Herbert Weissberger (1892-1980): anticuario, marchante y erudito
Herbert Weissberger (1892-1980): art and antiques dealer and scholar
Universidad Complutense de Madrid. España
https://orcid.org/0000-0002-1523-6601
fjperezflecha@ucm.es
Resumen:
El objetivo de este artículo es reconstruir y dar a conocer mediante el análisis de documentación inédita localizada en diversos archivos de España y América, la figura del marchante de arte y antigüedades Herbert Paul Weissberger, un anticuario que residió entre Madrid y Nueva York. Se detallan así sus años como galerista entre ambas ciudades y las distintas obras que pasaron por sus manos. Explicamos también como pasó de marchante a erudito y como terminó dirigiendo varios museos y departamentos artísticos a lo largo de su vida, así como su labor docente desempañada en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York.
Palabras clave:
Herbert Weissberger; antigüedades; marchante de arte; Instituto de Bellas Artes; Instituto de arte Carnegie.
Abstract:
The aim of this article is to reconstruct and make public through the analysis of several unpublished archives documents located in Spain and America, the figure of the art and antiques dealer Herbert Paul Weissberger, who lived between Madrid and New York. We also study in depth his years as an art dealer between those cities and the different works that passed through his hands. It is finally explained how he turn out into a recognized scholar directing several museums and art departments throughout his life as well as his teaching position at the New York University’s Institute of Fine Arts.
Keywords:
Herbert Weissberger; antiques; art dealer; Institute of Fine Arts; Carnegie Institute.
Fecha de recepción: 14 de octubre de 2024.
Fecha de aceptación: 5 de enero de 2025.
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© 2025 Javier Pérez-Flecha González. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Com-mons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0. International License (CC BY-NC-SA 4.0). |
Introducción
La España de la primera mitad de siglo XX estuvo marcada por el expolio y la posterior venta de nuestro rico y variado patrimonio histórico-artístico. En los centros de las principales ciudades de nuestro país –sobre todo en Madrid, Barcelona y Sevilla– se fue desarrollando a lo largo de los años y hasta la guerra civil, un comercio en torno a las antigüedades españolas en el que participaron tanto coleccionistas como anticuarios y cuyo principal objetivo, además de abastecer al mercado interno, fue la exportación y venta de obras en grandes subastas en territorio americano. Allí con el desarrollo económico propio de una nueva nación, surgieron nuevos coleccionistas de corte burgués interesados no solo en hacerse con todo tipo de piezas de arte europeo, sino también con aquellas procedentes de la península ibérica1. Un fenómeno, este último, que se ha venido a llamar como Spanish Turn2.
Como no podría ser de otra manera, marchantes y coleccionistas españoles aprovecharon esta situación y, con el beneplácito de las autoridades –que no solo no impidieron la sangría patrimonial de nuestro país, sino que en determinadas ocasiones actuaron a favor de forma interesada–, enviaron todo tipo de obras de arte y antigüedades más allá de nuestras fronteras3.
Herbert Paul Weissberger (1892-1980), Berty, como le llamaron algunos de sus amigos más cercanos, fue uno de los que más partido sacó de toda esta situación. (Figura 1). Procedente de una familia inmersa en el mundo artístico centroeuropeo, su padre, Arnold Weissberger fue vice cónsul de los Estados Unidos en Praga entre 1903 y 1911 y uno de los más conocidos coleccionistas de arte español de la ciudad; mientras que el hermano mayor de Herbert –José– fue admirado por muchos de los coleccionistas españoles del momento por sus increíbles dotes como marchante, por sus conexiones con el mundo cultural y artístico estadounidense y, sobre todo, por el interés que tenían las piezas que integraban su acervo, donde destacaron los tejidos antiguos y las cerámicas de Talavera. Residió en Madrid entre 1906 y 1936, siendo el director de varias compañías aseguradoras internacionales.

Figura 1. Herbert Weissberger como conservador del Carnegie Museum of Art, 26 de enero de 1955. Fotógrafo: Harry Coughanour. Cortesía del Museo de Arte Carnegie.
En Herbert se vieron reflejadas las polifacéticas figuras de art dealer y coleccionista de arte y antigüedades españolas, pero también las de erudito y connaisseur, pues al final de su vida logró impartir varios cursos de arte español en el Institute of Fine Arts de Nueva York, dar charlas, y dirigir varios departamentos artísticos en diversos museos e instituciones culturales del país norteamericano, donde sus publicaciones fueron constantes.
Marchante de arte entre Madrid y Nueva York. 1912-1936
Nacido en Viena, aunque con pasaporte norteamericano, se graduó en el Real–Schule de Dresden-Striesen, una institución de la élite académica alemana, para después permanecer hasta diciembre de 1916 en Madrid junto a su hermano José.
Seguramente para continuar con la tradición paterna –Arnold Weissberger regentó en Viena una galería de arte bajo el nombre de Kunstgalerie4–, Herbert fundó junto a su hermano, y al menos desde 1912, una tienda de antigüedades en la madrileña Carrera de San Jerónimo, espacio que ya era por aquella época el centro neurálgico del tráfico y comercio de antigüedades españolas.
Ese mismo año contaban –ya fuera dentro de la colección familiar o del conjunto del inventario de la tienda– con una témpera sobre tabla de origen bizantino (ca. 125 x 71 cm) datada en el tercer cuarto del siglo XIII con la representación de La Virgen y el Niño en su iconografía de Madonna Odighitria y que actualmente se encuentra en la National Gallery de Washington (n.º de inv.º 1949.7.1). Según la información que nos proporciona el museo, la Madonna Kahn (Figura 2) –como se la conoce por el último propietario que la legó a la institución–, estuvo hasta una fecha cercana a 1912 en la catedral de Calahorra. Herbert Weissberger había entrado en posesión de la obra en Madrid y se la vendió al anticuario Émile Pares en fecha desconocida para nosotros, pero seguro antes del 18 de febrero de 1915, cuando este último la pone en venta en la subasta celebrada en las Anderson Galleries de Nueva York junto con otras piezas de su colección5.

Figura 2. Madonna con Niño entronizados, temple sobre tabla, siglo XIII, 130,7 x 77,1 cm. National Gallery de Washington, n.º de inventario: 1949.7.1.
No sabemos la fortuna de más obras que pasaron por su tienda de antigüedades en los primeros años al frente del negocio, pero a buen seguro fueron muchas y de calidad como para mantener la galería abierta diez años más tarde, cuando llegó a su máximo apogeo.
La siguiente noticia que tenemos de Herbert, ya desde Estados Unidos, data de abril 1917. Había sido reclutado para la armada de ese país para servir en la Primera Guerra Mundial6. Acabado el conflicto sabemos que permaneció en Nueva York, donde se dedicó a organizar varias subastas de arte y antigüedades con algunas piezas de la colección familiar y con otras muchas que había podido comprar directamente en España. La primera tuvo lugar en Clarke´s Galleries durante los días 19, 20, 21 y 22 de noviembre de 1919, donde puso a la venta 690 lotes de antigüedades y artes decorativas, incluyendo principalmente obras españolas e italianas7.
Hizo lo propio en 1921 cuando presentó 969 lotes de antigüedades españolas, italianas y francesas a través de la American Art Association de dicha ciudad durante cinco días, del 26 al 30 de abril. En este caso, en la subasta aparece su nombre en el título: Spanish Art Treasures collected by Herbert P. Weissberger of Madrid, Spain. Known as The Almoneda Collection.
La subasta de 1919, en que se refieren a él solo con las palabras “well-known connoisseur”, y la de 1921, donde ya se hacen públicos su nombre y apellidos en la portada del catálogo para dotar de relevancia a los objetos subastados, dan a entender que, en muy poco tiempo, Herbert se hizo un nombre en el mundo artístico y cultural de Nueva York. Con relación a ello, tenemos constancia que empezó a trabajar tempranamente como marchante de arte (art dealer), aunque la única referencia documental que se conserva sobre su actividad como tal en Nueva York es de 8 de abril de 1920 cuando pregunta a Germain Seligmann sobre una talla en madera y los empleados de oficina de Nueva York le contestarán:
Comme suite à la conversation que vous avez eue avec notre sieur Germain Seligmann le 8 courant, nous avons l’avantage de vous envoyer ci-inclus la photographie de la petite vierge en bois polychromée et dorée du XVème, que vous avez vue chez nous et que vous pensez pouvoir vendre à un de vos clients […]. Nous désirons vous confirmer par la présente qu’au-dessus de Francs. 35.000 nous partageons les bénéfices de moitié, et vous vous engagez d’autre part à ne pas vendre cet objecta u dessous de Francs. 40.0008.
