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La alta sensibilidad en la educación: el aula
sensible
High sensitivity in education: the sensitive classroom
Tomás Santos Alcalá
Universidad Rey Juan Carlos I (España)
tomassantosalcala@gmail.com
https://orcid.org/0009-0006-8710-7098
Resumen:
Abstract:
Este artículo tiene como propósito ofrecer a la
comunidad educativa el enfoque que nos
proporciona la alta sensibilidad aplicada a la
educación, tanto desde su fundamentación
conceptual como orientado hacia la propia
práctica docente. Se trata por tanto de una
investigación-acción con base en la
experiencia docente y personal del autor, si
bien respaldada por una base teórica cada
vez mayor, fruto del progresivo interés que
está suscitando entre los investigadores.
Hablar de la alta sensibilidad en nuestras
aulas implica la atención a todas las
sensibilidades, desde los niños y niñas
altamente sensibles (NAS) hasta aquellos de
aparente menor sensibilidad. Lo que es
altamente sensible es el enfoque, la “mirada”
en todo ese proceso de enseñanza-
educación-aprendizaje en el que todos y
todas1 enseñamos, aprendemos y cuidamos
de nuestra propia esencia desde el nosotros y
el nosotras en el aula sensible. No se trata por
This article aims to offer the educational
community the approach provided by high
sensitivity applied to education, both from its
conceptual foundation and oriented towards
teaching practice. Therefore, it is an action-
research based on the author's teaching and
personal experience, although supported by an
increasingly theoretical basis resulting from the
growing interest it is generating among
researchers. Talking about high sensitivity in
our classrooms implies attention to all
sensitivities, from highly sensitive children
(HSC) to those with apparently lower sensitivity.
What is highly sensitive is the approach, the
"view" in that whole process of teaching-
education-learning in which we all teach, we all
learn, and we all take care of our own essence
from the "us" in the sensitive classroom.
Therefore, it is not a system, a methodology, or
a set of techniques, which in any case will be at
the service of that view. Here, what is truly
important is the promotion from schools and
1
En adelante se empleará el término “todos” de manera inclusiva referido a ellos y ellas.
Recibido: 11/04/2023 | Revisado: 10/05/2023 | Aceptado: 08/06/2023 |
Online First: 13/06/2023 | Publicado: 30/06/2023
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tanto de un sistema, una metodología o unas
técnicas, las cuales, en todo caso, se pondrán
al servicio de dicha mirada. Aquí lo
verdaderamente importante es el fomento
desde las escuelas y las aulas de esa esencia
con la que nacemos, teniendo como punto de
partida el perfil de entrada del alumno y de la
alumna desde el momento en que nuestras
vidas entran en contacto cual ríos y afluentes.
Palabras clave: Alta sensibilidad, aula
sensible, esencia, NAS..
classrooms of that essence with which we are
born, taking as a starting point the entry profile
of the student from the moment our lives come
into contact like rivers and tributaries.
Keywords: high sensitivity, sensitive
classroom, essence, HSC.
Introducción
La educación siempre es un nosotros, un nosotras; no puede ser si no es en el
nosotros y en el nosotras. Siempre es en plural, pues se trata de una relación que hay
que cuidar desde el nosotros y desde el nosotras, y si algo funciona o no funciona, o
bien hay un buen o un mal resultado final será siempre también la responsabilidad en
plural (Martínez, 2011).
Las personas, nacemos como fuente original, manantial que brota y empieza
su recorrido en el mundo sensible. Que nuestro encuentro temporal facilite que
fluyamos cada una de las personas, libremente, discurriendo como río fresco y
creciente, para que no supongamos como docentes ni una presa ni una canalización
ni un desvío (Pineda, 2004).
Utilizamos aquí el término esencia para referirnos a esa originalidad (Martínez,
2022) de cada uno y cada una de nosotros y nosotras y en su doble definición:
-esencia es, por un lado, aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo
permanente e invariable de ellas, lo más importante y característico de una cosa;
-y por otro, hace referencia a ese extracto líquido concentrado de una sustancia
aromática: es decir, aquello que percibimos y que nos define; que sabemos que está
pero que no vemos.
