ACTITUDES Y CREENCIAS DE LOS JÓVENES UNIVERSITARIOS BARCELONESES HACIA LA VARIEDAD ANDALUZA. DATOS DEL
PROYECTO PRECAVES XXI

ATTITUDES AND BELIEFS OF BARCELONA’S YOUNG UNIVERSITY STUDENTS REGARDING THE ANDALUSIAN VARIETY OF SPANISH. DATA FROM
THE PRECAVES XXI PROJECT

Cristina Illamola

Universidad de Barcelona

ORCID: 0000-0002-2040-4040

Mar Forment Fernández

Universidad de Barcelona

ORCID: 0000-0003-3730-1336

Recibido: 10-09-2020

Aceptado: 26-10-2020

https://dx.doi.org/10.12795/PH.2021.v35.i01.06

Resumen

En este artículo se presentan los resultados de las primeras investigaciones sobre creencias y actitudes de estudiantes universitarios de Barcelona hacia la variedad andaluza, siguiendo la metodología diseñada y empleada por el proyecto de investigación PRECAVES XXI. Los sujetos observados son estudiantes de la Facultad de Filología y Comunicación de la Universidad de Barcelona, divididos en dos grupos: por un lado, estudiantes de primer curso que no disponen de conocimientos específicos sobre las variedades del español; por otro lado, alumnos que han cursado asignaturas como Historia de la lengua española, Español de América o Sociolingüística del español y que, en consecuencia, cuentan con conocimientos especializados sobre la materia objeto de estudio. Los datos obtenidos nos permitirán saber, por una parte, qué capacidad de identificación de la variedad andaluza poseen los jóvenes universitarios barceloneses; por otra, qué actitud despierta entre ellos esta variedad.

Palabras clave: actitudes lingüísticas, variedades del español, andaluz, PRECAVES XXI, estudiantes universitarios, Barcelona.

Abstract

This article presents the results of the first research on beliefs and attitudes of university students in Barcelona towards the Andalusian variety, following the methodology designed and employed by the PRECAVES XXI project. The subjects observed are students from the Faculty of Philology and Communication at the University of Barcelona, divided into two groups: on the one hand, first-year students who do not have specific knowledge of the varieties of Spanish; on the other, students who have taken subjects such as Spanish Language History, Spanish of America or Spanish Sociolinguistics and who, consequently, have acquired knowledge about the Spanish varieties. The data obtained will allow us to know to what extent young Barcelona university students identify the Andalusian variety and what attitude they have towards it.

Keywords: linguistic attitudes, Spanish varieties, Andalusian, PRECAVES XXI, university students, Barcelona.

0. Introducción

El conocimiento sobre las creencias y las actitudes hacia las variedades cultas del español ha aumentado considerablemente desde la puesta en marcha del Proyecto para el estudio de creencias y actitudes hacia las variedades del español en el siglo XXI (PRECAVES XXI). PRECAVES XXI emplea la técnica de encuesta de pares falsos o match guise y solicita a los informadores que evalúen muestras reales de lengua hablada pertenecientes a las zonas generales de influencia de las variedades cultas del español, es decir, centro y norte de España, sur de España, Canarias, México y Centroamérica, Caribe, Andes, Chile y Río de la Plata (Moreno 2000, 2009, 2019)[1]. El análisis sobre actitudes lingüísticas en el mundo hispanohablante tiene un importante antecedente en el proyecto LIAS, coordinado desde la Universidad de Bergen por Ana Beatriz Chiquito y Miguel Ángel Quesada Pacheco[2]. Los objetivos de este proyecto son tres: en primer lugar, saber qué conocimientos tienen los hispanohablantes de su propio idioma, tanto a nivel nacional como internacional; en segundo lugar, descubrir qué valoración hacen los hispanohablantes de su propia forma de hablar; en tercer lugar, medir el grado de lealtad de los hispanohablantes hacia su propia forma de hablar el español. Los estudios sobre creencias y actitudes lingüísticas realizados en España con anterioridad a la aparición de PRECAVES XXI se habían desarrollado especialmente en los territorios bilingües, sensibilizados por cuestiones relativas a los sentimientos que despiertan entre sus habitantes determinadas prácticas lingüísticas. En Cataluña[3], se dispone de trabajos enfocados principalmente en el análisis de actitudes hacia la lengua catalana. Partiendo de la importancia del fenómeno migratorio reciente y considerando la singularidad lingüística de Cataluña y de su sistema educativo, se han investigado, por ejemplo, las actitudes lingüísticas de grupos de aprendices de catalán con diversas L1 (entre las que se encuentra el español) (Estors 2014). También se han realizado trabajos que subrayan la importancia de las actitudes lingüísticas positivas hacia el catalán y el español para promover una integración adecuada de los colectivos de inmigrantes llegados a Cataluña en los últimos años (Huguet y Janés 2005; Janés 2006a, 2006b; Larrea 2017)[4]. Asimismo, se han llevado a cabo estudios que miden el grado de influencia de las actitudes, creencias e ideologías lingüísticas en la pervivencia del catalán en la zona de la frontera entre Aragón y Cataluña[5]. Finalmente, hay que mencionar los numerosos artículos sobre transmisión lingüística intergeneracional surgidos a raíz de la publicación del clásico Boix (1993).

