LITERATURA DE VIAJES Y ROLES DE GÉNERO:

EL VIAJE A ESPAÑA DE SUSAN Y EDWARD E. HALE[1]

TRAVEL WRITING AND GENDER ROLES:

THE JOURNEY THROUGH SPAIN BY SUSAN AND EDWARD E. HALE

Blasina Cantizano Márquez

Universidad de Almería

 

                                                                                                           

Resumen

Intelectuales, cultos y criados en un ambiente que favorecía cualquier tipo de creación artística, los hermanos norteamericanos Edward Everett Hale (1822-1909) y Susan Hale (1833-1910) recorren España junto con otros miembros de su familia en 1882. Sobre España, su cultura, su población y las apreciaciones individuales de los autores, surgen dos obras de enfoque bien distinto: A Family Flight Through Spain (1883) de Susan y Seven Spanish Cities and the Way to Them (1883) de Edward. Ya desde el título se aprecian las primeras diferencias entre ambas narrativas de viaje: el de Edward parece ser de corte más tradicional, erudito y profesional también, mientras que el de Susan puede dar la sensación de ser más íntimo y personal, quizá enfocado a otro tipo de lector.  Este trabajo se centra en comparar y analizar las obras desde un punto de vista contrastivo, destacando las similitudes y diferencias que puedan establecerse entre ambos en cuestión de perspectiva, temática y contenido, prestando especial atención al peso de la tradición y los roles de género que puedan existir en la literatura de uno y otro autor.

Palabras clave: Literatura, norteamericana, viajes, España.

 

Abstract

Intellectual, cultured and raised in an environment that favored artistic creation, the American siblings Edward Everett Hale (1822-1909) and Susan Hale (1833-1910) traveled through Spain with other members of their family in 1882. On their experiences about Spain, its culture and its population, two different books were published: A Family Flight Through Spain (1883) by Susan and Seven Spanish Cities and the Way to Them (1883) by Edward. The first differences between these two travel narratives can be appreciated just from the title: Edward's seems to be more traditional, scholarly and professional, while Susan's may give the impression of being more intimate and personal, perhaps aimed to a different type of readership.  This paper focuses on comparing and analyzing these particular texts from a contrastive point of view, by highlighting the similarities and differences that can be established between them in terms of perspective, subject matter and content, paying special attention to the way tradition and gender roles may exist and appear in these two travel books.

Keywords: Literature, North American, Travels, Spain.

 


 

1.     Introducción

Tradicionalmente, el término viajero, opuesto al de turista, se ha asociado a la clase media-alta occidental, a ciertos grupos privilegiados que podían permitirse realizar recorridos en el extranjero disfrutando también de libertad de movimientos y acción. En la Gran Bretaña del siglo XVIII, el Grand Tour europeo se convierte en una práctica educativa y social entre las familias más adineradas que organizan estos recorridos para sus vástagos, “para descubrir los lugares sagrados de la cultura clásica, pero también para entrar en contacto con la alta sociedad europea […] No se trataba de un viaje de placer, sino formativo, y, por ello, todo estaba meticulosamente planificado por los padres antes de la partida” (Cisa, 2017). En esta época, y también durante el siglo XIX, el viaje al extranjero fue una actividad asociada al mundo masculino, desde cuya perspectiva se aprecia y difunde una visión particular de los lugares, gentes y vivencias que experimentan. Por el contrario, el mundo femenino permanece circunscrito al hogar, sofocado por las normas y tradiciones que limitan la libertad de movimientos y el desarrollo intelectual de la mujer. Se produce una diferencia abismal en este sentido: el hombre viaja, conoce, descubre, mientras que la mujer permanece en casa aguardando su llegada. Se observa aquí la pervivencia de unos roles tradicionales que existen desde la época clásica: Ulises activo y emprendedor, frente a Penélope, recluida en el hogar, que espera su vuelta pacientemente.

El movimiento romántico junto con la Guerra de Independencia española (1808-1814) causa una masiva afluencia de viajeros extranjeros a España, quienes ven esta singular contienda como el escenario perfecto para su sed de aventuras y acción. Son muchos los que, a la vuelta a su país natal, deciden plasmar sus vivencias concretas, recorridos geográficos y testimonios en unos libros de viaje que transmiten, sobre todo, un sincero interés por España y su población. Como consecuencia de este fenómeno, surgen editoriales especializadas en el género de viaje, como las británicas de John Murray o Richard Bentley, que publican libros escritos por encargo, bien por interés en algún itinerario concreto, bien por dar a conocer rutas desconocidas o bien, simplemente, para difundir experiencias viajeras que entretengan y motiven al lector a visitar otros países sin moverse del sillón.