Ser de esencia algo, es ser condición inseparable de algo.
En consecuencia:
Si te dedicas a la educación que sea porque va en tu esencia y lo sientes así
desde tu sensibilidad; este es el ideal (Gairín, 2012).
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Si te dedicas a la educación que sea al menos porque estás convencido de
ello; se trata ésta de una alternativa mental desde tu razonamiento, aunque también
interesante.
Pero si te dedicas a la educación porque la vida te he llevado ahí sin más,
entonces no te dediques a la educación, pues el daño que puedes hacer y el reguero
de dolor que puedes dejar puede ser enorme sin ni siquiera ser tú mismo o tú misma
consciente de ello. No tardará en aparecer en ti la irritabilidad de manera creciente y
a pasos agigantados al estar yendo en contra de tu propia esencia, sumando además
la frustración personal y todo ello en el lugar más sensible del mundo: el aula. Por
favor, no te dediques a la educación.
Nuestra labor fundamental en la educación ha de ser la de acompañar de
manera positiva a cada persona con la que nos relacionemos en ese proceso de
enseñanza aprendizaje para que se encamine por su discurrir vital en coherencia con
su esencia y atendiendo principalmente al fomento de la misma (Pérez, 2001).
Que aquello que le aportemos, sea del ámbito, la materia o el área que sea, lo
hagamos desde esa “mirada” y con esa suprema finalidad. Que seamos
descubridores de posibilidades, de experiencias, de saberes, de destrezas, para que
cada cual en virtud de esa originalidad los sume e incorpore, como afluentes que
aportamos caudal a ese su propio discurrir libre.
Como docentes nuestra mayor meta es pasar de ser ríos a convertirnos en
esos afluentes, en un fluir continuo de vidas que se encuentran; y que en ese plural
que somos generemos progreso, avance, belleza y felicidad desde el amor, la bondad
y el respeto originales. Nuestros alumnos y nuestras alumnas, ahora como ríos, se
convertirán, si todo este proceso ha fluido felizmente, en afluentes algún día. Ese
sería el mayor de los éxitos desde nuestra labor.
Las personas somos completas, independientemente de la edad. No existen
los futuribles, ni existe el pensar en los alumnos como algo que serán, como si
estuvieran sin hacer o sin formar, como algo en proceso; o aun peor, a lo que
debamos dar forma. Las cosas de una persona de cinco años son completas de cinco
años y por lo tanto de suma importancia desde sus cinco años y conviene tenerlo
presente especialmente en educación. Por ello, desde esta mirada, aun siendo muy
importante el perfil de salida, necesariamente el foco principal está puesto desde el
“perfil de entrada”, es decir, centrados en la persona real que es, y ahora, y en todo
presente: la persona que entra el primer día de su vida escolar, que entra el primer
día de clase, que entra al inicio de cada jornada y en cada momento que compartimos.
En el aula sensible toda esta “mirada” está más allá de los sistemas, los
métodos, las técnicas, las corrientes educativas, etcétera, que se sigan pues
cualquiera de ellos o de ellas ha de estar envuelto por la misma. Esta “mirada” ha de
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ser precisamente la esencia que impregne todo el proceso y en cualquier momento
del mismo, sea lo que sea que estemos haciendo o vayamos a hacer.
En el aula sensible las distintas dificultades no son sino manifestación de la
diversidad de capacidades y por tanto elementos de enriquecimiento para el nosotros
personal y para el nosotros grupal puesto que la “mirada” está puesta en cuidar de la
esencia que viene con cada uno y cada una de los participantes que en ella se
congregan.
Y sí, efectivamente, nadie dijo que esta dedicación y vivencia de la docencia
fuese ni fácil ni cómoda; de hecho, la dificultad y la “incomodidad” han de ser la
constante en la labor diaria, de manera que no nos acomodemos ni relajemos no
vayamos a perder los reflejos, la intuición, el interés, la capacidad de sorpresa y
descubrimiento diarios, y con ello terminemos por extraviar la “mirada”.
