CREENCIAS Y ACTITUDES LINGÜÍSTICAS DE LOS UNIVERSITARIOS MALAGUEÑOS HACIA LA VARIEDAD ANDALUZA[*]

BELIEFS AND ATTITUDES OF UNIVERSITY STUDENTS FROM MÁLAGA TOWARDS ANDALUSIAN VARIETY

Inmaculada Clotilde Santos Díaz

Universidad de Málaga

ORCID: 0000-0002-0066-7783

Antonio Manuel Ávila Muñoz

Universidad de Málaga

ORCID: 0000-0002-5239-2670

Recibido: 10-06-2020

Aceptado: 10-11-2020

https://dx.doi.org/10.12795/PH.2021.v35.i01.08

Resumen

Las creencias y actitudes de los hablantes hacia las variedades lingüísticas condicionan los usos lingüísticos de forma muy relevante. Nuestro objetivo es conocer las percepciones de universitarios malagueños sobre la variedad andaluza. Asumimos la metodología del Proyecto PRECAVES XXI, cuyo propósito es conocer las actitudes y creencias hacia las variedades normativas del español. Las tres variedades más reconocidas por nuestros informantes (N=206) fueron la rioplatense, castellana y andaluza. A pesar de estar evaluando la variedad propia, los resultados muestran que el andaluz está fuertemente estigmatizado: es considerada la variedad menos culta, inteligible y educada de todas las mostradas y se relaciona con personas con el peor nivel de estudios de todos los locutores escuchados. Además, el empleo de esta variedad tampoco se asocia con profesionales altamente cualificados. Estos resultados podrían ser relevantes en los ámbitos identitario y educativo, donde se debería seguir fomentando la valoración equitativa de las variedades lingüísticas.

Palabras clave: andaluz, actitud lingüística, sociolingüística, estereoptipo, dialectología.

Abstract

The beliefs and attitudes of the speakers towards the linguistic varieties condition the linguistic uses in a very relevant way. Our objective is to know the perceptions of Malaga university students about the Andalusian variety. We assume the methodology of the PRECAVES XXI Project whose purpose is to know the attitudes and beliefs towards the normative varieties of Spanish. The three varieties most recognized by our informants (N = 206) were River Plate, Castilian and Andalusian varieties. Despite evaluating the own variety, the results show that the Andalusian is strongly stigmatized: it turns out to be the least educated, intelligible and educated variety of all those shown and it is related to people with the worst level of education of all the listeners heard. Furthermore, the use of this variety is also not associated with highly qualified professionals. These results could be relevant in the identity and educational fields, where the equitable valuation of linguistic varieties should continue to be promoted.

Keywords: Andalusian, linguistic attitude, sociolinguistics, stereotypes, dialectology.

1. Introducción

I

El origen de los trabajos generales sobre actitudes y creencias se encuentra en el desarrollo que, desde mediados del siglo XX, alcanzaron los estudios en el ámbito de la psicología social. Estos trabajos iniciales se basaron en el planteamiento de dos conceptos clave: ‘prejuicio’, por un lado y, por otro, ‘estereotipo’. Allport (1954) define el prejuicio como una actitud hostil o desconfiada hacia una persona por el hecho de pertenecer a un grupo determinado. El prejuicio puede manifestarse desde diferentes perspectivas: cognitivas (creencias, estereotipos), afectivas (sentimientos, emociones) y conativo-conductuales (comportamiento discriminatorio). El estereotipo, sin embargo, se define como el conjunto de atributos negativos que utilizan las personas para caracterizar a los miembros de un grupo social (Oakes, Haslam y Turner 1994). Los estereotipos provocan generalizaciones peyorativas relacionadas con el modo de ser o de actuar de los miembros de determinados grupos sociales. Estas generalizaciones se manifiestan por medio de formas lingüísticas del tipo: «todos los sudamericanos son…», «a todas las andaluzas les gusta…», etc. A través de este tipo de procedimiento se despoja a los miembros que componen estos grupos de individualidad al suponerles un conjunto de creencias desfavorables relacionadas con su carácter o una supuesta conducta compartida entendida en términos absolutos. Además, tal y como apuntan Castillo y Sologuren (2020: 90), «a diferencia del prototipo, el estereotipo no es universal, se asocia a las características de la sociedad y es, por tanto, dependiente de la experiencia y de las ideologías de los hablantes».

En consecuencia, los estereotipos son la manifestación cognitiva más evidente de una actitud prejuiciosa. Las referidas dimensiones afectiva y conativo-conductual apuntan, por su parte, primero, a los sentimientos, estados de ánimo y emociones asociadas con el objeto actitudinal y, segundo, a la disposición hacia conductas propiamente dichas hacia ese objeto.

II

No es de extrañar que las primeras investigaciones sobre actitudes y creencias lingüísticas provengan, precisamente, de especialistas formados en el ámbito de la psicología social (Osgood, Suci y Tannenbaum 1957, Fishbein 1967, Williams 1974, Gardner 1985). A mediados del siglo XX, una precoz e innovadora disciplina sociolingüística llamó la atención sobre la importancia de las actitudes y creencias de los hablantes como factor explicativo de la variación y el cambio lingüístico (López 1989). Estas estigmatizan o conceden prestigio tanto a usos individuales como a variantes concretas compartidas e, incluso, a conjuntos de variedades lingüísticas en contacto.