El trabajo que aquí se presenta carece de precedentes; es decir, no se han medido hasta la fecha, de manera fidedigna y cuantitativamente rigurosa, las creencias y actitudes que poseen los barceloneses respecto a las variedades dialectales y normativas de la lengua española en general, ni respecto a una variedad concreta —en el caso que nos ocupa, la andaluza— en particular. Tampoco se ha analizado si esas creencias o actitudes presentan algún rasgo diferencial cuando se cuantifican en relación con una variedad con la que los sujetos interrogados están más familiarizados como consecuencia de las sucesivas oleadas migratorias que recibió Cataluña a partir de la segunda mitad del siglo XX. Además, no disponemos de datos sobre la posible correlación entre la lengua o lenguas iniciales declaradas por el individuo y la consideración que le merecen las variedades dialectales de una de sus lenguas, en nuestro caso, el español. Finalmente, carecemos de trabajos previos en los que se analice qué conciencia sociolingüística de las distintas variedades del español tienen los barceloneses y, por tanto, hasta qué punto pueden reconocer con exactitud la variedad andaluza. Por todo ello, este artículo pretende cubrir algunas de estas carencias proporcionando los datos obtenidos por el equipo de PRECAVES XXI de Barcelona.

1. Objetivos, preguntas de investigación e hipótesis

Los objetivos de este estudio son dos: por un lado, determinar el grado de reconocimiento de la variedad andaluza por parte de los jóvenes universitarios barceloneses; por otro, medir qué valoración hacen estos jóvenes de la variedad andaluza. Concretamente, se pretende dar respuesta a los siguientes interrogantes:

  1. ¿Los jóvenes universitarios barceloneses identifican la variedad andaluza? ¿La identifican en mayor medida que otras variedades de la lengua española?
  2. ¿Inciden de algún modo el sexo, la especialización o la lengua inicial (L1) de los jóvenes universitarios barceloneses en el grado de reconocimiento de la variedad andaluza?
  3. ¿Cuán cercana perciben los jóvenes universitarios barceloneses la variedad andaluza respecto a su propia variedad?
  4. ¿Los jóvenes universitarios barceloneses valoran positivamente la variedad andaluza?
  5. ¿Inciden de algún modo el sexo, la especialización o la L1 de los jóvenes universitarios barceloneses en la valoración que hacen de la variedad andaluza?

Las hipótesis de las que partimos son:

  1. Los jóvenes universitarios barceloneses identifican mayoritariamente la variedad andaluza y lo hacen de manera exacta en mayor proporción que otras variedades del español peninsulares y americanas.
  2. Los estudiantes universitarios barceloneses con formación específica en variedades identifican en mayor proporción la variedad andaluza frente a los jóvenes sin formación especializada.
  3. Los jóvenes barceloneses castellanohablantes iniciales identifican la variedad andaluza en mayor proporción que aquellos que poseen el catalán como L1.
  4. Los jóvenes universitarios barceloneses no consideran cercana la variedad andaluza respecto a su propia variedad.
  5. Los estudiantes universitarios barceloneses no valoran positivamente la variedad andaluza; valoran más positivamente la variedad propia que la andaluza.
  6. Algunas variables independientes (especialmente, el grado de especialización de los informantes) inciden en la valoración directa e indirecta de la variedad andaluza.

2. Metodología y descripción de la muestra

En la investigación que recoge este artículo se siguen las pautas metodológicas comunes al proyecto PRECAVES XXI, descritas extensamente en Cestero y Paredes (2015a, 2015b, 2018a). Los resultados se han obtenido mediante un cuestionario en el que los informantes responden a una serie de preguntas directas e indirectas sobre dieciséis grabaciones en las que se escuchan fragmentos leídos y espontáneos de las ocho variedades cultas del español con las que se trabaja, a saber, castellana, andaluza, canaria, mexicana y centroamericana, caribeña, andina, chilena y rioplatense (Cestero y Paredes 2018b: 24). Concretamente, en el presente estudio se analiza la percepción de 127 informantes, nacidos y residentes en la ciudad de Barcelona o en alguna de las localidades de su Área Metropolitana, sobre los dos audios correspondientes a la variedad andaluza. En el momento de cumplimentar el cuestionario, todos los informantes seguían estudios universitarios de Filología en la Universidad de Barcelona durante el curso 2018-2019[6]. Los informantes fueron distribuidos en dos grupos atendiendo a la variable de si habían cursado asignaturas que transmiten conocimientos especializados sobre variedades del español (63 informantes, 49,6 %) o si, por el contrario, se encontraban en el primer año de grado y carecían de esa formación especializada (64 informantes, 50,4 %)[7]. Este estudio, además, contempla las variables sociales sexo y lengua inicial para la explicación de los resultados alcanzados.

