TEATRO, FRASEOLOGÍA Y PAREMIOLOGÍA EN LA CLASE DE E/LE: TRA(D)ICIÓN DE BETH ESCUDÉ I GALLÈS
THEATER, PHRASEOLOGY AND PAREMIOLOGY IN THE SPANISH LANGUAGE CLASSROOM: TRA(D)ICIÓN BY BETH ESCUDÉ I GALLÈS
Coral García Rodríguez
Universidad de Florencia
Resumen:
El teatro es una herramienta fundamental en relación con la enseñanza/aprendizaje de la fraseología y la paremiología, en un enfoque dirigido a la acción que da sentido al proyecto llevado a cabo en clase. La paremiología y la fraseología, a su vez, son portadoras de connotaciones sociológicas que se remiten a una cultura específica, susceptible de ser estudiada desde un punto de vista contrastivo (español/italiano).
Palabras claves:
teatro, Beth Escudé I Gallès, paremiología, fraseología, didáctica.
Abstract:
Theater is a very important instrument in connection with the teaching and learning of phraseology and paremiology, within the context of an action-oriented approach which makes the project suitable for the classroom. Paremiology and pharesology are, moreover, transmitters of sociological connotations drawing on a specific culture appropriate for study from a contrastive (Spanish/Italian) point of view.
Key word:
theatre, Beth Escudé I Gallès, paremiology, phraseology, teaching.
Desde de los años 80 del siglo XX hasta nuestros días (con los trabajos teóricos para el español de Zuluaga, Corpas Pastor, Penadés Martínez y García Page, entre otros), ha ido aumentando de manera exponencial el estudio sistematizado y regularizado de la fraseología y la paremiología, colmándose así la que era una laguna significativa por parte de la lingüística y, por consiguiente, de los manuales de español para extranjeros (Ruiz Gurillo, 2000). A su vez el Marco común europeo de referencia para las lenguas corrobora explícitamente la necesidad de incluir su estudio en el nivel C2, y de manera no explícita en otros niveles inferiores (Ruiz Martínez, 2005: 569-570), mientras que las publicaciones sobre la enseñanza de la fraseología han florecido vigorosamente en los inicios del siglo XXI. En este ámbito de revitalización de los estudios fraseológicos y paremiológicos, hay que mencionar sin duda la extraordinaria labor del refranero multilingüe del Centro Virtual Cervantes, que a partir de 2005, bajo la coordinación de Julia Sevilla Muñoz y María Teresa Zurdo, recoge refranes y frases proverbiales de fuentes orales y escritas. Su consulta resulta de gran utilidad para docentes, discentes y traductores, tanto por la información aportada para cada refrán, como por la presentación de “equivalentes” paremiológicos en nada menos que dieciocho lenguas (incluidos el latín y el griego antiguo).
Es en este marco de renovado interés por la fraseología y la paremiología en el que se incluye nuestra propuesta didáctica, destinada a estudiantes universitarios italianos de los grados de Humanidades. Nuestra pretensión es demostrar que la literatura es una herramienta de importancia fundamental en los cursos de lengua española, en un enfoque por tareas o dirigido a la acción que otorga sentido al proyecto llevado a cabo en las clases, en el que, además, la pertenencia a un grupo y el carácter lúdico se convierten en elementos clave para potenciar la motivación, aspecto básico destacado por la Psicología Cognitiva y la Psicología de la Motivación (Santos Sánchez, 2010: 12-13). El teatro, además, es un género literario en el que resulta muy productiva la imitación (que no reproducción) de la lengua hablada, y por tanto suele ser susceptible de recoger unidades fraseológicas de distinto tipo (colocaciones, locuciones, paremias)1 que se remiten a una cultura y mentalidad específicas, lo que no niega la posibilidad de que, al mismo tiempo, puedan tener una validez universal, como demuestra la Semántica Cognitiva. La paremiología posee el atractivo de ser portadora de connotaciones sociológicas de interés para la fraseología contrastiva y los cursos de lengua y cultura para extranjeros; no se trata sin más de “vocabulario”, sino que constituye un elemento pragmático y sociocultural que enriquece los contenidos y el desarrollo mismo de las clases de E/LE. Desde nuestro punto de