RESEÑA

Limón-Domínguez, D. (Ed.) (2019)

Ecociudadanía. Retos de la educación ambiental ante los objetivos de desarrollo sostenible.

Octaedro. 192 páginas.

ISBN: 978-84-17667-76-4.

Ecociudadanía es una obra colectiva dirigida por Dolores Limón-Domínguez, profesora titular del departamento de Teoría e Historia de la Educación y Pedagogía Social de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla. Cuenta con el prólogo del profesor José Antonio Caride de la Universidad de Santiago de Compostela (Premio Sarmiento 2019), y con capítulos escritos por docentes e investigadores de la Universidad de Cádiz (Lucía Alcántara Rubio), la Universidad de Málaga (Juan Carlos Tójar Hurtado, Leticia Velasco Martínez), la Universitat Internacional de Valencia (Cristóbal Torres Fernández) y la Universidad de Sevilla (Dolores Limón-Domínguez, Rocío Valderrama-Hernández, Manuela Pabón-Figueras, Jorge Ruiz-Morales, Carmen Solís-Espallargas, Miguel Ángel Pino-Mejías, Mar Lugo-Muñoz, Mercedes Rubio Juárez, Noelia Melero Aguilar, María Dolores Díaz-Noguera, Carlos Hervás-Gómez y Gloria Luisa Morales-Pérez).

En la profusión de sus capítulos se puede leer un diagnóstico social, una propuesta educativa y una utopía política.

El diagnóstico es contundente: nuestras sociedades neoliberales, con su crecimiento demográfico desbocado, con sus sistemas de producción y consumo radicalizados, con sus procesos intensivos de explotación de energías y recursos no renovables, con sus políticas económicas y sociales regresivas, con sus valores centrados en el individualismo egoísta, la competencia y la eficiencia están acelerando la destrucción de la naturaleza y la sociedad. La crisis ambiental y social actual no es presentada como un acontecimiento pasajero, sino como un problema estructural del programa de la modernidad:

Los ideales neoliberales de producción, acumulación y adquisición de riqueza, y su consecuente monopolización, se hallan anclados en nuestros imaginarios colectivos. Nos encontramos en un momento en el que las empresas multinacionales, trasnacionales y las grandes corporaciones utilizan su poder para configurar el mundo a su propia imagen y semejanza (Luengo, 2018), como si de una fe se tratara. Los valores actuales se encuentran sometidos al capitalismo y consumo exacerbado; potencian una identidad individual y fragmentaria a merced del mercado. (…).

Como sostiene Luengo (2018) “no podemos seguir manteniendo el sistema socioeconómico capitalista actual, pues resulta incompatible con los límites del planeta Tierra”. Como insiste Riechamn (2014), estamos poniendo en peligro la propia supervivencia humana: “la humanidad se encuentra ante un punto de no retorno: el impacto ambiental del estilo de desarrollo dominante pone en peligro su supervivencia y la de otras especies” (Naciones Unidas-CEPAL, 2016, p. 53) (citado en el libro por Limón Domínguez y Alcántara Rubio, 2019, p. 31).

La propuesta educativa de salida se estructura a partir del análisis de un conjunto de pedagogías comunitarias que, probadas en algunas escuelas y universidades españolas, se evalúan como pertinentes para contribuir con la construcción de una nueva era del “darse cuenta”. Estas se dirigen al diseño de una educación ecológica para el siglo XXI, sostenida por una “ética ambiental” y una “ética del cuidado” capaz de formular una economía y sociedad “glolocal”, “circular”, “colaborativa” centrada en el cuidado de sí, de los otros y de la naturaleza:

El cuidado es tan potente que haría posible alejarnos de la inercia del neoliberalismo si nos acercásemos en una economía y una política, también en una mirada, que estuviera centrada en el cuidado. Apoyándonos en Tronto y Fisher (1990), el cuidado es una actividad de la especie que abarca lo que hacemos para sostener, permanecer y reparar nuestro mundo, para que podamos vivir en él lo mejor posible. Es un elemento central y necesario para la supervivencia. Sin cuidados, no hay vida. Ese mundo de cuidados incluye nuestros cuerpos, nosotros mismos, y nuestro medioambiente (…) (Limón-Domínguez y Alcántara Rubio, 2019, p. 34).

La utopía política no es tímida: se declara. El diagnóstico social y la propuesta educativa de salida apuntan a la edificación de una democracia social ambiental con foco en el “bien común”, en la “justicia social”. En este modelo político y social, la “planificación comunitaria” se posiciona como uno de los puntos nodales no sólo para abordar las cuestiones sociales y ambientales, sino también para lograr una distribución de bienes materiales y simbólicos más potente, más capilar en cada uno de los territorios:

El objetivo (…) no es otro que estudiar y conocer un territorio –con sus problemas y potencialidades- y poner en marcha un conjunto de operaciones ordenadas que buscan modificar, mejorar y transformar ese territorio y las personas que habitan en él. (…) Los talleres de transformación integral de barrio se convierten en la plataforma comunitaria desde la cual identificar necesidades e impulsar soluciones mediante la realización de proyectos que promuevan la participación y cooperación de las estructuras locales, bien sea escuelas, centros de salud, entidades sociales, etc. (Melero Aguilar, 2019, p. 152 y 155).

En síntesis: Ecociudadanía es un libro que dice, con fundamentos, una palabra herética. No es poco en estos tiempos de cálculo y sueño confortable en los campos educativos.

Hernán Mariano Amar

Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF, Argentina)

hamar@untref.edu.ar

https://orcid.org/0000-0001-9150-7074