No sabemos si al final consiguió vender la pieza o a qué coleccionista iba dirigida la posterior venta, pero nos indica que Herbert ya había conformado una cierta cartera de clientes importantes como para que estos se interesasen por una obra de arte a la venta en Seligmann, una de las casas de antigüedades más importantes de la ciudad.
Tras realizar la última de las subastas mencionadas, volvió a Madrid, seguramente en 1922, aunque más allá de la localizada en 1912, no encontramos noticias suyas en la capital madrileña hasta 1925. En las licencias de actividades que se custodian hoy en el Archivo de la Villa de Madrid, en las “Aperturas” de la Carrera de San Jerónimo n.º 51, a petición de H[erbert] P[aul] Heinberger [sic], se localiza un negocio dedicado a los muebles9. Al año siguiente, en 1926, la licencia de actividad sigue10, pero cambia al concepto de “antigüedades” y continúa estando bajo este último en 1927, cuando escriben correctamente H[erbert] P[aul] Weissberger11.
Los padrones municipales de la ciudad, realizados quinquenalmente, no hacen otra cosa que confirmar y ampliar esta información, salvo para 1925 y 1935, donde no aparece ninguna información al respecto. Por esas fechas Herbert ya estaba ocupado con Demotte en Nueva York y quizás José Weissberger no se quiso encargar más.
A través de su negocio de antigüedades, cuya existencia podemos fechar entre 1912 y 1930, se dispersaron muchas obras del patrimonio histórico español. Entre estas, además de la Madonna Khan que ya hemos mencionado y posiblemente la Madonna Melon del mismo Museo12 (Figura 3), habríamos de hacer alusión a las piezas vendidas en la Carrera de San Jerónimo desde 1928 a la marchante de arte Alice Beer13; no todas, por otra parte, textiles. Al respecto, la documentación de archivo de su viaje a Madrid realizado con la idea de adquirir obras de arte para su recién creado negocio en Manhattan, nos revela que Herbert vendió a Beer entre otras muchas piezas: una capa y dos dalmáticas damasquinadas de color salmón del siglo XVIII por 1.500 pesetas; un brocatel del XVII en color crema por 30014; una casulla de brocado en rojo con un valor de 247; otra en azul por 528; un cubre colchas en azul damasquinado por 400; otro en seda roja por 450; varias sedas estilo Luis XVI en verde por 495; seis pequeñas figuras de ángeles en madera tallada y dorada por 475; un gran baúl con diversas tallas y decoraciones valorado en 585; y varios marcos en madera de distintos tamaños15.

Figura 3. Izquierda: Madonna con Niño en trono curvo, temple sobre tabla, siglo XIII, 82,4 x 50,1 cm. National Gallery de Washington, n.º de inventario: 1937.1.1. Derecha: Madonna con Niño en trono curvo, Instituto del Patrimonio Cultural de España, fototeca, archivo Moreno, 07331_B.
A buen seguro hubo otros muchos ofrecimientos de piezas por parte del propietario. Sobre todo, a instituciones españolas, a otros coleccionistas y a galerías vecinas con los que era habitual el intercambio de piezas, pero no ha quedado rastro documental alguno. Sin embargo, Herbert aprovechó para ampliar su red de contactos e influencia de manera exponencial en nuestro país y sobre todo en la capital; piénsese que muchos coleccionistas, curiosos o directores de museos –españoles y extranjeros–pasaron por el establecimiento.
Entre los personajes con los que Herbert tejió nuevos lazos gracias a su actividad en el mundo del anticuariado y que hemos podido documentar, se encontraban el arqueólogo José Ramón Mélida (1856-1933) –mientras fue director del Museo Arqueológico Nacional–; el conde de Casal, Manuel Escrivá de Romaní (1851-1954) –en calidad de vocal del Real Patronato del Museo del Prado, nombrado en 1922, miembro del Patronato del Museo de Artes Decorativas, y secretario de los Amigos del Arte–; los historiadores Manuel Gómez Moreno (1870-1970), Eugenio d’Ors (1881-1954) y José Gudiol (1904-1985) y los coleccionistas Francesc Cambó (1876-1947) y Luis Plandiura (1982-1956).
Además Herbert formó parte durante estos años de los principales ejes de promoción cultural que surgieron en Madrid en torno al arte y las antigüedades, destacando su pertenencia a la Sociedad Española de Amigos del Arte, la institución cuyo principal objetivo fue revitalizar las artes decorativas y antigüedades españolas mediante la publicación de la revista Arte Español –que incluía novedosos artículos de interés sobre la historia y la historia del arte españolas– y la organización de exposiciones anuales que, gracias a sus catálogos, tuvieron también un fuerte eco internacional16.
Así, sabemos que Herbert fue socio suscriptor –pagando una cuota anual inferior a 250 pesetas–, de manera ininterrumpida entre 1914 y 1931, (Figura 4) y, como así demuestran los catálogos, fue habitual que prestara junto a su hermano José las mejores piezas de la colección familiar a las diferentes muestras que se fueron organizando a lo largo de los años.

Figura 4. Carnet de socio de la Sociedad Española de Amigos del Arte de Herbert Weissberger correspondiente al año 1929. Museo Nacional del Prado, Archivo, Fondo de la Sociedad Española de Amigos del Arte, Difusión, Socios, caja 23.
En 1931 abandonó definitivamente nuestro país y volvió a Nueva York para retomar su actividad como marchante. A principios de febrero y desde el neoyorkino Great Northern Hotel mantuvo correspondencia con el Museo de Bellas Artes de Filadelfia.
A finales de abril intentaba vender a Fiske Kimball, su director, un Crucificado catalán románico datado entre los siglos XII y XIII por 20.000 dólares y un Cristo resucitado castellano del siglo XVI en madera de nogal por otros 5.000. La misiva se acompañaba de una concienzuda descripción de las piezas, aludiendo también a la posibilidad de encontrar quién financiara la compra –Horace Lorimer–, y se afirmaba en ella que, salvo Forbes, ningún otro director de museo las había visto17.
Efectivamente, un mes antes de estos hechos, en marzo de 1931, Herbert había contactado con el Fogg Art Museum a través de su director Waldo Forbes con la intención de que ambas piezas engrosaran la colección de un museo que, gracias a las publicaciones de Arthur Kingsley Porter, se había interesado en los últimos años en adquirir obras de origen medieval europeo18. Weissberger le remitió entonces un dibujo a mano alzada del Crucificado y una fotografía del Cristo resucitado, cuyos documentos se han conservado; (Figura 5) pero no logró persuadir a Forbes, que alegó –como lo hiciera también Fiske Kimball– falta de recursos económicos para llevar a cabo la adquisición19.

Figura 5. Izquierda: Dibujo a mano alzada del Crucificado cuya obra fue ofrecida por Herbert a Forbes. Derecha: Fotografía del Cristo resucitado cuya obra fue ofrecida por Herbert a Forbes. Edward Waldo Forbes Papers, Archivos de los Museos de Arte de Harvard, Universidad de Harvard, Cambridge, MA (Estados Unidos).
Aunque no siempre consiguiera sus objetivos, su desempeño profesional en el siempre arriesgado y difícil mundo de la compra-venta de antigüedades le tuvo que ir bastante bien y su fama precederle, pues a partir de 1935 se convirtió en agente de la galería de arte Demotte.
Por la fecha en la que se producen los primeros contactos entre Herbert y Demotte –en marzo de 1935, por tanto, con la galería cerrada–, pensamos que esta confió en que aquél le ayudara a vender el stock que había quedado sin salida tras su clausura en 1934 por la muerte de Lucien.
