TENDENCIAS DE PAREJA Y ROLES DE GÉNERO EN EL S.XX EN CHINA SEGÚN LA OBRA DE NO FICCIÓN “THE PROMISE” (2019) DE XINRAN

 

“THE PROMISE” (2019): TRENDS IN COURTSHIP AND GENDER ROLES IN 20TH CENTURY CHINA ACCORDING TO NONFICTION BY XINRAN

 

Lindsey McLean Melchor

Universidad de Granada

 

 

 

Resumen

La situación sociocultural de la mujer china es una realidad en continuo cambio. Ni valores sociales confucianos (xiao: piedad filial; wulun五轮: cinco relaciones fundamentales; hexie和谐: armonía social) ni cambios en la política que dicen ‘liberar’ a las mujeres (Ley del Matrimonio de 1950; 1980; 2001) satisfacen al número creciente de mujeres chinas que elige la desfavorecida condición de ‘solterona’ (shengnü剩女). La escritora china contemporánea Xinran (1958--) explora la evolución de tan lian’ai谈恋爱 (cortejo; relaciones amorosas) en China en su última obra de no-ficción. The Promise (2019) narra varias historias de pareja desde el punto de vista de las mujeres de cuatro generaciones dentro de una misma familia china del siglo XX. El análisis parte de investigaciones sobre la mujer china (Botton Beja, 1995, 2017; Fincher, 2015), de teoría de literatura de no ficción (Cheney, 2001; Gutkind, 2012) y de la auto/biografía (Holmes, 2011; Stanley, 1993). Se concluye, en parte, que ciertos roles de género confucianos tradicionales, como san cong si de 三从四德 (‘Tres Obediencias y Cuatro Virtudes’), mantienen a las mujeres chinas en una posición desfavorable en la sociedad.

 

Palabras clave: Xinran, mujer china, literatura testimonial, historia oral

                                                                                                

 

Abstract

The socio-cultural situation of Chinese women is a constantly changing reality. Neither Confucian social values ​​(xiao: filial piety; wulun五轮: five fundamental relationships; hexie和谐: social harmony) nor policy changes which claimed to ‘liberate’ women (marriage laws of 1950; 1980; 2001) can satisfy the growing number of Chinese women who choose the disadvantaged social position of ‘spinster’ (sheng nü剩女). Contemporary Chinese writer Xinran (1958--) explores the evolution of tan lian’ai谈恋爱 (courtship and romantic relationships) in China in her latest non-fiction work. The Promise (2019) narrates several courting stories from the woman’s point of view, over four generations, within the same 20th-century Chinese family. We analyse the work based on research on Chinese women (Botton Beja, 1995, 2017; Fincher, 2015; Hershatter, 2007), through the lens of non-fiction literature theory (Cheney, 2001; Gutkind, 2012) and auto/biography theory (Holmes, 2011; Stanley, 1993). One conclusive observation is that certain traditional Confucian gender roles ascribed to Chinese women, such as san cong si de 三从四德 (the ‘Three Obedience and Four Virtues’), keep them in an unfavourable position in society.

 

Key words: Xinran, Chinese women, non-fiction, oral history

 

 

 

 

 

 

1. Introducción

 

The immense changes taking place in China today far, far exceed anything that can be found in school books or historical records. The evolution of the whole country, from the stratospheric rise of the economy to the transformation of society, and the continual new and surprising developments in the relationships between people, have all come together to produce a society that is moving at unprecedented speed.

(Xinran, Buy Me The Sky, 2015, Introduction)

 

El tema de la mujer china moderna es, por utilizar una expresión autóctona, fengfu duocai丰富多彩: colorido y rico en variedad. El estudio de las mujeres chinas de las últimas décadas ha evolucionado tanto desde mediados de los años ochenta que “antes de terminar de escribir el estado de la cuestión, ya está desactualizado” (Hershatter, 2007, p. 1). La situación sociocultural de la mujer china es una realidad en continua transformación que ha ido adaptándose a los cambios de régimen a lo largo de la tumultuosa historia de China de los últimos cien años. Como bien expone Hershatter en su libro Women in China’s Long Twentieth Century (2007), es imprescindible acotar y plantear preguntas específicas, para lograr una fructífera investigación en el tema de la mujer china moderna.

Este artículo nace de un proyecto de investigación más amplio sobre escritura literaria, y parte de la hipótesis de que la literatura, especialmente la literatura de no ficción o testimonial, se basa en la historia humana, en la sociedad y en las personas que la forman. El estudio de la literatura nos permite profundizar en las raíces de un país tan cambiante como China, con el objetivo de hallar sus múltiples (a veces paradójicas) verdades, a través del análisis de su literatura contemporánea (Xinran, comunicación personal, 29 de mayo de 2021).

El corpus principal para esta investigación lo forma The Promise: Love and Loss in Modern China (2019), la última obra de no ficción de la periodista, autora, historiadora oral y activista china de reconocimiento internacional Xue Xinran薛欣然 (Pekín, 1958--), nombre de pluma Xinran. Elegimos la literatura de Xinran porque todos sus escritos están basados en más de trescientas entrevistas que ha realizado a mujeres chinas, cara a cara, en China y en el extranjero, desde 1989 hasta 2019 (Xinran 2002; Xinran, comunicación personal, 29 de mayo de 2021). Esta labor supone una recolección de datos de valor incalculable, la cual permite a el/la investigador/a acercarse a entender los cambios sociales en China desde una perspectiva humana, y de mejor manera que a través de datos de internet  o de otras investigaciones limitadas por un número muy inferior de casos prácticos. Consideramos que esta escritora contemporánea tiene un papel esencial en la representación de las historias de vida no oficiales de mujeres chinas comunes y corrientes.

The Promise (2019) es uno de dos libros escritos por Xinran que trata sobre las nuevas generaciones de la China actual (el otro es Buy Me The Sky, 2015). Ambos textos ayudan a el/la lector/a a apreciar la enorme brecha entre generaciones y los casi doscientos años de diferencia en cuanto a costumbres y nivel de vida entre las grandes ciudades y las extensas regiones rurales de la China actual.

En The Promise, la autora escribe sobre la evolución de las relaciones amorosas y afectivas en la sociedad china a lo largo del siglo XX, basándose en entrevistas a varias mujeres de cuatro generaciones dentro de una misma familia. A través de esta mirada íntima y personal, Xinran explora cambios en los procesos de cortejo entre las parejas, en la vida en matrimonio, en la ruptura de la familia o en la crianza de los hijos, desde la China de principios del siglo XX hasta hoy. Al ser su última publicación, esta obra recoge de manera cumulativa observaciones en la sociedad China por parte de la autora a lo largo de cuarenta años (Xinran, 2019).

Aunque los libros de Xinran se hayan traducido a más de veinticinco idiomas, incluido el castellano, optamos por citar de las primeras publicaciones en inglés, ya que consideramos que son las más fieles a las palabras originales de la autora. Esto se basa, en primer lugar, en el deseo de la propia autora, quien considera estas primeras ediciones las versiones más fieles a sus textos originales en chino, sin publicar hasta la fecha (Xinran, comunicación personal, 29 mayo 2021). En segundo lugar, dichas ediciones en inglés suponen el fruto de una colaboración entre Xinran y sus traductores con quienes trabaja muy de cerca para plasmar las historias recogidas por la autora. Sobre la labor de sus traductores, Xinran escribe: “Without their knowledge of China and understanding of me, without their feeling for and awareness of China’s culture and language, few Westerners would know the China whose story I wish to tell, or my own complex feelings towards China. Without translators, people would never be able to understand each other, or have a common understanding of peace and democracy.” (Xinran, 2015, p. 271-2).

