la posición periférica que ambas variedades ocupan dentro de sus respectivos territorios, el canario en España y el chileno en América”.
Una vez identificadas las variedades, se pide a los hablantes que las valoren. En general, a pesar de ciertas diferencias en los resultados, se observa que todas las variedades cultas del español gozan de buena estima por parte de los encuestados. La variedad mejor valorada es la chilena, lo que resulta llamativo ya que fue la menos identificada por los informantes, seguida de cerca de la variedad caribeña. Las que ofrecen una peor valoración en comparación con las demás son dos españolas: la andaluza y la castellana, situándose esta segunda en último lugar. El resto de variedades (canaria, rioplatense, mexicana y andina) quedan en una posición intermedia.
3) En cuanto a la valoración de la variedad propia, de nuevo se documenta, en líneas generales, una valoración bastante positiva hacia la variedad vernácula. En especial, son los hablantes canarios los que más estiman su variedad, seguidos de los chilenos y los colombianos. Por contra, los hablantes mallorquines y madrileños, de todo el conjunto, son los que puntúan de modo más bajo la suya. Este es un resultado curioso, ya que fueron estos hablantes los que consideraron su variedad (la castellana) como la más prestigiosa dentro del acervo general; sin embargo, parece que no ocurre lo mismo cuando tienen que valorarla en relación con criterios afectivos y cognitivos.
En posiciones intermedias se encuentra la valoración de la variedad colombiana, rioplatense y andaluza. En esta última se observa otro dato llamativo, ya que, aunque en ambos casos las puntuaciones son altas, los universitarios granadinos y sevillanos no valoran por igual la variedad andaluza, otorgando los hispalenses una puntuación mayor que los primeros al andaluz.
A la luz de todos estos resultados, podemos afirmar que PRECAVES XXI abre un nuevo camino en el estudio de las variedades del español desde una perspectiva diferente, la de la percepción lingüística. Este tipo de trabajos, que van más allá de la descripción de rasgos y usos lingüísticos, se hacen necesarios en los estudios hispánicos actuales, ya que nos ofrecen datos sobre la conciencia lingüística de los hablantes, que es una vertiente esencial de la sociolingüística que no debería quedar desatendida. Concretamente, el monográfico reseñado en estas páginas nos ha ofrecido un mapa sobre las creencias y actitudes de los jóvenes universitarios hispanohablantes hacia las variedades cultas del español. Además, la metodología conjunta que siguen los autores, fruto de integrarse en un proyecto común, avala la fiabilidad de los datos y favorece la comparación entre las diferentes áreas hispánicas. En este sentido, los resultados de PRECAVES XXI no gozan únicamente de rigor científico, sino que son novedosos y amplían horizontes en el estudio de la variación lingüística en lengua española.