Construyendo el aula sensible
Al hablar de la alta sensibilidad en la educación el punto de partida, y que
engloba toda esta fundamentación, es esa “Mirada”
2
de la cual hemos hablado; una
mirada que orgánicamente tiene una doble vertiente en cuanto a su externalización:
nuestros ojos y nuestro corazón; es decir, hacia el exterior y desde el interior, como
“instrumentos” con los que podemos entender y comprender a nuestros alumnos y
alumnas, el proceso por el que estén pasando y hacerlo a partir de tres grandes
elementos como son: la asertividad, la empatía y la paciencia.
Fundamentos
La asertividad, porque hay que atender al cuidado de las palabras y ser muy
minuciosos; tener tacto al hablar al dirigirnos a nuestros alumnos, porque una mala
palabra o un tono "inadecuado" o un momento inoportuno pueden realmente romper
la confianza e incluso marcar para el resto de lo que es la vida educativa de ese
alumno o esa alumna en grados que no creeríamos ni imaginamos. Con la palabra,
acompañada de nuestros gestos, postura y movimientos, transmitimos y nos
comunicamos, por lo que debemos extremar el uso que hacemos de ella dado el
poder que tiene (Bisquerra, 2019).
2
A lo largo del artículo, se utilizan términos en mayúsculas en mitad del texto para resaltar su importancia.
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La empatía, que sería atender al cuidado del corazón, ponernos en el lugar de esa
persona con la que estamos y compartimos el día a día, porque tiene unas
circunstancias personales, tiene un momento evolutivo y tenemos que intentar
aprehender dicha situación para comprenderla lo mejor posible (Hoffman, 2000).
La paciencia, que es la gran herramienta a trabajar. Dar tiempo a cada alumno
y a nosotros mismos; atender al cuidado y a la comprensión de esas circunstancias y
ese momento personal para ser muy respetuosos y desde la máxima delicadeza, lo
cual generará un clima muchísimo más adecuado y sosegado (López, 2018).
Nociones estructurales
Hablaba Decroly de “observar–asociar–expresar”, y que podemos adaptar en
“descubrir–asociar–expresar” puesto que así incluimos, tocar, oler, escuchar y probar.
El objeto de aprendizaje es primeramente “observado” para pasar después a
asociarlo de manera externa e interna con los conocimientos previos, y finalmente es
expresado de manera oral, plástica, escrita u otras.
Así mismo, nos servimos de las importantísimas claves de “centro de interés”
del alumno (Medina-Rivas, 2017) y de un “aprendizaje por y para la vida” desde y en
contacto siempre con su experiencia vital personal, pues lo así tiene verdadero
sentido para la persona aquello que es objeto de aprendizaje y pasa a su acerbo y
bagaje íntimo; lo que invita a que gran parte del proceso se desarrolle fuera del colegio
y en contacto con el mundo.
Se trata de un proceso de enseñanza-educación-aprendizaje donde lo
emocional y lo cognitivo deben ir de la mano. Se priorizará no obstante la atención
emocional cuando así se requiera, para luego poder, desde la armonía, atender a lo
cognitivo. También se dará de manera grupal.
Y siendo un proceso centrado en la esencia personal, en su fomento, propiciador
de desarrollo y crecimiento personal, lo que generará será una continua reflexión.
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Elementos Conceptuales
Partiendo de estos fundamentos y esta estructura, continuamos con nuestro
constructo estableciendo una serie de conceptos (Davis, 2019) o aspectos presentes
de continuo en el día a día:
En el aula sensible, el arte tiene una presencia clave como elemento vehicular,
transversal y para todos, ya sea que trabajemos por áreas, por materias o por ámbitos,
siendo lo ideal hacerlo de manera globalizada (Freire, 2014). Se haga de una u otra
manera, el arte está presente en todos esos campos de conocimiento para fomentar,
alentar y desarrollar la creatividad, aporte este de plena importancia durante la etapa
escolar así como generador de herramientas y habilidades para el desarrollo
profesional y en todas las competencias (Csikszentmihalyi, 2008; Gardner, 2000).