Tabla 1. Distribución de informantes según las variables sexo, especialización y lengua inicial

Sexo

Hombre

19

15,0 %

Mujer

108

85,0 %

Especialización

Sin formación

64

50,4 %

Con formación

63

49,6 %

Lengua inicial

Español

73

57,5 %

Catalán

31

24,4 %

Ambas

23

18,1 %

N=127

Respecto al sexo, se analizan las respuestas de 19 hombres y 108 mujeres, cifras desajustadas que obedecen a la realidad que se vive en las aulas de las facultades de Letras en España. En relación con la lengua inicial, la muestra analizada ha quedado dividida en tres grupos de informantes: 73 individuos con el español como L1, 23 con L1 catalana y 23 que han sido clasificados en la categoría de bilingües español-catalán. La adscripción de cada informante a uno de los grupos se ha llevado a cabo tras el análisis de las respuestas proporcionadas en un cuestionario específico que incluía preguntas sobre lengua habitual y familiar, además de una autodeclaración de la L1. Las cifras presentadas en relación con esta variable se corresponden con la distribución de los usos lingüísticos en el Área Metropolitana de Barcelona (Á. M.), zona a la que pertenecen la mayoría de los estudiantes de la Facultad de Filología y Comunicación de la Universidad de Barcelona, y que se muestra en la siguiente tabla.

Tabla 2. Población de 15 años y más según lengua inicial (2018)

Catalán

Español

Ambas

Otra

Cataluña

31,5 %

52,7 %

2,8 %

13 %

Á. M.

24,3 %

60,7 %

3 %

12 %

Fuente: Encuesta de usos lingüísticos de la población (IDESCAT, 2018)

3. Datos y resultados: creencias y actitudes de jóvenes universitarios barceloneses hacia la variedad andaluza

A continuación, se aborda el análisis de los datos obtenidos para dar respuesta a las preguntas de investigación planteadas. Así pues, en primer lugar, determinaremos en qué medida los jóvenes universitarios barceloneses reconocen e identifican la variedad andaluza.

3.1. Identificación de la variedad andaluza

En la siguiente figura, se muestra la distribución de informantes según hayan identificado de forma correcta o no la variedad analizada. El porcentaje de identificación puede considerarse elevado (73 %). Resulta remarcable el 16,5 % de informantes que, aunque no identifica de forma exacta la variedad, indica de forma aproximada que pertenece a «España» (Figura 1).

En los siguientes gráficos de sectores (2 y 3), observamos que los jóvenes universitarios barceloneses identifican en mayor medida la variedad andaluza a partir de un registro espontáneo (80,3 %) que escuchando un discurso leído (66,9 %).

Posiblemente, la diferencia se deba a que, en el discurso leído, se tiende a una pronunciación más cuidada o esmerada en la que pueden quedar neutralizados algunos rasgos propios de la variedad. Por el contrario, el discurso espontáneo, más natural y cotidiano, favorece la aparición de los rasgos genuinos de la variedad analizada.

Figura 1. Distribución de informantes según identificación de la variedad andaluza

Figura 2. Distribución de informantes según identificación de la variedad andaluza (discurso espontáneo)

Figura 3. Distribución de informantes según identificación de la variedad andaluza
(discurso leído)

Como se ha explicitado en el epígrafe de metodología, las variables independientes que se han tenido en cuenta para ahondar en los resultados son sexo, grado de especialización y lengua inicial. A continuación, se desglosan los resultados relativos a la identificación correcta de la variedad andaluza a partir de dichas variables, sin distinguir entre discurso espontáneo o discurso leído.

En primer lugar, en cuanto a la variable sexo (Figura 4), los datos demuestran que son las mujeres las que identifican mejor la variedad andaluza (Chi cuadrado= 9,298; p= 0,026)[8]: en un 82 % frente al 68 % de los hombres, y apenas cometen identificaciones erróneas (1 %), frente al 11 % de las identificaciones incorrectas de los hombres[9].

Figura 4. Identificación de la variedad andaluza, según sexo

Por lo que respecta a la variable especialización, se observa que, de manera esperable, son los estudiantes con formación en variedades quienes identifican en mayor porcentaje (87 %) la variedad andaluza, frente al 73 % de los estudiantes sin formación. Ahora bien, estos resultados no son significativos estadísticamente (Chi cuadrado = 5,636; p = 0,131) (Figura 5).

Figura 5. Identificación de la variedad andaluza, según grado de especialización en variedades

Por último, atendiendo a la variable lengua inicial, aunque los resultados no resultan ser estadísticamente significativos (Chi cuadrado = 2,675; p = 0,848), puede observarse que, sorprendentemente, los castellanohablantes iniciales son quienes menos identifican la variedad andaluza (77 %). Los catalanohablantes iniciales son el colectivo que identifica dicha variedad en mayor grado (87 %). El colectivo de los bilingües también identifica de forma correcta esta variedad en un alto porcentaje (Figura 6).

Figura 6. Identificación de la variedad andaluza, según lengua inicial (español, catalán o bilingüe)

Así, resulta llamativo que sean los jóvenes universitarios barceloneses con L1 catalán quienes identifiquen en mayor medida la variedad andaluza de forma correcta.