Los inconvenientes que se encontraron los pioneros en este ámbito de investigación fueron los comunes a cualquier disciplina incipiente: por una parte, la definición teórica de conceptos clave y, por otra, el establecimiento de procedimientos metodológicos adecuados. La dificultad para obtener una definición precisa de ‘actitud lingüística’ radica en su propia naturaleza multidisciplinar: cuestiones conductuales, cognitivas y afectivas deberían ser contempladas en cualquier intento de descripción de este concepto. López (1989) considera que la actitud muestra una acción o reacción, una aceptación o un rechazo que, trasladados al ámbito del estudio lingüístico, afectaría a un hecho lingüístico de cualquier dimensión posible (idiolectal, variante compartida por un grupo, variedades de una misma lengua, variedades lingüísticas diferentes en contacto o no, etcétera). Estas actitudes comportan creencias positivas o negativas que están basadas en la conciencia sociolingüística del que las emite o en percepciones afectivas personales o de la comunidad en la que se integra el individuo.

El segundo inconveniente inicial fue el difícil acceso directo a las reacciones emocionales y las predisposiciones conductuales de los individuos. Ante esta dificultad, los investigadores optaron desde el principio por la propuesta de un acercamiento indirecto, esto es, a través de declaraciones verbales obtenidas por medio de pruebas específicas. Incluso así, la seguridad de que la respuesta de un informante refleje su verdadera opinión o actitud sigue siendo un problema compartido por todos los trabajos de corte social. El investigador, ante este inconveniente, suele optar por dos soluciones extremas: la infraestimación de la actitud prejuiciosa, por un lado, o su sobreestimación (imputación errónea), por otro.

III

Una tercera vía para salvar el importante problema metodológico que plantean los estudios sobre creencias y actitudes es aceptar la complejidad que supone la medición de estos atributos y asumir un posicionamiento basado en la ejecución tanto de técnicas directas como indirectas para la obtención de los datos (Gómez 1998). Estas técnicas garantizan el manejo de planteamientos de corte conductista y mentalista en la elaboración de las pruebas de acercamiento a las actitudes de los hablantes y son, precisamente, los que se usan en el diseño del Proyecto de Estudio sobre Creencias y Actitudes de las Variedades del Español en el siglo XXI (PRECAVES XXI) (Cestero y Paredes 2015a). En concreto, los autores plantean una prueba basada en técnicas de pares falsos o máscaras (Lambert 1967, Lambert et al. 1960) pensada para obtener tanto directa como indirectamente información sobre las valoraciones que los individuos hacen sobre ocho variedades normativas del español y sus correspondientes actitudes hacia ellas. Importa precisar que no se entiende aquí norma en el sentido prescriptivo, sino descriptivo; cada una de estas variedades normativas «consiste en la realización normal o habitual del sistema de la lengua por parte de una comunidad lingüística específica» (Castillo 1999: 223).

El presente trabajo asume los planteamientos metodológicos del Proyecto PRECAVES XXI. A pesar de su reciente aparición, el Proyecto ha sido aceptado por un considerable número de investigadores que, alrededor del mundo, se han propuesto conocer las actitudes y creencias que los hablantes de español tienen sobre las variedades normativas de esta lengua propuestas por Moreno (2000, 2009): andaluza, andina, canaria, caribeña, castellana, chilena, rioplatense y mexicana. Sobre el diseño de una metodología compartida, los autores de PRECAVES XXI pretenden obtener datos en diferentes sintopías que puedan ser comparados con los obtenidos en otras zonas. En el caso del español de Andalucía, hasta el momento se han publicado los resultados obtenidos en una provincia occidental (Sevilla, Santana 2018) y otra oriental (Granada, Manjón-Cabeza 2018). La situación geográfica intermedia de Málaga demandaba desde hace tiempo la publicación del trabajo actual. Málaga se encuentra atrapada entre la influencia de, por un lado, Sevilla como el origen de las innovaciones fonológicas divergentes extendidas por toda la Andalucía occidental desde la Edad Media tardía (Cádiz, Jerez, Huelva) y, por otro lado, Granada como foco desdialectalizador y convergente hacia el estándar del español peninsular (Villena 2006). El movimiento centrífugo/divergente patrocinado por la norma sevillana determina la revitalización de los patrones innovadores de pronunciación y la formación de un estándar regional basado en el dialecto urbano de Sevilla (sevillano o norma sevillana). Esta corriente de prestigio regional no alcanza hoy, o pierde cada vez más fuerza, en la Andalucía oriental (Granada, Almería, Jaén, principalmente), donde la dinámica centrípeta/convergente es el resultado de una fuerte acomodación a largo plazo de los patrones innovadores meridionales al modelo ideal conservador (Villena 2006: 249).