Así mismo, tiene que ser un proceso basado en el dinamismo, no en la
inmovilidad, ante la evidencia de que se aprende mucho mejor en movimiento que
parado (Carrasco, 2017). Sin embargo, al llegar al cole con sólo tres años y de manera
obligatoria, sentamos a alumnos y alumnas durante muchas horas justo cuando están
en la etapa de la vida más plena de energía, y así para el resto de su vida escolar.
Es igualmente importante despertar la curiosidad, que haya curiosidad en
aquello que estemos tratando, abriendo la puerta a sus posibles ramificaciones,
puesto que de un tema que se esté viendo pueden salir otros múltiples, motivándoles
a indagarlos de manera voluntaria para luego presentarlo al resto de la clase si así lo
desean (González, 2015; Piaget, 2015).
El ambiente en el aula tiene que ser de Seguridad; tanto de los alumnos entre
como con el profesor. Y ha de serlo en su doble vertiente: la de la seguridad física y
emocional y la de la seguridad que aporta el saber cómo van a desarrollarse las
clases, presentando desde el inicio el proyecto o programación, porque esto sin duda
incide mucho en que el alumno esté tranquilo en su aula, en su colegio y con
Confianza (Benito-García y cols., 2021).
Partimos en nuestra convivencia del Respeto y la Tolerancia entre todos. Esto
lleva a gestionar la clase desde el inicio del curso estableciendo unas normas de
convivencia entre todos y que tengan como gran principio ese respeto (García, 2018).
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Y no hay que olvidarse del Humor, del buen humor. Es estimulante meter un
poquito de humor en nuestras clases, dejar que los alumnos también tengan
intervenciones cargadas de buen humor, pero eso sí, sin llegar a la comicidad ni a la
falta de respeto o a herir la sensibilidad de nadie (Santamaría, 2015).
Siguiendo con esta base de conceptos ha de estar en todo momento presente
la Autocrítica del profesor o la profesora, quien ni lo sabe todo ni siempre acertará ni
es infalible siendo además importante admitirlo y reconocerlo ante el alumnado
aprovechando así la circunstancia para generar precisamente esa curiosidad y ese
aprendizaje o "autoaprendizaje" (Díaz-Barriga, 2014).
Al hablar de la Autoridad del profesor nunca lo es en el sentido de autoritario. La
autoridad debe coadyuvar a esos otros conceptos que hemos comentado
anteriormente de la seguridad en el aula y de la confianza en un clima de respeto
mutuo. Y nunca utilicemos nuestros "superiores" conocimientos como arma arrojadiza
para imponer esa autoridad, pues sería algo deleznable (Goleman, 2017).
Hay que Cumplir siempre con lo que se diga, con lo que se prometa. Cumplamos
con lo que se le ha dicho a un alumno o al grupo en general pues eso incide
directamente también en la seguridad y la confianza (Freiberg, 2018).
Aspecto a destacar en el trato diario alumnado-profesorado es la Cercanía,
absolutamente necesaria dado que va relacionada con ese otro aspecto que es el
Acompañamiento, elemento clave hablando de una educación desde la mirada de la
alta sensibilidad. El alumno ha de sentirse acompañado, no evaluado, y de manera
siempre respetuosa puesto que no priorizamos los contenidos, si no en el fomento de
su esencia, su originalidad, lo cual debemos tener siempre presente (Siegel, 2016).
Nuestra Atención tiene que ser tanto individualizada, para ir viendo el proceso
en el alumno desde esas circunstancias que hemos comentado anteriormente, como
grupal, para ver cómo respira el grupo, las relaciones que hay entre los miembros del
grupo, la comprensión que hay de todo lo que se va viendo en las distintas áreas, es
decir, el seguimiento (López, 2017).