Clase social, sexo y profesión, serán determinantes en la elección de la forma, la temática y el estilo de los libros de viaje. La clase social y el nivel económico permitirán o dificultarán el viaje en cuanto a transporte, alojamiento o comodidad. La profesión del viajero le hará observar en detalle ciertos rasgos, costumbres o peculiaridades que escapan a ojos profanos en esta u otra materia concreta (clérigos, militares, aristócratas, etc.). En este sentido, mujeres y hombres representan dos formas distintas de percepción y aproximación a la realidad: “But, in truth, every country with any pretensions to civilization has a twofold aspect, addressed to two different modes of perception, [...] a home life as well as a public life, and the first quite necessary to interpret the last. Every country, therefore, to be fairly understood requires reporters of both sexes.” (Eastlake, 1845, p. 99). Actualmente, resulta evidente que ambas visiones, la masculina y la femenina, deben entenderse como complementarias y no como contrapuestas.

Siguiendo esta moda romántica del viaje al extranjero, son muchas las mujeres que se atreven a romper con las normas patriarcales y se aventuran a recorrer Europa. El género literario de viajes les va a facilitar la creación de obras permitidas y respetadas por el canon tradicional con las que alcanzan cierta libertad creativa y una identidad profesional respetable.  

Mediante el recuento de sus aventuras en España o en otras latitudes, estas mujeres llegaban a un espectro mayor de lectores y retrabajaban aquello que querían decir de una forma que sí era posible para ellas, esto es, utilizaban una estrategia discursiva disfrazada para poder transmitir ciertos contenidos. Al escribir estas narraciones de viajes las autoras estarían asumiendo esta posición de autoridad, un puesto al que era difícil accede según los roles tradicionales del siglo XIX (Egea, 2009, p. 25).

 

En este sentido, con la intención de descubrir si existen diferencias entre la literatura de viajes masculina y femenina derivada de la misma experiencia, este trabajo presentará los textos de estos dos autores norteamericanos sobre la España de finales del XIX, procedentes de la misma familia y formación intelectual, para analizar las diferencias y similitudes que se aprecian en los libros de viaje resultantes. Comparando y analizando ambos textos se pretende encontrar rasgos, características y estilo particulares que permitan trazar las similitudes y diferencias más significativas entre ambos.

 

2.     viajeros norteamericanos en la españa del siglo xix

Durante los siglos XVIII y XIX, España atrajo la atención de viajeros procedentes de distintos países europeos, con especial interés del colectivo británico que llegaba a la península bien en barco, a través de Lisboa o Cádiz; bien por tierra, cruzando los Pirineos. El avance y modernización de los medios de transporte permitió también la llegada de viajeros norteamericanos a España atraídos por su pasado exótico y medieval, “during the late eighteenth century and throughout the nineteenth the land of Cervantes enticed the American imagination with its exoticism and the allure of its oriental, medieval and romantic past” (Giffra, 2019, p. 11). Durante un tiempo, las relaciones entre ambos países fueron fluidas y fructíferas, pero, como asegura Stanley Payne, este particular idilio “sólo empezó a diluirse en las últimas décadas del siglo XIX, con la Guerra de Cuba, territorio en el que Estados Unidos tenía cada vez más intereses económicos” (2017, p. 30). Aún así, las relaciones diplomáticas e intelectuales nunca dejaron de establecerse y fueron muchos ciudadanos estadounidenses los que viajaron a la península tras la contienda, ya a comienzos del siglo XX.

 Sin duda, el interés norteamericano por España crece a raíz de la publicación de los famosos cuentos orientales recopilados en The Alhambra (1832) por Washington Irving (1783-1859). Escritor, político e intelectual norteamericano fascinado por España, Irving puede ser “considerado como uno de los primeros hispanistas norteamericanos y una referencia obligada para una aproximación a la historia y la cultura españolas. La repercusión de sus obras contribuyó a la afluencia de viajeros extranjeros a España” (Cantizano, 2019, p. 33). Sus viajes por la península, su residencia en Granada y su actividad política como cónsul norteamericano, le permitieron, no ya conocer la realidad del país en un periodo convulso de su historia, sino también documentarse y escribir textos tan relevantes como The Life and Voyages of Christopher Columbus (1827), A Chronicle of the Conquest of Granada (1829) y Voyages and Discoveries of the Companions of Columbus (1931). A Irving hay que atribuirle que:

fue uno de los primeros viajeros transoceánicos que buscaba en España todo aquello que anhelaba su imaginación impregnada de tópicos románticos […] The Alhambra, que publicará en Nueva York en 1832, y que bien sea por escasez de otras fuentes de información o por el enorme éxito que cultivó, generará la imagen arquetípica de España en el imaginario colectivo norteamericano que, con variantes, se mantendrá hasta bien entrado el siglo XX (Herrero, 2016).