La situación lingüística concreta de Málaga como provincia geográficamente central está siendo estudiada desde hace décadas por el Grupo de Investigación Vernáculo Urbano Malagueño (Plan Andaluz de Investigación HUM-392). De estos estudios se deduce una complejidad suficiente que no permite adscribirla plenamente a ninguna de las dos áreas dialectales andaluzas tradicionales (oriental/occidental) propuestas ya por los responsables del ALEA. Conocer las actitudes de los hablantes de español de esta ciudad hacia su propia variedad debería ayudar a seguir diseñando su cartografía lingüística y a identificar posibles percepciones estereotipadas hacia sus modos de hablar.

2. Metodología

Para llevar a cabo este estudio hemos analizado los resultados de 206 encuestas sobre actitudes y creencias comunes al Proyecto PRECAVES XXI. Las pruebas se realizaron desde abril de 2018 hasta mayo de 2020 tanto de forma presencial, en aulas con ordenadores, como a distancia, enviando de forma telemática a los informantes un enlace a la encuesta. Todos fueron estudiantes de los grados de Filología Hispánica y Traducción e Interpretación en la Universidad de Málaga. Algunos poseían formación previa sobre variación y variedades lingüísticas, pero otros no habían tenido oportunidad de acceder a esa formación debido a que cursaban niveles más básicos. Precisamente, este factor es considerado para la estratificación social de la muestra junto al sexo (Vid. Tabla 1). El rango de edad de los informantes oscila entre los 17 y los 40 años, aunque solo se contabiliza un informante en cada caso con esa edad. La mayoría se sitúa entre los 18 años (44,66 %), los 19 años (17,48 %) y 20 años (17,48 %). La media de edad de los encuestados es de 19,63 años.

Tabla 1. Tabla descriptiva de la muestra

Formación en variedades

Total

Sin formación

Con formación

Sexo

Hombre

Recuento

53

4

57

% del total

25,7 %

1,9 %

27,7 %

Mujer

Recuento

122

27

149

% del total

59,2 %

13,1 %

72,3 %

Total

Recuento

175

31

206

% del total

85,0 %

15,0 %

100,0 %

% del total

85,0 %

15,0 %

100,0 %

En total, estos 206 sujetos valoraron 3296 grabaciones (16 cada uno), correspondientes a las ocho variedades del español referidas anteriormente. Del total de voces evaluadas, 122 informantes escucharon voces masculinas y 84 voces femeninas. Tal y como establece el Proyecto PRECAVES XXI, cada uno de ellos respondió a cuestiones correspondientes a tres bloques principales: el prestigio de las distintas variedades, la valoración de la variedad propia y la identificación y valoración de otras modalidades dialectales. Las preguntas, directas e indirectas, abiertas y cerradas, se diseñaron sobre escalas de diferencial semántico cuyos detalles pueden consultarse en Cestero y Paredes (2015a, 2015b y 2018) y Santana y Manjón-Cabeza (en prensa). Aunque las limitaciones de espacio de este artículo no permiten una exposición más pormenorizada de los detalles de la encuesta, es importante señalar que las respuestas obtenidas pueden estudiarse según su naturaleza y agruparse de la siguiente manera:

  1. las que se refieren al prestigio otorgado por los informantes a diferentes variedades.
  2. las que valoran la variedad propia.
  3. las que identifican y valoran diferentes variedades.

Este estudio tiene como objetivo analizar las valoraciones y creencias de la variedad propia. No obstante, es importante precisar que las voces que fueron objeto de valoración mostradas a los informantes correspondían a dos hablantes de la provincia de Sevilla y que, como veremos más adelante, según la procedencia de nuestros informantes, sus valoraciones pueden estar condicionadas por sus propias características dialectales (ceceo, por ejemplo).

Para asegurar que los informantes analizados fuesen de Málaga, se eliminaron todos aquellos que no han nacido en esta provincia, ya sea por su procedencia de fuera de España o haber nacido en otras provincias españolas. Téngase en cuenta que entre el colectivo de estudiantes universitarios es frecuente encontrar individuos que vivan solo temporalmente en la ciudad por motivos académicos. Asimismo, se han suprimido los resultados de encuestas solo parcialmente completas, ya que en ocasiones los encuestados no las habían finalizado o habían omitido la evaluación de alguna variedad.

Para efectuar el análisis de los resultados, primero se ha elaborado una matriz de datos ad hoc en Excel, en la que se han codificado algunas variables cualitativas: sexo, identificación de la variedad, lugar de nacimiento, tipo de discurso y la voz evaluada, entre otras. Posteriormente, los datos codificados se han exportado al paquete estadístico IBM SPSS (versión 22) para poder realizar análisis descriptivos (frecuencia, media y distribución porcentual) e inferenciales a través del contraste de hipótesis (comparación de muestras independientes a través de t de Student).

3. Resultados

3.1. Grado de identificación de las variedades

Tras efectuar la audición de cada grabación, se les pedía a los informantes que identificasen el país o la zona de procedencia de la persona que acababan de escuchar. Las respuestas se reagruparon del siguiente modo: a) acertadas; b) erróneas y c) genéricas (si situaban al hablante en Hispanoamérica o España en lugar del país o zona concreta). Asimismo, se indicó el número de preguntas que no fueron contestadas.