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La Perseverancia, la cual habría que unir a la mencionada paciencia. Hay que
insistir, hay que repetir y hay que estar continuamente dispuesto a ello, porque puede
haber alumnos muy rápidos y otros que requieran de más tiempo tanto para lo
cognitivo como para lo emocional (Dweck, 2007).
La Adaptación, por supuesto, o adaptabilidad a las circunstancias. A veces
entrarás en clase y lo que tenías pensado o incluso programado no será posible dadas
esas peculiares circunstancias de ese momento, pero surgirán de las mismas otras
alternativas y nos adaptaremos a ellas, para eso estamos nosotros y nuestra
Flexibilidad para ir después reconduciéndolo si lo vemos necesario y aprovechar esa
situación imprevista (Tomlinson, 2014).
Debemos ofrecer momentos de Expresión emocional, tanto de manera grupal al
estilo de catarsis, como a aquellos alumnos que te quieren venir a comentar sus
problemas, sus situaciones -a veces tremendas- y que necesitan no sólo comentarlo
con sus compañeros en la intimidad sino que precisan de un adulto, en este caso su
profesor o profesora, con el que gracias a esa cercanía, la confianza y la seguridad
saben que va a quedar lo tratado entre ellos, que no hay problema y que se van a
atender aquellas preocupaciones que les está impidiendo poder seguir el proceso de
enseñanza aprendizaje con la armonía necesaria en ese momento (Bisquerra, 2015;
Greenberg & Harris, 2012).
En íntima relación con este punto está el Acercamiento a la realidad familiar y
personal de cada alumno.
En el aula sensible, resulta de primer orden conocer desde el inicio de curso los
Talentos, y a partir de ahí potenciarlos. Ese dato hay que aprovecharlo desde el
principio, hay que descubrirlo preguntándolo y tirar de ello porque va a redundar en el
autoconcepto y la autoestima. No obstante, nunca se obligará a que nos lo tengan
que mostrar si no quieren; si prefieren vivirlo de manera íntima está bien, pero al
menos conocerlo y ya lo utilizaremos nosotros (Gagné, 2018; Pérez-Fuentes et al.,
2018).
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Resulta especialmente enriquecedor compartir Responsabilidades y encargos
con los alumnos. Así, a la vez de que van acostumbrándose a esas responsabilidades
al ir creciendo, además, habrá quienes no estén habituados a que se cuente con ellos,
suponiéndoles una grata sorpresa, lo cual va a redundar en esas confianza y
seguridad en el profesor o tutor y en el día a día, además de en una mayor implicación
personal con su colegio (Farrington et al., 2012; Rumberger, 2015).
Saber cuáles son sus sueños, las Ilusiones que tienen y cómo se ven en ese yo
del futuro. Porque, si vamos a estar con ellos en este curso o incluso durante varios
cursos, podemos aportar y apoyar muchísimo a que puedan ir haciendo el camino
necesario para conseguir que sean una realidad, y por lo menos sumaremos, mientras
estén con nosotros, nuestro granito de arena (O'Connor et al., 2015; Snyder et al.,
2016).
Con todos estos elementos, finalmente, conseguiremos acercarnos con
delicadeza y sensibilidad lo ximo posible a lo más importante de todo desde esta
'mirada' del aula sensible, su Esencia personal, así como fomentarla desde un
proceso de enseñanza aprendizaje con base en la alta sensibilidad.
Pinceladas ambientales
Para terminar, tenemos que atender a los colores, las formas, el diseño, los
materiales, los sonidos, las luces, lo sensorial, de nuestra aula sensible, y de todo
nuestro colegio, cuidando al máximo la atmósfera y los ambientes que se generen.