 

Como afirma C. Wallhead, sin duda, “Irving’s epic journey and his highly successful writings on the subject put Andalusia on the map, and Spain in general has been eternally grateful ever since” (Wallhead, 2008: p. 13). Resulta curioso que, aún hoy día, son muchos los norteamericanos que visitan España, más concretamente Andalucía, siguiendo las huellas, los relatos y la estela personal de este viajero universal.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, probablemente influenciados y motivados por los cuentos de W. Irving, son muchos los intelectuales estadounidenses que visitan España y publican sus impresiones posteriormente. Como ejemplo, cabe citar algunos libros de viaje publicados en Estados Unidos en 1883, precisamente en la misma fecha que los textos de los hermanos Hale: Three Vassar Girls Abroad: Rambles of Three College Girls on a Vacation Trip through France and Spain for Amusement and Instruction. With their Haps and Mishaps de Elizabeth W. Champney (1850-1922), From the Pyrenees to the Pillars of Hercules: Observations on Spain, its History and its People de Henry Day (1820-1893), Spanish Ways and By-Ways with a Glimpse of the Pyrenees de William H. Downes (1854-1941), Spanish Vistas de George P. Lathrop (1851-1898). Aunque no dejan de ser libros de viaje sobre España, por los títulos puede apreciarse que son bastante distintos entre sí, con enfoques y temáticas bien diferentes: desde una novela de acción juvenil hasta los más tradicionales itinerarios geográficos y culturales, lo que demuestra la riqueza y variedad de este género literario.

 

2.1. Edward Everett Hale y Susan Hale.

Nacidos en Boston en una familia numerosa y de clase social acomodada, los hermanos Hale crecieron y se educaron en los círculos sociales más selectos, en un ambiente que favorecía la creación y el desarrollo intelectual. El padre de familia, Nathan Hale, era abogado, también propietario y editor del Boston Daily Advertiser; su madre, Sarah Everett, fue traductora y escritora. En este ambiente, no es de extrañar que varios de sus hijos se interesaran por disciplinas artísticas como la pintura o la escritura, siendo Edward el más conocido de todos ellos.

Edward Everett Hale (1822-1909) fue un prolífico autor que escribió textos tan variados como artículos, ensayo, relatos, sermones y novelas que aparecieron en prestigiosas revistas de la época: North American Review, The Atlantic Monthly, Christian Examiner y Lend a Hand. Graduado en Harvard College (1839) a edad temprana, tras algunos años dedicado a la enseñanza y el periodismo, decidió ingresar en la Iglesia unitaria y ordenarse pastor de la misma (1846), llegando a ser nombrado Capellán del senado norteamericano en 1903. Se casó con Emily Perkins en 1852 y tuvieron una extensa familia de nueve hijos. Sus intereses religiosos y su compromiso social (lucha contra la esclavitud, estado de la educación, etc.) se manifiestan claramente en el tono y contenido de sus textos, incluso en los de ficción, como el conocido relato “The Man Withouth a Country” publicado en The Athlantic Monthly (1863), de corte patriota y claramente en defensa de la Unión. Uno de sus trabajos más extensos y documentados fue The life of Christopher Columbus: from his own letters and journals and other documents of his time (1891).

La vida personal y profesional de Susan Hale (1833-1910) no fue nada convencional para una mujer de su época y posición social, ya que ni se casó, ni se dedicó a las actividades propias de una dama de su estatus. De hecho, Susan “es otra de tantas mujeres adelantadas a su tiempo, que abrió el camino de la emancipación y de la lucha por la igualdad simplemente con su ejemplo de vida y con el testimonio que dejó en sus obras literarias” (De la Torre, 2010, p. 255). Con una educación privilegiada, sobre todo en idiomas, literatura y arte, Susan orientó sus pasos a la creación artística, si bien en algún momento de apuros económicos, ejerció como maestra de niñas. Una de sus grandes pasiones fue, sin duda, el contacto con la naturaleza y los viajes, tanto en su propio país como a territorios lejanos (Europa, Sudamérica, Egipto, Tierra Santa), recorridos que realizó bien en grupo bien en solitario. Sus prácticas artísticas son múltiples y variadas: ficción, monólogos y libros de viaje son publicaciones que se intercalan con exposiciones de pintura y acuarelas en Boston y Nueva York. Esta doble actividad artística y literaria queda muy bien explicada en palabras de su propio sobrino:

Although extremely original and natural in what she said and did, Susan, like most other people, was not able to express herself fully in the current forms to which we are all used. She painted a good deal, and for a number of years was immensely interested in her landscapes, yet no one who knew her could fancy that her landscapes gave much real idea of her gay vitality and her shrewd quaintness. She wrote a good deal in various ways, — sometimes travel- letters to the papers, sometimes books, — but though there was a good deal of herself in these, they never impressed people as she did herself (Letters, 1921, XVI).

 

Fruto de la buena relación y la similitud de intereses artísticos de los hermanos Hale es que, junto con otros miembros de su familia, realizan una serie de viajes por el extranjero que resultan luego en la publicación de una colección de libros de viajes a la que titulan con el genérico A Family Flight. Algunos de sus títulos más relevantes son: A Family Flight Through France, Germany, Norway, and Switzerland (1881), A Family Flight Over Egypt and Syria (1882), A Family Flight Through Spain (1883), A Family Flight Around Home (1884), A Family Flight Through Mexico (1886), The Story of Spain (1886), libros que muestran la intensa actividad viajera y literaria de esta familia.

A España llegan los hermanos Hale en 1882, acompañados de Ellen Day Hale, hija de Edward, y Mary Marquand, una amiga de la familia. Esto era una costumbre muy habitual de la época, ya que al viajar en grupo las señoras se sentían más protegidas y respetadas, “for women travelling alone, travel has always been and still is difficult, and to present oneself as essentially being alone invites questions about traveler’s morals» (Harper 2001: 17). La ruta que realizan duraría más de un mes (del 10 de mayo al 27 de junio de 1882) y les llevaría de norte a sur de la península: desde Francia, entran en España cruzando los Pirineos, para luego atravesar la meseta (Burgos, Madrid) hasta llegar a Andalucía que parece ser el objetivo central del viaje (Córdoba, Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Jaén). Finalmente, repiten la ruta hacia el norte (a través de Aragón y los Pirineos), dedicando unos días a visitar Toledo y Madrid, con especial interés en sus teatros, archivos y museos.

 

3.     la literatura de viajes sobre españa de Susan y edward hale.

Del viaje por España, de los recorridos y experiencias que comparten los hermanos Hale, surgen, en 1883, dos publicaciones muy distintas: Seven Spanish Cities and the Way to them de Edward Hale y A Family Flight to Spain de Susan. Ambos autores se documentan para la ocasión, comparten intereses y motivación, pero el resultado es bien diferente según el enfoque de cada uno de ellos. El libro de viajes de Edward puede calificarse como de corte tradicional, siguiendo el ejemplo de viajeros europeos y norteamericanos anteriores. Susan, sin embargo, se arriesga algo más y «decide escribir un relato de viajes novelado sirviéndose de las licencias que le permite un género híbrido» (De la Torre 2010: 255). Es más, algún tiempo más tarde, publica una versión algo más reducida del mismo con ilustraciones ya a color, Young Americans in Spain (1899).

 

3.1. Dos perspectivas, dos textos diferentes

Ya se ha comentado aquí el tipo de educación y la formación artística recibida por todos los hermanos Hale, también el ambiente literario en el que se movía la familia y la experiencia en el mundo editorial que habían adquirido junto a su padre. Todos estos elementos, junto con un sincero interés en conocer nuevos lugares, historia y tradiciones, hacen de Edward y Susan Hale unos viajeros abiertos, formados y realmente motivados para obtener el máximo beneficio de la experiencia. De hecho, ya en la introducción, Edward reconoce que “I have wanted to go to Spain ever since I can remember” (1883, p.5). La razón se debe a que España fue objeto de curiosidad durante la infancia de los hermanos Hale, como explica el propio Edward: “In my very earliest days, an uncle, aunt, and cousin of mine, all very dear to me in my babyhood, went to Spain and remained there many years. Their letters from Spain and their Spanish curiosities were among the home excitements of my childhood; and the great red-letter day was the day of their return” (1883, p. III).

Para justificar la publicación de su libro de viajes, Edward recurre a un recurso muy utilizado por viajeros anteriores: describir los lugares que visita y contar sus experiencias personales para que pueda servir tanto de guía a algún lector interesado en ese mismo recorrido como de simple entretenimiento: “I am now tempted to select and print these notes, in the hope that they may be of some use to persons intending to travel, and possibly for some amusement to friends of mine who stay at home” (1883, p.5).