La Tabla 2 muestra la frecuencia de respuesta y el porcentaje de acierto/error de identificación según la variedad y el tipo de respuesta. Dado que cada informante (N=206) evaluó dos grabaciones de cada variedad, el total de grabaciones analizadas es 412. La variedad más difícil de identificar para el mayor número de informantes (con indicación expresa de su desconocimiento), es la mexicana (9,55 %), seguida en la misma proporción por la canaria y chilena (6,55 %), la andina (6,07 %), la rioplatense (4,61 %), la caribeña (3,40 %), la castellana (2,91 %) y la andaluza (1,94 %).

Tabla 2. Identificación de las grabaciones del conjunto de variedades. Datos absolutos y porcentajes

VARIEDAD

n / %

VARIEDAD

n / %

CASTELLANA

Grabaciones

412

ANDINA

Grabaciones

412

Acertadas

204 / 49,51 %

Acertadas

132 / 32,04 %

Erróneas

13 / 3,16 %

Erróneas

164 / 39,81 %

Genéricas

183 / 44,42 %

Genéricas

91 / 22,09 %

no contesta

12 / 2,91 %

no contesta

25 / 6,07 %

CANARIA

Grabaciones

412

CHILENA

Grabaciones

412

Acertadas

123 / 29,85 %

Acertadas

53 / 12,86 %

Erróneas

197 / 47,82 %

Erróneas

248 / 60,19 %

Genéricas

65 / 15,78 %

Genéricas

84 / 20,39 %

no contesta

27 / 6,55 %

no contesta

27 / 6,55 %

MEXICANA

Grabaciones

412

RIOPLATENSE

Grabaciones

412

Acertadas

127 / 30,83 %

Acertadas

312 / 75,73 %

Erróneas

195 / 47,33 %

Erróneas

41 / 9,95 %

Genéricas

52 / 12,62 %

Genéricas

40 / 9,71 %

no contesta

38 / 9,22 %

no contesta

19 / 4,61 %

CARIBEÑA

Grabaciones

412

ANDALUZA

Grabaciones

412

Acertadas

113 / 27,43 %

Acertadas

276 / 66,99 %

Erróneas

206 / 50 %

Erróneas

29 / 7,04 %

Genéricas

79 / 19,17 %

Genéricas

99 / 24,03 %

no contesta

14 / 3,4 %

no contesta

8 / 1,94 %

Respecto a las respuestas incorrectas, el orden según la variedad es el siguiente: chilena (60,19 %), caribeña (50 %), canaria (47,82 %), mexicana (47,33 %), andina (39,81 %), rioplatense (9,95 %), andaluza (7,04 %) y castellana (3,16 %). Puede resultar sorprendente que la variedad andaluza tenga un mayor número de respuestas incorrectas que la castellana. Tal y como hemos señalado anteriormente, esto podría explicarse por la variedad propia de los encuestados, ya que entre ellos existen informantes de zonas del interior de la provincia de Málaga (Alhaurín de la Torre, Álora) donde predomina el ceceo y, por tanto, este rasgo saliente (salience, Trudgill 1986; von Essen 2020) podría haber influido en la identificación correcta de la variedad andaluza escuchada (distinguidora).

Las variedades más identificadas con respuestas genéricas fueron las tres europeas: castellana (44,42 %), andaluza (24,03 %) y canaria (15,78 %) seguidas por el resto de variables de Hispanoamérica, para las que los informantes usaron diferentes denominaciones: Latinoamérica, América del Sur, América Central, Sudamérica, entre otras. Los porcentajes concretos de respuestas genéricas obtenidos para estas variedades americanas fueron: mexicana (12,62 %), caribeña (19,17 %), andina (22,09 %), chilena (20,39 %) y rioplatense (9,71 %).

El Gráfico 1 ordena de mayor a menor el porcentaje de respuestas correctas para cada variedad. La única que ha obtenido un mayor porcentaje de respuestas acertadas respecto al andaluz es la rioplatense (75,73 % frente a 66,99 %). A continuación, le siguen la castellana (49,51 %), andina (32,04 %), mexicana (30,83 %), canaria (29,85 %), caribeña (27,43 %) y chilena (12,86 %). La variedad más difícil de identificar, por tanto, es la chilena, ya que presenta el menor porcentaje de aciertos y el mayor número de errores. Asimismo, llama la atención que a pesar de que la variedad canaria sea más próxima geográficamente para los informantes, resulte menos reconocida que otras variedades de Hispanoamérica. Al igual que ocurre en el estudio sobre las creencias de jóvenes canarios (Hernández Cabrera y Samper Hernández 2018), entre la identificación errónea destaca la confusión que se produce con la variedad caribeña, principalmente.

Gráfico 1. Porcentajes de identificación correcta de las variedades estudiadas

3.2. Valoraciones directas del andaluz

Las valoraciones directas del andaluz se realizaron a través de 11 preguntas en las que los informantes tuvieron que indicar, en una escala de 0 a 6, determinados aspectos de la pronunciación de la persona que previamente habían escuchado. Los resultados se reorganizaron en dos grupos según las propiedades evaluadas en cada pregunta: a) valoraciones afectivas: agradable, sencilla, cercana, blanda, divertida y bonita y b) valoraciones cognitivas: áspera, monótona, rural, lenta y confusa. Las respuestas de tipo afectivo están presentadas en grado positivo y las cognitivas en grado negativo para, de este modo, evitar respuestas automáticas.