vista, utilizar textos literarios con este propósito enriquece la propuesta didáctica, ya que poseen un valor añadido del que carecen los fragmentos creados ad hoc, sin que eso suponga negar importancia a este tipo de actividades presentes en los manuales recientes de español (es más, dichos ejercicios son muy útiles como base o como complemento de refuerzo para el aprendizaje de los fraseologismos por parte del discente). En el continuum que va desde la oralidad a la escrituralidad, el escalón extremo, el lenguaje literario, recoge en sí mismo el primer peldaño de la escalera, y le otorga un peso transcendental; o lo que es lo mismo, la lengua hablada y la lengua escrita están más interrelacionadas de lo que se suele admitir en el ámbito de la enseñanza/aprendizaje de idiomas extranjeros. Recordemos entonces que la fraseología no está anclada en exclusiva en una modalidad oral de la lengua, sino que hace apto de presencia en diversas tipologías de lenguaje que forman parte de la vida diaria de los nativos y de los estudiantes y expertos de la lengua, esto es, el lenguaje periodístico, publicitario, político y también literario, lo cual implica interpretar los refranes desde una perspectiva textual (Penadés Martínez, 2006). Y no olvidemos que “en todas las lenguas lo ontológico y lo cultural están mezclados con diferentes grados y matices” (De Dios Luque Durán –Manjón Pozas, 2002), lo cual refuerza aún más la importancia del estudio de la fraseología y la paremiología desde una perspectiva intercultural.
Si, como decíamos, la fraseología suele hacer acto de presencia en las obras dramáticas, en el caso de Tra(d)ición, de Beth Escudé I Gallès, se erige en protagonista absoluta de la pieza, ya que este breve monólogo está estructurado en forma de cadena de expresiones idiomáticas (con predominio de paremias), o lo que es lo mismo, de ellas depende radicalmente su creatividad y sus cualidades literarias.
El texto parte en el momento mismo en el que la protagonista, Cristina, está empezando a escribir su diario, señalando la fecha: martes y trece (más adelante sabremos que escribe desde un barco al que de todos modos se alude en la acotación de apertura con la indicación “Sonido del mar”). Ya la primera frase resulta útil para la presentación de un culturema2 interesante: la superstición de que los martes y trece son días de mala suerte. Si para los españoles se trata de una superstición adquirida por tradición, para los italianos el equivalente es, como se sabe, el viernes, lo cual de alguna manera permite entender a los discentes tanto la existencia de semejanzas (porque existe un día de malaugurio), como, si se quiere, la relatividad de dichas creencias, en una óptica de contraste entre culturas. Tras el ritual “Querido diario”, comienza la mencionada concatenación de unidades fraseológicas que no se detiene, como el oleaje, hasta llegar a un desenlace en el que irónicamente se afirma que “aunque bien podría seguir escribiendo hoy, lo dejaré para mañana” (Escudé I Gallès, 2013: 397), con la referencia evidente al proverbio “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, existente también en italiano. El título anuncia en una sola palabra (que adopta un doble sentido por el paréntesis otorgado a la “d”) que se va a “traicionar la tradición”, es decir, que se van a trastocar todas las expresiones presentadas en la pieza (para decirlo fraseológicamente, “se le da la vuelta a la tortilla”). De hecho, la protagonista rompe con el pasado y las creencias propias de su cultura, persiguiendo un sueño y un lugar donde las referencias a las que se remiten las UFS utilizadas sean exactamente las contrarias. Tras dejar al marido mientras dormía, la protagonista confiesa que “No sabía dónde ir ni cómo, pero como es martes y trece, he decidido embarcarme” (Escudé I Gallès, 2013: 396). La decisión de coger un barco, entonces, la toma llevando la contraria a la paremia “En martes ni te cases ni te embarques”. Y de hecho se ironiza con el añadido siguiente, que recoge también el culturema citado anteriormente: “Yo me casé un jueves 28 y fíjate cómo me ha ido, querido diario” (Escudé I Gallès, 2013: 396).
