
Taín Guzmán, Miguel y Patricia Fra López, eds. 2024. Georgiana Goddard King y The Way of Saint James (1920). La primera peregrinación erudita por el Camino de Santiago. Madrid: Akal. ISBN 978-84-460-5549-5. 448 páginas
Por Domingo L. González Lopo
Los estudios sobre el Camino de Santiago han experimentado un fuerte desarrollo desde el año 2000, pues han ido creciendo paralelamente al interés que la peregrinación a Compostela ha venido suscitando a lo largo del último cuarto de siglo. De todos modos, en ese ingente número de impresos hay un notable desequilibrio en favor del periodo medieval, quedando postergadas las demás épocas históricas, la Moderna y la Contemporánea, al ser considerada la Edad Media como el periodo más brillante del fenómeno en detrimento de las que, falsamente, se suponían fases de completa crisis y desaparición, idea que sólo de manera reciente la aparición de nuevos estudios ha permitido matizar. La obra que hoy ve la luz, coordinada por dos reconocidos especialistas en el campo de la Historia del Arte y la Literatura norteamericana, se centra en un libro que había estado demasiado tiempo relegado al olvido, The Way of Saint James de la profesora norteamericana G. G. King, docente del Bryn Mawr College (Pennsylvania). La obra de la profesora King se gesta (1913-1917) y publica (1920) en relación con una corriente que hacía del periodo medieval una época especialmente atractiva como resultado del espíritu romántico muy propio de la época, y alineada con la tradición literaria e historiográfica anglosajona, si bien añadiendo un enfoque por entonces novedoso y original, el estudio de las raíces y el desarrollo del arte románico en el Camino Francés a Compostela, al tiempo que subrayaba la importancia de esta vía de peregrinación como lugar de encuentro e intercambio cultural, y, en este sentido, el título de pionera resulta totalmente merecido.
No obstante, esta obra, mientras ha ido perdiendo actualidad a la luz de los avances de la investigación posterior, se revalorizó recientemente al convertirse en un interesante y destacado aporte para la literatura odepórica al ofrecernos un testimonio documental sobre uno de los capítulos todavía mal conocidos de la peregrinación a Santiago, su recuperación en el período que transcurre entre la llamada “segunda inventio” en 1879 y los años treinta.
En este libro, con una clara intención interdisciplinar, un total de ocho especialistas en campos diversos analizan la rica información que conserva en sus páginas el trabajo de G.G. King, situándolo en el contexto personal y temporal de la autora (G. Greenia); su trayectoria como profesora de Historia del Arte (P. Pita); la génesis y la financiación del proyecto gracias al apoyo de la Hispanic Society (P. Fra) y su recorrido a través de los monumentos del románico siguiendo la ruta de A. Picaud del Calixtino, con sus geniales intuiciones y sus desaciertos, fruto del desconocimiento que por entonces existía acerca del tema por ella estudiado, lo que concede más mérito a sus aportaciones (F. J. Novo). A ello se une la importante información que ofrece para el conocimiento de las tradiciones, leyendas y milagros del Camino (M. F. Rodríguez), así como acerca de aspectos antropológicos, pues la autora busca interpretar costumbres y prácticas populares a la luz de la antropología evolucionista, con especial atención al papel de la mujer en aquella sociedad, o comprender la figura de Santiago recurriendo a la historia comparada de las religiones, lo que demuestra su asombrosa erudición (M. Llinares). Las descripciones y comentarios acerca del paisaje que iba recorriendo entre Somport, donde inició su periplo, y Santiago, aunque en ocasiones genéricos y con un notable contenido poético, proporcionan a su obra innegable valor para la Geografía histórica (X. Santos Solla). Finalmente, es necesario destacar que la profesora King estuvo en Santiago durante el Año Santo de 1915 y participó en toda una serie de ceremonias litúrgicas y civiles, que han permitido analizar las características de los jubileos a principios del siglo XX, tanto en la catedral como en la urbe en ese periodo de restauración del culto apostólico y de las peregrinaciones que está a caballo entre el Ochocientos y el Novecientos (M. Taín Guzmán). Son también de destacar por su inestimable aportación el rico apéndice gráfico, que recoge una selección de las fotografías que realizó durante su periplo la propia autora o su amiga y compañera en alguno de sus viajes, E. Hunn Lowber, que se conservan en el Bryn Mawr College, así como el esfuerzo por reunir en un apéndice bibliográfico las publicaciones de la autora, y las obras que cita en The Way of Saint James, debidamente organizadas, a diferencia de la forma caótica en que aparecían en el original de su obra, complementado todo ello con la relación de los trabajos de aquellos autores que citaron en los suyos las investigaciones de la profesora King. Todo ello es de gran utilidad, en primer lugar, para conocer el grado de influencia de su trabajo, también para asomarnos a las fuentes de su sorprendente erudición y a la bibliografía que empleó para documentar su investigación, así como para examinar los textos medievales que utilizó y divulgó, siendo esta última otra de sus destacadas aportaciones al conocimiento, no sólo del arte románico, sino de la cultura y la historia medieval hispana al no existir por entonces publicaciones que los hicieran fácilmente accesibles a los especialistas.
El trabajo de la profesora King suscitó un importante interés en el momento de su publicación y está detrás de otros proyectos que se acometieron de manera inmediata y para los que sirvió de guía, pero se sumió rápidamente el olvido, en parte porque el Camino de Santiago vivió otro momento de marginación hasta los años sesenta como resultado del impacto de la Guerra Civil española, la II Guerra Mundial y sus consecuencias en la década de los cincuenta. A ello se debe sumar también el rápido avance posterior de la investigación en la Historia del Arte y, en parte, las críticas que recibió la autora por su estilo literario y la relación de sus peripecias durante el recorrido, que le llevó, según aquéllas, a apartarse de su objetivo de elaborar un libro de contenido académico para especialistas para acabar derivando en una suerte de libro de viajes, mereciendo el comentario de que acabó quedando atrapada por el escenario que recorría convirtiéndose en una peregrina. Y en este sentido no cabe duda de que fue también una pionera recorriendo un Camino ya borrado, pero que contribuyó a redescubrir. Por esto consideramos que los especialistas que la han enjuiciado no supieron valorar aspectos fundamentales de su personalidad y su trayectoria vital, pues si bien se ha destacado su carácter de mujer luchadora por la emancipación femenina, creemos que no se ha relacionado suficientemente el contenido del libro con su actividad docente en una universidad femenina cuyo objetivo, además de formar profesionales en el campo de las humanidades, es el de educar mujeres autónomas frente al control tutelar masculino. De ahí, a nuestro juicio, el interés de la profesora King por hacer de su obra un instrumento eficazmente didáctico, pensando sin duda en sus clases en el Bryn Mawr College, pero también mostrando lo que puede una firme voluntad dotada de una gran confianza en sí misma para salvar los múltiples obstáculos y prejuicios que por entonces condicionaban la existencia femenina, de los que estaba generosamente dotada la España de la segunda década del siglo XX. Enfocándola desde esta óptica se entiende mejor la obra y a su autora y lo fuera de lugar de algunas críticas de su época, hechas precisamente por evaluadores masculinos.
Se trata, por tanto, de una obra doblemente valiosa constituyendo un aporte destacado para el conocimiento del Camino y la peregrinación a Compostela, y que, además, servirá de punto de partida para nuevas y enriquecedoras investigaciones.