El primer indicio de su relación laboral con Demotte lo encontramos en una compra de manuscritos orientales que realiza a la galería la Morgan Library de Nueva York. En la relación de venta se describen cada uno de los lotes adquiridos20 por un valor total de 450.000 dólares y aparece una comisión para el vendedor de 9.000 dólares21. Antes de proceder al acuerdo final, la galería quiso enviarles una nota aclaratoria sobre la venta, pues parece ser que hubo algún tipo de problema, y es el agente, Herbert Weissberger, el que la firma22. Hay que mencionar, además, que el catálogo razonado de la colección de manuscritos y pinturas islámicas e indias del museo confirma que fue una labor ejecutada por Herbert23.
El otro hallazgo documental que nos permite confirmar el desempeño de Herbert en representación de la galería de Lucien aparece en el archivo de Alice Baldwin Beer, pues a ella recurrirá Herbert para vender parte del stock textil de Demotte. Sobre el precio de venta final de cada objeto, la vendedora se llevaba una parte, Herbert como agente otra, y la galería Demotte el resto.
Según la documentación consultada, en marzo de 1935 –como en el caso de la Morgan Library– aparece el primer contacto al respecto. Beer recibió cientos de tejidos antiguos los días 12, 19, 21 y 30 de marzo y 21 de mayo de 193524. Tras ello inició las ventas y, según la información de la que disponemos, realizó revisiones del inventario consignado –para saber qué piezas había vendido y cuáles no– por voluntad propia o porque se lo demandaron desde Demotte hasta en cuatro ocasiones: en enero de 1937, en abril de 1938 y dos veces más en las que Alice no puso fecha25.
No tuvo que ser una tarea fácil la desempeñada por Beer, pues surgieron dudas, como la que le planteó a Herbert el 25 de junio de 1935:
My dear Mr. Weissberger: I would like to take up with you rather soon the possibility of returning to Mme. Demotte three or four of the pieces which I, perhaps over‒eagerly, accepted on consignment, and which, either because of design or price, I am doubtful of being able to sell. […]. Very sincerely yours, Mr. Herbert Weissberger, The Demotte Galleries, 25 East 78th Str., New York City26.
A pesar de ello y de las ventas que realizaba –pues enviaba cheques para ser cobrados–, también aparecen reflejadas algunas devoluciones de textiles que tuvo que realizar como las registradas el 6 de diciembre de 1935 y 29 de marzo de 1938.
El desempeño de Beer fue constante a lo largo de los años, aunque para saber cuántos ejemplares vendió y cómo eran aquellos habría que revisar una a una las facturas de ventas realizadas por esta; una carta conservada en su archivo y fechada a 8 de enero de 1938, nos deja entrever que al menos fue hasta este día que Herbert Weissberger estuvo trabajando para Demotte27.
La Spanish Child Welfare Association y
Herbert Weissberger. 1938-1939
Siguiendo una relación cronológica de los hechos, desde 1938 Herbert –por su cercanía a Irene Lewishon– centrará todo su tiempo y esfuerzo de manera deliberada en ayudar a la Spanish Child Welfare Association (SCWA)28.
Esta asociación benéfica creada por la propia Lewishon en abril de 1937, se dedicó a sostener a los menores refugiados españoles de la guerra civil mediante la captación de recursos materiales y fondos económicos procedentes principalmente de la venta y difusión en exposiciones –organizadas por todo Estados Unidos– de unos dibujos realizados por los propios niños en los campos de refugiados del sur de Francia, y que mostraban las facetas más difíciles de la guerra. José Weissberger se había encargado de reunirlos durante un viaje a la península entre finales de 1937 y principios de 1938.
En las exposiciones, además de estos dibujos se pudieron contemplar y adquirir obras de artistas contemporáneos españoles que quisieron colaborar con la causa, también recogidas por José con la ayuda de Margaret Palmer desde París; a ello se sumó, desde finales de 1938 la venta del libro They Still Draw Pictures que, ideado también por José y con una introducción de Aldous Huxley, hacía las veces de catálogo de las distintas muestras que se iban organizando.
La primera muestra que organizó Herbert fue entre el 20 y el 27 de octubre en el Bennington College de Vermont, donde debía encontrarse a finales de septiembre de 1938 y aprovechar para comentárselo a las autoridades de esa institución académica. Tras tantear la fecha29 se decidió finalmente llevar a cabo la muestra, enviándose los dibujos, que estuvieron listos para ser colgados los días 14 y 17 de octubre. Concluyó con una ganancia mínima de 55 dólares –alcanzada entre contribuciones directas y venta de dibujos– pero satisfactoria para Herbert y para los intereses de los niños refugiados españoles30.
Mientras se celebraba esta exposición, el pequeño de los Weissberger inició los preparativos de la siguiente, que se presentó en el Sarah Lawrence College de Bronxville en Nueva York, gracias también, como la anterior, a las amistades de Herbert en la isla. Por la primera carta a Irma Brandeis “Luisita” del Art Club del mismo centro educativo, conocemos que fue Herbert quien propuso realizar la muestra, fijándose el 14 de noviembre como día de la inauguración31. Del certamen, que duró hasta el 3 de diciembre, hemos de destacar que Weissberger se afanó en buscar personas que le ayudaran a difundir la exposición y la existencia –y posible compra– de los dibujos32. Tras concluir, las obras infantiles se devolvieron a la SCWA el 7 de diciembre con un balance positivo, aunque escaso, y en la cual Herbert acabó regalando dos dibujos a la institución33.
También gestionó la muestra que se estableció en los salones de la Architectural League of New York entre el 23 de noviembre y el 5 de diciembre de 1938, para lo cual se sirvió de su amistad con uno de sus miembros: Julian Levi, a quien convenció de la necesidad de tener en su sede una exposición de este tipo. Por su persuasión, la exposición fue aceptada bajo el título: The Architecture of Spain as depicted by Spanish Child artists. Solamente conocemos por un telegrama de Herbert a Levi fechado el 2 de noviembre, que estaba bajo estudio la entrega al MoMA de varios dibujos que habían participado en la exposición y que habían sido adquiridos previamente por dos particulares34, donación que al final se hizo efectiva al día siguiente de clausurarse la muestra.
En el Instituto de Arte Moderno de Boston, que hasta entrado 1939 aún era el Boston Museum of Modern Art, se realizó, quizás, la exposición más importante de todas. De ella empezó encargándose José Weissberger, quien se carteó desde junio de 1938 con los directores de la institución –Nathaniel Saltonstall y James Plaut, además de con Joseph Hudnut, de Harvard–, pero por organizar la muestra que iba a tener lugar al mismo tiempo en Los Ángeles, Herbert acabó asumiendo desde noviembre de 1938 la responsabilidad de su puesta a punto. Ya estaba clara la fecha inaugural –31 enero de 1939, coincidiendo con una exposición de Aristide Maillol y Charles Despiau–; ahora solo faltaba elegir los dibujos y pensar en la museografía, aspectos que se trataron en las cartas a Plaut del 10 de diciembre y 4 de enero de 1939.
La exposición se mantuvo hasta el 26 de febrero. Herbert viajó a Boston para su inauguración, y una vez allí ideó un sistema de mecenazgo mediante suscripciones para que algunos de los dibujos de la exposición acabasen en instituciones públicas de la ciudad, para lo cual eligió la Widener Library de Harvard. La muestra, la primera de Herbert que incluía los catálogos de They still draw pictures, estaba teniendo éxito pues desde el inicio se estaban vendiendo algunos libros y dibujos y, poco a poco –aunque esto costó más– las suscripciones se iban firmando35. En el momento de su clausura, entre libros y dibujos sumaron 310 dólares a la causa de la SCWA.
