Andrea Junyent | Lidia Chang
diferencias entre los géneros textuales. Para ello, debían preguntarse cuál es el
objetivo de un informe y, en función de ello, qué elementos gramaticales y
discursivos son útiles para lograrlo (por ejemplo, el uso del verbo impersonal, la
prioridad del tipo textual descriptivo antes que el narrativo, etc.). Con las lecturas
realizadas durante las primeras semanas del taller, los y las docentes elaboraban
preguntas de exámenes parciales complejas que los alumnos aprendían a
descomponer y analizar; planificaban, a partir de esquemas, la estructura de su
respuesta; y, finalmente, la escribían. Por último, en el caso de la elaboración de la
monografía en el nivel avanzado, los alumnos aprendieron a seleccionar un tema de
investigación, construir una hipótesis, reunir bibliografía específica sobre el tema,
elegir un marco teórico, desarrollar los argumentos de la hipótesis y presentar las
conclusiones de trabajo.
A lo largo del Taller, los alumnos confeccionaron un porfolio con sus
producciones escritas; así, tanto el equipo docente como el estudiante podían ver
los avances en el aprendizaje.
Es importante destacar que, debido al contexto particular de
enseñanza-aprendizaje, nos encontramos con importantes obstáculos. Por un lado,
en varias ocasiones los alumnos no asistían a las clases, principalmente por dos
motivos: huelgas o protestas, o prohibición de las autoridades durante requisas o
allanamientos en los pabellones de la cárcel. Por otro lado, por razones de
seguridad, los docentes tienen prohibido ingresar al CUD con dispositivos
tecnológicos (computadoras, teléfonos celulares o móviles, pendrives) y, por ello, los
instrumentos a disposición en clases se limitan al pizarrón, lápiz y papel.
Pese a las dificultades con las que nos enfrentamos, los alumnos mostraron
importantes avances en la lectura y escritura: de 122 inscriptos, 67 obtuvieron su
certificación. El aprendizaje se vio reflejado tanto en el desempeño lector en el Taller
como en otras materias y en la escritura plasmada en su porfolio.
Luego de ocho meses de trabajo, los alumnos fueron capaces de hacer
reflexiones metalingüísticas y reconocer que cada relectura o reescritura que
llevaban a cabo de sus propios textos los llevaba a ampliar su conocimiento de esta
nueva variedad: la lengua académica, como muestran estos ejemplos de los
resultados obtenidos. Al finalizar el Taller, un alumno del nivel básico nos explicó
que, gracias a las clases, se había dado cuenta de que, si se dirigía al juez con
“más respeto” durante sus entrevistas periódicas, este notaría su “buena actitud y
predisposición” a mejorar su condición durante su reclusión; esto, a su vez,
favorecería su situación penal. Nos contó que, a diferencia de las veces anteriores,
en su última entrevista (unos días antes del cierre del Taller), decidió saludar al juez
con “Antes que nada, buenos días, señor juez” , lo que trajo consigo una mejor
actitud del juez hacia él (alumno del Taller, comunicación personal, 3 de diciembre
de 2017).
ISSN 0213-7771 - e-ISSN 2443-9991 Cuestiones Pedagógicas, 2(31), 2022, pp. 149-166
https://doi.org/10.12795/CP.2022.i31.v2.08