La protagonista evoca el día anterior en el que “me acosté sin saber una cosa más. Ni siquiera una”, retratando una vida infeliz en la que “Donde hay amor, hay dolor”; “quien bien te quiere te hará llorar”, ideas que en un principio intenta acatar: “Me sequé las lágrimas e intenté dormirme a su lado contando ovejas”. Pero “No funcionó. Conté entonces cocodrilos, pero no dejaba de pensar en la causa de la poca credibilidad de sus lágrimas. Y de las mías. Tampoco conseguía conciliar el sueño” (Escudé I Gallès, 2013: 395). Las razones tradicionales no le sirven, se cuestiona el significado fraseológico a veces desconocido para los propios hablantes (poniendo de relieve la “arbitrariedad” de su combinación, subrayando su carácter opaco), y su determinación va creciendo según fallan las ideas concebidas vehiculadas por los modismos, a los que se recurre para constatar de inmediato su invalidez: “Me levanté y comí un poco del melón que quedaba en la nevera. El melón no fue ni oro, ni plata, pero tampoco me mató3. Me sentó de maravilla y me recosté en el sofá” (Escudé I Gallès, 2013: 395). El párrafo siguiente se construye de nuevo a partir de UFS consolidadas que hacen referencia a actitudes que deberían ayudarte a prosperar: “He madrugado mucho y, contra todo pronóstico, ha amanecido más temprano, he tenido un largo día por delante. Largo como un día sin paz”4 (Escudé I Gallès, 2013: 395). Pero igual que existe “No por mucho madrugar, amanece más temprano”, en el patrimonio lingüístico del español contamos con su opuesto: “Al que madruga Dios le ayuda”5. La autora apela al conocimiento del lector ideal que conoce los dos refranes, como si la misma tradición hubiese decidido llevarse la contraria. Y más adelante recurrirá al segundo, uniéndolo a otro en el que también aparece la mención a Dios que, como sabemos, es frecuente en la fraseología española, incluyendo, al lado de conocidos proverbios de la lengua española, un verso de Antonio Machado6 muy repetido, en ocasiones sin saber su procedencia, y que aparece, así, equiparado a las paremias: “Quien habla sola no espera hablar a Dios un día porque, entre otras cosas, Dios me ha apretado y me ha ahogado siempre y no me ha ayudado nunca, ni siquiera hoy. Y eso que me he pegado un buen madrugón” (Escudé I Gallès, 2013: 396).
La paz no existe porque la protagonista se siente distante del marido, del que, después de mirarle mientras duerme, afirma “¡Qué poco hermoso me ha parecido este hombre tan peludo!” (Escudé I Gallès, 2013: 395). Así, Cristina manifiesta de nuevo su inconformidad con determinados presupuestos tradicionales, al negar que el vello pueda ser símbolo de atractivo masculino, y rechazando al mismo tiempo el dicho “el hombre y el oso cuanto más feo más hermoso”7; y se reafirma en su convencimiento de seguir adelante: “pese a tener boca, no me he equivocado. En otros tiempos hubiera titubeado” (Escudé I Gallès, 2013: 395-396). Y de la expresión con referencia a la boca (sustantivo recurrente en muchos modismos españoles), surgen en cadena las frases sucesivas referidas a su esposo, de nuevo desautomatizadas para que puedan adquirir un sentido apropiado al contexto de la historia narrada: “Ha dicho “mu”. Que es como callar. Quien calla, no otorga. Puede que, simplemente, esté dormido. Como un tronco o como un leño o como un lirón; cada cual sabrá cómo qué duerme” (Escudé I Gallès, 2013: 396). En la última unidad fraseológica entonces la autora nos proporciona tres variantes para hacer referencia al universal de “dormir profundamente”8, que nos sirve como ejemplo paradigmático para señalar la variabilidad fraseológica, lo que contradice la estabilidad o fijación tradicionalmente atribuidas a este tipo de unidades (Zuluaga, 1980).
Refrán a refrán, Escudé I Gallès construye el monólogo de una rebelión irrevocable de la protagonista (corroborada por la repetición de “Me voy”), que merece la pena citar para apreciar las asociaciones que la llevan a sacar a colación una fraseología interiorizada en su vocabulario mental, como si de cerezas se tratara:
Del dicho al hecho hay poco trecho, y he empezado a recoger mis cosas. La maleta estaba en el altillo y encontrarla podía provocar tanto ruido como el que producen las nueces. Así que he cogido el saco de la ropa sucia, el que utilizo para ir a la tintorería. El de los trapos sucios que nunca lavo en casa sino en la comisaría. Lo he llenado con todo lo que he encontrado de valor. Todo, lo de más valor, que es lo de más precio, lo mío y lo suyo, avariciosamente. El saco no se ha roto. Le he quitado hasta lo bailao (Escudé I Gallès, 2013: 396).
