Estrategias de vinculación con la comunidad en la UIEM: un estudio de caso.
comunidades, de manera que puedan responder a problemas relacionados con sus
recursos ambientales, derechos, bienestar familiar y social, a partir de un entramado
entre comunidad, instituciones y proyectos propuestos. Estos esfuerzos enriquecen
las visiones de los estudiantes y docentes sobre los procesos sociopolíticos,
económicos y culturales, e invitan a reconocer el papel fundamental de los egresados
de la UI, con una formación más nutrida y de múltiples aristas (Baronnet y Bermúdez,
2019; Mateos, Dietz y Mendoza, 2016).
Las investigaciones que se han realizado en la UNICH y la UIEM abordan,
principalmente, el tema y agencia del desarrollo sustentable a través de proyectos
productivos, la comunicación intercultural, gestión cultural y salud intercultural. Se ha
reflexionado sobre las relaciones que tienen los estudiantes y profesores con los
campesinos de las diferentes regiones donde se ubican la UI, con las organizaciones
políticas, las no gubernamentales y con los diferentes actores que participan en el
proceso de vinculación. También se han trabajado los procesos de comunicación
interpersonal y grupal “convergente”, la apropiación de medios y la gestación de
espacios comunes de trabajo e intercambio de conocimientos y saberes, con sus
dificultades y límites (Bustos, 2019; De la Cruz y Olave, 2018; Santiago et al., 2018).
Otras investigaciones han trabajado con las experiencias de estudiantes desde
la propuesta de la interculturalidad crítica y los planteamientos que surgen de la teoría
decolonial y las epistemologías del Sur (Sartorello y Peña, 2018). Para los
estudiantes, trabajar vinculadamente es una forma de volver a sus localidades de
origen, a sus prácticas culturales y a profundizar en aspectos lingüísticos y rituales.
En relación con la metodología “diálogos de saberes”, Argueta y Pérez (2011)
resumen que existen seis puntos cruciales para abordar este tema: a) Las diferentes
formas en que los seres humanos conocemos el mundo, b) qué hacer frente al desafío
de la pluralidad de saberes, c) el estado actual de la situación conceptual sobre los
conocimientos tradicionales o saberes locales, d) el reconocimiento del conocimiento
tradicional por parte de la ciencia occidental y los estados, y e) las imposibilidades y
posibilidades de que un diálogo pluralista sustituya el monólogo y, f) la construcción
del diálogo de saberes como una utopía realista (p. 497).
Por su parte, para Ávila et al. (2016) el “diálogo de saberes” se ha usado en la
educación popular e investigación comunitaria y se ha tomado como un principio y
enfoque que se caracteriza por el reconocimiento de todos los sujetos que participan
en los procesos de vincularse, es decir, se ha considerado como una “hermenéutica
colectiva” (Ávila et al., 2016; Ghiso, 2000).
Esta postura, que reconoce las asimetrías desde donde se entablan los
diálogos, invita a la recontextualización de las interacciones, el uso de nuevos
dispositivos pedagógicos que reflexionen sobre las distintas realidades, y avanza
hacia una “comunidad intercultural de investigación”. El diálogo de saberes es parte