Se apoya el análisis de The Promise con información sobre la vida, obra y metodología de Xinran. Para ello, se han utilizado fuentes secundarias en forma de entrevistas públicas con la autora (Chakanetsa et al., 2015; Marr et al., 2019), artículos periodísticos (Lambert, 2002; Guest, 2007; The Guardian, 2011; The Economist, 2015), artículos científicos sobre su obra (Lai, 2006). Para citar comunicaciones personales entre la autora de este artículo y Xinran (ocho entrevistas por videoconferencia, 2021), se han seguido las normas APA según la 7ª edición (Sánchez, 2020). Se ha utilizado la edición Kindle de The Promise y se ha seguido el formato de citación recomendado para textos sin paginación: “autor, año, capítulo, sección, párrafo” (Sánchez, 2019).

Entre las fuentes secundarias consultadas para el contexto histórico, cultural y social, destacan los siguientes trabajos. Relacionados con cambios dentro de la sociedad China: Pan (1987), Faure y Fang (2008); y, en particular, en la situación de la mujer china: Botton Beja (1995; 2017), Hershatter (2007), Fincher (2015), Murti (2019). Relacionados con las mujeres en la literatura, Showalter (1985); y, en particular, las escritoras chinas, Fisac Badell (1997) y Zhang (2016). Relacionados con las teorías de la literatura de no-ficción y la creative nonfiction: Cheney (2001) y Gutkind (2012); y, con la teoría de la auto/biografía: Stanley (1993) y Holmes (2011).

En primer lugar, se hará una introducción a la vida y obra de la autora Xinran. En segundo lugar, se presentarán algunos de los valores tradicionales de género adjudicados a la mujer china, en un contexto histórico y cultural. Después, un breve marco teórico, donde se exponen algunas teorías de la literatura de no ficción y la auto/biografía. Tras esto, se presentan algunos ejemplos de The Promise, observando si hay una evolución de las relaciones y situaciones personales de estas mujeres chinas, y si siguen presentes los roles de género confucianos en la China del siglo XX. Por último, se compartirán reflexiones concluyentes sobre la investigación.

 

2. Xinran: Portavoz y autora de historias testimoniales de mujeres chinas

 

What philosophy do women have? What is happiness for a woman? And what makes a good woman?

(Xinran, The Good Women of China, 2002, p. 85)

 

Xue Xinran 薛欣然nació en 1958 en el seno de una familia con posición social en Pekín. Tras sufrir una turbulenta infancia y juventud durante la Gran Revolución Cultural (1966-1976), se educó y desarrolló profesionalmente como periodista en la era de Reforma y Apertura bajo Deng Xiaoping邓小平 (1976-1989). Entre 1989 y 1997, fue directora de un programa radiofónico en la Radio del Pueblo de Henan (henan renmin guangbo diantai河南人民广播电台), emitido desde Nanjing, llamado Qing feng ye hua轻风夜话, ‘Words on the night breeze’.[1]

En los años durante y después de la Gran Revolución Cultural, la población china se vio obligada a adoptar una especie de ‘autocensura’: a mostrar un exterior estoico y distante, a ser cautelosa y silenciosa sobre experiencias muy dolorosas, en ocasiones, durante muchos años (Lambert, 2002). Uno de los propósitos del programa de radio de Xinran era ofrecer a sus compatriotas la oportunidad de contar (en muchos casos, por primera vez) experiencias vividas durante el periodo histórico turbulento más reciente de China, como comparte la propia autora: “With Words on the Night Breeze, I was trying to open a little window, a tiny hole, so that people could allow their spirits to cry out and breathe after the gun-powder laden atmosphere of the previous forty years.” (Xinran, 2002, p. 3). El programa tuvo un éxito rotundo y la cadena de radio recibió decenas de miles de cartas y llamadas de oyentes con historias no-contadas hasta entonces sobre temas como el incesto, los matrimonios concertados, la violencia de género, el abuso de menores, el suicidio o la violación, entre otros. La mayoría de las historias provenían de mujeres; en muchísimos casos, eran ellas las víctimas de dichas situaciones. Todas las noches, y durante varias horas, Xinran escuchaba y leía las historias de sus oyentes, que llegaban en formato de carta y de mensajes grabados en el contestador automático. De esta manera, Xinran pudo crear una imagen de la vida diaria de mujeres chinas coetáneas a ella.

En esa época, Xinran llegó a ser conocida a nivel nacional y se hablaba de ella como la primera locutora que osaba levantar el velo de las mujeres chinas, la primera periodista de temas femeninos que se atrevía a hurgar en la verdadera realidad de sus vidas (Xinran, 2002). Dichas historias de mujeres, recopiladas a lo largo del periodo de nueve años en el que se emitió Palabras sobre la brisa nocturna, fueron las que inspiraron a Xinran a escribir su primer libro, The Good Women of China: Hidden Voices. Sin embargo, en los años noventa en China, el contexto político era aún demasiado incierto para publicar un libro con dicho contenido. Como explica la autora en el prólogo: “When Deng Xiaoping started the slow process of ‘opening up’ China in 1983, it was possible for journalists, if they were courageous, to try and make subtle changes (…) it was also possible, although perhaps even more dangerous, to discuss personal issues in the media.” (Xinran, 2002, p. 3).

En 1997, Xinran dejó China para empezar una nueva vida en Inglaterra, donde su deseo de difundir estas historias se hizo realidad con la publicación de The Good Women of China, en 2002: “At that time in China, I might have gone to prison for writing a book like this. I couldn’t risk abandoning my son, or the women who received help and encouragement through my radio programme. In England, the book became posible.” (Xinran, 2002, p. 229).

En los años siguientes, Xinran siguió escribiendo libros de no-ficción basados en entrevistas a (sobre todo) mujeres chinas. En 2004 se publicó Sky Burial: An Epic Love Story of Tibet, la extensión de un relato que originalmente se había incluído en The Good Women of China. En 2006, What the Chinese Don't Eat, una colección de sus artículos periodísticos sobre cultura china, publicados en The Guardian entre 2003 y 2005. En 2007, Miss Chopsticks, una novela testimonial sobre las experiencias retantes de mujeres migrantes de zonas rurales de China a las grandes ciudades. En 2008, China Witness: Voices from a Silent Generation, un libro historiográfico basado en entrevistas a los últimos supevivientes de la generación que experimentó la guerra, la invasión, la revolución o la hambruna durante la China Maoísta. En 2010, Message from an Unknown Chinese Mother, libro en el que la autora investiga las cuestiones del infanticidio, el abandono y la adopción de niñas chinas, dedicado a las familias adoptivas de estas en todo el mundo. En 2015, Buy Me the Sky: The Remarkable Truth of China's One-Child Generations, donde la autora indaga sobre las repercusiones sociales y complicaciones psicológicas de la primera generación de jóvenes nacida bajo la legislación china del hijo-único, a través de diez entrevistas personales. En su último libro publicado hasta la fecha, The Promise: Love and Loss in Modern China (2019), Xinran explora la evolución de las relaciones afectivas y amorosas en China en el siglo XX., a través de entrevistas a varias mujeres dentro de una misma familia.