A modo de resumen, podemos observar que el perfil de informante que mejor identifica la variedad andaluza es una mujer catalanohablante con formación especializada en variedades del español. El hombre bilingüe sin formación especializada es quien menos la identifica. Quizás, a partir de ello, pueda conjeturarse que reconocer una variedad lingüística que pertenece a una lengua que no es la propia resulta más fácil. Ahora bien, la identificación se produce gracias a la existencia de cierta familiaridad con dicha variedad. Por lo tanto, como líneas futuras de investigación, debería abordarse en qué medida esta exactitud de reconocimiento del andaluz por parte de los informantes de L1 catalana se reproduce en las otras siete variedades del español y, también, en qué medida esta identificación correcta está relacionada, por ejemplo, con el entorno familiar del individuo; es decir, con el hecho de que el informante tenga familiares que hablen esa variedad.

3.2. Grado de identificación de los informantes con la variedad andaluza

Para analizar el grado de identificación de los informantes con la variedad andaluza hay que partir exclusivamente de las respuestas de aquellos individuos que la han identificado de forma correcta y exacta. Es decir, se descartan las respuestas a los audios calificados como andaluz, pero que, en realidad, pertenecen a otra variedad; también las de los audios correspondientes a la variedad andaluza que han sido catalogados erróneamente, como pertenecientes a otras variedades. Así, mientras que inicialmente se partía de una muestra de 127 individuos, ahora se trabaja con 102 individuos para el discurso espontáneo y 85 para el discurso leído, distribuidos según se muestra en la Tabla 3.

Tabla 3. Distribución de informantes que identifican correctamente la variedad andaluza

Discurso espontáneo

Discurso leído

Sexo

Hombre

13

14

Mujer

89

71

Especialización

Sin formación

47

44

Con formación

55

41

L1

Español

56

53

Catalán

27

17

Bilingüe Esp-Cat

19

15

N=102

N=85

En la pregunta relativa al grado de semejanza entre la variedad andaluza y la que habla el informante (con una escala de 6 grados que va de «totalmente igual» a «totalmente diferente»), el mayor porcentaje se concentra en quienes consideran su variedad “ligeramente diferente” a la andaluza (26,7 %). Es importante señalar que solo el 1,1 % de respuestas se identifican totalmente con la variedad andaluza y que casi el 23 % de jóvenes universitarios barceloneses consideran su variedad totalmente diferente a la andaluza.

Figura 7. Grado de proximidad entre la variedad propia y la variedad andaluza

3.3. Grado de reconocimiento de la variedad andaluza por parte de los informantes

En cuanto a la pregunta de investigación sobre si los jóvenes universitarios barceloneses identifican la variedad andaluza en mayor medida que otras variedades de la lengua española, conviene poner de relieve que, tanto en el discurso espontáneo como en el leído, la variedad andaluza (73,6 %), tras la rioplatense (78,7 %), es la variedad que los informantes reconocen más, seguidas de la castellana (59,8 %). Conviene remarcar la diferencia de identificación entre estas tres variedades: entre la rioplatense y la andaluza apenas hay 5 puntos de diferencia; sin embargo, entre la andaluza y la castellana, la distancia es de casi 14 puntos. Es decir, se identifica mucho mejor una variedad diferente (la andaluza) que la variedad propia (que en este caso es la centro-norte peninsular o castellana) (Figura 8).

Figura 8. Identificación general de todas las variedades

3.4. Valoración de la variedad andaluza por parte de los jóvenes universitarios barceloneses

El cuestionario diseñado por el proyecto PRECAVES permite ofrecer conclusiones sobre el tipo de valoración que merecen las variedades cultas del español teniendo en cuenta el análisis de componentes afectivos y cognitivos de las creencias. En una escala de 0 a 6, los participantes valoran cinco ítems opuestos sobre características cognitivas (áspera-suave, monótona-variada, rural-urbana, lenta-rápida, confusa-clara) y seis sobre rasgos afectivos (desagradable-agradable, complicada-sencilla, distante-cercana, dura-blanda, aburrida-divertida, fea-bonita).

En un primer análisis sobre la valoración de la variedad andaluza por parte de los jóvenes universitarios barceloneses, se observa que la media general es de 3,64; la afectiva, de 3,70 y la cognitiva, de 3,58. De estos datos, se extrae que la variedad se valora positivamente, pero con unas medias que superan solo levemente la cifra media de 3,5.

Figura 9. Valoración directa de la variedad andaluza. Datos generales

Figura 10. Valoración directa de la variedad centro-septentrional. Datos generales

De hecho, si se comparan los datos presentados con los correspondientes a la variedad propia de los informantes (Figura 10), se observa que las tres medias son inferiores en la variedad andaluza, de lo que se infiere que, como era de esperar, los jóvenes universitarios barceloneses atribuyen una valoración más positiva a su variedad que a la andaluza. Además, como se aprecia en la Tabla 4, se valora más positivamente el discurso espontáneo que el leído.

Por otro lado, de los datos recopilados en la Tabla 4, donde se desglosan las tres medias a partir de las variables principales de este estudio, cabe destacar que, de media general, son los castellanohablantes iniciales quienes valoran mejor el discurso espontáneo (3,75), pero son los hombres los que peor la valoran (3,21). En cambio, la valoración más baja de este discurso la hallamos en la media cognitiva que otorgan los hombres (3,04) frente a la mayor que otorgan los castellanohablantes iniciales en la media afectiva (3,91) (Tabla 4).