Susan, sin embargo, arriesga más en su narración, combinando descripciones y experiencias reales con el relato de una obra de ficción. En su libro, los protagonistas del viaje son la familia Horne, compuesta por los padres y cuatro hijos, acompañados también por la señorita Lejeune, en calidad de amiga de la familia y alter-ego de la propia Susan Hale. El hecho de incluir personajes ficticios le permite abordar la experiencia desde perspectivas muy diferentes, según se trate de los jóvenes o los adultos, también de las razones que les motivan. Al incluir diálogos entre los personajes, la tradicional narración descriptiva del género de viajes se hace más amena, el relato más interesante y la lectura fluida. En el siguiente ejemplo, mientras visitan Toledo, los niños representan un capítulo particular de la historia de España:

“Let us enact the scene,” said Bessie. “You and I, Fanny, will be leading rebels on account of our long hair, and the boys can be the myrmidons of Wamba and drag us about.”

This brief entertainment took place somewhat appropriately in the room with the green iron door, by which Bessie thought that Roderic the Goth left for good (1883, p. 118).

 

Esta diferencia de actitud y planteamiento se observa desde las primeras páginas, simplemente en el índice de capítulos y la estructura de sus textos. Edward Hale, nuevamente, sigue un planteamiento más convencional al organizar los XIX capítulos del libro según el itinerario geográfico que sigue la expedición, es escueto y directo, aunque comienza el libro con una sección Preface y un capitulo Introductory en los que explica la motivación y el objetivo del viaje a España. Susan, sin embargo, no ofrece tales explicaciones y comienza directamente con su narración, diseña hasta XL capítulos cuyos títulos transmiten el tipo de contenido al que dedica cada uno, es por eso que son más numerosos y detallados. Son estructuras bien diferentes que ya se aprecian a simple vista, como ejemplo mencionar que el trayecto entre la frontera de Francia y Córdoba ocupa sólo 3 capítulos a Edward: “I: Burdeos, Bayona, Roncesvalles; II: Bayona a Madrid; III, Cordova” (1883, p. 6), mientras que Susan se extiende hasta XV para llegar a la ciudad califal: “I: Over the Border; II: Dividing forces; III: To Burgos; IV: El cid; V: The catedral, VI: A long night […] XV: Cordova” (1883, p 5-6).

Mención especial merecen los dibujos y grabados realizados por la propia autora que se publican intercalados en la narración, ofreciendo imágenes muy detalladas y realistas de lugares, población e incluso objetos que, no sólo ilustran el texto escrito, sino que refuerzan el mensaje. Para utilidad del lector, Susan Hale se preocupa de ofrecer un listado con las ilustraciones, y su correspondiente número de página, justo tras el índice de capítulos. Como ejemplo, sirva la primera página de su libro:

 

 

El Seven Spanish Cities de Edward, por el contrario, narra el viaje en primera persona, el lector accede a las experiencias y vivencias del protagonista-narrador de forma directa. Este realismo permite que, desde el principio, se aprecien claramente las motivaciones personales de este viaje a España de los miembros de su expedición: “I was desirous to make some examinations in detail of the documents in Spanish archives relating to Cortez´s Discovery of California and to the subsequent explorations of different adventurers. I had thus and archaeological object; the ladies had an artistic object; and all of us were glad to be “off” soundings” (1883, p.6). De hecho, repite este mismo mensaje alguna que otra vez a lo largo de su libro y en diferentes lugares, así en Sevilla: “They wanted to see Murillo’s pictures in his home and I wanted to see some papers in the archives.” (1883, p.62), también en Madrid: “From this moment our expedition involved regular hours and work. For me the archives; for the ladies, the galleries.” (1883, p.158).