La referencia a lavar los trapos sucios en la comisaría, nos hace pensar que el abandono del marido tiene motivaciones muy serias, quizá los malos tratos (a los que también se refiere otra paremia que veremos en la cita sucesiva). De ahí que el hecho de marcharse suponga por un lado un acto de valentía y por otro dé lugar a comportamientos de indefensión:
No sabía a dónde ir, pero he pensado que más valía bueno por conocer que malo conocido. He sido tan infeliz con él como un zapato con niño nuevo. El saber sí ocupa lugar y no quiero saber más de ti. Antes de irme, le he susurrado al oído: “Azote y mordedura duele más tiempo que mientras dura”, y he añadido “con esto y un bizcocho, hasta nunca”. Y he salido (Escudé I Gallès, 2013: 396).
Una vez alcanzado el barco de la libertad, desde allí se anhela encontrar un mundo diferente, rechazando toda vinculación con el entorno en la que ha estado inmersa hasta el momento de la fuga:
Lo que tengo claro es que adonde fuere no haré lo que viere; miraré a quién hago el bien y detenidamente los dientes del caballo que me regalen; decidiré por anticipado de qué agua beberé; repicaré e iré a la procesión9 Iré donde, firmemente, se llame mataperros a quien sólo mató a uno; donde no se asesine a pájaros con la mitad de los tiros; donde más valga que vuelen cientos que aprisionar uno en la mano; un lugar que tenga un monte plagado de orégano donde llueva al gusto de todos. Donde tener la negra, trabajar como un negro o verlo todo negro sean inolvidables experiencias. Donde lo mejor sea amigo de lo bueno. Donde quien algo quiera, le cueste un poco menos. Donde el cliente no tenga la razón; donde quien pague no mande, sea patrón o sea marinero; donde el que parta y reparta se lleve lo mismo que el resto; donde podamos aguantar velas entre varios palos. Un lugar donde de verdad en todas partes se puedan cocer habas, y degustarlas10; donde no se llame tonto a quien se le da pan; donde el ingenio se agudice sin hambre; donde no haga falta llorar para mamar… (Escudé I Gallès, 2013: 396-397).
Como resulta evidente, la autora ha llevado a cabo un creativo proceso de desautomatización a la máxima potencia, de gran utilidad didáctica precisamente porque, a través de la negación de los modismos, el discente entenderá en toda su extensión el significado y contenido cultural que transmiten. De algún modo esta obra pone de manifiesto una creencia extendida que debemos manejar con cautela: que sobre todo las paremias reflejan un mundo tradicional con el que hay que romper, que dicho caudal léxico transmite valores caducos, o al menos puestos en discusión por determinados sectores de la sociedad. Si por un lado el hablante nativo recurre a ellas para confirmar los hechos de la vida (la denominada “sabiduría popular”), por el otro contradecirlas supone dar el primer paso para cambiar el mundo y rebelarse contra el status quo.