Tabla 4. Comparación de la media general, la afectiva y la cognitiva hacia la variedad andaluza, según las variables tipo de discurso, sexo, especialización y lengua inicial

Espontáneo

Media cognitiva

F

P

Media afectiva

F

p

Media general

F

P

Hombre

3,042

5,975

0,016

3,373

2,78

0,098

3,21

5,192

0,024

Mujer

3,617

3,825

3,725

Sin formación

3,454

0,816

0,368

3,623

1,945

0,166

3,542

1,727

0,191

Con formación

3,609

3,893

3,757

L1 español

3,586

0,375

0,688

3,919

2,016

0,138

3,756

1,311

0,273

L1 catalán

3,406

3,477

3,445

L1 ambas

3,526

3,621

3,582

Leído

Media cognitiva

F

P

Media afectiva

F

p

Media general

F

P

Hombre

3,473

0,124

0,725

3,826

33,76

0,069

3,636

0,867

0,354

Mujer

3,547

3,376

3,468

Sin formación

3,514

0,09

0,765

3,515

0,82

0,443

3,516

0,117

0,773

Con formación

3,558

3,371

3,471

L1 español

3,595

0,595

0,553

3,494

0,668

0,415

3,549

1,098

0,337

L1 catalán

3,4

3,248

3,325

L1 ambas

3,53

3,547

3,543

Los gráficos que constan a continuación permiten desglosar los valores de las distintas propiedades afectivas y cognitivas que conforman la valoración directa de las grabaciones correspondientes a la variedad andaluza (Figuras 11 y 12).

Figura 11. Valoración directa de la variedad andaluza. El componente afectivo

Figura 12. Valoración directa de la variedad andaluza. El componente cognitivo

Se aprecia que hay diferencias entre las valoraciones afectivas y cognitivas emitidas sobre la variedad andaluza; en el apartado del componente cognitivo los valores son, en general, más bajos que en el componente afectivo. Como el valor intermedio de la escala se sitúa en 3,5, se comprueba que los jóvenes universitarios barceloneses sobre todo consideran la variedad andaluza cercana (4,31), agradable (4,11) y divertida (3,93). Respecto al componente cognitivo, hay que resaltar que los informantes creen que la variedad andaluza es rural (3,96), áspera (3,42) y confusa (3,23).

Para ahondar en estas cuestiones, se analizan las preguntas relativas a los aspectos lingüísticos mejor y peor valorados de la variedad escuchada. Los resultados aparecen recogidos en la Figura 13:

Figura 13. Rasgos lingüísticos con valoración positiva y negativa. Discurso espontáneo y discurso leído

Tanto en la valoración positiva como en la valoración negativa destacan los rasgos fonéticos, cualidades fácilmente detectables especialmente a partir del tipo de input que valora el informante a través del cuestionario. A modo de ejemplo, de la variedad andaluza espontánea, se destacan de forma positiva características fonéticas como el «Amplio abanico vocálico», el seseo, el ceceo o aspectos más generales como el ritmo.

Por lo que respecta a los aspectos negativos señalados por los informantes, se mencionan la pronunciación confusa, la elisión de sonidos, la rapidez y el seseo. Además, destacan cuestiones pragmáticas como los titubeos, las pausas y vacilaciones. De la Figura 14 resulta también de interés comentar el elevado porcentaje de respuestas catalogadas como «No contesta», especialmente significativo ante el discurso leído.

3.5. Valoración indirecta de la variedad andaluza a través de la persona que habla

Este bloque de datos muestra las creencias de los jóvenes universitarios barceloneses sobre la variedad andaluza a partir de las características sociales y personales del individuo que habla en la grabación. Por lo que respecta al estatus social, los resultados quedan expuestos en la Tabla 5: un alto porcentaje de informantes (44,1 %) considera que el individuo desempeña un trabajo poco cualificado; el nivel de ingresos se considera que es medio (aunque no es nada desdeñable el 31 % de personas que declara que posee un nivel de ingresos bajos) y, por último, en cuanto al nivel de instrucción, los porcentajes se concentran en las franjas de estudios primarios y secundarios, y escasean las respuestas en las que los informantes manifiestan que los locutores poseen estudios superiores.

Tabla 5. Valoración indirecta de la variedad andaluza. Estatus social de la persona que habla

Porcentaje

Puesto de trabajo

Poco cualificado

44,1

Bien cualificado

49,0

Altamente cualificado

4,9

Nivel de ingresos

Bajo

31,4

Medio

61,8

Alto

3,9

Estudios

Sin estudios

5,9

Primarios

30,4

Secundarios

52,0

Universitarios

8,8

Los datos revelan, por lo tanto, que para buena parte de los jóvenes universitarios barceloneses la variedad andaluza no se asocia a los sectores sociales más altos. Resulta interesante destacar que esta es la misma conclusión a la que llegan Santana para los jóvenes universitarios sevillanos (2018: 131) y Manjón-Cabeza para los jóvenes universitarios de Granada (2018: 167).