Como preparación al viaje, los hermanos Hale se documentan en aspectos históricos, geográficos y culturales sobre el país que visitan. Algunas de estas fuentes consultadas son los libros de viaje sobre España de autores europeos considerados canónicos dentro de este género: Johan Lockhart (1794-1854), Richard Ford (1796-1858) o George Borrow (1803-1881). En las publicaciones de los Hale, estos autores y obras aparecen mencionados explícitamente, bien como apoyo experto a sus reflexiones personales, bien para mostrar al lector otras lecturas relacionadas. Edward las incluye de forma directa, muestra lo mucho y variado que ha leído para preparar este viaje. Como ejemplo, sirvan sus palabras cuando visita la catedral de Burgos: “O´Shea´s faithful guide book tells me that it was began in 1577 and completed in 1593” (1883, p. 30). En sus comentarios sobre Córdoba recurre a dos autores bien reconocidos en la difusión de la imagen romántica de España: “Anybody who will read Amici´s amusing account of his visit to Cordova, or Théophile Gautier’s, will have reason to expect, even from people as unromantic as we are, something entirely out of the range of the nineteenth century now we come into Cordova” (1883, p.48). Es más, durante el recorrido por España, Edward sigue leyendo y actualizando sus conocimientos no ya sobre cultura y civilización, sino también en literatura de viajes contemporánea. Como editor y escritor, se mantiene al día de todo lo que se publica en su país dentro de este género literario; de hecho, menciona explícitamente a algunos de los artículos aparecidos en una revista norteamericana: “I met in Madrid with the very bright papers in “Harper’s Monthly” in which Mr. Lathrop and Mr. Reinhart described their experiences with much spirit and fun” (1883, p.33).

Susan no es tan directa, todo lo contrario, cuando menciona estos libros o guías de viaje lo hace de forma sutil, como complemento o adorno a la acción principal de sus personajes: “The guide-books kept our party well posted on the points of interest, historic and romantic, and they would have been glad to pause often to make a sketch or inspect a castle” (1883: 29); o bien, hace referencia explícita a algún fragmento concreto que, a modo anecdótico a la vez que autorizado, pueda resultar curioso al lector: “The chief ingredient is garbanzos, which Gautier describes as “peas striving to appear to be beans, in which they are only too successful” (1883, p. 33).   

 

3.2. Los lugares que visitan

El recorrido compartido, también el hecho de que la narración esté organizada de forma geográfico-temporal, permite que el lector recorra los mismos escenarios y en el mismo orden que lo hicieran sus autores, conociendo la historia, cultura y costumbres de los lugares que visitan. Para evitar que la descripción resulte tediosa o árida por los datos ofrecidos, los autores recurren a explicaciones, anécdotas o curiosidades para agilizar la lectura y que el texto resulte interesante e informativo, pero sin llegar a aburrir.

La catedral de Burgos es el primer gran monumento que los Hale visitan en España, resulta sencillo comparar las descripciones e impresiones que ambos ofrecen al respecto. Edward menciona datos y detalles concretos sobre su construcción: The catedral at Burgos is wonderful. It is 300 long, with the addition, beside that of the Constable´s Chapel, built on east of the choir proper. I have seen nothing like it. It is not so large as Cologne. But the finish is perfect.” (1883, p. 29). Susan, por el contrario, se deja llevar por la impresión que le provoca el templo cuando pasea por su interior: “It was imposible to do more at first than to look silently around, following the lines of the columns, and curves of the arches, while a vague delight and wonder came filling the mind.” (1883, p. 46). El texto de Edward es informativo en este caso, mientras que Susan muestra su faceta más personal y emotiva.

Puede apreciarse otra diferencia de perspectiva cuando el grupo viaja en barco de Cádiz a Málaga y se encuentran, casi de repente, con el colosal peñón de Gibraltar. En esta ocasión, es Susan quien hace una descripción más detallada de la roca y su aspecto: “When first seen from the sea, the great rock, one thousand four hundred and thirty feet high, seems to rise from under the waves, for the land about it is so low that it appears to have no connection with it. It looks like a lion asleep, with his huge head turned towards Africa” (1883, p. 205). Edward, sin embargo, se centra en lo que ocurre en el barco y cuenta ciertos detalles personales de la expedición: “Gibraltar is simply magnificent. I have ruined my pocket sketch-book by the number of outlines which I have dashed in at various points of view. The ladies worked with enthusiasm from the deck of the steamer after she came to anchor” (1883, p.84-5). Estas últimas palabras de Edward tienen su correlación directa en el texto de Susan, cuando el lector encuentra uno de esos dibujos resultantes (1883, p. 206):

 

 

3.3. Contacto con la población

En su recorrido por España, los Hale tienen contacto frecuente y variado con la población autóctona, desde personas que les facilitan el viaje, gente con la que coinciden en medios de transporte o lugares de alojamiento, hasta personalidades a las que visitan gracias a contactos previos y/o con alguna que otra carta de presentación. En general, los Hale se muestran amables y respetuosos en el trato con la población, no mostrando ningún signo de superioridad, y sí tratando de comunicarse y conocer de primera mano algunos aspectos relativos a la vida diaria, las costumbres populares e incluso la moda más tradicional. Sus apreciaciones e interés quedan de manifiesto en el siguiente comentario de Edward sobre las celebraciones del Corpus Christi en Granada:

What we saw was very much like Fourth of July on our Common, — great crowds of country people swaying to and fro with whatever motive or with none. I think our two artists, making hasty studies of heads and costumes, interested los hombres and las mugeres and los ninos and las ninas as much as did the fountains or the band of music. (1883, p. 105).