Con aulas, donde se preste atención al tipo de iluminación para que no moleste
(Aron et al., 2012; Berto et al., 2010); a la utilización de sillas cómodas de distintas
alturas y que no hagan ruido al moverse para que no distraigan, e igualmente mesas
de distintas alturas y reclinables para la salud de la columna y la vista (Escudero et
al., 2019). Donde se vigilen los niveles de ruido para que no bloqueen ni generen
estrés (Haines et al., 2018), y se tenga en cuenta la ventilación recurrente de los
espacios para una buena oxigenación (Barton et al., 2010). Donde se fomente el
beber agua a lo largo de la jornada para hidratar bien el organismo (Volden et al.,
2019). Con una decoración con colores pastel que genere un ambiente de armonía
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(Valdez-Medina et al., 2016) y un patio con distintas opciones para el imprescindible
momento de recreo de cada alumno (Huertas et al., 2018). También, con canchas de
deporte, puntos de reunión, zonas con juegos, espacios para la calma, columpios,
bancos (el banco de la empatía), rincón de la paz, senderos para el paseo, materiales
naturales, huertos, zonas de creatividad tipo talleres al aire libre, etc. Y, por supuesto,
que cuente con una cuidadísima biblioteca que funcionará como una gran aula
globalizada y en la que haya una sección dedicada a la alta sensibilidad denominada
“Espacio sensible”.
Pinceladas de práctica docente
Propuestas para tener en consideración y aplicar:
1. Para empezar, vamos al principio de todo, al momento que consideramos
como el más importante en la vida de un escolar: su primer día de clase.
Tengamos presente esa imagen del niño o la niña entrando por primera vez al
colegio con sus tres años, o cuando se cambia de colegio a otro colegio; o bien, y de
importancia similar, el primer a de clase del curso. Estamos convencidos de que
hay que cuidarlo muchísimo, programarlo y vivirlo con exquisito mimo, pues ese día
va a generar unas sensaciones francamente positivas en el alumno si se ha tratado
con esa delicadeza, de manera que no marque negativamente, dado que es el primer
contacto, como esa primera impresión cuando conocemos a alguien. Ha de ser un día
de bienvenida, de recibimiento, de acogida y de agradecimiento porque cada niño y
cada niña, cada alumno, van a compartir contigo y con el resto de la comunidad
escolar y en ese espacio, ese momento o etapa de su vida y por muchas horas, días,
meses e incluso años en adelante. Démosle la enorme importancia que tiene en virtud
de poner el foco en el “Perfil de entrada”.
2. Pasamos ahora a detenernos en la primera hora del día: la llegada al aula.
Es necesario tener un tiempo para frenar literalmente al llegar a clase a primera
hora pues cada uno venimos en un medio de transporte distinto, de una realidad muy
distinta y desde circunstancias personales en ocasiones muy complejas. Debemos
disponer de al menos diez minutos para asentarnos, ocupar nuestro espacio personal
en el aula, proponiendo llevar a cabo técnicas de mindfulness (García et al., 2019)
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3. Y llegamos al comienzo de las clases.
Me parece muy interesante al inicio de las clases preguntar ¿qué queréis
aprender? Es decir, ¿qué esperan conseguir en ese espacio de tiempo que van a
estar compartiendo contigo?, ¿qué esperan de ti y del área en misma? Podéis
comprobar la reacción que provocan estas cuestiones iniciales y la conversación tan
productiva que surge.
4. Y relacionado con este comienzo estaría el siguiente paso enfocado en la
gestión compartida del aula.
El aula el proceso de enseñanza-educación-aprendizaje- tiene que ser de
gestión compartida para ir solucionando entre todas las distintas situaciones, incluso
conflictos o problemas que puedan ir aconteciendo en el día a día; para ello es muy
interesante disponer a lo largo de la semana de momentos de asamblea, en los que
poder expresarse libremente para compartir sugerencias, ideas, quejas, propuestas,
opiniones, etc. La asamblea debe darse tanto a nivel de aula como de centro (Ryan y
Deci, 2000).
5. Y así vamos haciendo grupo.
El proceso que estamos siguiendo va a servirnos para hacer grupo, tomar
conciencia de grupo, de que se está en ese curso y en esa letra. Para esto viene muy
bien nombrar las aulas con un nombre elegido entre todos y que servirá como
subcentro de interés para irse trabajando durante el curso, generando una enorme
situación de aprendizaje interdisciplinar que fomentará ese sentimiento de
pertenencia al grupo, de identificación personal con el mismo (Aguirre, 2011).