Al contrastar estos datos con los factores que se consideran en este trabajo, se puede apreciar que los jóvenes universitarios barceloneses atribuyen menos consideración social al locutor escuchado en los audios correspondientes al discurso espontáneo. Así, como ocurre en otros trabajos previos sobre las creencias asociadas a la variedad andaluza, la pronunciación más esmerada del discurso leído se asocia en mayor medida a mejores posiciones en la escala social (Santana 2018: 132). Las diferencias, que son sutiles, aparecen reflejadas en la Figura 14.

Figura 14. Estatus social de la persona que habla según el tipo de discurso

La percepción indirecta de las características de la persona que habla es, en términos generales, positiva: en primer y segundo lugar, se considera a los hablantes simpáticos y cercanos; además, en tercer lugar, educados. Es digno de mención que, a pesar de que están por encima del valor promedio, los jóvenes universitarios barceloneses otorgan las puntuaciones más bajas en este apartado a la posibilidad de calificar como inteligente y culta a la persona que habla. Coinciden estos resultados con los manifestados por los jóvenes universitarios sevillanos (Santana 2018: 133) y por los jóvenes universitarios granadinos, expuestos estos últimos por Manjón-Cabeza (2018: 169), quien subraya que «en algunos estudiantes de filología siguen actuando tópicos sobre el nivel educativo de los andaluces».

Figura 15. Valoración indirecta de la variedad andaluza. Características personales

La Tabla 6 incluye la información relativa a la valoración sobre la persona que habla a partir de la media general y desglosada a partir de las variables de análisis que se manejan en este estudio. Como se aprecia, los informantes de L1 español valoran más positivamente a la persona que escuchan en los audios de discurso espontáneo (4,49) que los informantes de L1 catalán (3,82) y que los bilingües (4,09). La diferencia es estadísticamente significativa (p = 0,012) en esta variable de estudio.

Tabla 6. Valoración indirecta de la variedad andaluza. Media general de la persona

Espontáneo

Media general persona

F

P

Leído

Media general persona

F

P

Hombre

4,0615

0,496

0,483

Hombre

3,9286

0,011

0,918

Mujer

4,2697

Mujer

3,9577

Sin formación

4,1447

0,855

0,357

Sin formación

3,9636

0,011

0,916

Con formación

4,3273

Con formación

3,9415

L1 español

4,4929

4,632

0,012

L1 español

4,0604

0,939

0,395

L1 catalán

3,8296

L1 catalán

3,7176

L1 ambas

4,0947

L1 ambas

3,8400

El cuestionario también contiene preguntas abiertas para recoger la valoración de los informantes. En este caso, al ser preguntados por la opinión que les merecen las personas que hablan la variedad evaluada, se han recogido opiniones muy positivas como las siguientes: «Divertidos, habladores, cercanos», «En general son buenas personas. Tienen su propia cultura y tradiciones», «Me parecen muy cercanas y en la mayoría de los casos amables y abiertas», «Resaladas», «Alegres, abiertos»…

3.6. Valoración indirecta de la variedad andaluza a través de la región y la cultura

El cuestionario de PRECAVES permite recoger información sobre las creencias acerca de la región y la cultura asociadas a las variedades cultas del español por las que se pregunta. En el caso de la región, el informante la evalúa utilizando parámetros como avanzada o retrasada, divertida o aburrida, familiar o extraña y bonita o fea. Respecto a la cultura, puede ser calificada como tradicional o innovadora, pobre o rica, distante o cercana y no interesante o interesante. Los valores medios obtenidos a partir de las respuestas de los jóvenes universitarios barceloneses se recogen en la Figura 16:

Figura 16. Medias de la valoración indirecta de la variedad andaluza a través de la región y la cultura

En una escala sobre 6, los jóvenes universitarios barceloneses poseen una percepción notablemente positiva de la región andaluza (4,67) y de su cultura (4,36). En concreto, si se observan los resultados detallados que aparecen recogidos en la Figura 18, los jóvenes universitarios barceloneses creen que Andalucía es bonita y divertida (con valores por encima de 5 sobre 6), mientras que conviene destacar el descenso en el valor correspondiente a si consideran avanzada la región (3,8 sobre 6).

Figura 17. Valoración indirecta de la variedad andaluza a través de la región

Figura 18. Valoración indirecta de la variedad andaluza a través de la cultura

En lo que concierne a la cultura de la región, es considerada por los jóvenes universitarios barceloneses como interesante (con una puntuación de 5,07 sobre 6) y cercana (4,08). Como contrapartida, los informantes barceloneses otorgan a la cultura asociada a la variedad andaluza una valoración por debajo de la media en la calificación como innovadora (3,38).

Como recoge la Tabla 7, de los factores tenidos en consideración como posibles causas de variación en este trabajo, existen diferencias estadísticamente representativas para la L1 y el grado de especialización del informante. Así, los jóvenes universitarios barceloneses de L1 español valoran mejor a partir del discurso espontáneo la región andaluza (4,86) que los de L1 catalán (4,2) (p=0,037). También es estadísticamente significativa la diferencia en la valoración de la cultura asociada a la variedad andaluza de los informantes de L1 español (4,36) y L1 catalán (3,58) en el discurso leído (p=0,032). Finalmente, la especialización en variedades del español es una variable explicativa que arroja diferencias significativas en la valoración media de la cultura asociada a la variedad andaluza tanto en el discurso espontáneo como en el discurso leído. Los jóvenes universitarios barceloneses con formación en variedades valoran más positivamente la cultura asociada a la variedad andaluza que los que carecen de esta especialización.

