Shape1 RESEÑA

Vila E. y Grana, I. (Coords.) (2020).

Investigación educativa y cambio social.

Octaedro, 255 pp.

ISBN 978-84-18083-63-1.

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Cuando un libro aborda una cuestión tan relevante como los necesarios vínculos entre la investigación educativa y los cambios de la sociedad, denota que nos encontramos ante una obra de relevante actualidad y necesaria reflexión. Aunque en principio pudiera entenderse que estas páginas poseen un marcado carácter sociológico -no en vano, el concepto de cambio social tiene una clara ascendencia en la Sociología-, cuando se aborda el índice del mismo aparecen perspectivas de clara interpretación educativa.


En esta ocasión, Eduardo Vila e Isabel Grana, docentes de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, logran coordinar un trabajo donde se dan cita diversas visiones o perspectivas bajo el denominador común del cambio social, entendido como el análisis de las causas que provocan los cambios en la sociedad, desde las grandes transformaciones de nuestro entorno, hasta las pequeñas inversiones.


La publicación está dividida en dos grandes bloques: “Cambios sociales, políticas educativas y nuevas demandas para los profesionales de la Educación” y “La investigación educativa como motor de los cambios en los procesos educativos”.


El primer apartado versa sobre la perspectiva intercultural de la investigación en teoría de la educación. Sus autores, Eduardo Vila y Eduardo Sierra desarrollan la interesante tesis sobre la necesidad de proseguir indagando en el ámbito teórico de la educación. No solo porque muchas de las materias planteadas hace décadas aún siguen estando en vigor, sino también porque el contexto socio cultural cambiante de este primer cuarto de siglo XXI propicia la aparición de otros muy novedosos o el replanteamiento de los tradicionales.


El segundo capítulo versa acerca de la identidad docente. Tania Alonso y Fernando Gil abordan lo que denominan “dimensión olvidada” de la identidad docente, más allá de los estudios provenientes de la Psicología y Sociología, que hacen especial énfasis en elementos emotivos, conductuales, organizativos o cognitivistas, frente a otros como los éticos, antropológicos o integrales. Estas páginas se centran en describir, analizar y reivindicar la importancia de estos elementos que semejan la identidad docente como una identidad narrativa, fruto de la condición personal.


Víctor Martín Solbes y José Manuel de Oña reflexionan sobre el papel de la Pedagogía Social y la acción socioeducativa en el ámbito de la investigación educativa. Partiendo de un estudio de los orígenes, su actualidad ante fenómenos tales como la exclusión social, los derechos humanos y la interculturalidad, finalmente aventuran un modelo de investigación en este ámbito: la metodología mixta. Consideran los autores que se trata de “una forma idónea de investigación en el ámbito de la pedagogía social frente a otras formas que pueden resultar más excluyentes”.


El cuarto capítulo aborda la política sobre innovación educativa en Andalucía. Manuel Hijano del Río, repasa el marco normativo más reciente, tanto en sus fines generales, sus logros y las necesidades de mejora. Con todo ello, concluye la necesidad de seguir profundizando en este asunto, ante la carencia de estudios más amplios.


El primer bloque finaliza con dos apartados dedicados a la Historia de la Educación. El primero está suscrito por Juan Manuel Fernández. Se trata de un completo estudio acerca de cómo la labor docente -el “oficio de maestro”- ha vivido multitud de vicisitudes, tanto en España como en Europa, que confieren al camino de la profesionalización unas características peculiares: desde las cambiantes exigencias socioculturales y económicas, hasta la preponderancia de “discursos moralizantes”. El segundo, de Francisco Martín, enseña y analiza cuáles fueron los hitos históricos más relevantes relacionados con el control ideológico de los docentes en la España contemporánea, fundamentalmente los originarios de la Iglesia y del Estado.


El segundo bloque se inicia con un estudio de Amparo Civila en cuya introducción expone claramente la finalidad de este capítulo: la reivindicación de la educación emocional en la labor docente. Desde la expresión acuñada por José Manuel Esteve de “maestros/as de humanidad”, la docente de la UMA manifiesta la necesidad de reorientar la enseñanza hacia los valores y los sentimientos.


Ignacio Calderón y Teresa Rascón y Mariana Alonso llevan a cabo una interesante defensa de la educación inclusiva y sobre cómo la investigación en esta temática puede coadyuvar a conseguir un modelo de escuela incluyente, es decir, sin segregaciones ni clasificaciones. Para ello, expresan su confianza en la investigación educativa como “motor” para la transformación.


En este bloque también aparecen dos contribuciones desde la Historia. La primera está escrita por Isabel Grana Gil y Cristina Redondo Castro. Ellas repasan la investigación en este campo, pero desde la perspectiva de género. En concreto, analizan diversas publicaciones como la depuración del profesorado, la formación de los docentes, la educación primaria o la inspección, y el papel jugado por la mujer. Carmen Sanchidrián suscribe otra contribución sobre la historia de la cultura material, donde reflexiona acerca del valor de los objetos y de esta reciente faceta de la investigación histórico-educativa.


El penúltimo trabajo lo suscriben Cristóbal Ruiz y David Herrera, quienes defienden el modelo de acompañamiento socioeducativo como medio expresivo de la relación pedagógica entre educador y educando. La investigación ecológica resulta necesaria. Así, la confianza y el afecto se convierten en el medio para la construcción de una relación satisfactoria.


El libro lo cierra José Antonio Caride. Este autor profundiza en el concepto de “transferencia social del conocimiento”. Enuncia los argumentos que respaldan la necesidad de repensar las relaciones entre ciencia y sociedad, el paradigma de la sociedad de conocimiento y su repercusión en la investigación universitaria. Finaliza con dos ejemplos de aplicación del modelo: la evaluación de la jornada lectiva de sesión única en Galicia y el proyecto Interea.


Este libro posee visiones diferentes de una misma cuestión: el cambio social. La transversalidad que concede la pluralidad de investigadores que se dan cita en esta publicación, al contrario de lo que en principio pudiera parecer, le otorga un valor y un interés inusitado. Un libro recomendable para comprender mejor la educación actual.



Azahara Hijano-Trujillo.

Universidad de Málaga

































































































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Cuestiones Pedagógicas, 2(30), 2021, pp.191-194


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ISSN 0213-7771 - e-ISSN 2443-9991

https://doi.org/10.12795/CP.2021.i30.v2.10

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