El monólogo que hemos comentado se puede insertar en un proyecto que abarque todo el año académico, en el que se proponga a los estudiantes una lectura dramatizada, donde se engloben otros textos de teatro breve susceptibles de ser reagrupados bajo un hilo conductor que los dote de sentido. Además, en la Laurea Magistrale existen cursos centrados en la traducción dramática, con lo cual se puede plantear la opción de realizar una versión italiana de los mismos, que podría llevarse a las tablas, dentro o fuera de la universidad. En estos casos, entonces, los discentes saben que están trabajando con obras que después tendrán vida en un espectáculo, las cuales también se pueden utilizar para aprender y potenciar determinados contenidos, en función del nivel de los alumnos (en el proyecto pueden participar estudiantes de distintos niveles de lengua, según su potencial, lo cual resulta más enriquecedor de lo que se pueda pensar a priori): culturemas, lenguaje no verbal, pronunciación y entonación, lenguaje coloquial y juvenil, registros idiomáticos, fórmulas ritualizadas, usos del pretérito perfecto, oraciones subordinadas… y en el caso de la pieza que nos ocupa, fraseología y paremiología. Además de aprender estas metáforas culturales y conceptuales propias de los nativos, se puede ahondar en cuestiones teóricas (entre otras cosas porque el contexto universitario no solo lo permite sino que lo requiere), haciendo reflexionar a los discentes sobre las características morfosintácticas de las mismas, y abordando el tema desde el punto de vista de la enseñanza del español como lengua extranjera, ya que muchos de ellos serán a su vez profesores de español cuando terminen sus estudios. Y tengamos en cuenta que, en ciertos casos, existe una tipología de alumnado que al terminar la licenciatura elegirá la fraseología y la traducción de textos dramáticos como argumento de tesis, con lo cual se amplía el espectro de estudio con la necesidad de encontrar los equivalentes fraseológicos y paremiológicos en lengua italiana, a pesar de las consabidas dificultades (Richart Marset, 2008).
El hecho de partir de obras de teatro breves para presentar la paremiología y la fraseología resulta más “coherente” y más atractivo para el alumnado, a nuestro entender, que partir en exclusiva de ejercicios propuestos en los manuales de E/LE11, donde en algunas ocasiones falta una verdadera justificación de por qué se presentan unas u otras unidades, más allá de los criterios funcionales o de frecuencia de uso que sin duda son relevantes pero no imprescindibles, sobre todo en cursos avanzados y en especial para italianos. Pero eso no quiere decir que no puedan tenerse en cuenta, es cierto precisamente lo contrario. Además de realizar las actividades circunscritas de los manuales, se puede recurrir a materiales específicos publicados en años más recientes por expertos de la materia, que las mismas editoriales presentan como complemento o de estudio individual12, decidiendo cuándo utilizarlos en clase o si es el caso de proponerlos como actividad fuera del aula, siempre en función del contexto concreto en el que se muevan profesores y alumnos, y del proyecto que se esté llevando a cabo. Como sostiene Santos Gargallo (1999: 45, 82), con frecuencia se olvida desde el ámbito teórico que dicho “contexto docente” puede ser radicalmente distinto a partir de la conformación del alumnado y de su lengua nativa, y del país y de la institución en que se produzca el proceso de enseñanza/aprendizaje (en nuestro caso, la universidad en la rama de Lenguas, Literaturas y Estudios interculturales). Dicha diversidad enriquece y otorga importancia al papel del docente, una figura que hay que reivindicar y dotar de relevancia. Desequilibrar la balanza hacia el profesor o hacia el alumno desvirtúa y empobrece el proceso de enseñanza/aprendizaje de una lengua extranjera, donde la figura del docente nativo adquiere una relevancia primordial: es necesario darle la posibilidad de que potencie su creatividad, a partir de sus conocimientos teóricos y prácticos, para que realmente se puedan conseguir unos objetivos concretos, en un ambiente determinado que nadie conoce como el mismo interesado.
Una vez justificada la pertinencia del uso del teatro como punto de partida en cursos universitarios, pasamos a señalar algunas actividades posibles en relación con el nivel de lengua y el interés personal de los docentes y discentes, que pueden alargarse a otros aspectos de la enseñanza-aprendizaje que no sean ya “solamente” la fraseología y la paremiología. En ciertos casos toda la clase puede realizar determinados ejercicios, mientras que las otras propuestas se pueden presentar para que los discentes elijan libremente centrarse en un aspecto concreto, y luego compartan sus resultados con toda la clase (con dos posibilidades: exposición oral o carga del material en la plataforma moodle):
Para terminar, comentaremos brevemente el “universo mental o social” al que hacen referencia las paremias y las unidades fraseológicas presentes en el monólogo objeto de nuestro estudio, del que sucesivamente ofrecemos el listado, indicando la frecuencia de uso indicada por el Refranero multilingüe del Centro Virtual Cervantes14.