Tabla 7. Valoración indirecta de la variedad andaluza. Media región y
media cultura por variables

Espontáneo

Media región

F

P

Media cultura

F

P

Hombre

4,3769

1,28

0,261

4,2769

0,105

0,747

Mujer

4,7180

4,3798

Sin formación

4,5553

1,2

0,276

4,1255

4,627

0,034

Con formación

4,7764

4,5727

L1 español

4,8625

3,421

0,037

4,5357

1,618

0,203

L1 catalán

4,2556

4,1259

L1 ambas

4,7158

4,2105

Leído

Media región

F

P

Media cultura

F

P

Hombre

4,4643

1,575

0,213

4,0786

0,104

0,748

Mujer

4,8296

4,1817

Sin formación

4,6682

0,937

0,336

3,9136

5,107

0,026

Con formación

4,8780

4,4341

L1 español

4,9057

2,474

0,09

4,3698

3,575

0,032

L1 catalán

4,3000

3,5882

L1 ambas

4,8200

4,0933

4. Conclusiones

Este artículo incluye los primeros datos cuantitativos recogidos de manera sistemática sobre las creencias y las actitudes que suscita la variedad andaluza en los jóvenes universitarios barceloneses. A partir de su análisis, se puede dar respuesta a las preguntas de investigación formuladas; asimismo es posible validar las hipótesis planteadas en el epígrafe 1.

De los datos obtenidos, es posible extraer las siguientes conclusiones: en primer lugar, los jóvenes universitarios barceloneses identifican en gran medida la variedad andaluza. De hecho, se trata de la segunda variedad culta del español, tras la argentina, que identifican de manera correcta, en una proporción que, inesperadamente, es superior al grado de identificación que muestran hacia la variedad propia, es decir, hacia la variedad centro-septentrional.

En segundo lugar, las variables tenidas en consideración en este trabajo arrojan datos interesantes sobre el perfil del informante que dispone de mayor capacidad para identificar la variedad andaluza: se trata de una mujer catalanohablante con formación especializada en variedades del español. Se cumple, pues, la premisa que permitía presuponer que los jóvenes universitarios barceloneses con formación especializada en variedades identificarían en mayor proporción la variedad andaluza (con una diferencia de 14 puntos porcentuales). En cambio, y en contra de la hipótesis de la que se partía, los jóvenes universitarios barceloneses de L1 catalana identifican mejor la variedad andaluza que quienes poseen como L1 el español (con una diferencia de 10 puntos porcentuales).

En tercer lugar, se ha podido comprobar la hipótesis de que los jóvenes universitarios barceloneses no consideran cercana la variedad andaluza respecto a su propia variedad. De hecho, solo el 1,1 % de respuestas se identifican totalmente con la variedad andaluza, mientras que una mayoría de informantes dice que su variedad es «ligeramente diferente» (26,7 %) o «totalmente diferente» (23 %) a la andaluza.

En cuarto lugar, los jóvenes universitarios barceloneses valoran positivamente la variedad andaluza, aunque en ningún caso lo hacen en valores altos de la escala propuesta, sino en los intermedios. Se observa que la media general es de 3,64; la afectiva, de 3,70, y la cognitiva de 3,58 en una escala de 6 puntos. Como se presuponía, los informantes han valorado más positivamente la variedad propia que la variedad andaluza en todas las dimensiones (general, afectiva y cognitiva).

En quinto lugar, las valoraciones indirectas de la variedad realizadas a partir de las características de las personas escuchadas y del juicio sobre la región y la cultura son medianamente positivas, aunque en algunos casos perviven algunos tópicos como que el andaluz es una variedad más rural que urbana o que los andaluces se caracterizan más por su simpatía que por ser cultos.

En sexto lugar, se ha podido demostrar que algunas variables independientes (el grado de especialización de los informantes y, especialmente, su lengua inicial) inciden en la valoración directa e indirecta de la variedad andaluza. Es esta una conclusión significativa puesto que la mayor parte de los subequipos de PRECAVES XXI analizan comunidades de habla monolingües y, en consecuencia, no consideran la variable lengua inicial en sus análisis.

Para concluir, queremos incidir en el hecho de que sean los catalanohablantes iniciales quienes identifican correctamente la variedad andaluza en mayor medida. La construcción de una hipótesis explicativa obliga a recurrir a dos factores distintos, pero relacionados entre sí.

