Migraciones y configuraciones del hábitat urbano: miradas desde Latinoamérica y la Península Ibérica

Migrations and configurations of urban habitat: views from Latin America and the Iberian Peninsula

Francisco José Cuberos Gallardo

Departamento de Antropología Social,

Universidad de Sevilla.

fcuberos@us.es

0000-0003-3678-8576

Mariela Paula Díaz

Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y

Técnicas de Argentina.

mariela.diaz@fadu.uba.ar

0000-0002-0355-3634

Cómo citar:
Cuberos Gallardo, Francisco José y Díaz, Mariela Paula (2022). La dimensión territorial de las asociaciones de migrantes en La Matanza (Argentina), Hábitat y Sociedad, 15, 7-9. https://doi.org/10.12795/HabitatySociedad.2022.i15.01

Este monográfico se propone discutir el papel de las migraciones en el urbanismo latinoamericano y de la Península Ibérica. De este modo, indagar las transformaciones y los procesos urbanos desde el lente de las apropiaciones y las movilidades desarrolladas por los flujos migratorios –internos del campo a la ciudad e internacionales– nos permite reflexionar sobre las principales formas de crecimiento y dinamización de nuestras ciudades y territorios de manera comparativa entre el sur y el norte global. En este sentido, se cuestiona la concepción clásica del territorio como un mero contenedor o escenario de los procesos sociales, y se apuesta por pensar a los y las migrantes como agentes que inciden activamente en la configuración del hábitat urbano.

La preocupación académica por la distribución de las personas migrantes en la ciudad se encuentra presente en la Primera Escuela de Chicago de los años ‘20 del siglo XX bajo el paradigma de la asimilación e integración; en cambio en América Latina es relativamente reciente, data de la década de 1970 y se encontró atravesada por la teoría de la modernización de la segunda mitad del siglo XX. Esta última asociaba la migración al cambio definitivo de residencia de un ámbito rural a otro urbano que contenía el pasaje de un tipo de sociedad arcaico, tradicional a otro moderno e industrial que proporcionaba las condiciones para la integración y la movilidad social. En la actualidad, los procesos migratorios continúan enmarcando múltiples patrones de movilidad de personas, capitales y mercancías, que generan un impacto directo en el paisaje urbano y en la configuración del hábitat popular que dan lugar a la conformación de los denominados “barrios de migrantes”. Es así que la problemática clásica sobre los patrones de asentamiento, la segregación socio-residencial y las múltiples vulnerabilidades padecidas por las personas migrantes no pierden su vigencia, sino que se problematizan desde perspectivas novedosas que se anclan en una concepción dinámica de la territorialidad, de la movilidad y de migración. De un lado, la incorporación de las poblaciones migrantes plantea retos específicos a la cobertura residencial, a la planificación de infraestructuras y la gobernabilidad a nivel municipal; de otro, su presencia se traduce en nuevas formas de apropiación, delimitación funcional y significación del espacio, que son negociadas en la necesidad de acomodarse entre ellas y con otras preexistentes; finalmente, participan cotidianamente de múltiples relaciones en los territorios de residencia, pero también reproducen en la distancia otras que habilitan así la emergencia de amplias y densas redes transnacionales o distintos tipos de movilidades a nivel nacional y transfronterizos. El estudio de los procesos migratorios nos invita por tanto a reflexionar sobre una diversidad de problemáticas que van desde los tipos de hábitat generados por las migraciones en contextos de segregación y múltiples vulnerabilidades; hasta las nuevas cartografías urbanas rastreables en las prácticas de los y las migrantes, así como las diversas estrategias desplegadas de reproducción social que tienen un impacto macrosocial en tanto transforman los territorios de circulación.

Este monográfico se compone de cuatro artículos de investigación que problematizan a diferentes niveles los efectos de los procesos migratorios en la configuración del hábitat urbano.