De forma general, la Tabla 3 recoge las medias de las valoraciones directas de todas las variedades. A nivel afectivo, las variedades que gozan de mayor puntuación son la caribeña (x̄=4,24), la mexicana (x̄=4,24), la chilena (x̄=4,14), y la andaluza (x̄=3,96). Cuando se trata de valorar aspectos de tipo cognitivo, sigue apareciendo en primer lugar la variedad caribeña (x̄=4,12) seguida ahora de la chilena (x̄=4,04), la rioplatense (x̄=3,95) y la castellana (x̄=3,88). Puede observarse que la variedad castellana sustituye en cuarta posición a la andaluza cuando pasamos de evaluar actitudes afectivas por cognitivas. De hecho, la andaluza es ahora la peor valorada cognitivamente de todas las variedades evaluadas.

Tabla 3. Medias de las valoraciones directas de las variedades

Media afectivo

Media cognitivo

Media general

Castellana

3,49

3,88

3,68

Andaluza

3,96

3,69

3,82

Canaria

3,93

3,86

3,89

Mexicana

4,09

3,74

3,91

Caribeña

4,24

4,12

4,18

Andina

3,79

3,76

3,78

Chilena

4,14

4,04

4,09

Rioplatense

3,94

3,95

3,94

El Gráfico 2 presenta, en orden decreciente, la media de las valoraciones de cada pregunta hacia el andaluz. Las propiedades mejor valoradas son las afectivas (A), que están elaboradas en modo positivo frente a las cognitivas (C), que lo están en modo negativo. Al igual que en el estudio previo con informantes universitarios granadinos (Manjón-Cabeza 2018) destacan las propiedades negativas rural y áspera.

Gráfico 2. Media de las valoraciones directas del andaluz (afectivas y cognitivas)

3.3. Valoraciones indirectas

3.3.1. Valoraciones a través de la persona

El objetivo de este apartado es conocer las valoraciones indirectas tanto de la persona como de su supuesta zona de procedencia. Este tipo de valoraciones se ha estudiado en función de dos dimensiones: 1) la percepción del nivel socioeconómico y 2) la consideración de las supuestas características personales del hablante. El Gráfico 3 señala a la variedad castellana como la más prestigiosa en todos los aspectos que muestran la percepción del nivel socioeconómico: puesto de trabajo, nivel de ingresos y nivel de estudios del hablante. En el otro extremo, se sitúan las variedades andaluza y mexicana. La andaluza obtiene la media más baja en cuanto a nivel de ingresos y nivel de estudios, mientras que la mexicana lo hace en cuanto a puestos de trabajo.

Gráfico 3. Media de las valoraciones indirectas de las variedades a través de la persona que habla: características socioculturales

La Tabla 4 recoge las respuestas obtenidas en cada una de las variables referidas a las características socioculturales para las variedades andaluzas y castellanas. Estas son, además, las variedades que más diferencias presentan entre sí. Respecto a la ocupación, tan solo un 5,10 % de los encuestados piensa que la persona que habla tiene un trabajo poco cualificado cuando escucha la variedad castellana; pero, cuando escucha la variedad andaluza, esta valoración negativa asciende a un 27,91 %. También destaca el extremo opuesto referido a un trabajo altamente cualificado: más de la mitad de respuestas se refiere a la variedad castellana (50,97 %), pero tan solo un 9,47 % señala a la variedad andaluza.

Tabla 4. Valoraciones indirectas de las variedades: datos absolutos y porcentuales

Andaluza

Castellana

N

%

N

%

Trabajo

Poco cualificado

115

27,91

21

5,10

Bien cualificado

258

62,62

181

43,93

Altamente cualificado

39

9,47

210

50,97

Ingresos

Bajo

66

16,02

12

2,91

Medio

311

75,49

197

47,82

Alto

35

8,50

203

49,27

Estudios

Sin estudios

10

2,43

Primarios

92

22,33

14

3,40

Secundarios

205

49,76

105

25,49

Universitarios

105

25,49

293

71,12

Respecto a los ingresos, la mayoría de los informantes establece para los hablantes de la variedad castellana unos ingresos medios o altos (47,82 % y 49,27 %, respectivamente), mientras que a los de la variedad andaluza se les supone, sobre todo, unos ingresos medios (75,49 %). Por último, a pesar de que todos los hablantes poseen estudios universitarios, llama la atención la gran cantidad de respuestas que le atribuyen ese grado académico a los hablantes de la variedad castellana (71,12 %), frente a solo un 25,49 % para los hablantes de la variedad andaluza. Esa estigmatización se hace, incluso, más evidente porque no hay ningún informante que haya marcado la opción sin estudios a los hablantes de la variedad castellana, mientras que sí se les ha supuesto ausencia de estudios a los hablantes andaluces (N=10).

Asimismo, se han evaluado las características personales atribuidas por nuestros informantes a los individuos que habían escuchado. La media de resultados de la variedad andaluza se presenta junto al resto de variedades en el Gráfico 4. La valoración de los adjetivos que parecen estar más relacionados con las características socioculturales de la persona (inteligente, culta y educada) es superior para el resto de variedades que para el andaluz. Sin embargo, los informantes consideran que cuando la persona manifiesta la variedad andaluza, es más simpática y cercana que cuando los hablantes utilizan otras variedades.