La biblioteca de Columbia también recibió la donación de unos dibujos, aunque no queda claro si fue de uno o más benefactores. Por un lado, a principios de diciembre de 1938 y por consejo del profesor Belle Boas, el Teachers College de la Universidad pidió organizar la muestra en sus salas36. Herbert aceptó y se puso a trabajar en ella. La muestra se inauguró el 13 de marzo y estuvo abierta dos semanas. Además, por mediación de Susan Huntington Vernon se pudo preparar una suscripción para –como en el caso anterior– conservar algunos dibujos de la exposición en la Biblioteca de la Universidad de Columbia37.
Por otra parte, esta misma documentación revela que Martin Vogel –cuñado de Irene Lewisohn,– quiso donar a su muerte una colección de dibujos infantiles de la guerra civil que poseía a la Avery Architecture & Fine Arts Library de Columbia. (Figura 6). El legado, que consistía en 125 láminas, se hizo efectivo el 23 de junio de 193938.

Figura 6. Emiliano Espinosa (13 años), Batalla aérea sobre la ciudad, 13 diciembre 1937, Avery Architectural & Fine Arts Library, Columbia University, dibujo n.º 56.
Actualmente, estos dibujos todavía se conservan allí; lo que no sabemos es si a estos se sumaron aquellos otros de los que Herbert Weissberger estuvo haciendo publicidad con sus suscripciones; lo que sí es cierto es que dicha biblioteca guarda actualmente un total de 153 dibujos, 28 más de los legados por Vogel.
Finalmente hay que mencionar que, en Charlottesville (Virginia), organizó Herbert otra exposición de los dibujos entre el 22 y el 27 de mayo de 1939, fechas que propuso Elizabeth Randall Mills –de la Universidad de Virginia– en la primera misiva que se conserva relativa a esta muestra. Weissberger se encargó de enviar los dibujos, de explicar la museografía y la mejor forma de ofrecer al público los libros y las imágenes a la venta en una carta fechada a 10 de mayo, mientras que, al día siguiente, le daba la posibilidad de depositar en la institución que ella eligiera el donativo de 5 dibujos escogidos por la SCWA para que –como en ocasiones anteriores– “sirvieran de estímulo a las siguientes generaciones de estudiantes”39. Esta vez no se hizo suscripción y los ejemplares fueron a parar directamente y por decisión de Elizabeth Randall Mills a su propia Universidad.
La idea de Herbert de posibilitar a los visitantes de las exposiciones la donación de los dibujos expuestos mediante suscripción es quizá la forma gracias a la cual se conservan hoy algunos de estos en instituciones académicas de renombre como el Sarah Lawrence College de Bronxville, el MoMA, la biblioteca Widener de Boston y las bibliotecas de las Universidades de Columbia y Virginia. A los que habría que añadir los que se custodian en la Brooklyn Public Library, el Museum of Costume Art y el Worcester Art Museum.
Además de las exposiciones, también se organizaron pequeños cócteles de una sola jornada en lugares estratégicos para beneficio de la asociación y en los que también se mostraron y se pusieron a la venta los dibujos y el catálogo.
El Peace Club del Bryn Mawr College de Pensilvania, a través de Helen Cobb y de Gertrude Ely –una amiga de ambos hermanos–, se dispuso a celebrar una exposición con 100 dibujos, acordando con Herbert incluso las fechas: del 2 al 10 de diciembre de 193840. Al final, por motivos de organización y conveniencia, solo se seleccionó una mínima muestra a tenor de una recepción que tuvo lugar el 9 de diciembre en este mismo club, lo que reportó 103 dólares para una sola sesión en la venta de doce ejemplares del catálogo y dibujos de varios precios por un valor de 91 dólares41.
Ocurrió algo parecido en la coctelería Armando’s, donde –gracias a la agencia de publicidad Constance Hope Associates– Herbert organizó la muestra y posterior subasta de algunos dibujos para el 7 de febrero de 1939. Tuvo mucha publicidad y el resultado debió ser muy bueno, pues le llegó un telegrama unos días antes de la inauguración comunicándole que se necesitaba exponer más dibujos de los inicialmente pensados.
Finalmente, la última muestra que preparó el pequeño de los Weissberger fue en Loewi, unos grandes almacenes de Virginia, para el 26 de mayo de 1939. No hay mucha información al respecto, ni siquiera de cómo se organizó, pero la alegría entre los miembros de la asociación era evidente al saber –según se apuntillaba en una carta del 22 de junio– que se habían obtenido 135 dólares.
Después de haber contactado con numerosos directores de museos y bibliotecas para realizar en sus recintos las exposiciones de dibujos, de haber conseguido vender algunos de estos y de haber ayudado a organizar galas benéficas para recaudar dinero en favor de los niños, se iniciará la etapa más brillante de Herbert Weissberger. Su historia personal, su benevolencia y sus saberes artísticos eran ya de sobra conocidos en los círculos culturales de la ciudad.
De marchante de arte a scholar y conservador
de museos. 1940-1988
1940 se inicia para él con la catalogación de la colección de Francesc Cambó. Su propietario se tuvo que exiliar y salir de España como consecuencia de la contienda militar española, y tras un breve periplo por Europa, el 2 de agosto de 194042 se embarcaba desde Portugal en el Excalibur camino de Nueva York. Como él mismo comentó en sus memorias, poseía en Barcelona diversa documentación a modo de catálogo acerca de las obras que iba adquiriendo para su colección, pero durante la guerra civil española las facciones radicales allanaron su vivienda de la vía Laietana y quemaron todos sus archivos43.
Intentó rehacer Francesc Cambó lo perdido por su cuenta acudiendo a la biblioteca de la Frick de Nueva York durante algunas jornadas, pero al final se lo encargó a Herbert Weissberger:
Llavors, davant la complexitat i la dificultat de la tasca, vaig acudir al petit Weissberger, en Berty, molt erudit en coses d’art, amb l’instint de fura d’arxiu i de biblioteca. Va emprendre la tasca amb entusiasme. Avui m’ha presentat les primeres mostres del seu treball: és més, molt més del que jo esperava i li havia demanat. Per fi la meva col·lecció de pintures tindrà el catàleg que es mereix44.
Como se puede leer, Herbert Weissberger aceptó el encargo y se puso al momento con ello. No sólo visitando la biblioteca de la Frick, sino que también utilizó otras bibliotecas disponibles como la del Metropolitan Museum o la del Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York. Tenemos de hecho una referencia de sus primeras entregas en una carta del 17 de noviembre de 1940: “Querido Don Francisco: Adjunto tengo el gusto de remitirle los dossiers de La Tour y Goya II. Están completos salvo una página en el dossier Goya. Espero de hacer en adelante des livraisons plus rapides y no abusar de su paciencia angelical”45.
No hemos conseguido obtener más información acerca de las fichas o dossiers de esta catalogación. Sabemos que completó el estudio de 31 cuadros de la colección –la mitad–, y fueron 22 obras de escuela italiana, 5 de escuela española, 3 de escuela francesa y uno de la flamenca46.
Es también gracias a la correspondencia con Cambó, pero en este caso a la mantenida con José Weissberger, que conocemos cómo siguió desarrollando Herbert Weissberger su vida en Nueva York: se dedicó a dar múltiples conferencias. José no cita todas, pero gracias a él sabemos que en mayo de 1941 impartió una cuyo título fue “Gusto artístico de Inglaterra en el siglo XVIII” en el Post Graduate Center de la Universidad de Columbia47 y, posteriormente, en diciembre de 1945, dio una serie de conferencias sobre pintura española en la Universidad de Nueva York48. Además, José le sigue comentando a Cambó que en marzo de 1942 Herbert había publicado un artículo sobre Eugenio Lucas en ArtNews como crítica a la exposición que la galería Wildestein había organizado sobre el artista con fondos de la colección de José Lázaro Galdiano49; y finalmente conocemos que, al menos desde junio de 1943, Herbert se encontraba catalogando la biblioteca de arte de Rudolph Heinemann50.
Las conferencias responderían a su interés en promover el conocimiento del mundo hispánico en América y supusieron la primera aproximación de Herbert al mundo académico que a partir de ese momento no hizo sino consolidarse. Lejos quedaban los años de galerista. En 1942 había pronunciado una conferencia en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York sobre cerámicas hispano-moriscas51, y colaboró con Federico de Onís y con su Instituto de las Españas de la Universidad de Columbia, pues fue allí donde el 25 de marzo de 1946 pronunció una conferencia sobre Goya con motivo del bicentenario del nacimiento del pintor: “The man and the painter” rezaba su título52.