Desde la primera edición de su programa de radio (en 1989) hasta la publicación de su última obra (2019), Xinran ha entrevistado a más de trescientas mujeres, explorando la manera en que sus vidas y sus relaciones amorosas se han visto definidas, en gran parte, por fuerzas externas a ellas (Xinran, 2019). Los libros de Xinran han sido traducidos a más de veinte idiomas, y algunos de ellos se utilizan en varias universidades internacionales como parte del currículum de estudios de historia de China o de literatura contemporánea china (Xinran, comunicación personal, 27 de abril de 2021). Más allá de su trabajo como autora y conferenciante, en 2004 Xinran fundó la organización benéfica Mu Ai Qiao母爱桥 (The Mothersbridge of Love) dedicada, sobre todo, a ayudar a las familias adoptivas de niñas chinas en todo el mundo y a mejorar el puente de entendimiento entre la cultura china y la de otros países de todo el mundo.

 

3 ¿De dónde vienen los roles de género adjudicados a la mujer china?

 

She said that the family is the smallest cell in the body of society, and if the cells become diseased then large areas of the organism will die off. She believed that modern Chinese society had effectively rejected family values.

(Xinran, Buy Me The Sky, 2015, p. 144)

 

En su libro El otro sexo del dragón, Taciana Fisac Badell hace un recorrido por las mujeres chinas en la literatura y la sociedad desde la China clásica hasta finales del siglo XX. Expone que ciertas costumbres relacionadas con el posicionamiento de las mujeres en la sociedad, establecidas hace más de dos mil años, siguen teniendo hoy un gran peso, e insiste que “aunque pudiera parecer que muchas de las tradiciones ancestrales están ya superadas, la realidad nos muestra que su vigencia ha perdurado más allá de los tiempos” (Fisac Badell, 1997, p. 10).

Dichos valores ancestrales provienen del pensamiento clásico chino, detallado en los textos confucianos si shu wu jing四书五经, o Cuatro Libros y Cinco Clásicos (c. siglo IV a. C). En uno de ellos, el liji 礼记, o Libro de los Ritos, se ilustraba una estructura patrilineal de la sociedad china, centrada en un sistema familiar y con normas establecidas de conducta para la población (Marr et al., 2019). Según Confucio, la socialización de los individuos empieza en la familia, a través de las cinco relaciones fundamentales (wulun无论). En la jerarquía familiar y social, las mujeres ocupaban el lugar más bajo, siempre dependiente de su padre, marido o hijo varón primogénito, y carecían de derechos personales. Si bien es cierto que la posición de la mujer china en la sociedad ya era inferior antes de la aparición de los textos confucianos, dichos textos consolidaron e hicieron oficial la situación de desigualdad de esta (Botton Beja, 1995; Fisac Badell, 1997). Normas confucianas dedicadas a las mujeres como ‘nan zun bei男尊女卑’ (‘masculino superior, femenino inferior’), ‘nan wai nei 男外女内’ (‘masculino afuera/exterior, femenino dentro/interior’) o ‘san cong si de 三从四德’ (‘tres obediencias y cuatro virtudes’) han influenciado la vida de las mujeres chinas hasta la actualidad, actuando como “reglas inhumanas a través de las cuales se ha impuesto la restricción y opresión de generaciones de mujeres, hasta finalmente establecerse una sociedad patriarcal dominada por hombres” (Zhang, 2016, p. 18). En 2019, Xinran hace referencia directa las ‘tres obediencias y cuatro virtudes’ en su libro, The Promise:

 

The so-called Three Obediences and Four Virtues. These were a set of moral principles that dictated how a woman should act, begun in ancient times and continuing right through until 1949. Confucian in origin, they set the moral standard both for how women were required to act and how men must choose their wives. The Three Obediences dictated that a woman must obey her father as a daughter, her husband as a wife and her sons as a widow. The Four Virtues were feminine morality, physical charm, propriety in speech and efficiency in housework. These ‘life principles’ allowed no space for women to be themselves or have control of their own lives and needs.

(Xinran, 2019, Part I, Love in the blackness of civil war, párr. 23)

 

La aparición de una norma confuciana sobre el valor la mujer en un libro de no-ficción de una autora china contemporánea de reconocimiento internacional, pone en evidencia la afirmación de la sinóloga Fisac Badell (citada al comienzo de este epígrafe), sobre la impermeabilidad al tiempo de tales valores milenarios.

Posterior a los textos confucianos, ya en la dinastía Han, aparecen toda una serie de libros dirigidos específicamente al público femenino chino sobre el correcto comportamiento de la mujer. Ban Zhao (siglo I-II) es considerada la primera historiadora china, y autora de Lecciones para mujeres (Nüjie). A lo largo de los siglos, a este le siguieron otros manuales educativos para mujeres, como Libro clásico de la piedad filial para mujeres (Nüxiaojing), Analectas para mujeres (Nülunyu), Instrucciones para los cuartos interiores (Neixun) o Un manual sencillo de reglas para la mujer (Nüfan Jielu) (Botton Beja, 1995; Fisac Badell, 1997). Todos estos manuales, los cuales reiteraban los valores confucianos adjudicados a la mujer, se establecieron como lecturas esenciales en la educación de las mujeres chinas e hicieron perdurar estos valores, generación tras generación.

Un ritual social considerado esencial desde la China antigua era el casamiento entre hombre y mujer. Hasta el siglo XX, en particular para la mujer china, era prácticamente impensable que quedara soltera; sin un hombre a su lado carecía de opciones para mantenerse (Botton Beja, 1995). A partir de la segunda mitad del siglo XX, las prácticas de cortejo, la compatibilidad entre personas, el afecto o la intimidad, se incluyeron en el debate estatal (Hershatter, 2007) de tal manera que se oficializa la costumbre ya existente de tratar los asuntos de la pareja, el matrimonio o la falta de él como un tema público, más que un asunto privado, sobre el cual todo el mundo tiene algo que opinar.

Con el nacimiento de la ‘nueva China’ de Mao Zedong 毛泽东, llegan las reformas legislativas: la Ley de Matrimonio de 1950, junto a sus posteriores revisiones en 1980 y 2001, permitían, por primera vez, a mujeres y hombres chinos elegir pareja (Botton Beja, 2017). Sin embargo, esta aparente libertad, concedida por parte del estado, pretendía hacer hincapié, precisamente, en la importancia de encontrar pareja, contraer matrimonio y crear una familia, siempre como primera prioridad, y por encima de la fomentación de ambiciones personales, educativas o profesionales de los individuos chinos (Fincher, 2014). Numerosas frases populares chinas aluden a esta filosofía, por ejemplo, ‘gan de hao buru jia de hao干得好不如嫁得好’, que puede traducirse ‘Hacer las cosas bien/tener éxito no vale tanto como casarse bien/hacer un buen matrimonio’.

Volviendo a los valores antiguos que perduran en la sociedad china, una persona que no pasa por el rito del matrimonio se considera ‘incompleta’ e irrita al estado (Pan, 1987), ya que desafía la estructura de un pueblo organizado según la hexie和谐o armonía social confuciana (que, como ya se ha mencionado, tiene su semilla en el núcleo familiar). La edad adecuada de casamiento también ha sido estipulada desde tiempos remotos; en general, cumplir la treintena suponía superar el tiempo aceptable para el casamiento (Fisac Badell, 1997). El término chino sheng 剩女 (‘solterona’) se ha hecho ya conocido para referirse a mujeres que quedan solteras en edad cercana a la treintena, y existen varios trabajos de investigación sobre dicho apodo despectivo para referirse a estas mujeres (To, 2013; Fincher, 2014; Murti, 2019; entre otras). Una frase popular china relacionada con el tema es ‘nanren sanshi yi duo hua, nüren sanshi lan cha zha 男人三十一枝花女人三十烂茶渣’, significando ‘hombre a los treinta, una flor; mujer a los treinta, posos de té marchitos’.