Gráfico 4. Media de las valoraciones indirectas de las variedades a través de la persona que habla: características personales

3.3.2. Valoraciones de la región y la cultura

Antes de contestar las preguntas relativas a las valoraciones indirectas de la variedad, los informantes tuvieron que tratar de identificarla y mencionar si conocían a personas de ese país o región. Sobre la variedad andaluza, los informantes afirmaron que era la variedad propia del mayor número de personas conocidas (83,74 %), seguida de la castellana (67,96 %). Posteriormente, las preguntas se reorganizaron, según su naturaleza, en las dos subdimensiones recogidas en el Gráfico 5: a) valoraciones indirectas en cuanto a la zona o país (P) y b) valoraciones referidas a la cultura (C). En todos los casos, la media obtenida por la variedad andaluza es la más alta respecto al resto de variedades y, por tanto, es la que mayor apreciación positiva tiene entre los informantes, quizás motivada por la identificación previa de su variedad.

Gráfico 5. Media de las valoraciones indirectas de las variedades

3.4. Análisis de medias

Para conocer la relación entre las variables (sexo, nivel de formación en variedades lingüísticas, voz evaluada y tipo de discurso) y los resultados de las medias generales de las valoraciones, se ha realizado un análisis de comparación de medias de muestras independientes (t de Student). Las medias analizadas se refieren a las dimensiones analizadas en los apartados anteriores: a) valoraciones directas: media afectiva y cognitiva; b) valoraciones indirectas: valoración a través de la persona que habla (media de las características socioeconómicas y personales) y a través del país o zona (media del país y de la cultura).

A continuación, se detallan los casos donde el contraste bilateral ha sido significativo, si bien algunos resultados están próximos al límite de significación (Vid. Anejo 1. Tablas de resultados). Para comprobarlo, se han realizado dos análisis:

  1. Resolución del contraste de diferencias de varianzas y comprobación de que la significación de la F en la prueba de Levene es >0,05. En este caso no rechazamos la hipótesis nula de la igualdad de las varianzas y se asume que las varianzas son iguales.
  2. Resolución del contraste de diferencias de medias a un nivel de significación del 0,05. Por tanto, si el valor de significación de la t es <0,05, rechazamos la hipótesis nula de la igualdad de medias.

3.4.1. Variables que condicionan las grabaciones (tipo de discurso y voz)

El tipo de discurso guarda una relación más estrecha con las valoraciones cotejadas que el tipo de voz. La valoración directa muestra que el discurso oral es considerado más positivamente tanto a nivel afectivo como cognitivo. En el nivel cognitivo la media es inferior porque las preguntas, recordemos, estaban formuladas en forma negativa. En cambio, las valoraciones indirectas muestran resultados diferentes ya que cuando se valoran realizaciones procedentes de discursos escritos la tendencia es a evaluar más positivamente las características socioeconómicas de la persona, pero más negativamente aquellas características consideradas más personales.

En cuanto a las voces evaluadas, la voz femenina está valorada más positivamente que la masculina a nivel cognitivo y socioeconómico. La Tabla 5 muestra la media de cada subconjunto con las subdimensiones con las que se ha mostrado que guardan una relación significativa (Vid. Anejo 1).

Tabla 5. Medias de las valoraciones según subgrupos (tipo de discurso y voz)

Variable

Subdimensión evaluada

Categoría de la variable

N

Media

Desviación estándar

Media de error estándar

Tipo de discurso

Afectiva

Oral

206

4,2514

,84338

,05876

Escrito

206

3,6651

,90985

,06339

Cognitiva

Oral

206

3,1738

,73458

,05118

Escrito

206

3,4476

,76705

,05344

Características socioeconómicas

Oral

206

2,1400

,44574

,03106

Escrito

206

2,3407

,57079

,03977

Características personales

Oral

206

4,5534

,79152

,05515

Escrito

206

4,3155

,77046

,05368

Voz evaluada

Cognitiva

Masculina

244

3,4213

,74582

,04775

Femenina

168

3,1500

,76000

,05864

Características socioeconómicas

Masculina

244

2,1290

,51152

,03275

Femenina

168

2,4021

,49345

,03807

3.4.2. Variables de estratificación (sexo y formación previa)

El sexo tan solo presenta una diferencia significativa en la media de las valoraciones indirectas a nivel cognitivo (p=0,007): las mujeres tienden a dar una puntuación menor en cada caso y, por tanto, a valorar esos aspectos menos negativamente que los hombres (vid. Tabla 6).

Es importante señalar que la formación lingüística de los estudiantes guarda una relación estrecha con la mayoría de las dimensiones evaluadas. Así, los informantes que no han estudiado variedades realizan valoraciones más positivas de las características socioeconómicas de las personas y de sus cualidades a nivel afectivo. En cambio, cuando evalúan la cultura de ese país, los estudiantes que han estudiado variedades muestran una valoración más positiva, resultado que podría explicarse por la correcta identificación de la variedad. En el caso de los estudiantes sin formación, el porcentaje de identificación correcta de las voces andaluzas es del 65,14 %, mientras que en los estudiantes con formación de un 77,42 %.