Con el mismo espíritu, escribiría al director del Metropolitan Museum, Francis Henry Taylor, meses antes de que se produjera este bicentenario para preguntarle sobre la posibilidad de: “On March 30th, 1946, will be the bicentenary of Goya’s birth. An exhibition will be held at the Museo del Prado, and here, at New York, Wildestein is also planning an exhibition. I often thought that it would be quite exciting to arrange, for once, not a Goya show, but a period of Goya show”53.
La petición cayó en saco roto pues no se conoce ninguna exposición presentada en el Metropolitan Museum en 1946 que incluyera obras de Goya o del periodo vital y artístico del pintor. Pero según la documentación conservada, la relación entre ambos ya era fluida en esos años pues se conservan algunas cartas que se remontan a 1943. Una de ellas, fechada a 4 de marzo de 1945, rezaba así:
This is a big letter of thanks and there are several reasons for it.
The Museum Class of Weissberger told me that you spoke most generously of Weissberger. I was thrilled to hear that you should have mentioned me in such eulogistic terms. And I wish to add that I was quite taken back for I do not attach too much importance to myself. Then Mrs. Ogden Mills called me up I told me that you had most warmly recommended me54.
Estas palabras nos hacen pensar que Henry Taylor habría recomendado a Herbert Weissberger en diversos lugares. Desconocemos lo que supuso la recomendación para Mrs. Ogden Mills, pero el hecho de que Herbert tuviera una Museum Class, una clase sobre los museos o en un museo, nos hizo pensar en las Universidades de Nueva York.
Meses después de esta carta, y quizás por lo tanto por recomendación de Henry Taylor, Herbert Weissberger entrará desde el 25 de junio de 1945 en la nómina de profesores del Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York, en la categoría de lecturer. Además de la influencia que ejerció Taylor para que Herbert consiguiera este puesto, también habría que tener en cuenta la amistad de este último con Walter Spencer Cook, el ideólogo y fundador del propio Institute en 1932. Un documento conservado en su archivo nos dice que su entrada se hizo efectiva el 1 de septiembre de 1945 y que estuvo dando clases hasta el 1 de septiembre de 195355. Estas fechas son, además, corroboradas por los Directorios del profesorado de la Universidad durante aquellos años56.
Apenas tenemos referencias de qué clases dio y cómo las impartió durante los ocho años que desempeñó esta labor. Como curiosidad, uno de sus alumnos, el crítico de arte Leo Steinberg, nos ha dejado algunos apuntes de su asistencia a la asignatura de Arte Islámico, impartida por Herbert durante el verano de 195057. Sumado a esto, y según conocemos por otra noticia que no hemos podido confirmar, también desempeñó funciones docentes en los College de Barnard y Queens, y en la Universidad de Columbia58.
En 1953 abandonaría el Institute en favor del puesto de conservador jefe del Departamento de Artes Decorativas del Museo de Arte Carnegie. Una nueva sección dentro del museo que había sido impulsada por la Sarah Mellon Scaife Foundation. La incorporación de Herbert, que se habría convertido así en su primer conservador, se habría producido el 14 de octubre de 1953 –tras un largo proceso de selección– y con un salario mensual de 7.000 dólares.
Cuando llegó en 1953, Herbert no se encontró con un departamento vacío, sino que ya contaba con grandes colecciones como la de miniaturas de Herbert duPuy –aproximadamente 346 objetos– y la de los marfiles orientales de H. Jack Heinz –quien además formaba parte del Patronato del Museo–; su jefe inmediato era Gordon Washburn, director del Departamento de Bellas Artes.
Inició su andadura dando conferencias59 y estudiando la colección con la ayuda de Kojiro Tomita, conservador de Arte Asiático del Museo de Bellas Artes de Boston. Al poco tiempo, este último hizo saber a Washburn qué piezas –sobre todo de la colección de marfiles– debería quedarse el departamento y cuáles no, pasando las descartadas a ser vendidas a otros museos y a colecciones particulares60.
El año 1955 daba comienzo con la preparación de una exposición temporal de las colecciones Heinz y DuPuy en las nuevas salas habilitadas para el departamento, pero también con las directrices por parte de Herbert a Washburn para realizar la venta de los objetos descartados de dichas colecciones. La principal de las indicaciones será la relativa al uso que tendría que dar al dinero obtenido, ya que solamente se destinaría a comprar obras de arte mejores y que estuvieran en relación con la colección del departamento.
En los años sucesivos tanto Herbert en 1956 como Washburn en 1957 harán diversos viajes a Nueva York para entrevistarse con marchantes de arte y galeristas que pudieran estar interesados en la compra de algún objeto61, mientras que el primero también utilizará sus contactos personales para indagar la cuestión62. Estos movimientos tuvieron sus frutos pues conocemos gracias a una carta63 que en 1957 se hizo una primera subasta de obras de la colección, una escena que se replicaría en 1960.
Con el dinero obtenido de estos eventos y con la inestimable ayuda de la Scaife Foundation, Herbert se dedicó a comprar obras para mejorar la colección. Conocemos, que en 1956 entró en contacto con la Hearst Foundation, y consiguió la donación de una armadura y la adquisición de un relieve gótico en piedra64. Pero de nuevo, serán las visitas a galerías de Nueva York las que conlleven nuevas incorporaciones. Washburn conseguirá de Knoedler & Co, en 1956, una pintura atribuida a Nicolás de Staël y un espejo con marco victoriano en oro, además de la compra de la Kline Collection de vidrio que se pagaría a través de la Pittsburgh Plate Glass Foundation65. Al año siguiente mandará a Herbert una lista de obras orientales (porcelanas Kanghsi, caballos Tang, biombos Coromandel etc.) con sus precios, tras su visita a varias galerías: Klejmansentre, C.T. Loos o Hollis entre ellas, visitas que también se realizarán en 195966. No sabemos si estas compras se llevaron a efecto, pero Herbert, como conservador, tuvo en ellas la última palabra. Finalmente, mencionaremos la adquisición de la colección de espadas de Mac Lewis67, un plato hispano‒morisco de reflejo metálico68 y un Nacimiento napolitano completo69.
La otra forma que tuvo Herbert Weissberger de ampliar y mejorar la colección de artes decorativas del museo consistió en las donaciones de particulares. Sabemos que sus contactos en la esfera cultural americana tuvieron que ayudarlo a la hora de convencer a los propietarios, y con beneplácito recibieron las obras de Mrs. Taber Keally (1956), Mr. Berry Hill (1956), Mr. Roy Hunt (1958), Mr. McKenzie Lewis (1958), Mrs. Harton Singer Jr. (1959) y Mrs. Baroness von Cassel van Dorm70. Esta última, amiga personal de los dos hermanos Weissberger, ya había donado al museo algunas piezas de mobiliario en 1956, pero sobresale la de un sarcófago de mármol romano, por ser uno de los primeros ejemplos de este tipo en aparecer en América.
Además de las ventas de los objetos descartados y la compra de otros muchos, otra de las labores del conservador del departamento fue organizar exposiciones temporales. Estas se realizaban con las colecciones ya existentes –como las que mencionábamos en 1955– y con las nuevas incorporaciones. Solían tener una duración de dos a tres meses, y con ello conseguía Herbert dinamizar la colección y siempre mostrar algo nuevo a los visitantes. Se presentaban en las salas habilitadas para el departamento, la Treasure Room, ubicada dentro del Sculpture Hall, por lo que no sabemos si Herbert llegó a disponer una colección permanente que dialogara con estas obras o la labor de exposición sólo se hacía a través de las muestras temporales. Por otro lado, al tener una duración muy corta, era imposible acompañarlas de catálogos con estudios exhaustivos de las muestras, por lo que escribía pequeños artículos sobre las mismas en la revista del museo, el Carnegie Magazine. Sobre estas premisas habría que mencionar dos excepciones, puesto que se llevó a cabo con piezas externas a la colección. En 1954, al poco tiempo de llegar, Herbert preparó en las salas, –por deseo expreso de la coleccionista–, la muestra Four Centuries of Portrait miniatures from the Heckett collection que contó con un catálogo donde se incluían grandes fotografías de las obras y un estudio preliminar de la cuestión elaborado por Herbert que fue muy aplaudido por la crítica institucional. La otra exposición con contenido externo fue Coptic Art, celebrada en 1959 con la colección de Mr. Olsen.