En China, las personas de creencia más conservadora (que no cuestionan los valores sociales tradicionales ni la propaganda del estado moderno), lejos de empatizar con las mujeres que eligen no casarse ni tener una familia para, por ejemplo, dedicarse a su carrera educativa o profesional, consideran dicha elección un posicionamiento individualista e incluso egoísta, llegando a tacharlas de demasiado orgullosas o exigentes (To, 2013; Fincher, 2014), o de acusarlas de no cumplir con su rol ‘natural’ de mujer (Murti, 2019). En 2017, Botton Beja concluía que “encontrar pareja en China no es cosa fácil” (Botton Beja, 2017, p. 543). Cuando los valores milenarios perduran generación tras generación y las relaciones personales son tema público y estatal, ¿acaso existe la posibilidad de elegir construir una vida basada en los intereses individuales de cada persona?

Xinran, a través de entrevistas con personas chinas comunes y corrientes, explora la respuesta a esta pregunta y otras, en relación con la felicidad y satisfacción de la mujer china. En 2003, la escritora publicó un artículo en el periódico británico The Guardian titulado: ‘Is there any female on Earth who could meet the five male requirements of a good woman?’, en el cual detallaba las respuestas de oyentes varones chinos a su programa de radio Palabras sobre la brisa nocturna (1989-1997) a las siguientes preguntas: “1) How many good women have there been in your family? 2) What is your view of a good woman?” (Xinran, 2006, p. 15). Xinran revela que tan sólo veinte respuestas del alrededor de las mil que recibió afirmaban que habían conocido a lo que ellos consideraban una ‘buena mujer’:


A good woman, they thought, should 1) never go out and express her views to society; 2) provide a son for her husband’s family tree; 3) never lose her temper and always be soft and smile at her men; 4) never burn food when she cooks and never mix colours when she washes; 5) be good in bed and have a good figure to show off.

(Xinran, 2006, p. 15)

 

Tales normas para valorar a una mujer no difieren mucho de los manuales educativos de la época de la dinastía Han anteriormente mencionados. Xinran reflexiona que es difícil imaginarse a alguna mujer en el siglo XX o XXI que cumpla con estas exigencias, y que ni ella misma, a ojos de sus compatriotas chinos, se consideraría una ‘buena mujer’.

 

4. Creative nonfiction y auto/biografía de mujeres

 

In more than thirty years of interviews and research into Chinese women I have accumulated a lot of ‘unique’ Chinese materials. Many of these stories I still find hard to believe, even after my own investigations have confirmed them to be true.

(Xinran, 2019, Promises and ‘Talking Love’: My Inspirations for This Book, párr. 18)

 

El público lector recurre cada vez más a la literatura de no ficción porque, en el mundo tan extraño en el que vivimos, muchas veces la realidad que nos presenta este género es más extraña que la propia ficción (Cheney, 2001, p. 9).

El esfuerzo requerido por parte de los/as autores/as de no ficción es distinto de aquéllos/as que escriben ficción; a diferencia de éstos/as, no parten de únicamente su propia memoria o imaginación, sino que “he or she must conduct research out in the real world” (Cheney, 2001, p. 196). En On Writing Well: The Classic Guide to Writing Nonfiction (2006), William Zinsser instruye: “as a nonfiction writer you must get on the plane. If a subject interests you, go after it, even if it’s in the next county or the next state or the next country. It’s not going to come looking for you.” (Zinsser, 2006/2012, p. 195).

Dada la importancia de la labor investigativa de los autores de no ficción, ésta puede durar semanas, meses o años. Los términos “saturation research” o “immersion research” describen el proceso de ahondar tanto en el tema y los sujetos hasta saturar la mente, a través de leer, observar, entrevistar (Cheney, 2001, p. 198). Los libros de Xinran se basan en los testimonios de mujeres chinas, a las cuales la autora ha conocido personalmente, y cuentan las historias de éstas dentro de un contexto original cultural e histórico. De acuerdo con este método de trabajo, sus obras pertenecen al género de literatura de no ficción, una clasificación que corrobora la propia autora: “I believe my writing is non-fiction. It’s not fiction. It’s not from imagination.” (Xinran, comunicación personal, 27 de abril de 2021).

En primer lugar, Xinran hace varias entrevistas a la(s) persona(s) que formarán el sujeto del libro a escribir, a veces a lo largo de varios años (p. ej.: China Witness, 2008; Buy Me The Sky, 2015; The Promise, 2019). También realiza investigaciones más profundas sobre las circunstancias sociales, históricas o políticas que le(s) rodean (p. ej.: Sky Burial, 2004; Miss Chopsticks, 2007; China Witness, 2008). Durante este proceso, Xinran viaja a diferentes partes de China para comunicarse con sus sujetos y con la administración y los organismos locales (p. ej.: The Good Women of China, 2002; Message from an Unknown Chinese Mother¸ 2010). Las mujeres sobre las que Xinran escribe están involucradas en el proceso de creación: dan su permiso firmado a la autora para contar sus historias y reciben una copia del libro una vez publicado.

Lee Gutkind, fundador y editor de la revista literaria Creative Nonfiction (https://creativenonfiction.org/, inaugurada en 1993), fue apodado “el Padrino” del género por el crítico y columnista James Wolcott en 1997 (Gutkind, 2012; Starkey y Bishop, 2006). En su libro You Can't Make This Stuff Up (2012), Gutkind desglosa el significado de la expresión que da nombre a este género literario:

The words “creative” and “nonfiction” describe the form. The word “creative” refers to the use of literary craft, the techniques fiction writers, playwrights, and poets employ to present nonfiction—factually accurate prose about real people and events—in a compelling, vivid, dramatic manner … but the stories are true.

(Gutkind, 2012, p. 6)

 

Starkey y Bishop (2006) destacan el uso del prefijo non delante de fiction como un rasgo distintivo: a diferencia de la poesía, de los cuentos o de la dramaturgia, el ‘cuarto género’ se autodefine como “verdad” (Starkey y Bishop, 2006, p. 68). En Writing creative nonfiction de Theodore Cheney, se encuentra otra definición del género:

Creative nonfiction tells a story using facts, but uses many of the techniques of fiction for its compelling qualities and emotional vibrancy. Creative nonfiction doesn’t just report facts, it delivers facts in ways that move the reader toward a deeper understanding of a topic. Creative nonfiction requires the skills of the storyteller and the research ability of the conscientious reporter.

(Cheney, 2001, p.1)

 

Creative nonfiction, como género literario y como término, ha incitado a la controversia desde sus comienzos. Las palabras nonfiction y creative se han visto como conceptos contradictorios. Sin embargo, creative no significa describir lo que no pasó, ni tampoco que el/la escritor/a tenga licencia para mentir; y la palabra nonfiction quiere decir que el material es verdadero y representa una promesa de los/as escritores/as a sus lectores (Gutkind, 2012, p. 6). Por lo tanto, la creative nonfiction está profundamente comprometida con la verdad, y sus escritores defienden que es posible escribir de forma sincera, directa, brillante y creativa al mismo tiempo (Gutkind, 2012, p. 6). Sobre la verdad, la honestidad y la ética profesional del género literario, Cheney enfatiza:

Our professional ethics demand that we be honest with the readers, honest with the characters involved, honest with ourselves, and that we, in general, lay our cards on the table for all to see. Without that honesty, there may be creativity, lively writing, and many other good things—but not honorable and esteemed creative nonfiction.