Tabla 6. Medias de las valoraciones según variables estratificadoras (sexo y formación)

Variable

Subdimensión evaluada

Categoría de la variable

N

Media

Desviación estándar

Media de error estándar

Sexo

Media cognitiva

Hombre

114

3,4737

,68628

,06428

Mujer

298

3,2483

,78183

,04529

Formación

Media afectiva

Sin formación

350

3,9170

,93835

,05016

Con formación

62

4,1911

,80646

,10242

Media general

Sin formación

350

3,7933

,72452

,03873

Con formación

62

3,9968

,66058

,08389

Características socioeconómicas

Sin formación

350

2,2411

,52265

,02794

Con formación

62

2,2361

,51744

,06572

Características personales

Sin formación

350

4,3914

,78030

,04171

Con formación

62

4,6774

,80111

,10174

Cultura

Sin formación

350

4,8014

,70726

,03780

Con formación

62

5,0000

,66221

,08410

4. Discusión y conclusiones

Los resultados del estudio de actitudes y creencias lingüísticas presentados hasta aquí podrían ser relevantes, sobre todo, en dos ámbitos de fuerte impacto social: el identitario y el educativo:

I) La construcción de una identidad propia andaluza se ha convertido en una prioridad para los gobiernos que, desde diferentes posicionamientos políticos e ideológicos, han dirigido la comunidad andaluza en época reciente. Esta pretendida identidad colectiva está estructurada a partir de una premisa que es considerada necesaria: la ruptura de estereotipos:

A partir de los puntos de encuentro y desencuentro entre la identidad percibida y la proyectada, se plantea la necesidad de reevaluar tópicos y estereotipos. Éstos parecen dibujar una imagen de Andalucía festiva y colorista que tiene una buena acogida en el exterior pero que causa cierto descontento entre la población andaluza. Aunque muchos andaluces se identifican con estas manifestaciones festivas y culturales (toros, ferias, romerías), entienden que la identidad andaluza va más allá de una visión folklórica que no tiene en cuenta los avances y la evolución de un pueblo y sus tradiciones. Existe una nueva Andalucía, y todos coinciden en que ha llegado el momento de ponerla en valor. Los parlamentarios/as demandan por parte de la Administración fomentar la cultura, las tradiciones, así como los nuevos logros y avances del pueblo andaluz. (Coller 2014: 73).

Además, en esta construcción identitaria, el papel diferenciador de la variedad lingüística andaluza (entendida, claro, como conjunto de hablas) es esencial:

En segundo lugar, se percibe una superación de este desprecio social por el habla y un cierto orgullo lingüístico que muestra un cambio de concepción del habla y de su papel como vector identitario. (Coller 2014: 63).

II) El Estatuto de Autonomía de Andalucía (Ley Orgánica 2/2007) establece que la Comunidad Autónoma debe fomentar la conciencia e identidad andaluza a través de la investigación y conocimiento de sus valores lingüísticos. Este aspecto se considera de gran interés, principalmente, para la formación inicial del futuro profesorado ya que en el currículo del área de Lengua Castellana y Literatura queda recogida la importancia de conocer las variedades del castellano y valorar esta diversidad como una riqueza cultural.

Nuestra investigación deja algunas conclusiones que invitan a la reflexión desde ámbitos muy diversos y a la necesidad de continuar profundizando para buscar una explicación (y, a veces, solución) a los resultados obtenidos:

  1. Los estudiantes universitarios malagueños han mostrado un porcentaje elevado de reconocimiento de las variedades rioplatense, andaluza y castellana. Las dos últimas pueden ser fácilmente interpretables al tratarse de las variedades más próximas y con las que es posible que estén más en contacto. El caso de la variedad rioplatense es diferente y su identificación puede deberse a la presencia en esa variedad de rasgos fonéticos muy ‘salientes’ y reconocibles, al menos para el hablante de la variedad del español europeo (von Essen 2020). Las realizaciones prototípicas rioplatenses del fonema /ʒ/ en posición intervocálica (producido como [ʒ] o [ʃ] muy ruidosas), podrían haber sido captadas inmediatamente por nuestros informantes para identificar la localización de esa variedad.
  2. El resto de variedades muestra porcentajes muy bajos de identificación. Quizás estemos ante una muestra más del proceso de globalización lingüística, al menos desde el punto de vista perceptivo, que afecta de manera especial a los jóvenes hablantes de español. Por otro lado, puesto que «en español, las realizaciones suprasegmentales tienen implicancias dialectales» (Castillo y Pino 2020), es posible que el mayor o menor reconocimiento de las distintas variedades se base también en aspectos prosódicos, menos estudiados que los centrados en fonemas o alófonos.
  3. La variedad andaluza está fuertemente estigmatizada, incluso para los informantes de nuestra muestra que son, no lo olvidemos, hablantes de esa variedad. Esta estigmatización se manifiesta todavía más evidente si comparamos los resultados con los obtenidos para la variedad castellana, más próxima al estándar normativo de la lengua. Para nuestros informantes, la variedad andaluza resulta la menos culta, inteligible y educada de todas las mostradas y la relacionan con personas con el peor nivel de estudios e instrucción de todos los locutores escuchados. Además, tampoco asocian esta variedad con individuos que desempeñen profesiones altamente cualificadas. Para los universitarios malagueños, la variedad andaluza es, esencialmente, áspera y rural. En este sentido, resulta altamente necesario que desde el ámbito escolar se otorgue el valor merecido a las manifestaciones culturales andaluzas (Trigo y Moreno 2018; Trigo, Moreno y Rodríguez 2019).
  4. En el extremo opuesto, existe una valoración afectiva positiva hacia la variedad andaluza. Los informantes consideraron que se trataba de una forma cercana y simpática.
  5. El estudio de la correlación entre el nivel de formación y la identificación de variedades lingüísticas se ha mostrado determinante en dos sentidos: primero, porque a mayor nivel de formación, mayor nivel de identificación correcta de variedades; segundo, porque a menor nivel de formación, más posibilidades de mostrar valoraciones afectivas sobre las variedades.
  6. Por último, el factor sexo es también doblemente interpretable: por un lado, las voces femeninas son mejor evaluadas por los informantes; por otro lado, las mujeres de nuestra muestra tienden a valorar de forma más positiva las variedades objeto de evaluación.