6. Para ello es fundamental la escucha.
Hay que escuchar al alumno de manera individual. Igualmente al alumno en el
grupo, dentro del grupo. Y escuchar al grupo entero, como por ejemplo en las
asambleas. Aquí se incluiría la escucha silenciosa, el estar muy atentos a los
silencios, a los gestos, a la comunicación soterrada o encubierta y a las miradas que
tanto nos dirán (Freire, 1973).
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7. E igualmente fundamental es conversar.
Un lugar y una técnica muy interesante es el debate en el cual se anima a toda
la clase a participar pero sin obligar, pues ya sabemos que a menudo las personas
de alta sensibilidad por su aparente “timidez” no lo van a hacer y es posible que
después se acerquen a la mesa y de a te lo comenten. El caso es que en el
debate van a escuchar y se van a escuchar las opiniones de todos siendo un momento
muy enriquecedor porque vamos a conocernos mejor (García, 2018).
8. Fomentaremos el trabajo en equipo.
Alentaremos la formación de equipos de trabajo diversos y que los alumnos y
alumnas colaboren entre sí. El alumnado de alta sensibilidad trabaja muy bien en
equipos a través de aprendizaje por proyectos, aprendizaje basado en problemas o
similares, siendo grandes “hacedores de equipo” (Aron, 2013).
9. Y también el trabajo individual.
Hay que ofrecer situaciones para el conocimiento individuales, las cuales van a
agradecer porque lo necesitan- especialmente los alumnos con alta sensibilidad; van
a darlo todo y van a presentar unos resultados excepcionales (García-Valcárcel,
2015).
10. Siguiendo con este proceso plantearemos métodos alternativos de
seguimiento y expresión como es la conferencia.
En la conferencia el alumno, de manera individual o en grupo, nos presenta su
trabajo a toda la clase, bien por un tema o proyecto sugerido por el profesor o la
profesora, o bien de manera voluntaria y que tiene muchísimo más valor que cualquier
examen escrito que suele dejar en una posición inferior a aquellos alumnos con
problemas de lectoescritura, déficit de atención o hiperactividad, para quienes
precisamente el poder hablar y poder comunicarse es el mejor de los recursos
(Ainscow et al., 2006).
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11. Obtendremos así una enseñanza-educación-aprendizaje en ambas
direcciones.
Todo este proceso que estamos ofreciendo nos dará como resultado una
enseñanza-educación-aprendizaje en ambas direcciones en la que aprendemos
todos de todos, y no es sólo el profesor quien habla y el alumno quien escucha (Freire,
1970).
12. Y, por último, crearemos nuestro libro día a día.
El producto final de toda la actividad generada durante el curso será nuestro
propio libro el cual tendrá un continuo seguimiento por parte del profesorado
(González, 2017).
Conclusiones
A lo largo de este artículo hemos ido edificando nuestra aula sensible desde la
alta sensibilidad en la educación:
Primero hemos partido de esa base en la que se asienta todo el proceso de
enseñanza-aprendizaje y que es la mirada, como cimentación de toda la construcción.
A continuación, hemos levantado la estructura de pilares y vigas colocando las
nociones estructurales. Posteriormente los elementos conceptuales han servido para
levantar los paramentos, los acristalamientos y la cubierta de nuestra aula sensible.
En el siguiente paso, hemos ambientado, personalizado y decorado a nuestro gusto
todo el espacio, tanto de nuestra aula como del resto del colegio. Y, por último, hemos
comenzado a amueblar y dar vida a nuestra aula con esas pinceladas de práctica
docente.
Como hemos podido comprobar, la nuestra es un aula concebida como una
preciosa aula-taller polivalente, abierta, llena de múltiples posibilidades y de cuidados
estímulos sensoriales, provocadora de asombro y curiosidad; un aula para todas las
sensibilidades y fundamentalmente concebida para el fomento de todas las esencias
que en ella convivimos y la generación de eunoia: "pensamientos bellos, buenas ideas
y buena fe".
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