También se dedicó a gestionar varios seguros de obras de la colección departamental en 1954 y 1959; a realizar cambios en la museografía y a promover una reordenación de fondos del almacén, las salas de exposición y el Sculpture Hall, intercambiando la ubicación de las piezas.
Tras dar estos últimos puntos por completados, quiso abandonar la primera línea de batalla, y así se lo hizo saber a Gordon Washburn71. Durante los ocho años que estuvo al frente (1953-1961), Herbert Weissberger trasladó a la sede de la institución las obras de artes decorativas que estaban depositadas en el Museo de Historia de la ciudad (Pittsburgh), las estudió y les dio una nueva vida insertas en el discurso museológico; no sólo con la creación de un departamento específico, sino con su catalogación y muestra al público. Descartó las piezas que no tenían un valor para el museo y consiguió aumentar la colección mediante donaciones y compras. Su trabajo tuvo que ser eficiente y bien visto por sus superiores pues acabó ampliando el espacio disponible para la exposición de las obras y reorganizando las mismas en el Sculpture Hall, un espacio que en el momento de su llegada no se había pensado que tuviera esa función ni terminara albergando parte de las colecciones de Artes Decorativas.
Además, en el desempeño del cargo, no solo mostró al público la colección oriental –que formaba el grueso de la misma– sino también miniaturas, armaduras, cerámicas, textiles, relieves o tallas que poco a poco fueron entrando en la base de datos del museo. También logró establecer convenios con coleccionistas, o instituciones como con la Scaiffe Foundation –que siguió colaborando económicamente– o la Kevorkian Foundation, de quien Herbert consiguió que estuviera dispuesta a organizar una muestra, editar catálogos de la colección, o incluso invertir una cantidad de dinero destinada a la adquisición de obras de arte islámico.
Tras los exitosos años al servicio del Carnegie Museum, la Morse Gallery, junto con el Museum of Living Art del Rollins College de Winter Park en Florida, quiso contar con él como conferenciante y conservador de sus colecciones según la correspondencia que se ha podido recuperar de Gordon Washburn en el Carnegie72. Pero en 1961 y con 69 años, Herbert pudo rechazar esta oferta y aceptar otra más suculenta: la de conservador de las colecciones del Norfolk Museum de Virginia (ahora Chrysler Museum of Art).
Allí, entabló conversaciones con sus antiguos compañeros de trabajo del Carnegie para conseguir el depósito, al menos durante un tiempo, de algunas de las miniaturas de la colección DuPuy. Además, aunque no contemos con mucha documentación sobre su paso por este museo –ni siquiera sobre los años que estuvo en el puesto–, sabemos que hizo una búsqueda activa de obras de arte para ampliar sus colecciones.
Pero su periplo como erudito y museólogo, no terminó aquí. En la necrológica de Herbert escrita por Horst Waldemar Jason, historiador del arte estadounidense del Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York73, conocemos que después del Norfolk Museum of Art, tuvo un breve paso por la Anderson House Museum de Washington, en calidad de director. Aunque por quien la escribe pueda ser esta una información bastante fidedigna, no la hemos podido contrastar, por lo que tampoco sabemos cuántos años pudo estar al frente ni cuales fueron las funciones en su puesto.
Por esta misma fuente, sabemos que Herbert murió el 14 de junio de 1980 en Washington a la edad de 88 años. Dejó atrás, como se puede leer en esas líneas, a grandes amistades que expresaron un cariño especial por él; sus antiguos compañeros de trabajo y alumnos del Institute of Fine Arts le recordaron entonces con emoción.
Conclusión
Herbert Weissberger consiguió dedicar con éxito la totalidad de su vida al arte, y pasar de ser un reputado coleccionista y connaisseur de antigüedades a ser un erudito que puso todo su conocimiento al servicio de los demás: impartiendo clases, charlas, cursos y conferencias, o comisariando pequeñas muestras durante los años que estuvo al frente del Departamento de Artes Decorativas del Carnegie Institute. Tampoco habría que olvidar su faceta de galerista y marchante entre ambos continentes donde, gracias al ferviente interés que hubo en América durante la primera mitad del siglo XX por el arte y las antigüedades españolas, obtuvo grandes éxitos comprando y revendiendo piezas a grandes museos y a coleccionistas particulares.
Este cambio, el de pasar de coleccionista a marchante y de ahí a erudito, fue recurrente en gran parte de las personas de su categoría, pero no fue siempre fácil de llevar a cabo con el éxito que alcanzó el pequeño de los Weissberger.
Dando a conocer su figura, esperamos haber abierto nuevas vías de investigación en torno al mercado de antigüedades españolas que se fraguó en las principales ciudades de nuestro país, pues Herbert con su galería ocupó un lugar destacado en el Madrid de aquella época vendiendo grandes obras a otros coleccionistas y museos, o intercambiando piezas con las galerías aledañas. Aunque, a decir verdad, su nombre también estuvo implicado de esta forma y mediante la organización de grandes subastas en Nueva York con el expolio y venta de nuestro patrimonio más allá de nuestras fronteras.
Apéndice documental
Documento n.º 1.
1930, junio 30, Listado de las piezas adquiridas por Alice Beer en la tienda de antigüedades de Herbert Weissberger. Yale University Library, Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 141, carpeta 229.
Madrid, Spain
H. P. Weissberger
June 30-1930

Documento n.º 2.
1929, enero 11, Listado de las piezas adquiridas por Alice Beer en la tienda de antigüedades de Herbert Weissberger. Yale University Library, Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 141, carpeta 227.
Madrid
Jan 11, H. Weissberger

Documento n.º 3.
(sin fecha), ficha administrativa de Herbert Weissberger como profesor en el Institute of Fine Arts de Nueva York. New York University Archives, Institute of Fine Arts archives.


Bibliografía
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1. Sobre uno de los mayores coleccionistas norteamericanos de la época, William Randolph Hearst, y el expolio patrimonial que llevó a cabo, véase Merino de Cáceres y Martínez Ruiz 2012.
2. Kagan 2012, 21-41; 2019.
3. Martínez Ruiz 2008, II 176-212; 2011, 49-87.
4. Aguiló Alonso 2003, 278.
5. Se venderá por fin el 26 de noviembre de ese mismo año a F. Kleinberger & Co., de New York y esta galería probablemente a Otto Kahn (1867-1934) en 1917, siendo su viuda Addie (Adelaide) Wolff Kahn (1875-1948) quien la legó a la National Gallery of Art de de Washington ingresando en el museo en 1949; véase: https://www.nga.gov/collection/art-object-page.37004.html#Provenance (21/02/2022).
6. Bailey Washburn 1953, 261.
7. El catálogo de la subasta, que lleva por título Catalogue of the Collection of Spanish and Venetian Art, Renaissance Statuary, Precious Old Glass. Also a Collection of Refectory Tables and Spanish Wedding Chests. Assembled by a well-known connoisseur, during a prolonged residence in the Spanish Capital ‒que puede localizarse fácilmente en la biblioteca del Metropolitan Museum, además de encontrarse on-line; véase: https://archive.org/details/catalogueofcolle00clar (22/02/22)‒, no menciona que el propietario de las mismas fuera Herbert, pero dos piezas del antiguo inventario de las Brummer Galleries ‒N366 y N367‒ compradas en esta subasta y posteriormente revendidas así permiten confirmarlo. Véase: The Metropolitan Museum of Art (MET), Cloisters Library and Archives, Brummer Gallery Records, serie IV, letra D, collection inventory cards, caja 33, n.º N366 y N367; y https://libmma.contentdm.oclc.org/digital/collection/p16028coll9/search/searchterm/N03*/field/all/mode/all/conn/all/order/title/ad/asc/page/ (19/10/20).