Por un lado, sería necesario recopilar más datos sociolingüísticos de los informantes, que nos proporcionen información detallada de sus autobiografías lingüísticas. No olvidemos que, durante el siglo XX, Cataluña recibió un importante contingente de inmigrantes procedentes de distintas zonas de España, atraídos por el auge industrial y las oportunidades laborales y de mejora de vida que no eran tan fáciles de encontrar en sus lugares de origen. Concretamente, se establecen tres oleadas migratorias: en primer lugar, entre los años 1920 y 1930, llegaron a Cataluña inmigrantes de territorios próximos como la Comunidad Valenciana, Aragón y Murcia; en segundo lugar, durante los años 40, de Navarra, La Rioja y Cantabria; por último, entre los años 1950 y 1970, arribó un nutrido grupo de gallegos, manchegos y extremeños y, en una cantidad especialmente sobresaliente, de andaluces (Idescat 2011). De ahí se deriva que los informantes que se han autodeclarado catalanohablantes iniciales, en realidad, podrían ser neohablantes de esta lengua; esto es, individuos cuya primera lengua es el español, procedentes de familias castellanohablantes, pero que, por diferentes factores y circunstancias, han mudado sus prácticas lingüísticas hacia el catalán (en el trabajo, con los amigos, con la pareja, con los hijos…) y, por tanto, se autodeclaran hablantes de esta lengua (Ramallo, Amorrortu, Puigdevall 2019). Sin embargo, sus progenitores y/o sus abuelos podrían proceder de los flujos migratorios que acaban de citarse, razón que explicaría su alto porcentaje de identificación correcta de la variedad andaluza, objeto de estudio en este artículo.

Por otro lado, pero como consecuencia del factor anterior, convendría mejorar la precisión de los instrumentos utilizados para discernir cuál es realmente la lengua del informante, de manera que se concediera una menor relevancia a la autodeclaración del individuo y se objetivara más el peso que ocupan el español y el catalán en sus prácticas lingüísticas cotidianas. En definitiva,queda desdibujada la riqueza sociolingüística propia de las comunidades bilingües como Cataluña, que, además, han experimentado importantes modificaciones demográficas a lo largo de su historia más reciente

Por ello, se está trabajando en un exhaustivo cuestionario con el que será posible trazar de manera más fidedigna la biografía lingüística de los informantes de la segunda fase del proyecto PRECAVES XXI Barcelona y que, en consecuencia, permita justificar de manera más precisa los resultados que se obtengan.

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Fuentes documentales

Institut d’Estadística de Catalunya (IDESCAT) (2011). Censo de población (por lugar y año de llegada). [última consulta 23/10/2020]

Contribución autores

Cristina Illamola (CI), Mar Forment Fernández (MFF).

La aportación realizada por cada uno de los/las autores/autoras al artículo son las siguientes:


[1] Se ha publicado ya un número significativo de estudios realizados a partir de datos recopilados durante la primera fase del proyecto de PRECAVES XXI. Así, el lector tendrá una idea general al respecto consultando Cestero Mancera y Paredes García (2015a, 2015b y 2018a). Los colaboradores del proyecto aparecen enumerados en la página web http://www.variedadesdelespanol.es/ Las universidades a las que están adscritos dan cuenta de los territorios en los que se dispone de equipos de trabajo.

[2] El proyecto LIAS (Linguistic Identity and Attitudes in Spanish-Speaking Latin America), financiado por el Consejo Noruego de Investigaciones Científicas, reúne investigadores de veinte países quienes realizaron el primer acercamiento al estudio de las actitudes lingüísticas en todos los países de habla hispana desde sus capitales (Chiquito y Quesada-Pacheco 2014).

[3] No se alude en este trabajo a los estudios existentes en otras zonas peninsulares en las que el español convive con las otras lenguas oficiales del estado ni tampoco a las investigaciones centradas en la descripción de las actitudes y creencias de los hablantes de otros territorios como la Comunidad Valenciana o las Islas Baleares, en los que el español convive también con la lengua catalana.

[4] Véanse además los numerosos trabajos de Ignasi Vila o los estudios de Mireia Trenchs, quien dirige GREILI, Grupo de Investigación en Espacios Interculturales e Identidades de la Universitat Pompeu Fabra <https://www.upf.edu/es/web/greili>.

[5] Algunos estudios ilustrativos al respecto son Ubalde (2013) y Sorolla (2016).

[6] Durante la primera fase de recogida de datos en la que se inserta este trabajo, PRECAVES XXI se propuso recoger la valoración hacia las variedades cultas del español de los jóvenes universitarios cuyo entorno académico está relacionado con la reflexión sobre la lengua española y su diversidad (esto eso, estudiantes de Lingüística, Filología, etc.). En la segunda oleada, el cuestionario de PRECAVES XXI se está distribuyendo a individuos que carecen de formación en Lingüística o Filología.

[7] La incorporación tardía del equipo de Barcelona al proyecto PRECAVES XXI ha provocado que los 127 informantes de la muestra hayan evaluado únicamente la voz masculina del cuestionario y que, en consecuencia, no se haya tenido en cuenta la variable voz evaluada que suele ser tenida en consideración en el marco del proyecto general.

[8] La prueba de chi-cuadrado es una de las más utilizadas en estadística para determinar la existencia o no de relación entre dos variables. Los valores de este estadístico se sitúan entre 0 y 1, pero solamente puede hablarse de asociación estadísticamente significativa cuando el valor de “p” es inferior a 0,05.

[9] La categoría «otra identificación» incluye respuestas generales como «Peninsular» o «España», que no son incorrectas, pero sí inexactas. Se han considerado correctas las respuestas «Andalucía» o «Sur de España» e incorrectas «Madrid» o «Hispanoamérica».