 

 Para este grupo de norteamericanos, el contacto con la población es esencial para llegar a conocer el país. Incluso sin conocer el idioma y frente a las diferencias culturales, hacen todo lo posible por interactuar con gente de todas las edades y condición social. En sus textos, se aprecia cómo se interesan por los aspectos más simples y cotidianos, algo que manifiesta también la familia Horner:

Señor Rico and his friendly spouse could speak no word of any language but Spanish ; no more could the active maid Rita, who did the work ; far less the long-limbed, gaunt, elderly char-woman who appeared and disappeared very mysteriously from the kitchen departmcnt. which was just across the little brick-tiled passage-way. The Horncrs gloried in their daring which allowed them to attempt living in this way.

It worked perfectly well, and proved much pleasanter than hotel- life, at any rate, for a change, while it was, of course, cheaper. (1883, p. 273).

 

Uno de los aspectos que más llama la atención de los Hale es, sin duda, la gastronomía española. A diferencia de otros viajeros críticos y quejosos, estos se muestran abiertos, interesados y ávidos por probar nuevos platos y recetas tradicionales. En el siguiente ejemplo, vemos cómo, en Granada, Edward hace llamar a personal del hotel Washington Irving donde se alojan, para que le facilite la receta del gazpacho: “Cut onions, tomatoes, and cucumbers in very small solid pieces. Serve in water, of which there should be plenty, stirring in oil and vinegar, with pepper and salt as you please” (1883, p. 114), aprovecha su amabilidad y anota de paso la del arroz a valenciana. Susan también hace una pormenorizada descripción de lo que supone un almuerzo español completo: “Eggs cooked in oil –good fresh oil- which is used much instead of butter, or some slight entremet, follows the puchero, and then comes fish, at this odd point in the meal.” (1883, p. 41). Este interés gastronómico va aún más allá y hace que, en ambos libros, sea posible encontrar referencias no ya a platos y recetas, sino a cuestiones relacionadas con la agricultura y la pesca.

De nuevo, Edward y Susan coinciden en el fondo, es decir, en la actitud y las valoraciones generales, pero difieren en la forma de transmitirlo. Esto se aprecia claramente cuando ambos comentan la misma anécdota o situación en pasajes concretos de sus respectivas obras. Como ejemplo, mencionar una valoración muy positiva respecto a la hospitalidad española, la situación fue la siguiente: en Córdoba, tras la visita al Alcázar, entablan conversación con un matrimonio en el hotel, el caballero les invita a su casa, le muestra su jardín y les agasaja con frutas y flores para las señoras. También les explica cómo preparar fresas con zumo de naranja de forma pormenorizada, algo que Edward replica de forma exacta cambiando su yo-narrador habitual por las palabras del caballero español, que utiliza un tú/usted más general:

When you are in Spain, where oranges and strawberries are ripe together, you avail yourself of what the astronomers would call the synchronous period, and eat them together. You fill a plate with what we should call a quester-box of berries. You cover them with sugar. You cut a perfectly ripe orange, and squeeze the juive all over berries and sugar. You then take a spoon and eat. This gentleman, in the courtesy of the country, explained to us the process, but said we should eat the fruit fresh from the vines and the trees (1883, p. 54)

 

De forma similar se expresa Susan, que, sin embargo, prefiere ceder todo el protagonismo al jefe que con tanto cariño y amabilidad recibió a la comitiva norteamericana en su propia casa: “The Gefe took great oranges from his own tree, cut them in two, squeezed them like a sponge, and the juice poured out over the strawberries heaped up in a big dish, with lots of sugar. This is the true way to eat them, in a land where both fruits are really sweet” (1883, p. 139). Susan aparece aquí como mera espectadora, una narradora en tercera persona que varía de la postura de Edward, que con el uso del pronombre you en esta situación, se muestra como buen conocedor de cuestiones culinarias. 

 

3.4. Valoración del viaje.

En los capítulos finales de sus libros, los hermanos Hale aprovechan para despedirse

del país y valorar su particular experiencia en España; cada uno lo hace desde su perspectiva y actitud crítica, también en consonancia con el tipo de texto que va a publicar y sus lectores potenciales.