8. Archives of American Art, Jacques Seligmann & Co Records (1904-1978), serie 1.1 New York Office Correspondence (1907-1923), caja 5, carpeta 5, Herbert P. Weissberger, carta del 8 de abril de 1920 de Herbert Weissberger a Germain Seligmann. La carta traducida al español dice lo siguiente: “Después de la conversación que usted tuvo el día 8 con el señor Germain Seligmann, tenemos el placer de enviarle la fotografía de la pequeña Virgen en madera policromada y dorada del siglo XV que habéis tenido en nuestras instalaciones y que pensáis poder vender a uno de vuestros clientes. Por esta misma carta os confirmamos que por debajo de 35.000 francos dividimos los beneficios a la mitad, y que prometéis por otra parte no vender este objeto por debajo de 40.000 francos”.
9. Archivo de la Villa de Madrid (AVM), Licencias de actividad, Microfilm San Jerónimo (Carrera), Rollo 331/2001, 25-311-94.
10. AVM, Licencias de actividad, Microfilm San Jerónimo (Carrera), Rollo 331/2001, 24-388-159.
11. AVM, Licencias de actividad, Microfilm San Jerónimo (Carrera), Rollo 331/2001, 25-311-170. La licencia correspondiente a este año ya la reprodujimos en: Pérez-Flecha 2020, 318.
12. Sobre la obra Madonna and Child on a curved throne, véase la propia web del museo: https://www.nga.gov/collection/art-object-page.35.html#provenance (25/05/2022). En la fototeca del IPCE se conserva un negativo de la misma obra donde se aclara que perteneció a la colección Weissberger. Véase: IPCE, fototeca, archivo Moreno, 07331_B.
13. La galerista y marchante especializada en tejidos antiguos Alice Baldwin Beer (1887-1981) que poseyó su propio establecimiento de compra venta en el n.º 41 East de la calle 57 de Nueva York y desarrolló una fuerte amistad con ambos hermanos desde que se conocieran en 1928 a través de Kurt Schindler, tuvo un carácter muy polifacético: se inició en el mundo del pequeño teatro para pasar a formar parte desde 1919 del equipo técnico de la Neighborhood Playhouse de Irene Lewisohn. Posteriormente, en 1928, puso en marcha su propia empresa de compraventa de tejidos antiguos, para lo cual realizó numerosos viajes por España y el resto de Europa en busca de piezas. La decadencia de este negocio una década más tarde, le obligó a cerrarlo en 1944. En 1948 pasó a formar parte del equipo de conservadores de textiles del Cooper Union Museum permaneciendo ahí hasta su jubilación en 1970, donde incluso fue nombrada conservadora emérita desde 1979 hasta su muerte.
14. Estas son algunas de las piezas que le adquirió el 30 de junio de 1930. El resto de las de este día en: Yale University Library (YUL), Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 141, carpeta 229. Véase apéndice documental n.º 1.
15. Se ha proporcionado aquí ejemplos de las piezas adquiridas el 11 de enero de 1929, algunas de las cuales conformaron la factura de compra que ya transcribimos en Pérez-Flecha 2020, 325-326. Véase: YUL, Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 141, carpeta 228. Para el resto de las compras de este día, véase: YUL, Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 141, carpeta 227 y apéndice documental n.º 2.
16. Sobre la Sociedad Española de Amigos del Arte y su vinculación con el coleccionismo y el mercado de antigüedades internacional véase: Gkozgkou 2013, 99-124; 2017, 138-151.
17. Philadelphia Museum of Art, Archives, Fiske Kimball records, caja 23, carpeta 16, carta del 24 de abril de 1931 de Herbert Weissberger a Fiske Kimball.
18. Pérez-Flecha 2019, 177-179.
19. La talla del Cristo resucitado se encuentra a día de hoy en paradero desconocido, mientras que la del Crucificado se conserva en el Rhode Island School of Design Museum (nº de inventario 43.195) tras ser vendida por José Weissberger a la institución en los años 40.
20. Dentro de la colección actual de la Morgan Library and Museum llevan los n.os de inventario MS M788; MS M788B; MS M789; y MS M790.
21. The Morgan Library and Museum Archives, Director’s files, caja 1365, Demotte (NYC).
22. The Morgan Library and Museum Archives, Internal Files, MS M788.
23. Schmitz 1997, 48, 71, 182.
24. Yale University Library (YUL), Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 132, carpeta 140, fols. 58-60; fols. 78-79; fols. 56-58; fol. 80 y fols. 65-68.
25. YUL, Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 132, carpeta 140, fols. 46-49; fols. 40-43; fols. 51-55 y fols. 61-63.
26. YUL, Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 132, carpeta 140, fol. 77. La carta traducida al español dice lo siguiente: “Mi querido Sr. Weissberger: Me gustaría retomar la posibilidad de devolverle a la Sra. Demotte tres o cuatro piezas que quizás acepté en depósito con demasiada impaciencia, y que por su diseño o precio no estoy segura de poder vender. Muy sinceramente, Sr. Herbert Weissberger, The Demotte Galleries, 25 East 78th Str., Nueva York.”
27. YUL, Manuscripts and Archives, Beer Family Papers, serie IV, caja 132, carpeta 140, fol. 31.
28. Sobre la SCWA, véase: Sagarra Gamazo 2017, 57-103.
29. Herbert propuso inaugurar la exposición el 31 de octubre, idea que fue rechazada. Sobre ello, véase las cartas del 29 de septiembre de 1938 de Herbert a Mary Carter Jones y del 12 de octubre de 1938 de Helen Brolez a Herbert en: New York Public Library (NYPL), Spanish Child Welfare Association records 1937-1939, MssCol 2836 (SCWA), caja 1, carpeta “Bennington College”.
30. NYPL, SCWA, caja 1, carpeta “Bennington College”, cartas del 12 de noviembre y 12 de diciembre de 1938 de Herbert a Miss Jean Grockway.
31. Véase respectivamente: NYPL, SCWA, caja 2, carpeta “Sarah Lawrence College”, carta del 15 de octubre de 1938 de Herbert Weissberger a Irma Brandeis; y carta del 31 de octubre de 1938 de Alice Pearce a Herbert Weissberger.
32. Para este cometido, contactó con Jerome Swinford, Fred Hart y Miss Alice Dublin.
33. NYPL, SCWA, caja 2, carpeta “Sarah Lawrence College”, carta del 10 de diciembre de 1938 de Herbert Weissberger a Alice Pearce.
34. NYPL, SCWA, caja 1, carpeta “Architectural League of New York”, telegrama del 2 de noviembre de 1938 de Herbert Weissberger a Julian Levi.
35. Véase respectivamente: NYPL, SCWA, caja 2, carpeta “Philip Hofer”, cartas del 16 de febrero de 1939 de Philip Hofer a Herbert Weissberger; y NYPL, SCWA, caja 1, carpeta “Boston Museum of Modern Art”, carta del 16 de febrero de 1939 de Herbert Weissberger a Mrs. Bradley (una de las primeras suscriptoras).
36. NYPL, SCWA, caja 3, carpeta “Teachers College”, carta del día 9 de diciembre de 1938 de Charles Martin a la SCWA; y carta del 7 de enero de 1939 de Irene Lewisohn y Herbert Weissberger a Belle Boas. Actualmente en esta biblioteca se conservan un total de 17 dibujos.
37. Véase: NYPL, SCWA, caja 3, carpeta “Teachers College”, carta del 10 de marzo de 1939 de Herbert Weissberger a Susan Huntington Vernon.
38. Veáse las diferentes cartas que se escribieron entre la biblioteca de la Universidad, Irene Lewisohn y Lilie Lewisohn Vogel, en: NYPL, SCWA, caja 1, carpeta “Columbia University Library”, sobre todo los borradores relativos al legado y las cartas de agradecimiento del día 23.