(Cheney, 2001, p. 236)

Recientemente, el género creative nonfiction ha sido incluido en el currículum académico de departamentos de literatura inglesa de varias universidades (Gutkind, 2022, párr. 6), y ya no se puede poner en duda que la creative nonfiction sea un género literario en toda regla, que no sólo forma parte del ecosistema literario, sino que sus contribuyentes son de los más activos en su campo (Gutkind, 2022, párr. 25).

Según la RAE, “biografía” se define como “1. Historia de la vida de una persona; 2. Narración de una biografía; 3. Género literario al que pertenecen las biografías” (Real Academia Española, s.f.). El propósito y la inspiración detrás de un nuevo proyecto literario de la autora Xinran suele girar en torno a una temática, más que en torno a una (o varias) vida(s). Sin embargo, sus obras presentan muchos paralelismos con la literatura biográfica.

El reputado biógrafo británico Richard Holmes, autor de más de veinte libros en este género (dos de los cuales estudian la vida de la escritora feminista pionera Mary Wollestonecraft[2]) comparte su propia definición de la biografía, derivada de su extensa experiencia, en el prólogo de su libro Sidetracks: Explorations of a Romantic Biographer:

For me biography has always been a personal adventure of exploration and pursuit, a tracking. It is uncertain in its beginning …. It is tantalizing in its final destination … It is often surprising in retrospect, when previously hidden perspectives and retrospectives emerge. I conclude that no biography is ever definitive, because that is not the nature of such journeys, nor of the human heart which is their territory.

(Holmes, 2011, p. 6-7)

 

Esta definición establece una conexión entre la literatura biográfica y lo personal o subjetivo, a través de la metáfora del corazón humano como el “terreno” al cual, según el autor, pertenece dicha literatura. Esta subjetividad característica de la literatura biográfica es la que permite a los/as autores de este género revelar sus apegos y desapegos a la misma vez que mantienen una postura crítica y académica (Alpern et al., 1992, p. 11).

En cuanto a los métodos de la escritura biográfica, Holmes escribe sobre “the conscious double-life of the biographer” (Holmes, 2011, p. 12): la sensación de desplazamiento temporal, con un pie en el presente y otro continuamente en el pasado, resultante de la investigación histórica a la que dedica su tiempo un/a biógrafo/a. Holmes encuentra a sus sujetos biográficos “en los desviamientos del camino”: “These wanderings from the main path, these seductive sidetracks over another part of the hill, are often the places where I have learned most about my subjects and have felt most free in their company.” (Holmes, 2011, p. 6-7). Es el mismo caso con la autora Xinran; muchas de las historias que finalmente lleva a la escritura son de mujeres a las que nunca habría conocido si no fuera por otras personas o circunstancias que le llevaron hasta ellas.

Tomamos el término “auto/biografía” de la socióloga Liz Stanley, quien investiga extensamente sobre los conceptos de ‘el yo’ y sobre la ‘construcción de una vida’ a través de la escritura u otros medios (Stanley, 1993). En su estudio de la auto/biografía, Stanley argumenta que el ‘yo’ de la persona a explorar abarca conocimientos de segunda y tercera mano, además de conocimiento personal directo; que la ‘experiencia’ de una persona es multifacética y deber ser siempre entendida a través de tipificaciones sociales y de conocimientos comunes o generalizados (Stanley, 1993). El acto de escribir una vida no es una actividad aislada y de vía única, ya que la propia vida de cada uno/a tampoco lo es (Stanley, 1993, p. 50).

¿Cómo cambia la naturaleza de la escritura auto/biográfica al cambiar el género del sujeto? Las experiencias vitales de las mujeres difieren de manera muy profunda de las de los hombres y, si no se tiene en cuenta el género a la hora de crear, esto puede producir una versión distorsionada o incluso falsa del relato de vida de una mujer (Alpern et al., 1992, p. 7). En cambio, cuando se construye el sujeto desde lo femenino, su género, junto con sus logros, pasa al centro del análisis de una manera más transparente. Sin embargo, históricamente, las mujeres-sujeto no han tenido el mismo renombre en la auto/biografía que los sujetos masculinos, no por falta de logros por parte de ellas, más bien, por la falta de atención prestada a ‘ese tipo de logros’ (Alpern et al., 1992, p. 6). Por lo tanto, la auto/biografía feminista no sólo es fundamental a la hora de restaurar a mujeres ‘invisibles’ a la historia oficial, sino que además pone en cuestión los estándares tradicionales sobre los cuales se ha construido, definido y validado la auto/biografía. “When the particular becomes female, the universal can no longer be male” (Alpern et al., 1992, p. 6).

La identidad de género puede funcionar como un punto de partida conscientemente elegido por muchas mujeres artistas, intérpretes, escritoras y académicas para delinear su ‘yo’ propio, haciendo de la auto/biografía por y/o sobre mujeres es un campo de investigación en transformación (Donnell y Polkey, 2000). “Lo personal es político” (Haraway, 1991), y el posicionamiento de la experiencia vital independiente personal y única de una persona como ejemplo de la experiencia común pública y compartida por muchas, en este caso mujeres, ayuda a crear un ‘espacio’ no-físico propio seguro y libre de juicio.

 

5. The Promise (2019): El amor de pareja en el siglo XX en China

 

El último libro de Xinran (publicado hasta la fecha) nace de la firme creencia de la autora de que el amor y la familia son algo que une a todos los miembros de la humanidad, independientemente de su camino, cultura o religión (Xinran, comunicación personal, 29 de mayo de 2021). Según Xinran, pertenecer a una generación es parte de la experiencia de vida dentro de una sociedad humana, como lo es tener una generación por detrás y otra por delante (Xinran, 2019).

A la vez que el hilo conductor del libro son las historias de amor de sus protagonistas, Xinran tiene, además, un objetivo historiográfico cuando escribe The Promise: recoger estas historias para que la juventud china pueda entender mejor cómo las generaciones que les precedieron experimentaron el tumultuoso periodo durante el cual nació la China moderna: “After a hundred years of chaos and upheaval in our country, historical records are lacking and subject to the government’s own distorted view of the past. Every person is part of the heritage of their race and their country.(Xinran, 2019, Part I, párr. 25). De esta manera, The Promise nos trae historias de amor y cortejo forjadas en tiempos de la primera guerra civil china (1927-1937), de la ocupación japonesa (1937-45), de la segunda guerra civil (1945-49), del Gran Salto Adelante (1958-60) y la Gran Revolución Cultural (1966-76) bajo Mao Zedong毛泽东, y del último cuarto del siglo XX, marcado por la Reforma y Apertura del país de Deng Xiaoping 邓小平(a partir de 1978) y la política de un/a solo/a hijo/a (1980-2015).[3]

En su exploración de la evolución de las relaciones personales a lo largo del siglo XX en China, Xinran hace hincapié en un importante cambio de paradigma social: la sustitución del modelo confuciano de la familia como núcleo y esencia de la sociedad china (regida por las relaciones humanas, o wulun 五轮, para conseguir la armonía social, o hexie和谐), por el consumismo materialista desmesurado, la avaricia y la apatía de las nuevas generaciones criadas en el aislamiento de una sociedad de hijo/a único/a.[4] Para Xinran, la falta de respeto y comprensión que antes se fomentaba en el seno familiar es la principal causa de la soledad y la decepción que sienten muchos de sus contemporáneos/as chinos/as: “Our culture, ideology, spirit and social structures were all intrinsically bound to the family. … Over the past thirty years of listening and learning, I have come to understand how traditional Chinese family values are being slowly eroded by the tide of modernity.” (Xinran, 2019, Afterword: In and Out the Door of Life, párr. 22-25).

