Reseñas
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que, a pesar de su elocuencia y brillantez mental, escuchaba al contrario con el
propósito de obtener una perspectiva diferente del tema a tratar para así compararla
con la suya y relacionarla y, consecuentemente, enriquecer el conocimiento que nos
guiará hacia la libertad. Sin embargo, ¿somos realmente libres o nos encontramos
limitados? El comentario del filme “el Show de Truman” entra a debate al mostrar al
protagonista con una libertad limitada a pesar de ser un hombre aparentemente libre
para tomar sus propias decisiones. En esta línea, es necesario evocar a Nietzsche y
su extrañeza ante la realidad: este filósofo encontraba la realidad sospechosa,
cuestionando los valores y creencias de su época (p.51).
El apartado cuarto, “Las grandes cuestiones”, analiza el amor, la felicidad, la
libertad y la muerte. En relación al amor, Aristófanes, siente que es la necesidad
irrenunciable de buscar a la persona que nos complementa; Para Platón, es algo
fundamental y absoluto, no solo entre personas sino con sentires, como la belleza.
Por otra parte, Sócrates lo considera un puente de unión entre lo humano y lo divino.
La reflexión sobre la philia viene de parte de Aristóteles, quien alude a relaciones
basadas en el interés, en el placer y en la bondad y la admiración por las cualidades
de los otros. En cuanto a la felicidad, para Aristóteles, es el fin último de la vida
humana. Pone de manifiesto que el único bien que no se busca por mediación de
otros es el conocimiento. La gran pregunta llega al cuestionar la libertad como un
presupuesto de nuestras acciones morales y responsabilidades. Aristóteles defendía
que para que el ser humano sea libre tiene que haber determinación voluntaria de
sus propios actos para poder responsabilizarse de ellos. A los ojos de Locke, la ley
es la única forma de asegurar la libertad a pesar de la naturaleza libre del ser
humano. De forma similar, Hobbes hace un llamamiento al poder absoluto que pueda
garantizar la libertad y paz. Pero ¿estamos realmente dispuestos a limitar nuestras
libertadas en nombre de la seguridad? Por último, la muerte, es un elemento clave
de cualquier cultura y suscitador de sentimientos como el miedo o la incomprensión.
Filósofos como Sócrates o Platón reflexionaron sobre ella, restándole cualquier
aspecto negativo, pues, aunque el ser humano se conforma de cuerpo y alma, lo que
lo define es su dimensión espiritual. Para Epicuro, la muerte priva de las
sensaciones, por lo que se pierde el conocimiento de la misma, aunque
indudablemente se puede hacer uso de proyecciones imaginativas (p. 86).
En el apartado tercero, “Filosofía y cultura popular”, se expone que el ser
humano, piensa, crea y se orgullece de sus creaciones, al tener necesidad de dar
significado y completar procesos. Este apartado conecta la filosofía con la cultura de
hoy en día y, más concretamente, con las nuevas tecnologías (Han, 2018), y el
ejemplo de los vídeojuegos, de los cuales se hace un repaso en el tiempo hasta
llegar a contemplar la figura del jugador actual con un rol de sujeto moral y tomador
de decisiones, de ahí el trasfondo filosófico. Como elementos de ciencia ficción, el
autor recuerda la obra de Shelley (2018) “Frankenstein”, donde un experimento
científico, en forma de criatura, es rechazada por los humanos. También, menciona