39. NYPL, SCWA, caja 1, carpeta “Charlottesville exhibition”, carta del 11 de mayo de 1939 de Herbert Weissberger a H. A. W. Randall-Mills.
40. NYPL, SCWA, caja 1, carpeta “Bryn Mawr College”, carta del 2 de noviembre de 1938 de Herbert Weissberger a Gertrude Ely; y telegrama del 24 de noviembre de 1938 de Helen Cobb a Herbert Weissberger.
41. NYPL, SCWA, carta del 27 de enero de 1939 de Helen Cobb a Herbert Weissberger. Además, se vendieron catálogos incluso una vez clausurado el coctel: Helen Cobb le pedía más libros a Herbert el 21 de diciembre.
42. La fecha y nombre del barco se conocen con tanta exactitud pues el mismo las relató en su dietario. Véase: Cambó 1982, 809.
43. Cambó 1982, 860.
44. Cambó 1982, 860. La carta traducida al español dice lo siguiente: “Por la complejidad y dificultad de realizarlo, acudí al pequeño de los Weissberger, Berty, muy erudito en cosas de arte y con instinto de búsqueda en archivos y bibliotecas. Emprendió la tarea con entusiasmo, y hoy me ha presentado las primeras muestras de su trabajo: es más de lo que yo esperaba y había pedido. Por fin mi colección de pinturas tendrá el catálogo que se merece.”
45. Archivo Institut Cambó (AIC), Epistolario de Francesc Cambó, carpeta Herbert Weissberger, carta n.º 2 del 17 de noviembre de 1940 de Herbert Weissberger a Francesc Cambó. Se refiere al Retrato de Pierre-Louis Laideguive de La Tour (Hoy en Museo Nacional de Arte de Cataluña) y uno de los dos Goyas: Alegoría del Amor o el Retrato de Quijano (Hoy en Museo Nacional de Arte de Cataluña).
46. Sureda i Pons 1990, 71.
47. AIC, Epistolario de Francesc Cambó, carpeta José Weissberger, carta n.º 93 del 17 de mayo de 1940 de José Weissberger a Francesc Cambó.
48. AIC, Epistolario de Francesc Cambó, carpeta José Weissberger, carta n.º 15 del 8 de diciembre de 1945 de José Weissberger a Francesc Cambó.
49. AIC, Epistolario de Francesc Cambó, carpeta José Weissberger, carta n.º 104 del 30 de marzo de 1942 de José Weissberger a Francesc Cambó. Véase: Weissberger 1942, 16-36.
50. AIC, Epistolario de Francesc Cambó, carpeta José Weissberger, carta n.º 121 del 18 junio de 1943 de José Weissberger a Francesc Cambó.
51. Según aparece en: New York University (NYU), Archives, Conservation Center Newsletter, R.G. 20.1, caja 1, serie 7, Institute of Fine Arts News, n.º 1, Fall 1943, p. 1.
52. Según aparece reflejado en: NYU, Archives, Conservation Center Newsletter, R.G. 20.1, caja 1, serie 7, Institute of Fine Arts News, n.º 1, Fall 1943, p. 4; y en: Revista Hispánica Moderna, 1946: 365.
53. Harvard University, Archives, Houghton Library, Francis Henry Taylor Papers, personal files, caja 7, Herbert Paul Weissberger, carta del 18 de octubre 1945 de Herbert Paul Weissberger a Francis Henry Taylor. Traducido al español: “El 30 de marzo de 1946 se celebra el bicentenario del nacimiento de Goya. Se realizará una exposición en el Museo del Prado, y aquí, en Nueva York, Wildestein también está planeando una exposición. Yo pensaba a menudo que sería muy emocionante organizar, por una vez, no una muestra de Goya, sino una sobre el período de Goya”.
54. Harvard University, Archives, Houghton Library, Francis Henry Taylor Papers, personal files, caja 7, Herbert Paul Weissberger, carta del 4 de marzo 1945 de Herbert Paul Weissberger a Francis Henry Taylor. La carta traducida al español dice lo siguiente: “Esto es una gran carta de agradecimiento y hay varias razones para ello. La clase de museos de Weissberger me comunicó que hablaste muy generosamente sobre mí. Quedé encantado de escuchar que me mencionaste en términos tan elogiosos y me gustaría añadir que quedé bastante desconcertado porque no me doy demasiada importancia. Después, Ogden Mills me llamó y me dijo que me habías recomendado muy cariñosamente.”
55. Véase apéndice documental n.º 3. Agradezco su digitalización y búsqueda a Edward Sullivan.
56. NYU, Archives, R.G. 1, serie 5, NYU, Directory of the faculties, 1945-1946, p. 84; 1946-1947, p. 110; 1948-1949, p. 137; 1950-1951, p. 161; 1951-1952, p. 155; 1952-1953, p. 128.
57. Getty Research Institute, Leo Steinberg research Papers, Special Collection 930046, serie VII (course notes 1950-1963), caja 14, carpeta 3.
58. Bailey Washburn 1953, 261.
59. Bailey Washburn 1954, 245.
60. Carnegie Museum of Art (CMA), Archive, Department of Decorative Arts, Gordon Washburn correspondence, memorándum del 16 de diciembre de 1954 de Gordon Washburn a Weissberger; y Herbert Weissberger correspondence, memorándum del 17 de diciembre de 1954 de Herbert Weissberger a Washburn.
61. CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Herbert Weissberger correspondence, memorándum del 2 de marzo de 1956 de Herbert Weissberger a Gordon Washburn; e CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Gordon Washburn correspondence, carta del 4 de febrero de 1957 de Gordon Washburn a Herbert Weissberger.
62. El Departamento de Herbert recibirá ofertas de compras de la colección por parte de coleccionistas a lo largo de varios años. Entre ellos: Lawrence Woods, Otto H. Ranschburg y Herbert Trigger.
63. “We have done well with the proceeds from duplicates etc, etc, sold at auction in 1957 […]”. CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Herbert Weissberger correspondence, carta del 16 de febrero de 1960 de Herbert Weissberger al coleccionista Herbert Trigger. En una carta anterior, este último le proponía la compra de varios objetos de la colección del museo; la cita anterior fue parte de la respuesta de Herbert.
64. CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Herbert Weissberger correspondence, memorándum del 7 de marzo de 1956 de Herbert Weissberger a Gordon Washburn; y Weissberger 1955, 43.
65. CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Gordon Washburn correspondence, carta del 20 de julio 1956 de Gordon Washburn a Herbert Weissberger; y memorándum del 16 de noviembre de 1956 de Gordon Washburn a Herbert Weissberger.
66. CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Gordon Washburn correspondence, cartas del 2 de diciembre de 1957 y del 4 de diciembre 1959 de Gordon Washburn a Herbert Weissberger.
67. CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Gordon Washburn correspondence, memorándum del 13 de noviembre de 1959 de Gordon Washburn a Herbert Weissberger.
68. Weissberger 1960, 91-94
69. La compra de un Belén napolitano, conjunto de piezas muy en boga en la época, se había intentado en repetidas ocasiones en 1955 y 1956. Finalmente, y tras las gestiones pertinentes, al año siguiente el Museo adquirió el Nacimiento del coleccionista napolitano Mr. Catello; mientras que también aceptaba la donación de un conjunto incompleto de este tipo de piezas realizada por Mr. George Magee Wyckoff. Véase: CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Herbert Weissberger correspondence, memorándum del 21 de marzo de 1956 de Herbert Weissberger a Gordon Washburn; y Weissberger 1957, 329-331.
70. Existe una lista completa de los particulares e instituciones que donaron obras al Museo gracias a la intermediación de Herbert en: CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Herbert Weissberger correspondence, Resignation of Herbert P. Weissberger 1961.
71. CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Gordon Washburn correspondence, carta del 15 de junio de 1961 de Herbert Weissberger a Gordon Washburn.
72. CMA, Archive, Department of Decorative Arts, Gordon Washburn correspondence, cartas del 26 de septiembre y 3 y 6 de octubre 1961 de Gordon Washburn a Schiller Scroggs, y de Schiller Scroggs a Gordon Washburn.
73. Woldemor 1980, 6.