Según la autora, este cambio es perceptible no solamente en las relaciones personales entre familiares, amistades, vecinos/as o compañeros/as de trabajo, sino que se aplica también a las relaciones afectivas de pareja. En las historias personales que componen The Promise vemos reflejada la falta de satisfacción en el matrimonio generalizada (Hershatter, 2007; Botton Beja, 2017) que, en muchas ocasiones, ha llevado a la elección, en contra de toda norma tradicional, de permanecer soltero/a (To, 2013; Fincher, 2014; Murti, 2019).

En chino, la expresión tan lian’ai 谈恋爱 (literalmente: ‘charlar sobre amor’) se utiliza con el significado de cortejar a una persona, ennoviarse o enamorarse de alguien. Talking Love era el título original que Xinran había elegido para su libro The Promise,[5] publicado en 2019, sobre las relaciones de pareja en China. La autora cita la definición de tan lian’ai谈恋爱del Hanyu Cidian汉语词典

‘Talking love’ is a type of social activity. It is the process of cultivating love or interacting on the basis of love. It is mainly an exchange between two parties. Generally, if the exchange is successful, you will marry, live together and raise the next generation. The moral requirements for ‘talking love’ are as follows: First, respect human equality; second, consciously assume responsibility for it; third, love each other with humility.

(Xinran, 2019, Promises and ‘Talking Love’, párr. 16)

 

The Promise destaca seis voces, de todas las mujeres con las que habla Xinran dentro de esta familia: Red (nacida en 1920), Green (nacida en 1932), Crane (nacida en 1958), Wuhen (nacida en 1980), Yoyo (nacida en 1984) y Lili (nacida en 1988). Cada una de sus historias de amor y cortejo se vieron definidas por los cambios políticos y sociales que amoldaron sus vidas. Después de entrevistar a más de trescientas mujeres chinas y de publicar siete libros de no-ficción, durante el proceso de creación de este, Xinran reflexiona: “I had never before realised just how much Chinese women have changed in their understanding of the difference between sex, emotions and love.” (Xinran, 2019, Promises and ‘Talking Love’, párr. 26).

Seguidamente, se resumen los procesos de tan lian’ai 谈恋爱 (o enamoramiento y cortejo) de las mujeres en The Promise, de Xinran, y se observa si, según la autora, hay o no una tendencia hacia una situación más liberada para la mujer a lo largo del siglo XX en China.

La primera historia es la de Red (nacida en 1920), cuyo marido fue elegido para ella por su padre a los trece años. Al llegar a la edad de casamiento, la misma noche de bodas, su marido le confiesa que lleva varios años enamorado de otra mujer, pero por evitar la deshonra, permanecerá al lado de Red y se ocupará de su manutención. El resultado es que estas dos personas pasan una vida entera juntos sin jamás consumar su matrimonio (y sin disfrutar de relaciones íntimas, sexuales o amorosas con otras personas). Red hace referencia directa a los valores tradicionales heredados de la generación anterior, describiéndolos “como un hechizo” que les impidió, tanto a su marido como a ella, liberarse de su situación de pareja, una “sentencia de cárcel de treinta años”:

 

‘For more than thirty years I’d been struggling to adapt to the jail sentence of our marriage. But why couldn’t I set myself free? I’m educated, I’m well read, I played my part in the revolution by working as a clerk. So why couldn’t I escape from that jail cell? What was it that restrained my courage and controlled my freedom? ... It’s the contract that my father signed for me when I got engaged, and the set of values my mother passed down to me when I was young. Like some kind of spell, they’ve made it impossible for me to break free.’

(Xinran, 2019, Part I, The long grey shadows of past promises, párr. 41-3)

 

La hermana menor de Red, Green (nacida en 1932) pertenece a la generación que dedicó todos sus esfuerzos a la Revolución Comunista, en preparación para el nacimiento de la Nueva China de Mao Zedong 毛泽东 (1949). Green vuelve a citar los valores tradicionales impuestos sobre la mujer china, aún muy presentes en su época: un árbol genealógico patrilineal que excluía a las mujeres y la falta de derecho de las mujeres a la educación, en la mayoría de las familias. Sobre este último punto, Green llega a la siguiente conclusión: “Now I often think this might be one of the reasons that, like many young Chinese women of my generation, I devoted almost my whole life to the Revolution and new China.” (Xinran, 2019, Part II, A Communist seed, párr. 5).

El cortejo durante los años de revolución causaba mucha ansiedad a las familias chinas, dado que los/as jóvenes de la época formaron la primera generación en tener algo de poder de decisión sobre sus matrimonios, en lugar de que fueran concertados. Aun así, estaba aún muy criticado por la sociedad que un hombre y una mujer, aún en estado de soltería, se vieran a solas, lo cual complicaba mucho el proceso de tan lian’ai谈恋爱. Green agradece haber tenido hermanas mayores que pudieron aconsejarla y guiarla sobre el amor entre la pareja y evitarle esta preocupación añadida (Xinran, 2019, Part II, A Communist seed).

Cuando Xinran conoce a Crane (hija de Green, nacida en 1958), la autora se reencuentra con un miembro de su propia generación. Crane describe así la evolución del amor de pareja, desde la China clásica de su abuela (la madre de Red y Green) hasta su época, la China Maoísta:

 

‘You’ve heard many stories from three generations of my mother’s family. My grandparents rooted their love in ancient poetry. My parents understood each other through classic Western literature and da-you poetry. The China I was born into didn’t have literature and romance; it didn’t even have movies, books or theatre. It had slogans.’

(Xinran, 2019, Part III, Building a nest, párr. 89)

 

La generación de Crane y de Xinran se ha llegado a describir como “los/as hijos/as de la revolución, carentes de amor y pasión” (Xinran, 2019). Durante la época turbulenta de la Gran Revolución Cultural (1966-1976), no estaba bien visto expresar abiertamente los sentimientos y, por lo tanto, el cortejo se trataba de “dos personas caminando en silencio hacia un entendimiento común”[6]; un proceso de enamoramiento mucho menos colorido y más práctico, de acuerdo con el ambiente político del momento. Esta generación no tuvo acceso a la expresión de las emociones personales ni en las personas de su alrededor, ni tampoco a través de representaciones literarias o cinematográficas, ya que todo el arte del momento se había convertido en una vía de propaganda maoísta. Para los millones de chinos y chinas que crecieron durante esta época, todo lo relacionado con las relaciones íntimas o sexuales suponía un gran tabú,[7] lo que desencadenó ciertas repercusiones psicológicas y sociales que aún perduran en la sociedad china (y en las cuales las limitaciones de tiempo y espacio de este artículo no permite adentrarnos).[8]  Quizá sea esta la razón por la que, durante su entrevista con Xinran, Crane se ruboriza cuando la autora le explica el propósito de su investigación y el tipo de libro que quiere escribir: uno sobre las vidas amorosas de la población china del último siglo.