     Edward Hale es un narrador claro, directo y sincero desde el principio. Ya en las primeras páginas informa al lector de que este viaje tenía para él un objetivo claro: visitar los lugares colombinos, archivos y bibliotecas, para recopilar información relacionada con el viaje de los descubridores, “I found I cared for Palos more than I had supposed possilbe. I had crossed Spain with the intention of seeing the place.” (1883, p.72). También explica la motivación artística de su hermana Susan y Mary Marquand: “The ladies are all enthusiastic in drawing and painting, and the treasures of Spanish fine art were for them a great attraction” (1883, p. 5). En su capítulo final, que lleva el nombre de la última ciudad que visitan, “Jaca”, hace una valoración general de cuestiones importantes que afectan al país y su población: historia, costumbres, política, religión, etc. Es de agradecer que sea sincero y realista en todas y cada una de sus apreciaciones, incluso cuando reconoce que no puede emitir juicios de valor en alguna materia: “I have spoken rather lightly of their politics. But here, as I owned, I have little more than that superficial knowledge, very nearly worthless, which any man has who reads newspapers alone” (1883, p. 322). En sus comentarios, hay poco lugar para la emoción o expresión de sentimientos, prefiere hacer valoraciones más empíricas: “I know four people who do not think the journey could be improved upon. They think they never expended seven weeks of time, and the proportion of money belonging to it, to a better purpose” (1883, p. 317).

  Susan Hale despide a la familia Horner en el puerto de Barcelona con dirección a Marsella y destino final en las islas británicas, en un capítulo titulado “Out of Spain”. Además de acción y diálogos entre sus personajes, en este capítulo incluye alguna valoración mucho más personal y emotiva que las de su hermano: Alas, the Spanish campaign was over, and all Spanish sights, sounds (and, shall we say,smells?) were rapidly disappearing. It was too soon to change the current of their thoughts, and their minds kept reverting to their Spanish life” (1883, p. 354).

 

4.     conclusiones         

Tras la lectura detallada y comparada de dos libros de viajes muy distintos entre sí, resulta imposible afirmar que Seven Spanish Cities and their Way to them (1883) y A Family Flight through Spain (1883) son diferentes porque sus autores son de distinto género. Al pertenecer a la misma familia y haberse formado de forma similar (educación, ambiente, actitud crítica y habilidades artísticas), la motivación para el viaje y su actitud personal, abierta y tolerante ante un país y unas costumbres tan diferentes, resultan en unos libros de viaje que son informativos a la vez que amenos e interesantes. Sus autores no pretenden, en ningún caso, ser portavoces ni presentar verdades absolutas, tan sólo hablan de su propia experiencia y ofrecen valoraciones personales que pueden servir a cualquier otro viajero que quiera realizar el mismo recorrido por la península.

Son libros bien documentados, con una base sólida en cuestiones importantes como la historia, la geografía o las costumbres populares. En todo momento, reconocen y mencionan sus fuentes de información (libros, guías, personas concretas, etc.), al igual que expresan sus impresiones individuales. En ocasiones, uno u otro autor, puede mostrarse más o menos conectado con el lugar que visita o la situación que vive, pero ambos lo hacen de forma similar. Edward se muestra más cercano y personal en cuando consigue visitar los lugares colombinos que le mueven en su investigación; las damas, igualmente, cuando contemplan ciertas obras de arte en los museos que visitan.

El libro de Edward es directo y claramente divulgativo, sus aportaciones sobre la historia y el arte español son sólidas y bien fundadas. Seven Spanish Cities and their Way to them es una narración realista escrita en primera persona. Susan, por el contrario, dota a su relato de mayor acción y entretenimiento, el hecho de combinar narración con diálogos hace que la lectura sea más amena, el viaje resulte más entretenido y el lector pueda identificarse más fácilmente con alguno de los personajes que crea para la ocasión. A Family Flight through Spain es un relato novelado en el que se combinan texto e imagen para mayor disfrute del lector. Son textos diferentes porque los intereses literarios de sus autores son diferentes también, sus actitudes y personalidad condicionan el tipo de texto y la forma de expresión. El viaje a España de los hermanos Hale es, en definitiva, una fuente de conocimiento, anécdotas personales e interés sincero por un país y una población que anhelaban conocer, sus libros de viaje ofrecen dos visiones claramente complementarias.

 

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[1] Este trabajo forma parte del proyecto B-HUM-686-UGR20: La construcción de la imagen de Andalucía desde la mirada latinoamericana (1850-1950).