En definitiva, tal y como ha quedado demostrado a lo largo de, por un lado, la descripción, el análisis y la interpretación de los datos obtenidos, y por otro, de la explicación de sus resultados, queda todavía mucho por hacer.

Agradecimientos

Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo del Proyecto de la Agencia Nacional de Investigación Española “Agenda 2050. El español de Málaga: procesos de variación y cambio espacial y social” (PID2019 104982GB C5-2).

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Fuentes documentales

Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía. Boletín Oficial del Estado, núm. 68, de 20/03/2007, pp. 1-66.

Contribución autores

La aportación realizada por cada uno de los/las autores/autoras al artículo son las siguientes:

Anejo 1. Tabla de resultados

Tabla 1. T de Student para la variable tipo de discurso y las valoraciones directas e indirectas

Calidad de las varianzas

Prueba t para la igualdad de medias

F

Sig

t

gl

Sig. bilateral

Dif. de medias

Dif. de error est.

Media afectivo

Se asumen varianzas iguales

,970

,325

6,783

410

,000

,58631

,08644

No se asumen varianzas iguales

6,783

407,662

,000

,58631

,08644

Media cognitivo

Se asumen varianzas iguales

1,075

,301

-3,700

410

,000

-,27379

,07400

No se asumen varianzas iguales

-3,700

409,235

,000

-,27379

,07400

Características socioeconómicas

Se asumen varianzas iguales

3,664

,056

-3,977

410

,000

-,20068

,05046

No se asumen varianzas iguales

-3,977

387,254

,000

-,20068

,05046

Media características personales

Se asumen varianzas iguales

,285

,594

3,091

410

,002

,23786

,07696

No se asumen varianzas iguales

3,091

409,702

,002

,23786

,07696

Tabla 2. T de Student para la variable voz evaluada y las valoraciones directas e indirectas

Calidad de las varianzas

Prueba t para la igualdad de medias

F

Sig.

t

gl

Sig. bilateral

Dif. de medias

Dif. de error est.

Media cognitivo

Se asumen varianzas iguales

,033

,855

3,601

410

,000

,27131

,07535

No se asumen varianzas iguales

3,588

354,712

,000

,27131

,07562

Media características personales

Se asumen varianzas iguales

2,370

,124

-5,403

410

,000

-,27313

,05055

No se asumen varianzas iguales

-5,439

367,338

,000

-,27313

,05022

Tabla 3. T de Student para la variable sexo y las valoraciones directas e indirectas

Calidad de las varianzas

Prueba t para la igualdad de medias

F

Sig.

t

gl

Sig. bilateral

Dif. de medias

Dif. de error est.

Media cognitivo

Se asumen varianzas iguales

2,054

,153

2,704

410

,007

,22536

,08333

No se asumen varianzas iguales

2,866

231,362

,005

,22536

,07863

Tabla 4. T de Student para la variable formación y las valoraciones directas e indirectas

Calidad de las varianzas

Prueba t para la igualdad de medias

F

Sig.

t

gl

Sig. bilateral

Dif. de medias

Dif. de error est.

Media afectivo

Se asumen varianzas iguales

1,964

,162

-2,163

410

,031

-,27413

,12676

No se asumen varianzas iguales

-2,404

92,833

,018

-,27413

,11404

Media caracterís-

ticas personales

Se asumen varianzas iguales

,015

,902

-2,649

410

,008

-,28599

,10795

No se asumen varianzas iguales

-2,601

82,817

,011

-,28599

,10996

Media cultura

Se asumen varianzas iguales

,059

,808

-2,057

410

,040

-,19857

,09656

No se asumen varianzas iguales

-2,154

87,518

,034

-,19857

,09221


[*] Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo del Proyecto de la Agencia Nacional de Investigación Española “Agenda 2050. El español de Málaga: procesos de variación y cambio espaciales y sociales” (PID2019 104982GB C5-2).