Cuando llega el momento de entrevistar a la hija y a las sobrinas de Crane, Wuhen, Yoyo y Lili (nacidas en los años ochenta y coetáneas al hijo de Xinran), la autora se ve en la necesidad de adoptar una nueva forma de comunicación que nunca había usado antes para sus entrevistas: Weixin 微信(la red de mensajería más común en China). “The idea that we could spend just a few days with them, sitting down face-to-face, talking about family, is just inconceivable to them.” (Xinran, 2019, Part IV: Diverse ‘Lovers’, párr. 4). La manera de comunicarse de esta generación es tan acelerada como el ritmo de sus vidas, dominadas por el acceso ilimitado a internet: un océano de información que cruza fronteras lingüísticas y geográficas, nunca antes a disposición de la sociedad china, y que afecta directamente a la manera de pensar y de tomar decisiones de estas mujeres.

A través de las historias de Wuhen, Yoyo y Lili, Xinran nos muestra diversas facetas de las relaciones de estas ‘nuevas generaciones’ de finales del siglo XX y principios del siglo XXI en China. Está claro que la brecha generacional entre estas mujeres y sus progenitoras es enorme,[9] pero las influencias externas de una China ‘abierta’ hicieron que sus relaciones de pareja no siguieran un patrón definido; tampoco se puede demostrar una progresión a una vida amorosa más libre, en todos los casos.

Wuhen (nacida en 1980) sufrió una historia de desamor cargada de uno de los valores chinos más tradicionales: fue abandonada por su marido por haber dado a luz a una niña. Antes de que sucediera esto, Wuhen describe la visita al pueblo rural de su entonces prometido como un choque muy fuerte para ella, viniendo de la ciudad: “The women in those impoverished villages weren’t allowed to eat at the same table as the men and family elders, and in some places they even had to wait until the men had finished until they themselves could eat.” (Xinran, 2019, Part IV, Wuhen – 2016: a wounded lover, párr. 48).

Poniendo la historia de Wuhen como ejemplo, Xinran nos vuelve a recordar la grandísima diferencia del nivel de vida y de educación que existe entre las ciudades chinas y las zonas rurales, que son como dos universos paralelos, coexistiendo dentro de un mismo país.[10] Cuando el marido de Wuhen las abandona a ella y a su hija de un año, él intenta excusar su comportamiento recurriendo a la piedad filial confuciana y a la tradición patrilineal: “In my home town, a man without a son is the most unfilial. Without a son, I can’t see my parents into old age. Tell Dong Dong her father is dead.” (Xinran, 2019, Part IV, Wuhen – 2016: a wounded lover, párr. 59). Como resultado de este abandono, Wuhen recurre al amor en internet para encontrar consuelo, y decide no volver a confiar en un hombre de carne y hueso. I asked myself: why do I need a man? Why not just create a ‘perfect family’ for my daughter Dong Dong online?” (Xinran, 2019, Part IV, Wuhen – 2016: a wounded lover, párr. 68).

Yoyo (nacida en 1984), se autodefine como una “mochilera del amor, shengnü”, que ha tenido experiencias tan diversas en sus relaciones íntimas y de pareja que Xinran se queda anonadada escuchándola:

 

I’m exploring all that love has to offer in search of what true happiness is and where my future home might lie. I’ve tried nearly all the popular dating trends – flash love, flash marriage, rented marriage, internet dating… At the moment I’m still just a poor little sheng nu, waiting for the next trend to appear so I can try that too. It’s not a joke; I’m being deadly serious! I see love as a playground set among a hundred blooming flowers – why shouldn’t I pick them to see how they smell?

(Xinran, 2019, Part IV, Yoyo – 2016: a backpacking lover, párr. 8-9)

 

Yoyo está convencida de que, teniendo seguridad en sí misma, todo le saldrá bien. Cuando describe a su madre, lo hace con admiración: una mujer activa, valiente e imparable, que lleva las riendas en la relación con su padre.[11] Esta pareja de madre e hija presentan una imagen de mujer que parece romper, por fin, con las tradiciones milenarias. Sin embargo, se señala como una excepciónala normativa: la razón principal que ofrece Yoyo para explicar su comportamiento liberal es, precisamente, la disatisfacción que observa en muchas mujeres casadas de su alrededor, que suponen la mayoría (Xinran, 2019).

Aunque admire a su madre, Yoyo no siente que pueda contarle sobre la riqueza de sus experiencias sexuales y amorosas, por miedo a decepcionarla a esta. Y ni siquiera Yoyo, con tales decisiones liberales en su vida amorosa, puede escapar a las palabras de su abuela, Green, aunque le parezcan “hilarantes” (Xinran, 2019, Part IV, Yoyo – 2016: a backpacking lover, párr. 56-9):

 

My grandma Green is a cultured individual, and very articulate … she said, ‘the basic law of humankind states clearly that women should give birth. Unless you’re burdened with some kind of physical defect, you’re clearly defying the established social order by not having a child.’… This kind of sentiment is rooted in almost every person’s heart – or in every Chinese heart, at least. I think it’s hilarious the way that, just because you’re a woman, just because you have a womb, you have to have a child.

 

La mujer más joven que entrevista Xinran en The Promise es Lili (nacida en 1988), quien se refiere a su generación como “a mini United Nations – we all have such different views on the world” (Xinran, 2019, Part IV, Lili – 2005: an international lover, párr. 4). Lili le describe a Xinran una imagen de adolescencia y juventud típica de la sociedad solitaria de hijos/as únicos/as: una relación prácticamente inexistente con sus padres, en la cual sólo se produce un acercamiento cuando se da un problema con los estudios o de salud (Xinran, 2015). Sin padres que les guiaran a ella y a sus coetáneos, Lili da gracias por el acceso a internet, como fuente de consejos anónimos que les ayudaron a comprender mejor los cambios en sus cuerpos y en sus emociones. “A veces me dais mucha pena las generaciones anteriores. ¡No sé cómo os las arreglábais!”[12]

Dada la cantidad de desinformación que inunda las redes, quizá sorprenda que Lili pueda tener una idea bastante equilibrada y sana sobre lo que es el amor ‘maduro’: “A mature love is one which accommodates the needs and individuality of both sides. Only when both sides are equal can love be true … if there’s no trust and respect between two people, they can have no future together.” (Xinran, 2019, Part IV, Lili – 2005: an international lover, párr. 77-8). Y, de acorde con una visión más empoderada de la mujer como directora de su propia historia de amor, Lili también defiende la libertad de las mujeres chinas jóvenes para tener varias parejas (incluso a la misma vez), antes de elegir asentarse con una. Sin embargo, hasta la mujer más joven de esta gran familia siente la clásica presión de encontrar una pareja estable y la sensación de estar incompleta sin ella, cosa nos lleva de nuevo a las tradiciones más antiguas:

 

When you’re in a relationship, everyone around you feels way more relaxed. When you’re not, your parents will worry about whether you’ll ever get married and your friends will always be busy trying to set you up with somebody. It can even make you even feel worthless yourself: ‘Is my life a complete mess?’ ‘Am I so terrible that no one will ever like me?’

(Xinran, 2019, Part IV, Lili – 2005: an international lover, párr. 84)

 

6. Reflexiones concluyentes

 

You know, when I interviewed for The Promise … I really wanted people to see that even though they’re one family, they have been so different. You know, because every two, three years could be a new generation for the society! It’s not a natural generation of twenty, twenty-five years. In China, it’s between two or three years; surroundings change, the system changes, lifestyle changes, policies change! You know? All this kind of modern technology change…

(Xinran, comunicación personal, 29 de mayo de 2021)

 

 

Refiriéndose a la investigación sobre China, Lynn Pan dejaba escrito en 1987: “To write about China today is to pursue a moving target. The rapid changes keep her always ahead of the writer. (Pan, 1987, Author’s note)”. En este artículo, se ha tratado de reflejar que dicha afirmación es más cierta que nunca hoy en día, en el siglo XXI.