En primer lugar, tenemos que señalar que las paremias consideradas “en desuso” o “poco usadas” presentes en la pieza Tra(d)ición son escasas, la inmensa mayoría pertenecen a los grados “de uso actual” o “muy usadas”. Las primeras hacen referencia a la comida, al sufrimiento por amor (en este caso en una relación marcada por los malos tratos) y al culto católico, lo que nos lleva a afirmar que su pérdida está relacionada con cambios en la sociedad actual en términos de “progreso” (bienestar y mentalidad). De todos modos, la referencia a la carestía se mantiene en proverbios de uso actual (“El hambre agudiza el ingenio” y “El que no llora no mama”) y en unidades fraseológicas (“Largo como un día sin pan”) que remiten a un mundo difícil y desilusionante, con la intención de “abrir los ojos” al destinatario, función primordial del refranero, entendido como compendio de sabiduría popular y experiencia de vida: “El que parte y reparte se lleva la mejor parte” (pero se advierte también que “La avaricia rompe el saco”), “Donde hay patrón no manda marinero”, “En todas partes cuecen habas” (que se puede relacionar con expresión fraseológica “Mucho ruido y pocas nueces”), “No todo el monte es orégano”, “Nunca llueve a gusto de todos”, “Más vale malo conocido que bueno por conocer” (la referencia al “conocimiento”, en un sentido positivo, la encontramos tanto en el refrán poco usado “A la cama no te irás sin saber una cosa más”, como en “El saber no ocupa lugar”, de uso actual), “Por un perro que maté, mataperros me llamaron”, “Cada palo aguante su vela”.
En esa línea de “negatividad” que subraya la imposibilidad de cambiar las cosas, se puede incluir la paremia muy usada “No por mucho madrugar amanece más temprano”, que se contradice, como hemos visto, con su variante más “optimista”: “Al que madruga Dios le ayuda” (y, por tanto, “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, porque “El que algo quiere algo le cuesta”), expresión que incluye la referencia a Dios, presente en otras frases proverbiales del español como “Dios aprieta pero no ahoga”. La superstición del “martes y trece” como día de mala suerte sigue vigente, ya que forma parte de las paremias “muy usadas” (“En martes ni te cases ni te embarques”), pero intuimos que más que creer en ella se utiliza con una finalidad lúdica, con el intento por parte del emisor de establecer una complicidad con el interlocutor al hacer referencia a un tópico conocido por ambos (como ocurre precisamente en Tra(d)ición).
Si el refranero por un lado parece incitar a hablar porque “Quien calla otorga”, se admite también que “El que tiene boca se equivoca”, y que “Del dicho al hecho hay gran trecho” y “Nunca digas de esta agua no beberé”. No olvidemos que existe una expresión muy usada en español, que no aparece en la pieza teatral que comentamos, que nos recuerda que “En boca callada no entran moscas”, o dicho fraseológicamente “No decir ni mu”, “No decir esta boca es mía”. Esa misma recomendación a la prudencia está presente en “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Los trapos sucios se lavan en casa”, “Adonde fueres haz lo que vieres”, proponiendo a pesar de todo una línea de conducta amable en la vida: “A caballo regalado no le mires el diente” y “Haz el bien y no mires a quién”.
Si las unidades fraseológicas “Tener la negra”, “Trabajar como un negro”, “Verlo todo negro” insisten en esta visión descorazonada de la vida, la protagonista de la pieza teatral busca un mundo que le permita ser feliz “como un niño con zapatos nuevos”, y así poder exclamar “¡Que me quiten lo bailao!” al final de su metafórico trayecto en barco, con el cual pretende recuperar las riendas de su propia existencia.
El texto de Beth Escudé se separa de manera evidente de otros textos teatrales que abordan el tema de los malos tratos, ya que sugiere la existencia del problema sin entrar de lleno en sus entresijos. Podemos afirmar que consigue mantener una distancia aséptica a través de la fraseología, la cual le permite no solo desmontar una tradición de sometimiento, sino proponer la posibilidad de un futuro en libertad, en el que primen los buenos sentimientos y la solidaridad. Y lo hace, además, de manera lúdica, sin despertar la angustia en el lector/espectador, convenciéndole de que hacer tabla rasa de las frases hechas es seguramente un buen principio para empezar a vivir con dignidad.