En el primero de ellos, María del Carmen Ledo García discute el impacto de las migraciones en la concentración demográfica y en la consolidación de un modelo de crecimiento segregado en cuatro grandes ciudades de Bolivia: Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y El Alto. La aplicación de una metodología basada en un modelo multivariado permite a la autora constatar que, en el contexto de urbanización acelerada que ha experimentado Bolivia durante las últimas décadas, existe una fuerte correlación entre los movimientos migratorios hacia estas ciudades y la conformación en su seno de amplias zonas afectadas por graves problemas a nivel urbanístico y socioeconómico. Tal y como la propia autora señala, estudiar en profundidad las trayectorias y condiciones de vida de las familias migrantes que habitan estos espacios podría ofrecer importantes recursos para el diseño de políticas públicas que mejoren sus condiciones de vida.

El texto de José Torres ofrece una visión panorámica de los diferentes modelos territoriales que enmarcan la incorporación de los y las inmigrantes al territorio andaluz. Partiendo de un recorrido por las diferentes fases temporales de la inmigración en Andalucía durante las últimas dos décadas, y atendiendo a la distribución geográfica desigual de las distintas nacionalidades, Torres propone la distinción de tres tipos de hábitat: el de las comarcas interiores de la región; el de las áreas litorales de Almería y Huelva; y el de los barrios de algunas de las principales áreas urbanas y metropolitanas. El autor caracteriza cada uno de estos tipos tomando en cuenta formas de emplazamiento, tamaños, dinámicas económicas, estructuras residenciales y recursos sociales accesibles. En cada uno de los tres escenarios Torres identifica las principales problemáticas a resolver, y sugiere líneas de intervención posibles para una mejora de las condiciones de vida.

Por su parte, Brenda Matossian y Cecilia Melella proponen un original acercamiento al problema de la incorporación de los y las migrantes al espacio urbano, a través del análisis socioterritorial de sus asociaciones. Tomando como caso de estudio el municipio de La Matanza, en la Región Metropolitana de Buenos Aires, las autoras localizan y contextualizan la ubicación de las sedes que muy diferentes colectivos inmigrantes han ido edificando a lo largo de un siglo. Los resultados permiten constatar las condiciones desiguales que los migrantes europeos y latinoamericanos encontraron en su proceso de inserción a la ciudad, subrayando las ventajas comparativas que encontraron grupos como el de los italianos en contraste con la dificultad que enfrentaron otros como paraguayos y bolivianos. El trabajo de Matossian y Melella apunta así una correlación entre los lugares de emplazamiento de estos edificios y las desigualdades socio-territoriales que atraviesan la localidad, y que conectan a su vez con los diferentes contextos históricos que enmarcaron la llegada de distintas corrientes migratorias.

Finalmente, el artículo de Francisco Canella recurre a las trayectorias de vida para abordar el papel de los migrantes en tanto líderes vecinales en contextos de lucha por la vivienda. Para ello aporta el análisis comparado de dos casos localizados en la ciudad de Florianópolis (Brasil), discutiendo en profundidad la experiencia de dos personas migrantes en sendos contextos de urbanización informal. Tal y como el propio autor describe, los resultados de su investigación invitan a cuestionar ciertos discursos políticos y académicos que se refieren a la “favelización” de Brasil para englobar sin distinción la tendencia al crecimiento precario y desordenado de las periferias urbanas en las ciudades grandes y medianas del país. Frente a una visión que asocia al habitante de la favela con un origen rural, una extracción socioeconómica baja y un nivel formativo inferior, Canella ilustra con dos trayectorias de vida la presencia creciente de otros perfiles dentro de esta población, y señala la importancia de repensar conceptos como el de favela, periferia urbana y clase popular.

Este número monográfico propone así una mirada poliédrica sobre el papel de los y las migrantes en la configuración del hábitat urbano. La diversidad de las contribuciones permite el abordaje de problemas ricos y diversos como la concentración residencial de los y las migrantes, sus diversas pautas de distribución territorial, sus formas de asociacionismo y la conformación entre ellos de liderazgos vecinales. Para ello los artículos aportan datos de cuatro países distribuidos en dos continentes, producidos por especialistas formados en diferentes campos disciplinarios y a través de trabajos basados en metodologías diversas y complementarias. Creemos que la edición conjunta de estos artículos ofrece al lector una pluralidad de interrogantes, que se conjugan para enriquecer la lectura de cada uno de los textos por separado. Por lo demás, los trabajos seleccionados apuntan cuestiones centrales, que sin duda contribuirán a orientar las investigaciones venideras sobre las poblaciones migrantes y su papel como actores configuradores del hábitat urbano.