A través de las historias de mujeres chinas entrevistadas por Xinran, se observa que, por un lado, las tradiciones confucianas que formaron los pilares de las relaciones sociales en China y los patrones de rol de género que subyacieron a la mujer dentro de la familia y la sociedad siguen muy presentes en la sociedad china del último siglo. Por otro lado, es observable también que los cambios de política durante el siglo XX ni apuntan necesariamente a la liberación de las mujeres de tales roles de género ni satisfacen al número creciente de mujeres chinas que eligen no casarse; esto se demuestra con el movimiento creciente de shengnü剩女 (‘solteronas’), lo cual se ha convertido en un tema candente de investigación (To, 2013; Fincher, 2014; Murti, 2019).

Es complicado crear una imagen real de la vida personal de la mujer china desde una perspectiva desde fuera o desde el punto de vista de autoras chinas de segunda o tercera generación asentadas en el extranjero. Es relevante recordar la afirmación de Zhang y Xu (1995, p. 43): “The Chinese women’s movements should not be measured by Western models. Women develop their strategies and agenda as they go along.” Sin embargo, este no es el caso de Xinran. Su profunda labor de investigación desde su condición como mujer china ha tenido un recorrido y un impacto significativo desde su comienzo en 1989, como periodista y locutora de radio en China, hasta su actual reconocimiento internacional como escritora de no ficción.

Consideramos que la labor de Xinran como portavoz de la situación real de mujeres chinas a varios niveles de la sociedad es invaluable. A través de sus entrevistas directas con mujeres chinas corrientes, de campo y de ciudad, casadas y solteras, educadas y sin educar, a lo largo del siglo XX, Xinran no sólo cuestiona las expectativas tradicionales de la mujer en la sociedad china, sino que, además, ayuda a rellenar los huecos existentes en la historia oficial de China. Como historiadora oral, Xinran documenta los cambios vividos en el plano horizontal de la población china, poniendo ejemplos vivos y reales con la intención de abrir los ojos a las generaciones chinas venideras sobre temas como la evolución de las relaciones entre personas, los cambios en la política y la sociedad, o el peso de los valores confucianos a lo largo de la historia.

En las obras de Xinran, encontramos muchos otros temas sobre los cuales se podría profundizar, como, por ejemplo: las mujeres chinas de campo y de ciudad, el infanticidio y adopción de niñas chinas, la homosexualidad, el suicidio de la mujer en China, la educación sexual, el rol de la madre en China, entre muchos otros. Investigar la sociedad y cultura chinas del último siglo significa adentrarse en una realidad en continuo cambio, a veces paradójica, curiosa y aparentemente ilógica, donde siempre aparece algo nuevo, que rompe con lo anterior (Faure y Fang, 2008). Hay algunas paradojas que quizá no tienen respuesta ni explicación, y que son la razón y el incentivo para seguir estudiando y navegando por la cultura china.

 

7. Referencias

 

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Zhang, Hongping 张红萍 (2016). Nüxing: Cong chuantong dao xiandai女性从传统到现代 [Mujeres: De la tradición a la modernidad]. Beijing shidai huawen shuju 北京时代华文书局 [Editorial Beijing Times].

Zhang, Naihua y Xu, Wu (1995). “Discovering the Positive Within the Negative: The Women's Movement in a Changing China”. En Amrita Basu y Elizabeth McGrory (Eds.), The Challenge of Local Feminisms: Women's Movements in Global Perspective(pp. 25-57). Westview Press.

Zinsser, William (2012). On Writing Well: The Classic Guide to Writing Nonfiction. 30th Anniversary Edition. HarperCollins E-Books. ISBN: 9780062250506. richardcolby.net/writ2000/wp-content/uploads/2017/09/On-Writing-Well-30th-Anniversa-Zinsser-William.pdf. (Obra original publicada 2006).

 

 



[1] Traducción tomada del primer libro de Xinran, The Good Women of China: Hidden Voices (2002).

[2] Holmes, R. (ed.). (1987) A Short Residence in Sweden / Memoirs of the Author of 'The Rights of Woman'. London: Penguin; Holmes, R. (ed.). (2005). Godwin on Wollstonecraft: The Life of Mary Wollstonecraft by William Godwin. London: HarperCollins.

[3] Fechas de la historia de China consultadas en la Enciclopaedia Britannica (s.f.).

[4] Xinran explora este tema en profundidad en su libro Buy Me The Sky (2015). Con la aprobación de la política de un/a solo/a hijo/a, se sustituyó de la noche a la mañana uno de los pilares de la filosofía social confuciana china, el de la familia (cuanto más grande mejor), por una sociedad de personas solitarias y aisladas. Si bien Xinran está de acuerdo en que la aprobación de esta legislación fue necesaria para controlar el crecimiento demográfico desmesurado (Xinran, 2015), la autora encuentra que el estado chino no preparó a la población para ello; se cambió el paradigma social establecido sin pensar en los posibles efectos psicológicos o emocionales que podría tener sobre sus habitantes.

[5] El título The Promise fue una sugerencia de su editor. En palabras de la autora: “I was persuaded to change the title, but I still prefer Talking Love, it’s more like Chinese, tan lian’ai; but my editor is very young (I think he’s younger than you) and he thought ‘oh, Promise! It’s a big name’…” (Xinran, comunicación personal, 29 de mayo de 2021).

[6] ‘Dating was just a case of two people quietly walking towards a common understanding, slowly growing in each other’s hearts. None of our generation saw love as something you should talk openly about – the idea made people cringe.’ (Xinran, 2019, Part III, Building a nest, párr. 18)

[7] “For it was indeed how she [Crane] described – in pre-1990s China, people ended up in prison for kissing in public. Young people of today might find it hard to believe, but this was the reality for a long time. In the 1970s, love was a ‘restricted product’, sex even more so.” (Xinran, 2019, Part III, párr. 16-17)

[8] La falta de educación sexual de toda una generación de mujeres y hombres en China es untema recurrente que aparece en varias entrevistas que forman la base de todas las obras de no-ficción de Xinran; a este tema se le podría dedicar un artículo entero.

 [9] Sobre la brecha generacional, Lili: “For us, we find it strange if someone’s got siblings, but think it’s perfectly normal to have slept with a dozen guys by the time you’re sixteen or seventeen. How’s that for a generation gap?” (Xinran, 2019, Part IV, Lili – 2005: an international lover, párr. 20)

[10] El libro de Xinran Miss Chopsticks (2008) explora este tema en profundidad.

[11] ‘I’ve had my fair share of different love experiences. If my mum knew the full extent of them she’d be bouncing off the walls! Don’t get me wrong, I actually really admire my mother. …. She’s not like those other dama her age, who fill their days with idle gossip, pyramid schemes, public square dancing and Korean dramas. My mum, she’s an unstoppable force, diving head first into all kinds of new and exciting adventures, dragging my dad along for the ride.’ (Xinran, 2019, Part IV, Yoyo – 2016: a backpacking lover, párr. 5)

[12]‘As long as I wasn’t failing my exams or dying of some disease then my parents didn’t seem too bothered about what I got up to. Most of my classmates’ families were the same. We awkwardly fumbled our way through adolescence, learning about the changes to our bodies and our emotions as they happened to us. Thank God we had the internet to turn to for sympathetic and anonymous advice. Sometimes I really feel sorry for you older folks. I’ve no idea how you managed in life.’ (Xinran, 2019, Part IV, Lili – 2005: an international lover, párr. 29)