Listado de paremias
Poco usadas o en desuso
Muy usadas o de uso actual
No aparecen en el Refranero multilingüe
Listado de unidades fraseológicas
Referencias bibliográficas
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1 En este estudio dedicado a la didáctica de expresiones idiomáticas del español hemos denominado “paremias” a aquellas estructuras recogidas como “refranes” o “frases proverbiales” en el Refranero multilingüe del Centro Virtual Cervantes; y “unidades fraseológicas” al resto de expresiones presentes en la pieza Tra(d)ición.
2 También podrían considerarse “culturemas” otras referencias culturales presentes en el mismo texto: “Soñar con campanas”, “Contar ovejas” y el eslogan convertido en frase recurrente “El cliente siempre tiene razón”. Sobre la teoría de los culturemas, véase Blanco Santos, 1998: 27-35.
3 Nótese que aquí el lector nativo puede evocar dos paremias: “El melón, por la mañana es oro, a mediodía plata, por la noche mata” y “Lo que no mata, engorda”.
4 Se trata de un cruce intencionado de la autora, ya que el refrán en cuestión es “Largo como un día sin pan”. La desautomatización adquiere por tanto un valor creativo y literario, en busca de la complicidad del lector.
5 Eso mismo ocurre, por ejemplo, con el refrán “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda” y El hábito no hace al monje”, que cuentan con antónimos como “Viste bien a una mona y parecerá una señora”, y “El hábito hace al monje” (véase el Refranero multilingüe del Centro Virtual Cervantes).
6 “Quien habla solo espera hablar a Dios un día”, del poema “Retrato”, musicalizado por Joan Manuel Serrat, que los alumnos pueden escuchar en youtube. Si el profesor lo considera pertinente, también se puede realizar un comentario de texto.
7 La publicidad ya lo había hecho años antes, en un spot de productos para el afeitado: “El hombre y el oso cuanto más feo… peor para él”.
8 M.T. Toniolo (2008) señala, para el español de Córdoba (Argentina), diversas expresiones que corresponden al hiperónimo “dormir profundamente” (la mayor parte compartidas por el español de España), entre ellas las citadas en esta pieza.
9 El Centro Virtual Cervantes recoge el refrán “No se puede estar en misa y repicando”, que cuenta con variantes como “No se puede repicar y andar en la procesión”, que es la que maneja aquí la autora (la referencia a “la procesión” evoca en el nativo, a su vez, la frase proverbial “La procesión va por dentro”). Nótese que esta expresión se remite a las campanas que repicaban en otro párrafo anterior de la pieza teatral: “Esta mañana me han despertado las campanas. Han sonado cinco veces. Las he oído y he sabido de dónde: de la Ermita de Santa Eulalia, como siempre” (Escudé I Gallés, 2013: 395). Detrás de estas líneas se esconden las expresiones populares “Don din, don din, suenan las campanas de San Martín”, “Din dan, din dan, responden las de San Julián”; “Donde dan, dan; donde dan, dan, dicen las campanas al sacristán”.
10 En este caso más que negar se quiere reforzar que sea cierto lo que afirma el refrán. Y el añadido sucesivo confirma esa idea. Se despoja entonces a la paremia de su valor metafórico, y pasa a ser entendida literalmente.
11 Para un panorama del tratamiento de la fraseología en algunos métodos de español para extranjeros, véase Ferreira de Andrade (2006).
12 Por ejemplo, las propuestas de Ruiz Gurillo (2000), Dante (2003), Vranic (2004), Prieto (2006) y Luque Toro (2012).
13 Por ejemplo, en el apéndice del volumen de Sciutto (2003: 123-152), viendo qué somatismos forman parte también del español peninsular y/o de otros países de lengua española, si en el curso existen alumnos interesados y competentes para llevar a cabo dicha confrontación. En otro estudio, la misma autora ha presentado un contraste entre somatismos argentinos e italianos. También Moreno Pereira (2006) se ocupa de la enseñanza de los somatismos desde un enfoque cognitivo.
14 Nótese que no todos los hablantes nativos de español compartirán el grado de frecuencia asignado por el CVC, lo que nos lleva a recordar la importancia del idiolecto. En nuestro listado aparecen dos paremias que consideramos en desuso, no recogidas en el Refranero multilingüe.